"Cuestión de Tiempo"

One shot

The Prince of Tennis

Lady

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No había una razón exacta, no había excusa para sentir lo que sentía... lo que mi corazón albergaba. Lo amaba. Eso era todo lo que yo entendía, y me bastaba... no me importaba no tener su atención, después de todo solo había alguien... o mejor dicho, algo que la tenía por completo. El tenis.

Ese era su mundo... todo giraba entorno al juego y su vicio por él... para Echizen Ryoma no había nada más, ganar o perder. Ser el mejor.

¿de que podía quejarme...? Después de todo, me trataba bastante bien como para ser solo una de sus compañeras en Seigaku. Quizás algún día me podía considerar una amiga... solo el tiempo podría decir aquello.

Muchas veces me pregunté que pasaba por su cabeza, y que trataban de decir sus luminosos y fieros ojos mieles, sé que nunca me lo confiaría. Para eso tenía a Momoshiro-sempai o a Kikumaru-sempai, incluso hasta a Kaidoh-sempai... tenía a su preciado tenis, con el que se descargaba cada vez que se sentía frustrado. Él tenía un grupo de amigos muy cerrado, los demás solo éramos los principiantes, a los que el Mada mada dane les quedaba mejor.

Y aún así ansiaba con todo mi corazón llegar a ser aceptada por él, por que me mirara por una sola vez a mí. Nada más a mí. Que egoísta soy. Me gustaría hacerle saber que siempre estaré dispuesta para él, sin importar nada.

Pero yo solo soy Ryuzaki Sakuno... él jamás... él... Ryoma-kun jamás podría...

Seguramente a él no le importaría.

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

pero solo el tiempo lo diría

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Día 1

La brisa matutina llenaba sus pulmones y despejaba su mente. No podía esperar algo mejor que esa bella mañana, en la que el sol salía lentamente mientras avanzaba al colegio. No podía haber nada más perfecto que una mañana tranquila...

Si, había algo que podía mejorarla.

Hizo sus pasos más lentos con la intención de llegar un poco más tarde, y acomodó su largo cabello peinado en dos trenzas de un lado a otro, cuestionándose como se vería mejor, sus mejillas se tiñeron de rojo cuando desde la distancia divisó el andar apaciguado de un chico, llevaba sus ojos cerrados y su maleta al hombro.

-"¡es Ryoma-kun!"-pensó feliz desde la entrada de Seigaku, muchos entraban sin ponerle atención y otros la saludaron pero no obtuvieron respuesta, la sonrisa de ella iba creciendo en su bonito rostro. Ilusionada con ser la primera en saludarlo esa mañana, su corazón comenzó a latir con inusitada fuerza.

-¡O'Chibi!

-¡Echiiizeeen!

-¡Echizen-kun!-un unísono se escuchó

-¿Mmmh?-Ryoma lanzó un gemido cuando Momoshiro y Eiji se lanzaron al pequeño príncipe, un afectuoso saludo matutino que hizo caer a los tres, dos reían divertidos mientras el joven Echizen se quejaba.

-¡HOI HOI!

-¡QUI.TEN.SE!-rugió Ryoma, comenzándole a faltar el aire; podía ser que Eiji y Momoshiro fueran delgados pero no pesaban como una pluma.

-vamos chicos, que se comienza a hacer tarde.-pidió Oishi que se acercaba rápidamente al trío, pero fue deliberadamente ignorado por los mayores de Echizen. Kawamura se acercó con una ligera sonrisa.

-si Fuji viera esto lo disfrutaría mucho.-rió, pero Syuichiro lanzó un pesado suspiro y asintió.

-vamos que matarán a Echizen.-reclamó, pateando suavemente las costillas de su compañero de dobles, Kikumaru. Este solo estalló en carcajadas, pataleaba y golpeaba el suelo con los puños. Ryoma se quejó por el brusco movimiento de quien estaba directamente sobre él, Momoshiro se tambaleó.

-¡n-no no ha-hagas eso de nuevo Syuichiro, nyah!-a pesar de que Syuichiro se había alejado con Kawamura, Eiji seguía riendo como si su compañero hubiera incrementado la dosis de cosquillas.- ¡HAHAHAHAHAHAHAHAHAHA!

Momoshiro se quitó y ayudó a Eiji a levantarse, Ryoma seguía en el piso sin poder siquiera moverse, tratando de recuperar todo el aire que le habían robado.- ¡vamos O'Chibi, nyah!-arrastraron a Ryoma con ellos a pesar de que él intentaba con todas sus fuerzas soltarse.

Sakuno miraba todo boquiabierta, se notaba que entre los tres había una gran confianza, tanto como para que Ryoma los dejara tratarlo así, aunque ella ignoraba que en realidad el joven príncipe anhelaba librarse de ellos. Pasaron a un lado de ella sin siquiera notarla, entre risas y gruñidos.

-a-ah...

Avanzó cabizbaja por los pasillos de Seigaku, al final Ryoma ni siquiera había notado que estaba ahí, esperándole, sintió arder sus ojos, ella era muy sensible...-"¡no Sakuno, estaba con sus amigos, era lógico!"-pensó sacudiendo su cabeza y sonriendo, apoyándose a si misma. Muchos la miraron extrañados por que se veía muy rara haciendo esos gestos.

Cuando se acercaba a su aula se encontró a Momoshiro y a Eiji que iban en sentido contrario, seguramente habían ido a dejar al pequeño Ryoma personalmente hasta su asiento, y no se equivocó en su sospecha.- ¡pero si es la novia del O´Chibi, nyah!-sonrió alegremente Kikumaru, el rostro de Sakuno se encendió como un farolito, causando que ambos titulares rieran.

-¿ya le confesaste a ese despistado de Echizen que te gusta?-preguntó con curiosidad Takeshi, Sakuno abrió los ojos de par en par ¿era tan obvia?

-y-yo... n-no sé...-bajó el rostro avergonzada, si pudiera cavar un hoyo en el piso lo haría con mucho gusto y ahí se escondería hasta que esos chicos que siempre la ponían en evidencia se alejaran.- d-de que hablan...

Momoshiro levantó una ceja, ambos titulares se voltearon a ver divertidos.- ah, esta juventud...-suspiró el de cabello negro con una sonrisa.- si yo fuera tú no dudaría en hacerlo pronto... ese Echizen se ha vuelto muy popular entre las chicas...

Eiji asintió infantilmente.- ¡hasta en nuestro salón se habla de él, nyah!

-pero como tú eres una de sus amigas más cercanas quizás sea más fácil que te acepte...

-¡ya ves que es algo antisocial, nyah!

-"¿a-amiga cercana...?"-Sakuno no podía creer lo que oía. ¿ellos pensaban que para Ryoma ella era una amiga¿o lo habrían escuchado de él alguna vez¿eran solo sus conclusiones?. La joven castaña no escuchaba todo lo que parloteaban los sempais.

-¡...quizás le gustes un poco... uno nunca sabe!

-¡el O'Chibi está creciendo, nyah!

-¡Sakuno-chan se hace tarde!-esa chillona voz no podía ser de nadie más que de Tomoka Osakada, la chica de las coletas y fan "número 1" de Ryoma Echizen.- ah, no sabía que estabas hablando con Momoshiro-sempai y Kikumaru-sempai...

-Momo-chan está bien.-rió el de mirada purpúrea.

-¿suena bien Kiku-chan?-preguntó Eiji con una sonrisa a su amigo, señalándose a si mismo de manera infantil, muy típico de él.

-no copies mi idea.-gruñó Momoshiro cruzándose de brazos, y con gesto orgulloso dijo.- yo soy el único que puede hacer eso...

-¡es injusto, nyah!

El otro se encogió en hombros.- así es la vida, mi estimado Kikumaru-sempai...

Cuando se dieron cuenta, ni Sakuno ni Tomoka estaban ya ahí, el pasillo estaba completamente vacío. Las clases habían comenzado.

-¡llegaré tarde!-gimió Momoshiro, corriendo.

-¡me castigarán, nyah!-lloriqueó Eiji, imitando a Momo.

Así comenzaba otro día en Seigaku...

Sakuno pensaba una y otra vez en lo que le había dicho Momoshiro... ¿pero que tan confiable era esa información? Quizás lo único que quedaba era... intentarlo... sonrió para si misma, apretó fuertemente el puño que atrapaba su lapicero y sin siquiera pensarlo se levantó.- ¡tengo que intentarlo!

Todos miraron extrañados a su compañera, en medio deL silencio sepulcral del salón, dándose ánimo. El profesor de matemática levantó una ceja y trozó la tiza entre sus dedos, muriendo por dentro del coraje, el rostro con ya algunas arrugas se prendió de rojo por la furia y sus gruesas gafas se resbalaron hasta el final de su nariz.- ¿Ryuzaki!

Ryoma parpadeó extrañado, mirando como temblaba la figura de su compañera, estaba sentado algunos lugares atrás en la fila vecina. Horio trataba de contener una risa escandalosa sino también resultaría castigado. Kachiro y Mizuno le lanzaron una mirada recriminatoria, en tanto Tomoka que se sentaba a su lado la veía preocupada.

-a-ano...-sus mejillas estaban muy rojas.- ¡gomen nasai, gomen nasai, gomen nasai, gomen nasai...!-el maestro de matemática lanzó un fuerte suspiro, y masajeando sus sienes hizo un gesto con su mano indicándole a la chica que se sentara.

-lo pasaré por alto esta única vez, señorita Ryuzaki... generalmente usted es muy callada y respetuosa... así que...-se giró y siguió escribiendo en la pizarra, sus compañeros le lanzaron gestos de felicitación por haber salido viva de las garras del maestro.

Sakuno se sentó torpemente y lanzó un profundo suspiro.- ¿estás bien?-preguntó preocupada Tomoka en un susurro.

-h-hai...-respondió tímidamente.

Casi por instinto miró por sobre su hombro, los ojos mieles de Echizen seguían sobre ella... parecía algo... ¿impresionado?. Ryoma miró con mayor curiosidad como las orejas de ella se pusieron rojas y escondía su cabeza entre sus brazos.

-¿por qué tienes que ser tan tonta, Sakuno!-las pequeñas lagrimitas en las orillas de sus ojos resbalaron graciosamente por sus mejillas las cuales sentía arder. Volvió a mirar y esta vez Ryoma leía tranquilamente el libro en su mesa, parecía algo aburrido.

Estaba decidida, le declararía su amor a Ryoma de una manera u otra.

-"intentaré decírselo directamente... para que entienda a la perfección lo que siento por él..."-sus mejillas se tiñeron de rojo y una risita algo boba se escapó de sus labios. Se dirigía a las prácticas de tenis femenino cuando pasó por las canchas del equipo masculino, se detuvo un momento.

-¡el O'Chibi es muy fuerte!-gimió emocionado Kikumaru dando un magnífico salto, apenas atrapando la pelota amarilla, Ryoma gruñó molesto por eso.

Punto para Eiji.

-¡ahí están las acrobacias de Kikumaru!-Sakuno escuchaba como Kachiro Kato brincaba de la emoción.

-te dejas deslumbrar muy fácilmente...-se burló Horio.

Punto para Ryoma

Sakuno quedó paralizada un momento, de pronto era como mirar a Ryoma moverse en cámara lenta, con sus perfectos movimientos, correr por la cancha y disparar con fuerza una pelota. La gorra le sentaba muy bien y se veía todavía mejor cuando esta salió volando en un disparo de Eiji que iba directo a su cabeza pero que el príncipe evitó.

-que agresivo...-se escuchó decir a Ryoma con una sonrisa sarcástica, levantando la gorra blanca y colocándola de nuevo en su lugar.- ¿será que tiene miedo a perder?

-¡vamos O'Chibi, dame tu mejor golpe, nyah!

No hubo conversación entre los oponentes después de eso.

Juego para Echizen Ryoma.

-kyaaaaaaaa... ¡eres muy bueno, nyah!

Sakuno siguió con la mirada a Ryoma y como este iba a los bebederos, sigilosamente lo siguió y cuando le dio alcance lo encontró tomando agua, aun tenía un juego contra Kawamura, después de eso podría comprar una rica Ponta.

¡esta es mi primera oportunidad!

-ah... e-etto... R-Ryoma-kun...-llamó, pero su voz tan débil no fue escuchada por el pequeño príncipe.- humm... ¡Ryoma-kun!

El chico de cabello oscuro volteó sin mucha prisa, pero en cuanto vio de quien se trataba siguió con lo que hacía.- ¡Ryoma-kun!-chilló, cerrando sus ojos con fuerzas.

-no grites, ya te oí.-se quejó Echizen, mirándola de soslayo. Estaba muy rara... pero tampoco podía negar que hasta cierto grado le divertía verla así.- ¿qué?

-¿eh?-Sakuno parpadeó, su voz se había quebrado ante las frías palabras de Ryoma.

-¿qué quieres?-ocultó las manos en los bolsillos de su pantalón corto. Su penetrante mirada estaba sobre ella, las mejillas de Ryuzaki se encendieron.

-yo... q-quería... decirte algo...-bajó la mirada y juntó ambas manos sobre su pecho, Ryoma levantó una ceja.- a-algo muy... i-impor-tante...

-¿huh¿y que es?

-e-esque... yo...-lanzó una risita nerviosa, Ryoma la esperaba expectante.- yo... estoy...-pasó saliva con mucha dificultad.- estoy... y b-bueno t-tú...

-creo que no entiendo.-murmuró el de ojos mieles. La pequeña boca de la jovencita se movió sin que pudiera salir algún sonido de ella.

-ya me tengo que ir, hay partido.-murmuró indiferente pasándola de largo. Sakuno se quedó ahí parada, sorprendida. No había podido decir nada... de nada... Ryoma la miraba sobre el hombro mientras avanzaba.

...Oportunidad fracasada...

- "pero que niña tan más extraña..."-sin que se diera cuenta una ligera sonrisa se formó en los labios masculinos.

-¡hey Echizen, Kawamura te está...!-Momoshiro se quedó helado al ver que Ryoma se acercaba sonriendo y que esa aura de arrogancia había desaparecido momentáneamente, por lo menos hasta que lo vio.

Desde lejos se pudo escuchar.- ¡BUUURNING!

-ya voy-respondió cortante. Volvía a ser el príncipe de siempre.

Momoshiro no siguió a su amigo de séptimo, pero fue por donde había aparecido el O'Chibi, y se encontró con la aun paralizada Sakuno.- ¿oye, estás bien?-le preguntó, al ver que ni siquiera parpadeaba.- ¿estaba Ryoma contigo?-la jovencita lo miró como si no lo conociera.

-a-ah... si...-con lentos pasos Sakuno se alejó, y era observada por Momoshiro con una sonrisa.

-"¿entonces si está pasando algo entre esta niña y Echizen?"-acarició su barba con un gesto misterioso en su rostro.- "creo que es digna información para el Seigaku Tennis Club..."

-"ay ay ay... no pude decirle nada... tendré que buscar otra oportunidad..."-cerró los ojos cansada y con los brazos a los costados.

-¡estás tarde, Ryuzaki!-le gritó la capitana del tenis femenil.

-hoeeeeeeeee...

La tarde comenzaba a ser avanzada, Ryoma con el uniforme negro se dispuso a salir directo a su casa, pero en la entrada distinguió a la muchacha de trenzas castañas que también salía sin darse cuenta de su presencia. Levantó una ceja, iba hablando... sola...

-etto... Ryoma-kun... no, no, no… ¡Ryoma!-la chica se llevó un dedo índice al mentón.- suena bien pero... ¿Ryoma Echizen-kun? No... eso suena mal... hoee... creo que Ryoma-kun es mejor...-levantó el rostro con determinación.- ¡Ryoma-kun tengo que decirte que yo...-------!

-¿tú?-preguntó por detrás el muchacho.

-¡kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

Ryoma tapó sus orejas con las palmas de sus manos.- no gri.tes

-¡ah, gomen, gomen, gomen!

-ya... ¿qué me ibas a decir?-caminaba a su lado, Sakuno llevaba las manos entrelazadas delante de sus piernas y avanzaba al mismo ritmo de Ryoma.

¡una oportunidad sorpresa, vamos Sakuno!

-¿ven¿ahora me creen?-cuestionó Momo con una sonrisa triunfante. Todo el club excepto su capitán estaba oculto entre un arbusto.

-esto podría ser importante.-susurraba Inui esculcando en su maleta, donde había ocho libretas idénticas; sacó la que tenía la etiqueta 'Echizen Ryoma'.

-que divertido.-dijo el sonriente Fuji.

-ZzzzzZzzz...

-¿no deberíamos darles un momento de privacidad?-preguntó tímidamente Kawamura.

-Taka-san tiene razón, chicos.-opinó Oishi que tenía levemente las mejillas rojas, avergonzado de estar espiando a un alumno de menor grado que él.- si Echizen-kun nos descubre estamos muertos...

-O'Chibi tiene novia, nyah...-dijo tristemente Eiji.- que envidia... yo todavía no tengo, nyah.

-es que tú eres muy raro.-opinó Syusuke dándole unas palmadas en el hombro, en señal de apoyo.- pero eres un gran jugador de tenis.-dijo a modo de consuelo.

Ryoma y Sakuno voltearon al escuchar un sonido raro proveniente de los arbustos, pero no encontraron nada sospechoso.- mmmh...

-tengo la sensación... de que estoy siendo vigilada...-murmuró la joven, Ryoma solamente asintió.

Silencio.

Silencio.

La joven Ryuzaki miró sobre su hombro y encontró a Momoshiro lanzándole señales de apoyo con una enorme sonrisa, a Inui escribiendo a toda la velocidad que su capacidad soportaba, a Fuji saludándole de lejos con una mano levantada, a Oishi y Kawamura con las manos sobre la boca de Eiji intentando callarlo y éste se movía agitadamente pero se notaba que también le intentaba brindar apoyo, Kaidoh miraba con los brazos cruzados.

-¿qué pasa?-el joven príncipe volteó a la misma dirección que su compañera, pero nada. Por la nuca de Sakuno resbaló una gotita. No por nada eran titulares.

-etto... nada, Ryoma-kun.-una sonrisa quebradiza se escapó de los labios de ella, el muchacho le miró seriamente varios segundos. Si Sakuno no quería una matanza ahí mismo, tendría que guardarse el secreto.

-guarda silencio, Eiji...-susurró Syuichiro, sobre el pelirrojo estaban todos sus compañeros, aun así Kikumaru se movía frenéticamente.

-nos van a descubrir...-dijo angustiado Takashi.

-Echizen es muy despistado... –Momoshiro contuvo la respiración cuando escucharon los pasos de ligeros de Ryoma acercarse hacia ellos, examinó con sus ojos mieles la zona, pero nunca se le ocurrió buscar entre los arbustos. Se alejó con Sakuno siguiéndole de cerca.- ¿ven? No hay por que temerle al enano ese...

-¿con que enano, uh?

-¡Waaaaaaaaaaa¡¡Echizen!

-hahahaha, O'Chibi nos descubrió, nyah!-rió emocionado Kikumaru abrazando a su pequeño compañero.

El rostro fastidiado de Ryoma no pasó desapercibido por nadie.- no le gustan las muestras de afecto... interesante...-murmuraba Sadaharu para sí, no tardaron en rodear a la pareja, desviando completamente la atención del príncipe. Sakuno bajó el rostro.

...Oportunidad obviamente perdida...

-etto... me tengo que ir...-anunció, llamando la atención de todos, los chicos sonrientes la despidieron.

-Hasta mañana, Ryuzaki.-se despidieron Inui, Fuji, Kaidoh, Oishi y Kawamura.

-adiós, Ryuzaki-chan! Nyah!- bye bye, Ryuzaki-chan-se despidieron Momo y Eiji al mismo tiempo.

-mmh...-esa era la típica despedida de Echizen.

La castaña se alejó con un pesado suspiro. Los chicos miraron atentamente a Ryoma que al igual que los demás –o eso pensaba- miraba como se alejaba Sakuno.- ¿y?-la voz de Momo lo interrumpió, los demás miraron también expectantes al joven de mirada miel.

Ryoma no entendía su actitud.- ¿mmmh?

-¿ya se dieron su primer beso?-preguntó el siempre curioso Kikumaru. Ryoma parpadeó desconcertado.

-¿de que demonios habla?-una sonrisa se asomó en el rostro de todos al ver el pálido rosa que iba acumulando en las mejillas del príncipe, auque aun su rostro parecía inmutable y con ese desinterés característico.

Todos miraron con emoción esa reacción en Echizen. Cualquiera pagaría una fortuna por ver aquello.

-para una relación es fundamental ese tipo de gestos, que demuestren todo el afecto posible.-comentó tranquilamente Sadaharu.

-oigan...-Kawamura intentaba detener a sus compañeros, pues Ryoma estaba captando las directas de sus amigos.

-vamos, no se lo arruinen a Ryuzaki.-susurró Oishi a Momoshiro, Kaidoh asintió apoyándolo.

-¿por qué no vamos a comer unas hamburguesas?-preguntó Fuji, saliendo al rescate antes de que Echizen preguntara que es lo que estaban pensando precisamente.

-¡Fuji-san invita, nyah!-gimió feliz Eiji.

-yo no dije eso...

-creo que probaré esa nueva hamburguesa que venden, dicen que es la más grande del distrito.-Momo hablaba animadamente con Ryoma, pero este parecía no prestarle mucha atención.

-son unos entrometidos... ZzzzZzzz...

Oishi suspiró.- solo espero que no metamos a Ryuzaki en un lío.-dijo Kawamura, miró hacia delante a Eiji, Momo y Ryoma, los dos primeros conversaban –o por lo menos lo intentaban.- con el más bajito.

-pero que divertido... nunca había visto una situación como esta, más que cuando las admiradoras de Tezuka le mandaban almuerzos.-todos miraron con curiosidad a Fuji.- pero no aceptó a ninguna, por lo menos eso tengo entendido.

-ah...-fue el suspiro de los otros.

Si Kunimitsu hubiera tenido novia y no se hubieran enterado, eso si hubiera sido con catastrófico error. Uno que nadie se perdonaría, ni siquiera Ryoma.

-supongo que todos tenemos momentos para que nos gusten las chicas.-dijo pensativo Takashi, mirando el cielo anaranjado, todos lo imitaron con la misma expresión reflexiva, excepto Fuji que parecía que solo se dedicaba a sonreír.

-por el momento, Echizen es el único que parece avanzar en el tema.-dijo Sadaharu, el hombre de los datos.- hay un 99.99 de que esto termine con la nieta de la entrenadora Ryuzaki y Echizen juntos.

-ojalá Ryuzaki tenga mucha paciencia...-suspiró Oishi.- una vez con Echizen-kun estará unida a nosotros inmediatamente...

-¿será la novia de los nueve?-preguntó incrédulo Kawamura.

-claro que no, el capitán no lo aceptaría.-explicó Inui.- pero en cierto grado Syuichiro tiene razón.- los cuatro miraron atentamente al creador del 'Penal Tea' y sus diferentes versiones.- Echizen es como nuestro hermano... el hermano menor de todos...

-creo que a Yuuta no le gustaría eso.-rió Syusuke.

-Inui tiene razón...-contemplaron un momento la espalda del pequeño príncipe.- ¡somos como una gran familia¡si se meten con uno se meten con todos¿recuerdan cuando me vengó?

-claro, lo que te hizo Jin Akutsu no sería fácilmente perdonable...-dijo Inui.- pero tú tienes corazón de pollo y Ryoma no.

-Tezuka sería nuestro padre.-sonrió Oishi, recordando a su amigo.

-Echizen el hermano menor.-continuó Sadaharu.

-y Momoshiro la mascota... ZzzzzZzzzz...-dijo con seriedad Kaidoh que hasta ese momento se mantuvo callado.

-así que inmediatamente, Ryuzaki-san sería parte de nuestra numerosa familia...-dijo complacido Fuji.- no había pensado en algo así...

-¡vamos chicos, que se hace tarde!-llamó Momoshiro desde adelante, Ryoma y Eiji también voltearon, extrañados de que sus compañeros se hubieran quedado tan atrás.

Mientras tanto Sakuno llegaba cansada a su casa, por más que le daba vueltas al asunto de su declaración con Ryoma no llegaba a ninguna conclusión, mucho menos a una forma efectiva de hacérselo saber. Pasadas varias horas y ya entrada la noche, llamó a Tomoka.

-¡hola Sakuno!-se escuchó la alegre voz de Osakada.- ¿en que te puedo ayudar?

-a-ah, es que tenía ganas de hablar con alguien...-sonrió Sakuno jugando con una de sus trenzas mientras tomaba asiento en su cama.

-¿aja¿si¿y sobre que?

-a-ano... Tomo-chan... tú... b-bueno...-rodó los ojos y los mantuvo fijos en el techo.- a ti te gusta Ryoma-kun ¿no?

-¡soy la presidenta de su club de fans ¿se te olvidaba!-antes de que Sakuno pudiera decir algo más gritó:- ¡VAMOS RYOMA-SAMA! Pero ¿por qué la pregunta?-cuestionó repentinamente tranquila.

-¿serías capaz de declarártele?

Silencio

-¿para eso me llamaste?-la joven de trenzas parpadeó confundida.- b-bueno yo...

-¿Tomo-chan?

-la verdad es que no lo haría...-dijo entre risas.- por que hay otra persona que me gusta aun más...

-¿de verdad!-gritó Sakuno.

-que yo grite es muy normal, pero cuando tú lo haces sí que dejas sordo a cualquiera.-las mejillas de Ryuzaki se encendieron recordando los dos incidentes con Ryoma ese día.

-¿uno de los titulares?

-también está en tenis, pero no es ninguno de ellos.-respondió dejando pensativa a su mejor amiga.- pero ¿por qué me preguntabas lo de...---

-¿entonces como te le declararías a esa persona?-Sakuno persistía, algo aun más extraño a opinión de Tomoka.

-supongo que se lo diría...

-¿y si no te atrevieras¿si no pudieras?

Tomoka parpadeó.- ¿te estás intentando declarar a alguien?

-etto... más o menos...

-¡kyaaaaaaaaa¡¡que emoción¡¡¿y quién es!

-ah... es un chico cualquiera.-mintió.- ni siquiera creo que lo conozcas...

-¿ah¿de verdad¿por qué no lo intentas?-Sakuno desesperada y con el rostro rojo apretó con fuerza el aparato.- quizás si lo conozca.-continuaba su amiga.

-no, no es popular.-rió nerviosamente.

-humm... bueno... ¿por qué no lo intentas de una manera indirecta?

-¿indirecta?

-si, claro... como una carta ¡podrías llamarlo por teléfono!

-podría ser... pero no tengo su número...-gimió.

-¡quizás pueda conseguirlo!-mal paso, Sakuno..

Excusa, excusa ¡rápido una excusa!

- a...ano... etto... b-bueno, creo que Ryoma-kun lo conoce... pero tampoco tengo su n-número.-Sakuno se sentía algo culpable, nunca le había mentido a su mejor amiga, o por lo menos no que recordara.

-¡ah en un momento te lo paso!-y el sonido de colgado interrumpió la plática, algo impresionada Sakuno colgó y cinco minutos exactos después, el teléfono sonó.- ¿si? Ryuzaki al habla

-Sakuno-chan soy yo.-dijo Tomoka al otro lado de la línea.- ¿tienes en que apuntar? Tengo el teléfono del príncipe...

En tanto en la casa de la familia Echizen, la gran mayoría del Seigaku Tennis Club estaba en la puerta pues habían acompañado al pequeño Ryoma hasta allá.

-¿por qué no pasan¡hace mucho que no hay una reunión en esta casa!-decía el feliz Nanjiroh con su esposa a un lado que también les sonreía pero más afablemente, Nanako se apresuró a hacer té, pues su tío no aceptaría un 'no' por respuesta.

-¡nos gustaría mucho!-dijo sonriente Momoshiro, y con grandes zancadas entró a la casa. Ryoma se quedó hasta el último, se dio la media vuelta dispuesto a huir de ahí. Pero Eiji y Momo le impidieron escapar.

-¡vamos O'Chibi!-dijo con voz chillona Kikumaru.

-¡estás en tu propia casa, no seas descortés!-regañó Takeshi.

Todos se sentaron en la cómoda sala, Nanako llegó para servir la cálida bebida y de inmediato la madre de Ryoma trajo bocadillos.

-creo que tu Dunk Smash es muy poderoso.-Ryoma veía como Momoshiro y Nanjiroh conversaban, Kawamura, Eiji, Kaidoh y Oishi escuchaban atentos a su alrededor, en tanto Fuji comía tranquilamente los aperitivos que les habían ofrecido. Inui miraba la casa recolectando datos.

-¡no ha visto nada, nyah!-se burló Eiji sonriendo.- my acrobatic play is the best, nyah! Y en conjunto con el Moon Volley de Oishi…!-el aludido sonrió.- ¡somos la golden pair de Seigaku!

-me gustaría que viera mi Burning Serve, señor.-dijo tímidamente Takashi.

-la verdad es que, el capitán Tezuka, Fuji y Echizen-kun nos superan por mucho.-añadió Syuichiro.

-el Drop Shot del capitán es invencible...-continuó Momo.

-también el Swallow Return de Fuji-sempai.-dijo seriamente Kaidoh

-y ni que decir del Twist Serve y el Drive B de su hijo-dijo Kawamura.

-¿mi hijo?-Nanjiroh Echizen se señaló a si mismo, fingiendo parecer confundido.- ¡hahahahaha¡¡¿Ryoma¡¡hahahahaha¡¡Mada mada dane!

Todos parpadearon y voltearon a ver a Ryoma, el cual parecía molesto.- hump...-siguió bebiendo su té, conteniéndose en responderle de una mala manera.- viejo pervertido...-susurró.

-¡no le hables así a tu padre!-gritó histéricamente el señor Echizen.- ...deberías tener más respeto..

-Mada mada dane

El sonido del teléfono interrumpió la conversación del padre y del hijo. Ryoma al ver que su madre conversaba con Fuji sobre los bocaditos y que Nanako se había subido a su habitación, decidió contestar.

-es Echizen.-respondió cortante.

Ryoma parpadeó varios segundos y separó el objeto de su oreja para mirarlo extrañado. Le habían colgado.

-¿quién era, darling?-preguntó su mamá con una sonrisa, Ryoma regresó a su asiento.

-no sé, me colgaron.

Sakuno Ryuzaki sentía que se le salía el corazón por la garganta, escuchar "es Echizen" había sido suficiente para que sus mejillas se colorearan y comenzara a temblar completamente. Pasó saliva dificultosamente y lo demás... es historia. Había colgado.

Regresó a su escritorio.- ni siquiera por teléfono se lo puedo decir... hoeee... ¿por qué seré tan tímida?-se preguntó con los ojos empañados por las lágrimas, intentó varias veces limpiar sus mejillas pero por más que lo intentaba, nuevo llanto las empapaba.- Sakuno tonta...

Intentó concentrarse, no importaba que tan boba se sentía, lo intentaría... hasta lograr decirle a Ryoma sus sentimientos... tomó un bolígrafo y empezó a escribir variadas cosas, pero no la convencían, arrancó varias páginas del cuaderno que usaba hasta que el cesto de basura quedó rebosante de bolas de papel.- es inútil... no soy bueno escribiendo ¿a quién engaño?

La voz de Tomoka llenó su cabeza. "¿por qué no lo intentas de una manera indirecta?"

Ya había llamado por teléfono.

Ya había intentado escribir una carta.

Suspiró, ya se imaginaba el rostro de Ryoma si supiera lo que intentaba:- Mada mada dane, Ryuzaki...

-hoeee...

De pronto muchas ideas llegaron a su cabeza...

Día 2

Medio día y se moría de sueño, y todo por que los sempais habían decidido irse de su casa muy tarde y por dejar de ser "descortés" como lo habían nombrado Momoshiro y Nanjiroh se había quedado hasta que todos se fueron.

Cuando llegó a su aula y pasó a su asiento se encontró sobre su mesa un pastelito, con un decorado muy lindo y que lo hacía ver antojable; de reojo Sakuno miraba la escena, como Ryoma miraba en varias direcciones buscando al posible dueño. Tomoka hablaba con ella aunque en realidad su amiga no la escuchara.

-¿será para mí?-se preguntó el príncipe levantando el pastelito. Y no hubo más dudas pues con betún habían puesto "Ryoma Echizen".- vaya...

Sakuno sonrió cuando lo vio darle una mordida, pero su gusto no duró tanto cuando el profesor lo reprendió por estar comiendo en horas de clases, Ryoma fue expulsado del salón, sin embargo y para furia del maestro no dejó de comer su regalo.

-"entonces... ¿le ha gustado?"

Día 3

Estaba mejor descansado que el día anterior, de no haber sido por tener que cumplir con el castigo que le había impuesto el profesor de japonés, hubiera dormido toda la tarde. El día a penas comenzaba y sin poder evitarlo estaba irritado.

Examinó el salón, Horio, Kachiro y Mizuno conversaban, Osakada y Ryuzaki también lo hacían pero apartadas de los chicos, todos en completa calma. Se acercó a su asiento y encontró una caja de almuerzo.- "¿otra vez?"

-¡Echizen, te han dejado un regalo!-exclamó emocionado Horio como si a él le hubieran dado también uno.- esa chica debe estar muerta de amor por ti, dos días dejarte comida significa mucho y más si los ha preparado ella.

Sakuno que oía todo discretamente asintió, dándole la razón al chico Dos años de experiencia.

-¿Sakuno-chan?-preguntó extrañada Tomoka al ver el movimiento, la chica castaña se sonrojó fuertemente.

-etto... si... te escucho...

-has estado muy rara estos días...-comentó pensativa la chica de las coletas.- oye ¿y lograste declararte al chico misterioso?

Sakuno sentía sus manos sudar, pues Ryoma, Horio, Kachiro y Mizuno también escuchaban atentamente su conversación. Los ojos castaños de Ryuzaki dilataron y comenzó a tartamudear.- a...ano... Tmo-chan... ¿po-podríamos hablar... después... d-de eso?

-sería como un sueño que una chica como Ryuzaki se nos declarara.-rió Horio apartando su atención de las jovencitas, Kachiro y Mizuno asintieron.

-Ryoma-kun tendría más posibilidades.-dijo sonriente Kachiro. Echizen miraba la caja del almuerzo con inusitado interés y después levantó discretamente la mirada.

Caja

Ryuzaki

Caja

Ryuzaki

Caja

Ryuzaki

-Mmh...-descartando cualquier idea que se le cruzara por la mente le tendió la caja a Horio.- ¿quieres?

-¡waa¿de verdad¡gracias Echizen!-decía feliz Horio.

Sakuno quedó paralizada un momento.- ¿por qué la rechazaste, Ryoma-kun?-preguntó impresionado Kachiro.

Ryoma se encogió en hombros.- prefiero algo de la cafetería.

Todos se sentaron cuando la profesora de historia llegó, pero antes de que dijera algo, la joven Ryuzaki se acercó a ella y después salió. No llamó mucho la atención.

-hey, hey... Osakada-Horio llamaba a la joven, la cual inmediatamente se giró.

-¿mmh?

-¿qué pasó con Ryuzaki?

-ah...-su suspiro desilusionado no pasó desapercibido por Echizen que estaba separado por un chico de Tomoka, hacia atrás.- no lo sé... dijo que se sentía un poco mal.

Fuera de eso la clase de Historia comenzó sin la mayor novedad.

-"le dio le almuerzo que le preparé a Horio-kun..."-sollozaba Sakuno, sentada en el pasillo, generalmente a esa hora no pasaba ningún profesor por esos pasillos.- "ay... ¿por qué tenía que hacer eso...?"

Tampoco podía culparlo, quizás no le daban confianza los almuerzos misteriosos.

-¿Ryuzaki-chan?

-¿ah¡Momoshiro-sempai!-limpió con fuerza sus ojos tratando de disimular.

-¿qué te pasó?-preguntó preocupado sentándose a su lado.- y por favor dime Momo-chan

-es que...-su voz se quebró y lloró libremente siendo Momoshiro el único testigo.- a-ah... es por una tontería, de verdad Momo-chan-sempai, no se preocupe...

-pero estás llorando.-le dijo y dio unas palmadas en su cabeza.- vamos... tus ojos están hinchados y rojos... y en definitiva a Echizen no le gustarás de esa manera...

El llanto de la jovencita incrementó.

-ah... así que ese baka de Echizen te hizo llorar... ¿por qué no lo pensé antes?-la miró con ternura y comprensión.- discúlpalo, seguramente lo que te haya dicho o hecho fue sin querer... así es él, es demasiado distraído para ver cuando hiere a las personas...

Sakuno asintió, tenía razón.

-gracias... tengo que entrar...-dijo levantándose.- Momo-chan-sempai...

-dime

-¿qué hace aquí?-preguntó señalándolo y hasta a penas reaccionando de su presencia ahí y quien era él.

-ah... es que me sacaron por comer en clase...

-bueno, muchas gracias, Momo-chan-sempai-esa fue la despedida de Ryuzaki.

-vaya... solo espero que Echizen no cometa más tonterías...

Día 4

El día era muy diferente a todos los demás, había amanecido lloviendo y el cielo estaba cubierto por nubes grises, muy densas que anunciaban una gran precipitación para la tarde.

Horio, Kachiro, Mizuno y Echizen habían salido a tomar un poco de aire en la hora del descanso, mientras paseaban tenían cuidado de no resbalar por el suelo mojado. Hasta que vieron la figura de Sakuno y Tomoka cerca de ellos, estaban cerca de la cafetería y Sakuno llevaba lo que Ryoma reconoció como una lata de Ponta abrazada contra su pecho.

Horio no alcanzó a llamarlas pues estas se retiraron rápidamente del lugar. Cuando regresaron al aula para gran sorpresa de los cuatro, una lata de Ponta estaba sobre la mesa del príncipe y una pequeña hojita.

"Mi abuela me ha informado que esta tarde no habrá entrenamiento, espero que no te entristezcas por eso.

Ryuzaki Sakuno"

-un regalo de Ryuzaki.-Horio parecía emocionado, en tanto Ryoma tomó la lata con una sola mano y la examinó, después buscó con la mirada a Sakuno pero no la encontró. Sintió un cosquilleo en su estómago y como este lentamente subía por su pecho, y luego... inevitable, sintió sus mejillas calientes. ¿tendría temperatura?

No hubo otra cosa en la mente de Ryoma Echizen que no fuera Sakuno Ryuzaki. Miraba la espalda de ella, cuando por fin llegó al aula y se sentó en su sitio, hablaba un poco con Osakada y después seguía prestando atención a las clases... siempre estaba... sonriendo... y por muy molesto que fuera, no lo volteó a ver ni una sola vez, como tenía acostumbrado.

Cuando la campana anunció la salida decidió irse más lento, vigilando los movimientos de Sakuno que conversaba alegremente con Tomoka. Salió del aula sin despedirse y con su mirada castaña Ryuzaki lo siguió.

-¡nos veremos mañana, amiga!-dijo felizmente Tomoka, saliendo del salón a grandes pasos.- ¡tengo que cuidar a esos bebés!

Sakuno salió cuando el salón estaba completamente solo, en la entrada del edificio abrió su sombrilla y comenzó a andar, en el camino se encontró con la espalda del muchacho de mirada miel y fue reconocible más que nada por su bolso de tenis, aunque para ella hubiera sido reconocible en cualquier lugar, simplemente por que era él.

Sakuno se sonrió ligeramente. Finalmente se había rendido, no encontraba ninguna manera de declararle su amor a Ryoma, quizás era el destino que no quería que eso pasara, quien sabe, pero ya no lo intentaría nuevamente... no por el momento.

-¡Ryoma-kun, te enfermarás!-la nieta de la entrenadora aceleró el paso y cubrió con el paraguas al muchacho.

-¿mmh..? ah... eres tú…-sus palabras desprovistas de alguna delicadeza hicieron sentir mal a Sakuno. Avanzaron hasta la entrada de la institución.- te acompaño a tu casa...

El corazón de Sakuno comenzó a latir salvajemente, tanto que pensó que se desmayaría o algo aun peor.- h...hai... está bien...

Echizen levantó una ceja.- sino quieres...-----

-¡hai, está bien!-interrumpió alegremente, Ryoma sonrió levemente al verla sonreír... era algo tan... extraño.

Caminaron entre la lluvia, con un ambiente relajado, tanto que Sakuno no podía creerlo, no se sentía tan nerviosa como otras veces que había caminado con el príncipe a su lado.- mmh... gracias por la Ponta, estaba buena.

La chica asintió tímidamente, sin borrar su sonrisa.- sé que el tenis es muy importante para ti...

-pero no quiere decir que sea mi prioridad.-confesó Echizen, que la miraba de reojo, en tanto ella extrañada giró levemente el rostro en su dirección.

-¿no¿entonces---?

Ryoma se encogió en hombros, sonriendo. Quien sabe por que ese día había sido diferente... a muchos otros, incluso sin el entrenamiento había sido hasta cierto punto... especial, y aunque no negaba que se sentía confundido por eso, se sentía bien.

Quizás era por que ahora el tenis compartía su espacio en su mente con la joven a su lado... por eso el tenis ya no era su prioridad, desde que leyó la nota que iba con la Ponta.

Silencio

-entonces ¿mañana entrenaremos?-preguntó de la nada el chico, Sakuno lo miró confusa.

-¿e-entrenar?

-habíamos quedado hace dos semanas.-le recordó, algo divertido por lo distraída que era ella.

-pero... mi abuela te obligó... si realmente no quieres...-Echizen se detuvo y Ryuzaki lo imitó.

-ya llegamos.-dijo señalando la casa, retrocedió unos pasos permitiéndole a la lluvia mojarlo.- nos vemos mañana a las 10:00 en las canchas de tenis callejero...

Sakuno abrió sus ojos de par en par, y una hermosa sonrisa comenzó a aflorar. El chico se dio la vuelta pero no dio más de diez pasos cuando se tuvo que detener, la joven le había alcanzado y tocando su hombro le ofreció el paraguas negro.- para que no te mojes...-agregó al ver algo desconcertado al joven.

Ryoma tomó el paraguas rozando levemente la cálida mano de Sakuno.- mmh... sería mejor si te metieras a tu casa de una vez...

-¡hai!

Sakuno corrió hasta la puerta de su casa y con prisa buscó la llave, abrió y entró con una última mirada al tenista. Una vez que ella entró, Echizen decidió irse de ahí, la lluvia podría empeorar.

Domingo 10:15

Ryoma se apresuró a colocarse las zapatillas en el recibidor de su casa, sabía que Ryuzaki tenía la mala costumbre de llegar media hora tarde, así que si la citaba a las 10:00 ella estaría 10:30.

-¿tienes una cita?-preguntó desde atrás Nanjiroh

-no te importa.-dijo secamente Ryoma.

-mocoso impertinente... para ser tan buen jugador de tenis eres muy torpe con las mujeres...-lanzó una sonrisa brillante.- mada mada dane...

-mmh...-esta vez no le discutiría, quizás por primera vez le daría la razón a su padre, por mucho que el orgullo doliera.

Salió sin despedirse con la raqueta sobre el hombro, las canchas no estaban tan lejos de su casa y llegó a la entrada a las 10:30 en punto. Ryuzaki hacía lo mismo por lo cual se encontraron frente a frente ahí. Ella vestía una falda especial para tenis, y su polo rosado, y él su pantalón corto negro con una camiseta parecida a del equipo de Seigaku, pero en tonos negros y grises.

-¡gomen nasai, gomen nasai, gome----!

-deberías dejar de disculparte tanto...

-¡h-hai!

Entraron juntos a la cancha, ella parecía muy parlanchina ese día y aunque generalmente a él le molestaría no lo hizo.

-¿ese no es el O'Chibi?-preguntó con curiosidad Eiji, iba a un lado de Oishi y Momoshiro.

-¿está con él Ryuzaki?-preguntó sorprendido Syuichiro.

-¡tienen una cita!-exclamó feliz Momo.

-vamos a vigilarlos, nyah!

Tuvieron que arrastrar a Oishi pues se negaba rotundamente, y al final terminó observando la práctica de los muchachos. Sakuno raramente podía darle a una de cada cinco pelotas que lanzaba Echizen con su mínima fuerza.

-si tuvieras el cabello más corto...-rezongó él.

-demo...

-y te paras mal, por eso no le pegas...-y casi como si lo hubiera memorizado dijo.- rodillas ligeras, hombros ligeros, brazos ligeros... vamos, no nos queda todo el día...

Ryoma volvió a lanzar unas pelotas amarillas, pero el resultado fue el mismo, en un intento de pegarle hizo un movimiento extraño y cayó sentada.

-no creo que sea muy buena en el club, nyah!

-pero Echizen-kun es su maestro particular, ya debería haber mejorado aunque sea un poco.-murmuró Momo extrañadísimo.

-que él sea bueno no quiere decir que ella tenga que serlo necesariamente.-opinó Oishi.

Con un pesado suspiro Ryoma se acercó hasta su compañera, le tendió una mano para que se pusiera de pie.- lo harás de nuevo.-advirtió mientras se levantaba.

Pero para gran sorpresa de Sakuno, lo más inesperado de él estaba por suceder, se colocó detrás de ella y en un inocente movimiento rodeó con sus brazos a Ryuzaki, oprimió con tierna fuerza sus manos con cada una de sus manos, tomando la misma posición que ella.- no tienes por que estar tan tensa...

Sakuno tragó saliva dificultosamente, Ryoma movía sus brazos y de paso los de ella también, simulando los perfectos movimientos del príncipe del tenis.- ¿ves? Es así como debes recibirla...

Echizen golpeó con su propia rodilla la de la jovencita.- y flexiona más esta...

Sakuno lo miró de reojo, pues su rostro estaba a un lado del suyo, por poco, mejilla con mejilla. Lo oía respirar suave y acompasadamente.- etto...

-¿qué suce----?

Pero antes de que el chico pudiera decir algo, un fuerte suspiro de Sakuno lo interrumpio.

-¡kyaaaaaaaaaaaaaaaa!

-¡waaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

-oh...

Ryuzaki con los ojos cerrados besaba con indescriptible dulzura la mejilla del muchacho de fiera mirada miel, aunque en esos momentos sus pupilas estaban dilatadas y lo pálido de sus mejillas desapareció, reemplazándolo por un intenso rojo.

Al oír los gritos, Sakuno se separó de Ryoma, para gran sorpresa de este, con un gruñido se acercó hasta los arbustos de donde provenía tales ruidos. Con el rostro encendido la chica lo siguió.

-¡O'Chibi!-gritó conmocionado Eiji, al borde de las lágrimas.- ¡lo sentimos mucho, no queríamos... nyah!

En tanto Momoshiro cubría sus ojos.- y-yo, Y-yo no vi na-nada... soy un pervertido que persigue a la juventud...-gimió.

Oishi con unas gotitas en su nuca sonrió temeroso ante la mirada molesta de Echizen.- ah... fue idea de ellos...-confesó.

-me imagino...-gruñó Ryoma.

Tanto Eiji como Momoshiro invitaron a comer a la pareja, que no se negó. De vez en cuando Ryoma miraba a Sakuno a la cual le invadía un sonrojo permanente desde ese beso. Dio un largo suspiro que no pasó desapercibido para los chicos pero si para ella.

-¡ustedes no tienen piedad con el bolsillo!-lloriqueó Kikumaru.

-se lo merecen.-refutó Ryoma.

-¡nos vemos mañana!-se despidieron los tres compañeros de los jóvenes de séptimo.

Ryoma y Sakuno caminaron por las calles, el muchacho miraba el suelo como si fuera lo más interesante, y ella miraba el cielo, tratando de evitar en todo momento verle a él.

-"eres una tonta, Sakuno"-se dijo con los ojos ardiéndole.- "por fin podía estar tan tranquila con él... y... había bajado la guardia... ¡Sakuno tonta!"

Pero un tibio contacto en su mano la hizo despertar del auto insulto que llevaba a cabo. Sus ojos se dilataron y con algo de temor bajó la mirada hasta ese sitio. La fuerte mano de Ryoma envolvía su pequeña mano femenina, el príncipe miraba hacia otro sitio con gesto obstinado, en el otro brazo llevaba la raqueta como acostumbraba. Su gorra cubría parcialmente su rostro, no permitiéndole ver a Sakuno sus bellos ojos.

-¿R-Ryoma-kun...?

El guardó silencio, sus mejillas estaban teñidas de rojo, aunque eso no lo notó su compañera.

-¿esto significa...?

-supongo.-respondió con su típico tono, si Ryuzaki no estuviera tomada de su mano hubiera jurado que su tono era indiferente.

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

A final de cuentas... si fue cuestión de tiempo...

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etto... konnichiwa! soy lady xD y este es mi primer fic de The Prince of Tennis... me informé para poderlo escribir por que había algunos datos que ignoraba jeje, espero que les haya gustado y que me envíen sus comentarios con su opinión, la verdad es que fue un arrebato que surgió después de leer y leer fics de RyoSaku :D

Muchas gracias por su atención en este intento desesperado de fic del príncipe del tenis. xD La verdad estaba pensando en hacer algo así como la continuación, pero eso no podré decidirlo sino me dicen si les ha gustado jaja :D

Nos vemos! lady