Desclaimer Los personajes de Saint Seiya no me pertenecen, son propiedad de M. Kurumada. Los personajes que no aparecen en la serie y en el manga obviamente son míos. El personaje de Milekha le pertenece a Atalanta de Esparta. El personaje de Nahir pertenece a Ryu Mari.
¡Perdón por la tardanza! Pero andaba a varios miles de kilómetros de mi computadora.
Por último, este fic está dedicado a Ryu Mari. ¡Gracias por apoyarme y tu paciencia, amiga! Espero que esta historia te guste.
Ahora sí, comencemos con la historia.
LECCIÓN DE VIDA
CAPITULO 1: PETICIÓN ACEPTADA
Era una mañana como cualquiera en el Santuario de Atena. Los santos cumplían sus labores cotidianas, ya repuestos del duro trabajo que había representado la fiesta de cumpleaños de Saori y, sobre todo, de la gran impresión que había causado en todos la noticia de que ahora Máscara Mortal tenía chica.
-¡Es una de las señales del fin del mundo! ¡Estoy seguro!- había dicho Milo cuando se enteró- ¡sálvese quien pueda!-
-Vamos, no es para tanto- dijo Selene- además, no es tan imposible. Yo sé que Máscara Mortal no es muy…-
-¿Humano?- sugirió Milo, ganándose un cariñoso coscorrón de parte de su chica.
-Simpático- dijo Selene- pero bueno, sabes que el amor cambia a las personas-
-Sí, claro- dijo Milo- si no lo hubiera visto, no lo hubiera creído, amor-
En contraste con los caballeros y las amazonas, quienes conocían muy bien a Danny desde hacía tiempo, los guardias se preguntaban que clase de chica había logrado conquistar en tan poco tiempo el despiadado corazón del caballero de Cáncer.
-Tal vez es una bruja malvada- decían entre ellos- o la hija del demonio, con apariencia de un ángel-
Y siempre la evitaban, temerosos de que la chica fuera a poner sobre ellos un encantamiento, olvidando por completo que la única hechicera del Santuario era Lily. Esto no molestó ni a Danny ni a Máscara Mortal, pues al caballero siciliano le hervía la sangre cada vez que un ser vivo se cruzaba con ella.
Isis, la novia de Shura, pasaba ahora más tiempo en el Santuario ayudando a las amazonas, pues Shaina consideraba que el fútbol era buen entrenamiento para sus aprendices. Además, se acercaba el día en que su hermano Ramsés sería operado, y estando cerca de Shura se libraba un poco de sus nervios.
Otro motivo de ajetreo en el Santuario era la noticia de la inminente boda de Saga y Clara dentro de un par de semanas, y todos los caballeros se alegraron mucho se saberlo.
-Ya era hora- había comentado Shion.
-Vaya, uno menos de los viejos y nos faltan tres- había dicho Dokho, mirando a Aioros, Shura y Kanon, los cuales fingieron sufrir de sordera momentánea, cosa que provocó muchas risas entre el resto de los caballeros dorados.
Como dije, esa mañana era como cualquier otra, y todos los caballeros cumplían con sus tareas. En la casa de Virgo, Shaka llevaba a cabo su meditación con más inquietud de la habitual. ¿La razón? El resultado de su reciente viaje a India.
Shaka frunció el entrecejo. Ese pensamiento no lo dejaba en paz.
-Por Buda y todos los Dalai Lama- dijo Shaka, rindiéndose- ¿cómo rayos acepté tal tarea?-
x-x-x FLASHBACK x-x-x
Shaka estaba sentado en el centro de un enorme templo budista. El piso del templo estaba hecho de finísimo mármol blanco y rosa, columnas de oro y bellos adornos de blanquísimo marfil. El caballero de Virgo meditaba, como era su costumbre.
La gente que visitaba el templo se reunía alrededor de Shaka, pues sentían su cálido y pacífico cosmo, lleno de sabiduría.
Tras meditar por algunos minutos, Shaka apagó su cosmo y se levantó, dirigiéndose a la salida. Un hombre de cabellos negros salió a su encuentro una vez que abandonó el templo. Shaka tenía la impresión de haberlo visto antes en una de las reuniones de los socios de Saori.
-Señor Shaka- dijo el hombre- ¿de nuevo ha venido a visitar Bombay?-
-Vengo solo de paso, señor Prassad- dijo Shaka- me dirijo a Calcuta, a atender un asunto de la señorita Saori Kiddo…-
-¿Antes de volver a Grecia?- preguntó el hombre. Shaka asintió.
El caballero pareció notar que el sujeto tenía algo que decirle.
-¿Hay algo en lo que lo pueda ayudar, señor Prassad?- preguntó Shaka.
-En realidad sí- respondió el hombre- se trata de un favor muy especial que me atreveré a solicitarle, en nombre de mi esposa…-
Shaka asintió, como para demostrar que estaba escuchando.
-Tengo una hija- dijo el señor Prassad- apenas tiene 19 años, pero los grandes maestros de toda India creen que tiene un gran talento, y que ellos no son capaces de enseñarle nada más…- hizo una pausa y continuó- y ya que usted es el mayor de todos los maestros…-
-En resumen- interrumpió Shaka- usted quiere que su hija vaya conmigo al Santuario de Atena y aprenda de mí- el hombre asintió, y Shaka bajó un poco la cabeza- me temo que es imposible…-
-¿Imposible?- dijo el hombre- no habla enserio…-
-Muy en serio- dijo Shaka- el Santuario de Atena no es una escuela budista, y además, la seguridad de…-
-Verá que Nahir no será ningún problema- insistió el hombre- mi esposa lo espera… solo necesita alguien que la guíe, y…-
-Repito que es imposible, señor- dijo Shaka.
-No estoy tan seguro de eso- dijo el señor Prassad.
x-x-x FIN DEL FLASHBACK x-x-x
Shaka sacudió su cabeza y se aclaró la garganta, fastidiado. No tenía idea de cómo ese hombre, Prassad, lo había convencido de que aceptara. Tal vez porque lo amenazó con suspender sus negocios con Saori: eso la hubiera enojado mucho más que la simple presencia de una chica en el Santuario. ¿Qué más daba?
El caballero suspiró, resignado a lo peor. De todas maneras, ¿qué tan malo podía ser?
Estaba a punto de averiguarlo.
x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x
La ciudad de Bombay estaba en ebullición. Las calles estaban llenas de personas, carretas y animales que transitaban a toda prisa, de un lado a otro sin orden alguno por la avenida principal del mercado.
-¡Por piedad, mis nietos llevan dos días sin comer!- exclamaba una anciana, caminando de un lado a otro de la calle con la mano extendida.
-¡Pescado fresco!¡Pescado fresco!- gritaba un comerciante- ¡solo cinco dólares el kilo!-
-¡Ayúdenme, por piedad!- siguió gritando la anciana.
-¡Pan!¡Pan recién horneado!- gritaba otro comerciante- ¡solo diez centavos la pieza!-
-¡Piedad!¡Mis nietos morirán de hambre!- exclamó la anciana.
-¡Cállate, vieja sucia!- dijo el comerciante de peces, viendo que los gritos de la mujer incomodaban y alejaban a los clientes- estás ahuyentando a los compradores…-
-¡No tengo que darles de comer!- siguió gritando la mujer- ¡piedad para ellos!-
-¡Que te calles, vieja!- dijo el panadero- cállate o te daré de palos…-
En ese preciso momento, el tráfico se aligeró, y pasó un séquito de doncellas y guardias negros, que llevaban sombrillas y abanicos de muchísimos colores, y cuatro de ellos llevaban una litera.
-Gente rica- dijo el panadero, y se volvió hacia la anciana, quien seguía limosneando- cállate de una vez, vieja necia…-
-¡Piedad!- dijo la anciana- solo un pedazo de pan para que no mueran…-
-En tus sueños- dijo el panadero- si te doy algo hoy, no te quitarás de encima de mí…-
-Se lo suplico…- dijo la anciana, lanzándose a los pies del panadero.
-¡Largo!- dijo el panadero enfurecido, apartando a la anciana con un fuerte puntapié- ¡fuera de aquí!-
-¡Abuelita!- exclamaron dos niños, extremadamente flacos y sucios, corriendo en auxilio de la anciana.
-Fuera de aquí ustedes dos también, sucios ratones- dijo enfurecido el panadero, sacando un palo y amenazando a los niños con él- les voy a dar de palos, como se merecen unas sabandijas como…-
Pero se interrumpió al ver a una hermosa mujer joven que estaba de pie frente a él, justo a un lado de la anciana y los dos niños. La joven tenía largos cabellos negros y ojos azules que lo miraban con enojo. Portaba un rico vestido celeste y varias joyas.
-Se…señorita- dijo el panadero haciendo una inclinación- ¿qué hace una distinguida dama como usted tan cerca de esa chusma?-
La joven ignoró al panadero y se inclinó hacia la anciana, ofreciéndole su mano para ayudarla a levantarse.
-Cuánto lo siento, señora Florence- dijo la hermosa joven en tono de disculpa- fue un grave descuido de mi parte. Levántese. A partir de hoy, nada le faltará ni a usted ni a sus nietos…-
-Oh, señorita Nahir- dijo la mujer, aceptando su mano para ayudarse a levantarse.
Nahir no respondió, pues en ese momento tres enormes guardias negros las rodearon.
-¿Todo está bien, señorita?- preguntó el más alto de los tres.
-Todo está bien, mi estimado Merid- dijo Nahir- la buena señora Florence y sus nietos están cansados y hambrientos, y serán nuestros huéspedes el día de hoy…-
-Pero señorita…- dijo Merid.
-Pero nada- dijo Nahir, ayudando a la anciana a subirse a su propia litera- yo tengo ganas de caminar un poco... vamos a casa-
Así cruzaron las calles de Bombay, hasta llegar a una enorme mansión en un barrio de gente rica.
-Bienvenida a casa, señorita Nahir- dijo una criada- sus padres la esperan para comer...-
-Gracias, Rula- dijo Nahir- pide a los otros que pongan tres asientos más, pues hoy tenemos invitados...-
La criada miró a la anciana y a los dos niños con aire de preocupación, pero no se atrevió a desobedecer y los guió al comedor. Ahí ya había cuatro personas: los padres de Nahir y una criada que llevaba en brazos a un pequeño de dos años.
El padre de Nahir era un hombre de porte orgulloso, y su hija era idéntica a él. Su mujer era rubia, algo difícil de encontrar en la India, y de hermosos ojos verdes. El pequeño era exactamente igual a su madre.
-Buenas tardes, hija- dijo el padre de Nahir con seriedad, sin siquiera mirarla.
-Buenas tardes, papá, mamá- dijo Nahir, y sonrió a su hermanito- hola, Ben-
Nahir tomó su lugar y animó a los invitados a que hicieran lo mismo. Todos comieron con mucho apetito, sobre todo los niños, conversando alegremente. El único que no mencionó nada era el señor Prassad. Al final de la comida, Nahir se volvió a la criada.
-Dime, Mira, ¿hay algún puesto vacante en la cocina, o en algún sitio de la casa?- preguntó.
-En la cocina no, señorita- dijo Mira- sin embargo, desde hace meses la costurera necesita ayuda...-
-¿Sabe usted bordar, señora Florence?- dijo Nahir.
-Por supuesto, señorita- dijo la anciana.
-Entonces está hecho- dijo Nahir- Mira, por favor llévala con la costurera, para que le asigne su nuevo trabajo. Dame a Ben...-
La criada obedeció y salió acompañada de la mujer y los dos niños. El comedor quedó en silencio por algunos minutos, excepto por las risas del pequeño Ben al ver las caras que ponía su hermana mayor.
-Ya habíamos hablado de este asunto, Nahir- dijo el padre, se levantó y gritó- ¡Merid, ven acá!-
-Papá, un idiota de panadero la estaba apaleando- dijo Nahir- no podía permitir...-
-Espero que no hayas hecho nada ridículo- dijo el hombre- oh, aquí estás, Merid- el criado se inclinó ante la mirada furiosa de su patrón- ¿qué te he dicho sobre permitir que mi hija...?-
-Papá, no le digas nada, que yo lo obligué a que me dejara traerlos- dijo Nahir- Merid no es responsable de nada de lo ocurrido...-
-Le ruego me perdone por mi debilidad, señor- dijo Merid- me resulta imposible negarle algo a su hija...-
-De acuerdo, puedes retirarte- dijo el patrón- pero espero que la próxima vez te comportes a la altura de jefe de guardias que eres...-
-Sí, mi señor- dijo Merid, retirándose.
-Emir, ¿no le vas a decir..?- dijo la madre de Nahir, interviniendo por primera vez.
-¿Decirme que?- preguntó Nahir.
-Nahir, tu madre y yo tenemos noticias que darte- dijo el hombre- mañana a primera hora irás a reunirte con un gran maestro para que aprendas de él-
Nahir parpadeó.
-¿Gran maestro?- dijo ella- ¿dónde?¿en Calcuta?-
-En Grecia, en el Santuario de Atena- dijo su padre- su nombre es Shaka de Virgo...-
-¿En Grecia?- exclamó Nahir- ¡pero eso está en Europa!¡Es lejísimos!-
-Será solo por un tiempo- intervino su madre- se dice que el gran maestro Shaka es la reencarnación el mismísimo Buda. No pensarás en perder una oportunidad así...-
-Pero... pero...- comenzó ella.
-Todo está arreglado ya, hija mía- dijo el hombre- di a Mira y a Rula que te ayuden a empacar tus cosas. Tu vuelo es mañana a primera hora, como ya dije...-
Nahir sintió un gran vacío en el estómago. ¿Partir lejos? Dejó a su hermano en los brazos de su madre y salió del comedor.
-Bah, al menos así se mantendrá alejada de los pobretones y de mi dinero...- dijo el hombre.
-¡Emir!- exclamó la mujer- ¿no será esa la razón por la cual aceptaste enviarla al Santuario?-
-Claro que no, Karyme- dijo Emir Prassad- ¿acaso no fiaste tú la que me lo pidió?-
x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x
-Ya veo- dijo Shion, tras escuchar el relato de Shaka sobre su futura visitante- hiciste bien en aceptar, Shaka-
-Gracias, maestro, porque yo lo estaba dudando- dijo Shaka.
-¿Qué dudas?- preguntó Shion.
-Pues... jamás he enseñado a una mujer- dijo Shaka- ¿y si ella no me hace caso?-
-Ser el mentor de una mujer es extremadamente difícil, no lo voy a negar- dijo Shion, poniendo los ojos en blanco al recordar las lecciones que tenía que dar a Saori- pero todo parece indicar que esa chica es buena y no creo que tengas ningún problema...-
-Eso espero, maestro- dijo Shaka, inclinándose ligeramente.
-Bueno, mañana tienes permiso de salir del Santuario para ir por ella- dijo el Patriarca.
-Gracias, maestro- dijo Shaka, inclinándose de nuevo en la presencia de Shion. El caballero de Virgo se dio la media vuelta y se retiró.
Una vez solo, el Patriarca sonrió.
-Vaya, no importa lo que hagamos, los caballeros van cayendo uno por uno- dijo Shion para sí mismo- tal vez este sea el turno de Shaka...-
x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x
CONTINUARÁ...