CHAPTER FIVE AND FINAL
THE WAR OF LOVE.
-Suéltalo-
Se escuchó la suave voz de Shaka. Sus ojos azules estaban
fúricos, nada podía ser peor y él lo sabía,
estando rodeado de hombres llenos de ira contra el capitán del
sur, y contra él mismo -Suéltalo… y dime
caballero dorado, ¿qué autoridad tienes tú sobre
mí para decidir si debo hacerlo o no?- habló Loki,
mirándole triunfal, sonriendo cuando Shaka agachó la
mirada y se arrodilló en la nieve, para susurrar: -Ninguna,
perdone usted… mi señor…- Sabía que no tenía
alternativa, si llegaba a rebelarse en ese momento, era seguro que
Loki mataría a Siegfried, aunque, Shaka sabía que nada
le aseguraba que el capitán del sur no lo haría después
de todo. Loki sonreía triunfal, cínico,
sintiendo cómo el cuerpo de Siegfried comenzaba a regresar del
estupor del fuerte golpe que antes le había dado, pero ahora
ya no tenía miedo, antes, hubiese no corrido, pero si temblado
al estar cerca de la persona que tan hábilmente llevaba la
delantera de la guerra contra su región de Asgard. Siempre
orgulloso, siempre con esa sonrisa altiva en la boca, mirando a todos
con algo parecido a la condescendencia, a la empatía, su voz
siempre obedecida y sus decisiones siempre acertadas, con ese porte
de noble venerado y casi candidato a soberano de Asgard, Siegfried
era todo lo que Loki odiaba. Shaka pasó sus orbes
azules a la figura arrodillada frente a él, observando con
preocupación como Siegfried recobraba la conciencia. Lo
primero que vio el capitán del norte fue al rubio arrodillado
frente a él, mirándolo con ojos de disculpa, como
queriendo decir un "lo siento" por no haber podido evitar el
embrollo en el cual, desde que divisó al soldado de sur parado
tras Shaka blandiendo su espada contra él supo que estaban.
-Maldito…- Susurró Siegfried, alzando la cara hasta
dar con la burlona faz de Loki, quien parecía gozar cada
momento. -¡Ah Dubhe! ¡Que bueno que despertaste!
¿Sabías que es de muy mala educación el dormir
mientras estás de invitado de honor en una celebración?-
siseó Loki, alzando a Shaka, con algo de resistencia departe
del caballero dorado, quien miraba con esos ojos de tristeza a
Siegfried. –Estamos celebrando: ¡el triunfo del sur contra
los guerreros del norte! La caída de su líder y…. la
caída del traidor del sur que ayudaba a los del norte…- dijo
esto último jalando a Shaka hasta el suelo, con bastante
violencia, para aventarlo lejos de ellos, donde varios soldados le
amenazaron con sus armas. -No te atrevas siquiera a…
Siegfried había comenzado a hablar, pero calló
al instante en el que una patada de Loki se incrustó en su
rostro, lanzándolo al suelo cubierto de nieve. -Creo
que no has entendido Dubhe, vas a morir –miró a Shaka para
poder ver la turbación en su cara, y disfrutando bastante su
momento siguió – bueno, vivirás por el favor que va a
hacernos este caballero dorado, pero… será como si murieras
en vida, pobre Siegfried Dubhe, derrotado en una honorable batalla,
llena de sangre, donde ambos luchamos por horas, hasta que mi
destreza te venció, terminaste entonces prisionero mío,
y delataste la ubicación de tus soldados a cambio de tu vida,
a los cuales masacramos y con ello, vencimos a tu ejército,
luego de eso, tan magnánimo como soy, perdoné tu
insignificante vida, haciéndote, esclavo personal de mi
amante… al cual vas a tener que atender como rey… ¿verdad
Shaka? Siegfried miró al rubio, el cual le rehusó
la mirada y entonces comprendió todo, apretó los puños,
sin embargo, no hizo nada, no tenía arma, estaba rodeado de
soldados quienes no iban a esperar una segunda orden para hundir en
su carne la filosa hoja de sus espadas y hacer lo mismo con el rubio.
"-No tenías que hacerlo, podrías haber dejado
que me matara, podrías haber peleado y estoy seguro que eres
lo suficientemente ágil y poderoso para haber podido huir…
¿porqué? ¿Porqué lo hiciste Shaka?"
pensaba Siegfried mientras se sentía ser levantado, puesto en
un caballo sin silla como si fuera un costal lleno de heno y
transportado por los estrechos caminos que cruzaban la zona neutral
de Asgard. Shaka mientras tanto iba en un carruaje techado,
con las puertas laterales abiertas, estaba atado de las manos a una
de los extremos, precaución que Loki había tomado por
si el rubio había pensado escapar a medio camino. Muchos
habían pensado que su docilidad era una forma de cooperación,
así que nadie se preocupó más por él. Sin
embargo, Shaka no estaba cooperando dócilmente, estaba
analizando la situación, viendo de qué manera podía
escapar y llevarse a Siegfried consigo, las ataduras no eran
problema, sin embargo, no traía ninguna arma consigo, y él
sabía que si golpeaba a un soldado era probable que fuera
visto y causara una revuelta. "tenía que haberte
protegido, sin embargo no lo hice, se que no fue nuestra culpa, sin
embargo estamos siendo juzgados por algo que no deberíamos…
Por favor… Por favor Athena… Ayúdanos a escapar…"
Shaka cerró sus ojos, viendo cómo de pronto el
caballo que llevaba a Siegfried era amarrado a su lado por uno de los
soldados, suspiró, mientras veía el cuerpo del capitán
del norte, que estaba de espaldas a él. "Athena…
en realidad necesitamos un milagro…"
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-¡Solamente a ti se te ocurre creer semejante
estupidez!- Se quejaba Alberich mientras trataba de que su caballo
siguiera el paso del garañón de Syd, que surcaba el
camino que llevaba a la cabaña de su capitán como si en
eso se le fuera la vida. -Un soldado no miente en estas
situaciones Alberich, si él dijo que Siegfried estaba en
problemas yo le creo –Terminó Syd apretando el paso de su
caballo, saltando con presteza un tronco cubierto de nieve que
bloqueaba el camino, Alberich lo siguió, no con tanta suerte,
tambaleándose por la fuerza con la cual su caballo cayó
y casi cayendo al suelo. -No me importa! En dado caso que nos
hayan mentido juro que lo mato!- Siseó Alberich acomodándose
lo más orgullosamente que pudo, ignorando la risita burlona de
Syd, quien ignorándolo completamente, siguió con su
camino sin siquiera esperarlo –Siempre así… Debería
dejarte solo…- Terminó, espoleando a su caballo para seguir
a Mizar. Syd repetía la escena una y otra vez en su
cabeza mientras avanzaba lo más rápido que podía,
un soldado llegó jadeante al campamento que tenían en
el edificio que acababan de recuperar, pidió hablar con él,
que estaba sentado en el fuego cálido saboreando la victoria
que acababan de tener. Cuando Syd le pidió que se acercase, el
soldado lo hizo respetuosamente, comenzando a explicar el porqué
de su intempestiva llegada, su compañero había sido
capturado por soldados del sur, los cuales lo habían llevado
seguramente al palacio de Loki, él había logrado huir
con mucho trabajo y cuando regresó vio a los soldados rodeando
la cabaña, con Loki al mando de todos ellos. Según la
información que Syd había recibido Siegfried había
capturado al misterioso personaje de la capucha y lo había
llevado con él a su cabaña, entonces… Entonces Loki
estaba intentando rescatarlo! No había esperado nada, había
ensillado su caballo y salido lo más rápido que pudo,
seguido por Alberich al cual le explicó la situación
mientras se encaminaban a la cabaña. Syd estaba
preocupado, no tenía seguridad en nada de lo que estaba
pasando, Siegfried nunca tomaba una decisión apresurada y
menos que pusiera en riesgo su integridad y los planes que se
trazaban cuidadosamente en el norte. -Entonces… ¿que
demonios ha pasado Siegfried?- Susurró Syd mientras seguía
cabalgando apresuradamente por el camino irregular. -Syd! No
avances más!- Le gritó Alberich, alcanzándolo y
cerrándole el paso con su caballo, tomando la rienda del
garañón de su amigo para orillarlo a salirse del
camino, trepándose a una pequeña elevación,
donde se escondieron entre los abetos nevados. -¿Pero
qué…?- gruñó Syd, tomando la rienda de su
caballo una vez que estuvieron escondidos, sus ojos brillaban
furiosos, pero, para agrado de Alberich, Syd se había dejado
conducir con confianza casi ciega hacia donde él lo llevaba.
-Mira- Susurró Alberich señalando al camino
donde antes estaban, al principio, Syd pensó que se trataba de
una broma al ver el lugar vacío, pero luego, un hermoso
caballo de color negro azabache se dejó ver, montado
regiamente por Loki. Syd abrió los ojos sorprendido,
descubriendo que luego de Loki venía un convoy bastante
numeroso y alrededor de 15 soldados que iban rodeando un pequeño
carro el cual al lado, en una de las puertas laterales, las cuales
iban abiertas se divisaba la capucha roja de la persona que todos los
viernes iba a la taberna a beber solo, pero ahora, no estaba sobre la
cabeza de ese hombre, sino sobre sus piernas. -Shaka de
Virgo… sabía que no podían fallar mis sospechas- Rió
Alberich, señalando al rubio quien parecía estar
buscando algo, mirando a todas partes sigilosamente, de pronto,
Alberich sintió como a su lado Syd se tensaba, y justo
señalaba el caballo que iba al lado del carruaje, el cual
llevaba cargando a un inconsciente Capitán del norte…
-SIEGF…- Gritó de pronto Syd, llamando la atención
de Shaka, y no solamente él, sino de la compañía
entera de soldados y del mismo Loki, el cual regresó sobre sus
pasos montado en su negro corcel.
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Shaka alzó la cabeza enseguida al escuchar la voz
de Syd, sus ojos azules de pronto encontrándose con el
guerrero del norte al lado del chico de cabellos amatistas. Vio de
pronto a todos movilizarse adonde escucharon el grito, sus ojos
azules encontrándose con los hábiles ojos de Alberich,
cerró entonces sus orbes color de cielo para gritar:
-SIEGFRIED! No! ¿Que te pasa? ¡DESPIERTA! –
Todos entonces centraron su atención en él, quien
intentaba moverse lo más desesperado que podía hacia
Siegfried. -Qué significa todo esto?- preguntó
Loki enojado, mirando a Shaka con reproche –Porqué haces
todo este escándalo? – Terminó, mirándole con
frialdad, sobreentendiendo que el rubio había gritado
anteriormente. -Él… no despierta, tembló pero
no despierta –Habló Shaka débilmente ya, bajando la
mirada, ante lo cual Loki no pudo reprimir una risotada burlona, para
volver a ponerse en la cabeza de la escolta, no sin antes lanzar un:
-Y qué mejor si no lo hiciera? Todos! Avancen
nuevamente! No tenemos ni un minuto que perder!
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-Nos acaba de dar la oportunidad de nuestras vidas- Susurró
agitado Alberich, jalando la rienda de su caballo, retirándose
de la orilla donde los abetos los escondían. -No
entiendo, porqué lo hizo?- Dijo confundido Syd, siguiéndolo.
-Porque seguramente está de nuestro lado, nada le
costaba delatarnos, sin embargo, nos ha dado una oportunidad que no
debemos desaprovechar, Syd, voy a reunir las tropas que van camino al
palacio, no están lejos de aquí, reventaré el
animal si es necesario, pero tenemos aproximadamente 10 minutos para
emboscarlos, si tomo el atajo y llevo a las tropas hacia ellos en el
dique, estaremos en tiempo para que ellos no pasen al sur A
Syd nunca le había gustado el liderazgo de Alberich, siempre
tan altivo, tan seguro de sí mismo, le daba la apariencia de
arrogancia que él tanto odiaba, sin embargo, al momento en el
que acercó su caballo para tomar al chico de cabellos
amatistas por la nuca y darle un apasionado beso, furioso y posesivo,
para luego sonreírle superior y ordenarle: -Hazlo! Yo
voy a seguir el convoy para asegurarme que no les perdamos la pista,
confío en ti Alberich- Dicho esto, Syd soltó al otro y
espoleó a su caballo, para avanzar rápidamente por la
elevación tras los abetos, siguiendo a los del sur desde ahí.
-Baka…- rió Alberich partiendo por su lado. Si…
esta iba a ser una victoria para el norte…
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Cuando Siegfried abrió los ojos se encontró
con la visión de un Shaka que le observaba con preocupación,
sonrió, moviéndose minúsculamente, su cuerpo
entumecido por la incómoda posición en la que iba.
-Hey…- llamó a Shaka, el cual negó con la
cabeza, indicándole que no hablara muy fuerte, para no llamar
la atención. -Mientras dormías, vi a tus dos
amigos, los dos chicos del bar –Shaka negó con la cabeza
otra vez al ver la inquietud en el rostro de Siegfried –Ellos están
bien, nadie los vio, y creo que han de ir a buscar ayuda... -Una
emboscada? –Susurró Siegfried cansado, observando a Shaka
atado a la puerta del carro. -Tal vez eso planeen, estoy
seguro que todo saldrá bien – Sonrió el rubio, y ante
la mirada interrogante del capitán del norte que solo entendía
de tácticas y movimientos inteligentemente planeados Shaka se
atrevió a contestar con su filosofía y fe –Estoy
seguro que Athena nos ha concedido el milagro por el que tanto rogué…
Siegfried no respondió, pero quiso creer, con toda su
alma, en las palabras del sexto santo de esa diosa que no significaba
mucho para él. "Athena… Si es verdad que has
atendido a los ruegos de tu caballero… quiero darte las gracias…
y pedirte que no nos abandones hasta el final…" cuando Siegfried
dejó de pensar en estas palabras, lo único que hizo fue
sonreír, y tratar de relajarse un poco, en espera de ese
milagro en el cual Shaka creía… no… en el cual Shaka y él
creían. El camino cubierto de nieve llegaba a un punto
en el cual los abetos que lo rodeaban desaparecían, dejando
una gruesa extensión de nieve que se extendía por
alrededor de 2 kilómetros, después de los cuales la
ciudad donde Loki tenía su palacio en Asgard del Sur se dejaba
ver. Habían pasado aproximadamente unos 20 minutos desde que
Syd los seguía, y ahora ya podía divisar el dique, no
se podría mover más so pena que perdiese la protección
que los abetos le daban y fuese descubierto por todos. Loki se iba
abriendo paso ahora por el dique, a punto de salir a terrenos del
sur, y fue justo cuando Syd vio a los soldados del norte… Loki
volteó rápidamente, evitando al soldado que iba a caer
sobre él blandiendo una espada, dejando que éste cayera
al suelo sin daño, pero sacando su espada en el movimiento, se
vio rodeado de pronto, él y su compañía, y
maldijo tanto en acción como de pensamiento… -Malditos
perros del norte! Traicioneros! Van a pagarla bastante caro!- Tuvo
entonces una valiosa idea, y se encaminó al carro que
transportaba a Shaka y donde estaba el caballo que llevaba a
Siegfried –Mira Dubhe, tus perros guardianes han venido a morderte,
no es adorable? -No vas a salirte con la tuya Loki, vamos a
hacerte pagar, y esta guerra va a terminarse hoy – Siseó
Siegfried, sintiéndose ser levantado. Loki lo estaba
arrastrando con él, evitando así que alguien se
acercara a él, como un perfecto cobarde, cubriéndose el
cuerpo con el enemigo. -Loki! Regresa! Loki!- gritaba Shaka
tratando en vano de soltarse, las ataduras estaban muy bien hechas y
no podían deshacerse con facilidad –Loki! -No le
grites, como el buen cobarde que es no va a regresar –La voz de Syd
le hizo girar la cabeza, ahí estaban, los dos acompañantes
de Siegfried cada viernes en el bar, blandiendo sus armas, agitados,
se veía que habían estado luchando y no temían a
nada, que arriesgaban todo por lo que querían, como verdaderos
guerreros. -No, no regresará, el que debe regresar es
nuestro capitán- Dijo Alberich, tomando su espada y
deshaciendo las ataduras de Shaka, el cual después de que lo
miró agradecido, bajó de donde estaba sentado y comenzó
a caminar entre algunos de los cuerpos que ahora yacían en el
suelo, para tomar una espada. -Acaso tu luchas?- Preguntó
Syd bastante sorprendido, al ver el contraste del delicado cuerpo de
Shaka envuelto en la fina túnica y los cuerpos de los
guerreros que peleaban contra sus soldados del norte. -Claro
que si…- susurró Shaka, sonriente –Y voy a ir por su
capitán -Un momento.. qué…? -Cállate
Syd… algún día comprenderás que fue lo que
pasó –Sonrió Alberich, para que con un movimiento de
cabeza, le alentara a sumergirse en la batalla, su lucha por un
Asgard unificado y completamente libre… Su ideal.
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Loki caminaba con dificultad entre la batalla, con
Siegfried a rastras y dándole bastantes problemas, se sintió
de pronto tropezar con el cuerpo de uno de sus soldados el cual en la
desesperación por vivir y ser ayudado a ello, tomó el
tobillo del capitán del sur. Loki cayó al suelo en un
golpe sordo, haciendo que Siegfried rodara unos metros lejos de él,
el capitán del sur entonces, bastante molesto y contrariado
por el atrevimiento del que debía ser su aliado, blandió
su espada para darle término al pobre infeliz, quien se ahogó
en su propia sangre, tal vez maldiciendo al que debió de
prestarle ayuda. Loki una vez acabado con el "estorbo"
que le había hecho caer, se dio la vuelta para recoger del
suelo lo que debió de ser un bulto humano amarrado, sin
embargo, lo único que sus ojos observaron, fueron a Shaka
desamarrando a Siegfried, de manera muy apresurada, Loki gruñó,
levantándose rápidamente del suelo, poniendo todo la
fuerza que pudo en su espada, molesto, tratando de golpear a la
pareja, sin embargo Siegfried ya tenía una espada que Shaka
había recogido con anterioridad y logró bloquear con
fuerza el golpe. -Ahora si Garm… frente a frente, sin que
nadie nos interrumpa…- Siseó Siegfried, moviéndose un
poco, para remediar el entumecimiento de sus músculos, Shaka
mientras tanto no perdía el tiempo, tomaba otra arma y dándole
la espalda al capitán del norte, ayudaba a que nadie se
inmiscuyese en esa batalla. -Era lo que querías no
Siegfried? Quitarme Asgard… Pues no voy a dejarte…. – Loki
siseaba, mirándole con severidad, maldiciendo a todos los
dioses por haberle quitado su triunfo justo cuando éste iba a
culminarse. –Muere! Se abalanzó sobre Siegfried con
verdadera destreza, con toda su furia enfocándose en atacarlo,
todo lo demás era secundario, no importaban los gritos de
aquellos soldados que perecían, los cuerpos que poco a poco
iban cayendo, la mayoría heridos, porque Alberich había
dado órdenes de no matar a menos que fuera necesario, si…
Tal como Syd lo hubiese hecho. La nieve poco a poco iba tomando un
tono carmín, cubriéndose con la sangre de aquellos que
caían en ella, manchando esa inmaculada alfombra con sudor,
sueños y vida, esperanzas y anhelos… Mientras una
batalla llegaba a su fin, Siegfried y Loki estaban en el apogeo de su
lucha, sus espadas chocaban una contra la otra, llenando sus cuerpos
de la resonancia tanto del impacto como del metálico sonido,
rodeados como estaban de cuerpos y parejas de soldados que aún
luchaban, no tenían bastante rango de movimiento, así
que era arriesgar el todo por el todo, los espadazos causaban roces a
veces, rasgando los trajes de los capitanes, haciéndolos
sangrar, pero ninguno de ellos recibiendo heridas de gravedad, los
minutos pasaban, ambos, suficientemente diestros en el arte de la
batalla daban lo mejor de sí, demostrando porqué
estaban en el mando superior, sin embargo, si de algo no tenía
Loki, era paciencia, la batalla se había alargado demasiado
para su gusto y no le veía avance, estaba cansado, fastidiado,
molesto… Lanzó un golpe justo al pecho de Siegfried,
el cual, tambaleándose, cayó al suelo nevado, fue
entonces que Loki cometió su peor error, se dejó cegar
por la ira y lo dulce de la oportunidad y se abalanzó con
todas sus fuerzas sobre Siegfried, blandiendo su espada. A la
lejanía, Shaka suspiraba, mirando a Syd y a Alberich a su
lado, y pudo ver cómo el cuerpo de Loki caía sobre el
capitán del norte, los tres chicos abrieron sus bocas en un
grito silencioso, sorprendidos por lo que estaba pasando. Shaka
corrió hacia donde los capitanes estaban, preocupado, pensando
lo peor, sus ojos azules abriéndose horrorizados al ver la
sangre correr por la nieve, junto al cuerpo de Siegfried. Sin
embargo, el capitán del norte se levantó con
dificultad, lanzando a Loki a su lado, ensangrentado, casi atravesado
con la espada que Siegfried había empuñado contra él
al momento en que se lanzó a atacarle, Loki había sido
víctima de su propia imprudencia y desesperación y
felizmente para Siegfried… Él había salido victorioso
de la batalla. Alberich y Syd suspiraron aliviados,
observando el panorama alrededor, sus soldados habían hecho un
excelente trabajo capturando con vida a la mayoría de los
muchachos del sur, hiriendo no de gravedad a la mayoría, y
solo una mínima parte de ambos bandos había resultado
muerta. Ambos observaron como la figura delgada del rubio, el cual
había estado con ellos ayudándoles se lanzaba sobre
Siegfried, para besarlo contento, Syd respingó un poco
arqueando una ceja, mirando con bastante recelo a Alberich quien
sonreía disfrutando de la escena. -Qué?- siseó
Alberich dándose la vuelta y comenzando a ordenar a sus
hombres que avanzaran a ocupar el palacio del sur, a sabiendas que
los habitantes de la ciudadela, viendo a su ejército rendido
y… al cuerpo de Loki inerte sobre su caballo, no iba a causarles
problema alguno. -Desde cuando das las órdenes tú?-
gruñó Syd, cruzándose de brazos a su lado,
mirándole con el rabillo del ojo mientras asentía a los
soldados para que hicieran lo que el otro de cabellos amatistas les
había indicado. -Desde que apoyas todo lo que digo-
contestó Alberich divertido, mirando como Siegfried se montaba
en uno de los caballos para ir a dirigir la comitiva que ya iba
entrando a la ciudadela, Shaka sin embargo se quedó al lado de
los otros dos, sonriendo, cruzándose de brazos. -No
vas a ir con él?- preguntó Syd, cordial pero aún
sorprendido por todo -Voy con ustedes, él tiene que
hacer las cosas solo, por algo es su capitán no?- dijo
asintiendo y comenzando a caminar al lado de ambos guerreros,
siguiendo a los demás, con una sonrisa confiada en el rostro.
"Vine aquí llamado por una persona que no estaba con
ustedes, sin embargo, hoy cruzo triunfalmente a las puertas de una
ciudad que me había dado asilo con bandera de otro ejército,
miro las caras de aquellas personas que me reconocen y me preguntan
qué es lo que está pasando con sus ojos, sin embargo no
me siento traidor. Por el tiempo que pase aquí se que ellos
vivían oprimidos bajo los deseos de alguien que buscaba el
poder sin fijarse siquiera en el pueblo que desfallecía en su
hogar. Se que ahora los tiempos serán mejores, que con la
unificación del territorio ellos vivirán mejor, justo
como escuchaba los relatos felices de la gente del norte, que no
vivían aterrorizados ni oprimidos como ellos… Todo será
diferente ahora… Sea Siegfried quien se quede en el poder de Asgard
o ceda el mando a cualquiera de los nobles de cualquier región.
Estoy contento de haber venido, de haber intervenido en una guerra
que no era mía, gracias a Athena encontré por fin a la
persona que llena mi existencia de felicidad y paz, en un territorio
que no es el mío pero en el cual viviré de aquí…
Al resto de mi vida…" Owari… By
Raike
Insípido,
lo se, n.nU las escenas de la batalla me quedaron blegh! Irene lo
sabe, no soy buena relatando escenitas de peleas a menos que tengan
fuego púrpura y escarlata en ellas! --- XDD en fin, va
dedicado a Ari con todo cariño. APIO VERDE atrasado!!! n.nUUUU
mas vale tarde que nunca nah?
Y es que con el trabajo, la escuela y tooodo lo demás no había sabido bien que hacer, espero que les guste n.nU y saben que? ahora que lo termino, se me antoja un epílogo XDDDD
Gracias a todos aquellos que leyeron hasta el final Besos miles!
