De nagual a Perro.

POV DE KURENO

Todo comenzó un jueves 12, no tenía novedad alguna, salvo por el hecho de que Akito se hallaba deprimida y no había manera de levantarle el ánimo.

-Vamos Akito -dije intentando que Akito probara bocado- está muy sabroso.

-No tengo hambre -dijo Akito dejando caer la cabeza en la mesa- me siento terriblemente mal.

-Pues háblale a Hatori.

Creo que mi sugerencia no le levantó el ánimo, y yo ya sabía por qué.

-Kureno, no te pedí sugerencias, las órdenes las doy yo.

-Sí Akito.

-El punto es -y aquí es donde todo comenzó mal- que se siento terriblemente sola. Poco a poco se apartan cada vez más de mí, y yo solo quiero tener a algo o alguien que a pesar de todo esté a mi lado.

Y claro, la culpa fue mía.

-Pues consígue una mascota.

Con una velocidad que me sorprendió, Akito levantó su cabeza y clavó su mirada en la mía.

-Llévame a la tienda.

Sí, yo tuve la culpa.

POV DE SHIGURE

El día, no se podría decir que comenzó normal, salvo por el hecho de que Akito me pidió que permaneciera un poco más de tiempo a su lado.

-Lo siento Akito, tengo que terminar un trabajo o entre Yuki, Tohru y Mitchan me cuelgan -mentira, el trabajo lo hice ayer- te veo después.

Le di un beso en su frente para despedirme, y pude ver como trató de detenerme, pero no dijo nada.

La mañana transcurrió casi sin novedades, las típicas peleas que los chiquillos, la pobre de Tohru tratando de mantener la paz y una Rin que seguía terca en que le dijera como terminar con el hechizo.

Supongo que de saber la manera lo intentaría.

-Nop, no te puedo decir Rin.

-Entonces -dijo poniéndose de pie- no te importará que ese te quite lo que has conseguido con tanto esfuerzo.

Pensando las cosas incorrectas, dije a Rin más de lo que debía.

-Que Kureno duerma con ella más noches de las que yo jamás podré contar, no significa que no podré alcanzar mis objetivos. Al final, Akito sufrirá por sus propios errores.

-¡Ja ja ja ja ja ja¿Quién habla de Kureno! Hablo de tu reemplazo, perro.

Y salió rápidamente de mi casa.

-Esto le encantará a los demás, ja ja ja ja ja...

A los dos segundos de haberse marchado, comencé a golpear mi cabeza contra la primera pared que me hallé.

-¿Reemplazo! Ya le enseñaré...

Tomé con prisa el auricular y marqué el número de Hatori. Si algo pasaba en la Casa Principal, Hatori era el único informante seguro.

-¿Ahora qué quieres Shigure?

-Hatori, es preciso que hablemos¿vienes a mi casa o voy a la tuya?

Tras unos minutos de silencio, oí como Hatori maldecía por lo bajo y me dio el indicio de que era bienvenido a su casa.

-No sé como tienes la suerte de hablarme justo cuando planeo tomarme un respiro -suspiró de forma pesada- Más te vale ser breve.

Y colgó. Busqué con velocidad donde dejar el mensaje a los chicos por si volvían antes que yo, y me fui de inmediato.

Realmente tenía ganas de conocer a mi rival.

POV DE HATORI

Shigure llegó sumamente preocupado. No sé por qué, ni me interesa, pero si no le saco la sopa, se ahogará en su propio caldo. Lo único bueno es que hoy sirven té de menta. Gracias por pensar en nosotros Akito.

-Bien Shigure¿a qué se debe el honor de tu visita?

Ir al grano, solo eso lo hacía hablar rápido. Comencé a disfrutar de mi té cuando Shigure dijo algo que me desconcertó.

-Hatori¿sabes de algún nuevo pretendiente de Akito?

Y escupí abruptamente. La noticia casi me ahoga.

-¡De qué estás hablando Shigure¿Me quieres matar?

-Traquilo Hatori -como quiero ahorcar a Shigure- solo quiero que me informes de Akito.

-Akito -me senté y de nueva cuenta me serví té- Nada nuevo, salvo que estaba un poco deprimida esta mañana y al rato salió con Kureno, no sé que decían acerca de unas compras. Creo que no tienen mucho de haber vuelto.

Nos quedamos en silencio unos minutos. Yo esperando cualquier tontería de Shigure al tiempo que disfrutaba mi té y Shigure seguía pensativo.

Y en ese perturbador silencio, escuchamos unos ladridos que se escuchaban no muy lejos de aquí.

Salimos a toda velocidad al jardín privado a ver si solo era un síntoma de psicosis colectiva o si un perro se hallaba en el jardín.

Y vimos como Akito jugaba con un cachorrito, el cual daba brincos alrededor de ella. Se veía... feliz.

Continuará. De ustedes depende la raza del cachorrito de Akito.