Disclaimer: De plano que ninguno es mio, ellos pertenecen a Nintendo… y quizás a ellos mismos

:-Nota-:

Un pequeño fic de navidad, el cual espero no alargar mucho y dejarlo con solo dos partes. Por lo pronto, aki la primera. Espero leer sus comentarios acerca de esa singular pareja que me encanta.

A X-mas Gift

Part ONE

Los grandes copos de nieve caían lentamente detrás de la gran puerta de roble, figuras graciosas y frágiles, únicas en su especie y con un encanto mágico y hechizante, con el cual cualquiera se podría enamorar…

-¿no puedes?-. Pregunto una inquieta voz femenina

En su timbre de voz se escuchaba la preocupación, incluso el temblor de la misma ¿Acaso era miedo?

-Lo siento Misty, pero…-. Lucho con fuerzas un chico de cabellos oscuros, -Pero no se mueve ni un centímetro-. Se rindió al fin

Misty se abrazó a si misma muy preocupada, volteando a su izquierda pudo ver su reflejo en un viejo espejo… a sus 17 años, ella ya era toda una mujer… De piel pálida y fina. Ojos azul acuoso, dentro de los cuales cualquiera podría ahogarse, sus cabellos pelirrojos brillantes caían graciosamente sobre sus hombros. Su cuerpo era perfecto para su edad, un pequeño reloj de arena, coronado por un vientre liso que se extendía a sus moldeadas caderas, sus largas piernas y firmes producto de su gusto por correr y nadar… pero nada de eso valía, de no ser por su chispeante sonrisa

-¿Misty?-. Llamo el chico de cabellos oscuros a la chica al verla tan perdida en el espejo

Ella reacciono volteando, un poco sonrojada por su propia alabanza, atinando solamente a pasar coquetamente un mechón detrás de sus orejas

-Lo siento Ash, solo trataba de pensar donde podríamos estar-. Mintió ella un poco apenada

-Pues a mi me preocupa mas salir de aquí-. Replico el chico volteando y tratando de abrir la puerta con ambas manos, pero era imposible, la perilla parecía estar congelada

Misty miro atenta al chico, hacia menos de dos años que lo había visto por última vez, y había que admitir algo, el había cambiado… demasiado… ahora era mas alto que ella, hombros anchos y firmes, luciendo un cuello de tortuga negro que marcaba su torneado torso, y unos pantalones de mezclilla pegados, que hacían notar lo mucho que se ejercitaba. Aunque el parecía ya todo un hombre, había un rasgo que para ella nunca desaparecería: su gorra; sus cabellos oscuros ahora peinados u poco hacia atrás, seguían ocultos tras esa gorra roja, inseparable tal como su compañero Pikachu, que en estos momentos no se encontraba

-Ash…-. Suspiro inconsciente al recordar los viejos tiempos

-¿Estas bien?-. Pregunto el chico al notar que lo llamaban

Ella negó con la cabeza. Un Ash rendido avanzo hasta la chica, la cual se encontraba recargada al pie de la escalera. Su pantalón de mezclilla claro marcaba perfectamente su figura, y esa blusa negra de encaje lo hacia tener muchas ideas… y sus ojos, esos ojos aguamarina… esos ojos que había visto por última vez hacia dos años… no tenía idea de cuanto los extrañaba, hasta el día de hoy cuando la había encontrado

-De haber sabido que iba a pasar esto, hubiera traído a mis pokemon-. Suspiro la chica cansinamente sin reparar en la "inspección" de Ash

-¿Eh? Es decir… si, pero mama solo nos mando por los víveres para la cena navideña, no creo que haya adivinado esto-.

-Tienes razón-. Sonrió ella, -Al menos debería de haber traído un suéter-.

Ash se miro, el tampoco había tomado una chaqueta, ya que el había pensado que su salida de compras iba a ser rápida. Desgraciadamente ninguno de los dos pudo presagiar la tormenta de nieve que se desato, obligándolos a esconderse en esa vieja casona abandonada…

-¿Y que ha sido de tu vida?-. Pregunto Misty sentándose en uno de los escalones

-¿De mi vida?-. Dudo Ash

-Si, de tu vida… o dime, ¿Piensas que nos quedemos aquí encerrados sin hablar de nada?-.

-No… es solo que… mi vida no debe ser ni la mitad de divertida que es la tuya-.

Misty sonrió, hacia un par de años, cuando se había separado de Ash que había regresado a casa, pero al no encontrar lo que esperaba, viajo hacia Estados Unidos, donde estudió biología marina en una Universidad de Florida, donde actualmente trabajaba como investigadora…

-Yo he estado en un solo lugar, ¿Y que hay de usted maestro pokemon?-.

Ahora fue el turno de Ash para sonreír, ya que después de haber continuado su búsqueda como maestro pokemon, y de haber ganado varios torneos, ahora formaba parte de la liga de investigación del profesor Oak

-Pues… no mucho-. Contesto al fin

Ambos se quedaron callados… unos segundos, segundos que se convirtieron en minutos, minutos que se volvieron eternos

-Ash…-.

-Misty…-.

Ambos se miraron confundidos debido a que hablaron al mismo tiempo. Inevitablemente comenzaron a reír

-Lo siento, creo que no me había pasado nada interesante… desde la penúltima vez que nos vimos-. Confesó Misty

-Lo se, digamos que el equipo Rocket era la sal de nuestra vida-. Secundo Ash

-Oye, hacia interesantes nuestros viajes-. Señalo Misty, -¿Recuerdas la vez subimos a ese bote?-.

-Ni me lo recuerdes, siempre tragedias… aun así la vez que realmente me preocupe, fue cuando te perdiste con James y Meow-.

Misty negó con la cabeza, eran tantos recuerdos, tantas cosas… habían sido realmente buenos tiempos

-¿Mist?-. Llamo Ash cariñosamente a su amiga, -Siempre, siempre tuve una duda-. Susurró con pena, -¿Por que… por que te fuiste?-.

La pregunta había tomado a la chica completamente desprevenida, el porque se había ido era algo que ni siquiera podía responder

-Digamos que… necesitaba acomodar mis ideas-. Respondió después de un largo rato de silencio

La respuesta pareció no satisfacer a Ash, quien de inmediato replico

-¿Acomodar? ¿Acaso estaban chuecas?- .

Ella negó con la cabeza y se abrazó aun mas a su cuerpo, a pesar de que solo les habían caído algunos copos de agua nieve, la verdad era que la tela de su blusa era muy delgada, y sin embargo un calor emergía de sus pies para terminar debajo de su cuello, mientras un sudor frío recorría su espalda

-Ash, quizás la puerta ya se abrió… digo, después de tanto calor-.

-¿Calor? Pero Misty, esta helando… ¿Te sientes bien?-.

Misty asintió con la cabeza antes de pasar su mano por su frente. Acto seguido se puso de pie frente a un confundido Ash, avanzando con dificultad por los pocos escalones

-Vamos, si nos vamos a quedar aquí, al menos busquemos algo divertido que hacer-.

Ash pensó muchas cosas divertidas que podía hacer con la pelirroja, pero todas ellas improbables

-Vamos, ¿O piensas quedarte con tu cara de bobo sentado en las escaleras?-. Interrogó ella bromeando, para así poder apurar al chico

-Yo no tengo cara de bobo-. Grito Ash como niño chiquito

-Pruébalo-. Reto ella comenzando a correr

Ash la siguió… sus risas… sus juegos, parecía que había sido ayer el día que había decidido marcharse, el día que ella lo abandono

-¿Misty?-. La llamo Ash al ya no escuchar sus risas

-Oh por Díos-. Exclamo la chica cubriéndose su boca, -Ash…-.

Ash bajo la velocidad hasta ponerse a la par de la chica, esta permanecía inmóvil frente a la sala de la casa, en la cuál habían estado hacia escasos… ¿10 minutos?

-O de plano estoy muy ciega… o, ¿tú viste eso?-. Pregunto ella

Continuara…