Los personajes de esta historia no me pertenecen. Son propiedad de TSR o/y R.A Salvatore
No obtengo beneficio alguno por escribir esto salvo mi propio entretenimiento.
AVISO: Este fanfic es YAOI (y slash), si este género no te interesa o te resulta desagradable no lo leas, comprendo perfectamente esa postura.
Las parejas de este fanfic van a ser Artemis Entreri y otros drows, y Jarlaxle, por supuesto.
Capítulo 7. No siempre es tan dulce.
Artemis abrazó a Drizzt cuando este finalmente se desplomó sobre él tras el orgasmo arrebatador que les había recorrido.
Habían vuelto a hacerlo. Resultaba... extraño, por decirlo de alguna manera, la verdad era que no sabía describir lo que sentía.
El vigilante rodó para caer a su lado, estaba sudoroso y tan agitado como él, ambos permanecieron tendidos disfrutando del postcoito y recuperando el aliento. Al rato se miraron a los ojos, el gris encontró el lavanda y se miraron largamente. Finalmente Entreri se relamió y buscó las palabras mas adecuadas que se le ocurrían.
- No ha sido lo mismo¿verdad?
Drizzt meditó unos instantes y asintió.
- No... no ha sido lo mismo, cierto.
Estuvieron mirándose un rato con una sensación de silencio incómodo. Si, había sido apasionado, había sido placentero y ardiente... pero no había sido como en la infraoscuridad, o quizá ambos habían sobrevalorado aquel encuentro.
Separaron las miradas y se tendieron de espaldas mirando el techo de cristal sobre ellos, meditando como se debían llevar este tipo de incómodas situaciones.
- Quizá no ha sido mala idea hacerlo pero...
- Ha estado bien, ciertamente.
Silencio incómodo.
- Claro.
- Cierto.
Más silencio incómodo.
- ¿Nos vestimos?
- De acuerdo.
Se vistieron en silencio, echandose miradas furtivas. Una vez estuvieron vestidos se quedaron mirándose nuevamente, esperando a que el otro dijera algo.
Laaaaaaargo silencio incómodo.
- Euh... pues, mejor como que...
- Quizá deberíamos... euh...
Inmeeeeeeeeeeeenso silencio incómodo. Voz desde la lejanía "terminad de una veeeez".
- Mira, me ha gustado mucho, de verdad pero... mejor pasamos página.
- Si, mira, dejemoslo en que estuvo bien pero no puede ser.
Silencio menos largo y menos incómodo.
- Hala, pues... ya nos veremos y tal.
- Claro... quedamos como... euh... ¿conocidos?
- Si, creo que... es una definición.
... Y siguen parados mirando para todas partes.
- Pues... hasta otra...
- Que te vaya bien.
Total falta de movimiento. De pronto la pared cercana se abrió y los tres drows de Bregan Da'erthe se hicieron visibles, la pared desapareció y entraron. Jarlaxle se sacudió el sombrero con exasperación.
- Si, si, todo esta bien y ahora Drizzt puede largarse con sus amiguitos, hala, hala, que corra el aire.
Drizzt se puso rojo como la grana y Entreri también, pero no de vergüenza.
- Jarlaxle.
- ¿Ajá?
- ¿Estabais ahí detrás mirándonos?
Jarlaxle abrió la boca, la cerró, y finalmente sonrió debilmente rascándose la calva.
- Je... ji... bueno...
- Tú... ¡Te voy a...!
Entreri se dispuso a abalanzarse sobre Jarlaxle pero el drow se dio buena prisa en hacer una seña de socorro a Kimmuriel. El psionicista sujetó a Entreri mediante su poder mental, una fuerza telekinetika que arrancó al asesino del lado de un muy aturdido Drizzt y lo arrastró tras Kimmuriel cuando este salió de la habitación, para marchar escaleras abajo. Se oyeron bastantes insultos acompañados de los botes que daba el humano mientras sacaba brillo a los escalones con el trasero.
Jarlaxle suspiró aliviado, había temido que Entreri no solo se largase del brazo del vigilante sino que encima descubriese el pastel y le arrancase la cabeza. Eso ultimo lo había intentado de todos modos pero podría haber sido peor.
Drizzt seguía mirando a todas partes confuso y ruborizado como una colegiala.
- Bueno¿y que haces aun aquí?.
- Eh.. ah... pero... por qué... uh...
Jarlaxle suspiró con un pensamiento a Crenshinibón creó un par de asientos para ambos, lo cierto era que al menos debía una explicación... aunque pensaba maquillar un poco la verdad, por supuesto.
- Verás, tenía que conseguir que accedieras a enfrentarte a Entreri, no pensaba dejar que muriese ninguno de los dos. Solo trataba de arreglar el... problema de... comunicación que había entre vosotros.
Drizzt asintió lentamente, no muy convencido, y despues mas inquisitivo.
- Y... cuando solucionamos el problema de comunicación¿era necesario que siguieras mirando?
Jarlaxle tosió un poco.
- Euh... solo para asegurarme de que no cambiabais de idea y de pronto intentabais mataros.
Drizzt sonrió con una vena de malignidad drow muy oculta en él.
- Claaaaro.- Se burló.- Y el hecho de que tengas una... relación con Entreri no tiene nada que ver¿no?
Jarlaxle sonrió, pero su sonrisa tenía una cierta severidad.
- Podría haberlo arreglado matándote, Drizzt. Pero me caes bien, igual que tu padre.
- ¿Mi padre¿Conocías a Zaknafeín?
- A decir verdad.- Respondió Jarlaxle con una risilla viciosa.- Nos conocíamos muuuuy bien... de hecho...
- ¡NO, NO, NO QUIERO SABERLO!.- Exclamó Drizzt aterrado.
Bueno. Jarlaxle se encogió de hombros y con un gesto abrió una puerta para que Drizzt pudiese salir de la torre de cristal. El vigilante así lo hizo, bastante azorado ante la idea de que su padre y Jarlaxle... iiiiiiiiiiiih... ahora no podría quitarse la idea de la cabeza.
- Está enfurruñado.- Comentó Kimmuriel, reuniéndose con Jarlaxle algo mas tarde en la sala principal de la planta baja.- Pero al menos ha dejado de jurar que te cortará la... la... el badajo.
Jarlaxle, que acababa de disfrutar de uno de los días mas memorables de su larga vida, no le dio importancia. Había disfrutado en primera linea del espectaculo de Artemis Entreri, su top 10, retozando en celo con Drizzt Do'Urden, su numero 8. Al que por cierto estaba pensando es ascender a número 9.
Y encima el resultado le había sorprendido y beneficiado, Drizzt y Entreri solo habían sido un lio de una noche, nada más. Aun no podía entenderlo, era increible que pese al poderoso erotismo y atracción entre ellos no quisiesen continuarlo.
Algo debía haber mas importante. Jarlaxle suspiró, si, había sido un gran día.
Tarde o temprano Entreri se olvidaría por completo de Drizzt y le agradecería su ayuda en ello, y entonces él... y luego... despues de eso... quizá...
Kimmuriel aprovechó que Jarlaxle había vuelto a caer en un estado de perversión imaginativa se escabulló sigilosamente, el espectáculo de Drizzt y Entreri le había dejado con cierto problemilla que tenía que resolver en compañía de Rai'gy.
Mmmmh... la escena que acababan de contemplar les valdría muuuuchas horas de diversión.
Drizzt abandonó la torre de cristal para reunirse con sus amigos, que lo aguardaban en el pueblo. Cuando les encontró lo le quedó duda alguna de que habían visto lo ocurrido.
Bruenor era la imagen perfecta de una victima de la mirada de Medusa, completamente petrificado e inexpresivo, respondiendo al exterior con monosílabos y leeeeentos movimientos. Obviamente su capacidad cerebral había sufrido un serio trastorno.
Regis no estaba mucho mejor, tomandose tilas y balanceándose de adelante a atrás en su asiento, murmurando algo de "no es verdad, son enemigos, era una ilusión... era una ilusión, era una ilusión...".
Catti-brie por otro lado parecía encantada, le pasó una cerveza y le guiñó un ojo picaramente.
- Así me gusta, arreglando los problemas por la vía pacífica, te tomaste al pie de la letra lo de haz el amor y no la guerra¿eh? Jijijijiji.
Drizzt se ruborizó hasta la raiz y tomó un sorbó de la jarra.
- Pero hay algo que no entiendo¿por qué no continúas con él? A decir verdad pienso que sois un excelente contrapeso el uno para el otro.
Ante esto Drizzt sonrió a su querida amiga. Si, el sexo con Entreri estaba bien, pero había alguien mas con quien Drizzt compartía una relación mucho mas prometedora... por no decir que Tarathiel, el elfo de la luna que era su amante desde había meses, era mucho mejor compañero de cama... solo de pensar en las cosas que era capaz de hacer con su boca... sigh...
- ¿Y ahora a donde vamos?.- Logró preguntar Regis con un hilo de voz.
Drizzt sonrió. Sería una buena idea hacer una visita a los elfos de la luna...
De vuelta en Calimport, Artemis Entreri, posiblemente el hombre mas poderoso de las calles, rumiaba sobre los acontecimientos de los últimos días, los sorprendentes recovecos y curvas que le había mostrado la senda de su vida.
Finalmente, tras un par de recados regresó a la cofradía Basadoni, donde se sentó en el antiguo escritorio del antiguo bajá, relajándose en la silla. Al rato Jarlaxle se presentó y mantuvieron una pequeña conversación sobre la proxima reunión.´
- ¿Podrías ponerte algo rojo?.- Preguntó de pronto Jarlaxle con una amplia sonrisa.
- ¿Algo rojo?
- Creo que es un color que te quedaría muy sexy.- Respondió Jarlaxle con una estudiada caida de ojos.
En ese momento Jarlaxle esperaba el clásico mohín de enfado. En cambio Artemis... ¡le dirigió una sonrisa sincera! El lider de Bregan D'aerthe se quedó anonadado.
Artemis se levantó y miró a Jarlaxle con la misma sonrisa encantadora, para despues marcharse, con intención de encontrar una chaqueta y pantalones rojos.
Jarlaxle se quedó mirando marchar al humano y se sentó sobre la mesa, anonadado.
Artemis apenas podía aguantar la risa mientras salía de la oficina, cuando apareciera con la ropa a Jarlaxle se quedaría una expresión aun mas anonadada¿o es que el drow se creía que era el unico que podía dejar a cuadros a la gente?
Por otro lado Entrero se sorprendió de si mismo, estaba de muy buen humor. Claro que había algo mas que le picaba. No estaba interesado en Drizzt, eso era agua pasada. Era otra cosa lo que le había llevado a pensar que lo que había ocurrido con Drizzt le había sabido a poco.
Despues de estar con Drizzt, por extraño que pareciera... no había podido dejar de pensar en Jarlaxle.
Nota de la autora: Y es que, aunque haya pasión, hace falta "algo mas", y en el fondo Jarlaxleha luchado y se ha ganadoun hueco en el corazón de Entreri, aunque este no lo quiera admitir. Y así termina el humor de la parodia de El Estigma de Errtu, pero no temais, que paso a preparar la versión burlona de El siervo de la Piedra¡saludos y espero que hasta pronto!