ESPECIAL 01: LABERINTOS DE LA MENTE, CAMINOS DE MUERTE Y DOLOR (parte 3)
Bueno, bueno, lo prometido es deuda, esta es la tercera parte del especial, con esto, termino mis festejos por la década de que comencé como escritor, cada escrito que he hecho tiene una parte de mí, siempre he escrito historias que me agradan poniendo todo en el esfuerzo para que ustedes, lectores míos, lean y disfruten de una historia de calidad. Para no hacérselo más larga, espero que disfruten de este episodio.
Lentamente abrían la puerta, podían ver que entra un par de Bakemons, con sumo cuidado sacan a Sora, podrían ver el estado de ella, su vestido estaba sucio, sus medias que estaban rotas, sus zapatos pulcros estaban totalmente raspados, su pelo antes arreglado estaba sucio.
Desde de una distancia prudente estaba Tai, vestido con traje mira como traen los despojos de ella, estando cerca, siente el olor nauseabundo que emanaba ella, podía ver su piel pálida, así mismo estaba tan sucia que no se parecía a ella. Cuando está al frente de ella el solo dice- Denle un baño, apesta a muerto.
Sora se sorprende de lo que dice, ella trata de argumentar; pero se siente sin fuerzas, sin ánimos de pelear, en ese momento un Bakemon se acerca y trata de arrancarle el vestido. Ella escucha como una pequeña parte de su vestido se rasga cuando ve como ese momento el Digimon es desintegrado, los demás Digimons que estaban con él, lo observan con terror.
"No maltraten mi mercancía"
Veían que Tai había dicho en un tono tan oscuro como maligno, todos empiezan a temblar, Sora empieza a notar que al vestido lo empiezan a quitar suavemente, después de habérselo quitado, le quitan con cuidado su ropa interior, se sentía débil, sin energía, cuando le terminan de desnudar, sin ningún cuidado la lanzan a una jaula de metal, no entiende lo que sucede.
Por un momento mira el sitio y ve que Tai está en un sitio alto alejado de donde esta ella, ve que está cómodamente sentado en un gran sofá, tomando un vaso de limonada, mientras veía el espectáculo.
Antes de que pudiera reaccionar, ve como los Bakemons toman una manguera grande, antes de que pudiera hablar observa como abren el conducto sacando el agua a gran presión, ella al sentir el impacto en su cuerpo siente como si fueran cientos de agujas se enterraran en su cuerpo, al mismo tiempo sentía el agua helada, que tipo de baño le estaban dando, con mucho esfuerzo se levanta del suelo, apoyándose en la reja de acero, sentía que en cualquier momento nuevamente se iba a resbalar.
Después de varios minutos terminan de "lavarla", la sacan de esa jaula, apenas podía mantenerse de pie, sin secarla le ponen un top blanco así como una pataletas igual de blancas, después de ponerle eso, le colocan una mordaza de goma en la boca, y esposan sus manos atrás de su espalda. Ve como Tai después de haber tomado su limonada baja de su sofá y se acerca a ella.
-Sabes por qué aun no te he matado, es que cuando mate a los demás, me di cuenta de que no me había divertido lo suficiente- dice Tai que observaba el estado de su ex-amiga, nota como el sonríe, siente como su cuerpo se estremece.
-Por eso he decidido experimentar contigo, quiero ver hasta qué punto puedo quebrarte, quiero ver como suplicas porque te mate, desearas tanto la muerte que te la negare, es más trataras de matarte; pero no te dejare hacerlo, llegaras al punto que pensaras que solo respirar sea un castigo- dice Tai mientras caminaba alrededor de ella.
Sora quien no podía hablar debido a la goma que cubría su boca pone una mirada muy seria mostrando el odio en su mirada, este al ver su mirada sonríe, era esa mirada retadora la que le agradaba, esa mirada que alguien que aun no se rinde.
-Lo mejor es que la lleven al sitio que prepare, quiero que haga algo de provecho y no cause problemas- dice Tai mientras este se aleja y empieza a caminar hacia las escaleras de la mazmorra.
-Usted que hará, mi señor- pregunta el Bakemon que sostenía a Sora.
-Yo iré a ver a Satanamon, hoy habrá cambios en el Digimundo, posiblemente me den un ascenso, o mejor, me quedare con su puesto- decía Tai mientras mostraba esa actitud maligna que ahora poseía, era una actitud que iba más allá de lo normal, era maldad en su estado más puro.
Ven como abandona el sitio, mientras que los Bakemons cargan a Sora y la llevan a una puerta que está a un lado de la mansión, al pasar por ella ven que está en un terreno extenso, el cual el suelo esta arcilloso, junto a este hay un arado de tiro de animales, ella no comprende lo que pretenden hacer. Sin ningún cuidado le colocan el arado a su cuerpo y ella se siente denigrada.
-Muy bien, usted arara la tierra que está aquí, son más de 300 hectáreas de cultivo, trabajaras de sol a sol y no tendrás ningún día de descanso- dice el Bakemon que está a su lado, ella ve con terror el sitio que trabajara, que diablos está pasando, sabía que ella le tocaría la peor parte.
Ella ve que trata de moverse pero el arado es muy pesado, con todo su esfuerzo trata de jalarlo, pero este pesa más de 50 kilos, siente como sus pies desnudos se entierran en la tierra, así mismo siente que no importa la cantidad de fuerza que haga no podrá avanzar más, siente como nace de nuevo ese deseo de llorar, pero debe de seguir, debe de ser paciente, debe de buscar una forma de escapar, Tai ha cometido un error y es dejarla vivir.
Una semana después...
Sora llevaba media hectárea recorrida, había sido difícil al principio pero después encontró el modo de hacerlo y lo hace, su mente debe de estar consciente de que si quiere sobrevivir debe de mantenerse cuerda, Tai desde ese día no se habían vuelto a encontrar.
llega al sitio donde ve que esta un espantapájaros, ella por estar lejos no se había dado cuenta, mientras más se acerca más detalles ve, ve que tiene el traje característico de un espanta pájaro, mientras más cerca esta de él, siente un olor penetrante, un olor a putrefacción, ella se queda estática, temiendo lo que encontrara, lentamente alza su mirada y ve que en realidad ese espantapájaros es en realidad Joe que sigue empalado, Tai no los había bajado, les estaba dando uso de espantapájaros, en ese momento regresa algo a su mente, no sabía nada de Kari o Tk, tal vez ellos dos lograron escapar y están planeando algún modo de rescatarla.
Debía de darles la oportunidad de ser rescatada así que pensó que debía de poner todo de su parte para crear alguna distracción, así que pensó que en la cena escaparía, ya se había hartado de comer esa carne que le daban en las noches. Así que mira fijamente a Joe y con su mente dice "Lo siento superior Joe, buscare un modo de detener a Tai".
En la noche...
Sora se sentaba, este día no había avanzado nada, había trabajado lo necesario para evitar que Tai sospechara que aun planeaba escapar, en ese momento un Bakemon entra con un pedazo de carne seco, y un vaso de agua, en ese momento se acerca para quitarle la goma que evita que hable, cuando lo hace, ella ve su oportunidad, de un movimiento rápido golpea al Bakemon estrellándolo a la pared, rápidamente sale de su celda, sube las escaleras y llega a la entrada.
-LA PRISIONERA HA ESCAPADO- grita un Bakemon al ver a Sora libre.
Ve que escapar por la salida ya no es viable, debe de buscar una salida alterna, así que se interna por una puerta que ve abierta, rápidamente corre por los pasillos ve que aparece cientos de Bakemons, no sabe qué hacer para huir, finalmente ve que a lo lejos hay una puerta que nadie vigila.
Ella entra por esa puerta y se da cuenta de que se trata de la cocina, camina lentamente buscando una salida cuando de repente ve el congelador de esta abierto, ella mira lo que está adentro.
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-No, NO… ¡Nooooooooooooooo! No puede ser, no es cierto- Sora gritaba, caía de rodillas, empezaba a sentir las nauseas, deseaba vomitar todo lo que había consumido, se sentía denigrada, ya no había ninguna esperanza, con esto confirmaba que solo estaba ella con vida.
Dentro del congelador estaban Tk y Kari, ambos estaban enganchados en el techo del congelador como si fueran carne de cerdo, estaban desnudos, la mitad de sus cuerpos estaban abiertos, podía ver claramente sus costillas separadas de su esternón, podía ver que ambos les faltaba sus piernas, mira de reojo y ve que había mucha carne cortada, ella se ha estado comiendo a Tk y a Kari todo este tiempo.
-Bueno Sora has visto el origen de la carne que has estado comiendo, no te preocupes ellos no sufrieron, su carne ha sido muy suave- dice Tai que aparece detrás de ella, ella solo los mira, toda la fuerza que tenia para escapar había desaparecido, él la toma entre sus brazos y la lleva de nuevo a la mazmorra, pero nota que había algo mas ahí, era una especie de estatua de hierro, de su mismo tamaño.
entonces abren y ven que por dentro está lleno de agujas grandes, Tai la baja y la pone enfrente- sabes, esto se le conoce como la "dama de hierro", ahí te voy a encerrar durante las noches durante una semana, seguirás comiendo esa carne, te prometí que ibas a sufrir y me encargare personalmente de que así sea- termina de decir eso al momento que ella es encerrada dentro de la dama de hierro, ella ve que le queda muy exacto, si se mueve un poco las agujas se enterraran en su cuerpo.
Sora solo podía ver como todo se quedaba en silencio, por una pequeña apertura que había en la dama ella podía ver afuera y podía ver que en medio del calabozo había una mesa que jamás se había usado, así como un extraño artilugio que jamás había visto.
Ella no podía moverse, ya había pasado dos horas en la misma posición, deseaba moverse; sentía los pies hinchados, sus ojos cansados deseaba dormir, de repente ve una silueta que baja por las escaleras, las luces del sitio parecen ser absorbidas por la presencia, por el momento no reconoce de quien se trata, pelo corto, vestida de negro, una sonrisa tan insolente.
-Vaya, vaya, que tenemos aquí, es divertido viajar entre dimensiones- dice la silueta.
-No te preocupes en hablar, soy solo un visitante que ha venido de lejos por que disfruta ver los resultados- dice nuevamente la silueta que camina alrededor de la dama de hierro.
-Sabes que es lo peor de estar encerrada ahí, es que tu mente empezara a jugar contigo, no sabes si en este momento lo que ves es una alucinación o es verdad- vuelve a decir mientras se alejaba y miraba la dama de hierro con una mirada llena de burla.
-Bueno me retirare- dice la silueta al mismo tiempo que desaparece.
Veía como pasaba las horas, cada ruido que escuchaba esperaba que alguien viniera y le hiciera plática, se sentía tan cansada y deprimida, no sabe si ya está por amanecer o solo ha pasado una hora. De repente empieza a llorar, no soportaba este estado de ansiedad, trataba de gritar, trataba de gemir, ella se empieza a mover dentro de la dama de hierro y empieza a enterrarse las agujas dentro de su cuerpo, al sentir el dolor, quiere gritar del dolor, trata de mantenerse quieta ahí en ese lugar tan reducido, sentía como donde se había enterrado las agujas empezaban a sangrar.
Unas cuantas horas después...
Tai bajaba al calabozo, después de una noche de sueño relajante y vigorizarte, había dormido tan bien en su suave y cómoda cama, llega donde está la dama de hierro y dice- buenos días Sora, dormiste bien.
Sora adentro de esta, mira con odio a Tai, este al darse cuenta sonríe y dice- sabes, me encanta ese espíritu, sabes pensaba sacarte; pero lo mejor es dejarte ahí encerrada.
Ella pone un rostro lleno de terror, no quería estar encerrada, ella empieza a gemir tratar de suplicar, quiere golpear con su cabeza, pero sabe que se enterraría mas agujas en su cuerpo.
-Recuerdas que te dije, te dije que te haría sufrir el infierno en la tierra te haré caminar entre el borde de la locura, haré que sufras tanto que desearas la muerte y esta se negara a visitarte, cada día que continúes con vida será una tortura querrás que tu existencia desaparezca, si intentas acabar con tu vida, aquí estaré presente evitando que mueras, ya que tu vida ya no te pertenece sino me pertenece a mí, así que ni si quieras te ocurra hacer una tontería yo decidiré como terminar con tu vida- dice Tai que miraba a los ojos que se mostraban en la dama de hierro, pocos segundos después el hace una reverencia como si estuviera burlando de ella y se retira, ella al verlo empieza a llorar no soportara otro día encerrada
Una semana después...
Una silueta camina arando la tierra, se nota su cansancio, sus pies tambalean al andar, de repente se tropieza cayendo al suelo.
-Quieres pasar otra semana en la dama de hierro- dice un Bakemon que está vigilando.
"Por favor no, no otra semana en la dama de acero"
Al escuchar esa amenaza, ella reacciona y con esfuerzo se levanta, se puede ver su rostro grandes ojeras, su piel llena de raspones, su ropa interior que apenas la cubre ya empieza a ver signos de maltrato y sigue arando la tierra.
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Medio año después...
Una silueta caminaba en el terreno arando la tierra, su cuerpo esta tan delgado que se le puede ver sus costillas en su piel, sus piernas antes piernas de una deportista fuertes y vigorosas ahora eran un piernas delgadas, débiles, su piel antes blanca y tersa estaba morena y áspera por los rayos del sol, su pelo antes cortó y brillante, ahora esta opaco, sin vida, tan largo que le llega por debajo de sus hombros, su ropa interior antes blanco y limpia, ahora estaba totalmente roto y gastado, casi podía ver sus pechos la tela casi se transparentaba, sus pies lleno de laceraciones y empezaban a deformarse.
Su rostro seguía atado con la bola de goma así que llevaba meses que no habla, pero sus ojos ya no poseía ningún brillo, su vista estaba nublada, era una mirada de alguien muerto en vida, su mente posiblemente ya se había perdido, ya faltaba solo unos cuantos metros para terminar la tarea y por fin descansar ya que había escuchado algunos Bakemon que decían que en el momento que ella terminara posiblemente Tai la mataría.
EN ese momento nuevamente vuelve a aparecer una silueta, esta vez la mira correctamente, ve que se trata de ella misma, pero posee un aura tan oscura como la de Tai, esta camina a un lado, Sora nota que ella pone un rostro burlón; pero no le importa esta Sora que ve, es solo un producto de su imaginación.
"Aun sigues con vida, bueno, bueno eso era de esperarse, puedo ver que estas cansada de vivir, y veo que ya lo intentaste, ya intentaste quitarte tu vida" dice la Sora oscura mientras se fija en las muñecas de Sora que tenía una cicatriz de que se había cortado las venas.
Ve que Sora no reacciona y sigue arando la tierra, la Sora oscura ve que tal vez ella este muerta en vida, su mente esta tan perdida que tal vez ya perdió la razón, debe de ver si es cierto, así que moviéndose alrededor de ella ve que ella ni se inmuta, poco a poco se empieza a molestar, quería hacerle una broma o algo para ver si había una reacción.
Así que antes de que hiciera algo, siente que la tierra se empieza a mover, era un temblor, era tan poderoso que nota que como todo el terreno que se había arado empieza a surgir grandes rocas, el suelo poco a poco se vuelve pantanoso, todo el trabajo de medio año que había hecho había desaparecido.
En eso aparece una silueta que sale en medio de la tierra en una especie de urna, gran parte de su cuerpo sus datos habían desaparecido, ve que se acerca un Bakemon y dice- vaya, vaya este terremoto fue muy poderoso tanto que logro sacar el cuerpo inerte de Satanamon.
Sora seguía impávida, solo voltea para ver un momento el cuerpo maltrecho de la urna, podía ver como los datos de Satanamon desaparecían y luego de unos segundos se volvían a formar. Ella sigue trabajando arando el suelo, entonces un Bakemon la detiene.
-Lo siento Sora, pero comenzaras de nuevo, nadie te ayudara a limpiar el terreno, esa es la orden de mi amo- dice el Bakemon mirando a Sora.
De repente el cuerpo de Sora se detiene, era como si algo dentro de ella reaccionara, se ve como si perdiera las fuerzas de sus piernas, el Bakemon nota que empieza a murmurar, algo dentro de ella había reaccionado.
La Sora oscura ve que su contra parte oscura está llorando así que, como si tuviera los poderes del emisario crea una pequeña onda cortante la cual rasga la goma que tapaba su boca, esta al estar libre, empieza a llorar.
-YA BASTA. YA NO MÁS, TAI YA MATAME- dice Sora en medio de las lágrimas, estaba de rodillas gritando en medio de las lágrimas.
En eso aparece Tai que caminaba tranquilamente, observa como ella lloraba, en eso él se acerca, cuando de repente ella lo ve, y con una mirada llena de odio, corre hacia Tai, desea matarlo, desea destruirlo, cuando ella llega al frente de él, choca con su cuerpo cayendo al suelo.
-Vaya, vaya, pensé que ya había terminado contigo, ataque tu cuerpo de varias formas, solo me falto la sexual; pero escondiste perfectamente esto... - dice Tai señalando su corazón- ... y esto...- dice señalando su cabeza.
-Maldito algún día me vengare, algún día escapare y te asesinare- dice Sora aun mostrando deseo de pelear, su cuerpo puede estar destrozado, pero no su espíritu.
-Si ese es tu deseo, hagamos una apuesta- dice Tai arrodillándose al mismo tiempo que dos Bakemons contienen a Sora.
-Te propongo esto, una última tortura, si logras salir siendo tu misma dejare que me mates, si en cambio te rindes antes de que termine el tiempo pactado o pierdes la razón, te quitare tu vida- dice Tai.
-De eso se trata, una última tortura, acepto el reto, he soportado todo; pero si existe una forma de acabar contigo, lo haré, no me arrepentiré- dice Sora que notaba una gran lucidez, sus ojos antes opacos se volvían tener el brillo que tenia.
-Muy bien, regresemos a la mansión- dice Tai al momento que ambos se levantan y se dirigen hacia la mansión, pero antes de que dé un paso, Tai se gira rápidamente y dispara una especie de lanza de energía oscura que pasa a un lado del rostro de Sora tan rápido que ni siquiera parpadea, ella no quiere mirar atrás, ella sabe que el no gasta energía a lo tonto, así que piensa si esa alucinación era real o solo era su mente que está a un paso de la locura.
Unos minutos después llegan al sitio de la entrada, ve de nuevo la fuente, pero ahora nota algo mas, nota que ahora estaban las estatuas de Biyomon y Agumon, ahora se pregunta ¿Por qué Biyomon no ha venido a rescatarla?, como ha sido posible, ¿Cómo estarán sus padres?, la habrán buscado o ya se habrán enterado de lo sucedido.
-sabes una de las cosas cuando eres el emisario es que tus poderes puedes variarlos lo mas que puedas, aprendí trucos de cómo petrificar a otros seres vivos, he petrificado a todo Digimon y humano que sea opuesto a mi- Sora al escuchar eso comprende todo, Biyomon no ha venido a rescatarla debido a que ya esta petrificada, entonces Agumon tal vez hizo lo mismo se rebeló contra Tai y este lo petrifico, que castigo más cruel, ser congelado y no poder hacer nada para proteger la gente que nos importa.
Sora trata de hablar cuando ve que en el sitio donde estaba el laberinto esta la estatua de Chinlomon y varios Digimons que había conocido en el pasado, la ultima línea de defensa había caído, lentamente entra por la puerta principal, cuando Sora ve la escena que le llena de terror.
Ahí como si fuera una exhibición estaba una hilera de estatuas, pero no eran cualquier estatua eran las estatuas de sus padres y de los padres de los demás elegidos, durante este medio año que ella había estado encerrada Tai había hecho demasiado daño, había detenido las posibles rebeliones y había acabado con sus enemigos.
Ella cae de rodillas, por un momento pierde las fuerzas para seguir peleando, Tai la había traído aquí para desmoralizarla lo mas que puede y hacer mas fácil el castigo para ella, después de haber visto eso se recupera rápidamente.
Después de unos minutos llegan a la mazmorra, había sido un silencio muy incomodo, ya que ambos se habían metalizado que debía de acabar esto ahora.
-Muy bien Sora, como atacarte físicamente no ha logrado minar tu mente, he decidido usar esta ultima tortura, como dije, si logras salir viva y cuerda de esta, dejare que me mates y si no finalmente te quitare tu vida- dice Tai en un tono muy serio, ella solo asiente levemente.
-Muy bien debido a que ya he usado todos los artilugios de torturas, usarlos en ti seria darte la ventaja, así que he decidido usar la ultima tortura.
En ese momento ven que se acerca a la mesa, ahora que la veía bien, la mesa tenia la forma de una silueta humana, así mismo veía que tenia una leve inclinación hacia un lado, era casi imperceptible, de un movimiento brusco los dos Bakemon que sostenían a Sora la desatan de sus brazos, le indican que se acueste en la mesa, unos segundos después de haberse acostado aparecen unos grilletes que capturan sus brazos, piernas, su cuello y cintura, ella se siente inmovilizada.
Trata con todas sus fuerzas moverse pero es imposible, poco después otros Bakemons traen unas cuantas cubetas, lentamente la empiezan a cubrir su cuerpo con el contenido, se trata de un gel que es caliente; pero poco a poco se empieza a enfriar, en cuestión de unos 15 minutos su cuerpo esta lleno de ese extraño gel, se da cuenta que el gel había formado una especie de película la cual evita que ella pueda mover la punta de sus dedos o sus codos, esta totalmente inmovilizada.
Lentamente sujetan su cara con correas, ve que solo puede ver hacia el techo, ve que sobre su cara hay un especie de recipiente, ve que lo conectan a una manguera, ella no sabe que es lo que pretenden, cuando finalmente esta listo abren la llave de la manguera, ella inconscientemente se prepara para el chorro de agua que esta acostumbrada, cuando ve que cae solo una gota de agua en su frente.
"Solo es una gota de agua"- piensa Sora al momento que caí esa gota de agua en su cabeza.
-Muy bien Sora, he aquí el reto, esta cosa estará goteando gotas de agua constantemente, como son gotas de agua es algo indefenso, así que regresare en cinco días, si para ese tiempo aun eres tu, cumpliré mi palabra- dice Tai con su sonrisa burlona.
-Esta bien Tai, te derrotare en tu juego, y no dejare que ganes- dice Sora mostrando el odio en su mirada, todo esos sentimientos que había tenido alguna vez por Tai habían muerto.
En ese momento Tai da la señal y abren la llave, empezando la tortura, Sora siente nuevamente la primera gota de agua que nuevamente cae en su cabeza, ella no se inmuta no entiende que tan peligrosa es esta tortura si no la esta haciendo ningún daño.
-"Solo es un..."- su pensamiento es interrumpido al sentir la segunda gota de agua que golpea su mente.
"Solo es..."- nuevamente su pensamiento es interrumpido por la nueva gota de agua, desde que empezó no ha podido hilar un pensamiento seguido.
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Dos horas después...
Sora estaba jadeando, estaba entrando en una crisis nerviosa debido a que no podía concentrase en sus pensamientos para escapar de la tortura, no entendía como una pequeña gota la estuviera maltratando a ese punto.
"Por fa..."
"Por fa..."
"Por favor..."
"Por f..."
No podía hacer nada, empezaba a tener sed y se estaba desesperando.
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Doce horas después...
Sora estaba llorando, no podía pensar en nada, no podía distraer sus ojos a otra cosa, solo podía ver eso que estaba ahí goteando a cada segundo sobre su cabeza, sentía como cada vez que caía una gota sobre su frente esta le empezaba a doler, no sabia ni que pensar o como actuar, ya no sabia si habia pasado solo unas cuantas horas o varios días...
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un día después del inicio de la tortura...
… ¡POR FAVOR QUE ALGUIEN ME AYUDE!...
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Tres días después del inicio de la tortura.
Un Phantomon se acerca a Tai que estaba sentado en una terraza exterior, mirando el campo el cual estaba destrozado debido al temblor, desde ahi se puede ver claramente las 10 siluetas que están clavadas a lo largo y ancho de los terrenos.
-Amo Tai, me gustaría hablar de la prisionera, no cree que es tiempo de que la liberes, usted ha ganado, ya no es necesario seguir torturándola de esa manera- dice Phantomon con un tono de respeto.
En eso oyen un nuevo grito de Sora, luego una risa y después un lloriqueo, desde que había comenzado el segundo día de la tortura ella empezaba a hacer eso, Tai sabia que Sora estaba al borde de la locura, solo un poco mas y el habrá ganado.
-Pero ella aun no ha dicho la palabra clave- dice Tai mirando su obra a lo lejos.
-Palabra clave- dice Phantomon con dudas.
-Si la palabra que me dará la victoria, solo ella puede detener esto- dice Tai mostrando su sonrisa de satisfacción.
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Doce horas después...
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¡TAI DETEN TODO ESTO, ME RINDO, LO ESCUCHAS ME RINDO!
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Tai que estaba atendiendo unos cuantas diligencias del Digimundo escucha el grito, por fin habia dicho la palabra clave, sora se habia rendido finalmente, solo faltaba un dia y medio para que ella terminara; pero estaba seguro que ella estaba desecha mentalmente.
Con un paso tranquilo se dirige a la mazmorra para terminar con esto, finalmente hoy terminaria su historia con los elegidos.
¡TAI DETEN TODO ESTO, ME RINDO, LO ESCUCHAS ME RINDO!
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¡TAI DETEN TODO ESTO, ME RINDO, LO ESCUCHAS ME RINDO!
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¡TAI DETEN TODO ESTO, ME RINDO, LO ESCUCHAS ME RINDO!
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Tai llegaba a la puerta de la mazmorra podía escuchar como su prisionera le empezaba a faltar el aire, lloraba y reia al mismo tiempo, cuando entra ve el semblante de ella, ve todo su pelo mojado, ve el sitio donde esta cayendo la gota como había creado laceraciones en su piel, podía ver como se mezclaba el agua con su sangre.
Sus ojos estaban desorbitados, no miraban a ningún lugar fijo, así que el con una seña da la orden y detienen el goteo, usando su poder destruye el recubrimiento de gel que la protege, la liberan, en ese momento ella baja del sitio donde esta y se arrincona en una esquina de la mazmorra.
… "Solo es una gota", "Solo es una gota", "Solo es una gota", "Solo es una gota", "Solo es una gota", "Solo es una gota", "Solo es una gota", "Solo es una gota", "Solo es una gota", "Solo es una gota", "Solo es una gota", "Solo es una gota", "Solo es una gota", "Solo es una gota","Solo es una gota", "Solo es una gota", "Solo es una gota", "Solo es una gota"...
Murmuraba sin parar su mente era un total caos, solo era un manojo de nervios destrozados, tal vez había perdido la razón, sin ningún cuidado se acerca a ella y rompe su ropa interior, pero no se inmuta ella se vuelve a arrinconar y sigue murmurando lo mismo, ahí esta lo que Tai estaba buscando, una mente destruida, era tiempo de terminar con todo.
El hace una seña y un Bakemon trae una gran un cojín el cual posee una daga, el la coloca enfrente de ella y dice- solo te falta un deber, si realmente quieres dejar de sufrir entiérrate esta en tu pecho y te dejare morir, si intentas atacarme yo mismo te matare, ten una muerte piadosa, quítate la vida, mantén tu orgullo al final.
Sora poco a poco se acerca a la daga, observa el fino acabado que posee el mango, era un mango de color negro con el diseño del emblema del valor, observa el filo, era largo y brillante, en su mente solo había una frase, debes morir, debes morir ya no es necesario seguir peleando.
"ES HORA DE DESCANSAR"
Sora con ese pensamiento mira la daga y la toma, solo mira de reojo la mesa donde había sido torturada, ve con terror esa mesa, tiene miedo de que la vuelvan a subir y terminar nuevamente recibiendo eso, no, no lo soportaría, ve que la daga es su única escapatoria, así que alza la daga y de un movimiento brusco se la entierra en el abdomen, nuevamente la saca de ahí, y usando la poca vida que le queda se entierra la daga nuevamente en su corazón.
Al sentir el segundo impacto en su pecho ella deja ahí la daga, todo se vuelve oscuro, por fin todo había terminado, siente como el dolor poco a poco desaparecía, ya no había mas dolor, poco a poco su mente regresa a tener lucidez, sabia que había escapado, pero ya no tenia fuerzas para pelear.
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"Sora... Sora... Sora..."
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Sentía que flotaba, se sentía en paz, por fin iba a descansar, ya no quería seguir sufriendo, ya no quería sentir más dolor.
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"Sora... Sora... Sora..."
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Ya no quería sentir mas frustración por el hecho de que ella solo fue usada como un juguete, veía como una gran luz se formaba, ella feliz se dirigía, finalmente terminaría todo.
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"Sora... Sora... Sora..."
Lentamente abría los ojos, le dolía la cabeza, se siente desorientada, ¿Qué había pasado?, ve el rostro de Biyomon que la miraba preocupada, trataba de poner sus ideas en orden acaso había sido todo esto un sueño, no podía ser cierto, había sido tan real que lo aspiro, lo olió, sintió cada segundo de dolor tan real que con solo recordarlo empieza a llorar.
-Sora ¿Qué te sucede?- pregunta Biyomon con preocupación, no había visto el estado en que estaba Sora, su piel estaba sudada, siente el olor a orines, espera pacientemente que se tranquilice, después de unos minutos las lágrimas de Sora van terminando ya solo es un leve lloriqueo.
-Nada Biyomon, solo tuve una pesadilla, pero era tan real que si seguía un minuto después dentro de ahí me volvería loca- dice Sora que se da cuenta de que se había hecho del baño, tan terrorífica fue la pesadilla que provoco que se hiciera del baño como si fuera una niña pequeña, con mucho cuidado revisa su alrededor y ve que aun es de noche, con mucho cuidado cambia las colchas de la cama y Biyomon le lleva una toalla para que ella se cambie.
Mientras ella se baña, recuerda su sueño, era tan real y tan lúcido que nuevamente empieza a llorar debajo del agua de esta, mientras ella se lavaba sentía como si su piel estuviera totalmente cubierta de heridas, era una sensación terrible, aun recuerda la actitud de Tai era realmente aterrador, era como si el emisario de la oscuridad fuera una alma tan dulce y buena, a comparación del Tai de su sueño que era cruel y sádico.
Cuando ella salió del baño, ve que aun no amanece, había estado dentro de la ducha más de una hora, sabía que solo era un sueño, solo un sueño, no debería afectarle; pero aun así le había afectado.
Mientras salía, ve que había cambiado las sabanas, mira su cuarto, se pregunta en qué momento se quedo dormida, que parte fue sueño y que parte es realidad, no entendía lo que sucedía, lentamente mira a una silla y ve que ahí había algo que no debería estar en esta habitación, es mas no debería estar en la casa o en el mundo real.
-Biyomon sabes algo sobre esto- dice Sora señalando lo que había en la silla.
-No, Sora yo pensé que tu madre lo había dejado aquí durante el día- dice Biyomon con una cara llena de dudas.
Sora se acerca a la silla, y ve que esta sobre esta el vestido rojo que había usado en su sueño, ella lo toma, debía de ser una broma, debe de ser otro vestido, tal vez su mama lo había dejado para ella, con cuidado lo revisa y ve que tienen la misma imperfección que le había causado el Bakemon; pero era imposible, todo había sido un sueño, un sueño... ¿o tal vez no?
Fin
Notas del autor: Bien, he terminado, este mini especial ha llegado a su fin, se que este episodio fue un poco duro de leer, al principio cuando lo estaba haciendo pensé que no iba a poder terminar, este ultimo episodio fue el mas difícil que he escrito hasta la fecha, como describir el sufrimiento ese siempre fue mi problema durante este especial, ahora viene lo importante, este es un favor para quienes lean este fic y estos comentarios, me gustaría leer sus hipótesis sobre este especial, si fue un sueño u otra cosa, espero que les haya agradado,
Ahora para terminar esta celebración, quiero agradecer a todos ustedes lectores que han seguido a lo largo de los años todos mis escritos ya que como escritor lo mas importante es el hecho de que nosotros como escritores es crear historias las cuales para nosotros sea de nuestro agrado, si a nosotros nos agrada lo que escribimos a los demas les agradara lo que publiquemos.
Muchas gracias: CieloCriss, Battousai-Clau, Puchiko-Tsukino, Ghost Steve, Sakura-Selenne, y a todos los lectores que han seguido mis fic durante tanto tiempo y por tenerme paciencia.
Notas extras:
Tortura de la gota china: es un método de tortura basado en el agua, fue muy utilizado durante la Edad Media, y se usaba fundamentalmente para arrancar la confesión o información a la víctima.
Era una tortura larga, en la que el torturador no tenía prisa ninguna y lo único que tenía que hacer, era esperar a que la víctima se viniera abajo.
Consistía en inmovilizar a un reo en decúbito supino (tumbado boca arriba), de modo que le cayera sobre la frente una gota de agua fría cada cinco segundos.
Después de algunas horas, el goteo continuo provocaba daño físico en su piel (similar a las yemas de los dedos después de un baño de inmersión).
Pero la verdadera tortura para la víctima era la locura que le provocaría el no poder dormir, debido a la constante interrupción de las gotas, ni tampoco poder beber esa agua cuando la sed atacara, con lo cual a los pocos días sobrevenía la muerte por paro cardíaco.
La doncella de hierro: La doncella de hierro de Nuremberg era antropomórfica, con una cara que se podría reconocer como María la madre de Jesús y un cuerpo formado por dos puertas que lo asemejaban a un ataúd. Medía más de dos metros de alto y casi uno de ancho, por lo que era suficientemente grande para contener a un hombre plenamente desarrollado. El prisionero condenado tenía que pasar a través de siete salas con siete candados antes de su prevista ejecución. Al final de un largo pasillo se encontraba la cara de una especie de guardarropa de hierro que recordaba vagamente una figura humana. Por fuera, la doncella parecía inofensiva y nada peligrosa, pero en su interior había unos clavos ocultos de hierro cuyo fin no era matar rápido, sino torturar despacio. El objetivo último de este artilugio en general era empalar a la víctima e infligirle un gran dolor y castigo.