The True Behind Her Eyes
Disclaimer: Todos los personajes, salvo los que yo voy a inventar, son de la magnifica mente de J.K. Rowling, y creo que de haberlos inventando seria multimillonaria… o una loca esquizofrenica. En fin disfrútenlo
--Nota--
De
nuevo, muchas gracias todas las personas que se toman la molestia de
leer esta historia, de agregarme a sus alertas y de mandarme uno que
otro review motivador. Las quejas, sugerencias o ganas de asesinar a
la escritora son siempre bienvenidas (siempre y cuando solo se quede
en ganas). Muchas gracias a todas las personas que de manera
voluntaria o involuntaria hayan aportado algo a este fic.. We
Love Oliver Wood!!!
Y estamos en la recta final, así que… disfruten la lectura
Capitulo 21
Llorando te vi alejarte
Jurando nunca dejar de amarte
¡Que ilusa fui!
Realmente hubo una época en la
Que yo confiaba en ti
Supongo que al final de todo el sol siempre vuelve a brillar
Una esperanza nueva que al final despertara
Y al final de todo, la noche terminara
La dulce voz que entonaba con tanta pasión algo que había salido de su mano, hizo que reaccionara y finalmente despertara…
-¿Gillian?-. Creyó reconocer la voz
-Vaya, debo admitir que tus poemas han ido madurando mucho-. Comenzó a hojear la libreta roja, -Mmm ¿Será que tienes un buen muso?-.
-¿Muso?-. Se tallo los ojos sintiéndose mas confundida aun
-Si, ya sabes… esa persona que te inspira, y por la cual eres feliz… bla, bla, bla-.
La castaña aun seguía pensando en lo que su amiga trataba de decirle, cuando de sobresalto reacciono
-¡¡Gillian!!-. Brinco y la abrazo con fuerza, -¡¡Volviste!! Estas bien… ¿Qué demonios te paso?-.
-Ok… tranquila pequeña-. La separo de si antes de que la golpeara, -Un "que bueno que volviste", hubiera sido más sencillo-.
Una sonrisa se dibujo en ese rostro de rasgos finos y delicados. Con su piel pálida y brevemente sonrosada a la altura de las mejillas, unos impresionantes ojos color esmeralda los cuales enmarcaban a la perfección con esa delgada cortina de cabello dorado claro… esa era su mejor amiga, la cual había vuelto
-¿Qué te paso?-. Arqueo la ceja Ayla, -Estaba muy preocupada por ti, es decir ¡¡Comenzaste a convulsionar en mis brazos!!-.
Gillian la miraba con atención
-No se que paso, te lleve a la enfermería… al día siguiente resulto que tu padre te había enviado a San Mungo y yo…-. La exasperación en su rostro era más que evidente, -¡¡Odio que me hagas eso!!-.
-¿Enfermarme? Disculpa, no es algo que yo planeara, créeme que si pudiera controlarlo…-.
Algo en su tono no acaba de convencerla, fue cuando recordó lo que había pasado en Hogsmade…
-Si es algo que controlas-. La interrumpió, -Es decir, ¿Por qué Cedric lo sabía? ¿Por qué lo mandaste a cuidarme? Discúlpame pero no tengo 5 años y eso me hizo sentir tonta-.
-Entonces discúlpame a mí por preocuparme por ti. Por si no lo sabías, mis síntomas me avisan, y yo… yo le avise a Cedric que si me pasaba algo cuidara de ti-.
-¿Tus… síntomas… te… avisan?-. Se puso de pie de la silla y le arrebato su libreta roja, -Ahora resulta que yo no conozco a mi mejor amiga, y que su enfermedad que me ha tenido al borde de la histeria durante los últimos…-.
-¡¡Pues sabes que!! No tendrás más por que preocuparte…-. Se puso de pie y avanzo hacia la puerta
Solo que la rubia no contaba con que alguien estuviera en la puerta
-Me alegra que se sienta mejor, pero eso no quiere decir que puede correr libre por los castillos-. Dijo la enfermera Pompfrey con aire serio y tranquilo, -Si usted y su compañera quieren regresar a su sala común, tendré que acompañarlas-.
Ayla se irguió completamente antes de caminar con la enfermera
-Pues
por mi si, ahora que si mi compañera tiene algún síntoma raro que
no haya querido confesar, bueno… pues si se vuelve a desmayar,
dependerá de ella, ¿No
cree?-.
La mirada de la enfermera lo dijo todo.
…
La frase "efecto bola-nieve" de repente comenzaba a cobrar un significado mucho mayor… eran todos sus problemas los cuales parecían agregarse uno tras otro, intentando mostrar lo irónica que podía ser la vida
¡¡Como si necesitara saber eso!!
Cuando mas necesitaba a Gillian, ella había decidido que era el momento perfecto para confesar que le había ocultado cosas, cuando realmente empezaba a abrir sus sentimientos, Olvier se había encargado de demostrarle que era un idiota, y si de por si eso no fuera suficiente, los TIMOS con todo lo que la simple palabra llevaban se cargaban sobre sus hombros, haciendo un interesante contrapeso con las medidas de seguridad ahora mas fuertes, que había impuesto Dumbledore
-Muy bien chicos… hasta aquí llego yo-.
Fue la apacible voz de la profesora McGonagall la que la hizo reaccionar
Su grupo había llegado al sitio donde tendrían su siguiente clase
El profesor Lupin los esperaba sonriente desde el marco de la puerta
-Gracias Minerva, yo me haré cargo-. Dijo sin borrar la expresión de su rostro
Ayla se pregunto como sería eso posible, después de todo, era bien sabido que nadie de Slytherin lo apreciaba, más por el hecho de la preferencia hacia el profesor encargado de su casa: Snape, que si bien para ella era su favorito, no por eso desmeritaba la labor del cansado profesor
Claro, decir cansado era una palabra muy ambigua
Sus profundas ojeras que había bajo esa mirada por lo regular cálida. Su aspecto desalineado, no sucio, si no desgastado, como si algo malo le hubiera pasado recientemente
-¿Señorita Rickman?-.
Ella brinco, sintiéndose apenada al darse cuenta que su inspección se había hecho mas que obvia para su profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras
-Señorita Rickman, solo falta usted de entrar al salón. ¿Se encuentra bien?-.
-Este… supongo que mejor que usted-. Comenzó la chica sin pensarlo
-Podrá tener algo de razón, y aun así… apuesto a que mi estado físico no se compara con su estado anímico-.
Ella lo miro fijamente y el sonrió enigmáticamente antes de hacerse a un lado para dejarla pasar.
El resto de la clase ella no pudo prestar mucha atención. No estaba segura por que pero había algo en ese maestro, algo diferente… un cierto sentimiento que no lograba descifrar del todo, era como si lo conociera desde antes. Como si el la conociera e incluso la quisiera.
-Bueno, esa será la tarea-. El ruido de los alumnos al ponerse de pie y comenzar a salir del lugar, -Los veo en la siguiente clase-.
Ella aun confundida se puso de pie y comenzó a guardar sus cosas con cierta pasividad
-¿No se lo dije?-. Se acerco Lupin a la chica
Ayla se giro para mirarlo, y fue cuando se percato que Gillian tampoco había abandonado el salón, por el contrario, esperaba a que ella también saliera. El cuerpo tenso de la rubia, mientras Ayla se ponía de pie y salía del salón.
Gillian venía detrás de ella, fingiendo cierto desinterés, y un poco mas atrás, el profesor Lupin las escoltaba. Finalmente Gillian acelero el paso y detuvo a Ayla
-¿Qué fue lo que ya te había dicho?-. Pregunto con cierta agresividad
Ayla la miro fijamente
Ella se encontraban en medio del patio; el profesor Lupin se había recargado en uno de los muros, vigilando a los varios estudiantes que por ahí jugaban
-Pues…-. Ella pensaba que responderle
Justo en ese momento, y para su desgracia, una bludger salió disparada.
La joven la alcanzó a apreciar por el rabillo de su ojo, y eso le dio oportunidad de empujar a Gillian, y aun así tener tiempo de esquivar la bola. La pelota golpeo con fuerza la pared, antes de que ella pudiera detenerla con sus manos
-Wow-. Musitaron
Ayla se levanto, solo para darse cuenta que todos en el jardín habían visto su buena atrapada. Todos, especialmente los que se la habían lanzado…
-Eres buena-. Comento uno de los gemelos Wesley al acercase a recibirla
-Fue… fue un golpe de suerte-. Le entrego la bludger antes ponerse de pie y tomar sus cosas
El resto de las personas aun la seguían mirando. La sonrisa de Lupin
Y sin embargo fue esa dura mirada la que la cohibió más… la de Oliver Wood el cual la miraba desde una esquina…
…
La biblioteca
Otro de sus refugios favoritos dentro de Hogwarts.
La castaña avanzó hasta una mesa un tanto apartada y tras abrir su mochila, comenzó a revisar los deberes que tenía pendientes. Una mueca de disgusto al darse cuenta que seguía sin saber la tarea de Lupin, debido a que Gillian era la única a la cual le podía pedir dicha información…
-Hola Ayla-.
El tono animoso con la que la saludaron, hizo que ella apartara la vista de su pergamino
-¿Hermione?-. Dudo
-¿Te importa que me siente aquí?-. Dejo su pesada mochila a su lado, -Hay… tengo tantas cosas que contarte-.
-Ok…-. Dudo Ayla, -Hermione, ¿Consumiste drogas o algo?-.
-¿Eh?-.
Ayla espero a que la joven terminara de sacar todo su material, dándose cuenta que ocupaba mas de la mitad de la mesa, y a juzgar por el tamaño de su mochila, no era todo el trabajo que tenía
-Deje Adivinación-.
-Tú… Hermione Granger… ¿Dejaste adivinación? ¿Es eso posible?-.
-Es que fue el peor día de mi vida, bueno debió haber sido el peor para Malfoy-. Comenzó a reír
De esa manera, la alumna de Gryffindor le contó todo por lo que había pasado, desde el golpe que le dio a su compañero de casa, el juicio de Buckbeak, la reconciliación con sus amigos y su baja de la clase
-Veo que has tenido una semana interesante-. Apenas si atino a decir
-Si… algo-. Sonrió Hermione divertida
-Una pregunta. ¿Puedo burlarme de Malfoy por esto?-.
-¡¡Claro!! Si no, ¿Qué sentido tendría contártelo?-.
Una risa de parte de las jóvenes, ocasiono que la señorita Prince apareciera de la nada, solo para callarlas y recordarles amablemente que estaban en una biblioteca
-Y por cierto-. Agrego antes de alejarse, -La solicitan en la recepción-.
-¿A mi?-. Dudo Ayla
La señorita Prince no respondió, simplemente se alejo caminando
-Ve-. La apresuro Hermione
Ayla camino hacia dicho sitió, pero para su sorpresa no encontró a nadie, solo una nota.
…
-¿Gillian?-.
Ayla entro con cautela a su habitación
-Si buscas a la que se esconde entre las sombras… entonces si es ella-. Salió de un rincón
La castaña se quedo de pie, y cruzo sus brazos sin decir nada
-Ayla, sabes que mas que hables como loca hasta por los codos, lo que mas odio es que te quedes callada-.
-Te ahorre entonces la molestia-. Dio media vuelta
-Espera, por favor… tengo algo importante que decirte-. Apunto con su varita y cerró la puerta con un simple movimiento
-Escucho-. Siguió dándole la espalda
Otro toque de Gillian hizo que girara
-Lo siento-. Mustio en voz baja
-¿Lo…sientes?-. Dudo
-Tenías razón en enojarte, no es justo lo que te hice ni la forma en que me comporte. No debía haber mandando a que Cedric te cuidara y siento que eso haya hecho que Oliver se molestara contigo-.
-Eso no me molesto-. Confeso la chica, -Bueno, un poco… creo que lo que mas me afecto fueron los celos-.
-¿Celos?-.
-Gill, eres mi mejor amiga… cada mes, cuando pasan tus recaídas, ¿tienes la menor idea de cómo me siento? ¿Lo impotente e inútil? Y que lo único que puedo hacer es esperar pacientemente a que mejores y vuelvas a mi vida-. Bajo la cabeza
Lágrimas silenciosas escapaban por su mejilla
-Que Cedric supiera mas que yo, me preocupo… se que un día quizás te cases con el, y te vayas a América, a L.A., no se… ¿Hollywood?-.
-¿Y que te voy a olvidar?-. Medio sonrió
Un suspiro de la joven fue su respuesta
-Ayla, Cedric no sabe mas que tu… de hecho menos que yo, pero he aprendido a darme cuenta de ciertas cosas. Cada mes, por ejemplo es mi primer indicio… no quisiera lastimarte, ni que te pasará algo en mis ausencias, conozco la clase de ratas que pululan en este lugar-.
Y como respuesta a su comentario, un fuerte grito que ocasiono las chicas bajaran corriendo de su habitación
-¡¡Dejaste que te golpearan!!-.
Ellas no habían sido las únicas, ya que incluso los demás chicos de Slytherin salieron de sus cuartos, y los que estaban en la sala común se hicieron a un lado pero se quedaron a ver que pasaba.
En el centro de la sala común, Malfoy se encontraba con la cabeza fija en el suelo, y frente a el, un enfadado Marcus Flint lo regañaba
-No
se que es peor, ¿Qué sea una mujer la que te golpeo o que sea una
sangre
sucia?-.
-Me encargare personalmente del asunto-. Musito entre dientes
-¡Pero ya te vieron! Y aunque sea mentira, el rumor ya se esta esparciendo-. Comenzó a manotear, -¿Tienes idea de cómo quedará nuestra imagen? ¿Nuestra casa?-.
Malfoy no respondió, solo contenía su ira en sus puños
-Tendré que pensar que hacer. Ahora… ¡¡Todos fuera!!-.
Y todos se dispersaron ante la orden de Marcus, todos menos Ayla que aun seguía justo al lado de Gillian
…
-Por primera vez en mi vida, estoy feliz de ser yo-. Comento Ayla
Las dos chicas avanzaban rumbo a su siguiente clase, que para fortuna de Ayla, era Pociones con Snape
-Marcus esta medio histérico, ¿No?-.
-Me preocupa… digo, no me importa Malfoy-. Doblo para comenzar a bajar, -La que me preocupa es Hermione-.
-No creo que le hagan nada, además su novio Potter no lo dejaría-.
-Harry no es su novio-. Comenzó a reír Ayla
-¿No?-. Dudo Gillian, -Pensaba que si… entonces el otro, ese pelirrojo ¿Western?-.
-Weasley… Ron Weasley-.
Gillian negó con la cabeza, y mejor entro a clases
-Venenos-. Comenzó Snape, -Todo el semestre pasado vimos antídotos, y creo que ha llegado el momento de pasar a lo letal. Como armas de defensa y solo en situaciones extremas… penados por el ministerio, y sin embargo Dumbledore lucho para que esta clase se conservara. ¿Alguna idea del porque?-.
-Por que para poder aplicar el antídoto correcto, debemos de saber contra que estamos luchando-.
-Correcto Cox-. Asintió a la respuesta de la rubia, -Además, así sabrán si los quieren envenenar, y actuar incluso mucho antes. Bueno chicos… primero los apuntes-.
…
Como siempre, Ayla se demoro un poco mas guardando sus cosas
-¿Todo bien señorita Rickman?-. Se acerco Snape
-Si… bueno no, esta bien… no-.
Snape arqueo la ceja
-Lo siento, es solo que… ¿Sabe del rumor de que Hermione golpeo a Draco?-.
-Granger. Si, lo escuche pero no lo tome en serio-.
-Bueno, en nuestra casa si, y no me gustaría que algo malo le pasara a una compañera-. Mordió su labio inferior, -¿Entiende lo que digo?-.
El rostro de Snape cambio
-Me haré cargo-.
-Gracias-. Sonrió la joven antes de salir corriendo
Y darse cuenta que el siguiente grupo ya esperaba impaciente
En cuanto la castaña salió, el grupo entro con rapidez, todo menos uno
-Ayla…-. La llamo Oliver con suavidad
-Wood-. Asintió ella con la cabeza
Sus miradas se cruzaron, y ambos se quedaron en silencio… esperaban ver quien iba a hablar primero, pero parecía que ninguno iba a ceder, o al menos Ayla no pensaba hacerlo
-Señor Wood, ¿Va a entrar o de una vez le pongo la falta para todos ser felices?-.
La fuerte voz de Snape. Oliver simplemente avanzó hacia clases
…
-Si somos magas… ¿Por qué no tenemos un manual una poción o algo que nos haga entender a los hombres?-.
-Por que de ser así-. Comenzó Gillian a probarse ropa frente a su espejo, -La vida sería muy aburrida. Además, a pesar de los filtros amorosos, existe algo llamado libre albedrio-.
Ayla se encontraba acostada boca arriba en su cama, su cabeza colgaba y de esa manera podía ver a su amiga, la cual con un simple toque de la varia en su cuerpo se cambia la ropa y los accesorios
-Quizás…-.
-Además, si la vida fuera tan simple… mas que simple sería aburrida. ¿No crees?-.
La semana había transcurrido con relativa normalidad para Ayla pese a todos los chismes y tensiones por las vacaciones y la final de Quidditch. Tener a Gillian a su lado, la hacia sentirse mas tranquila y relajada, realmente su mejor amiga influía mucho en su estado de ánimo, y en su empatía con el resto del mundo, que si bien, no estaba de acuerdo, al menos lo sobrellevaba.
Eso hacia mucho mas fácil aguantar a sus pomposos compañeros de casa
"Pero un día estarás sola" la había amenazado Pansy
Si, era cierto
Algún día tendría que defenderse sola, pero mientras Gillian cuidara de ella, no tenía por que preocuparse…
-Junta de Casa-. Les entrego de repente Gia una nota verde doblada finamente
-¿Junta de que?-. Cuestiono la rubia al tiempo que con un movimiento de varita volvía a su ropa normal
-De Casa. Este viernes a las 8 todos nos veremos en la sala común. Nadie puede faltar…-.
-Nadie-. Lo repitió con cierto sarcasmo
-A mi no me miren, si tienen problemas… arréglense con Marcus. Quien sabe, quizás le de chance de faltar a su novia-.
Ayla apenas se iba a voltear para golpearla, cuando Gillian la detuvo
-Lo tomaremos en cuenta. Gracias-.
Y de esta manera siguieron avanzando
-Maldita perra…-.
-Shhh, no hace falta que le tomes importancia-. Sonrió, -Aunque tendrás que ir sola a la junta-.
-¿Sola? ¿Yo sola con ellos? ¿Por qué?-. Tembló
-Por que es el último viernes antes de las vacaciones de semana santa, y pues quede de verme con Cedric en la Torre de astronomía. Veremos una lluvia de estrellas-.
-¡¡Gillian!!-. Grito Ayla desesperada
-¿Qué?-. Entro la joven a su cuarto, y se quito la capa, -Una duda, por cierto… ¿Siempre si terminaste con Oliver?-.
La pregunta la había tomado completamente fuera de lugar… fuera de contexto, fuera de si
-¿Eh?-.
-Que si ya no eres novia de ese Wood-. Siguió ella caminando por el cuarto
-¿De… ese? ¿Novia?-.
Ayla se había quedado petrificada en medio de la habitación. Es decir… si, a ella le gustaba Wood, y probablemente Wood… digo Oliver también gustará de ella, pero eso a…
-El no es mi novio-. Confesó con cierta pena
-Pensaba que si. Bueno, no importa…-.
…
La perspectiva de Oliver como su novio la había seguido el resto de la semana ya que por primera vez ni siquiera le preocupaba el hecho de que el viernes hablarían de las medidas que tomarían contra Hermione… bueno, su amiga si le preocupaba, pero lo que pasara ese día no.
Era como si una situación de vacio se hubiera inundado en su interior, las cosas estaban cambiando mas rápido de lo que ella hubiera deseado y eso solo la hacia sentirse mas vulnerable y confundida.
-¿Tanto te deje pensando?-.
Ayla levanto el rostro solo para ver la sonrisa dibujada en el rostro de su amiga, una sonrisa que ella conocía muy bien
-¿Vas a escaparte?-. Cuestiono en voz baja
-Deberías de hacerlo de vez en cuando-. Se puso una capa oscura sobre sus hombros, -Es gracioso, pero Hogwarts tiene más vida nocturna de lo que muchos piensan-.
-Ok… no quiero saber eso. Al menos no por ahora-.
-Bueno, tú te lo pierdes. Nos vemos mañana-. Dijo antes de salir por la puerta
La mirada de Ayla se contuvo por unos breves segundos antes de negar con la cabeza y regresar a su cama. Gillian tenía razón, la noche era muy larga aun
…
Marcus se encontraba mirando al frente. El resto de Slytherin esperaba pacientemente, todos apostados a su alrededor simplemente contemplándolo.
Ayla miraba la escena con aburrimiento, mientras Gillian en vez de poner atención se divertía leyendo ahora otro libro
-El día de hoy.-. Comenzó Marcus
El suspiro contendido, exceptuando el bostezo de Gillian
Ayla sabía que de haber sido otro miembro de la casa, la burla de Gillian le habría ganado un buen castigo. Realmente no alcanzaba a comprender los privilegios que ella tenía, o la razón por la que era "intocable", quizás era el simple miedo, el hecho de ser la única en toda la casa que tenía la capacidad para retar a Marcus, y para estar en su contra
-¿No deberías estar con Cedric?-. Le susurro
-Cambio de planes. Luego te explico-.
-…mas bien dicho-. Continúo Marcus ignorando por completo los murmullos de las amigas, -El motivo de esta reunión es tomar medidas serias. Nadie nos puede retar, nadie se puede burlar de nosotros y mucho menos esa sangre sucia
Sangre sucia
El corazón de Ayla palpitaba con furia al tiempo que sentía la ira que se iba acumulando. La única razón por la que había convencido a Gillian de asistir a esa junta era para asegurarse que no le hicieran nada a Hermione, y en caso de tratarlo, saber como actuar
-Mañana empiezan las vacaciones de semana santa, y una semana después es la final de Quidditch, por lo cual ahí será nuestra venganza-. Sonrió lánguidamente
-Flint…-. Intento Draco intervenir
-Me refiero a que no tiene caso hacerle algo en estos momentos por que el efecto no sería el mismo-. Se explico, -Pero por otro lado, lo que si podemos hacer es no solo ganarle a su equipo, si no… lastimar a su buscador-.
¿Lastimar a Harry?
-Excelente-. Sonrió Draco
-Muy bien. Esa será la estrategia-. Trono los dedos y la junta se rompió
-¿Es mi imaginación….-. Comento Gillian de repente, sin siquiera despegar la vista de su libro, -…o a Marcus se le están agotando las ideas?-.
Ayla miro desde lejos a su pomposo líder de casa. Algo raro estaba pasando
-Y por cierto. Papa nos espera en casa… vayamos a hacer nuestras maletas-.
…
Trono sus dedos y movió su cabeza en repetidas ocasiones en un vano intento por recuperar la concentración que había perdido, la confianza en si misma y la simple motivación de volver a escribir…
-¿Aun nada?-.
Ayla levanto su mirada para encontrarse con el rostro sonriente de su mejor amiga, la cual venía cargada de varios libros
-Oye, estas no son vacaciones… y prefiero ponerme a estudiar antes de que a mi padre se le ocurran cosas raras-.
-¿Cómo querer platicar contigo?-. Arqueo la ceja
El rostro de la rubia cambio
-No tenía por que obligarme a venir aquí, lo único que quería era tenerme segura y vigilada-. Coloco un pesado ejemplar de Transformaciones, Nivel 5 sobre la mesa
-Gill…-. Susurró Ayla, -Es tu padre y se que en el fondo solo lo hace por que esta preocupado por ti-.
Unas palabras incomprensibles escaparon de los labios de la joven
-Como sea-. Cerró Ayla si libreta antes de tomar un libro, -Si estamos aquí, al menos aprovechemos el tiempo-.
…
Los débiles rayos de luz, los cuales hicieron que entrecerrara sus ojos… no era algo común que ella se levantara temprano, y sin embargo bien valía la pena si podía ver tan magnifico espectáculo. Esa era otra de las razones, por las que adoraba quedarse con en Gales
-Cosas como esas nos hacen darnos cuenta de lo pequeños e insignificantes que somos, ¿O no?-.
-¿Y que el universo no es tan perfecto como pensábamos si no que lo es aun mas, mucho mas?- Se giro con una gran sonrisa
El padre de Gillian, avanzaba con lentitud… y una taza de té en la mano
-Como… ¿Cómo esta Gillian?-.
Ayla se quedo seria, analizando una pregunta que en cuestión debía de hacer ella
-Me refiero a que si sigue enojada conmigo-. Completo la pregunta al ver la expresión de la joven
-Yo… si es por lo molesta, no se preocupe. No puede odiarlo eternamente-.
-Me alegro-. Volvió su vista hacia el horizonte
Un largo silencio en el cual ambos solo se limitaron a contemplar el panorama, a ver como el sol terminaba de aclarar el firmamento
-Señor Cox-. Finalmente se atrevió a romper la calma, -Usted… yo quería saber-. Ella se giro y miro a ese hombre
Una mirada cálida y agradable, unos ojos oscuros enmarcados por unas grandes pestañas que nada tenían que ver con la mirada verde y enigmática de su mejor amiga
-¿La enfermedad de Gillian?-.
Ayla asintió nerviosamente con la cabeza
-No sabría ni por donde empezar…-. Lanzó un gran suspiro, -Pero lo importante es que sin importar que pase, o que tenga, siempre hare lo que este a mi alcance para proteger a mi hija
-Pero…-. Intento replicar
-¡¡Ayla!!-. El grito de su mejor amiga la interrumpió, -El desayuno…-.
…
-Perfecto-. Cerró Gillian su libro antes de levantar la vista y mirar por su ventana
Justo en ese momento, una lechuza color marrón se poso delicadamente sobre el perchero de la joven. Ayla ni siquiera se molesto en mirar el reloj, sabía que la noble ave sería puntual como lo había sido durante todas las vacaciones
-¿Carta de Cedric?-. Cuestiono con ironía
La alegría que enmarcaba el rostro de la rubia era más que evidente
Una alegría que adoraba compartir, pero que en el fondo le causaba un vuelco en el corazón al recordar que la causa de su alegría –como solía bromear-, nunca más le volvería a enviar una lechuza. Un dolor que le recordó que tenía demasiado tiempo de no saber nada de Oliver, de no sentarse a platicar con el, de no verlo… no rozar sus manos, no disfrutar su compañía
-¡¡Ayla!!-.
Ella apenas si reacciono, solo para ver como su amiga le tronaba los dedos
-¿Estas bien?-.
-Si…-. Mintió al tiempo que se ponía de pie y comenzaba a recoger sus cosas, -Mas que bien, perfectamente-.
-Ayla Rickman, da media vuelta y siéntate frente a mí-.
La castaña se quedo parada justo al lado del marco de la puerta, lentamente giro y miro a su mejor amiga
-¿Me hablabas?-.
-Si-. Le arrojo una libreta y una pluma muggle, -¡¡Escríbele!!-.
-No… no se de que hablas-. Bajo la cabeza
-Ayla…-. Se acerco y levanto su barbilla, -Esa lechuza aun tiene fuerza para un viaje. ¿Por qué no confesarle lo que siente?-. Ella negó con la cabeza, -Y confesarte yo que se ha intentando comunicar contigo, pero tu amiga celosa no permitió que hiciera contacto-.
-Lo se, es solo que… ¿Qué tu que?-.
Gillian encogió los hombros
-Pensé-. La joven tomo aire, -Pensé que realmente te había lastimado y hecho daño. Cedric hablo conmigo y me explico como era Alexa. Debí de habértelo dicho antes, no se… no quería que te dañaran-.
Ayla aun miraba a su amiga
-No es el momento, ni el lugar… pero creo que deberías hacerlo. Siento mucho no haberte dicho esto antes, pero…-. Ella paso saliva, -Lo dejo en tus manos-.
…
Las vacaciones terminaron mucho mas pronto de lo que empezaron, al menos así lo sintió Ayla… y parte de la culpa la tenía Gillian
¿Enojada?
Pues no tanto, mas bien extrañada y en un estado indefinible.
Un cumulo de emociones que le ocasionaban un gran malestar y que la hacían lucir mucho mas pálida de lo normal. Esa sensación cuando sabes que tienes algo pendiente, algo por hacer, y sin embargo te niegas a hacerlo.
Y ese algo, era Oliver
Sabía que tenía que hablar con el. Confrontarlo
Disculparse por lo que Gillian le había dicho, aunque sabía que en el fondo, su amiga lo había hecho para protegerla.
Esas ideas deambulaban por su mente, mientras caminaba sin prestar mucha atención por los pasillos de Hogwarts
-Rickman, creo que estas vacaciones no le sentaron nada bien-.
La joven apenas si reacciono a la voz de Lupin
-Yo…-. Negó con la cabeza
-Nos vemos en clases-. Siguió el caminando
Ella lo observo alejarse, no pudiendo evitar una sensación… una rara sensación de extrañes.
¡Genial!
No conforme con todo por lo que ya pasaba, ahora tenía ese raro presentimiento con el maestro. ¿Sería el hecho de que su enfermedad fuera similar a la de su amiga? Snape les había dado los síntomas. Confiaba ciegamente en ese maestro… pero, ¿Hombres lobos en Hogwarts? Además, estaba el hecho de que Gillian no podía ser un licántropo… ¿O si?
-No… no puede ser eso-. Se dijo así misma antes de seguir caminando
…
El bullicio general del colegio la envolvió
Hacia un par de días que Hogwarts había recuperado su ritmo después de las vacaciones, y realmente el resto del mundo parecía mas interesado en la final de Quidditch, cosa que ella no podía negar, incluso de no haber tenido ese humor, muy probablemente hubiera estado de la misma forma… y sin embargo era precisamente por ese estúpido juego por el que no podía concentrarse
Mas que el juego, era por el
-¿Ayla?-.
Y esa voz que hizo que temblara
Girando sobre sus talones, la joven quedo frente al magnánimo capitán de Quidditich… Oliver Wood
Su uniforme rojo escarlata que brillaba con intensidad
-Si…-. Le tembló la voz
-Aun lado, que vamos a pasar-. Dijo con brusquedad antes de que todo el tropel del equipo de Gryffindor pasara
Unas miradas burlonas de parte de los gemelos pelirrojos, y una más de extrañeza de parte de Potter
-¡Alto!-. Grito con fuerza, no muy segura de lo que hacia
El equipo de se freno en seco, y lentamente giro
-No ustedes, el-. Señalo a Oliver, -Te… tenemos que hablar-.
La firmeza en sus palabras, incluso la asusto
…
-¿Hablar de que?-.
Ayla miraba el rostro de aquel chico del cual siempre gusto, aquel perfecto capitán de quidditch, aquel muchacho del que a pesar de todo seguía enamorada
-Hablar de nosotros, creo-. Rascó su cabeza
Sus brazos seguían cruzados, y su gesto de evidente molestia
-Escucho-.
-No, no quiero que escuches-. Le tembló la voz al tiempo que se acercaba, -Quiero mas bien que me entiendas…-.
-¡¿Entenderte?! ¡¡Eso es lo único que he tratado de hacer!!-. Giro desesperado
Cosa que la tomo por sorpresa
-¿De que hablas?-.
-Ayla… ¿No lo entiendes? Las cartas, las flores en la enfermería, el cuidarte desde lejos, el mandar a Potter a que te vigilará y que este a su vez mandara a Hermione…-.
-¿Eh?-.
-No me malinterpretes, a Hermione le agradas en serio… pero era la única manera de estar seguro de que tu estarías segura-. El se detuvo, -¿Se entendió lo que acabo de decir?-.
-No-.
Ellos se miraron fijamente
-Ayla-. Extendió su mano y acaricio su rostro con delicadeza, -Eres la chica mas complicada, rara y extraña que conozco, y por extraño que parezca, lejos de desagradarme… eso me gusta más-.
No podía creer esas palabras, bueno si podía
Era la fuerza, era el momento, era como si todo lo que había pasado terminara en ese punto
-Oliver, yo…-.
-Lo se, tu salías con Marcus, y luego esta Alexa-. Negó con la cabeza, -Y lo más raro fue Cedric explicándome todo-.
Ayla sonrió.
Después de todo, Cedric si era buen chico
-Supongo que me he comportado como una tonta-.
-Solo un poco, pero yo no soy un santo así que estas justificada-.
Ella lo miro y sonrió
-Siento haberte abandonado en el baile, siento no haber hecho mas para encontrarte y explicarte las cosas-.
-No hubiera sido tan malo si Marcus no se hubiera sobrepasado conmigo en cuanto me dejaste sola-. Ayla se detuvo muy tarde
La expresión de Oliver lo dijo todo
-¿Marcus…se sobrepaso…contigo?-.
-Si, digo no… o sea, solo intento, pero…-. La joven detuvo el tropel de sus palabras, ya de por si era difícil recordarlo, ahora era mas el explicarlo, -Lo importante es que ya paso-.
-No, no ha pasado-. La firmeza en su rostro, -Ese tipo siempre te ha molestado, y no me extrañaría. ¡¡Ayla!! ¿Por qué no me lo dijiste antes?-.
-¿Qué te iba a decir? Fíjate que el día del baile, si ese día que me abandonaste por Alexa, Marcus intento violarme-.
-Podría haber sido un comienzo-.
Ayla negó con la cabeza
-Eso ya no es importante. Gillian estuvo ahí y lo detuvo… lo que me importa ahora es… es el tu y yo-.
El capitán de Quidditch se giro, y abrazo delicadamente a la chica
-Pero si lo intento una vez…-. Beso su frente, -…no te preocupes, me asegurare que ese idiota no te vuelva a hacer nada malo-.
Y sin más, se alejo caminando
…
El corazón de Ayla se encogía a cada latido al tiempo que sentía como el nudo que por lo regular se formaba en su estomago, ahora se había acomodado en su garganta impidiendo que respirara
-Hay Ayla, solo tú te puedes meter en esos problemas-.
La castaña miro como su rubia amiga terminaba de arreglarse frente al espejo
-Gracias…-.
-No lo digo por eso pequeña-. Avanzó hacia ella y la abrazo
Ayla intento apartarla con rapidez, fue cuando noto unos feos rasguños en su brazo
-Gill, ¿Qué es eso?-.
La joven intento apartar la mano de su amiga, y ocultar la herida pero fue demasiado tarde
-¿Me creerías si te dijera que fue Cedric?-.
-Noche de pasión-. La miro Ayla con cierta ironía, -Gillian, algo raro esta pasando contigo y no se que es. Me ocultas cosas, dices que es para protegerme pero…-.
-Mira la hora-. Reviso la joven su reloj de pulso, -¿Sabes? Me tengo que ir… es tarde y mucho. Bueno corazón, te quiero-. Avanzó, beso su frente y salió del cuarto
Ayla no se quedo con los brazos cruzados y decidió seguirla…
…
…solo que su amiga fue mucho mas rápida
Y a medida que se internaba por los pasillos, a medida que caminaba más, se daba cuenta que ella no estaba
-Es como si hubiera desaparecido-. Medito en voz baja
-¿Quién?-.
El corazón de Ayla se detuvo por unos breves segundos, antes de girar y lentamente ver quien se acercaba
-Oliver…-. Le sonrió abiertamente, -…espera, ¿Qué haces caminando tan tarde?-.
-Pensando-. Dijo con un aire bastante extraño, -¿Te importa si platicamos?-.
-Claro que no-. Avanzó hacia su lado
Y el le tomo la mano con delicadeza.
Una caminata tranquila que término en los patios del pasillo Un ligero viento que los envolvía con delicadez, lo necesario para ser fresco sin llegar a ser molesto
-150-. Hablo Oliver de repente
-¿150 que?-. Se sentó ella sobre un tronco y miro confundida al chico
-Estoy pensando en la final. En el juego y que es mi última oportunidad de levantarme con una Copa-.
-La primera de muchas-. Extendió su mano y el entendió, por que de inmediato se sentó a su lado, -Piensa en eso, y será mucho mas fácil-.
-Somos el equipo que tiene que competir contra Slytherin en la final, somos el equipo que venció a los otros y sin embargo eso no nos tiene asegurado el triunfo-.
La cabeza de Ayla comenzó a contar con rapidez, a recordar los últimos juegos, sus momentos sentada en la orilla del Alfeizar de su cuarto, mientras lo observaba jugar
-¡¡150 puntos!!-. Reacciono, -Eso significa que son los puntos que tiene Slytherin de ventaja, si tú no sobrepasas eso, ellos ganaran…-. Ayla se quedo callada
-Así es-.
-Lo harás-. Puso su mano sobre ella
El giro la muñeca y entrelazo su mano con la de la chica, sus dedos se mezclaron y brillaron incluso en la oscuridad… la perfecta sincronía de su mano y lo bien que parecía encajar
-No lo había notado-. Dijo al tiempo que levantaba ambas manos, -Pero mi mano embona muy bien con la tuya-.
-¿Como nuestros labios?-. Dudo Ayla no muy segura de sus palabras
Una sonrisa traviesa en el rostro de Oliver antes de girarse, y con mucho cuidado tomar el rostro de la chica con la mano libre, y lentamente posar sus labios sobre los de ella. Caricia suave que término incluso antes de empezar
-¿Algo así?-.
-Si…-. Asintió ansiosa antes de separar sus brazos y llevarlos hasta su cuello
El la recibió con cariño, otro beso ahora mas profundo.
Era una caricia ansiada, una que llevaban mucho tiempo de esperar
-Vaya, vaya-. Escucharon una fría voz, -Y de todas las personas que esperaba encontrar aquí…-.
Oliver miro a Ayla, presiono su hombro con suavidad y se puso de pie
-¿No deberías estar descansando para el gran juego?-. Le pregunto al tiempo que se ponía de pie y cubría a la castaña con su cuerpo
-Mmm, debería-. Sonrió, -Si no supiera que voy a ganar-.
-¿Y eso a que se debe Flint?-.
-A algo muy simple-. Trono sus dedos
Y en el acto, uno de sus idiotas guardaespaldas, apareció de la nada e intento jalar a Ayla
-Noo-. Grito la castaña, al tiempo que se aferraba con fuerza del brazo del capitán
-Ella nada tiene que ver en esto Flint-. Reto Oliver, -Déjala y por una vez, solo por una vez en tu vida pelea limpió, pelea como el hombre que se supone que eres-.
Otro trueno de dedos de parte de Marcus, y otro troglodita que apareció, arrebatándole a Ayla de Oliver
-Ese es el problema Wood, ella tiene todo que ver en esto-.
Oliver miro a Ayla, pero antes de que pudiera hacer algo, Marcus le lanzó un golpe traidor directo en el pecho
-Oliver…-. Chillo Ayla
-Si así quieres jugar-. Preparo Oliver sus puños antes de golpear la quijada del capitán de Quidditch de Slytherin
Los golpes y quejidos por parte de los dos chicos. Una lucha de egos donde el mas macho tenía que ganar… donde por momento parecía ir ganando Oliver, y por otros Marcus. Una pelea que tenía al borde de la histeria a Ayla, ella mejor que nadie sabía lo sucio que Marcus podía llegar a ser
-Ríndete-. Exigió Oliver al ya tener prácticamente en el suelo a Marcus
-Jamás-. Metió la mano en su bolsillo
Un halo de luz verde que envolvió el lugar
-¡¡Noooo!!-. El grito a todo pulmón proveniente de Ayla
Y el golpe pesado de un cuerpo al caer al suelo