:D:D Sí, al fin, señoras y señores ! La escena de la manzana del capitulo 51 ha sido modificada para darle el gusto a los fans del RoyxRiza
Disfruten !
Riza comenzó a pelar la manzana, cabizbaja.
Roy frunció un poco su ceño, pero no le dijo nada. Solo observó aquellos rojizos ojos humedecerse un poco de vez en cuando. La teniente se sentía triste, y enojada consigo misma. Para ella, todo habría sido distinto si hubiese llegado antes.
Mustang, sin embargo, se sentía agradecido por su eterna compañía.
Terminó compadeciéndose de ella.
-¿Por qué tienes esa cara?- preguntó, su rostro no tan rígido.
Ella sonrió levemente. Sabía que la pregunta llegaría.
-El plan era perfecto, señor- repuso, con voz suave, y casi avergonzada -Pero yo no llegué a tiempo. Si lo hubiera hecho, quizás...
-Acércate, Hawkeye- interrumpió Roy cuidadosamente.
La muchacha hizo lo pedido y se sentó a su lado.
-No existe la perfección- el General le sonrió débilmente. Acarició vagamente sus cabellos rubios. -Es por su imperfección que el mundo es tan hermoso.
-¿Eso cree, señor?- Riza trató de devolverle el gesto.
El General colocó su fría mano en la mejilla de la Teniente. El rostro de la mujer era tibio y suave.
-No lo creo, lo sé- reafirmó.
Se miraron a los ojos. Ambos sabían qué ocurría, así que ni hacía falta decirlo. Era simplemente disfrutar de la reconfortante compañía del otro, mirarse con decisión. Eso bastaba para ambos.
-¿Puede acercarse un poco más?- las palabras salieron solas de la boca de Roy. Mas bien, de su corazón, el cual no podía evitar debilitarse en la presencia de Hawkeye.
Aunque la tomó por sorpresa, ella solo asintió ligeramente con la cabeza y colocó su rostro a un lado del Coronel. Su olor era igual al de siempre, aquel perfume que solía haber en la oficina. Riza amaba esa fragancia.
-¿Me permite besarla, Teniente?- susurró en el oído de la rubia.
Esta creyó que su corazón saldría volando en cualquier instante. -Sí, General- replicó, en murmullos.
Roy corrió un poco su cara y posó sus labios suavemente sobre los de ella. Luego volvió a alejarse.
Se miraron un poco más. Realmente no había nada que decir.
Riza levantó el cuchillo hasta su boca, con el pedazo de manzana aún esperando a ser comido.
Roy largó una risita y dió un mordisco.