Hello everybody, I'm back. Antes que nada quiero agradecerles enormemente a las personas que a pesar de mi gran tardanza sigan leyendo y enviándome reviews, 50 para ser exactos, creo que rompí mi record, y los 3 mensajes personales esperando la actualización, muchas gracias, caramba nunca había tardado tanto en actualizar, iba a subir el capitulo desde el lunes 21 de marzo, pero la pagina no me lo había permitido, me ponía error type 2.

Muchas gracias: sweetstarfire (gracias por los 2 reviews), Ani Teen Lyoko, Roxanne, Starfire, mariaenganxa (gracias por los 2 reviews), johnn23, robinn, TEENTITANS1998, sitlali, Diana (gracias por los 3 reviews), kory, suzu-chan, alma, tikiyaa, Misstres9, Boludin (gracias por los 2 rewiews), LP Biggest Fan (gracias por los 2 reviews), Miley, andrea, rouga18, twilightfreak92, Hik-y, Claudia Skyangel, NickoolitaGrayson, Karla, Cone, Tsuki Kuroi, , misterystars, kitako-hi (gracias por los 2 reviews), Hojaldritoam, KonohaChan, yesipokefanatica, Miyuki Kurosaki, kory8, AAnukiTa16, yess, nessCarlielove, Donpimpon, 99-xIceQueenx-99, ciinthya, y robinstarfire.

Y los PM: Miyuki Kurosaki, Ani Teen Lyoko y mariaenganxa (mil gracias por decirme como solucionar el problema con la pagina, gracias a ti es que pude subir este capitulo, muchisimas gracias, no se como agradecerte).

De verdad muchísimas gracias, no puedo creer que este fic ya lleve 473 reeviws (ya estoy muy cerca de los 500)

Disclamer: Los personajes no me pertenecen, son propiedad de CN y DC Comics, pero la historia si es mía y ahora a leer, realmente espero que este capítulo sea de su agrado.


Capítulo 17

Afrodita

El cielo nocturno se engalanaba con los millones de estrellas que tintineaban en lo alto, esta noche se podían ver con mayor claridad, brillando junto a la luna llena, pareciera que quisieran celebrar lo alto de uno de los edificios, ocultándose en las sombras se encontraba una figura en el techo, tras varios minutos las nubes que rodeaban a la luna se movieron permitiendo que los rayos lunares iluminaran débilmente la figura femenina, se trataba de una mujer, su altura era difícil de saber, ya que se encontraba sentada en la cornisa con sus largas piernas elegantemente cruzadas al aire, su mano derecha descansando en su regazo y la izquierda intentando que el cabello dejara de cubrirle el rostro debido a las fuertes ventiscas que corrían, aunque por más que lo intentaba, el viento no paraba de ondear su largo cabello.

Finalmente la mujer giró sobre su eje, permitiendo que sus pies pisaran el suelo de la azotea, se puso de pie y su largo cabello descansó sobre su espalda, llegándole casi hasta las rodillas y como si alguien la hubiera llamado giró sobre sus talones, el viento volvió a soplar agitando sus largos y lisos cabellos, acariciándola con ese suave aroma floral, movió la cabeza, logrando que dejara de cubrirle la vista, pero su rostro fue imposible de ver, ya que las nubes cubrieron una vez más a la luna, como si quisieran mantener en secreto la identidad de la joven.

-Finalmente...- murmuró la joven tomando una pequeña pausa observando a su alrededor, provocando que una vez más su larga cabellera le impidiera ver- ...finalmente estoy aquí, en Jump City-finalizó la frase, sus labios se curvaron levemente formando una pequeña sonrisa, mientras su cabellera continuaba flotando contra el viento.


Los titanes estaban completos, rebosantes de felicidad reflejada en sus miradas y sonrisas brillantes, a sus espaldas se mostraba la imponente torre titán. Estaban llenos de vida.

Cyborg suspiró con nostalgia, las fotografías y algunos videos caseros eran la única evidencia que quedaba de que habían conocido la felicidad, dejó de observar la fotografía de la pared y se giró hacia el sofá oscuro que en años anteriores la mayor parte del tiempo se encontraba ocupado por alguno de sus amigos, ahora se encontraba vacío.

Avanzó hacia el pasillo, leyendo los nombres de Starfire y Robin en las respectivas puertas de sus habitaciones, se detuvo frente a ellas, debatiéndose internamente si debía abrirlas o no, sin embargo la cobardía ganó, era incapaz de atravesar cualquiera de esas dos puertas, hacerlo sería un sacrilegio, debían permanecer cerradas hasta que sus dueños regresaran, o al menos uno de ellos.

Continuó con el recorrido, tratando infructuosamente de deshacerse de aquellos horribles recuerdos, hasta llegar a la habitación de su amigo, leyó la placa suspirando al recordar como hacia unos meses, el nombre de "Beast Boy" había sido remplazado por: "Changelin".

Golpeó la puerta con suavidad, siendo abierta por su amigo, entró tratando de sonreír ante el caos que reinaba, sin embargo cualquier amago de sonrisa quedó sepultado al ver lo que la pantalla del televisor mostraba.

-Quizás Raven no regrese

-Cy, volverá y no sólo ella también Robin y Star lo harán

Decidió permanecer callado, él no era nadie para romper las esperanzas de su amigo, quien a pesar de haber crecido y madurado, aun conservaba algo de su carácter infantil. Lo envidiaba por eso, lo envidiaba por ser capaz de conservar esperanzas, lo envidiaba por ser capaz de sonreír a pesar de todo lo malo que le había ocurrido al equipo.

Anhelaba poder ser como su amigo verde, daría lo que fuera por mantenerse positivo, lleno de esperanzas, pero no podía hacerlo, él era el responsable del equipo ahora y había perdido las esperanzas hacia años.

Había defraudado a Robin, y a todos, fue incapaz de mantener el equipo unido, que en esos momentos había quedado reducido a sólo dos miembros, bueno tres, pero uno de ellos era prestado por lo que no contaba como miembro original del grupo.

Los pilares que en el pasado los habían mantenido unidos se habían tambaleado cruelmente hasta romperse uno a uno tras la desaparición y… no, no diría aquella mortal palabra, con sorpresa descubrió que una pequeña chispa de esperanza aun brillaba en su interior, una esperanza absurda y estúpida, el primer pilar se había hecho añicos, agrietando los demás, haciendo inestable la base en la que estaban plantados, su amiga y casi hermanita Starfire había desaparecido hacia más de dos años y no habían encontrado nada que demostrara que continuase con vida, ya la habían dado por muer…. No, otra vez esa palabra, era incapaz de decirla en voz alta y mucho menos de pensarla, se negaba a hacerlo, como un tonto modo de autodefensa de su corazón para evitar sufrir más manipulado por la pequeña chispa de esperanza que revoloteaba en él.

El segundo pilar se rompió tras la partida de Robin, su mejor amigo y ex líder del equipo, si, los había abandonado, pero era algo que de algún modo todos se esperaban, y en lo que llevaban separados únicamente lo había podido ver un par de veces, pero no como Robin, sino como Nightwing, era duro ver la desolación que reflejaba su rostro, completamente intranquilo, deseoso por encontrar a Starfire, su nueva obsesión, una obsesión más poderosa que la que anteriormente había demostrado por Slade, quizá el cambio de identidad era una señal inconsciente de ello.

El tercer pilar lo rompió Raven tras su breve despedida, una despedida llena de dolor tanto para ella como para su novio: Chico Bestia, se había limitado a decirles que la necesitan con urgencia en Azarath y que no sabía si algún día regresaría, un adiós desgarrador para el corazón de su amigo verde, y una nueva herida para el suyo, Changelin se mantenía aferrado a la esperanza de volver a ver a su novia, así como a su amiga Starfire, y aunque no lo dijera en voz alta, también estaba ansioso por ver una vez más a su amigo Robin, aun cuando probablemente se sintiera incómodo y cohibido ante su nueva identidad.

El cuarto pilar se había resquebrajado cuando la Patrulla vino por Chico Bestia, pidiendo su ayuda para una importante misión a la que su amigo se había visto obligado a aceptar, un largo viaje de casi un año y que apenas hacia menos de cuatro meses había regresado con la identidad cambiada y mejorada, su anterior nombre "Chico Bestia" había sido sustituido por "Changeling", restaurando su pilar.

Por lo menos Chico Best… es decir Changeling – era difícil acostumbrarse a un nuevo nombre, en ocasiones como esa se limitaba llamarlo Garfield o Gar, su nombre de pila- tenía más posibilidades de ser feliz, ya que Raven podría regresar, después de todo ella estaba viva. El pobre de Rob… de Nightwing –aun se sentía extraño de llamarlo así - no tenía posibilidades de encontrar la felicidad, sus probabilidades eran de una en un millón, y ese uno se mantenía en que ocurriese un milagro y Starfire se encontrara con vida.

Dejó de mirar como Starfire preparaba un pastel con la ayuda de Robin y como Chico Bestia intentaba arrebatarle el libro a Raven, quien cansada de discutir con él lo terminó lanzando por la ventana, sus propias carcajadas aun eran audibles en el video que el televisor mostraba.

-Aquí están, los busqué por toda la torre, ¿a quien le toca cocinar hoy?

Speedy era el actual titán de reemplazo, y aunque llevaba aquí apenas dos meses, entre Gar y él ya lo querían ahorcar, ahora entendía la enorme sonrisa de Aqualad, Más y Menos, así como la disimulada de Bee cuando fueron a Ciudad Acero por un reemplazo temporal para el equipo, Bee y Red Star fueron los primeros reemplazos temporales tras la partida de Raven, después habían sido Kid Flash y Jinx, siendo sucedidos por Trueno y Relámpago, seguidos por Argent y Bushido y ahora debían aguantar al arquero con sus aires de grandeza que exigía ser el líder.

Sólo una semana más, se repitió a sí mismo, en siete días Phanta y Hot Spot vendrían a remplazar al pelirrojo.

-A ti- respondió Cy de forma indiferente.

-De acuerdo-

Tras eso desapareció de la habitación dejando una vez más a Changeling y a Cyborg solos, absortos en los recuerdos filmados en los dvd's que Gar insistía tanto en ver.

El desayuno fue una lucha campal entre Changeling y Cy, es bueno saber que al menos algunas cosas se mantienen intactas, como sus batallas de carne vs. tofu.


-Hablo en serio, Argent, juro que la vi en Rusia- trataba de convencer Red Star a su compañera, pero la joven de pálida piel permanecía completamente escéptica.

-Red Star, ambos sabemos lo que sentías por Starfire, no es raro que la extrañes, todos lo hacemos, pero debes resignarte, ella mur...

-No, ella esta viva- la interrumpió poniéndose de pie, molesto de que nadie le pudiese creer, la había visto hacía dos años, había sostenido su bufanda en su mano, la había visto sonreír de aquel modo que sólo Starfire hacía, pero aun cuando se lo había comentado a Herald, Jinx, Phanta, Bushido y ahora a Argent, lo único que quería era que le creyeran para poder crear un nuevo grupo de búsqueda, pero todos parecían llegar a la misma conclusión, que él había imaginado verla.

-Lo mejor será que no se lo comentes a Nightwing, sería como espolvorear sal en la herida abierta al darle falsas esperanzas- le aconsejó la titán clavando el tenedor en el guisado de su plato que comenzaba a enfriarse.

Nightwing, pensó con pesar Red Star, si había alguien que la pasaba peor que él, ese era su amigo Nightwing, su dolor lo había sobrepasado al punto de abandonar a sus amigos, su familia, su equipo del que tanto se enorgullecía, el pobre ya no era ni la sombra de Robin, el líder titán que había conocido en el pasado. Había pensado muchas veces en contarle que había visto a Starfire, pero se había detenido al pensar en el daño que le causaría si al volver a la búsqueda descubrieran que a quien realmente había visto aquella tarde en Rusia no era más que una ilusión, sabía que eso si lo destrozaría por completo, aun cuando estaba completamente seguro de lo que había visto, si al menos se hubiese quedado con la bufanda, le hubiese pedido a Cyborg que buscara algún rastro de ADN o algo que pudiese ayudar a determinar a quien pertenecía la prenda, entonces hubiera tenido una prueba irrefutable que apoyase su versión de los hechos.

-En verdad era ella, lo juro- musitó Red Star volviendo a su asiento, clavando una vez más la mirada en su platillo.

-Si estás seguro que se trataba de Starfire, ¿por qué no reaccionó cuando la llamaste, por qué no fue junto a ti para que la ayudarás a llevarla a su hogar?- lo cuestionó Argent tratando de mostrarse objetiva.

Él ya había pensado en eso, no sólo la había llamado, había gritado su nombre con fuerza mientras trataba de alcanzarla por las calles de Rusia, pero no había conseguido alcanzarla, ella había desaparecido, y para colmo cuando quiso localizar al anciano con quien ella se había estrellado para confirmar que la joven era real y no producto de su angustiada imaginación, éste también se había esfumado. Era como si alguien se estuviese asegurando de no dejar ningún rastro de Starfire.

¿Por que ella no se había girado cuando la llamó una y otra vez por su nombre?

¿Por que no se había detenido?

¿Por qué?

Y lo peor, era que siempre que se hacía esas preguntas lo embargaba un gran sentimiento de amargura por las posibles respuestas de éstas. ¿Sería posible que Starfire no quisiera saber nada de ellos y que por eso se mantenía oculta en algún desconocido lugar? Sintió como el corazón se le contrajo ante ese pensamiento. ¿O quizás realmente lo único que él vio fue una ilusión para tratar de aliviar aquel dolor que le corroía las entrañas?


Querido Diario

, escribió Starfire en la primera página del diario con cubiertas en tonos pasteles e imágenes de flores y mariposas, se detuvo por unos momentos pensando en una mejor entrada, finalmente se decidió por una y comenzó a escribir.

Querido nuevo diario, tal y como la Dra. Hale (mi primer terapeuta buena) me sugirió hace dos años en mi quinta consulta, he estado llevando un diario de vida, ella creía firmemente que al plasmar mis sentimientos y pensamientos en papel me ayudaría a controlar mis problemas, incluyendo el de mi pérdida de memoria. Y como mi anterior diario se quedó sin más hojas donde seguir escribiendo mi mejor amigo Clark me regaló uno nuevo como agradecimiento por aceptar acompañarlo al baile que se celebrará dentro de algunos días en ésta ciudad... oh, pero que torpe soy, olvidé presentarme.

Mi nombre es Akari Anderson ( o al menos fue lo que me dijeron después de que Clark me llevará con mi nueva familia) aunque de cariño suelen llamarme "Kari", y tal y como antes te mencioné, no conservo ningún recuerdo antes de que despertara en un hospital... en realidad mi primer recuerdo esta muy borroso, y tiene algo que ver con estar rodeada y cubierta de nieve sintiendo como la vida se me va rápidamente, no es exactamente agradable ni el tipo de recuerdo que alguien quisiera conservar como el primero, no te contaré toda la historia, es muy larga y no es fácil hablar y mucho menos escribir de ello, bastante trabajo me costó plasmarlo en mi primer diario. En resumen, soy adoptada, el Señor Elliot Anderson es mi nuevo padre (aunque para mi es el único ya que no recuerdo a mis padres biológicos), es embajador de Estados Unidos, pero debido a su trabajo suele viajar mucho, lo que me a permitido viajar por algunos países asombrosos como Rusia, Japón, China, la India, Francia, España, Inglaterra y ahora hemos regresado a Estados Unidos, él decidió hacer los trámites de la adopción por petición de su hija Hikari a quien conocí en el hospital en el que desperté tras perder la memoria, de algún modo me confundieron con ella al llevarme en ese hospital, algo extraño ya que realmente no somos iguales en la apariencia física, ella es castaña y yo pelirroja, sus ojos son color miel y los míos verdes, aunque supongo que el motivo por el que nos confundieron era porque nuestra complexión física es similar, de espaldas y con una peluca probablemente nos pudieran confundir, hasta hace poco descubrí que de algún modo la responsable, (tal y como suele decir Hikari por mucho que yo le diga que está equivocada) de que yo pasará aquellos terribles meses en el hospital psiquiátrico era ella, al parecer a quien querían secuestrar e internar en esa institución realmente era a Hikari pero por azares del destino me terminaron llevando a mi en su lugar, a ella no le agrada ésta ciudad, le trae malos recuerdos, ya que fue aquí donde la secuestraron al igual que a mí...

-Akari, tienes visita- le informó el ama de llaves de la mansión.

Cerró el diario y lo guardó en el compartimiento secreto junto a los otros que había escrito en el transcurso de esos dos años.


-Hikari, ¿qué haces aquí?- preguntó sorprendido Red X al ver a la hermana adoptiva de Starfire.

-Tenemos que hablar- habló con seriedad Hikari cerrando la puerta de la habitación, ignorando el desorden que reinaba, apartó algunos planos llenos de marcas y pequeñas frases y se sentó en la cama.

-No pienso llevarte de compras, Hikari y aun cuando convenzas a tu hermana para que te acompañe no lo haré, estoy ocupado- la interrumpió al ver que abría la boca.

-Es precisamente de Akari de quien te quiero hablar- especificó la joven castaña, sonriendo para sus adentros al ver que en cuanto el nombre de su hermana había sido pronunciado el chico se había girado hacia ella poniéndole toda la atención del mundo.

-¿Qué pasa con Kari?, ¿Se ha sentido mal, te ha dicho algo?, ¿Qué le sucede? ¡Habla!- le pidió tomándola bruscamente de los hombros.

-Tranquilízate, Romeo, en estos momentos ella debe estar paseando con Clark.


-Has estado muy callada, Kari- comentó Superman observando a la chica revolver la malteada de fresa, moras azules, chocolate, cereza, menta y plátano, era una combinación extraña, y algo que siempre le llamó la atención, pero bastaba con probarla para descubrir la delicia de la mezcla, aun cuando podía tener un aspecto desagradable.

-¿Alguna vez te has preguntado si eres realmente quien dicen que eres? -preguntó Kari dejando de mover el popote- Hay ocasiones en que siento que le estoy robando la vida a alguien más, tengo esta sensación- continuó ella apretando su puño derecho en el pecho, frustrada tratando de encontrar la palabra indicada que pudiese explicar mejor- es como si no perteneciera a éste lugar… - meditó en voz alta.

Clark la observó y le dio un sorbo a su malteada de vainilla, esperando a que terminara de explicarse, alzó la mano para tocarle el hombro y demostrarle que podía confiar en él, pero su comunicador vibró, por lo que la bajó, sacó el comunicador, teniendo cuidado de ocultarlo tras el menú.

-Así que en verdad tenías una cita- especuló Flash apareciendo frente a Superman- la verdad es que creía que habías inventado esa excusa para no hacer guardia, pero parece que es verdad- el súper héroe ex miembro del grupo Titán y desde el año pasado elemento de La Liga de Justicia le sonrió de forma pícara, se sentó junto a la joven pasándole despreocupadamente el brazo por los hombros, le gustaba jugar a molestar a los demás, por lo que le preguntó usando un tono seductor- y dime hermosura, ¿cómo es que estás saliendo con mi amigo, cuando eres tan…?- la pregunta no terminó de ser pronunciada, debido a que la voz del súper héroe desapareció en cuanto vio el rostro de la joven.

-Vaya Flash, es la primera vez que veo que te quedas callado durante más de un minuto- se burló Superman al ver como su amigo permanecía estático y callado, sin quitarle la vista de encima a Kari.

-No estamos saliendo de forma romántica, Clark es mi mejor amigo y como mi hermano mayor- aclaró Starfire, el joven de vestimenta roja y amarilla pareció reaccionar, ya que parpadeó y lentamente retiró el brazo con el que la abrazaba.

-Flash ella es Akari, y tal y como te dijo, solo somos amigos, así que pórtate bien en lo que contesto ésta llamada-le ordenó señalando de forma disimulada el comunicador- Kari si te molesta no dudes en decírmelo para ponerlo en su lugar.

-No creo que sea necesario, hermano mayor- dijo entre risas Starfire, Clark le sonrió y salió del local.

-¿Kari, ese es tu nombre?-preguntó Flash recargándose en la silla.

-En realidad es Akari, pero casi todos me llaman Kari de cariño- le respondió sonriéndole.

-Yo más bien diría Starfire- pensó Flash al ver a la joven, había un gran parecido entre ambas, excepto por el hecho de que la piel de Starfire era más bronceada y la de Akari era clara, el cabello también era un poco diferente ya que mientras el de Stafire era rojo fuego el de ésta joven era una divertida mezcla del castaño y cobrizo, de forma rápida sacó su billetera, aun conservaba la fotografía que Robin les había dado después de la desaparición de Starfire para buscarla, ambas tenían la misma sonrisa y el modo de mirar, pero el color de los ojos también era distinto, no los tenía verdes esmeralda sino color almendra, sin embargo, sabía por experiencia que el color del cabello y de ojos podía ser cambiado fácilmente con la ayuda de algún tinte, alguna peluca e incluso con lentes de contacto.

-Soy Flash, trabajo con Clark- se presentó tratando de sonar relajado, en el pasado hubiese aceptado que Starfire había muerto, pero tras ver a esta joven comenzaba a tener esperanzas de que realmente estuviera con vida.-Y dime, Kari, ¿cómo fue que…?

-Muy bien Flash me acaban de reportar que te escapaste de tu guardia, así que lo mejor será que regreses- lo interrumpió Clark sentándose en su silla-¿Te molestó?- preguntó girándose hacia Starfire, quien negó suavemente con la cabeza sonriéndole.

-¿En verdad tengo que regresar?- preguntó sin esperanza.

-Sí, tienes que ser responsable- le respondió sonriéndole de forma burlona.

-Sí, sí- murmuró fastidiado Flash bebiéndose toda la malteada de Clark para segundos después desaparecer.

-Wow, es muy rápido- dijo Starfire asombrada.


-No soy tonta, "Xavier", ambos sabemos que ocultas algo sobre el pasado de Akari, tú la conocías y debe ser alguien muy importante para ti para que la hayas protegido tanto, además esta el hecho de que la obligaste a que se tiñera el cabello y que usara lentes de contacto de otro color, la estas ocultando, pero la pregunta es ¿por qué o mejor dicho de quién?- expuso Hikari, notando como se ponía muy tenso.

-Es ella ¿verdad?, ella es Starfire, la joven que desapareció en la Antartida y que todos sus amigos dieron por muerta, una miembro de los Teen Titans- continuó poniéndose de pie- es la chica de la que te enamoraste, ¿cómo puedes mentirle en la cara sobre quien es realmente?- le reclamó Hikari, no era que no le agradara Akari, de hecho la adoraba, era la hermana que siempre quiso tener, pero el hecho de que la estuvieran engañando con algo tan delicado como sus orígenes, era algo mucho mayor, algo que ella sabía no sería fácil de perdonar.

-Es curioso que seas precisamente quien me reclame, cuando has disfrutado tanto con la vida que le hemos creamos.

-Cuando la conocí no sabía quien era realmente, y al investigar sobre su pasado y no descubrir nada no me opuse a tu plan, pero ahora que lo sé, que sé que tú sabías desde el principio quien era, es hora de que ella también lo sepa.

-No podemos decirle quien es realmente- exclamó fuera de sí tomándola bruscamente de los hombros.

-¿Por qué?

-Porque si lo haces, ella regresará con los titanes y...

-Y se volverá a encontrar con su líder de quien está enamorada y tus oportunidades con ellas se reducirán a menos cero.

-No, si ella vuelve junto a los otros él la encontrara.

-Oye, deberías aceptar que ella no puede amarte, ella amaba a Robin o como sea que se llame, y si es él su verdadero amor, ella merece ser feliz.

-No me refiero a Robin, hablo de Slade.

-¿Slade?, ¿y ese quien es?

-Es quien secuestró a Starfire en primer lugar, si ella regresa, Slade la encontrara para terminar lo que empezó con ella, es por eso que ella no debe saber quien es realmente, es por su propio bien.

-¿Qué fue lo que ese tipo le hizo mientras la mantuvo secuestrada?

-La torturó de formas que no tienes ni idea, créeme, ella está mejor sin recordar esa parte de su pasado.


Cyborg suspiró, el pasear en el auto T siempre lo relajaba y conseguía domar al menos por instantes los instintos homicidas que Speedy despertaba en él, se detuvo cuando el semáforo se puso en rojo y aprovechó para echar un vistazo a los escaparates de los establecimientos, debía ir a la carnicería, Speedy se había terminado sus últimas reservas de carne, ni siquiera le había dejado las salchichas para hacer sus súper Hot Dogs estilo Cy para ver el partido de fútbol americano que empezaría en menos de una hora, la luz del semáforo cambió a verde y arrancó rápidamente con dirección a su carnicería favorita.

Y la próxima vez que sugirieran a Speedy para el intercambio de titanes, lo ignoraría, prefería luchar él sólo contra los criminales que tener que soportar al titán petulante obsesionado con su según él "perfecto cabello", ya se había hartado de sus tontas bromas hacía su cabeza "calva", una sonrisa perversa se asomó de su boca mientras estacionaba con cuidado su amado auto, era hora de vengarse del titán y ya sabía como hacerlo, salió del auto y cerró la puerta riendo de forma estridente asustando a un pequeño niño que soltó el globo rojo y ahora se sostenía con fuerza a la pierna izquierda de su madre.

Speedy pronto conocería el sabor de la venganza.


Después de pagar la cuenta Starfire salió del local seguida de Superman, quién la miraba preocupado, esa no era la primera vez que ella insinuaba que tenía dudas sobre su identidad, caminaron por un rato en las calles de Tokio, tenían esa pequeña costumbre de que el giraba el globo terráqueo y ella con los ojos cerrados señalaba algún lugar del globo, el lugar que su dedo elegía era al que iban a pasear, ésta vez había sido Japón, él la había traído hasta aquí volando, era de las pocas personas que nunca se había quejado o mareado, en realidad ella siempre lo disfrutaba, siempre la llevaba a diferentes lugares cuanto tenían tiempo libre, además era una buena forma de evitar que Xavier los siguiera, ese chico seguía haciendo su lucha para conquistarla, pero ella no había dado muestras de querer salir de la línea de amistad.

Se detuvo al ver como ella metros más adelante lo hacía, trató de ubicarse, notando finalmente que se encontraban en la estación de trenes de Shibuya. La observó por un momento para averiguar el motivo, pero ella había permanecido en la misma posición, la alcanzó y descubrió lo que ella miraba con tanto asombro.

Una estatua de un perro hecha de bronce, ella pasó los dedos por el rostro canino de la estatua mirándola de forma triste y comprensiva, mientras él tragaba saliva al recordar la triste historia que la estatua representaba.

-Él esperó durante años a su dueño- murmuró Starfire acariciando el lomo de la estatua como si se tratase de un perro real – Aun cuando todos le decían que su amo había muerto y que jamás volvería, continuó esperándolo, con la esperanza de que sí lo hacía algún día, sin importar que tan lejos sería, lo volvería a ver- sonrió de forma triste tras imaginar la vida de aquel pobre perro- Espero que él haya aparecido, y que ahora se encuentren juntos- le susurró a la imagen fantasma del perro "Hachiko" que ella imaginaba al ver la estatua, el perro ladró alegre y una silueta humana se acercó a él para segundos después ambos desaparecer, el sentimiento de tristeza que mostraba aquella sonrisa, fue reemplazado por uno de esperanza.

-Me pregunto si yo haría lo mismo- se preguntó en voz alta Starfire sentándose junto a Clark en una banca – O si existe alguien esperando por mi regreso- continuó elevando la mirada hacia el cielo japonés.

Clark la miró por un largo minuto, con aquella última frase haciéndole eco a sus pensamientos, ¿había alguien esperando por ella, además de su padre y su hermana Hikari?. Se prometió así mismo que trataría de ayudarla a averiguar sobre su pasado, aunque el hecho de que ella aun no recuperase la memoria después de dos años no ayudaba mucho a su favor.


-Luces distraído, Flash- comentó Diana, mejor conocida como la Mujer Maravilla al ver a su compañero tan pensativo, era raro verlo de ese modo, ya que siempre se la pasaba revoloteando de un lado a otro molestando o divirtiéndose aunque siempre atento a la vigilancia que se le encomendaba.

-No estoy distraído-trató de refutar aunque el pequeño salto y el grito ahogado no ayudaban mucho en su defensa.

-¿Qué te preocupa?- lo cuestionó la princesa Diana sentándose a su lado, se sentía extraña al ver al miembro más joven del la Liga tan callado durante tanto tiempo, normalmente no duraba más de 10 minutos y ahora había batido record, 4 horas en completo silencio, eso sí que era nuevo.

-¿Por qué crees que me preocupa algo?-la cuestionó para tratar de hacer que cambie de tema.

-Por que has estado muy callado y normalmente tú no eres así- contraatacó ella.

-Sólo estaba pensando- respondió Flash cruzando los brazos detrás de la cabeza en una pose completamente relajada para disimular.

La Princesa Diana sonrió, esa frase de su pequeño amigo habría provocado una pequeña broma por parte de Clark de haber estado él en su lugar.

-Troya me dijo que le ha estado yendo muy bien en su empleo como fotógrafa, tal parece que le agrada la vida en la ciudad- comentó la Mujer Maravilla, sonriendo internamente al ver que la mirada del chico había cobrado un poco de curiosidad- dijo que había visto a Nightwing, pero que sigue sin conseguir que hablé con ella por más de 20 minutos, ¿algún día me dirás la razón por la que él dejó el equipo de los Titanes?- continuó intrigada.

-No es algo que yo deba responder, no me pertenece a mí hacerlo- reconoció bajando los brazos.

-Lo que no entiendo es ¿por qué sigue rechazando la oferta de Batman para que se una a nosotros?- le preguntó Diana recargando la barbilla en la palma de la mano derecha.

-No lo sé, quizás ya no se siente cómodo en un equipo- respondió encogiéndose de hombros para volver a cruzar los brazos tras la cabeza.


Cyborg silbaba de forma alegre mientras sazonaba la carne que pondría en la parrilla, había decidido que Gar y él cenarían al aire libre tras un pequeño partido de fútbol en la playa donde había aplastado el ego de Speedy al haber anotado más goles, tras jurar y perjurar que había hecho trampa y que no era justo se había ido de forma airada a la torre para darse un baño ya que su "perfecto cabello" se había ensuciado durante el partido.

Garfield se puso su delantal con la leyenda "EL REY DEL TOFU", observó con curiosidad a Cyborg que mientras colocaba la maléfica carne en el asador emitía pequeñas risitas, se preguntó qué era lo que le causaba tanta gracia, pero decidió ignorarlo de momento para colocar las hamburguesas vegetarianas un tanto retiradas de las costillas que comenzaban a quemarse y que su mejor amigo parecía ignorar al volver a reír de forma frenética.

-Ya en serio, Cy. Cuéntame el chiste- le pidió completamente curioso, retirándose de la dirección que viajaba el humo con aquel terrible olor a carne quemada.

Cyborg le sonrió y abrió la boca para responder, pero antes de que la primera palabra fuese pronunciada un agudo grito se escuchó desde el interior de la torre, provocando que el titán se riera a carcajadas.

Decidió averiguar la razón por la que Speedy gritaría de aquel modo y al llegar finalmente al pasillo de las habitaciones de los huéspedes descubrió la razón.

Speedy con el rostro completamente pálido con solo una toalla atada a la cintura, el torso aun enjabonado y el espejo en mano miraba aterrado como su cabello antes pelirrojo, ahora era de una bella y coqueta tonalidad rosada, y para rematar lucía completamente duro y enredado, tanto, que el peine con el que solía peinar su amada cabellera, ahora se encontraba atorado junto a otros dos y según los intentos del titán no parecían querer salir de aquel embrollo.

-Mi bello y perfecto cabello- lloriqueó Speedy.

Una sonora carcajada salió de Garfield, al fin lo comprendía, era por eso que Cyborg había regresado de tan buen humor a pesar de las continuas burlas que Speedy le había hecho en el transcurso del día, no podía creerlo, esa era una broma buenísima, era la primer broma pesada que su amigo realizaba desde lo ocurrido con Starfire.

El solo recuerdo de su amiga, fue suficiente para tranquilizarse, observó a Speedy quien había abandonado el espejo y ahora corría, tras sacar una botella nueva de acondicionador se la echó por completo en el cabello, sin embargo el extraño y espeso contenido tardaba en salir, cuando el envase quedó vacío lo arrojó al suelo y trató de masajearse el cuero cabelludo, intentó retirar las manos al sentirlas pegajosas y no suaves, pero estas continuaban adheridas a su cabello, consiguiendo que las carcajadas de Gar regresaran.

Cyborg entró en la cocina para dejar la carne asada cuando vio a su amigo Gar destornillándose de la risa en el suelo, al ver a Speedy que apretaba los dientes mientras trataba de despegar las manos del cabello, no pudo evitar carcajearse.

-Escuché que la jalea real era buena para el cabello, pero creo que exageraste esta vez, Speedy- consiguió decir antes de estallar otra vez en carcajadas.


Según el reloj de la pared eran las dos de la madrugada, generalmente robaba a medianoche, pero ésta vez se había tardado más de lo normal en terminar el plan de ataque, todo por culpa de Hikari que lo había enfrentado en el momento menos oportuno.

La habitación estaba completamente oscura, los guardias que la custodiaban se encontraban inconscientes, las redes láser de color escarlata brillaban de forma retadora, el joven y apuesto ladrón de negro sonrió detrás de su blanca máscara y con agilidad atravesó esa impertinente red que lo separaba de su objetivo, no le costó mucho llegar hasta donde deseaba, apenas un par de minutos, finalmente tras tanto trabajo vigilando el lugar para saber los movimientos de los empleados, revisar tantos planos y descifrar el mejor modo de desconectar las alarmas de la fabrica lo había conseguido, observó burlonamente el pequeño pero poderoso chip que se encontraba protegido por un fuerte cristal, con total despreocupación sacó una de sus "X" color rojo, dibujó un círculo en él y con cuidado lo retiró, la alarma de éste era la única que no se podía apagar sin que se activara y llamara a la policía, metió su mano con cuidado, evadiendo varias líneas rojas que se activarían con el más mínimo contacto y sacó triunfalmente el chip, sonrió con satisfacción, sintiéndose sumamente orgulloso de haberlo conseguido cuando muchos otros no lo habían logrado, inflando más su ego, sintiéndose el hombre más listo del planeta hasta que un débil aplauso lo hizo levantar la vista descubriendo que no estaba solo en ese lugar, alguien más se encontraba oculto entre las sombras.

-¿Quién eres?- preguntó Red X, preparando varias de sus "X" rojas para lanzárselas, era una misión que tras varios meses había logrado convencer a sus superiores para que se la dieran y ahora que estaba casi cumplida no estaba dispuesto a devolver el chip, pelearía contra quien sea por él.

-¿En verdad quieres saberlo?- inquirió seductoramente una voz femenina que hizo que el atractivo ladrón bajara sus armas, había algo en el modo de pronunciar aquella frase que lo desarmaba.

De entre las sombras salió una figura cubierta por una gabardina larga y oscura, las sombras ocultaban vilmente el rostro de aquella mujer, aunque la negra tela se amoldaba perfectamente a sus pronunciadas curvas. El apuesto criminal se acercó a ella de forma inconsciente, como si ella fuese alguna clase de imán que lo atraía aun contra su voluntad, la curiosidad lo mordía por averiguar cómo era el rostro que se ocultaba bajo aquella oscuridad.

-¿Quién eres?- preguntó de nuevo, incapaz de retirar la vista de aquella mujer.

Ella no respondió, se limitó a mover sus brazos, las mangas resbalaron un poco, revelando una piel blanca, sus manos -cubiertas por unos pequeños guantes blancos de alguna tela suave y delicados adornados con encaje- se dirigieron hacia el cabello que se ocultaba dentro de aquel abrigo, dio un par de pasos, dejando ver una cabellera de un exquisito tono rubio cobrizo adornada por una elegante flor hecha de brillantes, sacó su larga y ondulada cabellera, levantando la vista hacia él, dejándolo completamente pasmado, había visto mujeres hermosas en el pasado, pero al ver el rostro de ésta mujer, descubrió que aquellas mujeres jamás se podrían comparar ante la belleza divina de aquel rostro, la palabra hermoso le quedaba demasiado corta, comenzaba a sospechar de que aquellos tentadores labios rojos eran la puerta del infierno, y él estaba dispuesto a abrirla con tal de perderse en ellos, tuvo que hacer un gran esfuerzo para apartar la mirada de aquella suave y apetecible boca que estaba seguro lo llevaría a la perdición, descubriendo que los ojos de la bella mujer se encontraban vilmente ocultos bajo un sofisticado antifaz rojo decorado con un intrincado diseño. Red X la observó fascinado, la belleza de esa mujer sin duda era un imán para el sector masculino.

-¿Cuál es tu nombre, preciosa?- inquirió interesado Red X, sin quitarle la vista de encima, el ladrón creyó haber visto a la hermosa muchacha algo intimidada al ver como él comenzaba a rodearla, impidiendo de algún modo que ella escapara, pero realmente no estaba seguro de si lo había visto o no, ya que ella mantenía fija su atención en los movimientos que realizaba y no parecía en lo más mínimo atemorizada, avanzó un pequeño paso hacia ella notando aquella fragancia tan exquisita que parecía rodearla.

-¡ALTO AHÍ, RED X!-

Tanto el criminal como la misteriosa mujer perdieron el contacto visual al escuchar aquella varonil voz, tratando de ubicarlo en la sombras.

-Vaya, vaya, vaya pero si es el ex chico bueno, ¿No deberías estar buscando a tu hermosa ex-compañera titán?- preguntó Red X, en un tono de voz que parecía estarle reclamando, sorprendiendo al hombre enmascarado.

-Eso es algo que no te incumbe- dijo entre dientes el ex -líder de los Jóvenes Titanes, ignoró la punzada de dolor ante la mención de Starfire y apretó con más fuerza su arma.

La mujer de cabello rubio cobrizo observó con interés la escena, pero no intervino, al parecer el recién llegado aun no reparaba en su presencia, se llevó una mano a su oído derecho, acomodando con elegancia su arete con forma de rosa de brillantes, moviendo sus labios, su mano derecha se elevó, cubriéndolos.

-Devuelve el chip que acabas de robar- ordenó Nightwing amenazándolo con su bo de acero, el criminal rió a carcajada limpia, finalmente podría enfrentarse a Nightwing, era algo que había extrañado en todo ese tiempo que había estado ausente.

-¿Qué te hace pensar que obedeceré tus ordenes? - lo cuestionó con burla Red X, le encantaba molestarlo, era una de sus fuentes de diversión que se había visto obligado a renunciar para estar cerca de Starfire, reprimió un suspiro al pensar en ella, quien en esos momentos debía encontrarse durmiendo pacíficamente en la Mansión Anderson.

Nightwing lo observó con furia, no llevaba ni dos días de haber regresado a Jump City y ya se encontraba luchando contra el mal, ésta semana parecía empeorar más a cada segundo.

-¿Por qué mejor no te vas?, acabas de interrumpir algo muy importante- le exigió el criminal.

Nightwing alzó una ceja con curiosidad, sabía que por "algo importante" no se refería al robo, el tono de su voz… rebelaba tranquilidad, algo extraño viniendo de alguien con el corazón roto, otro corazón roto por la desaparición de Starfire, ¿Acaso Red X ya se había resignado?. Pero si él se hubiese rendido en la búsqueda no le habría preguntado por Starfire tal y como lo había hecho unos minutos antes. Entonces…¿por qué estaba tan tranquilo?

¿Sería posible que Red X supiera algo que él ignoraba?

-¿A qué te refieres?- preguntó sin poder ocultar su desconcierto, pero aun así preparado para pelear.

-Esta belleza estaba por darme su nombre.- respondió Red X, señalando con una pequeña reverencia a la hermosa joven que observaba todo.

-¿Quién eres?.- preguntó Nightwing observando fríamente a la hermosa joven que mantenía su mirada fija en él y en Red X, como si ella los hubiese estado esperando. ¿Por qué no se había dado cuenta de su presencia cuando llegó?

-¡Te tenemos rodeado, X!-exclamó una potente voz, ligeramente más grave que las demás, tanto el criminal como Nightwing dejaron de ver a la joven que les sonreía, para finalmente encontrar a Cyborg, Chico Bestia -y para sorpresa del solitario héroe- a Speedy con una gorra de béisbol rodeándolos.

¿Qué hacía Speedy en el equipo?, ¿Dónde demonios estaba Raven? Y ¿desde cuándo Speedy había incluido una gorra de béisbol a su traje, siendo que siempre solía presumir su "bello" cabello?

Cyborg rodeó a Red X, sin reparar en la mujer que había vuelto a ocultarse en las sombras, apuntándole con su cañón sónico, sorprendiéndose al encontrar a su amigo en la escena.

-¡¿Por qué diablos insisten en interrumpir?- exclamó fastidiado Red X, Nightwing lo ignoró y les sonrió a sus amigos a modo de saludo, después de todo él no había planeado esa situación por lo que no estaba incumpliendo el maldito contrato.

-¡Amigo, Volviste!

Changeling corrió emocionado a abrazar a su amigo, quien liberó una risita, no le sorprendía que su amigo verde lo hubiese reconocido, seguramente Cyborg le había explicado lo de su nueva identidad.

-Estamos aquí para detener a un criminal, no para saludar a los viejos amigos- se quejó Speedy cruzándose de brazos.

-Aunque odie admitirlo, él tiene razón- dijo Nightwing, haciendo que finalmente Garfield, su nombre real, rompiera aquel abrazo rompe huesos, era bueno saber que a pesar de que ahora era un adulto, al menos de forma física, el aire infantil que siempre lo identificó permanecía intacto.

-Aguafiestas- susurró Garfield sacándole la lengua al titán con la gorra de béisbol.

-Dinos quién eres- exigió Nightwing avanzando al igual que Red X hacia la mujer, los Titanes lo observaron sin comprender hasta que una figura femenina salió a la luz, quedando a menos de 40 metros del criminal y del héroe solitario.

En el hermoso rostro de la mujer se dibujó una sonrisa, enroscó un mechón de cabello en el dedo de modo coqueto y los continuó observado, de un momento a otro empezaría la diversión, no era la primera vez que realizaba ese tipo de trabajos pero al terminar con éste demostraría que no era una novata, sus rojos labios ensancharon la sonrisa unos milímetros, los suspiros del sector masculino no se habían hecho esperar, el primero había sido el tipo con la gorra de béisbol y segundos después los otros dos que lo acompañaban, solo los primeros dos hombres enmascarados no parecían tan afectados a sus encantos, eso no sería problema para ella.

-Es hermosa- murmuró babeando Changeling completamente idiotizado, si Raven lo viese en ese estado le daría una paliza... Raven, pensó el titán borrando la sonrisa de idiota.

-No cabe duda de que Dios debe estar como loco al ver que la más hermosa de sus ángeles se ha perdido aquí en la Tierra- musitó Cyborg.

-Ella es una diosa- fue lo único coherente que pudo decir Speedy ignorante del hilillo de saliva que empezaba a bajar de la comisura de sus labios.

-Pueden llamarme: Afrodita- respondió finalmente la joven aventando su larga y ondulada cabellera hacia su espalda, consiguiendo que la flor que adornaba su cabello brillara con intensidad ante la luz de un débil rayo lunar.

-Afrodita, como la hermosa diosa griega del amor- suspiró con aire soñador Speedy.

-El nombre es perfecto para ella, tan perfecta como ella lo es- murmuró Cyborg, mientras su amigo verde parecía encontrarse en una lucha mental.

-¿Eres amiga o enemiga?- preguntó Nightwing ignorando los continuos suspiros de sus amigos.

-Ninguna de las opciones, trabajo sola- reconoció Afrodita.

Red X sonrió y se acercó a ella, vigilándola desde cada ángulo, tratando de averiguar la identidad de la mujer bajo el antifaz, una figura así sería imposible de olvidar, con un poco de asombro notó los zapatos de tacón de aguja que llevaba, ¿acaso estaba loca?, ¿cómo se suponía que iba a pelear con ese calzado?, por Dios se rompería el cuello si se llegase a tropezar, por lo que con firmeza decidió que la ayudaría, quizá sólo por esta ocasión, si quería ser una criminal lo primero que ella debía aprender sería a llevar ropa cómoda, esa sería la primer lección, quién sabe, hasta podría convertirla en su compañera.

-Eres realmente hermosa- murmuró sin aliento finalmente, fracasando en su intento por alejarse de ella, era inútil, su belleza y la seductora voz lo jalaban, atrapándolo.

Definitivamente la quería cerca suyo, estaba tan embobado mirándola que no se había percatado del modo sensual en que ella se estaba acercando a él, con el cabello danzando en su espalda a cada contoneo de sus caderas, casi saltó cuando ésta llegó frente a él robándole el aliento una vez más, al igual que al resto, la miró con atención, sonrojándose cuando Afrodita acercó su rostro al suyo, deslizando suavemente las manos por su masculino pecho, dejando una estela de calor acompañada por un exquisito aroma floral, entonces la respiración se le cortó, los labios de ella habían rozado débilmente la mejilla derecha de la máscara, deseando que ésta desapareciera y que pudiese sentir su piel. Aun sintiendo el calido aliento en su oído, ella pronunció una frase que su cerebro aun atontado no logró descifrar, tragó con fuerza, al sentir como sus mejillas ardían, deslizó rápidamente los brazos para acercarla más a él, pero sus brazos lo único que sostuvieron fue aire, ya que Afrodita había dado un limpio salto mortal invertido dándole el aire un elegante efecto a la gabardina al aterrizar por lo menos a 12 metros de distancia del criminal.

-¿Qué?- logró balbucear de modo estupido Red X, sin darle importancia a las quejas de los titanes y a la mirada molesta de Nightwing.

-Gracias por todo, guapo- repitió Afrodita, ésta vez elevando un poco su voz para que la pudiesen escuchar los demás, guiñándole un ojo al confundido criminal.

-¿De qué...?- preguntó débilmente aún sin salir por completo de su estupor.

Afrodita como respuesta enseñó el chip que minutos antes Red X había robado, causando que los hombres la mirasen atónitos y que su sonrisa se ensanchara.

-Pero... ¿Cómo...?- preguntaron todos a la vez, notablemente sorprendidos.

Red X sonrió detrás de su máscara, esa mujer realmente era lista y veloz, ni siquiera había sentido cuando ella le quitó el chip, quizás porque su perfume lo había distraído o bueno, ¿a quién quería engañar? simplemente se había descuidado disfrutando de la caricia.

-Ahora si me disculpan, tengo que irme- se despidió Afrodita lanzándoles un beso a Red X y otro a Nightwing, para rápidamente darles la espalda a los presentes y huir.

-Eso está por verse- susurró una fría voz-¡Azarath, Metrion, Zhintos!-

Todos se giraron tratando de ubicar a la dueña de aquella incomparable voz, ignorando los objetos que volaban contra la joven, quien los evadía con extrema facilidad. Changeling, saliendo completamente de su ensueño se convirtió en un león y se lanzó contra Afrodita, ésta lo observó con aburrimiento esquivando los ataques sin problemas aunque sorpresivamente con ágiles y delicados movimientos, en cuanto vio un hueco en la defensa del león lo pateó, el golpe habría parecido débil e inexperto si el león no hubiese salido volando atravesando la red de láser rojos y estampándose contra la pared activando la alarma.

-¡Atrápenla!-exclamó furiosa Raven intentando atrapar a la criminal, el león verde sacudió la cabeza y la observó, regalándole una sonrisa felina, consiguiendo que un casi imperceptible rubor adornara las mejillas de la bruja, Speedy también había reaccionado, y aunque detestaba la idea de lastimar a esa joven, no le quedó más remedio que lanzar varias de sus flechas para intentar detenerla, sin embargo al ver como Afrodita las sostenía con los dedos y se las devolvía con una fuerza sorprendente, se agachó evitando que una le diera en la cabeza y se sujetó la gorra con fuerza, no podía permitir que ésta cayera frente a una mujer tan bella aunque fuese alguien malvada, no obstante otra flecha le dio en la pierna comenzando a congelarla, asustado retiró las manos de la gorra y trató de retirársela antes de que el hielo lo cubriera por completo sin notar como la gorra caía revelando el cabello rosa y mal cortado, pero ya era tarde, el hielo rápidamente lo cubrió.

Nightwing se agachó cuando una barrica por poco lo derriba, observó en dirección a los titanes y tuvo que contener el ataque de risa al ver la razón por la que Speedy usaba gorra, volvió su atención a sus amigos.

Cyborg se lanzó contra Afrodita al ver como Speedy quedaba congelado al ser tocado por una de sus propias flechas y para evitar carcajearse de la nueva imagen del ex-pelirrojo, intentó patearla, pero ella le detuvo la pierna con la mano izquierda, quiso darle un puñetazo, fallando cuando en un movimiento fluido se agachó tomando impulso con las manos en el suelo, atestándole un golpe en el abdomen que hizo que cayera en la red de láser, causando que otra alarma se activara. Completamente adolorido se preguntó cómo demonios se podía mover de forma tan ágil con esos zapatos.

-No quiero hacerles daño, así que se los digo por las buenas, déjenme sola y no se metan en mi camino- pidió Afrodita retirándose el cabello que le había cubierto el rostro durante la pelea.

Nightwing quedó deslumbrado, algo en esas últimas palabras había despertado aquellas mariposas que dormían en su estomago y que ahora revoloteaban sin parar, acompañadas de un escalofrío

-Te dejaremos en paz en cuanto nos devuelvas el chip- respondió Nightwing ignorando aquella maldita sensación, acercándose cautelosamente hacia ella, ya había comprobado que era verdaderamente hábil y con un solo movimiento en falso ella escaparía.

-Lo lamento, pero no puedo hacerlo- fue su única respuesta antes de saltar hacia atrás esquivando varios ataques de Raven y del cañón sónico de Cyborg quien corría hacia ella.

-Azarath, Metrion... - comenzó Raven, pero una X roja se adhirió a su boca impidiéndole terminar el hechizo, frenando de algún modo sus poderes, fulminó con la mirada al responsable, quien la ignoró.

-Podríamos trabajar juntos, preciosa.- le ofreció Red X acercándose detrás de ella, quedando rodeada entre Nightwing y él.

-Ya se los dije, trabajo sola- les recordó ella, observando los vanos intentos de Raven por quitarse aquella X que se encontraba incrustada a su boca.

Changeling sorprendió a los dos hombres que rodeaban a la joven cuando apareció convertido en gorila, intentando atraparla con sus colosales manos, Afrodita saltó y aterrizó por un breve par de segundos en la mano de éste para tomar impulso y patearlo, aun en el aire sacó de su gabardina una pequeña botella de cristal rojo que lanzó contra el suelo al tiempo que se apartaba de la trayectoria que daría el aire y aterrizaba en el otro costado de la habitación. El gorila verde se puso de pie sólo para segundos después volver a su forma humana, cayendo fuertemente contra el suelo al percibir el agradable aroma que desprendía el líquido de la ahora rota botellita de Afrodita, Raven se aproximó con rapidez para ayudarlo, logrando percibir el delicado y agradable aroma a flores, finalmente el titán verde logró ponerse de pie, sólo para caer desmayado seguido de Raven.

-Pero ¿Qué...?.- preguntó sorprendido Nightwing.

Cyborg, quien ahora estaba detrás de Afrodita, corrió para intentar detenerla, pero quedó fuera de combate al ser derribado de una patada, quedando atrapado contra la pared cuando rápidamente ésta le lanzó varias rosas rojas, quiso liberarse, pero por más que lo intentaba aquellas bellas flores no cedían, manteniéndolo prisionero contra la pared.

-Realmente tiene estilo- admitió con orgullo Red X al ver a Raven y al tipo verde completamente desmayados- Tiene la elegancia de una diosa- explicó al reparar como ahora peleaba contra Nightwing, la vio girar suavemente en el aire y deshacerse de la gabardina, que flotó de forma agraciada revelando su vestimenta.

La suave y delicada tela color rojo pasión del vestido se movió grácil y armoniosa a los delicados giros de la hermosa joven al dar una fuerte patada logrando que el bo de acero del ex Chico Maravilla saliera volando, Nightwing algo intimidado por tener que atacar a una mujer y encima con aquella sexy vestimenta trató de controlar la fuerza de sus golpes, quiso patearla, pero ella se hizo a un lado girando de forma elegante, confundido notó cómo ella lo golpeaba en la espalda, haciéndolo tropezar y por poco caer, esta vez trató de golpearla con el puño, pero Afrodita dio un salto, girando en el aire dejando ver con mayor claridad sus largas y perfectas piernas, aterrizando unos metros detrás de su contrincante, la luz azulada de la luna y las incesantes luces rojas de la alarma les permitía a los chicos ver con mayor claridad ese majestuoso cuerpo que sin duda debía pertenecer a una diosa, su cintura seguramente era envidiada por muchas y la perdición de muchos, en una rápida maniobra atrapó ambas manos contra la espalda de la joven, acercándola más a él, ella mostró algo de sorpresa en las facciones de su rostro, quedando demasiado cerca, él fácilmente podría robarle un beso si así lo deseara, solo tenía que acercar su rostro un par de centímetros, se obligó a apartar ese pensamiento de su mente, ella le sonrió de forma coqueta, ignorando los reclamos de Red X, al notar como por un segundo éste disminuía la fuerza con que la tenía sujeta no lo dudó y se liberó de su abrazo, él maldijo en silencio el hecho de que cada maldito movimiento de ella fuese tan tremendamente sensual, casi parecía que en lugar de pelear estuviera bailando un afrodisíaco baile, haciéndole bajar la guardia, se obligó a concentrarse y al ver cerca su bo de acero fingió hacer un ataque para distraerla, como era de esperarse ella se apartó y él con un rápido movimiento recuperaba su arma.

-Me gustaría continuar disfrutando de la compañía de ambos- dijo ella deteniendo un nuevo golpe del bo de acero- pero debo irme- informó con una seductora sonrisa tras ser arrinconada contra la pared por Nightwing.

-Me temo que tendrás que quedarte- le susurró Nightwing jadeando aun por la pelea, colocando su bo como una nueva barrera, además de su cuerpo, evitando que ella pudiera escapar.

-¡Déjala!- exigió Red X al ver el modo en que la tenía atrapada, un sentimiento de posesión reptó por su columna, Nightwing no era digno de la cercanía que compartía, de forma inconsciente, con aquella hermosa joven, corriendo para separarlo de ella.

-Tú no me das órdenes- respondió el hombre de traje azul y negro sin siquiera voltear a verlo, lanzándole un birdarang con forma de halcón azul y negro que había creado una cortina de humo para distraerlo.

-Eres un caballero, Red X- dijo ella sonriéndole al criminal una vez que éste había atravesado la cortina de humo, ocasionando que el hombre que la mantenía atrapada se molestara- Y tú también lo eres, aunque no conozco tu nombre- continuó acariciándole brevemente la mejilla, provocando que un casi imperceptible sonrojo apareciera en las mejillas de Nightwing, no le había pasado desapercibida la forma en que él se contenía para atacarla con todas sus fuerzas, siendo que ella le había ofrecido varias oportunidades de darle un buen golpe, sin embargo había tenido mucho cuidado de no lastimarla demasiado.

-Pero, como les dije antes, debo irme- señaló con un tono de voz sumamente provocativo pasando los brazos por el cuello de un sorprendido Nightwing, quien totalmente sorprendido dejó caer el bo con el que la mantenía atrapada.

Nightwing tragó saliva, podía sentir el tibio aliento de los carnosos y deseables labios rojos de la hermosa joven, no sabía por qué su aroma se le hacía familiar, esos labios, él los había visto antes, observó el antifaz, deseando poder ver directamente los ojos de la hermosa joven y totalmente paralizado sintió aquellos suaves y delicados labios en la mejilla derecha, tocando levemente la esquina de su boca, con sensualidad resbaló las manos sobre sus hombros, tomando impulso y saltando, perdiéndose en la oscuridad, escuchó que tocaba el suelo y pocos segundos después como saltaba de nuevo.

Él no era el único sorprendido ante la acción de la hermosa joven, Red X totalmente paralizado por lo que había visto, Cyborg con la boca hasta el suelo y un semi congelado Speedy lo observaban entre sorprendidos y molestos.

-¡NIGHTWING, DETENLA!- gritó malhumoradamente Cyborg aun atrapado en la pared, refunfuñando sobre las malditas flores y su uso.

Red X reaccionó y siguió rápidamente a la joven, no pasó ni un minuto cuando Nightwing lo seguía, lo fulminó con la mirada hasta que finalmente llegaron al techo de la fábrica, donde Afrodita los observaba de forma seria al tiempo que volvía a ponerse la gabardina.

Nightwing se preguntó en silencio ¿en qué momento la había recuperado?, se acercó a ella, quien permaneció en el mismo lugar, observándolos de modo retador.

-Es la última vez que se los pido por las buenas, ustedes dos me agradan, no quiero dañarlos- anunció la joven cruzándose de brazos.

-¿A nosotros no nos quieres hacer daño, pero a mis amigos sí?- replicó Nightwing con ironía.

-El Chico Verde y la chica de la capa oscura, están bien, lo que ellos olieron es un somnífero, no tendrán efectos secundarios- informó la joven sacudiéndose un poco de polvo de la gabardina.

-¿Qué hay de Cyborg y Speedy?- preguntó Nightwing.

-¿Quiénes?- preguntó ella confundida.

-Se refiere a la lavadora con patas y al tipo de la gorra de béisbol cuyo cabello rosado parece que se lo mordisqueó una vaca, al que le regresaste las flechas- explicó Red X, quien no parecía nada molesto con ella tras haberle robado el chip que él había sustraído con tanto trabajo.

-La flecha que le regresé al de la gorra de béisbol era para congelarlo, no le hice daño, en cuanto al hombre mitad robot, intenté golpearlo lo menos fuerte posible, así como con el chico verde, si realmente quisiera matarlos, créeme que ya lo habría hecho, pero ese no es mi estilo- explicó Afrodita jugueteando distraídamente con la pulsera de su mano izquierda sin dejar de mirar a los dos chicos frente a ella.

Red X la observó con admiración, mientras Nightwing la miraba sorprendido e impactado por la sensualidad que esa hermosa mujer desbordaba a luz de la luna, apartó aquella imagen de su mente, y se concentró, debía recuperar aquel chip.

-Adiós guapos y ya no se peleen entre ustedes, hacen un gran equipo- se despidió Afrodita arrancando una pequeña piedra roja similar a un rubí, les lanzó un beso volado a ambos y arrojó la piedra provocando que al hacer contacto con el suelo ésta explotara y una cortina de humo apareciera.

Nightwing y Red X lanzaron al mismo tiempo sus armas para intentar detenerla, a pesar de que entre el humo y la oscuridad de la noche no se les hacia fácil poder ver. Tras varios minutos, finalmente el humo se disipó, descubriendo que Afrodita había escapado.

El héroe de cabello oscuro observó sin habla en todas direcciones, en busca de algo que le diera una ligera pista del rumbo que ella había tomado, mientras Red X miraba asombrado como la X que le había lanzado tenía clavada una rosa idéntica a las que aun mantenían atrapado a Cyborg contra la pared.

-Ella tenía razón- indicó Red X incapaz de ocultar el asombro en su voz, retirando la rosa de su X, observándola entre admirado y espantado.

-¿A qué te refieres?- preguntó molesto Nightwing, por más que mirase no lograba verla corriendo por ningún lado, ni siquiera escuchaba sus pasos, era como si simplemente se hubiese esfumado.

-Si ella lo hubiese querido nos podría haber asesinado en cualquier momento, pero no lo hizo- respondió Red X, Nightwing lo observó sin entender- Observa el birdarang que le lanzaste- señaló el criminal.

Decidió hacerle caso, por lo que se agachó y tomó su arma, dándose finalmente cuenta de lo que Red X hablaba, el birdarang tenía encajado en el centro una hermosa rosa roja, la retiró y observó la punta del tallo, ahogando un grito de sorpresa.

-Punta de Diamantes, la lavadora con patas tuvo suerte de que ella se las hubiera lanzado para aprisionarlo contra la pared y no contra su cuerpo- dijo Red X, para después desaparecer con la ayuda de su nuevo cinturón.

Estuvo así por unos segundos hasta que las sirenas que provenían de las patrullas lo lograron sacar de sus pensamientos, de un ágil salto bajó hasta donde se encontraban sus amigos, Speedy intentaba descongelarse por completo para recuperar su gorra y cubrirse la cabeza, mientras Cyborg aun luchaba tratando de liberarse de la pared, Raven y Gar permanecían tranquilos en el mundo de Morfeo, abrazándose el uno al otro de modo inconsciente.

Ayudó a Cyborg hasta finalmente conseguir que este cayera al suelo, le explicó brevemente lo que Afrodita les había dicho así como de lo que estaban hechas las rosas y tras pedirle que se hiciera cargo de la policía procedió a retirarse.

-Nightwing- lo llamó Cyborg antes de que éste se perdiera de vista, esperó un momento a que se girará y cuando lo hizo prosiguió- Cuando quieras puedes volver a la Torre, es y siempre será tu hogar.

Nightwing trató de sonreír, pero el sólo recuerdo de volver a aquella torre sin la presencia de Starfire eliminó cualquier rastro de sonrisa.

-Lo pensaré- respondió sintiéndose culpable al mentirle, él no regresaría a la torre, no hasta que encontrara a Starfire, aun se negaba a creer que aquel cuerpo que había visto hacía dos años en la morgue se tratase de ella, les había ocultado a los demás aquella información, no quería que sufrieran tal y como él lo hacía.

Cyborg suspiró al tiempo que lo veía irse, caminó hasta donde sus amigos permanecían durmiendo tranquilamente, se arrodilló y recogió algunas muestras del vidrio y unas pequeñas gotitas del líquido, tuvo que cubrirse la nariz para evitar caer desmayado ante la fragancia, al terminar guardó las muestras y procedió a jalar a los dos titanes para llevarlos al auto T, segundos después entró la policía, quienes rápidamente lo ayudaron a cargar a los titanes y llevarlos al vehículo.

Respondió las preguntas de los oficiales y les aseguró que trabajarían muy duro para atrapar al responsable.


Media hora después, Red X entró con cuidado a la mansión, caminaba por los pasillos en dirección a su habitación para cambiarse y dormirse cuando se topó con la habitación de Starfire, tratando de hacer el menor ruido posible abrió la puerta y entró, revisó en su cinturón y sacó una pequeña linterna, iluminando el bulto en la cama de la chica, ésta se dio la vuelta aun dormida, se acercó un poco más para ver con mayor claridad su rostro, cuando comprobó que realmente se trataba de ella dejó escapar un suspiro de alivio, ella se movió y apretó los ojos aun cerrados con fuerza por lo que apagó la linterna y velozmente salió de la habitación para dirigirse a la suya.

Minutos más tarde se encontraba guardando el traje de Red X, junto a la rosa que Afrodita le había lanzado. ¿Quién era ella? Y ¿cómo rayos había logrado entrar sin que él lo notara?

Maldijo por lo bajo, había perdido el chip y tendría que escuchar los reclamos de sus "superiores", tenía que recuperarlo, no podía permitirse el lujo de que le perdieran la confianza, sonrió, encontraría el chip y a aquella bella mujer, Afrodita, pensó ensanchando la sonrisa.

Se pateó mentalmente, ¿en qué demonios estaba pensando?, él amaba a Starfire, Afrodita era hermosa, no lo podía negar, pero él estaba perdidamente enamorado de Star y no dejaría que una tonta y poderosa atracción lo separara de ella.

Frunció el ceño, al parecer Afrodita no sólo estaba interesada en él si no también en Nightwing, ¿ó sólo era parte de la distracción para escapar?, se preguntó recostándose en la cama.


Una hora después Nightwing salía del baño y se secaba el cabello con la toalla, sabía que no podía quedarse mucho tiempo en Jump City, ya que mañana tendría que volver a Ciudad Gótica y aun tenía que conseguir un traje para el estupido baile de caridad que Bruno había organizado, la prensa estaba ansiosa por averiguar a quien llevaría al evento, iría solo, no se sentía con ánimos para invitar a alguna de las chicas que Bruno insistía en presentarle.

Arrojó la toalla a una silla y desenredó la cabellera negra, no se la había cortado desde la desaparición de Starfire. A unos metros de él Nighty ronroneó en sueños, le sonrió a la felina y terminó atando su cabello con una liga, al menos tenía algo de compañía, ¿quién iba a decirlo?, había comprado a Nightfire para que le hiciera compañía a Star tras la muerte de su amado Silkie y ésta había terminado haciéndole compañía a él.

Rió por un par de minutos al recordar el estado del cabello de Speedy, realmente Red X tenía razón, parecía que una vaca lo había masticado, en silencio felicitó a sus amigos por aquella broma que le gastaron al titán.

La risa terminó dando paso a la nostalgia, se había negado a acompañar a Cyborg a la Torre titán, en primer lugar porque no se sentía preparado y en segundo porque no estaba seguro de controlar el impulso de golpear a Speedy tras recordarle continuamente que había sido su culpa que Starfire hubiese desaparecido, su corazón ya se encontraba demasiado desgarrado y adolorido como para soportar los hirientes comentarios del titán del este que bañaban a su corazón de ácido, y en tercero porque tanto Chico Bestia como Raven se encontraban dormidos, extrañaba tanto a sus amigos, algún día, quizás en un futuro lejano, cuando su corazón lo pudiese soportar iría a la torre, pero no ahora, aun no estaba listo.

Suspiró, el chip que esa mujer, Afrodita, había robado era demasiado peligroso en las manos equivocadas, debía averiguar quién era ella y para quién trabajaba, así como continuar con su búsqueda. Una vez que llegara a su base de operaciones analizaría con detalle la rosa y los microscópicos pedazos de la piedra que les había arrojado a él y Red X.


Al día siguiente en la Torre Titán...

Cyborg continuaba revisando las rosas de Afrodita, pero aun no lograba encontrar algo para identificarla, ni siquiera había conseguido alguna huella digital o muestra de ADN, no había obtenido absolutamente nada. Completamente frustrado se sentó en la silla giratoria, ¿cómo había permitido que una chica lo venciera?, y peor aun una criminal de bajo rango.

Un suave pitido proveniente de la computadora central de la torre lo sacó de sus pensamientos, giró la silla y avanzó hasta ésta, tecleó algunas cosas y con sorpresa vio su contenido.

Tragó saliva, Afrodita, la diosa criminal como la llamaban algunos medios de comunicación, no era ninguna principiante, todo lo contrario, había burlado los mejores sistemas de seguridad no solo en Estados Unidos, sino en Tokio, Moscú, China, y la lista seguía, su marca era muy conocida, siempre dejaba una de sus rosas. Era una gran cantidad de robos limpios y sorprendentemente ningún herido, nadie la había visto realmente, sólo especulaban sobre como debía ser, en realidad no tendrían una descripción decente de no ser por los súper héroes que habían tratado de detenerla y que ella había derrotado sin ningún problema, anotó la lista de los lugares y los nombres de los titanes que la habían tratado de detener, se pondría en contacto con ellos de inmediato.

A unos metros de ahí Speedy observaba furioso el periódico, habían publicado a todo color una fotografía suya mostrando el terrible desastre que Cyborg le había ocasionado a su amado cabello, había conseguido un tinte de su tono natural y ahora esperaba que los 30 minutos se pasaran para enjuagárselo y ver su amada cabellera pelirroja, más tarde le pediría a Bee que lo ayudara a cortarlo, después de todo Cyborg la había llamado hacía apenas una hora, por lo que debía venir en camino.


Raven despertó completamente desorientada, se sentó en la cama y bostezó, se sentía completamente relajada y confundida, ¿en dónde estaba?, se puso de pie y abrió las cortinas de la habitación, reprimiendo otro bostezo observó el lugar ahora iluminado, tardó un par de minutos en que su cerebro adormilado conectara las piezas y descubriera la respuesta.

Era su habitación de la Torre Titán, ¿cómo había llegado ahí? Lo ultimo coherente que recordaba era haber estado meditando con los sacerdotes y con su madre en el templo de Azarath , donde angustiados le informaron que...

Un suave "oh" salió de sus labios al recordar aquello, así como su regreso a Jump City y la pelea contra Afrodita, ésta había dejado inconsciente a Chico Bestia.

-¡Chico Bestia!- exclamó saliendo disparada de la habitación al llegar a la puerta que solía tener el nombre su amigo se sorprendió al encontrar otro nombre.

-¿Changelin?-pensó, ¿y ese quién es?, atravesó la puerta con la ayuda de sus poderes encontrando el desastre representativo de Chico Bestia, atravesó varias montañas de ropa sucia y una pila de VHS y DVD caseros, encontrando finalmente al titán durmiendo placidamente en su cama abrazando una almohada, se acercó levitando hacia él, descubriendo asombrada una de sus viejas capas oculta dentro del forro de la almohada, el chico suspiró su nombre, haciéndola sonrojar.

Lo observó complacida por algunos minutos, lo había extrañado tanto, incluso sus tontas bromas y sus chistes sin sentido, sonrió de forma dulce, y para sorpresa del titán verde que acababa de despertar nada extraño sucedió en la habitación, nada se había roto, o había levitado o algo por el estilo.

-Rayos- pensó él -estoy soñando-refunfuñó girándose tan abruptamente que cayó al suelo, sacando a la titán de sus pensamientos.

-Hola- lo saludó Raven al notar como el titán seguía mirándola embobado.

-¿Sigo soñando?- le preguntó él no muy convencido, después de todo el golpe le seguía doliendo.

-No, creo que ese golpe te despertó casi por completo- respondió riendo interiormente.

-Entonces, ¿no desaparecerás de un momento a otro?- le preguntó de forma cautelosa, ella negó con la cabeza y medio segundo después el titán se arrojaba sobre ella.

-¡Raven!- gritó abrazándola con más fuerza-No puedo creer que hayas vuelto, no tienes idea de como te extrañé, yo lo sabía, Cy no pensaba que volverías, pero yo sí, nunca dudé de ti- dijo sin parar de hablar hasta quedarse sin aire.

La miró por un momento y aflojó el agarre al ver que por poco la deja a ella también sin aire, era algo que a él le gustaba hacer, pero de una mejor forma, en cuanto vio que ella recupera su compostura, la besó, ella se quedó estática por un breve momento, pero rápidamente le correspondió.


Hikari leía absorta el periódico, mientras su padre revisaba algunos papeles, Xavier se sentó frente a la joven castaña y buscó a Starfire en la mesa, pero no se le veía por ningún lugar.

-Aun no baja- respondió Hikari dándole un sorbo a su jugo de frutas, su padre miró de forma significativa a Xavier, quien trató de ignorar aquella mirada que lo reprendía.

-Buenos días-los saludó Starfire sentándose junto a su hermana, una sirvienta le sirvió el desayuno y con una sonrisa le agradeció sus servicios.

-Buenos días, Kari- la saludó su padre adoptivo sonriéndole de forma cariñosa, mientras su hermana Hikari acercaba el periódico hasta casi rozarle la cara al leer algo que llamó poderosamente su atención.

-¿Qué lees tan concentrada?- le preguntó Xavier a Hikari para molestarla.

-Una nota de un robo- respondió ella bajando el periódico y señalándoles la nota a su familia y Xavier.

-¿Qué se llevaron?- preguntó su padre dándole un sorbo a su café importado.

-Al parecer no falta nada, pero se rumora que sustrajeron un chip con valiosa información- leyó Hikari mirando de modo significativo a Red X, le sonrió de forma burlona, pero él hizo una mueca que ella no supo interpretar.

-¿Me prestas la sección de historietas?- le preguntó Starfire, Xavier la buscó y se la entregó con una sonrisa seductora.

Hikari reprimió un resoplido, al principio era cómico ver como Xavier trataba de conquistar a su hermana y ésta de forma inconsciente lo rechazaba o ignoraba, pero ahora ya resultaba molesto.

-Gracias- agradeció leyendo entretenida los dibujos, y los pensamientos del gato Garfield, había algo en ese gato que le llamaba la atención, aunque aun no lograba descubrir que era.

-¿Cómo la pasaste ayer con Clark?- le preguntó su padre guardando los papeles en una carpeta.

Starfire levantó la vista de las aventuras de Garfield, y sonriendo respondió:

-Fue genial, me llevó a un parque de diversiones en Londres, hicimos un picnic en un parque de París, ya que había empezado a llover en Londres– se detuvo para comer una cuchara de su cereal- oh y también me llevó a tomar una malteada a Tokio.

Xavier gruñó y desquitó sus celos acuchillando sus hot cakes.

-Me alegro que te hayas divertido paseando con él- opinó su padre sonriéndole con dulzura.

-Me gustaría salir con alguien tan atento como Clark- suspiró Hikari con aire soñador.


La noticia del robo estaba en todos los periódicos, Richard maldijo en silencio a la prensa, compró uno de los periódicos y leyó la nota, afortunadamente Cyborg no había dado su nombre, por lo que nadie más sabría que él había estado presente durante el robo.

Entró a la limosina, sin reparar en Alfred que estaba sentado frente a él, acariciando a Nightfire, la puerta se cerró y la gatita maulló, llamando la atención de Richard, percatándose éste finalmente de la presencia del mayordomo.

-¿Te envió a vigilarme?- le preguntó de forma grosera Richard.

El viejo mayordomo no se inmutó por el tono de su joven amo.

-El amo Bruno me mandó para ayudarlo a elegir un buen esmoquin- respondió Alfred- Además estaba preocupado por usted, amo Richard-continuó.

-Estoy bien, no tienes que preocuparte por mí- contestó sintiéndose preocupado por el tono que había usado con él, Alfred era la persona que menos se lo merecía.

-Discúlpame, Alfred, estoy algo nervioso.

-Descuide amo, ¿entonces investigará el robo cometido por Afrodita?- le preguntó mirando a Nighty saltar al regazo de Richard y ronronear mientras éste la acariciaba.

-¿Cómo lo sabes?- preguntó sorprendido, sintiéndose descubierto.

-Es de lo que todos hablan, el amo Bruno recibió información dónde se explica que no es una principiante, sino una criminal de alto nivel, ha cometido muchos robos antes, todos completamente limpios, dejando como pista sólo una rosa roja con...

-punta de diamantes- lo interrumpió Richard sin pensar.

-¿Cómo lo sabe?

-Me encontré con Red X, al parecer se interesó por ella- respondió agradeciendo la excusa que había formado rápidamente.


-¡Raven!- la saludó con alegría Bee abrazándola efusivamente- Estábamos tan preocupados por ti, todos te extrañamos en especial Gar que ha estado como un perrito abandonado desde que te fui… hiciste tu viaje- se corrigió de inmediato con una sonrisa nerviosa.

La titán gótica deshizo el abrazo que apenas y pudo responder, y cuando estaba por saludar a los demás titanes del Este con un gesto, éstos la atraparon en un abrazo grupal casi asfixiante, detrás de ella Cyborg, Bee y Gar sonreían ante la escena.

Speedy se asomó por el pasillo, avergonzado de que sus compañeros de equipo vieran su cabello en tales condiciones, trató de hacerle señas a Bee, pero ésta estaba muy emocionada hablando con Cyborg, con un resoplido volvió a ocultarse en la habitación de invitados.


-Y aquí estamos en México- relataba Clark mostrándole las fotografías a Linterna Verde, el Marciano y la Mujer Maravilla.

-Me encantaría conocerla en persona- exclamó Diana sujetando la fotografía donde Clark y Starfire reían llenos de diversión con sombreros de charro- ella luce tan… - se detuvo buscando la palabra que mejor la describiera.

-Pura- terminó la oración el Marciano observando una fotografía que fue tomada en Japón mostrando a Starfire y Clark alimentando a los conejos.

Flash en menos de un segundo corrió quitándole a Clark el resto de las fotografías.

-Hey- se quejó Superman, pero el ex titán lo ignoró mirando las fotografías donde Akari aparecía.

-¿Me puedo quedar con esta?- le preguntó mostrando una donde sólo aparecía una sonriente Starfire abrazando un conejo blanco.

-Olvídalo es una de mis favoritas- se negó Clark tratando de quitarle la foto, pero fallando cuando este desapareció y 2 minutos más tarde volver aparecer y devolverle la fotografía.

-¿Asistirás al baile de Batman?- preguntó Flash al ver como los demás seguían mirándolo de forma extraña, algunos parpadearon y otros se encogieron de hombros.

-Le prometí a Batman que iría- respondió finalmente Clark para volver a la historia que relataba cada fotografía.


2 días después…

El día tan ansiado por muchos y detestados por otros se llegó, el famoso Baile de caridad ya había empezado y Richard deseaba con todas sus fuerzas que éste terminara cuanto antes, odiaba los bailes todos y cada uno a los que había asistido, el único del que mantenía un breve recuerdo agradable era en el que había bailado con Starfire tras ser nombrados Rey y Reina del baile, cuando ni siquiera eran alumnos de tal escuela.

Pero había podido bailar con ella, descubrir lo increíblemente buena que era bailando y sentir como se abrazaba a él mientras bailaban al suave compás de una canción lenta, jamás se lo dijo a nadie, pero el motivo por el detestaba bailar era porque los bailes lentos siempre le recordaban a sus padres, su madre adoraba bailar con su padre y siempre los miraba con ese aire soñador que tienen los niños, creyendo que el mundo es perfecto y que la maldad solo existe en los cuentos de hadas para hacer que el bien se luzca ante el mal, pero tras su muerte los había tratado de evitar.

Salió de sus pensamientos al ver como una nueva pareja entraba, suspiró y fingió una perfecta sonrisa, para recibirlos.

A varios metros de ahí Flash trataba de decidirse si debía decirle sus sospechas a Nightwing, mientras la Mujer Maravilla le daba un pequeño sorbo a su copa de champán.

Bruno Díaz, el gran magnate de negocios de ciudad Gótica sonreía afablemente a los invitados, interpretando su papel de anfitrión, respondiendo a los coqueteos de un par de mujeres rubias, se disculpó con ellos y atendió a un nuevo grupo de invitados riendo de un chiste que uno de ellos contó.

En cuanto Clark entró del brazo de Akari todas las miradas se posaron en él, la presentó ante los demás como su sobrina, buscó con la mirada a sus amigos, hasta que una palmada en la espalda lo hizo girarse encontrándose con Linterna Verde y la Mujer Maravilla.

Diana inmediatamente se presentó ante ella, con su nombre de civil claro, y la abrazó emocionada.

-Eres mucho más dulce que las fotografías que Clark tanto nos presume- exclamó tras separarse haciéndola sonrojar.

-Gracias- consiguió responder con una tímida sonrisa.

Sin embargo el Marciano miraba de forma sospechosa a Starfire, había algo en ella que no terminaba de encajar, trató de mostrarse amable y le extendió la mano para saludarla, ella la tomó y él pudo sentir el breve destello de calidez que envolvió su palma, ahogó con eficacia el grito de asombro y soltó su mano al notar que la había sostenido más tiempo del que debía.

-Me alegra que hayan venido-les agradeció Bruno saludando y abrazando a sus amigos, sin reparar en el modo en que Marciano y Starfire se sostenían la mirada analizándose el uno al otro.

-Quiero presentarte a mi sobrina- le informó Clark sonriendo tomando de la mano a Starfire para que la viera.

-Kari él es mi amigo Bruno Díaz, Bruno ella es Akari Anderson-los presentó de inmediato Clark, sonriendo Akari extendió la mano para saludarlo y tras un momento de vacilación Bruno la sostuvo, haciéndolo sonreír.

-Es un placer conocerlos al fin, mi tío Clark me ha hablado mucho de ustedes- trató de hacer platica Starfire.

-Me encantaría quedarme con ustedes, pero debo volver con los demás invitados, chicos disfruten de la fiesta- lo interrumpió Bruno al ver entrar a uno de sus más importantes clientes.

-¿Cómo fue que se conocieron?- preguntó con curiosidad John Stewart, también conocido como Linterna Verde mordiendo uno de los bocadillos.

Clark y Starfire se miraron por un momento antes de que él respondiera

-Fue por su padre, Elliot Anderson, el es embajador de los Estados Unidos, y me pidieron protegerlo a él y a su familia mientras los trasladan a una reunión con los demás embajadores de la ONU-respondió Clark.

-Hola Kari, que bueno verte por aquí, ¿me permite este baile mi lady?- le pidió Flash, había llegado junto a ellos al verla, y si le iba a hablar a Nightwing de sus sospechas, tenía que al menos confirmarlas y que mejor modo que hablando con ella mientras bailaban, de ese modo no levantaría sospechas.

Clark asintió con la cabeza y Starfire aceptó la mano de Flash para conducirla a la pista de baile.

-¿Qué pasa?- preguntó Starfire al notar que como Flash la veía fijamente.

-Es solo que me resultas muy familiar- empezó él haciéndola girar.

-Bueno nos vimos en la cafetería de Tokio- respondió Starfire encogiéndose de hombros, evadiendo a una pareja para evitar chocar con ellos.

-No, hablo de mucho antes

-No lo creo, te recordaría- respondió ella tratando de ignorar el cosquilleo que sentía al escuchar aquellas palabras, ¿y si ese chico realmente la conocía?, ¿ y si el sabía quien era ella realmente?

A unos metros de ahí Red X e Hikari se mezclaban entre la gente para buscar a Starfire, ellos se habían retrasado debido a que el padre de Hikari se entretuvo en una reunión de negocios y Starfire se había ido mucho antes con Clark, lo que provocaba que la paranoia del anti-héroe aumentara al temer que su amada viera a Nightwing y lo recordara, le había tenido que contar toda la historia a Hikari para obtener su cooperación y ésta finalmente había accedido, al mirar a la pista de baile un latigazo de celos lo golpeó al verla bailar con un chico pelirrojo, aunque el hecho de que éste la sostuviera con respeto y no intentara en ningún momento propasarse con ella mientras bailaban logró tranquilizarlo un poco.

Suspiró de alivio, al menos no era Nightwing con quien estaba bailando, sintió que alguien le jalaba la manga del saco, por lo que se giró encontrando a Hikari haciéndole gestos para que mirase a su derecha, lo hizo descubriendo al padre de las jóvenes haciéndoles señas para que ambos se acercaran, con resignación obedeció.

Bruno saludó al embajador Elliot Anderson, sorprendiéndose al verlo en el baile, éste hombre no solo era embajador, sino uno de los más grandes empresarios de Washington, hacer negocios con él sería el negocio del año, debía ganarse su confianza.

-Ella es mi hija Hikari- la presentó Elliot, la joven lo miró con aburrimiento y lo saludó- mi otra hija debe de estar con Clark, pasan mucho tiempo…

-¿Se refiere a Akari Anderson?- preguntó Bruno curioso, notando como la joven ahora lo miraba con interés.

-Si, ella es mi otra hija, Akari, ¿cómo lo sabe?

-Hace unos momentos Clark nos presentó- le explicó notando como ahora Hikari miraba sobre su hombro buscando a alguien.

-Fue un placer conocerlo Sr. Díaz, si me disculpan iré a buscar a mi hermana- se despidió Hikari dándoles una sonrisa diplomática, ambos hombres asintieron y ella se retiro con gracia y elegancia.

En cuanto los perdió de vista encontró a Xavier tratando de vigilar a su padre y al Sr. Díaz detrás una de las columnas, aprovechando los grandes arreglos florales para vigilar sin ser visto.

Starfire regresó riendo junto a Clark seguida de Flash quien tras pensarlo había tomado una decisión.

-Oye Clark, por qué no le presentamos a Kari a Richard, él ha estado muy solo en la fiesta, algo de compañía le vendría bien.

-Es una gran idea-opinó la Mujer Maravilla- Richard es un gran chico, estoy segura que se llevaran bien-agregó esperando que la presencia de esa joven lograra al menos hacerlo sentir mejor, el pobre chico estaba tan deprimido, aun cuando trataba de ocultarlo bajo la pantalla de la amargura.

-¿Quién es Richard?- preguntó Starfire con curiosidad, moviendo a un lado la cabeza.

-Es el hijo de Bruno-respondió Clark- Vamos, te lo presentaré- la animó Clark tomándola suavemente del brazo notando que Flash los seguía.

-¿A dónde lleva Clark a Akari?- preguntó Hikari al observar como se alejaban del grupo, haciendo que Red X se girara para ver.

Los nervios de Red X se crisparon al ver como Clark se disponía a llevar a Starfire con Richard, rápidamente trató de llegar a ellos y evitar que esos dos se reunieran, no podía permitir que la memoria de Starfire regresara, no podía permitir que ella recordara toda la verdad, avanzó empujando a las personas para poder pasar, pero un mesero lo retrasó cuando por poco hace que el contenido de la bandeja con copas de champagne y vino tinto le cayera a él y otras tres personas, ocasionando que la pequeña trifulca los perdiera de vista y cuando finalmente volvió a localizarlos el aire escapó de sus pulmones, Clark hablaba con el joven Grayson y depositaba la mano de Starfire en la suya.

-Richard ella es mi sobrina, Akari, Kari él es Richard Grayson, el hijo de Bruno- los presentó Clark, extrañándose al ver la mirada perpleja del joven.

-Un placer señorita Akari- logró decir con un gran esfuerzo, le había costado mucho trabajo conseguir que su voz saliera de su garganta.

-Puedes llamarme Kari, como todos- le propuso Starfire amablemente, quien tenía la sensación de que lo había visto antes, pero no recordaba exactamente donde, y bueno, tampoco ayudaba que aquel hombre no se quitara las gafas oscuras evitando que los demás pudiesen mirar sus ojos, sus mejillas se sonrojaron cuando sintió la mirada penetrante del hombre, esa sensación era extraña pero al mismo tiempo familiar, estaba segura, ella lo conocía.

-Oye Dick, ¿Por qué no acompañas a Akari, mientras Clark y yo vamos con los demás a reunirnos con Bruno?, estoy seguro que se divertirá más a tu lado que escuchándonos hablar de negocios-continuó Flash dándole un pequeño codazo a Clark para que entendiera la indirecta y de ese modo poder irse a hablar con Bruno sobre asuntos de la Liga de la Justicia y al mismo tiempo dejar que el propio Richard determine si esa chica era o no Starfire.

-Me parece magnifico, ¿no te importa Richard?- preguntó Clark, pero Richard continuaba mirando a Starfire de forma penetrante sin prestarle atención a nadie más que a ella.

-Sería un placer- respondió finalmente Richard.

-No se diga más- exclamó Clark depositando la mano de Akari sobre la de Richard, murmurándole a éste que la cuidara o se la vería con él.

Cuando Clark depositó su mano sobre la de aquel hombre y aquella desconocida calidez la rodeó fue cuando lo reconoció, una sonrisa se deslizó por sus labios, sin percatarse de como el hombre con las gafas oscuras perdía el aliento.

A unas cuantas parejas más de ahí Alfred observaba la escena intrigado, no le había pasado desapercibido el gran parecido de aquella jovencita con la de la joven que su amo Richard había estado buscando por más de dos años y mucho menos la reacción de Richard al verla.

Mientras Red X se encontraba paralizado, una de sus mayores pesadillas estaba sucediendo frente a sus ojos, una nueva melodía empezó a sonar, una suave y romántica, deseando que alguna divinidad impidiese que esos dos se reconocieran.

-Lo lamento, Señor Kent, pero Richard me acompañara- los interrumpió una joven pelirroja sentada en una silla de ruedas apretando posesivamente la mano del joven de gafas oscuras, sacándolo finalmente de su ensueño.

Clark alzó una ceja intrigado, nunca antes había visto comportarse a Bárbara de modo tan posesivo, por el rabillo del ojo observó a Akari, pero ella no había perdido la sonrisa, regresó la atención hacia Richard que volvía a mirar de modo penetrante a la chica sonriente sin soltar su mano.

-Recuerda que prometiste que me acompañarías durante toda la velada- casi siseó Bárbara girándose para regalarle una fiera mirada a Akari, que aunque ya no sonreía, permanecía en completa calma y le sostenía la mirada.

-Yo nunca te prometí nada, Bárbara- negó de pronto Richard al notar cómo ésta se ponía tan posesiva, odiaba que se comportara de ese modo, con fastidio liberó la mano que ésta seguía sosteniéndole.

-Claro que lo hiciste, hijo- se unió a la conversación Bruno, dándole una mirada significativa, sin siquiera mirar a la otra joven.

Richard gruñó por lo bajo y maldijo en silencio las estupidas cláusulas del contrato que había firmado.

-Le pedía a Richard que cuidara de Akari mientras nosotros hablábamos- trató de suavizar el terreno Clark.

-¿ Akari?- preguntó en silencio Bruno al reconocer a la joven que había despertado los celos de Barbara, su lado empresarial de inmediato emergió, en especial al ver como Richard no había soltado la mano de Akari en ningún momento y ésta no parecía molesta, sino completamente cómoda.

-En ese caso no veo ningún problema, quédate con la señorita Anderson, Dick mientras Clark y yo hablamos, por cierto Barbara tu tío te esta buscando- le informó Bruno sorprendiéndolos.

Starfire sonrió de forma ausente, extrañándose al ver como Xavier quien hacía algunos momentos trataba de acercarse a ellos ahora se ocultaba mezclándose con un grupo de personas.

-¿Bailamos?-le preguntó Richard, Starfire asintió y avanzaron hacia la pista de baile siendo observados por una enfadada y sumamente celosa Barbara.

-Vayamos al estudio- les pidió Bruno.

-Iré por los demás-se ofreció Flash, Bruno estuvo de acuerdo, por lo que ambos se adelantaron hacia el estudio del murciélago.

-¿Desde cuándo le presentas chicas a Dick?- le preguntó Barbara a Flash con una mirada asesina.

-Necesitaba que alguien se quedará con Kari, ¿o acaso querías que la invitara a la reunión?- respondió él con total tranquilidad, ella gruñó en respuesta y él habría jurado que la escuchó maldecir en voz baja- Ahora si me disculpas, debo ir por los demás- se despidió, ella le volteó la cara de forma grosera y siguió vigilando a Richard.

Starfire y Richard llegaron a la pista de baile, la sujetó de la cintura y la miró a los ojos, el parecido era sorprendente, aun cuando el cabello fuera castaño y sus ojos color avellana, y por dios, la voz, era idéntica, incluso con la misma medida de dulzura e ingenuidad que la de Starfire.

Abrió la boca para hacerle una pregunta, pero fue interrumpido por otra joven que caminaba a largas zancadas tratando de mantener la elegancia evitando correr.

-¡Akari! Finalmente te encuentro, papá me pidió que te buscara, tenemos que irnos-le informó Hikari.

-¿Por qué tan temprano?- la cuestionó Starfire, sintiendo como Richard la acercaba más su lado.

Si Hikari estaba nerviosa, no lo demostró, al menos no con facilidad ya que se mantuvo firme, y su voz no falló ni un ápice.

-Al parecer papá no se siente bien- respondió, provocando que de inmediato su mirada se llenara de preocupación.

-Lo lamento, Richard- se disculpó Starfire mirándolo, él no la soltó por lo que lo abrazó a modo de despedida.

Hikari ignoró el aguijonazo de culpa al ver como Richard abrazaba a su hermana y aspiraba el aroma de su cabello, no queriéndola soltar, para finalmente liberarla de su abrazo.

-Por favor, despídeme de Clark y los demás, fue un verdadero gusto conocerte-se despidió Starfire sintiendo como su hermana Hikari la jalaba.

Alfred observó con interés la escena, tomó una bandeja con copas y se acercó a uno de los invitados que le había llamado mucho la atención.

-¿Una copa señor?-le ofreció el viejo mayordomo sobresaltando a Red X, ambos hombres se miraron por un largo minuto, cada uno tratando de leer al otro, finalmente Alfred abrió la boca, pero fue interrumpido por la autoritaria voz del Sr. Anderson.

-Xavier, ya están aquí las chicas, vamonos- le ordenó.

Red X asintió a modo de despedida, dándole la espalda al mayordomo para seguirlos, aliviado de que finalmente pudieran salir de la boca del lobo, en cuanto llegase a la mansión interrogaría a Starfire, necesitaba asegurarse de que su memoria no había vuelto, de lo contrario, no sería el único en serios problemas.

-Esta noche si que estuvo llena de sorpresas- murmuró para si Alfred-ni siquiera es Halloween y los muertos ya se han levantado de sus tumbas, si es que alguna vez lo estuvieron- pensó al ver como aquella misteriosa familia dejaba el salón de baile.

Continuara…


Volví! Y ahora ya tengo mi propia laptop, disculpen mi enorme retraso, pero les aseguro que se los retribuiré.

¿Qué les pareció éste capítulo?

Fueron 30 hojas de Word, originalmente iba a ser más largo, pero eliminé varias escenas para evitar confundirlos más de lo que deben estar.

¿Qué opinan de Afrodita?

Hace años que quería introducir este personaje y finalmente lo pude hacer, no la pierdan de vista porque será un elemento clave en la trama.

Raven ha vuelto, ya ven como no soy tan mala, jamás les quitaría a Bestita a su Raven, aunque esta haya traído un gran secreto con ella que esperemos se resuelva más adelante.

¿No adoran a Alfred?

Jejeje no sé, éste personaje siempre me agradó por su gran sentido de la lealtad y aunque parecía un tipo frío es todo lo contrario, me encantó la última frase de éste personaje.

¿Qué pasará ahora que finalmente Richard y Starfire se han reunido?

Lo sé, este capítulo estuvo lleno de misterio y algunas preguntas ya se han resuelto, pero aún quedan más sin responder, no se pierdan el próximo capítulo donde aparecerá finalmente Slade y se llevaran una gran sorpresa.

Esta vez no les dejaré un spoilers del siguiente capítulo, ya les di algunos después de todo, hasta el próximo capítulo y una vez más gracias por todos sus bellos comentarios, aquí les dejo una de mis dama aventuras para que se rían un rato, hasta la próxima.


Mientras tanto…

Habitación de la Dama del Tiempo

-¿Por que nos puso la Dama a limpiar su cuarto? No es justo, ni siquiera limpio el mío

-Mira el lado positivo, Bestita

-¿Cuál?

-Podemos averiguar los oscuros secretos de la Dama del Tiempo y chantajearla con ellos jajajaja- se ríe de forma psicópata Cyborg levantando la escoba como si se tratase de una espada.

-Sí muajaja auch auch auch, Cy deja de golpearme en la cabeza con la escoba

-¿eh?, ah, lo siento Bestita, vamos a revisar sus cosas, tu busca en los cajones yo busco en la computadora.

-Hecho- dice Chico Bestia dejando el plumero de lado, lanzándose a los cajones- veamos, iac, maquillaje,-abre otro cajón- ¿qué rayos es esto diademas y listones?, collares, mascadas y vaya y dicen que yo soy desordenado, tiene un montón de post it aquí, vamos a tirarlos.

-Mendiga, Dama, no encontré nada en su laptop, salvo su obsesión con la pareja Tony y Ziva de la serie NCIS, hey Bestita ¿encontraste algo?.

-Un montón de papeles viejos, ¿y tú?

-Nada, un momento Bestita, déjame ver eso- le dice arrebatándole los post it.

-"Fanfic Entre el Amor y la venganza" , Ideas para el capítulo 8 de EaS, Perfil de Afrodita, personaje que aparece en el fanfic...Armas del personaje de Afrodita, Escena del Baile de... ¡Bestita, encontraste las notas de la Dama!, es mejor que haber encontrado su diario íntimo, debe haber más, anda ayúdame a buscar.

-¿Para qué?

-¿Cómo que para qué? Para saber lo que va a pasar en los siguientes capítulos de Encontrando a Starfire o de sus siguientes proyectos.

-Esta bien, está bien.

-No aquí no hay nada, aquí tampoco, veamos en sus libros

45 minutos después…

-Jajaaja "abajo" ese Inuyasha es un tonto jajajajaja- se ríe Chico Bestia comiendo palomitas en la cama.

-¿Una libreta de notas? Veamos, "CD's que comprar", Oficio número, asunto ... por medio de la presente... ¿y esto que es? Ah ya de su trabajo, "Películas que Comprar", "Libros que comprar", "Ideas para nuevos fics de Teen Titans", títulos: Cómo evitar enamorarse de tu misión, Fiebre, Un Mal Día, Una cita con el Enemigo, Buscando al príncipe indicado, Surrender", todos son de Robin y Starfire, hey Bee y yo, interesante, solo por eso no romperé sus notas, veamos que más hay por aquí, libretas de pastas demasiado femeninas, vamos a ver, libreta en blanco, otra libreta sin usar, otra libreta sin ¿y esto? Ideas para el Capítulo 18 y 19 de EaS... Raven les oculta que... ¡oh! Veamos la siguiente página, Ideas para episodios finales, Starfire y Nightwing..., escenas inéditas de EaS, ¡Chico Bestia mira esto!, ¿Chico Bestia?, ¿Bestita?

-Jajaja "Que si" , "que no", "cállate y abajo", "ahora si ya se murió" jajajaja.

-¿Quieres dejar de ver los animes y poner atención a lo que encontré aquí?

-Yo no fui, lo juro, yo no fui, ah eres tú Cy Jejeje ¿qué encontraste Cy?

-Su pase a la muerte- les digo de forma tenebrosa apareciendo detrás de ellos.

-No, Dama, encontré las notas de...¡ ¿Dama del Tiempo?- grita asustado el titán ocultándose detrás de la cama.

-Fue Cy, yo no hice nada, lo juro, todo fue su idea- dice aterrado Chico Bestia.

-Ambos van a morir- exclamó persiguiéndolos con mi cetro -Los enviaré a su peor pesadilla, a la época en la que aún no existían los video juegos- los amenazo creando un portal que los absorbe de inmediato, una mariposa azul aparece y se posa en una de las rosas de metal del cetro, ésta vuela y entra al portal que se cierra segundos después.

-Muy bien mariposa borra cualquier recuerdo del día de hoy mientras estuvieron en mi habitación, nadie debe saber lo que pasará en los próximos capítulos, eso arruinaría el misterio.

Miro el desorden en mi habitación, los cajones abiertos, el contenido de éstos tirados en el suelo, mi cama llena de dvd's fuera de sus cajas, revueltos los de animes, las películas y las series, mis libros revueltos en una silla, mis libretas abiertas, los VHS regados debajo de la cama.

-Esos dos, se van a arrepentir, solo les pedí que barrieran la casa, no que la desordenaran, ¡voy a matarlos!- exclamó abriendo un nuevo portal para cometer un par de personajidicios.