A la mañana siguiente cuando Tamamo llega a la oficina Meisuke ya se encontraba ahí pero ni siquiera el saludo se daban, Yukime desde su escritorio había visto la llegada de Tamamo y la indiferencia de Meisuke ante tal situación, así que decide levantarse de su asiento y dirigirse hacía su compañero de trabajo
Yukime. ¿Pasó algo malo?
Meisuke. ¿De qué me hablas?
Yukime. Ni siquiera se dieron el buenos días
Meisuke. ¿Y de qué te extrañas, nunca nos hemos llevado bien
Yukime. Lo sé, pero parece diferente
Meisuke. No hablemos de eso, ¿quieres tener una cita conmigo?
Yukime. Que directo
Meisuke. ¿Qué dices?
Yukime. Lo siento, aún me gusta Tamamo
Meisuke. Ese estúpido
Yukime. No, en todo caso yo tengo la culpa, yo soy la estúpida
Meisuke. Claro que no, tú no eres estúpida
Yukime. Claro que lo soy, porque sigo queriendo a alguien que me dijo cruelmente que no sentía absolutamente nada por mí
Meisuke. ¿Te trató mal?
Yukime. No es eso, es por lo que dijo, no como lo dijo, porque él es muy caballeroso
Meisuke. ¿Qué te dijo?
Yukime. Es un secreto, no lo puedo decir, y menos a ti, es asunto de él
Meisuke. ¿Por qué, porque menos a mí?
Yukime. Ya te dije que no, nos vemos
Yukime se retira y Meisuke se queda preguntándose que habrá querido decir con tales palabras, en ese momento sentía ganas de ir a la oficina de Tamamo y preguntarle directamente acerca de las palabras de Yukime pero se desiste ya que quiere que sea el propio Tamamo el primero en romper el hielo; llegadas las ocho de la noche, hora en que aún no lograban cruzar palabra alguna, Tamamo sale de su oficina con un portafolio y tal como quería Meisuke, Tamamo había sido quien rompía el hielo entre los dos
Tamamo. Vámonos
Meisuke. ¿Por qué en tu departamento precisamente?
Tamamo. Es más cómodo para mí
Meisuke. Pero para mí no, no solamente se encuentra retirado del mío, sino que no te soporto
Tamamo. Tampoco te soporto, pero debemos terminar esto para pasado mañana
Meisuke. Eso lo sé
Tamamo. Vámonos entonces
Meisuke. Está bien
Los ahora enemigos se van al departamento de Tamamo en el automóvil del mismo y durante el trayecto no habían cruzado alguna conversación, y al llegar al departamento y después de tres horas de trabajo tampoco habían entablado conversación alguna, Meisuke se encontraba muy cansado y eventualmente cerraba sus ojos, Tamamo se da cuenta de aquello y le pide que dejen lo demás para el día siguiente pero Meisuke se opone, prefiere trabajar mucho un solo día que trabajar poco en dos y volver a pisar más tiempo aquel departamento, Tamamo se ofende ante tales comentarios y se retira a su alcoba, Meisuke no resiente lo que le ha dicho a Tamamo y continúa con su trabajo; media hora después sale Tamamo de su recámara por un vaso de agua y ve a Meisuke dormir plácidamente recargado en la portátil, al verlo por un par de segundos se conmueve de aquella fotografía y se acerca, lentamente dirige su mano hacia aquel cabello negro y éste entre sus dedos parece ser muy suave, Tamamo quita su mano y por un par de segundos lo observa hasta decidirse a tomarlo entre sus brazos y llevarlo al sofá más grande de la sala, ahí lo acuesta y enseguida va por algún cobertor y lo abriga, se retira con cuidado de no hacer ruido y se dirige a su computadora donde comienza a escribir un e-mail para Nube. A la mañana siguiente que Meisuke se despierta se asombra de ver que yacía en el sofá de la sala y rápidamente a su mente llega Tamamo, - Ese idiota - piensa Meisuke mientras busca sin ánimos un reloj cercano pero no es sino hasta que se levanta y busca en la cocina donde ve un reloj de pared y se da cuenta que son las diez de la mañana, asustado recorre el departamento esperando que Tamamo aún esté ahí pero sin tener respuesta, el último lugar en revisar había sido su habitación, y al entrar ahí distingue a lo lejos su reloj que creyó había perdido en el trayecto del restaurante a su departamento la noche anterior, se acerca a él y lo mira fijamente distinguiendo unos pequeños raspones, como si le hubiesen hecho algún tipo de daño, se cuestiona que le habrá pasado pero sin tomarle mucha importancia, entonces se lo pone, se dirige al cuarto de baño, se lava el rostro y se peina, se pone los zapatos y sale del departamento a toda prisa rumbo a la oficina, al llegar lo primero que hace es ir a la oficina de Tamamo pero éste no se encuentra ya que ha ido a almorzar con Yukime, según le dice uno de los empleados de la empresa, Meisuke se sienta en su escritorio y después busca la libreta donde Tamamo anota todos los pendientes pero en ella no hay escrito nada, sin cosas que hacer Meisuke se queda quieto y a la espera de alguna llamada telefónica, la cual, parecía ser su única tarea por el momento; al hallarse solo decide conectarse a Internet ya que no lo había hecho en días, al abrir su correo se percata de un nuevo mensaje, entre otros, que le llaman la atención, se trataba de Merveilles. El correo decía algo así: "Hace días que no sé de ti, necesito contarte tantas cosas, te extraño", - ¿Me extraña?... me extraña ¡me extraña, si, ella me extraña - gritaba y festejaba Meisuke sin importarle quien lo oía o quien lo veía, segundos después escucha la voz de Tamamo a lo lejos al igual que la de Yukime y con vergüenza por haber llegado tan tarde Meisuke se va escurridizamente al baño sin que estos dos lo vean, al llegar al Departamento donde se encontraba la oficina de Tamamo, él y Yukime se detienen frente al escritorio de Meisuke para terminar su plática pendiente
Yukime. Así que, por ese ascenso que me ofrecieron tendré que irme por un tiempo
Tamamo. Es una lástima, ya que desempeñas muy bien el trabajo que hacía Izuna
Yukime. ¿Tu crees, gracias, me gustaría conocer a esa chica, Izuna, algún día
Tamamo. Si
Yukime. Esta misma tarde me iré, y quiero que sepas, que te quiero mucho
Tamamo. Muchas gracias Yukime, pero yo...
Yukime. Sht, lo sé tontito, lo sé
Tamamo. Gracias por comprender todo lo que te dije aquella vez
Yukime. No hay que agradecer
Tamamo. Bien, y... no, no puede ser...
Yukime. ¿Estas bien, que viste?
Tamamo. No es posible... él es... ella es...
Yukime. ¿Qué pasa?
Tamamo estaba completamente asombrado y su vista permanecía totalmente fija hacia la computadora de Meisuke, su cuerpo temblaba cual simple papel frente al viento, en ese momento sentía que se desmoronaba, sentía que en cualquier momento sus piernas lo traicionarían y caería al suelo irremediablemente, su pequeño mundo cibernético se le venía encima y no puede evitar que sus ojos se enrojezcan a la vez que las lágrimas intentan salir de ellos, Yukime se preocupa y voltea hacia la pantalla pero con una fuerza considerable Tamamo avienta la computadora haciéndola caer al suelo y romperla mientras chispas salen de ella, Yukime se asusta y se acerca a Tamamo muy preocupada pero el pierde el control, -Déjame, no te me acerques... ¡no quiero que nadie me toque, déjenme tranquilo – gritaba Tamamo con desesperación y furia, en aquel momento miles de sentimientos surgían de él y le costaba entenderlos todos, en el departamento todos estaban asustados por esa actitud, Meisuke también había escuchado los gritos hasta el baño y sale apresuradamente, hay muchas personas impidiéndole ver que pasa, pero cuando por fin logra ver ve asustado el comportamiento de Tamamo y con la misma expresión ve su computadora tirada en el suelo, se abre más paso entre la multitud e intenta acercarse a Tamamo, pero éste en cuanto lo ve grita con terror y lo avienta con fuerza para después irse corriendo, Meisuke estaba muy preocupado por esa actitud y pregunta a Yukime pero ella solamente le dice que es por algo que vio en la pantalla de su ahora inservible computadora, Meisuke no puede entender que habrá podido ver para ponerse así. Pasadas un par de horas Yukime va a donde está Meisuke para despedirse
Meisuke. ¿A dónde te vas?
Yukime. Me han ascendido y me pidieron que me fuera a Corea
Meisuke. ¿A Corea?
Yukime. Se abrirá otra de nuestras oficinas y me han pedido que sea yo quien administre el lugar
Meisuke. Yukime, yo te quiero
Yukime. ¿Qué?
Meisuke. Me gustas mucho, me gustaste desde el principio
Yukime. Pero
Meisuke. Lo sé, por eso solo me queda decirte adiós y desearte buena suerte
Yukime. Eres una gran persona, me habría encantado quererte, pero él llegó primero
Meisuke. Lo sé
Yukime. Amigos ¿verdad?
Meisuke. Sí, amigos
Yukime y Meisuke se dan la mano pero Meisuke no se resiste y abraza con fuerza a Yukime, ella también lo abraza y cuando se separa le da un beso en la mejilla, Meisuke se agarra la mejilla mientras la ve marcharse sensualmente como solía hacerlo; un poco preocupado por Tamamo decide llamarlo a su celular pero éste no responde, así que comienza a hacer lo que les faltaba del trabajo para entregar el día siguiente, prácticamente él lo había hecho todo y cuando lo termina lo deja en el escritorio de Tamamo para cuando fueran por él supiera donde está, eran las dos de la madrugada y Meisuke apenas iba a su departamento, Tamamo lo esperaba entre los matorrales pero no se atrevía a salir, tenía ganas de ponerse frente a él y decirle toda la verdad pero no hasta estar 100 seguro de que él era Nube, por eso había ideado un sencillo plan, mandarle un correo como Merveilles para decirle que quería verlo, así que lo cita en un lugar ese fin de semana, mientras en la oficina Tamamo trataba de no topárselo y no salía de su oficina hasta saber que él no estaba cerca, muy temprano habían ido a recoger el trabajo y Meisuke trataba de hablar con su jefe pero él sabía bien como eludirlo. Llegado el fin de semana Meisuke muy emocionado llega al lugar citado y se sienta en una banca, traía sobre su camisa una rosa blanca para que así pudiesen identificarse, estaba muy emocionado e impaciente por conocer en persona a Merveilles, estaba muy enamorado de aquella personalidad, no tenía ni idea de cómo pudiese ser en persona pero eso no le importaba, él estaba enamorado de esa personalidad y no en sí de aquella persona a quien apenas vería por primera vez, estaba seguro de que sería ella la persona a quien tanto había esperado y que por fin su sueño de encontrar el verdadero amor se había realizado; Tamamo llega al lugar citado y tras un árbol a lo lejos observa a Meisuke sentado en la banca y con una flor blanca sobre el pecho, asombrado unas lágrimas corren por sus mejillas y se tira al suelo comenzando a llorar, las personas que pasaban lo observaban pero ninguna se acercaba para ofrecerle su apoyo, entre lágrimas Tamamo se dice así mismo que debe enterar a Meisuke sobre la situación antes de que el amor creciera más. Ya eran las siete de la tarde y Meisuke recién llegaba a su casa cargando en hombros una gran pena, había esperado a Merveilles por más de tres horas y eso lo había destrozado totalmente, pronto prende su computadora con la esperanza de encontrarse un e-mail de aquella persona que cruelmente lo había dejando esperando, tenía la pequeña esperanza de que Merveilles no hallase asistido a la cita por una emergencia y no porque haya perdido los deseos de conocerlo, ya que él deseaba de todo corazón poder tenerla entre sus brazos, y por primera vez desde que sabía de su existencia trataba de imaginársela y soñar que la tenía entre sus brazos, pero al no encontrar e-mail alguno sus ilusiones se venían abajo; el domingo casi terminaba también y tampoco ese día Meisuke había recibido noticias de Merveilles, lo sucedido el sábado aún le llenaba de tristeza, y por primera vez sentía miedo de no volver a saber más de ella, porque aunque no la conocía físicamente sentía que era ella la persona que debía estar a su lado para siempre y el solo hecho de pensar que jamás la tendría entre sus brazos lo embargaba de una gran tristeza.
El lunes temprano Tamamo cita a Meisuke a su oficina, era la primera vez desde lo ocurrido el día en que Tamamo se había enterado sobre la verdad de Nube que se verían a la cara, Meisuke estaba un poco preocupado por Tamamo aunque no lo pareciese; al tocar Meisuke la puerta Tamamo le pide que pase, al entrar a la oficina ve a su jefe sentado frente al escritorio pero dándole la espalda, y es que Tamamo no podía verlo fijamente a la cara, aún le costaba trabajo creer que él fuese Nube
Meisuke. ¿Querías hablar conmigo?
Tamamo. Sí
Meisuke. Dime
Tamamo. Necesito que hoy saliendo de la empresa vayamos a mi departamento
Meisuke. ¿Qué, pero sí el trabajo ya está terminado, estamos al día
Tamamo. ¡Cállate, te he dicho que necesito que vayas, quiero hablar contigo
Meisuke. ¿Tan importante es?
Tamamo. Sí
Meisuke. ¿Cómo para no hablarlo aquí y ahora?
Tamamo. Así es
Meisuke. ¿Por qué me das la espalda?
Tamamo. Ya te puedes ir
Meisuke. ¿No vas a contestarme?
Tamamo. Vete, por favor
Meisuke. Como digas, con permiso
Meisuke sale silenciosamente de la oficina y Tamamo se voltea hacia la puerta, la observa un par de segundos y después cubre su rostro con ambas manos, se sentía triste pero a la vez estaba un poco feliz, - Hoy te lo diré Meisuke, me gustaría que tu... me correspondieras aún sabiendo que soy Tamamo - se decía así mismo Tamamo mientras unas pequeñas lágrimas corrían por sus mejillas. Por su parte Meisuke aún estaba desanimado por lo sucedido el sábado pero la situación minutos antes vivida en la oficina de Tamamo le preocupaba, había notado algo muy distinto en la voz de Tamamo y en su forma de actuar y por eso estaba curioso ya de que se hiciesen las ocho de la noche, y así, rápidamente se hacía la hora esperada, Tamamo sale de su oficina y le dice a Meisuke que ya es hora de que se vayan, Meisuke termina de arreglar su escritorio y sigue a Tamamo para que ambos se dirigiesen al departamento de Tamamo en el automóvil del mismo, durante el transcurso del camino ninguno se había hablado, Tamamo ni siquiera se había atrevido a verlo a la cara, aún cuando llegaron al departamento
Meisuke. Hoy estas muy extraño, ¿tiene que ver con el escándalo de la semana pasada?
Tamamo. Siéntate
Meisuke. ¿No quieres escucharme, te hice algo?
Tamamo. ¿No te sentarás?
Meisuke. Te ocultas
Tamamo. ¿Qué cosa?
Meisuke. Desde la mañana que no quieres voltear a verme, sé que nunca te he simpatizado, y quiero que sepas que tampoco me simpatizas pero, hoy en especial estas renuente conmigo
Tamamo. ¿Te afecta que me comporte así, te preocupa?
Meisuke. ¿Qué?
Tamamo. ¿Te lastima mi actitud?
Meisuke. Claro que no, lo dices como si..
Tamamo. ¡Te quiero!
Meisuke. ¿Qué, qué?
Tamamo. Me gustas
Meisuke. No, eso no es verdad
Meisuke retrocede dos pasos mirando con mucho asombro a Tamamo, y él, por primera vez en días lo ve fijamente a los ojos, la mirada de Tamamo pone a Meisuke muy nervioso y comienza a tartamudear, Tamamo poco a poco se acerca a Meisuke y él solamente queda paralizado ante los pasos y la mirada de Tamamo
Tamamo. Así es, te quiero, y tú a mí también
Meisuke. ¿Est...estas... estas loco?
Tamamo. Eso mismo pensé yo al principio, ¿me estaré volviendo loco, pero no, me di cuenta que de verdad me gustas, odio sentir esto, pero así es
Meisuke. Si tú... si tú me, me quieres, eso nada tiene que, que ver con lo que, con lo de que yo, de que yo sienta lo mismo
Tamamo. Al principio pensé en no decírtelo, pero cuando más lo pensaba, más me convencía de que no sería justo de que tú, vivieras engañado
Meisuke. ¿De qué hablas?
Tamamo. Me resistí a creerlo, porque además desde antes me gustabas
Meisuke. ¿Antes de qué?
Tamamo. Casi cuando te conocí sentí algo, me di cuenta de que eres tú una increíble persona, que eres un hombre capaz de pelear con todo por tus sueños, por eso cuando me enteré que tú eras esa persona también sentí emoción, traté de negármelo pero cuando por fin lo acepté por un instante pensé en seguir el juego, de esa forma me aseguraría que tu te enamorarías de mí y después te diría todo lo que siento y tú... tú me amarías también
Meisuke. No entiendo lo que tratas de decirme
Tamamo. Te ayudaré a entenderlo
Meisuke. Luces tan diferente hablando así que...
Tamamo. ¿Qué piensas de lo que te he dicho hasta ahora?
Meisuke. Yo, tendré que renunciar Tamamo, todo esto me resulta tan extraño que no puedo seguir
Tamamo. ¿Eso quiere decir que no me quieres?
Meisuke. Me gustan las chicas, me gusta Yukime ¿lo olvidas?
Tamamo. No lo olvido, además sé lo de Izuna, y lo de tú viejo amor, aquel que perdiste
Meisuke. ¿Qué, yo jamás te he hablado de eso
Tamamo. Sé que Ritsuko también te gustaba mucho y que te acostaste con ella un par de veces
Meisuke. Pero yo no te conté todo eso ¿cómo es que lo sabes?
Tamamo. Sé que soy yo a quien amas
Meisuke. ¡Que eso no es verdad!
Tamamo. No grites, sé que eres igual a mí porque tenemos un carácter muy fuerte, pero sabemos mostrarnos serenos ¿no es así?
Meisuke. Ya habla claro Tamamo
Tamamo. Tal vez esto te ayude, yo estudié en Dublín, Irlanda, la carrera de Negocios Internacionales
Meisuke. Eso ya lo sé, además no viene al caso
Tamamo. Mi deporte favorito es la natación y toco el piano desde los once años
Meisuke al escuchar tales datos se queda un poco paralizado, no había entendido aún que Tamamo era en verdad Merveilles pero tales datos le daban una idea de lo que trataba de decir Tamamo
Tamamo. Me gustan mucho los mariscos por eso cuando tuve un perro lo llamé... Ostión
Meisuke. No, eso...
Tamamo. Meisuke, mi color favorito es el verde
Meisuke. ¡Cállate!
Tamamo. El perfume que uso se llama Au Revoir
Meisuke. No, no... ¡te dije que te callaras!
Meisuke se tira al suelo tapándose fuertemente las orejas mientras que Tamamo se le acerca e intenta abrazarlo pero Meisuke lo avienta con fuerza retrocediendo después, Tamamo un poco molesto se acerca a Meisuke y le agarra ambas manos con fuerza, la suficiente como para no dejarlo resistirse y por unos segundos ambos se miran a los ojos
Meisuke. ¡Suéltame!
Tamamo. Te amo
Meisuke. No, no, déjame tranquilo... quiero irme, suéltame
Tamamo. ¿Ya lo sabes verdad, yo soy Merveilles
Meisuke. No es verdad, yo no, yo... yo no sé como supiste de ella pero... no, ¡no!
Tamamo. Cállate y escúchame, tratas de negarlo porque sabes que te has enamorado de mí, es decir, de Merveilles
Meisuke. ¡¡Que tú no eres ella!
Tamamo. Ella nunca existió, siempre fui yo, y Nube, la chica de la cual me enamoré tampoco existe, eres tú, el chico del que me enamoré, como Meisuke y como Nube, aunque tú solo me quieras como Merveilles
Meisuke. ¿Tampoco tú lo sabías?
Tamamo. No
Meisuke. ¿Cuándo te portaste como loco en la oficina es porque?...
Tamamo. Si, ese día lo supe
Meisuke. Entonces me plantaste adrede el sábado
Tamamo. Quería asegurarme
Meisuke. No me siento bien
Tamamo. ¿Qué tienes, qué te pasa?
Meisuke comienza a sudar un poco y acto después se desmaya ante los ojos impactados de Tamamo quien no tarda en correr y tomarlo entre sus manos, y al tenerlo, sentirlo, comienza a llorar, era una gran dicha para él estrecharlo así entre sus brazos. Una hora después Meisuke despierta poco a poco y se da cuenta que está en la cama de Tamamo y a él lo ve sentado en una silla durmiendo, lo observa detenidamente un par de segundos y empuña sus ojos al igual que sus manos contra las sábanas, sin poder controlarse su ira pega un grito a la vez que golpea la cama haciendo que Tamamo se despierte
Tamamo. ¿Qué te pasa, aún te sientes mal?
Meisuke. Déjame tranquilo
Tamamo. Aún no te ves bien, vuelve a la cama
Meisuke. Quiero irme
Tamamo. ¿Te llevo a tú casa?
Meisuke. ¡Déjame en paz, no te me acerques
Tamamo. Solo quiero ayudarte, no te ves bien
Meisuke. Tú no sabes nada, no sabes como me siento
Tamamo. Yo también pasé lo mismo ¿se te olvida, sé exactamente como te sientes
Meisuke. No, no lo sabes, tú mismo me dijiste que fuera de lo que pasó con Nube tú te sentías atraído por mí, así que no trates de engañarme ¿oíste?
Tamamo. No te vayas
Meisuke. ¿Qué cosa estas diciendo?
Tamamo. Te necesito
Meisuke. ¡Cállate!
Meisuke patea un par de cosas en el suelo y trata de salir de aquella habitación pero Tamamo lo sujeta del brazo con fuerza, impidiéndole salir, Meisuke se paraliza ante la acción de Tamamo y no puede aunque quiere hacer alguna clase de movimiento, Tamamo aprovechando que Meisuke no opone resistencia lo trae hacia consigo lentamente hasta poder tenerlo entre sus brazos, el pecho de Tamamo se apretaba fuertemente contra la espalda de Meisuke y así permanecen un par de segundos hasta que es el propio Tamamo el que suelta a Meisuke
Tamamo. Está bien, no tengo derecho a impedir que te vayas, pero antes que lo hagas necesito que escuches nuevamente que te amo, es la primera vez que me enamoro de un hombre... no sabes lo tonto que me siento, sobre todo sabiendo que nunca me amarás, lo sé, amas a Merveilles, o por lo menos la quieres mucho, pero no tienes idea de cuan feliz me harías con quererme aunque sea un poco, de verdad... adiós Meisuke, prometo no molestarte más
Meisuke no contesta a las palabras de Tamamo, tan solo camina hacia la puerta y sale de la habitación dirigiéndose a la entrada del departamento, cuando Meisuke pone su mano sobre la chapa de la puerta escucha como algo cae al suelo, se trataba de Tamamo, quien comienza a llorar con mucha tristeza, y por unos segundos Meisuke sentía ganas de dar la media vuelta e ir nuevamente a la habitación de Tamamo pero se desiste y sale del departamento. Al llegar Meisuke a su departamento lo primero en hacer es agarrar su computadora y comenzarla a golpear con fuerza para después aventarla al suelo y dejarse caer también él; - ¿Qué se supone que debo hacer? - se preguntaba Meisuke con una gran tristeza en su rostro y unas lágrimas que caían lentas al suelo
Al día siguiente Meisuke no se presentaba a trabajar y Tamamo era el único que sabía porque y estaba seguro que ya no se presentaría nunca más, aquel día había sido muy largo, y Tamamo no hacía más que mirar por la ventana durante horas; temprano del siguiente día Tamamo llegaba a su oficina, ya mostrándose menos triste que él día anterior, al entrar a su oficina se da cuenta que Meisuke se encontraba ahí, sentado en la silla de su aún jefe, al escucharlo entrar por la puerta Meisuke da la media vuelta en la silla dándole la cara a Tamamo
Tamamo. Meisuke
Meisuke. Hola
Tamamo. ¿Vienes a dejar tu renuncia?
Meisuke. Sí
Tamamo. Ya veo, entonces lo hubieras hecho cuidando que yo no te viera, me duele verte
Meisuke. Yo no vine a dejar mi renuncia a éste empleo
Tamamo. ¿Qué?
Meisuke. Vine aquí para hablar contigo Tamamo, y sí, renuncio, pero a mis equivocados sentimientos
Tamamo. ¿Equivocados sentimientos?
Meisuke. Fui muy tonto al creer que tú, quiero decir, que Merveilles era una chica
Tamamo. ¿De qué hablas?
Meisuke. Algo siempre me dijo que Merveilles no era cualquier chica, que no era una mujer más, había algo en ella que nunca pude ver en ninguna otra, ya que hasta hace poco aún seguía amando a Minako y cada vez que alguna chica me cautivaba era porque me recordaba algo a ella, físicamente
Tamamo. No te entiendo
Meisuke. Ritsuko y Minako tienen un gran parecido en su voz, en su caminar, y un poco en el carácter, debo confesar que fue ese parecido el que hizo que me enamorara fugazmente de Ritsuko
Tamamo. Ya veo
Meisuke. Yukime también se parecía un poco a Minako, la sedosidad de su cabello y sobre todo aquellos ojos tan hermosos que parecían un par de perlas, pero en Merveilles jamás vi algo de su personalidad, algo que me la pudiese recordar cada detalle, solamente su gusto por lo francés, pero no por eso pensaba en Minako, sin embargo, tenía la mínima esperanza de que la persona detrás de la computadora fuese ella, pero a medida que conocía más y más a Merveilles más me cautivaba y dejé de pensar en Minako, y sin darme cuenta ella había salido totalmente de mi corazón, pero también, sin darme cuenta Merveilles se fue buscando su lugar ahí dentro, en mi corazón
Tamamo. Eso...
Meisuke. Es verdad lo que dijiste de mí en tu departamento, amo a Merveilles... pero ahora que sé que eres tú tengo que sacarte de mí corazón, debo sacarte y alejarme de todo esto, no me siento bien tan solo de pensar que puedo estar con un hombre, no me interesa tener una relación contigo Tamamo, lo siento, aún así no puedo dejar éste trabajo, le debo tanto a Izuna
Tamamo. Eres muy injusto contigo y conmigo
Meisuke. ¿Qué dices?
Tamamo. Aún sabiendo que me amas y sabiendo que te amo, ¿lo dejas, así como así no se pueden hacer las cosas, nos debemos esa oportunidad Meisuke, no la desperdiciemos solamente porque te sientes asqueado tan solo de pensar en estar con un hombre
Meisuke. No se trata solo de eso, eres tú ¿comprendes, no sé trata simplemente de un hombre, sino de ti
Tamamo. ¿Y que diablos significa eso?
Meisuke. Te odio Tamamo, te aborrezco
Tamamo. Meisuke...
Meisuke. ¿Qué no comprendes que no puedo, amo a Merveilles, pero te odio a ti
Tamamo. No seas tonto Meisuke, mereces volver a ser amado, y merezco amar por primera vez a una persona Meisuke, yo jamás me había enamorado así, de ésta manera
Meisuke. No puedo
Tamamo. Meisuke, sin ti no podré seguir, no quiero vivir sin ti, ayer te dije que dejaría de molestarte pero eso era antes de saber que me amas
Meisuke. A ti no, a Merveilles
Tamamo. Es lo mismo
Meisuke. No, no lo es
Tamamo. ¡Entiende, tú no te enamoraste de alguien físico, jamás conociste así a Merveilles, tú te enamoraste de su personalidad, de su forma de conversar contigo, de su manera de apoyarte, entiende esto Meisuke... yo no inventé una personalidad para ti, cuando hablaba Merveilles hablaba yo, lo único que cambió fue el nombre y el que tú creías que se trataba de una chica y nada más, todo lo demás, todo lo demás fue cierto, nunca te dije mentira alguna
Meisuke. No Tamamo, ya basta, no puedo más
Tamamo. Es difícil y te entiendo porque a mí también me costó mucho aceptar mis sentimientos
Meisuke. Tamamo
Tamamo. ¿Puedo besarte?
Meisuke. ¿Qué dices?
Tamamo. Si quieres irte vete, no te detendré, si quieres renunciar no te lo impediré, si no quieres estar conmigo no lo estés, pero dame aunque sea la oportunidad de saber que se siente tenerte aunque sea un par de segundos
Meisuke. Lo siento, no puedo
Tamamo. Comprendo
Meisuke se para de la silla y se dirige a la puerta pero Tamamo con un gran reflejo y rapidez logra tomarlo entre sus manos y unir sus labios con los de Meisuke, él no puede creer que Tamamo lo esté besando y queda totalmente paralizado, cuando por fin Tamamo lo suelta por unos segundos Meisuke se queda aún paralizado y mirando hacia el suelo; - ¡¿Cómo te atreves! - le grita Meisuke a Tamamo a la vez que le da un fuerte golpe en la mejilla y después sale corriendo de la oficina con un par de lágrimas en los ojos, Tamamo por su parte de queda inmóvil y después sonríe ligeramente, - Le gustó - piensa Tamamo aún con la sonrisa dibujada en su rostro. Al llegar Meisuke a su departamento sale al balcón y piensa en todo lo que platicaron él y Tamamo ese día, - Maldito ¿cómo se atrevió a besarme?... pero esos labios, él es... - piensa Meisuke con una mirada muy seria y al recordar el beso de aquel día sus mejillas comienzan a tornarse rojas, dándose cuenta de aquella reacción Meisuke mueve su cabeza con rapidez hacia los lados, - Demonios - se decía así mismo mientras se jalaba ligeramente los cabellos. Un par de días después, Meisuke no había vuelto a la oficina y ese día estaba a punto de recibir una agradable sorpresa, se trataba de Izuna, quien volvía de su pequeño viaje, al verla Meisuke se emociona mucho y ambos se abrazan
Izuna. Fui a buscarte a la oficina pero me dijeron que tenías días sin presentarte
Meisuke. Es que han pasado muchas cosas
Izuna. ¿Vas a contarme?
Meisuke. Me da mucha vergüenza
Izuna. Pero ¿por qué?
Meisuke. Tiempo después que te fuiste terminé con Ritsuko, ella solamente estaba utilizándome
Izuna. Lo siento mucho, de verdad
Meisuke. Pero no me dolió mucho, cuando te fuiste rápidamente el jefe contrato a tu reemplazo, y a decir verdad esa chica me cautivó como hace mucho alguien no lo hacía pero a ella le interesaba ese imbécil de Tamamo y ellos salían pero incluso cuando terminaron ella no fue capaz de corresponderme, así que una vez más fracasé
Izuna. Eso también lo siento, créeme
Meisuke. ¿Recuerdas que te platiqué de Merveilles?
Izuna. Vagamente
Meisuke. Cuando te fuiste yo me quedé sin alguien a quien contarle mis problemas, alguien que me entendiera, me hacías mucha falta, créeme, así que comencé a platicarle eso a esa persona y me sentía muy seguro y tranquilo, tal vez porque no la veía de frente, pero esa tranquilidad y esa seguridad fueron convirtiéndose poco a poco en una necesidad
Izuna. No estarás diciendo que...
Meisuke. Así es, el tiempo pasaba y pasaba y yo más sabía de ella y viceversa, y así, hasta que fui sintiendo cada vez más cosas, y yo, me enamoré de esa persona, sin saber como era físicamente y rápidamente la imagen de Minako se borró de mi mente ¿comprendes?
Izuna. ¿Te enamoraste de verdad?
Meisuke. Ni siquiera a Minako amé igual, es raro y no sé porque pasó pero así resultaron las cosas
Izuna. Y supongo que se conocieron y ahora son novios ¿verdad, pero lo que no entiendo es porque te daba vergüenza... ya sé, ¿es porque te enamoraste de alguien por Internet, no te preocupes, suele suceder
Meisuke. Las cosas no son como las dices
Izuna. No te entiendo Meisuke, ¿acaso esa chica es muy horrenda?
Meisuke. No precisamente, es...
Izuna. ¿Muy hermosa?
Meisuke. Te cautiva
Izuna. ¿Entonces?
Meisuke. Izuna yo... la verdad es que...
Izuna. Te pusiste rojo, ya dime, ¿es grave?... ¿acaso es mucho menor que tú?
Meisuke. No, la verdad es que... Merveilles no es una chica
Izuna. ¿No, entonces es una señora... o una niña?
Meisuke. Nada de eso, Merveilles es... es un chico Izuna
Izuna. ¡¡¡¡¿Que dices!... pe... pero ¿cómo no te diste cuenta antes?
Meisuke. No sé, no sé, yo también me lo reprocho
Izuna. ¿Y ahora, tú estas enamorado de ese chico ¿no?
Meisuke. No lo sé
Izuna. ¿Cómo que no lo sabes?
Meisuke. Yo creí que era chica ¿comprendes, jamás me había interesado algún hombre, yo no soy gay Izuna
Izuna. Eso lo sé, pero tu mismo dijiste hace rato que cautivaba
Meisuke. ¡¡Por eso estoy confundido, él es muy guapo, después de verlo por mucho tiempo me di cuenta de eso y me da miedo sentirme así
Izuna. Entonces ustedes ya se conocen ¿y él si es gay?
Meisuke. Estaba tan sorprendido como yo, pero él me ha dicho que eso no le importa
Izuna. ¿Qué vas a hacer Meisuke, eso parece muy grave, que situación tan difícil
Meisuke. Aún no te he dicho quien es esa persona
Izuna. ¿Acaso ya lo conozco?
Meisuke. Sí
Izuna. Dímelo, dime quien es
Meisuke. Tamamo, Merveilles es Tamamo
Izuna. No puede ser
Meisuke. ¿Sorprendida, imagina como me sentí yo
Izuna. ¿Entonces Tamamo te ama?
Meisuke. Si, él me dijo que yo antes ya le atraía y de Nube se enamoró, y que por eso se alegró de que Nube haya sido yo
Izuna. Tú lo odias ¿verdad?
Meisuke. No lo sé
Izuna. ¿Tampoco eso sabes?
Meisuke. Entiende Izuna, a Merveilles lo amé, a Tamamo lo odié, al juntar estos dos sentimiento me siento sumamente aturdido y confundido
Izuna. Pero debes poner en orden tus sentimientos
Meisuke. ¿Sabes Izuna, antes de saber que Merveilles era Tamamo, él y yo comenzábamos a llevarnos bien, hicimos un trabajo en su departamento, me llevó a cenar y se portaba muy bien conmigo, creí que nos haríamos amigos
Izuna. ¿Y como te sentiste por esa situación, te atrajo entonces?
Meisuke. No, yo lo veía normal, como cualquier amistad, pero ahora que sé que él es Merveilles esa situación cambió un poco ¿comprendes, y la forma en que el se comportó la veo distinta
Izuna. Me gustaría poder ayudarte Meisuke, ¿y ya no has hablado con él?
Meisuke. No, hace días él... él me besó Izuna
Izuna. ¿De verdad?
Meisuke. Si, es verdad
Izuna. ¿Y como te sentiste?
Meisuke. Confundido
Izuna. ¿Pero por qué?
Meisuke. Porque no sé si me gustó o no
Izuna. ¿No sabes?
Meisuke. Esta bien, si sé... pero no sé como actuar, ¿crees que debo andar con él?
Izuna. Deberías darte una oportunidad, tal vez él sea el amor de tú vida Meisuke, tal vez por eso nunca pudiste tener éxito con las mujeres, tú destino era él, todo lo que pasó no parece una simple coincidencia ¿o sí?
Meisuke. ¿Qué quieres decir?
Izuna. Fácil Meisuke, tú destino es él
Meisuke. Izuna... pero que egoísta he sido
Izuna. ¿Qué?
Meisuke. No hace mucho que tú te me declaraste Izuna y yo solamente hablo de mí y lo que siento por otra persona, y tú como siempre, apoyándome
Izuna. Para eso están los amigos Meisuke, te quiero mucho y siempre estaré ahí, no importa bajo que circunstancias, estaré siempre a tú lado
Meisuke. ¿Aún me amas?
Izuna. Un poco
Meisuke. ¿Un poco, es eso posible?
Izuna. Para mí sí, pero volviendo a tú situación, creo que deberías ir con él y hablar
Meisuke. Tienes razón, iré a su departamento hoy en la noche
Izuna. Me parece bien
Meisuke le sonríe a Izuna pero no la engañaba, ella se daba cuenta que lo único que trataba Meisuke era no parecer triste pero ella sabía muy bien como se sentía. Llegadas las nueve de la noche, Meisuke se dirige al departamento de Tamamo para poder platicar con él, al abrirle la puerta Tamamo a Meisuke no puede evitar mostrar una gran sonrisa y amablemente lo deja pasar
Tamamo. Me da gusto verte
Meisuke. ¿De verdad?
Tamamo. Sabes que sí
Meisuke. Vine a hablar contigo, de nuestra situación
Tamamo. ¿Nuestra situación, creo que has demostrado que no puede haber nada entre nosotros
Meisuke. Solo trata de entenderme ¿cómo crees que me siento, por el amor del cielo, me enamoré de un hombre, ¿sabes que significa eso, me siento muy mal, no sé que hacer, una cosa son los sentimientos y otra diferente lo que pide tu cuerpo
Tamamo. Lo sé, yo también pasé por lo mismo ¿recuerdas?
Meisuke. No es igual, ya lo hablamos, tu te sentías atraído por mí independientemente si yo era Nube o no
Tamamo. Lo sé Meisuke, pero no peleemos por eso, si viniste fue porque quieres algo ¿no?
Meisuke. Tamamo, hoy hablé con Izuna y me dijo que lo nuestro no fue una coincidencia, tal vez aún si no nos hubiésemos conocido por Internet con otros nombre nos hubiésemos enamorado
Tamamo. ¿Solo Izuna o también lo crees así?
Meisuke. Tal vez tenga razón
Tamamo. ¿Entonces sí me amas?
Meisuke. Creo que sí
Tamamo. ¿Y qué vas hacer?
Meisuke. No sé
Tamamo. Porque tienes dos opciones, tratar de olvidarte de ese amor o darte la oportunidad de conocer el amor en mis brazos
Meisuke. ¿Tú que quieres?
Tamamo. Te he dicho ya que te amo, sabes lo que quiero
Meisuke y Tamamo estaban no muy lejos de distancia pero Meisuke se separa aún más, se para firme frente a Tamamo y baja la mirada, Tamamo lo observaba con detenimiento, los ojos de Tamamo se asombran cuando ve a Meisuke desabrochar su camisa lentamente, botón por botón y verla caer al suelo
Tamamo. ¿Qué significa eso?
Meisuke. Hazme el amor
Tamamo. ¿Qué?
Meisuke. Quiero saber como es estar entre tus brazos, sentirte, solo así podré saber que es lo que quiero entre los dos
Tamamo. ¿Estas seguro?
Meisuke. No mucho, jamás he estado con un hombre
Tamamo. Tampoco yo
Meisuke. Vamos, hazlo
Tamamo. Como digas
Tamamo se acerca lentamente a Meisuke y éste tiembla con cada paso que da Tamamo, cuando ambos están frente a frente Tamamo cierra los ojos de Meisuke delicadamente y después comienza a acariciar sus labios, Meisuke aún tiembla pero abre sus ojos, mira fijamente a Tamamo bajando sus manos hasta la cintura de Tamamo y agarra la orilla de la camisa para subirla lentamente y quitarla de su cuerpo, sensualmente Tamamo se muerde su labio inferior acercándose a Meisuke tomándolo de la barbilla y dirigiendo su rostro hacia el suyo uniendo sus labios después, ambos comienzan a temblar y a la vez dirigiéndose entre besos a la recámara de Tamamo, quien toma con delicadeza el cuerpo de Meisuke y lo acuesta en la cama, comienza a besar su cuello y a acariciar lentamente su cuerpo, él aún temblaba un poco pero ya no como al principio, Tamamo baja por el cuerpo de Meisuke usando sus labios hasta llegar al estómago donde usa con delicadeza su lengua, Meisuke comienza a jadear y acariciar las sábanas de la cama; - Parece que lo estoy haciendo bien - comenta Tamamo mientras continúa besando el estómago de Meisuke y a la vez con sus manos desabrochando su pantalón, Meisuke ayuda a Tamamo a quitarse el pantalón y después Tamamo se quita solo el suyo, Meisuke aún permanecía acostado en la cama mientras que Tamamo estaba hincado frente a él, después de verse a los ojos tiernamente Tamamo se quita la ropa interior, Meisuke fija su mirada en la entrepierna de Tamamo y se sonroja al ver su erección, él no estaba acostumbrado y por eso aparta su mirada de ahí, Tamamo se da cuenta de ello; - No te intimides - le decía mientras se acerca para acariciar su cabello; - Perdóname, yo solo...- comienza a decir Meisuke pero es interrumpido por Tamamo quien lo calla con un apasionado beso usando su lengua, la cual era la primera vez que usaba al besar a Meisuke, el beso comienza a ser lento y a la vez Tamamo baja sus manos por el costado de Meisuke para llegar a sus caderas y después de acariciarlas un tiempo baja lentamente la ropa interior de Meisuke; Tamamo besa el estómago de Meisuke y baja un poco hasta su miembro, el cual intenta besar pero Meisuke reacciona y se aparta un poco haciéndose un poco para arriba de la cama
Tamamo. ¿Qué pasa?
Meisuke. Creo que no puedo
Tamamo. ¿Qué?
Meisuke. No sé, cuando vi tu lengua dirigirse a... no puedo
Tamamo. Déjame intentarlo ¿acaso no te están excitando mis caricias?
Meisuke. Sabes que sí, mírame
Tamamo. ¿Entonces?
Meisuke. Creo que debo irme, perdóname
Tamamo. No te vayas
Meisuke se paraliza ante las palabras de Tamamo quien vuelve a tomar a Meisuke y lo besa con pasión contestando también él ese beso, nuevamente Tamamo baja por el cuerpo de Meisuke con besos hasta su miembro, ésta vez tomándolo con ambas manos y lamiendo delicadamente la punta, Meisuke lanza un leve gemido y se agarra con suavidad de las sábanas cerrando los ojos cuando siente la lengua de Tamamo recorrer todo su miembro repetidas veces metiéndolo después a su boca, Meisuke aprieta más las sábanas y coloca sus manos en el cabello de Tamamo, el cual era largo y sedoso, sus dedos lo acariciaban mientras él continuaba y a medida que lo metía y sacaba más rápido de su boca Meisuke comienza a morderse ligeramente su dedo índice derecho y cerrando con fuerza sus ojos al sentir que su líquido sale de él llenando la boca de Tamamo, al terminar siente un gran alivio y abre sus ojos, con la respiración un poco agitada Meisuke se acerca para besar a Tamamo y ambos se funden en un apasionado beso, Tamamo vuelve a acostar el cuerpo de Meisuke sobre la cama y comienza a besar su cuello; - ¿Se siente bien? - pregunta Tamamo a Meisuke mientras besa su cuello y acaricia sus piernas; - Muy bien - contesta Meisuke entre sollozos, Tamamo se alegra y continúa besando y acariciando a Meisuke tomando después ambas piernas del chico y separándolas después, Tamamo vuelve a acariciar el miembro de Meisuke y bajando su otra mano hasta los glúteos y acariciando también ahí, Meisuke nuevamente agarra el cabello de Tamamo ante el placer que le producían sus caricias, Tamamo deja de acariciar los glúteos de Meisuke y comienza a meter dos dedos en él, Meisuke gime con un poco más de fuerza mientras suelta el cabello de Tamamo y se agarra de las sábanas, después de jugar un poco sus dedos en Meisuke, Tamamo se acomoda y comienza a penetrar a Meisuke con delicadeza, al sentir el miembro de Tamamo entrar en él Meisuke se queja un poco; - Du... duele - dice Meisuke mientras cierra sus ojos, - Aún no entro todo - contesta Tamamo a Meisuke con un tono un poco burlesco, cuando por fin Tamamo está completamente dentro de Meisuke éste siente un placer que jamás en su vida pensó experimentar, era tal que los gemidos y palabras de placer salían una tras otra sin poder parar, esto motivaba a Tamamo quien tomaba un poco más de fuerza, la respiración y gemidos de Meisuke llegan a su máximo cuando por fin Tamamo se viene dentro de él, y mientras Tamamo sale de Meisuke éste entre sollozos dice que lo ama, - También te amo - contesta Tamamo mientras se deja caer completamente sobre el cuerpo de Meisuke, y así, ambos amantes quedan dormidos. Al día siguiente temprano cuando Meisuke se levanta no ve a Tamamo a su lado y va hacia la cocina donde lo ve preparar el desayuno
Tamamo. ¿Cómo amaneciste?
Meisuke. Bien, adolorido pero bien
Tamamo. ¿Adolorido?
Meisuke. Si, es que era mi primera vez, ya lo sabes
Tamamo. ¿Y cómo te sentiste?
Meisuke. ¿Acaso no me oíste?
Tamamo. No me refiero a eso, ¿qué sientes, qué piensas?
Meisuke. Quiero estar a tú lado Tamamo, ¿aun estoy a tiempo?
Tamamo. Claro que lo estás mi amor, te adoro
Meisuke. Gracias, significa mucho para mí
Tamamo. ¿Volverás a la empresa?
Meisuke. Ahí estaré el lunes temprano
Tamamo. Y por si le interesa, dile a Izuna que tiene de nuevo su puesto, si no lo quiere entonces pondré una vacante
Meisuke. ¿De verdad?
Tamamo. Claro, ella es un elemento importante en la empresa, además, le es de mucha ayuda a un empleado bueno para nada como tú
Meisuke. No cambias ¿verdad?
Tamamo. Antes eras un empleado bueno para nada, ahora eres "mi" empleado bueno para nada
Meisuke. Tamamo
Meisuke se acerca a Tamamo y lo abraza derramando un par de lágrimas después, Tamamo también lo abraza con fuerza y con su dedo índice derecho le seca las lágrimas mientras le expresa el amor que siente por él. Un tiempo después Meisuke se muda al departamento de Tamamo donde vivirían el resto de sus vidas juntos, y aunque Meisuke había tenido muchas discordancias con tu familia por su ahora relación homosexual el amor de ambos los ayudaba para seguir adelante a pesar de todo y de todos.
Espero que les haya gustado éste fic, tal vez sea el más simple que haya escrito pero en lo personal para mí tiene algo especial. El nombre del fic está basado en una película estadounidense protagonizada por Meg Ryan y Tom Hanks aunque la historia no tenga mucho que ver salvo lo referente a las relaciones amorosas en la Internet.
Espero sus comentarios...
MUCHAS GRACIAS A:
Lucy Oraki, Phoenix y Nekojin Hiwatari y a Kelpy por sus comentarios, de verdad que les estoy muy agradecida, se que no hay muchos fics yaoi de Nube y les agradezco la aceptación que ha tenido este, espero recibir sus comentarios finales y nuevamente les agradezco el tiempo que invierten en leer, hasta la próxima y cuídense mucho