Los personajes de Naruto no me pertenecen. Son propiedad de Kishimoto. Yo solo los utilizo para escribir sobre ellos sin ánimo de lucro.

Extraño rumbo

En la oscuridad de una habitación, un zorrito se frotaba los ojos molesto, de nuevo volvía a despertarse, sentía su cuerpo arder cada vez que veía o pensaba en un hombre. Como no, Kyubi estaba de nuevo haciendo de las suyas, y que mejor que pedir consejo, aunque ya a sus dieciochos años le daba algo de vergüenza acudir con esa clase de problemas. Pensó en quién sería el más adecuando para recurrir, primero se acordó de Jiraiya pero… demasiado pervertido, después en kakashi pero… tres cuartas de los mismo, por último le quedaba Tsunade, aunque también tuviera su toque pícaro era más de fiar que los otros dos.

Algo cansado se levantó sentándose en el filo de la cama, todavía no se había acostumbrando a esa fría habitación, un calorcito le invadía al saber a quién le había pertenecido años antes, pero aún así la veía demasiado sosa. Se levantó algo torpe y se dirigió al armario los deslizó y agarró su ahora traje de jounin, estaba arto de esa triste ropa tan gris y apagada, pero… no tenía mas remedio que lucirla.

Escuchó en ese momento la puerta continua abrirse, miró el reloj algo extrañado pudiendo observar como apenas eran las 8 de la mañana y si no contaba mal era domingo, "que hace ese baka levantándose tan temprano en día de fiesta" pensó unos momentos distrayéndose al calzarse.

Salió a toda prisa para entrar en el baño y refrescarse algo la cara, y como no, chocó con algo, ya era la tercera vez en la semana que les pasaba.

Sasuke se tocó la frente molesto y recogió la toalla que había dejado caer por el golpe, observó como el kitsune aún seguía en el suelo y un poco sonrojado le ofreció la mano para levantarlo.

Naruto se sorprendió del aquel gesto, pero decidió agarrarla con una amplia sonrisa agradeciéndole con ella su rebajo, pues para él sería un paso adelante bastante grande. Como esperaba, el instinto de Kyubi volvió a fluir ante un chico guapo, haciéndole arder por dentro, tanto que tuvo que soltar bruscamente el contacto con el vengador si no quería perder el control y saltar sobre él.

-Es-estas bien?-, preguntó el moreno desviando la mirada a la entrada del baño, no quería que el rubio le observara el leve sonrojo que había acudido a sus mejillas.

-Si, gomen no miraba, además estoy acostumbrado a vivir solo y ahora al estarlo contigo pues… me cuesta-, se rascaba la nunca con inocencia, echó una ojeada a la puerta del aseo y corrió rápido introduciéndose y cerrándola, -gomen, primero yo Sasuke-.

El Uchiha se quedó con la cabeza gacha y el cuerpo rígido, apretando fuerte la toalla y los dientes.

-Usuratonkachi, quién te ha dado permiso de entrar antes que yo? Recuerda que esta es mi casa!-, le gritaba aporreando la puerta, cuando se cansó de escuchar las risitas desde el interior, decidió darse la vuelta y esperar en el salón, -ufff ese dobe…-, de pronto una sonrisa apareció en su rostro, en el fondo se alegraba de tenerlo allí, pues ya no se sentía tan solo.

Se sentó en el sillón y puso la tele, como siempre roñosas telenovelas que le crispaban los nervios, llevaban ya dos meses viviendo juntos y para su asombro el zorrito no era tan guarro y torpe como creía, todo lo contrario, lo tenía todo bien ordenado y se duchaba por lo menos dos veces al día, casi las mismas que él (XD), pero aún había algo que le traía mas de cabeza. Hace apenas un mes, en una misión se habían encontrado con su hermano y no le agradaba mucho la situación que mantenía Naruto con él, se hablaron como si se entendieran, una complicidad que le llegó a alterar por unos momentos hasta le sacaron a la luz el principio de celos?. No sabía si había sido buena idea que el kitsune se quedará a dormir en la habitación de Itachi, pero por ningún motivo le ofrecería la de sus padres, esa era sagrada para él, la tenía completamente inmune al paso del tiempo, la de su onisan también pero no era lo mismo, todavía le corroía la mente ese echo.

Alguien pasó veloz por delante suya y se introdujo en la cocina, recogió dos tostadas y se las metió en la boca, corriendo de nuevo se dirigió a la entrada.

-Hey dobe, a donde vas?-, preguntó desviando rápidamente la cabeza por la velocidad del otro.

-Eh, ah! Sasuke, voy a hablar con Tsunade-baachan, ya nos veremos-, decía mientras se peinaba un poco en el espejo de la entrada.

-Entonces espera podemos ir juntos yo-, antes de terminar ya había salido por la puerta, una gota cayó de la frente de Sasuke, -también tengo que ir…, será… no me ha dado tiempo ni a decírselo, será baka, bueno por lo menos ya puedo entrar al baño-, se decía recogiendo de nuevo la toalla y entrando, suspirando por aquel chico que le traía de cabeza.

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Naruto llegó al momento al edificio de la Gondaime, sin golpear a la puerta y sin nada que avisara su presencia, pasó como cada cual por su casa.

-Tsunade-baachan, tengo que hablar contigo!-, exclamó con la mano en alto en señal de saludo.

La mujer que estaba durmiendo pegó un salto chocándose con el respaldar de la silla, su cara estaba llena de kanjis gravados por la tinta del pergamino en el que estaba echada. A su alrededor todo estaba lleno de botellines de Sake y como último complemento un Jiraiya completamente dormido, por el sonrojo de sus mejillas se podría deducir que después de una gran borrachera.

-Na-Naruto que haces aquí?-, preguntó dificultosamente mientras se restregaba la cara para poder despertarse completamente.

Una sonrisita nerviosa y una par de gotitas de sudor recorrieron el rostro de Naruto que al ver la escena dudaba si había acertado con a quién debería acudir, pero ya era tarde para echarse atrás así que se decidió a pasar completamente y sin invitación alguna se sentó en la silla frente a la medio ebria mujer.

-Escucha vieja, hace ya un par de años que me pasa algo extraño, cuando llega la primavera siento que mi cuerpo se revoluciona cuando divisa un hombre guapo, y bueno me dan ganas de… ya sabes…-, decía nervioso ante una mujer que parecía no entender nada, -bueno mal dicho me pongo cachondo cada vez que veo a un tío que esta bueno entiendes, creo que es por culpa de Kyubi, me equivoco, no puedo hacer nada para evitarlo?-, preguntó intentando controlar la vergüenza y el sonrojo en su rostro.

La sannin soltó una sonrisita pícara, se echó en la silla cruzando las piernas en forma provocadora y apoyando la cara en su mano. Este chico cada día la sorprendía más.

-Así que solo te pasa en primavera y cuando ves a un hombre guapo no?-, el rubio asintió con ímpetu, -puedo deducir dos cosas, la primera que Kyubi como animal que es, tiene sus épocas de celo, pero claro si te controlas un poco no hay problema y segundo que por lo veo eres gay no?-, soltó aumentando la sonrisita malvada.

El chico cogió tono de tomate maduro y intentando no caerse de la silla por la sinceridad de la mujer, optó por el plan que había calculado si llegaba a este punto, salir por patas. Saltó de su asiento y sin responder cogió la puerta para escapar, chocando de nuevo con Sasuke, dándose otro golpe en la frente (siempre chocan así porque lo que no es normal es que terminen en un beso, no se en que piensa Kishimoto-sensei XD), se quejó con la mano en el rostro y empezó a blasfemar contra la persona delante de él, sin mirarla ni siquiera.

-Dobe, antes de ponerte a insultar a alguien mira de quién se trata?-, corrigió el moreno agarrándole fuerte de la barbilla, este abrió los ojos como platos y se quedó observando, como sus rostros estaban tan próximos que podía notar su respiración, -que, ya te has tranquilizado?-, preguntó al ver que el chico dejaba de hablar, de moverse, hasta parecía haber parado de respirar.

El cuerpo del rubio parecía agitarse con descontrol, ese roce, ese aliento lo habían puesto a cien. Notaba como la mirada gris seguía sobre él y eso lo calentó aún más, sin pronunciar palabra salió corriendo de nuevo, intentando no rozarle en la huída.

Sasuke se quedó algo atónito ante el extraño comportamiento de su compañero y buscó respuesta en la Hokage que ya estaba dando a entender su versión.

-No es bueno que lo toques de esa manera en estos meses del año-, pronunció burlona, en verdad ver a su querido zorrito así la divertía mucho, -claro si quieres estar con él te lo recomiendo-, rió tapándose la cara.

-Pe-pero que le ocurre?-, preguntó desviando por fin la mirada desde donde había salido el rubio hasta el cuerpo de la mujer, mas bien en los pechos. (es que es lo primero que se le ve XD)

-Bueno te llamé para que me contaras que pasó en tu encuentro con Uchiha Itachi, pero si tanto te interesa lo de Naruto…-, puntualizó el nombre, -te diré que nuestro kitsune esta algo alterado los meses de primavera por el Kyubi, y bueno cada vez que observa a un chico guapo no puede evitar ponerse a tono, jiji-, rió con sorna.

-Mas o menos lo entiendo, pero… porque con un chico no sería normal que fuera con una chica?-, preguntó para que le confirmara lo que él tanto había deseado.

-Si es lo que piensas Sasuke, Naruto es tan gay como tu-, terminó sacándole los colores al moreno.

No era la respuesta exacta que había esperado pero más o menos era aceptable, entonces Naruto gay como él, esa idea le dio un poco de esperanzas a ser correspondido, aunque no tenía claro si su orgullo le permitiría dar el primer paso, mejor sería esperar y rezar que fuera el rubio el que se enamorara de él y le entrara, suspiró y empezó a contarle a la sannin el encuentro con su hermano.

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Un miembro de Akatsuki estaba algo arto del comportamiento de su compañero, no entendía porque se comportaba así, nunca había demostrado sentimientos y menos remordimientos por nada, porque ahora le entraban tantos tapujos para hacerse con ese chico. Mas o menos lo entendía pero no podía creerse que esa fuera la razón, Itachi enamorado, era la bakada mas grande que había pensado en mucho tiempo. Pero que otra solución explicaba su comportamiento, y ahora encima que tenía que viajar con Deidara, esta chica le traía de cabeza, le gustaba mucho pero ella solo tenía ojos para el portador del Sharingan, y eso le ofendía a sobremanera.

-Itachi, porque no entramos de una vez a Konoha y vamos a por él, sabemos que ahora se hospeda con tu hermano, y… bueno tu tienes que saber perfectamente donde queda la casa no?-, preguntó con algo de ironía.

El moreno se volvió para clavarle su mirada rojiza, tanto que Kisame parecía sentir arder su piel, se mordió la lengua por haber sido tan torpe como para provocar al gran Uchiha. Menos mal que la rubia se abalanzó sobre él distrayéndolo un poco del tema.

-Venga Ita-chan, alegra esa cara, mi niño, jeje te ves muy feo cuando estas cabreado-, le decía estirándole de los mofletes.

-Para Deidara, o quieres que te hagas pedacitos aquí mismo?-, cara de sádico apareció de un momento a otro, de vez en cuando se dejaba llevar por el humor.

-Da, da, tranquilo ya lo dejo, jeje-, sonreía por haber conseguido su cometido.

El tío azul se colocó detrás de ella abrazándola, y restregando su escamosa mejilla con la suavita de ella.

-A mi no me haces monadas?-, preguntó sin dejar de acariciarle la barriguita.

Ella a punto de explotar metió algo de arcilla explosiva en los pantalones del medio pez haciéndole bailar al compás de sus estallidos, lo único que se podía escuchar eran sus llantos y los bombazos.

La rubia y el moreno echaron un par de sonrisitas mientras le veían de pegar saltos desesperados de un lado para otro.

Itachi aprovechó la distracción para escabullirse de ellos y dar una vuelta por los alrededores para despejarse, así podría dejarse hundir en sus recientes recuerdos en los que un rubio era el protagonista, y le hacían sentirse extraño, demasiado para su gusto.

Flash back

Naruto y Sasuke andaban algo cansados por un largo camino que conectaba dos aldeas próximas. Desde su posición y después de caminar durando dos horas por fin pudieron divisar una pequeña aldea.

-Sasuke, es esa la aldea que buscamos?-, le gritó señalándola a puros saltos.

Este se tapó el rostro con la mano, para quitarse un poco de claridad y poder observarla, su cara se iluminó y una sonrisa triunfante apareció en ella.

-Ves dobe como yo tenía razón y era el camino correcto…, si hubiéramos ido por el que tu decías tendríamos que haber dado la vuelta, y en vez de dos horas serían cuatro-, comentaba con superioridad mientras avanzaba dejando al rubio algo atrás.

-Espera Sa-, Naruto calló al observar la silueta de alguien conocido apoyado en un árbol cercano a ellos.

Sasuke observó al kitsune por el repentino silencio y siguió su mirada hasta encontrar a cierta persona odiada por él en unos árboles próximos.

-Que quieres maldito?-, preguntó colocándose delante del zorrito, a sabiendas estaba claro a quién buscaba ese traidor.

-Que cálido reencuentro, me esperaba algo así como un abrazo o un par de besos, jeje-, decía con ironía descruzando los brazos y acercándose a su otöto.

El menos de los Uchiha daba pequeños pasos hacia atrás, pues había una distancia considerable entre el kitsune y él. Estaba nervioso, de verdad se atrevería su hermano a llevarse a Naruto? no lo podía permitir, era el encargado de protegerlo y eso haría, aunque le costara la vida.

Decidió atacar el primero, agarrando su brazo y empezando a formar su ya conocido y poderoso chidori, para su asombro Itachi seguía avanzando con su sonrisa superior de siempre, cuando llegó justo frente a él, desapareció y un chillido le avisó que se encontraba a su espalda.

El moreno tenía sujeto a Naruto por el pecho, pero mas que un agarre parecía una insinuación, el rubio no sabía que cara poner, antes las extrañas caricias que notaba sobre su camisa. Itachi se acercó a su oído sujetando su cadera para que pegara mas su espalda contra sus pectorales, y le susurró algo que le hizo estremecer. (explico un poco, Itachi esta detrás de Naruto agarrándolo por el pecho, es decir rodeando su cuello con sus brazos, ejem, espero que entendáis nnU)

-Eres mío, no te resistas, te llevaré de todas formas-,

El kitsune se sobresaltó y le dirigió una extrañada mirada, intentó profundizar en ella notando como estaba llena de tristeza y culpabilidad, agarró las manos que tenía sobre su pecho y se volvió frente a él sin soltarlas.

Sasuke se quedó perplejo por el acto de Naruto pero más lo estaba el propio renegado que no podía apartar su mirada de aquellas inmensas orbes azules.

-Tu ocultas algo, no?-, le preguntó con una seguridad que hasta a él sorprendía, pero algo le decía que ese chico no era tan malvado como le querían hacer ver.

-A-a que te refieres, tu no sabes nada…-, soltó con frialdad retirándose de golpe y despareciendo en una pequeña voluta de humo.

Sasuke corrió hacia Naruto y lo examinó para ver si tenía alguna herida, se quedó algo tranquilo al observar que no tenía ni un simple rasguño y suspiró, ahora era otra duda la que le recorría la mente.

-A donde querías llegar Naruto?-, preguntó sin apartarle la vista de encima.

Pero este no contestaba, seguía concentrado en observar hasta el último punto de aquel humo que se había llevado a ese extraño. Que era lo que había sentido en el pecho cuando notó su roce, sus caricias insinuantes, el corazón le iba a cien, y lo que más le sorprendía es que deseaba descubrir el sufrimiento de aquella persona, las razones de sus actos. Era como si desde que lo observó por primera vez a esos ojazos negros se hubiera prometido sacarlo de la oscuridad, como años antes había echo con Sasuke, pero era algo mas profundo, era en definitiva lo más extraño que había sentido en su vida, el tiempo le explicaría los porques de aquella sensación.

Intentando borrar la cara de preocupación que mantenía el Uchiha así que agarró su brazo y estiró de él para que corrieran hacia la aldea, tenían una misión que cumplir.

-Vamos Sasuke, tenemos que escoltar a esa chica, apúrate!-, le gritaba sin soltar su agarre.

El moreno le respondió con una sonrisa, pero aún no olvidaba todo lo sucedido con anterioridad, sus celos habían brotado, y no sabía como había podido controlarse, se prometió algo, nunca dejaría que Naruto cayera en las manos de su onisan, nunca.

Fin del flash back

Itachi se apoyó en un árbol, observando como el agua tranquila de lago no hacía ni siquiera una ondulación, todo estaba en calma, no se escuchaba ningún brusco sonido, solo el pacífico canto de los pájaros, y… "una voz?" pensó aturdido escondiéndose un poco para ver de quién se trataba.

-Mierda, no puedo estar en esa maldita aldea, porque tiene que haber tantos chicos guapos en ella, joder-, balbuceaba entre reproches internos.

Llevaba un tiempo corriendo, hasta decidió salir de Konoha para tranquilizarse. Todo allí lo alteraba, con la respiración acelerada se apoyó en un árbol y observó el lago, su pecho se agitaba con descontrol debido a la rápida caminata, solo intentaba tranquilizarse un poco.

Cerró los ojos y se recostó en el tronco, intentando relajar todos sus músculos y sentir un poco la escasa brisa. Itachi salió del su escondite y se acercó a paso lento, aquella vista era mas provocadora que la de antes, sin el kitsune allí el paisaje perdía la mayoría de su esplendor. Lo contempló fijamente, que era lo que ese chico le hacía sentir, al principio pensó que podría ser confusión por sus palabras, después deseo por lo lindo que era, pero aun ahora, no lo entendía… sería la mezcla de las dos cosas, podría ser.

Se aproximó un poco más hasta quedar justo delante de él, y con delicadeza pasó una mano por su mejilla, notando como esta era suave y sedosa. Naruto abrió de golpe los ojos y enmudeció, lo primero que pensó es que hacía allí aquel joven y segundo como leches no lo había sentido de acercarse.

-Quién eres?-, preguntó sin poder verlo por completo al estar muy cerca sus rostros.

-Ya no te acuerdas de mí, que decepción-, dijo inexpresivo alejándose unos pasos.

Entonces fue cuando lo reconoció, esos ojazos negros y esa impasible capa no podían ser confundidos. Su cuerpo empezó a agitarse de nuevo, otra vez el ardor creció en él. No pudo evitar sonrojarse y desviar la cabeza a consecuencia de ello, no era suficiente con tener que dormir en su cuarto, ni que en su último encuentro le acariciara y le dijera que era suyo, sino que en este delicado momento tenía que encontrarse con él. Era extraño, con Itachi no sentía lo mismo que con los demás shinobis, era algo mas profundo, demasiado para poder controlarse, su cuerpo quería moverse, abrazarlo besarlo, le costaba la misma vida contenerse.

Itachi lo miró algo extrañado, que le ocurriría al zorrito para comportarse de ese modo, se veía tan alterado e impaciente, por que, que era lo que esperaba ansioso?. Su corazón le dio un vuelco en ese momento, deseaba que se acercara de nuevo, que le provocara, las dudas le corroían la mente, y algo nervioso interiormente volvió a aproximarse con paso seguro o eso quería creer.

Cuando Naruto escuchó los pasos sintió un calorcito por todo el cuerpo, como podía desear tanto que alguien le tocara, estaba desesperado. Notó como de nuevo posaba la mano en su mejilla, captando toda su dulzura, el rubio cerró los ojos con fuerza, no lo podía resistir, iba a explotar en cualquier momento. El moreno se acercó a su oído y con picardía le susurró despacio, dejando que su aliento le hiciera estremecer, disfrutaba viendo su extremo rubor y sus pequeños temblidos.

-Que es lo que quieres de mí, eh, tengo que tomar esto como una provocación, pues eso es lo que me transmite los movimientos y gestos de tu cuerpo-, agarró con algo de brusquedad su barbilla para que le mirara, y apretando sus cuerpos le sonrió con sensualidad, -lo haces a conciencia no, sabes que eres muy lindo y quieres ver como caigo en tu juego, y si te digo la verdad, lo estas consiguiendo…-.

Lamió su mejilla con goce, notando como el pequeño cuerpo se agitaba bajo el suyo, era algo exquisito sentirlo tan cerca y poder olerlo, ese aroma a flores silvestres que lo hacían aún mas interesante. Apretó el agarre de la barbilla e hizo chocar su cuerpos dejándolo aprisionado entre el árbol y él. Al sentirlo Naruto dio un pequeño gemidito.

-Ah!... mmm… yo ahora no puedo… no…-, intentaba decir mientras sentía como los labios del Uchiha rozaban su cuello.

Lo besaba con embelesamiento, de arriba abajo, sin dejar ni un milímetro de piel, lo deseaba, ahora lo tenía claro, ese rubio le hacía sentir cosas que nunca había experimentado, ni con ninguna mujer ni con nadie, era algo único, algo que solo esa persona podía ofrecerle, así que se prometió que lo disfrutaría, aunque solo fuera una vez.

-Sigue…-, le pidió el moreno.

-Eh?-, el zorrito se sorprendió pero mas que por la petición, por la sensualidad de la voz de su acompañante.

-Sigue… sigue gimiendo… tienes una voz tan sexy que me calienta aún más…-, le suspiraba provocándole mil y una sensaciones diferentes, pero todas extasiantes.

-Yo… Itachi… para y por lo menos…-, jadeaba.

El Uchiha descendió sus manos desde los hombros hasta la cintura, despacio se fue encaminado por todo el cuerpo del kitsune, y dando unos cuantos rodeos, se paró en cierta zona intima, pero no se movió la dejó posada allí, notando como el zorrito reaccionaba al deseo que le ofrecía. Sonrió para sí y lo miró a los ojos, esos lindos y profundos zafiros que le enloquecían, tenía algo que le hacía especial, después posó su vista en los delicados y rojizos labios, entreabiertos por los gemiditos incontrolados, se veían tan apetecibles….

-Es esto lo que quieres?-, preguntó momentos antes de decidirse a contentarlo.

Dejándose llevar por una atracción sin límites, cazó aquellos labios con pequeños rocecitos delicados, presionó el superior para deslizar su lengua despacio por el inferior. Naruto se dejaba hacer, lo disfrutaba como nunca, era algo tan penetrante y exquisito…. Ahora si los envolvió a la vez, profundizando el beso y sumergiéndose en su calidez y sedosidad, eran tan tiernos y dulces, era lo mas rico que había probado.

-Naruto!-, llamaba una voz.

El rubio se sobresaltó al escucharla y retiró con brusquedad a Itachi, volviendo en sí y mirándole con algo de pánico, volvió la cabeza avergonzado y sin decirle ni una sola palabra, salió corriendo lo más que pudo, hacía la dirección donde provenía la voz.

Allí parado y para su asombro demasiado dolido por el rechazo provocado, se encontraba el Uchiha. Había dejado atrás todo su orgullo para acercarse a su presa, lo estaba cuidando a sabiendas que lo que tendría que hacer era matarlo, y sin embargo aún seguía tan ensimismado con el sabor de aquellos labios que todo el rencor de su cuerpo se había esfumado. En lo único que pensaba era en volver a estar junto a él, lo había calado bien hondo, que tenía ese pequeño para atraerlo de esa manera, era algo que se le escapaba.

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Bueno jeje, hasta aquí el primero capi de este fic, lo he escrito por la insistencia de algunas amigas mías, claro que la mayoría no lo leen aquí si no en otra página también donde lo cuelgo pero he decidido también ponerlo aquí, que perdía de todas formas?. Además quería aprovechar que no e encontrado ninguna fic en fanfiction en el que se dedicara como pareja principal el itanaru, y jeje quería ser de las primeras, aunque seguro que no me lee casi nadie TT, da igual, por lo menos lo he intentado. Besos y espero que os haya gustado, por favor necesito apoyo XD, dejar reviews por fis.