Disclaimer: Oh, no. "Gravitation" no es mío. Pueden dar gracias a ello.

Adevertencias: Este fic está basado en el final del Megamix Panda. Si no lo has visto puede que no lo entiendas muy bien. También contiene lenguaje ofensivo (en mayor o menor grado) y seguramente más adelantes algunas escenas fuertes. Leer bajo su propio riesgo. ¡Ah, y otra cosa! Yo no he visto prácticamente nada del anime, así que me basaré exclusivamente en el manga. Creo que del manga al anime hay una gran diferencia. Si no entienden algo, diganmelo.

Prólogo: Broken.

Dos lágrimas cayeron por su rostro. Solo dos. La pantalla ya solo reflejaba nieve grisácea pero las imágenes que había visto se repetían una y otra vez en su cabeza.

Tenía un nudo en la garganta y una incesante y desagradable sensación en el estomago que iba a hacerlo vomitar. Asco. Sentía asco. Un profundo asco.

Jamás pensó que sentiría asco por el hombre que amaba. Aunque ya no sabía si lo amaba.

Se secó el ligero camino que habían dejado esas lágrimas por sus mejillas. Parpadeó una vez. Se dio cuenta de que su vista no estaba nublosa. Y supo que no iba a poder llorar más. Qué raro¿no? Él siempre había sido un llorón. ¿Por qué no podía llorar?

Se llevó una mano al pecho y supo la respuesta.

Estaba roto. Se había roto.

¿Y ahora que?

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El timbre sonó una vez. Nakano Hiroshi fue haciala puerta, preguntándose quien podría ser a esas horas de la noche. ¿Shuichi? Sí, él era el único que solía venir a verle tan tarde. Pero Shuichi nunca llamaba solo una vez. Él era impaciente y tocaba mínimo tres veces.

Pero cuando abrió la puerta ahí estaba su mejor amigo, Shindo Shuichi. Y Hiroshi sintió miedo.

-Shu… ¿Qué pasa?- Preguntó temblando. Pero la pregunta sería que le pasaba a él. ¡Era Suichi, por Kami¿Por qué estaba tan asustado?

-¿Puedo quedarme aquí, Hiro?- Pidió con voz suave.

-Claro, Shu- Se apartó dejándole paso. Su amigo solo llevaba una mochila que reconoció enseguida. Era naranja chillón y se la había regalado él mismo por su cumpleaños. Y si Shuichi solo había traído esa mochila quería decir dos cosas: O solo pensaba quedarse esa noche o había salido con demasiada prisa como para hacer una maleta en condiciones.

Llevó al pequeño chico hasta el salón y lo sentó en el sofá. Parecía ido. Y no necesitaba ser un genio para saber quien estaría implicado.

-¿Qué pasa, Shu-chan?- Habló suavemente –¿Te has peleado con Yuki?

Negó con la cabeza. Miró para un lado y para el otro, como si intentara reconocer donde estaba. Volvió de nuevo la vista a su amigo y por primera vez desde que había llegado hizo contacto visual con él. Entonces Hiro comprendió su miedo. Los ojos de Shuichi no brillaban. Estaban como… muertos.

-Me da asco…- Susurró el cantante.

-¿Qué?

-Él… me da asco… No me he peleado con él, Hiro… No lo he visto desde que me fui a trabajar… Si lo veo… creo que vomitaré.

-¿Qué ha pasado, Shu? Cuéntamelo- Rogó el guitarrista angustiado. Ese no era su Shu, no se comportaba como solía hacerlo su amigo. No lloraba, ni gritaba. Decía que Yuki Eiri el daba asco. Shuichi nunca había hablado así de él. Y parecía tan desorientado, tan infinitamente triste. ¿Qué le habían hecho a su Shu?

-No sé si quiero que lo sepas, Hiro… Es tan… asqueroso.

-Shu, onegai- Volvió a rogar y una lágrima surcó su rostro.

-No te había visto llorar desde el instituto…- Susurró limpiándole la lágrima con una suavidad equiparable al del roce de una pluma –Cuando llegué a casa Yuki no estaba… Creo que tenía una reunión con su editora, quien sabe. En la puerta había un paquete para mí. Contenía un DVD casero… No sé quien me lo mandó… Quizás lo dejó él mismo, no me extrañaría mucho, le encanta hacerme sufrir, o puede que lo hiciera alguno de ellos aprovechando que no estábamos… El caso es que lo vi…

Shuichi se lo contó. Sin que le temblara la voz. Sin llorar. Con la mirada perdida.

Hiroshi se sintió muy triste por su amigo. Muy preocupado.

También sintió asco. Muchísimo asco.

-Oh, Shu- Murmuraba mientras lo abrazaba –Oh, Shu…

-Me he roto, Hiro. Me han destrozado.

Hiroshi lo sabía. Temía que esto pasara desde hace mucho. Antes de que Yuki Eiri apareciera su amigo era feliz. No conocía el amor, era verdad, pero ocupaba ese hueco con la música y nunca vio tristeza en sus ojos. Pero ese… puto chapero 1 solo se dedicó a hacerle daño. Porque solo sabía hacer daño.

Se había mantenido al margen. Él no era de ese tipo de personas que se metían y hostigaban sobre las decisiones de los demás. La vida de Shuichi era la vida de Shuichi y no tenía porqué meterse. Él era parte de su vida y lo único que podía hacer era apoyarle y darle consejo. Pero quizás se equivocó, quizás debería de haber alejado a ese tipo de su amigo, haberle protegido.

Lo había matado. Había matado a su Shu-chan. Lo que abrazaba era solo los pedazos de lo que antes fue la persona más alegre que había conocido.

Era como tirar piedras contra un cristal, una y otra vez. Al principio rebotan, pero luego van arañando la superficie hasta llegar a formar grietas y ya solo se necesita un fuerte golpe para que se caiga en pedazos. Y una vez roto, el cristal nunca queda igual.

-¿Y que vas a hacer, Shu?

-No lo sé… Pero sea lo que sea, quiero que sufra…- Hiro no necesitó verle los ojos para saber que se habían endurecido. Solo tenía que notar el matiz en su voz. Un matiz antes nunca escuchado.

-Hagas lo que hagas; decidas lo que decidas, te apoyaré.- Su voz y su mirada también se endurecieron. –Hagas lo que hagas… Hasta el final.

-Arigatou…

Con esa última palabra se selló un pacto. Y con esa palabra el antiguo Shuichi Shindo se enterró bajo los trozos de cristal de un alma destrozada.

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1 Chapero: Bueno, no sé si ésta expresión es muy conocida. Es una forma despectiva de llamar a los hombres que se prostituyen con otros hombres. Creo que no es utilizada para referirse a los prostitutos en general (Que se acuesten también con mujeres). En realidad oí la expresión en una serie de policías y me gusto como sonaba. Alguien me dijo una vez que era sinónimo de proxeneta, pero creo que se equivocó. Al menos yo solo le doy el significado que he explicado.

N de A: Quería hacer un fic de Gravi de este estilo desde hacia ya tiempo, pero no afianzaba al idea en mi cabeza. Un día por la red me encontré el Megamix Panda y fue el detonante para que la historia tomara forma por completo. Por desgracia, no lo he encontrado en otro idioma que no sea japonés (Si alguien lo tiene en ingles o en español le agradecería que me lo pasará o al menos me lo contara) así que todo se basa en la interpretación que yo le di a las imágenes. Si resulta que dicha interpretación es errónea pues… consideren este fic como un alterno del Megamix n.nUUU

Bien, para que se vayan haciendo una idea, porqué luego no quiero quejas y el que avisa no es traidor, yo DETESTO a Yuki Eiri Malale esquiva los ataques de las fans de Yuki por su blasfemia pero como soy el ser más retorcido que existe (recuérdenlo para más adelante, por cierto :Evil Smile:) adoro la pareja Yuki&Shu. "Ahh, bueno ya nos quedamos más tranquilos" Pensaran. ¡Error! No se esperen que esto sea una historia donde las cosas se arreglan fácilmente… No voy a decir más, pero habrá muchas conductas disociativas, enfermas y mucho angst. (Al menos lo intentaré, que lo consiga con mi mediocre talento es otra cosa ¬¬UUUU) Yo estoy avisando…

¡Eso sí, si les gustan todas esas cosas juro que me esforzaré para que lean algo decente! Me siento muy inspirada para esta historia, pero no prometo actualizar pronto por que los que me conocen saben que mi "querida inspiración" va y viene como el viento y que además, la universidad apenas me deja respirar U.U

Termina por presentarse en el fandom de Gravitation Malale, La Retorcida XDD ¡Jya ne!