Entre amigos...
Capítulo 1: el Instituto
Instituto del colegio Toho, ciudad de TokyoUn pasillo del Instituto, en uno de los marcos de la puerta sobresale el cuadro que dice "1-A". Junto a la puerta una chica y un chico se encuentran parados en actitud marcial, muy seguramente sufren del típico castigo de los colegios japoneses.
-No puedo creer que me haya visto –bufó la chica cruzándose de brazos
-Fuiste demasiado obvia –explicó su amigo sin siquiera mirarla
-No cumplimos ni semana y media y ya me castigaron
-Tú te lo buscaste...
-¡Deja de alentarme Takeshi! –lo regañó su amiga fastidiada
-Pues fue tu culpa, reconócelo
-Bah...
El timbre sonó y las puertas de todos los cursos se abrieron, dando paso a varios maestros, que al pasar por delante de los castigados los miraban de reojo.
-Señor Sawada... –lo llamó una maestra canosa y con lentes en media luna que había salido del aula con la inscripción "1-A"- La próxima vez no socape las imprudencias de su compañera. Ya puede regresar al aula
-Gracias maestra –contestó el muchacho con una reverencia, marchándose a continuación
-Momentito, a usted no le he dicho que ya puede irse –le recordó la profesora a la joven que iba tras su amigo
-Lo siento... –murmuró ella de mala gana
-Señorita Wakabayashi, ésta es la cuarta vez en lo que va del nuevo semestre que le repito que no se puede dormir en clases –agregó la mujer, arreglándose la montura de las gafas
-Lo sé...
-Y sin embargo no ha hecho nada por corregirlo. Ya me habían advertido que en la secundaria era bastante rebelde
-¿Le contaron de mis antecedentes? –preguntó Paola tranquilamente
-No es gracioso, si eso le parece. Es inconcebible que una jovencita del prestigioso Instituto Toho tenga el comportamiento que usted tiene
-¿Eso quiere decir...?
-Que debe dejar de ser tan sinvergüenza e irresponsable –farfulló la profesora, tratando de no estallar ante la impasibilidad de la chica
-Qué esperaba, el problema viene en los genes
-Como siga con esa actitud tendré que llamar a sus padres
-¿De veras? Si los encuentra, ¿me avisa? –solicitó Paola sonriendo, dándole unas palmaditas amistosas en el hombro a la maestra
-¡Pero cómo se le ocurre! –estalló indignada
-No le veo lo malo, hace como 3 meses que estoy tratando de comunicarme con mis padres y nada...Creo que se los tragó la tierra o andan de agentes encubiertos del Talibán –dedujo Paola pensativa- Por lo que si los encuentra me haría un gran favor, maestra
-¡Señorita Wakabayashi...!
-Buenos días maestra –saludaron a coro un par de muchachos altos
-Ah, buenos días jóvenes –contestó ella arreglándose el cabello- ¿Cómo han estado?
-Tristes al saber que ya no será nuestra profesora –inventó uno melancólico
-Je, qué cosas dice –se avergonzó la mujer, mientras Paola le hacía muecas- Ustedes fueron unos excelentes alumnos míos, sé que cualquier maestro estará orgulloso de tenerlos ahora
-Pero no más que usted –murmuró la joven burlona
-¿Qué dijo, perdón?
-¡Pero qué mal, la otra clase ya va a empezar Ken, sería bueno irnos ya! –exclamó el joven moreno algo teatralmente
-Tienes razón –lo secundó su amigo- Cumplimos con venir a saludar a la maestra Kinomoto
-Tienen razón, el otro primero ya debe estar esperándome –alegó la profesora sonriendo y mostrando sus amarillentos dientes- Hasta pronto muchachos, y felicidades por su nuevo campeonato
-Gracias maestra –contestaron ambos sonriendo exageradamente
-Ya dejen de sonreír o van a terminar acalambrados –murmuró Paola de mala gana
-Qué hiciste ahora –preguntó de inmediato Hyuga
-¿Pueden creer que me descubrió durmiendo con mis lentes "encubre-sueñito"? –se indignó su amiga dramáticamente
-¿Ésos que tienen un par de ojos abiertos pintados, jaja –rió Ken sin poder creerlo
-Paola, ya estás en el Instituto y aun te comportas como una niña de primaria –la regañó el tigre japonés severamente
-No empieces otra vez –se defendió Paola aburrida- El Instituto resultó peor que la secundaria, los maestros son más latosos y somníferos
-No debes comportarte así –insistió Kojiro
-Ya, ya, deja de dártelas de santo o te parecerás a "San Tsubasa", el santo que es tan santo que hasta agua bendita orina
-Jajaja –estalló Ken doblándose de risa, mientras su amiga permanecía seria y Kojiro tosía para disimular la risa
-Paola... –la llamó alguien asomándose por la puerta- ¡Ah, muchachos!
-Hola Takeshi –lo saludó Kojiro
-¿Cómo va Takeshi? –dijo Ken a su vez
-¿Ya se enteraron del nuevo castigo de Paola?
-¡Metiche! –exclamó Paola molesta- ¿Por qué no les cuentas que la maestra también te castigó?
-¿Otra vez fue por proteger a Paola? –inquirieron los otros chicos simultáneamente
-¡Oíganme, cómo que otra vez! –se indignó la aludida
-Bueno, como sea –los cortó Takeshi jalando a su amiga de un brazo- Hora de irnos, el maestro no tardará en llegar
-Por cierto ¿y Kazuki? –preguntó Paola siendo arrastrada por Takeshi
-Es tan buen amigo tuyo que también está castigado –ironizó Kojiro- Se puso a leer un manga de "Video girl Ai" en plena clase de Geografía
-Jajaja, bueno, mándenle saludos de mi parte
Al fin Paola y Takeshi desaparecieron seguidos por la mirada divertida de los otros dos chicos.
-Se pasa... –murmuró Ken sonriendo
-Mejor vámonos, que también tenemos clase –sugirió su amigo, dirigiéndose a su salón
Cuando estaban por entrar al mismo descubrieron que la profesora de Inglés, que era la encargada de su siguiente clase, iba conversando con una joven muy linda de cabello rizado de color caoba y ojos grises, que traía el uniforme del colegio. Aparentemente se trataba de una alumna nueva. Kojiro dio un vistazo fugaz y entró en su aula, pero Ken se quedó embobado contemplándola.
-Buenos días señor Wakashimazu –saludó su maestra seriamente- Le agradezco que me haya esperado en la puerta para recibirme, pero ahora puede entrar
-Eh...sí maestra –murmuró él apenado, ingresando en su curso
-Buenos días a todos –saludó la maestra poniendo su maletín sobre el escritorio- Me es grato anunciarles que desde hoy tendrán una nueva compañera de curso, la señorita Sora Okami, quien viene desde Nagoya a concluir el Instituto con ustedes
Tímidamente la chica entró en el aula, dejando a sus compañeros varones gratamente sorprendidos, y a sus compañeras con un dejo de fastidio por la reacción de sus amigos.
-Puedes sentarte junto a...¡esperen un momento, dónde está Sorimachi! –exclamó la maestra enojada
-En la oficina del Director –contestaron todos a coro
-Nada nuevo...Bien, Okami siéntate en el sitio delante de Baita
-Sí maestra –respondió la chica sentándose en el lugar indicado, seguida por las miradas masculinas
-Bien, ahora saquen sus textos y repasemos lo visto durante la clase anterior
Un conjunto de ruidos de mochilas que se abrían y libros siendo hojeados se escuchó, seguida por el transcurso normal de una clase de inglés.
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Valga la aclaración, desde siempre Paola fue dos años menor que la mayoría de sus amigos, así que no se extrañen. Este es el primer fic en el que ella confiesa claramente sus orígenes alemanes (ja! Ni yo me lo imaginaba XD).