-Harry, Harry, no espera.- decía la voz de una chica de pelo castaño, muy rizoso tenía los ojos del color de la miel, y su cuerpo era el de una chica de diecisiete años.

El chico al que llamaba era de pelo rebelde de color negro azabache, de unos ojos de color verde esmeralda intenso ocultos tras unas gafas y de apariencia bastante buena.

El chico se giro estaba apunto de tocar el trasladador que lo alejaría de ese sitio, el lugar en donde había crecido, y donde más había sufrido, el lugar a donde pertenecía pero no podía mirar.

La vio acercarse a él pero nunca la llego a sentir a su lado, ya que su acompañante después de mirar muy mal a la joven que se acercaba lo cogió de la mano y lo obligo a agarrar el trasladador, y esa fue la última imagen que tenía de ella.

------------------Fin Flash black.----------------

Un chico de 25 años del mismo pelo azabache y mismo color de ojos verde esmeralda estaba mirando una carta que aguantaba en sus manos, traía su nombre, y sabía a quien pertenecía esa hermosa escritura, pero recordando todo lo que había pasado hace ya tantos años, no se sentía capaz a abrir esa carta, tenía miedo, de lo que ella podría decirle, pero sabía que no podía perdonarla lo que había pasado no era fácil de perdonar, sus dos mejores amigos le habían fallado le habían dejado solo, y además lo habían engañado como si fuera alguien que no valía la pena.

Había pasado todo tan rápido que no fue capaz a dejar que ellos le explicaran nada, no podía le dolía mucho lo que había pasado, era verdad que él nunca les había contado sobre lo que sentía al menos a ella, pero lo pasado en ese tiempo fue demasiado como para poder decírselo y ponerla en peligro.

Estuvo apunto de morir por defenderlos a ambos, y sin embargo ninguno dudo en hacerle daño, en dejarlo en el estado del que había tardado mucho en salir.

-¿Qué miras desde hace mas de diez minutos que no eres capaz de abrir?- una voz que arrastraba las palabras, perteneciente a un muchacho de su misma edad, al que había odiado en innumerables ocasiones, que tenía los ojos de un color grisáceo, y el pelo rubio platino, estaba a sus espaldas observándolo desde hacía rato.

La única persona que le había demostrado lealtad, y había estado a su lado en un momento muy malo de su vida, donde habría preferido morir, en esa maldita batalla pero que gracias al chico que estaba a sus espaldas no había sucedido, se había interpuesto en el momento justo y había impedido que el fuera el asesinado, y lo convirtió en el asesino de esa escoria, que aun muerto había conseguido que su vida se convirtiera en una miseria, de la que él quería escapar.

-Bueno si no me lo dices tendré que averiguarlo.- dijo otra vez el chico se acerco a él y le quito la carta de las manos, cuando vio de quien era su rostro hasta ese momento sonriente se ensombreció y le dijo:

-La voy a tirar.- se acerco a la chimenea de la sala en la que se encontraban, pero nunca llego a tirarla por que al fin él hablo y le dijo:

-No, quiero saber que dice, ha pasado mucho tiempo quiero saber, creo que me merezco eso, quiero intentar entender el por que.- dijo este Draco cogió la carta y se la mostró y le dijo:

-Esta bien como quieras, ¿la abro yo o tú?-

Harry lo miro y después de meditarlo un momento dijo:

-Tú por favor.-

-Esta bien haya va.-

Draco abrió el sobre, y cuando saco lo único que había dentro se quedo transpuesto, no sabía como hacer para leerle lo que ponía esto era lo último que esperaba que le mandaran a su ahora mejor amigo.

-Creo que es mejor tirarla.-

-Dime que trae.-

-Esta bien, pero espero que no te enojes conmigo la última vez destrozaste la sala y eso que no era casi nada lo que te pasaba.-

-Bueno dímelo ya.-

-Está bien haya va:

-Estimado señor Potter está usted invitado a la boda que se celebrara el 17 de Agosto en Londres a las 18h en los jardines de Howarts.

Esperando que asista y deseándole lo mejor hasta volverlo a ver.

Invitación en nombre de Hermione Granger y Ronald Weasley.

P.D.: puede asistir con alguien más.-

Harry abrió mucho los ojos, eso era lo último que se esperaba, después de lo sucedido ahora le venían con eso, no era demasiado, no pensaba asistir, no podía ir, era demasiado para él, el verla vestida para una boda con su otro mejor amigo, era de esperarse pero no podía era superior a él, la amaba demasiado como para soportar verla casarse con otro.

Nunca había tenido el valor de decírselo, y cuando se fue el pensaba que la había olvidado después del daño que le habían echo, era de esperar que hubiesen muerto los dos para él.

Pero la verdad era otra y dolía mucho mas, no había sido capaz a odiarlos, y lo que creía haber enterrado lo volvió a sentir con solo ver una foto de ella en un periódico anunciando haber sido la mejor en sus calificaciones para auror.

Y ahora esto, se casaban los dos y encima le invitaban a la boda no podría asistir y de eso estaba seguro.

-No voy a ir a esa boda.- dijo él, a Draco que estaba extrañamente muy callado.

-Pues yo si voy a asistir no puedo perderla después de todo.- dijo este en alto.

-¿Cómo has dicho?- pregunto este al escuchar esa confesión del rubio en ningún momento él le había dicho que amara a Hermione, y mira que sabía lo que él sentía por ella.

-Escucha esto.- dijo este y volvió a leer la tarjeta pero esta vez por detrás:

- Estimado señor Potter está usted invitado a la boda que se celebrara el 17 de Agosto en Londres a las 18h en los jardines de Howarts.

Esperando que asista y deseándole lo mejor hasta volverlo a ver.

Invitación en nombre de Ginebra Weasley, y Deán Thomas.

P.D.: Puede traer acompañante.-

Harry ahora si entendió al chico y le dijo:

-¿Y que piensas hacer?-

-Asistir, comprobar que ella no me ama y si es así me iré pero sino no permitiré que se case.-

-¿Y como lo vas a impedir?-

-Confía en mi algo se me ocurrirá.- dijo este sonriendo.

-Bueno pues falta una semana.- dijo Harry mirando a Draco.

-Yo voy a ir ya, pero no voy a asistir solo.- dijo este.

-¿Y con quien iras?-

-Contigo.- dijo este sin más.

-Ni lo sueñes yo no pienso asistir.- dijo este.

-No solo contigo, Gabriella y Nary nos acompañaran.- dijo este sonriendo.

-Genial y ellas ¿por que?- dijo este que cada vez le gustaba menos todo eso.

-Muy fácil veremos cuanto puede aguantar la pequeña de los Weasley al verme con otra.- dijo este sonriendo ampliamente.

Harry estaba muy enfadado no le gustaba nada el tener que acompañar a Draco a su locura de plan, mira que decir que sería capaz de raptar a Ginny, eso era pasarse, pero obligarlo a él a ir era más de lo que podría aguantar si lo que quería era hacer que se sintiera cada vez peor lo iba a conseguir con esa vuelta a Londres.

Eran las tres de la tarde todos estaban muy nerviosos en La Madriguera, como para no estarlo tres de los hijos de la señora Weasley se casaban en menos de una semana, vale que una de ellas no era su hija pero la consideraba como tal.

Esa misma tarde se trasladarían a Grinmult Place petición de los nuevos dueños, Remus Lupin y Tonks Lupin, que contaban con un niño de cinco años que se llamaba Sirius Lupin, y no en falso llevaba ese nombre era bastante travieso pareciera que Sirius hubiese decidido reencarnarse en él.

Harry había sido el elegido para ser su padrino pero al no sentirse capaz de ver a la que sería su madrina no fue, así que los padrinos del pequeño fueron Mcgonagall y para sorpresa de todos Severus Snape.

-Venga chicos tocar todos el trasladador.- grito la animada voz de la señora Weasley.

Todos obedecieron y nada más poner el último el dedo en el trasladador comenzaron a girar y aparecieron en el salón de Grinmult Place.

-Papa ya han llegado los Weasley, las señoritas Granger y Lovegood y el señor Thomas.-

-Gracias Sirius ahora corre y avisa a mama.- dijo Remus entrando en el salón sonriendo a los invitados.

-Hola Remus ¿de verdad que no te importa dejarnos vivir aquí esta semana?-

-Seguro Molly, ya sabes que mi casa es tuya, y de cualquiera de tus hijos.- dijo este y los invito a pasar para la cocina.

-Y bueno Hermione tu sabes que esta es tu casa desde siempre.- dijo este mirando a la muchacha de 25 años que tenía delante sus ojos eran del mismo color pero les faltaba un brillo que habían perdido hace ocho años, cuando paso lo que paso, y por lo que no podía dormir en ningún momento.

-Hermione cielo deja ya esa cara de tristeza.- dijo Ginny al pasar a su lado.

-Si amiga que te casas en una semana.- dijo Luna Lovegood una chica que se había transformado de una chica delgaducha y feúcha a toda una preciosidad, su largo cabello rubio y sus hermosos ojos azules como el cielo, ya habían perdido ese toque de despistada pero conservaban ese brillo de soñadora que de seguro nunca perdería.

-Bueno eso esta por verse.- dijo esta en bajo sin que la escucharan sus dos mejores amigas.

-Tranquila todo saldrá bien.- dijo un muchacho de su misma edad de ojos azules y pelo rojo como el fuego, tenía todavía esas pecas de cuando era pequeño, la cogió por detrás y poso su cabeza en el hombro de la chica.

Esta se volvió y le sonrió.

Y en ese momento llamaron a la puerta.

-Sigo pensando que es mejor que nos vallamos a un hotel o a otro lugar.- dijo Harry detrás de la puerta de Grinmult Place.

-Potter déjalo ya tengo que estar lo mas cerca posible y si vivimos aquí de seguro que la veré a menudo.- dijo este sonriendo.

-Pero resulta que lo que yo quiero es todo lo contrario.- dijo este.

-Bueno pues no salgas de la casa y así no veras a nadie hasta el día de la boda.-

-A la que solo asistiré por que es la de Ginny, sino no iría, y si tú dices que la vas a impedir no se que pinto yo aquí.-

-Necesitare tu ayuda además no habías puesto tantas pegas me dijiste que me ayudarías.- dijo este.

Harry se puso delante de él y de espaldas a la puerta y le dijo:

-Oye yo no dije que te fuera a ayudar, si vine fue solo por que tú me arrastraste hasta aquí y lo sabes muy bien.-

La puerta se abrió justo en el momento en que él se callo, y se dio la vuelta para recibir un abrazo de un niño de cinco años.

-Tío Harry.-

-Hola Sirius.- dijo este devolviéndole el abrazo al pequeño.

El niño se soltó y se fue a darle un abrazo a Draco y le dijo:

-Tío Draco que sorpresa no os esperábamos.- dijo este.

-Ya ves, decidimos pasarnos a haceros una visita.- dijo este sonriendo.

-¿Y cuanto tiempo os quedaréis?-

-Una semana.- dijo Harry, mientras los tres entraban en la casa Harry con el niño en una mano en brazos y en la otra llevaba la maleta, Draco llevaba su maleta y en otra algo envuelto, eran tres regalos uno para cada pareja que se casaba y él de Harry que solo le iba a regalar a Ginny y a Draco o Deán el que se casara con ella.

Harry no creía que eso fuera buena idea pero estaba apunto de descubrir que era peor de lo que él pensaba.

-¿Dónde están tus papas?- pregunto este, ninguno de los dos se había dado cuenta del jaleo que había en la casa.

-En la cocina.- dijo este y decidió callarse y no decirle a su tío Harry quien más había en la casa.

Harry y Draco se fueron hacía la cocina y los dos iban con una gran sonrisa en el rostro Harry estaba deseando ver a Remus ya que lo había echado mucho de menos.

Y sin pensarlo entro en la cocina mirando a Sirius y gritando:

-Hola Remus espero que no te moleste…- pero no termino la frase la maleta que llevaba en la mano se le cayo al ver a todos los que se encontraban en la cocina, y para su mala suerte estaba enfrente de la pareja a la que menos se proponía ver, y además cogidos de la cintura y sonriendo abiertamente.

Draco al entrar se quedo un poco parado, y al ver el silenció que reinaba en la cocina dijo:

-Hola a todos, Remus creímos que estaríais solos.-

-No es que se van a quedar aquí esta semana por lo de la boda de…-

-Si ya sabemos, tuvieron la decencia una y el descaro otros de enviárnosla.- dijo Draco fulminando con la mirada a Ron y Hermione.

Ron le devolvió la mirada pero Hermione solo miraba a Harry y vio que este pasaba de una enorme sonrisa a asombro y después al posar su mirada en ellos dos a decepción y ¿odió, ¿Eso era lo que ahora sentía por ellos dos?

Harry no dijo nada se acerco a Remus dejando a Sirius en el suelo abrazo a Remus, y a Tonks, después le siguieron los Weasley exceptuando Ron y Ginny, paso a Luna Lovegood con la que no había perdido contacto en ningún momento por que ella le había brindado mucho apoyo cuando él lo necesito y por último se acerco a Thomas le estrecho la mano y lo felicito y le dijo:

-Bueno y ahora a la novia, donde esta mi pequeña hermanita.- dijo este buscando a Ginny con la mirada.

Esta le sonrió y le abrazo y este después le quito un regalo de las manos a Draco y se lo entrego a Ginny y le dijo:

-Este es mi regalo Ginny espero que os guste.- dijo este.

-Bueno ahora me toca a mí saludar.- dijo Draco.

Saludo a todos los presentes incluidos Hermione y Ron pero no les demostró nada mas que desprecio.

Les entrego el regalo a Hermione y Ron muy fríamente deseándoles que les gustara y se volvió a Ginny y Deán le dio la mano a Deán y cuando estuvo abrazando a Ginny le dio un beso en la mejilla y le dijo bajito y al oído:

-No pienses que te dejare ir tan fácilmente princesa te recuerdo que tu y yo estamos hechos el uno para el otro.- Ginny no le contesto, se separo de él sorprendida.

-Bueno Remus creo que es mejor que Draco y yo vayamos a dormir a otro sitio.- dijo este sonriéndole.

-No quedaos aquí sabes que hay sitio de sobra Harry.-

Este iba a replicar cuando se oyó como alguien caía al suelo de la salita.

-Gabriella debes de tener mas cuidado me has hecho daño.- dijo la voz de una muchacha.

-Perdona Nary.- dijo la voz de otra chica.

-Bueno si tienes la bondad de levantarte.- dijo otra vez la voz de la primera.

-Si perdona.- dijo la otra.

Harry y Draco se miraron y fueron al salón, para encontrarse con dos chicas una de pelo castaño claro y ojos azules mirada decidida y muy buena presencia vestida con un pantalón marrón claro y un top del mismo color que le resaltaba su figura, y por lo que se podía notar no era nada tonta sino todo lo contrarió demasiado inteligente.

La otra muchacha un poco menos espabilada de ojos negros como el azabache y pelo negro del mismo color pero aun así igual de hermosa que la otra chica que la acompañaba, ella iba vestida con un vestido negro que dejaba en claro lo hermosa que era.

La chica de ojos azules se acerco a Harry y le dijo:

-Perdona por llegar tarde pero es que el ministro no me dejo salir antes.- dijo esta sonriendo ampliamente.

-No pasa nada ya lo sabes.- dijo este sonriéndole también.

Gabriella se acercó a Draco lo beso de una manera que a muchos le hubieran quitado el aire en cuestión de segundos y después le dijo:

-Hola amor.-

-Hola.- dijo este sonriendo.

Ninguno de los cuatro se había dado cuenta de que habían llegado los demás de la cocina para ver que pasaba.

-¿Y estos son vuestros amigos?-

-Si, os los voy a presentar.- dijo Harry girándose para encontrarse con la mirada de todos.

-Bueno, él es Remus Lupin, y ella su mujer Tonks, y su hijo Sirius.- dijo señalándolos y después paso a Luna.-Esta es Luna Lovegood mi mejor amiga, y ahora te presento a la señora Weasley y el señor Weasley, estos son Fred y George Weasley, Bill y Charley Weasley y por último a la que considero mi hermana pequeña Ginny Weasley y este es su novio Deán Thomas, a su boda es a la que hemos venido tú y yo.- dijo este sonriendo a la chica que lo acompañaba, y después se volvió a los presentes y dijo:

-Ella es Nary mi prometida.- dijo este.

Todos los presentes se quedaron helados ante estas palabras, menos Draco, Nary y Gabriella que estaban sonriendo ampliamente.

Ya que eran los únicos que sabían que todo era una farsa, ya que Nary era la novia del hijo del primer ministro de donde vivían, pero había accedido a hacerle el favor a Harry.

-Y ella es Gabriella la mía.- dijo Draco abrazando a la chica de la cintura.

Esta sonrió ampliamente y se quedo mirando a los presentes.

Que estaban todos muy sorprendidos, y en particular había dos rostros que estaban muy pero que muy furiosos, y los dos pertenecían a dos chicas.

Nary se fijo en la chica que la estaba observando y la miro, al ver sus ojos entendió lo que le pasaba y abrazo a Harry, vio como esta se enfadaba más y sonrió abiertamente, e hizo que Harry se girara y sin que él se lo esperara lo beso en los labios.

Harry se quedo muy parado eso no entraba en el plan, pero no podía apartarla ya que la acababa de presentar como su prometida así que la cogió por la cintura y la beso, estaba en eso cuando la lámpara estallo.

Harry y Nary se separaron, y Remus arreglo la lámpara, nadie sabía que había pasado excepto tres personas, Draco, Nary y Hermione, por supuesto.

-Oye amor no nos habéis dicho quienes son esos dos.- dijo Gabriella mirando a Hermione y Ron.

-No son nadie de importancia.- dijo Harry.

Ron y Hermione lo miraron enfadados, y esta última se adelanto y se puso delante de Nary, Harry la pudo ver bien y se dio cuenta de que seguía siendo igual de hermosa que cuando la vio por última vez, su corazón comenzó a latir cada vez más rápido y sintió la mano de Nary apretándole la suya pidiéndole que se calmara.

-Yo soy Hermione Granger.- dijo esta extendiendo su mano hacía la chica.

-Yo Nary Mathyu.- dijo esta estrechándosela, y las dos sonrieron mientras se apretaban una a la otra.

Las dos soltaron al mismo tiempo y se presento a Gabriella, después fue el turno de Ron, se presento y se fue al lado de Hermione y la cogió de la mano.

Pasaron la tarde hablando de todo un poco, Nary decidió subir a darse una ducha, y Hermione la siguió, sin que nadie se diera cuenta.

Nary llego a la puerta del baño y le dijo:

-No creo que te quieras duchar conmigo, así que dime que quieres.-

-¿Desde cuando estas con Harry?-

-Desde hace tres años.- dijo esta sonrió al escuchar el tono que ella utilizaba para la siguiente pregunta.

-¿Y cuando se casan?-

-Tenemos planeado hacerlo el mes que viene.- dijo esta y se giro para encontrar los ojos de Hermione, se extraño al ver que había tristeza en estos, no podía creer que si ella era la chica por la que Harry nunca la había prestado atención no le hubiese dicho que la amaba si estaba claro que ella lo amaba a él.

-No entiendo por que lo preguntas tu te casas en una semana con ese chico Weasley.- dijo esta.

Hermione levanto la vista y sonrió tristemente y dijo:

-Si, tienes razón.- dijo esta.

-¿Puedo preguntarte algo?- dijo Nary mirando a Hermione.

-Dime.-

-¿Qué fue lo que le hicisteis para que no quiera saber nada de ustedes dos?-

-Es una historia muy larga de la que él no quiere saber el final.- dijo esta con tristeza.

-¿Y en que ayudaría que lo supiera?-

-En que podría entender todo lo que pasó.- dijo Hermione tristemente.

-Tal vez pueda conseguir que él te escuche, pero no me pidas nada mas.- dijo Nary girándose para irse a la ducha.

Hermione no contesto la vio entrar y sonreírle y ella bajo sin ser capaz de entender a esa chica que acababa de conocer.

Harry salió del salón para ir a la cocina Hermione que bajaba lo vio y lo siguió después de entrar en la cocina cerro la puerta con un hechizo, y dejo caer su varita en la mesa.

Harry se giro al escuchar el ruido, y al encontrarse con ella enfrente de él se le cayo el baso que tenía en las manos, y sintió que su corazón comenzaba a ir mas rápido de lo debido.

Harry intento tranquilizarse y después de recoger los cristales sin decir ni una palabra se dispuso a salir pero la puerta estaba cerrada.

-Tenemos que hablar por favor déjame explicarte lo que paso.-

-Han pasado ocho años para que me lo explicarais ahora ya no quiero escucharlo.-

-No dejare que salgas Harry.-

-Para ti soy Potter, Harry solo me llaman mis amigos y tú perdiste ese derecho al igual que Weasley, de serlo, aunque pienso que en realidad nunca lo fuisteis, que estúpido no darme cuenta antes.-

-Harry por favor déjame que…-

-Nada, ya no soy un crío de diecisiete años, Granger ya no me puedes retener en un cuarto cerrado con un solo hechizo.- dijo este y tras dedicarle una sonrisa sarcástica desapareció de la vista de está.

-Mierda, tengo que conseguir que me escuche.- dijo esta mientras abría la puerta y con la cabeza mirando al suelo comenzaba a salir, pero la voz de cierto ex Slytherin la hizo levantar la cabeza.

-¿No te parece que ya le hicisteis demasiado daño, te advierto que no permitiré que le hagáis daño, él ahora es feliz sin vosotros en sus vidas, Nary ha conseguido lo que nadie a conseguido antes y no dejare que tu le hagas mas daño.-

-Déjame en paz Malfoy, no se que haces tu aquí.-

-Pues que Harry me pidió que lo acompañara a la boda de Ginny y Deán.- dijo este.

-Y la mía.-

-No te confundas Granger él no esta aquí por vuestra boda, no iba a venir él esta aquí única y exclusivamente por Ginny.- dijo este sonriendo abiertamente ante la mirada de Hermione.

-Draco venga que ya va siendo hora de que traigas esas bebidas.- dijo la voz de Gabriella.

-Ya voy mi amor.- dijo este y paso por al lado de Hermione y entro en la cocina cogió lo que había ido a buscar y volvió y comprobó que Hermione seguía en el mismo lugar sin moverse.

Harry estaba en su cuarto, se había aparecido en este, no podría estar mucho más allí abajo sin Nary, ella se había convertido en lo que Hermione había sido en una ocasión su mejor amiga y confidente pero al contrario que Hermione ella no lo había traicionado, él sabía que ella lo quería se lo había dicho muchas veces pero también sabía que él no sería capaz de quererla como ella se lo merecía por que muy a su pesar su corazón pertenecía a la novia de su ex mejor amigo.

Estaba pensando echado en su cama no sabía cuanto tiempo llevaba en su habitación cuando llamaron a la puerta y escucho la voz de Nary detrás de la puerta.

-Harry ¿estas hay?-

-Si, pasa.- dijo este y la puerta se abrió dejando ver a Nary vestida con un camisón que si no fuera por que Harry estaba muy entretenido con la imagen de Hermione en su mente no podría haber evitado fijarse en ella.

-¿Qué te pasa?-

-Que no fue una buena idea estoy pensando en marcharme de aquí mañana mismo Draco se las puede arreglar sin mi.-

-¿Y dejaras que ella se case?-

-¿A mí que mas me da que Ginny se case, si con eso es feliz.-

-No hablo de Ginny, y se que tú sabes que yo me he dado cuenta.-