DISCLAIMER: Los personajes y varios lugares le pertenecen a JK Rowling y no pretendo lucrar con ésta historia ficticia.
CAPÍTULO DIECINEVE
"Un Camino Inevitable"
POR: TlalGalaxia
Las fiestas navideñas habían caído por fin sobre Hogwarts, pero a pesar de la insistencia de la dirección a que los alumnos fueran a su casa para celebrar, la mayoría había declarado que preferían quedarse para practicar en su club de naipes explosivos. Está de más decir que Harry, Hermione y Ron estaban bastante satisfechos, ya que en horas del club, la profesora Precea se encargaba de ayudarles en sus prácticas. Esa mujer en verdad parecía saber lo que estaba haciendo en contraste con su personalidad tan ligera y un tanto despistada.
Harry todavía recordaba cuando había ido a pedirle que le hiciera el favor de impartir esa clase. Por un lado había parecido bastante astuta al deducir las cartas como nombre clave, pero por otro lado se había comportado un tanto infantil al hacerle una petición segundos después.
-¿Será que puedo tomar una de esas cartas?- le había dicho con una amplia sonrisa en el rostro y ojos suplicantes.
-C-claro…- le había dicho Harry extendiéndole el reducido mazo que aún le quedaba.
-Reina de tréboles,- le había dicho manteniendo la sonrisa.
-Eh…- había contestado Harry muy tentado a pedirle que devolviera la carta y que sacara otra, pero decidió que tal vez así era como debía ser,- le diré a Hermione.
-Bueno, entonces puedes decirles a tus amiguitos que los esperaré todos los días después de las clases en el aula de Defensa Contra las Artes oscuras. Diles por favor que vayan en grupos de máximo veinte. No queremos hacer mucho alboroto ¿verdad?
-No…- había dicho Harry aún incapaz de leer a través de esa mujer,- no queremos.
Así que desde ese día, sus compañeros tenían clases extras de Defensa Contra las Artes Oscuras. Y eso lo satisfacía más de lo que podía decir. Por su parte, Harry había comenzado a asistir con el Profesor Lupín a clases de Legilimancia y Oclumancia. Materias que a pesar de ser enseñadas con esmero y dedicación por parte del profesor, Harry seguía encontrando extremadamente difíciles pero que seguía tomando a pesar que desde que Draco Malfoy y Ginny Weasley habían sido traídos a Hogwarts, había notado que sus horas de sueño habían incrementado considerablemente. Los sueños cruzados se habían ido, pero todavía le quedaba la interrogante ¿Cómo era posible que su mente y la de Draco se mezclaran de la misma manera en que alguna vez lo había hecho con Voldemort? Ya Hermione le había dicho que era posible que Draco lo estuviera manipulando todo el tiempo para tentarlo más a ir a por Ginny, pero algo no le cuadraba en esa teoría y no estaba seguro de lo que era. Así que había preferido dejar que el tiempo y su plan siguieran su curso esperando que las cosas fueran para mejor.
Y es que lo quisiera o no, por mucho que intentaba sacárselo de la cabeza, no podía dejar de pensar que desde aquella conversación con Hermione en la sala común de Gryffindor, su relación con Ginny parecía no querer mejorar. Y el último consejo de su amiga había sido dejar que pasara el tiempo confiando en que Ginny terminaría perdonándolo tarde o temprano dado que él la quería y ella lo quería a él. Y puesto que había sido la mente de Hermione la que los había unido en primer lugar, confiaba en que eso funcionara para hacerlos regresar. Y cuando Ginny lo detuvo en el pasillo esa tarde, creyó que debía comprarle algo a Hermione en agradecimiento.
-Harry ¿Puedo hablar contigo?- le dijo aparentemente esperándolo a que saliera de la biblioteca cuando venía en compañía de Hermione.
Harry miró a Hermione antes de contestar, pero ella le sonrió despidiéndose furtivamente antes de dejarlos solos.
-Claro…- balbuceó Harry pasándose la mano por el cabello.
Ginny miró alrededor y lo condujo a un aula vacía.
-Tú y Hermione se han vuelto muy unidos últimamente ¿Eh?- le dijo apenas cerró la puerta detrás de sí.
Harry no estaba seguro de lo que quería decir con eso y ella comprendió.
-No estoy implicando nada con eso,- agregó ella,- es solo una observación.
-Bueno, desde que Ron se la pasa con Luna todo el tiempo cuando no nos está ayudando…
-Luna siempre sintió algo por mi hermano,- señaló ella,- supongo que ella no desistió a final de cuentas. A diferencias de nosotros, claro. Solo que sigo sin poder aceptar que entre mi hermano y Hermione no habrá nada. Es una pena ¿No te parece?
-Creo que necesitaban ese espacio para darse cuenta de cosas,- contestó Harry intentando ser positivo.
-¿Quieres decir que crees que regresarán?
-Quiero decir que las relaciones no pueden terminar así como así. Con dos personas separándose sin haber hecho algo al respecto. Siempre se puede hacer algo.
-Ah…- dijo ella comprendiendo que la respuesta de Harry tenía doble trasfondo,- Harry, no vine a hablar de eso contigo.
-¿No?- Harry no pudo ocultar su decepción al responder de esa manera.
-Ya no estoy enojada contigo,- agregó,- es decir… tal vez no estaba enojada. Pero sí dolida ¿Me entiendes?
-Te comprendo.
-Bien, pero eso no quiere decir que quiera que tú yo… es decir, no creo que sea el mejor momento para hacerlo. Las razones por las que habíamos terminado en primer lugar siguen siendo válidas. Y dado que he comprendido que jamás podré formar parte de ustedes.
-No…- Harry comprendía que ella se refería a Hermione, Ron y él.
-Está bien,- lo interrumpió sonando bastante comprensiva,- tal vez sea por la época que me he vuelto más comprensiva y benevolente. O tal vez sea solo que quiero pedirte un favor…
-Por supuesto,- se apresuró a decir Harry creyendo que tal vez con eso podría compensarla.
Y si bien sabía que mientras estuviera tras Voldemort las cosas no podían arreglarse del todo entre ellos dos. Posiblemente su lograba quitarle el rencor, en dado caso que ganara y saliera bien librado… él y ella al final sí podrían estar juntos.
-Se trata de Draco,- le dijo nerviosamente.
Y tenía razones de más para estarlo. Si de por sí él y Harry se habían odiado desde la primera vez que habían cruzado palabras. Ahora, después de todo lo que había hecho, le daban ganas de ahorcar a alguien cada vez que escuchaba ese nombre al igual que el del padrino del infeliz, Severus Snape, quien también era un infeliz, claro.
-Supongo que lo último que harías en esta vida es ayudar a Draco…- continuó ella con el mismo tono.
-Supones bien,- espetó Harry rechinando los dientes.
-Pero me debes una y espero que con esto me pagues.
Harry no estaba muy seguro de qué era lo que le debía a Ginny. O si eso era tan grande como para de buenas a primeras ponerse a ayudar mortífagos. Pero siendo Ginny, Ginny y Harry, Harry…
-¿Qué quieres que haga?- suspiró este.
-Necesito que intercedas por Malfoy.
-¡¿Qué?! No.
-¡Lo van a llevar a Azkaban si no lo haces!
-Pues se lo merece. Además, allá podrá sentirse en familia y visitar a su papá…
-¡Eso no es gracioso!- espetó cruzando los brazos sobre el pecho.
-¿Pues cómo esperas que interceda por él? ¡Es un mortífago! Y aunque lo niegue quien lo niegue, la marca está ahí. La prueba está ahí
-Eso no quiere decir que estuviera consciente de lo que hacía. Draco fue víctima de las circunstancias…
-¿Draco? ¿Ahora lo llamas Draco?
-¡No me vengas con eso! Yo nunca te he reclamado por Hermione.
-¿Y a qué viene Hermione en todo esto?
Era sin lugar a dudas una discusión. Del tipo que se parecía más a las que Hermione y Ron solían tener y del tipo que Harry jamás se habría imaginado que tendría con Ginny.
-De ninguna manera,- le dijo.
-Eres su única esperanza,- le dijo en un tono que sonaba más bien a súplica.
-¿Y por qué el interés en ayudarle? ¿No fue acaso él quien te tuvo secuestrada durante semanas y casi mueres a causa de eso?
-¡Pero no es malo!
-¿Ah, no? Creo que más bien te hizo algo. Seguro te tiene controlada con un imperius. Ven, vamos con Lupín a que te haga una evaluación…
-¡No es eso!- le dijo desprendiéndose de él de un jalón. Luego le dio una mirada furiosa,- ¿Lo vas a ayudar o no?
-Aún cuando quisiera ayudarlo…- suspiró él luego de un momento,- ¿Qué puedo hacer yo en realidad cuando el mismo ministerio lo encontró en la escena del crimen?
-¡Todo fue circunstancial! Draco no ha declarado. YO no he declarado. Solo tenemos lo que dijiste a los aurores y si te retractas…
-¿No habrá caso? Ginny, no seas ilusa. Malfoy tiene la marca tenebrosa tatuada en el brazo. Y sabes perfectamente que Scrimgeour hizo una ley para castigar a todo aquel que la posea.
-¡Podemos decir que se la hicieron en contra de su voluntad!
Harry miró el rostro de preocupación de Ginny y no supo qué contestarle.
-¿Por qué quieres ayudarlo?
-Porque se que no es malo ¿Recuerdas cuando todos pensábamos que eras malo porque hablabas parcel? ¿Y cuando fuiste elegido campeón de Gryffindor y todos creímos que habías hecho trampa? ¿No se te ocurre que Draco puede estar en la misma situación?
-¡Oh, no!- renegó Harry al instante,- no puedes comparar esos casos con lo que Malfoy ha hecho ¿A ti se te olvida que el año pasado abrió las puertas de Hogwarts para que entraran los mortífagos y hombres lobo?
-¡No tenía otra opción! Ya-sabes-quién lo forzó a tomar el lugar de su padre ¡Y sabes que no se anda con rodeos! ¿Qué podía haber hecho él?
De pronto Harry recordó lo que Myrtle la llorona le había dicho el año anterior acerca del chico que lloraba en los baños y que luego descubrió que se trataba del mismo Malfoy ¿Y si era verdad? ¿Y si Malfoy había sido forzado a realizar una tarea demasiado grande para él?
-Aún cuando retire mi declaración. No creo que pueda hacer algo por él,- suspiró Harry intentando con todas sus ganas entender y no odiar a Malfoy.
-Pero puedes hablar con McGonagall.
-¿Y qué puede hacer McGonagall?
-Puede interceder por él como directora de la escuela…
A Harry le parecía una oportunidad poco probable. Y creía que si el ministerio quería la cabeza de Malfoy, muy poco podían hacer él o McGonagall para impedirlo.
-Veré que puedo hacer…- suspiró Harry finalmente.
-¡Gracias!
Ginny saltó para abrazarlo sin poder contener su alegría por la ayuda que Harry le brindaría. Harry sintió su contacto esperando que algo dentro de él saltara de alegría también. Pero solo podía pensar en tremendo lío que acababa de meterse.
-Pero eso no asegura que el ministerio desista ¿Entiendes?
-Me basta con que lo intentes,- sonrió ella apartándose nerviosamente de él.
Entonces ella hizo ademán para retirarse, pero Harry la detuvo.
-Y… ¿Qué vas a hacer éste fin de semana?- le dijo nerviosamente.
-Estaré con Draco en la enfermería. Dice Madame Pomfrey que dejará de darle somníferos, pues sus heridas ya no son tan graves. Por lo que los aurores vendrán a entrevistarlo en cuanto eso suceda.
-Ya veo…- dijo Harry decepcionado que su conversación hubiera regresado a Malfoy.
-No creo que sea el mejor momento para que tú y yo…
-Yo solo quería invitarte al club de naipes…- le dijo Harry negándose a hacer el ridículo y mostrándole las tres cartas que le quedaban y que no había revisado.
-Escuché de eso…- le dijo estirando la mano para tomar una carta,- supongo que puedo pagarte el favor con esto…
-Dijiste que yo te debía.
-Sí, bueno, creo que ahora te quedaré a deber yo. As de corazones.
Harry sonrió antes de guardar las dos cartas sobrantes, pero Ginny lo detuvo.
-¿Puedo tomar una para Draco también? Escuché que aceptaste a Pansy y a Millicet…
Harry dudó por unos instantes. Bueno, de todos modos le sobraban esas cartas y ya nadie más parecía querer cambiar de opinión. Extendió la mano una vez más y Ginny leyó la carta.
-Rey de Espadas.
Harry no se puso muy contento con ésta parte de la conversación. Pero decidió dejarlo así. Ahora lo que le preocupaba era lo que Hermione le diría cuando se enterara lo que acababa de hacer… aceptar ayudar a Malfoy y haberle dado una de las cartas grandes de la baraja…
-¿Entonces te veo el sábado en la reunión de cartas explosivas?
-Estaremos ahí,- dijo antes de retirarse.
Harry no estaba para nada feliz que Ginny hablara en plural siendo que ese otro era Malfoy ¿Y aún así pensaba ayudarlo? Lo haría por Ginny y nada más por eso. Cuando se dirigía a la torre de Gryffindor unas jóvenes de Hufflepuff lo detuvieron en el pasillo.
-As de espadas,- dijo una de ellas.
-Tres de espadas,- contestó él refiriéndose a ella y luego miró a las otras llamándolas por sus nombres claves también,- ocho de tréboles, diez de corazones…
-Tenemos una invitación que hacerte,- volvió a decir tres de espadas,- bueno, es que tú sabes que hemos estado trabajando y entrenando y ayudándote y todo eso…
-Por supuesto, muchas gracias por eso.
-De nada, pero nosotras creímos… bueno, dado que hoy es veinticuatro y nadie quiso ir a casa a celebrar las navidades…
-¡Y sabemos que no es el mejor momento!,- se apresuró a agregar Hannah Abbot también conocida como diez de corazones,- pero aún así…
-Bueno, nosotras queremos…-dijo ocho de tréboles tímidamente.
-¿Organizar una fiesta navideña?- inquirió Harry sabiendo de antemano por dónde iban los tiros.
-Si…- dijeron las tres entre risas nerviosas.
-Me parece perfecto,- sonrió Harry afablemente.
-¿Sí?- contestaron emocionadas.
-Por supuesto, creo que a Hogwarts le falta relajarse un poco y un poco de relajación por un día no puede hacernos mucho daño. Además, un buen amigo una vez me dijo que tampoco hay que olvidarse de las risas.
De vez en cuando Harry recordaba a Dumbledore y la confianza que había depositado en él para terminar el trabajo que él había empezado. Se sentía bien decir que se podían hacer cosas en su nombre.
-¡Gracias, Harry!- gritaron las chicas emocionadas al alejarse mientras planeaban lo que iban a hacer para la celebración improvisada de esa noche.
Ahí iba su segunda buena obra del día. Si esto de ser el elegido y salvador del mundo mágico no era algo tan sencillo, pues. Miró el reverso de la carta de la baraja que le quedaba ¿A quién podría dársela? Su respuesta llegó casi tan pronto como su pregunta cuando vio a Hagrid dirigirse al gran comedor.
-¡Oye! ¡Hagrid!- le gritó corriendo para alcanzarlo.
-¡Harry! ¿Cómo has estado? Escuché que demasiado ocupado…
-Sí, bueno… cosas de ser el elegido, ya sabes…
-En realidad no lo se, pero puedo imaginarlo…
-En fin,- dijo Harry finalmente,- estaba pensando hablarte precisamente del club de naipes explosivos.
Hagrid miró alrededor como buscando alguien más con quien Harry pudiera estar hablando o como no queriendo que alguien escuchara de lo que iban a hablar.
-¿A mí?- inquirió Hagrid sorprendido.
-Sí, bueno…- contestó Harry,- creo que siempre es bueno tener a un profesor asesor para el club.
-Pensé que Precea era la asesora.
-Sí, bueno… digamos que ella es mas bien quien nos ayudará a practicar y aprender un poco más de estrategias relacionadas con la materia pero necesitamos a alguien más que se haga cargo del grupo en general. Claro, eso si tú quieres…
-¿Quieres hacerme tutor de un grupo?- preguntó su gigante amigo casi con lágrimas en los ojos.
-Bueno, tú eres el guardián de las llaves de Hogwarts ¿No es así?
-Sí…- sonrió Hagrid intentando no parecer demasiado complacido consigo mismo.
-Toma,- le dijo dándole la última carta que guardaba dentro de su túnica.
Hagrid la tomó con cuidado como si se tratara de un tesoro.
-Rey de tréboles.- Dijo maravillado a pesar que no tenía idea de lo que eso significaba.
Harry sonrió pensando que al menos esa carta no había sido malgastada.
Cuando llegó por fin a la sala común de Gryffindor, se dio cuenta que ya eran las seis y que sus compañeras de Hufflepuff no habían perdido el tiempo organizando la fiesta navideña ya que la invitación del tamaño de un pergamino de metro y medio estaba pegada en la pizarra de mensajes justo a la entrada del lugar. Miró alrededor y notó que la sala estaba vacía salvo por Hermione que estaba ensimismada con su traducción en uno de los sillones. Harry se apresuró a hablar con ella a pesar de no estar seguro de lo que le diría con respecto a las cartas que acababa de entregar.
-¿No vas a la fiesta?- le preguntó casualmente.
-Quiero terminar esto lo más pronto posible,- le contestó ella apenas sí mirándolo mientras escribía a prisa la frase que acababa de descifrar,- además, el anuncio dice que será un baile de parejas.
-Oh… así que Ron…
-Va a ir con Luna,- sonrió ella,- creo que está feliz de poder usar la túnica de gala que le regalaron sus hermanos en lugar de la cosa horrible que usó hace tres años.
-Supongo que sí…
-Y supongo que a ti te invitó Ginny.
-¿A la fiesta? No…
-¿Entonces? ¿Se puede saber qué quería?
-Quiere que interceda porque Draco no sea llevado a juicio.
Solo entonces Hermione dejó de escribir para concentrar toda su atención en él.
-Estás bromeando.
-Ojala.
-Pero… ¿Por qué?
-Dice que Draco es una víctima de las circunstancias como yo lo he sido en muchas ocasiones.
-¿Y tú que piensas?
-Bueno, creo que si Ginny, quien debería ser la agraviada…
-¿Vas a ayudar a Draco por quedar bien con Ginny? Piénsalo bien, recuerda todo lo que hizo el año pasado y se salió con la suya. Yo no confiaría en él tan fácilmente.
-Y no lo hago, pero bueno… ¿Y si es verdad?
- Es muy difícil confiar en el juicio de Ginny ahora mismo y creo que tienes cosas mucho más importantes que hacer que tener que comparecer ante el ministerio. De hecho, creo que casi debes evitarlo. Pero he decidido no volver a impedirte hacer cosas que en verdad quieras hacer, así que si eso es lo que quieres…
-Pero es que hay algo más,- agregó Harry sintiéndose envalentado por la actitud de su amiga, - le he dado a Ginny una carta que me sobraba. También le di una para Malfoy y la última se la di a Hagrid.
Hermione suspiró como queriendo decir algo al respecto, pero se limitó a sacar el ordenador e ideas y a escribir los tres nombres.
-¿Qué cartas?
-Ginny As de Corazones, Draco Rey de Espadas y Hagrid As de Tréboles.
Hermione gruñó un poco mientras escribía lo que Harry le decía pero no hizo comentario alguno. Harry no estuvo seguro si debía sentirse aliviado o no.
-¿Y cómo vas con la traducción del espejo? – quiso saber él para cambiar de tema.
- Empiezo a tener mis dudas de si esto nos ayudará como creíamos. En cada lado del espejo está escrita la historia de otros espejos y en la parte superior la del mismo Oesed. Hasta ahora solo he encontrado la historia de una mujer llamada Rind ¿Te suena?
-Es el nombre que Precea le dio a uno de los espejos.
-Así es, pero a mi ese nombre desde antes me había sonado familia así que fui a la biblioteca. Parece ser que Rind es una diosa nórdica. Sin embargo, la historia escrita en el espejo no es precisamente la que encuentro en lo libros. A pesar que se habla de Odín, el Valhala y las Valkirias… todo lo del escrito parece tener un contexto más real que mítico en comparación con lo que encuentras en los libros.
-¿Quieres decir que ésta diosa nórdica en realidad existió?
- Quiero decir que Rind no era una diosa en realidad sino una bruja.
-¿Rind es una bruja que vive dentro del espejo? – rió Harry incrédulo.
-Sí, se que suena a…
-Blanca Nieves,- contestó él y para su sorpresa Hermione asintió.
-Eso mismo pensé, tuve que mandar una lechuza a mis padres para que me consiguieran cuentos infantiles ¿No te suena familiar? Blancanieves, la nieve… el espejo… el hielo. Pareciera que todo tiene una conexión. Aún así la historia de Rind habla de una mujer asiática que quedó atrapada en un bloque de hielo por ir tras de los otros dos espejos pero al mismo tiempo dejó dentro de él sus poderes.
- ¿Un espejo que concede deseos? – inquirió Harry.
-Sí, pareciera ser el mejor de todos ¿No te parece?
-¿Crees que Salazar iba tras de ese?
-No lo se… aún el espejo negro y el espejo blanco parecen tener poderes lo suficientemente fuertes como para tentarlo.
- ¿Pero para qué buscar esos si se le puede pedir a Rind lo que sea? Oye… ¿Crees que sea buena idea pedirle a Rind que acabe con Voldemort?
-¿Crees que sea posible?
-No lo se… valdría la pena intentarlo.
-Supongo… - contestó ella volviendo a su traducción, - pero primero debo terminar.
Harry la miró tomar sus notas con ese esmero que tanto la caracterizaba. Por un momento deseó poder leer runas para poder ayudarle. Se le notaba que estaba cansada, luego de tantas semanas por fin había logrado descifrar las caras del espejo pero aún así no había llegado a la parte donde conseguía activar el Oesed y llegar a alguno de los otros tres espejos. De pronto miró sus notas con frustración y dejó caer el papel mientras mordía la punta de la pluma.
-¿Qué pasa? – quiso saber Harry.
- En la historia de Oesed se habla de un gran mago que lo creó para sellar los otros tres pero hay una frase que no termina de cuajarme…
-¿Qué es?
-"El secreto de Rind es tu ocaso…"
-¿Qué tiene eso de malo? ¿No concuerda con el lenguaje de la historia?
-Es que más que historia es una advertencia ¿No te parece?
-Sí que lo parece ¿Crees que exista algún peligro al utilizar a Rind?
-¿Recuerdas que la pared de la cámara advertía no activar el poder de los espejos? Y si eso era algo que el mismo Salazar advertía…
Harry guardó silencio mientras ella consideraba todo lo que acababa de decirse. Si cualquiera que no fuera Hermione se volvería loco con todo eso aún teniendo en sus manos el organizador que había pertenecido a su madre. Miró alrededor en busca de inspiración que fuera de ayuda y solo veía el gran cartel que habían colgado para el baile. Seguro que eso no era de ayuda. A menos que…
-Vamos, - le dijo Harry para su sorpresa.
- ¿A dónde?
-Al baile, estás pensando mucho.
-¿Al qué? No, estás loco.
-¿Qué? ¿Qué tiene de malo? Vamos.
-¿Me estás invitando al baile?
Harry lo meditó por unos instantes.
-Sí, supongo que sí.
Hermione miró la traducción que por el momento parecía quedarse atascada y luego miró a Harry que le extendía la mano para ayudarla a levantarse. Un par de veces más paseó la mirada de la traducción a Harry hasta que se decidió por fin.
-Está bien, pero tendrás que llevarme así porque vestido de gala no traje.
-Vale, yo tampoco tengo, - contestó él encogiéndose de hombros.
Era la primera vez que iban a un lugar de esos juntos así como era la primera vez que él decidía llevarla a ella. Las razones por las que nunca antes lo habían hecho parecían algo absurdas pero principalmente era porque él jamás lo había considerado una posibilidad. Hermione era Hermione aunque hasta cierto punto eso perdiera sentido luego de haber asistido con Luna a uno el año anterior.
-Sabía que no debíamos haber venido,- renegó Hermione mirando alrededor mientras entraban al gran comedor.
Era evidente que todos sus demás compañeros se habían puesto las mejores galas mientras que ellos dos seguían vistiendo sus uniformes de Gryffindor. Harry suspiró un poco y se giró para mirarla mientras sacaba su varita. Luego hizo un par de florituras delante de ella y Hermione admiró el resultado.
-No soy muy bueno en esto, pero creo que será suficiente.
La túnica negra había alargado sus mangas como vestido de princesa mientras que en el dorso se había formado un corsé y la falda se hacía más amplia. Hermione se llevó la varita al cabello recogiéndolo hacia arriba y después transfiguró las ropas de Harry en una túnica de gala parecida a la que él tenía. Harry le tendió la mano y la llevó a la pista de baile.
Era la primera vez en meses que podían darse el lujo de hacer algo que no fuera dedicarse a encontrar los Horcruxes o relacionado a Voldemort. De alguna manera creían que ya se lo merecían, incluso Hermione, pues a pesar de parecer que habían dado solo un par de pasos, ya mirándolo con perspectiva se daban cuenta que habían avanzado gran parte del tramo. A pesar de no haber descifrado aún el espejo de Oesed. Harry miró a su alrededor y pudo observar a Ron que bailaba con Luna y a Neville que lo hacía con una chica de Ravenclaw perteneciente al club de naipes explosivos.
-Supongo que no tenemos opción,- sonrió Harry tendiéndole la mano.
Hermione asintió tímidamente e intentaron seguir el compás de la música. Harry intentó mirar dentro de sus ojos y se dio cuenta que no estaba a pesar de estar ahí.
- ¿En qué piensas? – quiso saber él.
- ¿Eh?
Hermione parecía no haber estado poniendo atención cuando Harry lanzó la pregunta.
- Deja ya ese espejo,- le dijo sabiendo la razón de su distracción, - tal vez lo que necesitas es olvidarte de él por un rato y seguro la respuesta llega sola.
-Es que en verdad es desconcertante… - contestó ella mirando hacia lo lejos. A Harry le dio la impresión que evitaba su mirada, - la idea que estemos haciendo mal al activar el espejo de Oesed de pronto se me ha metido en la cabeza.
- ¿Piensas echar por la borda todo el trabajo que llevas hecho hasta ahora?
-A veces dejar ir es lo mejor que puedes hacer… - contestó ella con una sonrisa amarga.
Harry la miró con desconcierto sin encontrarle explicación pero había algo en su expresión que denotaba ser algo que le había dolido mucho. Harry la abrazó un poco más fuerte mientras la conducía a dar una vuelta por la pista de baile.
-¡Muérdago! – gritó una chica señalando hacia Harry y Hermione.
Ambos miraron alrededor como no creyendo que se refirieran a ellos, pero al mirar hacia arriba, en efecto, una rama de muérdago flotaba sobre ellos dos.
-A mi esto me suena familiar… - dijo Harry recordando su primer beso con Cho justo debajo de un muérdago.
-Sí, a mi también… - contestó ella notando que todo mundo miraba hacia ellos.
-¿Viktor? – inquirió Harry con el seño fruncido.
Hermione se encogió de hombros y Harry sintió de pronto deseos de acceder a la petición de media escuela solo que no estaba seguro de lo que diría Hermione así que tomó una de sus manos y la besó levemente. La multitud enloqueció descomplacida.
-¿Llamas a eso un beso? – gritó Colin Creevey desde el otro lado de la habitación.
Harry no podía creer que estuviera recibiendo cátedras de él. Mientras tanto la muchedumbre comenzaba a gritar ¡BESO! ¡BESO! ¡BESO! Ambos miraron alrededor para mejor salir corriendo de la habitación, pero todo mundo hacía un círculo alrededor de ellos. Se miraron como considerando la condición para que los dejaran ir. Harry estaba dispuesto a fin de cuentas ya lo había hecho una vez. Seguro nada pasaría. Si solo era un beso…
Hermione puso los ojos en blanco tal vez notando que él a pesar de su disposición estaba casi congelado y se apresuró hacia él decidida a dar por terminada esa escena de una vez por todas. Posó sus manos en sus mejillas y colocó sus labios sobre los de él tal vez con la intención de solo un roce y Harry tampoco quería dejar a una multitud insatisfecha así que se movió un poco sujetándola por la nuca. Notó su brinco de sorpresa pero abrió los labios un poco dándole la bienvenida y Harry supo aprovechar la oportunidad.
Por un momento se le olvidó quien era ella. O más bien se le olvidó lo que esos labios representaban. Justo ahí, en ese momento, se sintió flotar en medio de la habitación. Tal vez la familiaridad o la seguridad de no estar en un territorio del todo desconocido. Con ese beso fantasma que había dormido en sus recuerdos y que no se había dado cuenta que en realidad le había gustado.
Se apartó de ella segundos antes con la sensación de Hermione aún haciéndole cosquillas en los labios y habiendo perdido totalmente el norte pero entonces la localizó. De entre toda la muchedumbre, Ginny estaba en primera fila con esa expresión de sorpresa y la boca abierta sin poder articular palabras. Harry se apartó de Hermione de inmediato dejándola congelada en ese punto y Ginny se alejó al notar que él venía hacia ella.
-¡Oye! – le gritó acelerando el paso pues ella también lo hacía.
Y la alcanzó en el pasillo de afuera dejando atrás los murmullos y el cotilleo de la gente del gran comedor.
-¡No es lo que crees! – le dijo sujetándola de la muñeca.
Ginny se detuvo al sentir su contacto pero bajó la mirada como no atreviéndose a levantarla.
-Nada tienes que explicarme…- le contestó con un tono más bien desganado,- tu y yo no somos parejas desde hace tiempo y puedes hacer lo que quieras, besar a quien quieras y salir con quien quieras.
-Hermione y yo no estamos saliendo,- se apresuró a aclararle,- el muérdago estaba ahí… y toda la gente comenzó a gritar…
-Y tú no pudiste negarte,- complementó ella. Harry no estuvo seguro si debía asentir o no,- ¿No será más bien que en verdad lo querías?
-¡Como puedes decirlo! ¡Hermione es mi amiga! ¡Es como mi hermana!
-Pues no lo parecía,- sentenció ella mostrándose molesta por primera vez desde que habían iniciado esa conversación,- pero da igual. No me interesa, no debes explicarme nada.
Dicho eso, Ginny giró sobre sus talones y continuó su camino seguramente hacia la enfermería. Harry supo que no era prudente seguirla, y por primera vez no sentía deseos de hacerlo. Justo antes había considerado que lo mejor era alejarla de él y esto había funcionado sin querer. Aunque no precisamente de la manera en que se lo hubiera esperado. Suspiró sabiendo que no había más que hacer y se dirigió de vuelta al gran comedor. Esa no era una idea brillante suponiendo el cotilleo que se había montado luego de la escena, pero debía al menos rescatar a Hermione quien seguramente estaba siendo bombardeada por los demás.
Y justo como lo había supuesto, una ola de comentarios parecidos al zumbido de abejas revoloteado le inundaba los oídos a su paso por el gran comedor.
"pero ella es su ex novia ¿Qué tiene que decir?" decía una chica de Ravenclaw de cabello negro y ojos violetas "el que se fue a la villa perdió su silla"
"Pero es que Ginny es perfecta para Harry. Son el uno para el otro…" suspiraba otra de Gryffindor metiéndose un picarón en la boca.
"¿Perfecta para qué? ¿Servirle de adorno?" la reprendió se hermana que estaba en Ravenclaw como la primera y comiendo otro picarón.
"Yo siempre creí que Harry y Hermione estarían juntos algún día" suspiró una cuarta de cabello rosado.
"Pues yo siempre creí que Harry y Draco conciliarían sus diferencias…" suspiró la última de Slytherin dejando que un hada se posara en su hombro asintiendo afablemente "pero definitivamente mejor Hermione que Ginny, esa niña es una plasta" finalizó poniendo los ojos en blanco y la mayoría asintió.
Buscó a Hermione con la mirada para ayudarla a salir, al parecer ahora todo mundo tenía algo que decir con respecto a su vida sentimental y tal vez él se lo merecía por ser tan pardillo pero Hermione no. La idea de ir al baile había sido suya y ahora la había metido en un gran lío ¿Pero cómo no haberlo visto venir? Él era Harry Potter, el chico que siempre atraía los problemas sin tener que ir a buscarlos…
-¿Buscas a Hermione? – le preguntó Neville acercándose apresuradamente hacia él. Harry asintió dándose cuenta que le era imposible emitir palabras. "Salió después de ti y si no la encontraste en tu camino de regreso seguro fue en la dirección contraria"
Harry agradeció la excusa para salir corriendo de ahí que lo hizo sin pensárselo demasiado olvidándose incluso de agradecer a Neville por la ayuda. Ya lo haría después, pensó encaminándose en la otra dirección que no había tomado ¿A dónde podía haberse metido? La idea de una Hermione llorando en el baño de niñas le vino a la mente de pronto. Claro que Hermione ya no era esa niña pero el lugar donde siempre podía encontrarla era la biblioteca y le parecía poco probable que hubiera huido ahí luego de semejante escena. Recordaba también el aula vacía a donde había ido luego que Ron se hubiera comportado como un imbécil el año pasado, pero tampoco estaba seguro que fuera un hábito.
Sabiendo lo gigantesco que era Hogwarts y lamentando no conocerla lo suficiente para saber en dónde estaba, optó por ir hacia la torre de Gryffindor en busca del mapa del merodeador para acortar sus opciones a una.
Luego de decir la contraseña a la señora Gorda corrió en dirección a las habitaciones de los chicos pero pronto descubrió que no era necesario hacer ese viaje. Sentada justo donde la había encontrado hacía unas horas estaba Hermione de vuelta con su traducción del espejo. Harry se acercó lentamente no muy seguro de cómo iniciar esa conversación ¿Una disculpa tal vez?
-Hola, Harry,- le dijo ella antes que él pudiera hablar.
-Eh… hola,- contestó él no muy seguro de lo que debía decir después.
-¿La alcanzaste?
Harry se sentó en el sillón frente a ella antes de continuar. Se sentía como en el banco de los acusados. Seguramente Hermione estaba intentando con todas sus fuerzas contenerse la reprimenda que tanto se merecía.
-S-sí.
-¿Y qué pasó?
-Creo que cada vez se hacen más escasas las probabilidades que ella y yo estemos juntos de nuevo.
-Oh…- lamentó ella aparentemente de forma sincera y dejando de mirar la traducción por unos instantes,- lo siento en verdad.
-No te disculpes, si la culpa ha sido mía. Mira que hasta tú has salido afectada en todo esto. Yo soy quien debería disculparse.
-Déjalo,- le contestó encogiéndose de hombros,- yo no tengo a quien rendirle cuentas. Y me importa poco lo que los demás tengan que decir.
A Harry casi se le cae la quijada. Esa no era la Hermione que conocía pero si se lo quería tomar así poco tenía que decir en contra.
-¿Has logrado avanzar con lo del espejo?
-No lo se…- contestó ella pensativa,- de pronto me llegó la sensación que ya lo tenía, pero tan pronto me puse en marcha es como si la respuesta que seguro está en mi cabeza hubiera desaparecido de pronto. Es frustrante.
-Me imagino…
Él la contempló continuar dedicadamente tomando el diccionario de runas una vez más mientras tachaba unas cuantas palabras y reescribía otras. Sí que conocía esa expresión de concentración y tenacidad. Sabía que sería difícil mandarla a la cama en un momento de inspiración como ese y él tampoco iría en señal de solidaridad.
-¡Un momento!- exclamó ella de pronto.
-¿Qué pasa?
-Esta runa… ¡CLARO! ¿Cómo no lo pensé antes?
Harry se puso de pie de un salto y se colocó al lado suyo mirando lo que ella le indicaba como si de verdad pudiera comprenderlo. Por supuesto que lo más sencillo era esperar a que ella se lo explicara, como siempre.
-La runa que he traducido como "secreto" tiene varios usos. Aparte de ese uso común también puede ser "guardar" "sellar" o todo lo contrario "abrir".
-¿Abrir el secreto de Rind es tu ocaso?- inquirió Harry recordando esa frase extraña que Hermione le había mencionado antes.
-Podría ser, pero ocaso se parece mucho a "acceso". Y luego de eso hay unas runas de poco uso en los textos básicamente porque son palabras que se conocen al decirlas pero casi nunca se escriben "taon suoez noat" es un proverbio que quiere decir "como es aquí será en otro lado pero a la inversa".
-¿Perdón?- inquirió Harry no terminando de comprender.
-Es difícil, pero básicamente se refiere a que las cosas no son iguales en otro lado y habla de la idea de encontrar un mundo que sea totalmente opuesto al tuyo.
-Y esto nos ayuda en el sentido de…
-¡Harry! ¡Esto se refiere al espejo! "La llave de acceso es taon suoez noat"
-¿El qué?
Hermione se puso de pie con el organizador de Lily y lo leyó varias veces yendo de un lado a otro de la habitación. Parecía estar segura de haber dado en el clavo.
-Creo que ha llegado la hora,- le dijo cerrando el organizador con una mano. Harry la miró perplejo.
-¿La hora de qué?
-De dejar de perder el tiempo. En este momento puedo ir al espejo y esperar a que mi teoría funcione, de lo cual estoy casi segura. Pero si funciona, y funcionará, la puerta se abrirá y lo mejor que podemos hacer es atravesarla.
-¿Quieres que…?
-Harry, nuestra búsqueda comienza ahora,- sentenció ella con un tono tan decidido que no le cupo duda a Harry que no estaba bromeando.
-Iré a trucar a Ron…
Harry salió de la sala común luego de localizar a Ron en el mapa del merodeador mientras que ella corría a su habitación seguramente en busca de las cosas que ella consideraba que podían ayudarles. Y mientras avanzaba por los pasillos de Hogwarts a Harry le entraba por primera vez en la cabeza lo que él y Hermione justo acababan de decidir. Ahora era real, su tarea era real. El peso de su misión por fin estaba frente a él pero ya no le asustaba. Y las cosas que antes lo detenían de pronto tenían mucho menos peso del que solían tener. Ron y Hermione estarían con él y conseguiría su objetivo. Eso era todo lo que importaba.
Siguió las indicaciones del mapa del merodeador. Ron no estaba en la fiesta ni en los terrenos del castillo o en el baño del segundo piso. Si no se equivocaba, estaba con Luna en el salón de los menesteres. Apresuró el paso en esa dirección y se paró frente a la puerta no muy seguro de lo que debía pedir. Abrió la primera puerta que encontró y era ese armario lleno de cacharros que había visto el año anterior. Lo intentó un par de veces más pero seguía sin verles a pesar de saber que estaban ahí. Sintiéndose idiota por no haberlo pensado antes, sacó el naipe de la baraja y llamó a las cartas grandes. Eso podía no ser una idea tan mala después de todo dado que iban a partir.
Esperó unos minutos más y Ron salió a prisa acomodándose la túnica de gala y Luna salió segundos después haciendo lo mismo. Harry se hizo a un lado mirando a lo lejos pretendiendo no haberse dado cuenta. Pero su amigo estaba tan rojo que no le dio la oportunidad de pensar que todo era un malentendido.
-¿Qué pasa?- quiso saber Ron con el rostro aún ardiendo.
-Llegó la hora,- sentenció Harry.
-¿La hora de…?
-Llegó la hora,- volvió a decir seriamente.
Ron comprendió al instante y asintió. Luego se giró hacia Luna y la tomó por la cintura para plantarle un largo beso que le dobló las rodillas a la chica. Harry miró hacia otra parte pensando que ya era suficiente con la primera imagen como para que todavía la quisieran recrear frente a él.
-Vamos,- le dijo Ron luego de un instante.
Harry se giró hacia Luna quien veía a Ron como el héroe que marchaba tras una gran proeza. Seguramente no estaba equivocada.
-Luna,- le dijo Harry antes de llevarse a su novio,- tienes que hablar con las personas que acudan a la reunión que he convocado. Diles que Ron, Hermione y yo estaremos fuera por unos días pero que la seguridad de Hogwarts se queda en sus manos ¿Crees que puedas?
-¡Por supuesto!- brinco ella con una amplia sonrisa mientras se colocaba la mano izquierda sobre la frente como saludando a un superior.
-Bien…- sonrió Harry sabiendo que Luna haría lo que le pedía.
Luego se dio la vuelta jalando a Ron del brazo pues no podía dejar de mirar a Luna y ella le lanzó un beso antes de agitar la mano en despedida.
-Vuelve, Ron.
Ron no contestó. Más bien se dedicó a avanzar al lado de Harry sin decir otra palabra. Luna había dicho "vuelve, Ron" y no "vuelve pronto". Ella sabía perfectamente que él tenía una tarea que cumplir pero no le importaba esperar lo necesario así como tampoco hacerse a un lado. Harry sintió envidia por unos instantes, seguramente a Ron le alegraría saber esto pues siempre había sido al contrario pero era la verdad. A Harry le habría gustado una reacción parecida por parte de Ginny y no lo que había ocurrido. Pero ese no era el momento para pensar en esas cosas. Hermione los esperaba.
Harry ni siquiera tuvo que usar el mapa para saber que Hermione estaba en la habitación del espejo. Lo que sí le sorprendió fue encontrar en la habitación a la Profesora McGonagall, Lupín, Tonks, Ojo Loco y Viktor Krum.
-Es una locura lo que intentan hacer, señor Potter,- declaró la profesora al verlos entrar.
-No saben lo que se encontrarán del otro lado,- señaló Ojo Loco,- siempre deben estar alertas. Lo mejor es que vayamos nosotros con ustedes.
-Pero…- intentó intervenir Harry.
-Sin peros, señor Potter,- interrumpió McGonagall una vez más,- suficiente disparate es dejar a la señorita Granger intentar hacer un hechizo que nadie ha hecho jamás como para todavía dejarlos ir solos a quién sabe donde.
-Nos mantendremos al margen,- agregó Lupín,- Tu, Ron y Hermione pueden hacer lo que quieran y no intervendremos, pero al menos deben llevar protección.
-Está bien…- suspiró Harry ¿Hermione?
-Pero antes de marcharnos deben ponerse esto,- dijo ella dándoles ropa limpia y una capa de viaje de apariencia muggle a cada uno.
Ella misma había dejado atrás su túnica de gala por un sencillo vestido negro por debajo de las rodillas, unos mallones grises y una capa de viaje color azul. Harry notó que se había puesto la gargantilla y los aretes que le habían dado los gemelos y llevaba una diadema pero no estaba seguro que se tratara de la diadema de invisibilidad dado que la había perdido en el bosque prohibido cuando habían ido en busca del medallón.
Harry y Ron se cambiaron de ropas a toda prisa mientras que Hermione escribía unos símbolos extraños alrededor del espejo. Luego tomó el organizador de Lily y comenzó a leer en un idioma que Harry no conocía pero que seguramente se trataba de la forma en que se leían las runas. Luego escuchó las palabras que había escuchado antes.
"taon suoez noat"
Y el espejo brilló de manera extraña. Todos los demás contemplaron maravillados mientras que Hermione repetía esa última frase una vez más.
"taon suoez noat"
Y los símbolos alrededor del espejo comenzaron a moverse como si cobraran vida. El espejo mientras tanto brillaba cada vez más. Tanto que todos menos Hermione dieron un paso atrás. Y entonces lo dijo por tercera vez.
"taon suoez noat"
Y entonces todo volvió a la calma. Nadie estaba seguro de lo que seguía a continuación así que esperaron a que Hermione diera las indicaciones.
-¿Funcionó?- quiso saber Ron.
-No lo se…- contestó Hermione.
Estiró la mano intentando tocar el espejo.
-Parece como de agua…- señaló acercando el dedo índice y éste vibró al contacto como si en efecto estuviera hecho de agua.- ya no veo mi reflejo ni el de mis deseos…
Harry y Ron se acercaron también para comprobar lo que acababan de escuchar. Era verdad. El espejo era diferente y les daba la certeza que podían atravesarlo si así lo querían.
-Pues no esperemos más,- declaró Ron decididamente avanzando hacia el espejo.
Harry y Hermione intentaron detenerlo pero fueron ellos quienes lo hicieron al notar que su amigo atravesaba el espejo como si se tratara de un portal. Hermione sonrió complacida aunque eso fue un poco precipitado. Luego de que Ron hubiera desaparecido, el espejo emitió las ondas que emite el agua al caer sobre ella una gota o algún objeto más denso y volvió a brillar de una manera casi cegadora. Harry se apresuró a proteger a Hermione haciéndola a un lado mientras que el espejo materializaba una forma extraña fuera de sí.
Lupín, Ojo Loco y Tonks reaccionaron de inmediato desenfundando sus varitas. Harry sujetó fuertemente a Hermione intentando distinguir de lo que se trataba. Una enorme bestia peluda de color blanco que no parecía contenta en lo absoluto miraba alrededor como en busca de una presa. Sus brazos eran casi tan largos como su cuerpo y terminaban en forma de garras casi como las de un perezoso pero su rostro que no tenía cuello estaba casi unido a los hombros con sus colmillos prominentes y sus redondos ojos negros parecía listo para el ataque mientras su diminuta nariz se movía de un lado al otro.
-¡Estupefy!- gritó Lupín, pero la bestia era demasiado grande como para sucumbir al hechizo de una sola persona.
Así que Tonks se unió a la pelea, lo cual hizo que la bestia se enfadara aún más emitiendo un gruñido que casi los deja sordos. Luego tiró un zarpazo en dirección de Tonks pero Moody se metió en medio del camino recibiendo el impacto de lleno.
-¡¿De dónde salió esa cosa?!- gritó Krum lanzando su hechizo en contra de la bestia al igual que Lupín ya que Tonks había terminado en el suelo al igual que Moody aunque sin heridas.
-¡No lo se!- gritó Hermione poniéndose de pie junto con Harry como no creyendo el no haber podido prever eso.
-¡Hermione!- gritó Harry notando que la bestia avanzaba en dirección de Lupín pues era él quien más lo atacaba,- ¡Entra en el espejo!
Hermione notó que el espejo seguía funcionando así que se apresuró a hacer lo que le decía Harry mientas que él la cubría con la varita en alto por si acaso al monstruo se le ocurría girarse.
Pero entonces Harry comprendió en dónde había estado el error. Luego que Hermione hubiera entrado, ocurrió exactamente lo mismo que con Ron y ahora no estaban peleando solo contra uno sino dos bestias igual de grandes y fuertes y al parecer inmunes a la magia que todos utilizaban. La profesora McGonagall reaccionó por fin ante el segundo prospecto y transfiguró la puerta en una soga que manipuló alrededor del enemigo.
-¡La magia no funciona!- les advirtió a los demás.
-¡Pero aquí no hay mucho que transfigurar, Minerva!- le gritó Lupín mirando de reojo que Tonks ya se ponía de pie e iba hacia fuera.
-¡Entra en ese espejo, chico!- le gritó Moody reincorporándose también,- ¡Nosotros nos encargaremos de lo que sea que salga!
-¡Encontré una silla!- gritó Tonks regresando con el objeto en las manos pero tropezó en su camino y la silla salió volando justo en dirección del espejo.
El espejo regresó entonces una caja. Parecía como si el espejo tuviera una lógica. Ser vivo por ser vivo y una cosa por una cosa. Harry se apresuró entonces al espejo.
-Deberán quedarse aquí, entonces,- les advirtió,- alguien debe hacerse cargo de estas cosas. Pero no se preocupen, desde el principio teníamos que ser solo Ron, Hermione y yo ¿Está claro?
-Cuida de Hermione,- le pidió Krum a Harry mientras levantaba la caja que había regresado el espejo y golpeaba a la bestia en la cabeza con ella.
La bestia gruñó y le dio un zarpazo a la caja que cayó de nueva cuenta dentro del espejo. Harry notó entonces que la silla regresaba una vez más. Ahora comprendía.
-No dejen que las bestias regresen por donde vinieron,- les advirtió,- al menos no aún. Si tardamos más de dos días lancen una. Pero solo una ¿Está claro?
-¡Vete ya!- gritó Krum una vez más,- y no te olvides de lo que te dije de Hermione. La dejo en tus manos.
Harry asintió brevemente antes de lanzarse al espejo al igual que sus amigos.
La sensación fue como atravesar una cascada pero al mismo tiempo el agua no dejaba huellas de humedad sobre él. De pronto se sintió caer con ese hueco y ese cosquilleo en el estómago como cuando descendía a prisa con la escoba. Y finalmente visualizó un portal de luz que atravesó inminentemente. Cuando se dio cuenta, ya estaba en una habitación gigantesca de piso blanco reluciente y paredes altísimas que casi parecían eternas. Miró a su alrededor y notó que Ron y Hermione ya se encontraban inspeccionando la habitación.
-¿En dónde estamos?- quiso saber él.
-No estoy segura…- contestó Hermione acercándose a él para ayudarlo a reincorporarse,- pero creo que esto es el Valhala.
POR FIN! HE TERMINADO EL CHAP! UJ, LUEGO DE MESES Y EL TRAUMA Y LA DEPRE Y EL TRABAJO Y LAS VACACIONES… (CREO KE CON ESO SE DAN UNA IDEA DE POR KE HE TARDADO EN ACTUALIZAR). SIN EMBARGO, ESTOY JUSTO EN DONDE KERÍA ESTAR. A MI ME GUSTA MÁS ESCRIBIR ACCIÓN (AUNKE NO ME LO CREAN) Y LA FANTASÍA. CLARO, NO VOY A NEGAR KE ME GUSTA EL ROMANCE (NO ME CREERÍAN SI LO HICIERA) PERO BUENO, HAY MOMENTOS EN LOS KE NO KIERES HACERLO Y COMO YA HAS TOMADO LA LÍNEA NO TE KEDA DE OTRA. LAS COSAS KE PASAN AKI TENÍAN KE PASAR, JEJEJE. ESPERO KE LES HAYA GUSTADO, A MI MADRE NO, PUES HAY DG Y RT PERO YA LA COMPENSARÉ CON CIERTO FICT… EN FIN.
POR CIERTO, ME LEÍ DEATHLY HALLOWS, LO ODIO, NO VOY A SPOILEAR Y SI ALGO SE PARECE LO CAMBIARÉ (PORKE SÍ ACERTÉ VARIAS COSAS Y NO ME KIERO PARECER A LA RUBIA NI TANTITO). CREO KE LOS FANS NOS MERECÍAMOS ALGO MÁS KE ESO. ESPECIALMENTE LAS KE SE GASTARON SUS AHORROS DE MESES EN IR A LONDRES :S. PERO BUENO, LA FILA VALIO LA PENA PORKE LA GENTE ERA RECONTRA WAY! EN FIN, YA LO HE DICHO, KE NI ME VENGA A DECIR ALGUIEN KE "Deathly Hallows es un gran libro" (leer en tono ñoño) PORKE LE METO UNA VARITA POR DONDE YA SABEN USTEDES. Y BUENO, GRACIAS POR LOS REVIEWS Y LOS CLICKS, AHORA YO ME ENCARGARÉ DE ESCRIBIR ESE FINAL KE ESPERÁBAMOS Y KE NO PASÓ (Y LO MISMO HARÁ FEAGALAXIA, POR CIERTO).
SILLA!
TLAL