CRUELES INTENCIONES

Admito, los personajes no son míos.

Pero está historia le hace justicia a su titulo, no es una adaptación exacta a la película ni al libro, pero ha sacado la esencia "crueles intenciones", a eso me refiero, sigue la misma línea, ósea si no me explico bien: engaño, apuestas, romances y sufrimiento. Claro que con mi toque…
Ahora debo hacer una pequeña advertencia para las personas susceptibles a este tipo de historias, quizás en este capitulo no haya escenas muy fuertes, pero en próximos capítulos aparecerán, por lo que si te ofendes, discúlpame…(jejeje), pero ya has sido advertido.

Espero Disfruten y dejen sus Rewievs.

PD: Perdonen si en algunas ocasiones no soy tan descriptiva, pero tratare de obviar en algunos detalles, todos saben quienes son los cuatro merodeadores y su historia, y dejo a su imaginación lo tan guapo como puedan figurárselos, eso si tratare de guiarlos un poco y ahondar en los detalles importantes en la historia para que nos pierdan.

Las Crueles intenciones de dos muchachos y el destino de las victimas.

Lily Evans era una chica que siempre había pasado desapercibida ante lo ojos de los chicos que la rodeaban , no es que no fuera guapa, pues de hecho aquella muchacha en opinión del resto era muy atractiva, sin embargo tenía un gran defecto: Todos la consideraban sumamente aburrida: era estudiosa, correcta y ejemplo para muchas chicas de Hogwarts, no acudía a las fiestas y siempre andaba con ese falso discurso de la virginidad y de encontrar alguien en quien confiar, discurso que a los muchachos les sonaba a despecho por no encontrar nadie que la aguantase y menos que se acostase con ella. De todas formas, para Lily este detalle de pasar desapercibida no era un gran inconveniente, al contrario su mente se centraba en cosas más importantes como sus estudios y sus amigas, a quienes les dedicaba grandes espacios de su vida. Ciertamente había tenido novios, todos ellos muggles, pero no significaron grandes experiencias, en excepción al último muchacho con quien estaba saliendo, Ian McGreggor, en alguna ocasión durante el verano se besaron apasionadamente bajo las sombras de los parques, no obstante nunca llegaron más halla, pues ella se mantenía virgen como siempre.

Se miro fijamente al espejo y comprobó que su uniforme estuviera tan pulcro como todo en ella, sonrió. No se veía mal, incluso se sintió satisfecha de su apariencia, había perdido ese cuerpo sin formas de antes, ahora tenía busto y sus caderas ya no eran tan estrechas. Lily Evans, de verdad era una chica muy atractiva, poseía una belleza inusual, enredada entre cabellos rojos, bonitas facciones y unos asombrosos ojos verdes. A sus amigas realmente les extrañaba que nadie se detuviera mucho en ella por su físico, pero sabían perfectamente el motivo porque los muchachos le temían: Su fama y su peculiar carácter. Por eso Lily se había enterrado en sus libros y en sus aburridos novios muggles, quedando en el olvido de la memoria de los chicos "como blanco de conquista", pues ella era la prefecta y se imponía como tal. La mayor interacción social que tenía, eran sus tres amigas: Enid Pilarzik, una chica muy parecida a ella y muy atractiva, de hecho su mejor amiga; Susan Goethe y Rebeca Spira ambas de una carácter bastante extrovertido y muy distintas a Enid y ella, pues eran el tipo de chicas a las cuales todos invitan a salir, con una agenda social muy copada y con importantes novios que lucir. Nimiedades para Enid y Lily, por supuesto, pero nada que les impidiese ser grandes amigas.

-¿Bajas a desayunar? -preguntó Enid Beca y Susan dijeron que nos esperarían en la mesa.

Lily terminó de echarse la última ojeada y siguió a su amiga que ya descendía por las escaleras.


-¡Ey, Cornamenta¿Cómo te ha ido con tu cita de anoche? -preguntó un guapo muchacho de diecisiete años a su mejor amigo, quien al parecer tenía un rostro denotaba una gran derrota.

-No se que les sucede a la chicas que se han puesto tan remilgadas… -Se quejo -Es la tercera vez en esta semana que me dan la lata…

La noche anterior James Potter había estado con Bárbara Mitchell, una muchacha de quinto año de Gryffindor y por lo que se podía ver las cosas no funcionaron como se las planteó: cuando estaba a punto de acostarse con ella y conseguir lo de siempre, la muchacha le estaba ordenando que formalizaran, por lo que cabreado se levantó de la cama dejando a medias lo que estaba haciendo.

-Te refieres al discurso de: "eres el elegido y yo se que puedo confiar en ti para entregarte esto tan valioso" -Exclamó Sirius imitando a la perfección la vocecilla de una chica, lo que hizo reír a James- A mi también y es realmente irritante admitió No puedes coger tranquilamente tienes una carga en tu conciencia, pero se pasa con el rato…

-No sé porque tanto escándalo, si finalmente ellas mismas han corrido a tus brazos ¿O no, Eso si… habló con saña Me gustaría saber quien es la del discursillo molesto y hacerle tragar sus palabras…

-Ufff… suspiró Sirius Esa debe ser una santa en persona y no creo que sea solo el discurso…

Luego del último comentario, ambos se dedicaron a comer mientras varios pensamientos se abultaban en su mente, las chicas realmente se habían vuelto latosas y alguien tenía la culpa de ello. Esto era bastante grave, arruinarles sus planes, ya fuera directa o indirectamente, significaba una grave ofensa para los merodeadores y debía pagar por ello.

Nota:

James Potter y Sirius Black, eran los típicos chicos exitosos que se encontraban en todas las escuelas: eran guapos, inteligentes, deportistas y tenían suerte con todas las chicas, es más, pareciera que no tenían que esforzarse en nada, pues lo que hicieran les salía a pedir de mano. Todo el mundo sentía cierta admiración o envidia por estas figuras, sin embargo los respetaban como dioses. El único gran defecto era la insistencia, sobre todo en James Potter, de recalcar a quien se les pusiera en frente todas sus cualidades.

-¿Y Lunático?- Preguntó Sirius luego de engullir su última tostada -¿No vendrá a desayunar?

Ambos miraron con extrañeza el lugar de Remus, que aun se hallaba vacío.

-Si Filch no le hubiese confiscado el mapa a Colagusano el año pasado, créeme que todo sería más fácil de ubicar -se lamentó James -Sin embargo canuto, no es difícil imaginarse donde se puede encontrar nuestro querido Remus, tenemos pocas opciones o está en la biblioteca, en reunión de prefectos o…en la casa de los gritos, pero esa opción la obviaremos, pues lamentablemente no nos toca luna llena- dijo con añoranza.

Cerca a ellos tomaron asiento dos muchachas que se hallaban envueltas en una acalorada conversación, que al parecer iba muy subida de tono, pues la muchacha había soltado una molesta carcajada que retumbó en la cabeza de James.

-¿Esa no es Riba? -le indico a una muchacha morena, muy bonita que se hallaba cerca -Esa a la que te ligaste a fines de sexto, la que estaba avergonzada por lo que pensarían sus amigas…se burló.

-Rebeca Spira…-lo corrigió Sirius.

-Ahmmm…por lo visto te acuerdas de su nombre -dijo mordazmente -Es Guapa convino Pero no me gusta para nada su risa y por su puesto los ejemplares de mi amigo son sagrados…

-Tiene Novio- Sirius interrumpió el monologo de James -Pero eso es un punto a favor ¿O No?

-Claro, admito que lo prohibido le da sabor a las cosas. dijo James.

James siguió observando atentamente a Riba y a su amiga que reían cada vez más fuerte, el chico sentía unas ganas incontenibles de lanzarles un maleficio al par de cotorras, no obstante se contuvo forzosamente, pues habían llegado dos chicas nuevas y el cuchicheo se puso interesante. Lo que acaparo toda su atención, codeo a Sirius y le indico el espectáculo.

-¿No tienen otro tema? -Preguntó Enid con fastidio, mientras separaba una tostada del panero -Es realmente irritante oírlas todo el día hablar de sexo y de chicos…

-Pues no lo creo… -se burlo Susan -¿Qué otras cosas más importantes pueden existir?

-No te esfuerces Susan, tu sabes cual es el discurso de estás dos santurronas. -continuó Rebeca. -Juran que el mundo gira en torno a los libros, al amor verdadero y a todas esas sandeces…

-Pero tampoco giran en torno a los hombres la espetó Lily ¡Vamos Beca hay cosas mucho más importantes!

-Eso lo dices por que nunca has estado con un chico…-agregó Rebeca -Si supieras…

-Claro que he estado con un chico, por algo tengo novio…-se defendió Lily.

-¡Vale Lils! -sonrió Susan- Pero aún eres virgen, tu misma nos has dicho que tu y ese Ian solo se besan inocentemente…

-¡Shhhh! -Las hizo callar abruptamente Enid y les dirigió una mirada desconfiada a James que miraba- Esas cosas no se toman a la ligera…

Lily estaba completamente sonrojada, Susan y Rebeca tenían toda la razón, Ian McGreggor, su novio muggle, jamás intentaba tocarla, ella misma se lo había pedido así.

-Espera Enid, déjame decir algo antes -la voz de Lily denotaba seriedad e imponía ser escuchada.- Ser virgen no es ningún pecado y menos querer acostarse con la persona adecuada, lo que pasa es que las chicas de hoy están urgidas por acostarse con cuanto patán con un poco de fama se les acerque -Aquel comentario caló en los huesos de Sirius y James que escuchaban sin dejar escapar ningún comentario -Enid y yo no somos ese estilo de chicas… Susan y Rebeca pusieron cara de espanto No me mal entiendan chicas… se disculpó Lily No les estoy imponiendo mis ideales…

-Ya es tarde -bromeo Rebeca retomando su nuevo humor -Pero basta Lils, ya nos lo sabemos de memoria… -se quejo-. Vayan con el sermón con las otras chicas, a ellas les gusta oírlas…

-Sin embargo les entra por un oído y les sale por otro, así que sus esfuerzos siguen siendo vanos, ya que ha nadie le interesa ser virgen, todas están urgidas por…-Dijo Susan.

-Claro con los ejemplos que tienen, si no tienes vida sexual estas excluida del mundo…. -La interrumpió Enid (Ined)

-Vale Chicas- reconoció Susan -No hay nada como hacer el amor y acostarse con alguien en quien uno confía, me gustaría que lo mío hubiese sido así -se lamentó -por suerte ustedes todavía están a tiempo ojala no se equivoquen.

-¡Vaya que Romantica!-se burló tiernamente Lily -jamás pensé que tuvieras sentimientos tan profundos.

¡-Cállate!-Le gritó Susan mientas le lanzaba una migaja en la cara.

Mientras las chicas, inocentemente distraídas seguían con su guerrilla, James que había encontrado en quien enfocar toda su rabia, cogió de la túnica a Sirius y lo condujo fuera del comedor para que nadie pudiese oírlos, tenía un maquiavélico plan en mente y necesitaba acordar unos puntos con Sirius.


-¿Conoces a ese par de zorras? -preguntó James indignado. -Quiero saber quienes son exactamente…

-Sirius meneo la cabeza de un lado a otro tratando de recordar cada detalle. Por lo general el conocía a todas las chicas Hogwarts, pero…

-¡Ya lo sé!-chasqueo los dedos enérgicamente -La pelirroja es La prefecta, Lily Evans…y la otra es su amiga Enid Pilarzik -ambas lo habían reprendido la semana pasada mientras se burlaba de un niño de cuarto.

-Pues bien, Lily y Enid son las dos condenadas santas que han estado arruinando nuestras citas… -su mirada se hizo tan fría como sus palabras -¿A caso no te has preguntado por que algunas chicas no llegan a la tercera fase? Pues bien ahí tienes la causa…

Ambos sonrieron maliciosamente como si supieran que pensaba cada uno.

-Entonces, al parecer tienes algo en mente…d-ijo Sirius divertido

-Una buena venganza y como hemos estado algo flojos, el plan que tengo en mente funcionara. Haremos tragar a ese par su ridículo sermón.

-No sé que tienes en mente Cornamenta, pero me suena a algo muy malo… -sonrío.

-Voy a seducir a esa tal Lily Evans haciéndole perder la cabeza completamente, cosa de que olvide toda esa cursilería y no tenga cara para volver a repetirla ante nadie, la haré creer que soy la persona en quien confía, pero cunado consiga mi trofeo se lo restregare por la cara haciéndola ver el error y lo vacío de sus palabras

-Parece que lo tuyo es algo personal con la pelirroja -río Sirius -yo tomare cartas en el asuntó con Pilarzik, pero antes Cornamenta, necesitamos ponerle más emoción a esto…

-¿a qué te refieres? -preguntó James más interesado -¿A una apuesta?

-¡Claro!- Exclamó con felicidad -Tu capa por mi motocicleta a quien lo logra primero dijo con tono desafiente ¿Aceptas?

-Cuándo me he perdido una apuesta así Canuto.

Ambos se tendieron las manos y se dieron un fuerte apretón.


Las tácticas de James

-Entonces…-medito- si tu no dices nada de esto yo no le contare a Frank sobre nuestro…-le dirigió una lasciva mirada a Alice que miraba preocupada hacia todos lados -Fogoso encuentro en el invernadero de Sprout…

-Ya te dije todo lo que sabía de Lily Evans, lo de más está anotado en el pergamino como pediste ...-contesto rápidamente- Ahora, por favor, deja que me vaya -suplicó Alice.

-¿Te harás más amiga de Evans? -preguntó sujetando del brazo a la muchacha.

-Si…-afirmó con desesperación Y- te mantendré informado.

-Bien ahora vete.- le indicó James mientras sonreía con satisfacción y la veía alejarse hacia el castillo.

Él, James Potter, era un maldito genio, su plan estaba sobre ruedas y ya la mitad estaba hecha.

Los polvos esporádicos realmente tenían utilidad, pensó. Si no fuera por Alice Haven, conocida de Evans y con la cual se lío meses atrás cuando ella recién salía con Longbottom, nada de esto sería posible. En estos momentos tenía en sus manos toda la información que requería para poder actuar. En el pergamino estaban los movimientos de Lily Evans desde que se levantaba hasta que se acostaba nuevamente, sus horarios, sus gustos, el nombre de los integrantes de su familia, sus clases preferidas, hasta los detalles freack como las fechas de sus periodos, estaban anotadas sobre ese valioso pedazo de papel. Ahora podría empezar con la segunda fase de la venganza, acercarse, pero no de la manera como lo había hecho antes, de bajo de su capa, si no que en carne y hueso y donde los ojos de la pelirroja pudiesen fijarse en él.

Ya basta de tonterías se dijo así mismo Aunque la capa fue una gran aliada al momento de ver el espectacular cuerpo de Evans en el baño de prefectos, tendré que lanzarme al ataque en este momento.

Mañana haría le jugaría una bromita a algún compañero frene a las narices de Mc Gonadall y le sugeriría que lo castigase enviándolo al hospital a ayudar a la Señora Pomfrey. La santurrona de Evans, según decía el pergamino, iba todas las tardes a cumplir sus obras de buena samaritana.

Flash back

Era de noche y Lily salió disparada por el agujero del retrato con una toalla y una muda de ropa hacia el baño de los prefectos, James que la había estado esperando sentado en su butaca preferida desde que la muchacha desapareció por la puerta de su habitación, no dudo ni un segundo en tomar su capa y salir tras ella. Cuando Lily se introdujo al baño y dejo un pequeño espacio antes de cerrar completamente la puerta, él aprovecho para escabullirse y entrar rápidamente a la habitación, así se acomodó en el lugar de mejor panorámica y espero a que la muchacha se introdujera en la pileta. Sin embargo debería esperar bastante rato…

Lily acomodó todas sus cosas y tranquilamente espero a que la pileta se llenara. Mientras esto sucedía soltó su coleta y dejó caer su larga cabellera roja sobre su espalda, la cepilló minuciosamente (por lo menos unas cien veces) y acomodada frente a un espejo comenzó a desnudarse.

Pensé que era el único obsesionado con su pelo, pero al parecer Evans me lleva la delantera.

Lentamente se quitó la túnica y la comenzó a doblar.

Maniática sácate los trapos de una vez.

Y con cada prenda repitió la misma operación, cuando al fin James pudo ver un poco de la lechosa piel de Lily, fue cuando sintió la tención en su entre pierna, le hubiese gustado correr y arrancarle de una vez esas bragas y ese sujetador. La pelirroja realmente tenía un cuerpo asombroso, dos pechos del tamaño justos para acapararlos con sus manos, dos piernas largas y un culo de otro mundo.

Vamos James tranquilo, respira y no lo dejes pensar a él, piensa con la cabeza... Si con la cabeza.

En esos momentos se estaba exigiendo un autocontrol sobre humano para no lanzarse sobre la pelirroja y con sus manos restregarle el jabón, tenía que salir del baño de prefectos antes de arruinar todos sus planes.

Ya después te enseñare unos pequeños trucos Evans.

Esperando a que Lily se zambullera en la pileta, James salió rápidamente del baño de los prefectos y se fue a su habitación.

Bien James te haz controlado, ahora ve y date una ducha de agua fría. La necesitas.