SIEMPRE ES DE NOCHE

CAPITULO 20: UN NUEVO COMIENZO

-¡Basta! Ya basta, por favor -lloró Hermione.

Ron y Harry se miraron atónitos. ¿Cuánto tiempo llevaba ella allí? ¿Acaso había escuchado todo?

-Hermione, ¿nos has oído? –preguntó Harry siendo el primero en reaccionar.

-Todo –dijo ella con un nudo en la garganta-, en la fiesta sentí que algo estaba mal y decidí seguirlos. Jamás me imagine que me encontraría con esto… Hubiera preferido no haber venido… Hubiera preferido no haberlos escuchado nunca.

-Lo siento mucho–dijo Harry

Hermione dejo escapar un sollozo, sus ojos llenos de lágrimas voltearon a ver a Ron.

-Perdóname –le dijo

Ron la miró con una sonrisa, ella corrió hacia él y lo abrazó.

-Perdóname, yo no lo sabía. Perdóname…

-No tengo nada que perdonarte –dijo Ron, abrazándola.

-Todo ha sido mi culpa

-No, tú no tienes la culpa de nada. Fui yo el cobarde que nunca te dijo nada

-Nunca quise lastimarte

-No lo hiciste. Tú querías a Harry y lo elegiste a él

-A ti también te quiero mucho –dijo ella

- Y yo a ti –contestó Ron, dándole un beso en la sien.

Hermione le sonrió, después correspondió a su gesto, dándole un beso en la mejilla.

Harry tenía los ojos clavados en ellos, esperando que el abrazo terminara, haciendo un esfuerzo sobrehumano por no sacar a flote sus celos. Finalmente, después de lo que le pareció una eternidad, los dos se separaron.

Por un momento hubo un silencio bastante incómodo, los tres se miraron. Harry dio un paso hacia el pelirrojo y le dijo:

-Lo siento mucho, Ron

El chico asintió.

Hermione tomó la mano de Ron y después la mano de Harry, y las junto, haciendo que ambos chicos estrecharan sus manos.

-Los quiero mucho, a los lados. No quiero que vuelvan a pelearse nunca más

-Descuida –dijo Harry

-No volverá a suceder –dijo Ron

Harry asintió y los dos amigos intercambiaron un abrazo fraterno, Hermione sonrió complacida.

Después Ron miró a sus amigos y repitió el gesto de Hermione: tomó la mano derecha de la chica y se la puso a Harry, en su mano.

-Son mis dos mejores amigos –dijo Ron-, pensé que se querían, pensé que tenían un buen matrimonio y que eran felices juntos. Así es como quiero verlos. No quiero que se divorcien, me gustaría que arreglaran sus diferencias y que su matrimonio siguiera adelante.

-Gracias Ron –dijo Harry, tomando entre tus manos la mano delicada mano de Hermione, haciéndole una caricia. Ella no correspondió a su gesto.

-No puedo –dijo ella y una lágrima rodó por su mejilla-. Perdónenme, de verdad, no puedo.

-Hermione, yo …

Harry iba a decir algo, pero antes de que pudiera hacerlo, Hermione se soltó y salió corriendo, ocultando la cara entre las manos.

-Hermione, espera –gritó Harry, saliendo detrás de ella.

-No vayas –gritó Ron

-Tengo que hablar con ella

-Ahorita no –dijo Ron, deteniéndolo con todas sus fuerzas

-Déjame ir, está llorando

-¿No te das cuenta que hay algo más? –gritó Ron.

-¿Qué? –gritó Harry, volviéndose a mirarlo.

-No sé cómo explicarlo –dijo Ron-. Es su actitud contigo, es como si no fuera ella.

-¿De qué hablas?

-Antes –dijo Ron, tratando de descifrar un misterio- Cada vez que Hermione te miraba, sus ojos brillaban. Te miraba con tanto cariño, ahora parece que todo aquello se ha esfumado. Solo hay arrogancia, desprecio, no parece ella.

-La he lastimado mucho, Ron

-No, estoy seguro que hay algo más.

-¿Qué?

-No sé, por mucho que la hayas lastimado, todo el amor que ella sentía por ti, no pudo haber desaparecido.

-No tienes idea de lo patán que he sido.

-Aún así, estoy seguro que hay algo más, es como si Hermione estuviera bajo un hechizo.

-¿Qué hechizo?

-Algo esconde, porque también hay culpa en sus ojos.

Harry se llevó las manos a la cara, en señal de frustración

-Hermione te quiere, debe haber alguna razón muy poderosa para que ella se comporte así.

-A veces creo que me va a volver loco. En ocasiones se muestra cariñosa y tierna, y minutos después se comporta altiva, llena de odio y resentimiento.

-Habla con ella, estoy seguro que todo se puede arreglar.

Harry asintió, Ron le dio una palmada en el hombro.

-Ánimo

Harry sonrió, reponiéndose.

-Ahora sí, ve a buscarla – dijo el pelirrojo.

El ojiverde asintió.

-Seguramente tendrán muchas de que hablar y lo mejor es que yo me vaya

-¿A dónde?

-No sé, quizás regrese a la fiesta. Luna se veía muy guapa y a la mejor puedo bailar otra vez con ella –dijo Ron sin pensar.

-¿Luna? –exclamó Harry, sorprendido.

-No sé porque dije eso –dijo Ron poniéndose rojo-, no me gusta, es fea con ganas, además está chiflada.

-Igual que tú –dijo Harry, soltando una risa.

-No me gusta

-¿Por qué no? Es muy guapa

-Estás loco

-Lastima, tú le gustas a ella

-¿De veras? –exclamó Ron con una sonrisa

Harry soltó una risa

-Por supuesto que no, tonto… Bueno, eso yo no lo sé, pero si no regresas a la fiesta, no podrás volver a bailar con ella.

-Bien –dijo Ron, dirigiéndose a la chimenea-, ya dijiste bastantes tonterías por hoy, y lo mejor es que yo me vaya. Además, tú ya deberías estar con Hermione

-Gracias –dijo Harry

Los dos se miraron y antes de que Ron entrara a la chimenea, intercambiaron un abrazo.

-Olvida lo ocurrido esta noche -dijo Ron-. Yo quise mucho a Hermione, pero eso ya quedó atrás. Ahora sólo la veo como amiga, y como la esposa de mi mejor amigo.

-Gracias, hermano. Perdóname todo el daño que te hice.

-No hay nada que perdonar, tú no sabías de mis sentimientos. Me alegra ver que realmente quieres a Hermione, muchísimo más de lo que yo la quise un día.

-Sé que encontrarás a alguien muy especial, estoy seguro

-Gracias y buena suerte –dijo Ron, entrando a la chimenea

-Igualmente –dijo Harry

-Y más te vale que de ahora en adelante trates muy bien a Hermione –agregó Ron antes de desaparecer.

Harry salió al jardín, pese a que era media noche, todo el lugar estaba iluminado por pequeños faroles, Hermione se encontraba sentada en una de las bancas, llorando.

-Mi amor –dijo Harry acercándose a ella

-Déjame, por favor

-Tenemos que hablar

-No quiero, déjame tranquila.

-No eres una niña, estoy cansado de caprichos –dijo Harry con tono firme, extendiendo su mano para que ella se levantará-. Ven, conmigo.

Hermione sin más remedio, tomó la mano Harry y se puso de pie. Su vestido largo inmediatamente adoptó la forma de su esbelto cuerpo

"Es tan hermosa" pensó Harry contemplándola. A pesar de las lágrimas, se veía divina.

Hermione sintió la mirada de Harry clavada en ella y eso la hizo intimido

-¿Y Ron? -preguntó Hermione, fingiendo indiferencia.

-Volvió a la fiesta

-Hablemos en aquella terraza –dijo Harry señalando hacia una de las terrazas de la casa-. Aquí hace frío y no quiero que te enfermes.

Los dos llegaron a la terraza señalada, Hermione se encontró con un hermoso comedor de jardín terminado en blanco y flores sobre la mesa, curiosamente su flores favoritas, lámparas altas y blancas y en una esquina había un pequeño bar

-Siéntate –dijo Harry, señalando un cómodo sillón.

Ella obedeció y sus ojos se perdieron en la inmensidad del jardín, mientras Harry con su varita servía dos copas de vino.

-¿Qué te dijo Ron? –preguntó Hermione

-Que iba a volver a la fiesta para bailar con Luna –dijo Harry ofreciéndole una copa y sentándose junto a ella.

-¿De verdad? –dijo Hermione, aceptando la copa y dejando escapar una sonrisa

Harry asintió, viéndola a los ojos. Hermione contempló esos ojos por unos segundos, había olvidado cuanto le gustaban.

Los dos bebieron de sus copas, deleitando su paladar con un delicioso vino

-Está exquisito –dijo Hermione

-Es el mejor que tengo y sólo lo compartiría contigo–dijo Harry orgulloso

Hermione volvió a beber de su copa, sin saber que Harry le había echado un poco de poción de la verdad.

"Lo siento, Hermione, pero no tuve otro remedio, necesito saber qué piensas y cuáles son tus sentimientos hacia Ron y hacia mí" -pensó el chico, sosteniendo la copa con su mano derecha. Hermione vio que habías huellas de sangrado allí.

-¡Estás herido! -exclamó Hermione

-Sólo es un raspón -dijo Harry, sin darle la mayor importancia-. Ya me limpié hace un momento.

Hermione negó con la cabeza, hizo las copas prácticamente vacías a un lado y tomó la mano de Harry.

-Voy a curarte -le dijo, ante su mirada sorprendida.

La chica hizo aparecer con su varita una bandeja con agua, guantes, gasas y una poción para desinfectar; y como toda una profesional, curó la pequeña herida.

El no protestó, sabía que era inútil discutir con ella, al contrario se dejó curar, sintiéndose feliz por los cuidados que recibía de su esposa.

-¡Listo! -dijo la chica

-Gracias, brujita.

-¿Tienes alguna otra herida?

-Supongo que no -contestó Harry-. No fueron muchos los golpes que recibí de Ron.

Hermione negó con la cabeza.

-Aunque me apena mucho haberlo golpeado -agregó el ojiverde

-Me consta que no querías hacerlo

-¿Tú sabías que él estaba enamorado de ti? -preguntó Harry, mirándola a los ojos

-No, Harry. Siempre pensé que lo único que nos unía era la amistad y el cariño de tantos años.

-Si tú lo hubieras sabido cuando yo te pedí matrimonio ¿hubieras aceptado?

La chica desvió los ojos, por supuesto que hubiera aceptado a pesar de Ron.

-Sí, Harry -dijo Hermione finalmente-, yo estaba muy enamorada de ti.

Él sonrió, mientras la chica se reprochó a si misma por su confesión.

-Ron para mí sólo es un gran amigo –agregó la chica, preguntándose porque estaba diciendo todas esas cosas.

-El mejor de todos –dijo Harry-. Le hice mucho daño, y aún así, me perdono.

"¿Por qué yo no puedo ser como Ron?" –pensó Hermione- "¿Por qué no puedo dejar atrás el pasado y empezar de nuevo?"

-¿Y tú, Hermione? ¿Algún día vas a perdonarme? -preguntó Harry

Ella sonrió con tristeza

-De verdad, ¿me quieres? – preguntó la chica

-Por supuesto que sí –dijo Harry, mirándola a los ojos con una sonrisa

Hermione desvió la mirada. Harry tomó la cara de Hermione con ambas manos, volviéndola hacia él, y comenzó a acariciar aquel bello rostro.

Hermione cerró los ojos, sintiendo únicamente la ternura de Harry, acariciándola y limpiando con sus dedos las huellas de las lágrimas que había derramado.

Harry se inclinó y la besó en la frente, luego en ambas mejillas, Hermione sin querer dejó escapar una sonrisa, Harry también sonreía.

-Te amo –dijo Harry, antes de darle un tierno beso en los labios.

Hermione no pudo resistir más y se dejó llevar por ese beso. Harry sintió nuevamente la calidez de sus labios, su pasión y su ternura, era la primera vez en meses que ella no lo rechazaba.

Cuánto le gustaba, cuánto la quería, cuántas emociones no le despertaba. La abrazó y volvió a besarla como un verdadero loco. Una vez, dos veces, varias veces más, cada beso más tierno y más apasionado que el anterior.

"¿Qué me pasa? –pensó Hermione, dejándose llevar por Harry-. Esto no puede ser".

-Me encantas –murmuró Harry, entre besos-. Eres mi vida.

"Mentira" –dijo una voz en la cabeza de Hermione. "Te engaño, se burlo de ti".

Hermione se separó de Harry, apartándolo con brusquedad.

-¡Mentiroso! –exclamó la chica ante la mirada sorprendida de Harry

-Hermione, ¿qué pasa?

-¿Por qué me engañaste? –gritó Hermione-. ¿Por qué jugaste conmigo? Si yo de verdad te amaba.

-Yo también te amaba –dijo Harry intentando acercarse nuevamente a ella-. Estaba ciego, no quería admitirlo.

Hermione negó con la cabeza.

-Eres lo que más quiero –dijo él, su mirada era la más sincera que ella había visto hasta ese entonces.

Hermione se volvió, ocultando las lágrimas

-Créeme, por favor –dijo Harry, acariciando sus cabellos

Sin saber porque, Hermione se volvió hacia él y lo abrazó. Harry no tardó en corresponder a su abrazo, estrechándola con todas sus fuerzas

-Te amo, te amo –le murmuró Harry al oído.

Ella lo abrazó, ocultando la cabeza en su hombro, mientras Harry no se cansaba de murmurarle al oído cuánto la quería.

-Perdóname –dijo Hermione, reponiéndose.

-¿Perdonarte qué? –dijo Harry confundido, dedicándole una sonrisa-. Él que tiene que pedir perdón aquí soy yo.

-No, yo también te engañé –dijo la chica, mirándolo a los ojos

-¿De qué hablas?

Hermione se incorporó un poco, tenía algo muy importante que decirle.

-No –dijo Harry, sin permitir que ella se separará-, déjame abrazarte.

Hermione no se movió, le gustaba sentirse entre sus brazos. Seguramente después de confesar su secreto, Harry no iba a querer abrazarla nunca más.

-¿Recuerdas cuando te fuiste de viaje a la mansión Ryddle para investigar a Lucius Malfoy? –preguntó Hermione

Harry asintió.

-No teníamos ni un mes de casados cuando te fuiste. Yo estaba muy triste y me sentía muy sola, me dolía mucho todo lo que había pasado. Intente hacer mi vida normal, continuar con mi trabajo, visitar a mis amigas y a mis padres, pero te extrañaba mucho. Sólo deseaba que volvieras y en mis sueños locos, imaginaba que llegabas y me decías que me querías.

-Te quiero, hermosa –dijo Harry dándole un beso en la sien, ella sonrió.

-No sé porque tu ausencia se me hizo eterna –continuó Hermione-, poco a poco me fui llenando la cabeza de ideas: que tú te habías ido con la intención de no volver, que quizás en otro lado tenías otra mujer, que…

-Ninguna otra mujer –interrumpió Harry-, no existe nadie más, te quiero a ti.

Hermione dejó escapar una sonrisa, Harry la besó en los labios.

-He hecho muchas cosas mal en nuestro matrimonio, pero jamás he faltado a la promesa que te hice en altar.

-Más te vale -dijo Hermione

-Tú eres la mujer con la que yo deseo estar -dijo Harry depositando pequeños besos sobre su hombro derecho-. Me duermo pensando en ti, recordando nuestra noche de bodas.

Hermione sonrió, mientras Harry besaba ahora su hombro izquierdo. El chico sabía que podía pasarse la vida entera besándola, sin embargo, tenía que aprovechar el efecto del Verisatum, haciendo un esfuerzo sobrehumano, le preguntó:

-¿Qué más paso mientras estuve en la mansión Ryddle?

-Un día fui de compras sola al Callejón Diagon, sólo pensaba en distraerme un poco. Fui viendo todas las tiendas y cuando me di cuenta, había llegado al callejón Knockturn, pensé en volver, pero la curiosidad me hizo seguir adelante. No había estado allí desde los tiempos de Hogwarts. Fui caminando y viendo varios apagadores, hasta que llegue a una tienda muy pequeña y muy extraña que llamó mi atención y me metí en ella. Estaba llena de pociones y filtros amorosos, y sin pensarlo, pregunté si entre sus muchas pociones tenían una que me hiciera olvidarme de ti.

Harry la miró atónito.

-La empleada me dijo que no había nada para lo que yo quería, pero que había una poción que servía para ocultar los sentimientos, su nombre era Midklenock y servía para fingir indiferencia delante del ser amado. No me importó que fuera magia negra, mucho menos el aspecto tan terrible de la poción. La compré y comencé a tomarla, diciéndome a mí misma que no volvería a flaquear delante de ti, que en mí, tú no volverías a encontrar una sola muestra de cariño, que si tú no me querías, yo tampoco tenía porqué demostrarte cuánto te amaba todavía.

Harry lo escuchaba y no terminaba de creerlo, una serie de pensamientos encontrados invadían su cabeza a manera de juegos artificales: Ron tenía razón, Hermione estaba bajo el efecto de una poción, Hermione lo amaba y sin embargo, había ocultado sus sentimientos utilizando magia negra.

-Perdóname, Harry –murmuró Hermione.

-No, perdóname tú a mi –dijo Harry, volviéndola a abrazar con todas sus fuerzas-. Fui yo él que te obligo a tomar esa poción, fueron todas mis estupideces las que te llevaron a eso… Perdóname, Hermione…

-No, fue mi culpa, por muy desesperada que estuviera nunca debí probar ese veneno, ahora no puedo dejar de hacerlo.

-¿Qué quieres decir?

-En un principio, sólo tomaba un poco cada día. Cuando regresaste y vi que dio resultado, que realmente me comportaba fría, arrogante e indiferente contigo, comencé a tomarla cada vez más y más, y ahora es como una adicción para mí.

Harry se sintió mucho más culpable.

-Ya lo intente todo -dijo la chica, nuevamente las lágrimas inundaban sus mejillas-. No puedo deshacerme de esa botella, siempre la cargó conmigo y cada que parece que voy a terminar su contenido, la botella misteriosamente vuelve a llenarse.

-No puedes seguir bebiendo ese veneno –dijo Harry-, tenemos que encontrar una manera.

-Perdóname, te he lastimado mucho con esa poción

Harry negó con la cabeza.

-No importa eso ahora, lo único que quiero es que me prometas que no volverás a beberla.

-No puedo, es como un vicio. Hoy en la mañana intente no beberla, por eso te preparé el desayuno, fui al juicio y estuve tranquila, pero en cuanto llegue a la casa volví a beberla y te arruine el día. Estabas tan contento por tu triunfo y yo con mi arrogancia, hablándote de divorcio. Después la tomé antes de salir a casa de Luna, por eso le dije a Ron lo del divorcio. Perdóname, realmente no puedo estar sin tomarla.

Harry la besó en la mejilla, compartía su angustia.

-No entiendo qué fallo -dijo Hermione consternada-, se supone que oculto mis sentimientos y sin embargo, ya te conté mi secreto.

"Es por el efecto de la poción de la verdad" -pensó Harry, ella no sabe que puse esa poción en su copa.

-¿Dónde está la poción? –preguntó Harry

-En mi bolso –señaló Hermione

Por primera vez en toda la plática, Harry se separó de ella, se puso de pie y sacó del bolso de Hermione una botella negra, cualquiera hubiera pensado que esa botella era una crema o un simple perfume.

-¿Es esto?

Ella asintió.

Harry observó la botella, aún sin poder creer que era eso lo que lo alejaba de Hermione.

-Me quedaré con ella –dijo Harry-. Yo la destruiré.

-Ya lo intenté de muchas maneras y no se puede

-Ya encontraré alguna forma -dijo Harry guardando la poción en su saco y regresando al lado de su esposa.

-Harry, sin ella me siento mal.

-No puedo dártela, acabará destruyéndote.

-Creo que ya no tengo remedio

-No digas eso, vas a estar bien. Tienes que prometerme que no volverás a tomar de esa poción. Hazlo por nosotros, si tú sigues bebiendo ese veneno, jamás podremos estar juntos, porque nunca vas a dejar de rechazarme.

-Es efecto de la poción.

-Lo sé, mi amor –dijo Harry acariciando su rostro con una mano

-¿No estás enojado?

Harry negó con la cabeza

-¿Sabes? En cierta forma, me tranquiliza saber que has actuado así, por efecto de una poción y no porque de verdad me odiaras

-¿Cómo voy a odiarte si eres mi vida? ¿Acaso no sabes que desde que era una niña vivo enamorada de ti?

Harry la abrazó con una enorme sonrisa

-Te amo–dijo Hermione finalmente.

Harry sintió que sus pies dejaban de pisar el suelo, tenía tanto tiempo que ella no decía aquellas palabras, que no lograba recordar cuando había sido la última vez.

-Y yo a ti, mi amor. No sabes cuanto

Los dos se besaron... Un beso largo, cargado de emociones.

-¿Sabes? –murmuró Harry al oído-. ¡Te adoro! Si ese día que entraste al callejón Knockturn también compraste un filtro amoroso, no me importa, funciona muy bien, me tienes loco.

-Harry –exclamó Hermione riendo-. Yo no compre ningún filtro amoroso, jamás te hubiera hecho algo así.

-Entonces puedes estar segura que todo lo que siento por ti, es real.

Hermione sonrió y lo volvió a besar.

-¿Te confieso algo? –dijo Harry

-¿Qué es?

-Utilice poción de la verdad, me confesaste todo esto, porque puse un poco de Verisatum en tu copa.

La chica lo miró sorprendida

-¿Por qué lo hiciste?

-Tenía que saber la verdad. LLevaba días tratando de hablar contigo y lo único que obtenía eran respuestas vagas y sin sentido.

Hermione frunció el ceño. Harry se merecía que lo convirtiera en un sapo, pero entre tanta miel no recordaba el hechizo.

-Si lo hice, fue porque tenía la certeza de que aún me amabas, pero no lograba descubrir qué era lo que me apartaba de ti.

La chica lo miró aún molesta.

-¿No te das cuenta, Hermione? –dijo el ojiverde con esa sonrisa que le hacía perdonarle todo-. Tenemos el antídoto para la poción Midklenock, si esa poción te hace ocultar tus sentimientos, la poción de la verdad los saca a flote, por eso me has confesado todo esto

Hermione sonrió, aún sin poder creerlo.

-Gracias al Verisatum, me has dicho nuevamente que me amas, a pesar de que habías bebido la otra poción.

-¡Harry, sí hay antídoto! –dijo ella, emocionada

-Sí, mi amor -dijo el muchacho, dándole un beso en la frente -. Creo que tendrás que tomar por un tiempo Verisatum, en lo que te acostumbras a estar sin la otra poción.

-No importa, la tomaré el tiempo que sea necesario, porque no quiero volver a pasar por esto.

Harry la besó.

-¿Verdad que ahora si ya nada puede separarnos?

Ella negó con la cabeza

-¿Verdad que me vas a dar la oportunidad que te estoy pidiendo?

-Sí –dijo Hermione mirándolo a los ojos

-Empecemos de nuevo

-Sí, mi vida. Todo de nuevo.

Harry volvió a besarla

-Gracias, mi amor. No te voy a fallar

Hermione sonrió, acariciando sus cabellos negros.

-¿Sabes? –dijo Harry-. Quiero que hagamos un viaje juntos.

-¿Un viaje?

-Sí, no hemos tenido ningún viaje de bodas y tú dijiste que querías viajar

-Admito que pensaba hacerlo después del divorcio.

-Pues no, jamás vuelvas a mencionar la palabra divorcio y menos ahora que nos vamos a ir de luna de miel.

Hermione desvió los ojos, sonrojándose. Harry rió ante ese gesto infantil.

-Eres mi esposa y te quiero conmigo, contra mi propia almohada. No pienso permitir más puertas cerradas, ni recámaras separadas.

La chica sonrió aún con un discreto rubor en sus mejillas. El la besó en los labios.

-¿Y el trabajo? -preguntó Hermione

-¿Qué más da? Hay dinero de sobra.

¿Acaso Hermione estaba hablando con el mismo Harry que se había casado con ella para seguir trabajando en el Ministerio?

-Lo único que quiero es estar contigo, disfrutar la vida al lado tuyo- dijo Harry

Ella lo besó.

-¿Puedo pedirte un favor? -agregó Harry

-¿Qué es?

-Me gustaría mucho que usarás tus anillos.

La chica tomó la mano izquierda de Harry, el traía su anillo de casado.

-Está bien -dijo Hermione con mirada dulce-. Aunque si no mal recuerdo, tú tienes mis anillos, los rescataste del fondo de mi closet.

Harry asintió, tomó su varita y con un encantamiento "Accio" en cuestión de segundos tuvo delante de él un estuche con ambos anillos. La chica rió, sorprendida de su rapidez.

-Préstame tu mano -dijo Harry con voz galante, tomando entre sus dedos el anillo de compromiso.

Hermione extendió su mano, Harry deslizo por su dedo anular el anillo de compromiso y después la argolla de matrimonio, enseguida sello su compromiso con un beso en los labios.

Hermione contempló en su mano el brillo de ambos anillos, Harry la miraba complacido y muy feliz.

-Gracias, señora Potter -dijo Harry

Ella buscó las manos de Harry para entrelazarlas con las suyas. Harry advirtió que por primera vez, Hermione no le lanzó unos ojos asesinos cuando la llamó "Señora Potter", al contrario, parecía que sus palabras le habían gustado.

-Hay algo más que quiero pedirte -dijo Harry depositando un tierno beso en hombro izquierdo.

-¿No crees que ya cedí demasiado?

-Quiero bailar contigo.

-¿Aquí?

-Sí

Harry se puso de pie e hizo aparecer un tocadiscos con su varita. Hermione se sorprendió cuando empezó a escuchar su canción favorita. La misma melodía que sus padres bailaban abrazados cada Navidad.

-Ven -dijo Harry. Ella se incorporó, Harry rodeó su estrecha cintura con sus manos cerrando la distancia por completo, Hermione puso sus brazos en su cuello. Los dos comenzaron a moverse al ritmo de esa suave melodía.

-Puse esa música porque sé lo mucho que significa para ti -dijo Harry, mirándola con sus hermosos ojos verdes-. Quiero que sepas que yo de verdad te amo y que...

Hermione lo silenció con un beso

-Ya no me quedan dudas -dijo la chica, apoyando su cabeza en su hombro.

Harry la besó en la frente, sonriendo feliz. Los dos siguieron bailando abrazados, sin contar el paso de los minutos. Sólo importaban eran ellos dos y el amor que los unía.

Hermione sintió los labios de Harry, besándola nuevamente, primero en los labios y después descendiendo lentamente por su cuello y hombros, haciendo todo un camino de besos. Una de sus manos había dejado de rodear su cintura y ahora acariciaba su espalda.

-Te deseo tanto -le murmuró Harry al oído.

-Yo también deseo estar contigo -admitió Hermione, mientras un discreto rubor invadía sus mejillas, aquello sólo sedujo aún más a Harry.

Ella seguía siendo su niña y sin embargo, se inclinó y lo besó con gran pasión.

Harry cargó con cuidado a su esposa y entre mil besos y palabras de amor, se dirigió hacia su recámara, recostando a Hermione sobre el suave edredón de seda.

Ninguno de los dos tenía cabeza para pensar en nada más, la espera y el deseo de estar nuevamente juntos, finalmente había terminado...

.

El sol entró por la ventana, Harry despertó y sonrió feliz al ver a Hermione dormida junto a él. La besó en los labios teniendo cuidado de no despertarla.

Aquella mañana fresca y soleada, había llegado con toda su luz, sólo para regalarles la oportunidad de empezar de nuevo.

FIN

¿Y Ron? Se casó con Luna


¡Listo! Por fin, FIN.

¿Les gustó el fanfic? Espero que sí.

Agradezco mucho todo el apoyo que me brindaron a lo largo del fanfic, sé que por mucho tiempo les quede a deber el último capítulo, pero finalmente, gracias a todos sus mensajes, la historia está completa.

Fueron sin exagerar ni mentir, muchas horas escribiendo, revisando capítulos, checando la redacción y la ortografía, haciendo cambios en el curso de historia, sin modificar la idea principal, en fin... Todas esas horas valieron la pena cuando leo sus reviews... Estos son el único pago a tanto trabajo.

Varias veces me preguntaron ¿Por qué a pesar de todo el daño que hizo Harry, Hermione lo perdonó y la historia tiene un final feliz? Porque finalmente es un fanfic, en la historia verdadera Harry queda con Ginny, y a muchos de nosotros nos hubiera gustado verlo con Hermione. En más de una ocasión pensé dejarlos separados para que Harry pagará lo que hizo, pero no queremos un par de infelices sufriendo, ¿o sí?

Algunos me han preguntado si hay epílogo, pero no lo hay. Ese es el final de la historia, cada mañana tenemos la oportunidad de comenzar de nuevo y de llenar nuestros días de cosas buenas, no hay vuelta atrás, ni tenemos la certeza del mañana, sólo tenemos el día de hoy y al igual que Harry y Hermione en ese nuevo comienzo, debemos disfrutar nuestro presente al máximo.

Y bueno, después de 20 capítulos en los que seguramente odiaron a Harry, sufrieron con Hermione y esperaron la reconciliación, me despido de ustedes, reiterándoles mi agradecimiento y mi cariño.

Si les gustó el fanfic, no olviden dejar reviews.