Summary: Harry se hace neutral. El pasado regresa, dejando confuso a Tom y preocupado a Dumbledore. En 1 noche de insomnio, Voldemort le cuenta su vida a Harry
CAPITULO 1
Harry observaba el periódico que le ofrecía su amigo con indeferencia: "Mueren diez muggles en un nuevo ataque del Innombrable"
Oh vaya, que pena ¿no?
.-¿Y esto que tiene que ver conmigo?- Preguntó.
.-¿Cómo que qué tiene que ver contigo? Harry estamos en guerra, Quien-tú-sabes no para de atacar, el mundo es un caos ¿y tu dices que qué tiene que ver contigo?
.-A ver Ron, ¿que quieres que te diga? ¿Que lo siento mucho? ¿Que me importan los dos aurores que murieron la semana pasada?
El pelirrojo lo miró angustiado.
.-¿Qué te pasa?
.-Que estoy harto, eso me pasa, harto de Dumbledore y sus manipulaciones, ¿sabes? El único motivo por el que no voy hasta Voldemort ahora mismo es porque es el asesino de mis padres, pero si no, hace tiempo que me habría dejado matar...
.-Pero ¿se puede saber qué estás diciendo?
.-Déjalo Ron, que más da.
Weasley dejó a su amigo sumido en sus pensamientos y se fue a buscar consejo en Hermione.
Harry miraba el crepitar de las llamas con frustración. Nadie lo entendía. Nadie sabía lo que era el haber crecido sin padres, sin cariño. Y cuando por fin encontraba al sustituto perfecto va, y atravesaba un estúpido velo.
Remus. Él sí le había comprendido, se consolaron mutuamente en las noches de insomnio, tan comunes desde aquel verano. Pero ahora ya no estaba, el estúpido de Dumbledore había mandado a Snape a una misión dos días antes del plenilunio por lo que el profesor no pudo hacer la poción Matalobos. Consecuencia: Remus muerto por el dolor de la transformación.
A veces pensaba que todo era un complot para volverlo definitivamente loco, otras, que los Dioses le tenían manía.
¿Cómo podía la gente seguir confiando en Dumbledore? ¿No veían que practicaba la misma frase que tanto criticaba, El fin justifica los medios? ¿Qué lo único que quería era controlarlos a todos?
Por eso Ron no lo podía comprender, estaba solo. Solo. ¿Qué perdía pidiéndole una tregua a Voldemort? El no se inmiscuiría más en sus planes y el otro a cambio le perdonaba la vida. Sería simplemente perfecto.
Había perdido los ideales por los que luchar, sus razones para levantarse por las mañanas, pero aún así se aferraba la vida, ¿por qué? Porque era un cobarde. No era digno de pertenecer a Gryffindor.
Se levantó del sillón, dispuesto a llevar acabo su más reciente idea. Se dirigió a un escritorio y de uno de los cajones sacó pergamino y plumas para empezar a redactar la carta que posiblemente cambiara su vida.
A las 12 en el claro del bosque prohibido. Ven solo. Tengo una propuesta que no podrás rechazar.
Harry Potter
La selló, y sin darle más vueltas al asunto se la entregó a Hedwig.
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Las once y media sonaron en el reloj de la vacía sala común. Harry cogió su capa invisible y se escabulló por el agujero del retrato, haciendo caso omiso a los quejidos de la Señora Gorda.
El pasillo estaba sumido en la más absoluta oscuridad pero él siguió adelante, pensando en el encuentro que tendría lugar en unos instantes. Atravesó los terrenos del colegio en el más completo de los silencios, justo antes de internarse en el bosque miró una última vez al castillo que durante unos años consideró su hogar, sabiendo que muy probablemente, no lo volvería a ver.
.-Lumus- Voldemort no había llegado todavía y él comenzaba a aburrirse. Para distraerse empezó a dibujar en el suelo con la varita: una casa, un hombre, una mujer...
.-Que conmovedor- Dijo una fría voz a sus espaldas. Se dio la vuelta para encararse con su dueño.
.-Ah eres tú, por fin llegas.
El otro se mostró sorprendido ante su actitud.
.-Y dime joven Harry ¿de qué querías hablar?- Dijo sentándose a su lado.
Potter no se apartó, simplemente lo miró con sus grandes ojos verdes y sonrió.
.-¿Cuándo has recuperado tu cuerpo?
.-Hace unos meses, ¿Por?
.-Nada nada. Es verdad lo que me dijiste, nos parecemos.
Voldemort lo miró con desprecio.
.-Sí, pero al menos yo no soy ninguna marioneta de Dumbledore.
.-Te equivocas. Por eso te he llamado.
.-¿A sí? ¿Y como se que ésta no es una trampa del viejo?- Replicó sacando la varita.
.-Yo soy el bueno ¿recuerdas?- Replicó ignorando el gesto de su acompañante.
.-Si claro- Ironía- Y dime, ¿acaso piensas en cambiarte de bando? Serás bienvenido en mis filas.
.-Ni lo sueñes Voldemort. Lo que quiero proponerte es... una tregua.
.-¿Y por qué tendría que aceptar?- Voldemort fingía pensarse la proposición, pero ese trato le agradaba. Potter era lo único que siempre interfería en sus planes, si hacían una tregua, ¿Quién lo detendría?
.-Porque yo soy el único que puede matarte, y te conviene.
.-¿Y por qué no te mato ahora mismo?
El ojiverdi se encogió de hombros.
.-Si quisieras matarme ya lo habrías hecho.
Tom lo miró con admiración. El muchacho había cambiado, ahora era más maduro, más... oscuro.
.-Está bien. Supongamos que acepto tu propuesta, ¿Qué gano yo con eso?
.-Que te deje en paz. Que no vuelva a estropearte los planes y que te deje vía libre para hacer lo que quieras con esta mierda de mundo.
.-¿Y tú a cambio?
.-Lo mismo. Ni tú ni tus estúpidos esbirros intentareis matarme, torturarme ni nada que le cause algún tipo de daño a mi persona.
Voldemort lo analizó durante unos segundos más. Potter no mentía. Extendió la mano derecha.
.-Acepto.
Harry se la estrechó y el adulto se levantó, dispuesto a marcharse.
.-¿Puedo preguntar por qué?
.-Porque ya nada merece la pena- Contestó. Voldemort asintió, también él se había sentido así una vez, hacía muchos años... en su juventud.
.-Cuídate Potter, y no dejes que nadie te pase por encima.
Pero Harry no escuchaba. Se mantenía estático, con los sentidos alerta...
.-¿Ocurre algo?
.-¡Vete!
.-¿Qué?
.-¡Que te largues! ¡La Orden viene! ¡Vete o te cogerán!
Demasiado tarde, varios aurores hicieron su aparición.
.-Harry, cuidado. Vete, déjanos a nosotros- Dijeron.
El moreno no contestó. Sabía que no podrían matar a Voldemort, pero su captura significaría que tendría que asesinarlo él.
El señor Oscuro no perdió el tiempo al ver los miembros de la Luz rodeándole. Con la varita dibujo la silueta de la Marca Tenebrosa en el aire. Al instante cientos de mortifagos se aparecieron en el lugar (N/A digamos que en el bosque prohibido ya se pueden aparecer). Se escuchaban los rasgueos de las túnicas, las respiraciones entrecortadas procedentes de los dos bandos... Albus Dumbledore junto con la Orden, se enfrentaba a Lord Voldemort y sus mortifagos.
En el medio de los dos estaba Harry Potter, no sabiendo como reaccionar ante la situación. ¡Maldita sea! ¿Por qué todo le tenía que salir mal? ¿Qué se suponía que tenía que hacer? ¿Luchar al lado del asesino de sus padres o al del causante de la muerte de Remus?
.-Desmaius.
.-¡Crucio!
El rayo blanco chocó con el blanco ocasionando una gran explosión de luz. . Harry salió disparado y chocó contra algo que había en el suelo. Las gafas se le cayeron por lo que empezó a buscarlas a tientas. Un gemido procedente de su izquierda lo sobresaltó.
Una joven vestida con el uniforma de Gryffindor y con la insignia de prefecta colgada en ella yacía semi-inconsciente a su lado.
.-¡Hermione!- Gritó asustado. Le dio la vuelta al cuerpo para verla a la cara y soltó un suspiro de alivio al ver que no era ella. ¿Pero entonces quién era? ¿Y por qué llevaba la túnica del colegio?
La luz procedente de la explosión por fin se desvaneció y Harry pudo ver que tanto Voldemort como Dumbledore jadeaban aún con las varitas apuntándose. Durante un momento dejaron de mirarse y fijaron su atención en él, y por lo tanto, en la muchacha que había aparecido al lado suyo.
Voldemort miró a la chica estupefacto, sin saber qué decir o hacer, la mano en la que tenía la varita se le crispó inconscientemente y miró de nuevo a Dumbledore que estaba tan pálido como la muerte y parecía a punto de sufrir un colapso.
.-¡Serpensortia!
El señor Oscuro creo una hueste de serpientes que se lanzaron a por los aurores. En medio de la confusión, Tom se acercó a Harry y lo agarró por un brazo, ignorando sus réplicas, luego hizo un movimiento de varita y elevó a la joven en el aire. Con un gesto burlón se despidió de lo aurores y luego despareció junto con sus dos "rehenes".
Los mortifagos lo imitaron.
Al ver que se habían quedado solos, los miembros del ministerio respiraron en cierto modo aliviados. Se habían librado de pelear de momento, pero Voldemort tenía a Potter. Un auror se acercó a Dumbledore para que le aclarara sus dudas.
.-Señor, ¿usted sabe quién era la persona que apareció?
El viejo lo miró, sin verlo realmente y soltó un suspiro cansado.
.-Mi mayor error, Kinsgley, mi mayor error.