GRANdes POblemas

Capítulo 03:
Poción sin Antídoto


Los ojitos castaños brillaban con intensidad, algunas incontenibles y gruesas lágrimas resbalaban por sus mejillas redondas, y más que nada, la pequeña temblaba terriblemente, como si temiese un cruel y duro castigo, se abrazaba más a sí misma, comenzando a consolarse o quizá resignarse.

Actitud muy diferente de la del pequeño que había adoptado una actitud de irritabilidad y ya no se empeñaba en alcanzar la ventana cerrada de la habitación, sino que se acomodaba la camisa (que le quedaba un par de tallas grande) y le desafiaba con esos orbes verdes que parecían casi brillar detrás de los lentes redondos un tanto grandes para su rostro infantil.

Ron se acercó dudosamente a sus dos mejores amigos, debatiéndose entre la culpa y la intriga. Nunca antes había platicado con ellos sobre la niñez y sus mini-aventuras, de cuando en cuando pequeñas anécdotas, pero jamás se habían planteado la forma de vida y cómo eso influenciaría en el desarrollo de sus personalidades. ¿Quién hace eso a menudo? Menos aún cuando están los enigmas por resolver y el tratar de acabar el año con vida, o como según las prioridades de Hermione, terminar con excelentes notas y después con vida.

- No te «zigaz azercando máz» - A Ron, en otra situación, le hubiese parecido graciosa la forma de hablar de su mejor amigo, aún sin poder pronunciar bien las palabras con S, pero ahora sus palabras le resultaron un completo enigma. ¿Acaso Harry estaba enfadado de que le hubiese quitado algunos años de encima? ¿O será que no le conoce? ¿O le amenaza como represalia de haberlo hechizado?

- Hey, amigo, tranquilo - el pelirrojo se rascó nerviosamente la nuca - Soy… soy… sólo yo... tu…mej…

- ¡¡¡Tío Ron! - exclamó entusiasmada y dulcemente una voz a sus espaldas.

- Yo no quiero «máz tíoz» - dijo Harry, como si los tíos fuesen una amenaza de la cual uno podía prevenirse.

- Yo no soy su tío - gruñó en voz baja Ron volviéndose hacia la jovencita que había llegado.

Los largos cabellos estaban totalmente recogidos en su varita mágica, aunque algunos mechones dorados parecían resistirse a la prisión, sus ojos, del color de la plata, brillaban y se veían aún medio adormilados, la sonrisa en su rostro declaraba haber pasado la mejor noche de su vida durmiendo placenteramente, y que gracias a ello se levantaba con las energías renovadas, dispuesta a un nuevo día, afrontándolo con ganas.

- Pero si es encantador, el Tío Ron - declaró con entusiasmo Luna, pasándose una mano por el collar de corchos de cerveza de mantequilla que portaba.

- No te burles de mí - Ron parecía advertir, porque lo menos que necesitaba ahora era las burlas, suficiente será con los reproches que reciba después de explicar el hecho de que la prefecta de Gryffindor y el capitán del equipo de Quidditch se encuentran ahora inadecuados para siquiera poner un pie a dos metros a la redonda de Hogwarts.

- No me estoy burlando de nada ni de nadie - declaró Luna de forma cortante, la actitud que ella toma cuando nadie cree que alguna vez en la vida ella pueda tratar un tema de forma seria - Pero no es bueno que trates de hacerle entrar en razón a dos niños. A esa edad no te conocieron, así que no te recuerdan -

- ¿Y cómo sabes qué poción les di a tomar? - indagó Ron un tanto perturbado y asustadizo.

Luna parpadeó un par de veces y luego sonrió en gesto de complicidad. Interiormente el pelirrojo agradecía que la rubia siempre pasara por alto tu tosquedad natural de los muchachos que temen relacionarse con lo que les produce una profunda intriga.

- Nunca dije que tú les habías dado a tomar algo - declaró Luna, la punta de su nariz frunciéndose al tratar de contener la risa - A veces eres un poco ingenuo -

Ron arrugó las cejas un tanto confundido. Si Hermione estuviese en su estado normal, haría una tregua temporal a sus incontables pleitos por simplezas y le pediría que le explicara la situación, porque no halla el punto exacto en el cual él se perdió de todo. Pero no tuvo tiempo de seguir pensando en más, Luna se acercó a él y comenzó a hablarle en voz baja, como si le confesara un profundo secreto:

- La forma de hablar de los dos, Hermione menor a Harry, calculo unos 4 y 5 años, que es el punto exacto de los efectos de la poción saltaedades - dijo Luna, quitándose la varita del cabello, para recoger su melena dorada y volver a aprisionarla en la varita, esta vez sin dejar mechón alguno suelto.

- ¿Poción saltaedades? - A Ron la situación le pareció un tanto extraña. En el pergamino que él consultó no existía nombre. ¿No será uno de los inventos de Luna? Aunque el preguntárselo y volverla a ver ofendida por su culpa no era algo que él buscara, así que atinó a preguntar lo más lógico - ¿Y cuál es el antídoto? -

Luna se estiró un poco, quitándose la pereza de la mañana antes de comenzar a explicarle la situación.

- Esa poción es considerada un peligro, porque no se consigue su anulación por medio de alguna otra poción, lo único que hay que hacer es incentivar al afectado para que crezca, hasta que vuelva a su edad normal, entonces la poción deja de funcionar - Ron entonces comprendió a la plenitud el por qué Luna estaba en Ravenclaw, la casa que acoge a las mentes brillantes. Luna siguió explicándole sin una pizca de risa en su rostro ensoñador - Y también pueden retroceder de esa edad, hasta ser unos bebés de simples meses (desde entonces tendrás que esperar de forma natural a que tenga una edad adecuada para tratar de que vuelva a la edad normal) y lo peor aún, es que si siguen retrocediendo se volverán unas simples células y desaparecerán, como si jamás hubiesen existido -

Para las consecuencias de su experimento, Ron consideró que Luna se lo había dicho de la misma forma en que Percy comentaba los últimos informes en el Ministerio de Magia: secamente y sin anestesia, claro está que el caso de Percy lo mataba de aburrimiento, Luna lo mataba de pánico.

El pelirrojo se volvió hacia sus dos amigos, la pequeña Hermione sollozaba quedito y se secaba como podía las lágrimas que le recorrían las mejillas. Harry tenía apretado los puños, estaba enfadado e irritado, y como si fuese un guerrero a punto de enfrentarse a un batallón de enemigos.

Ron dio dos pasos hacia delante, intentando sonreír amigablemente para que sus dos mejores mini-amigos le tuvieran plena confianza.

Pero fue el peor error que el pelirrojo pecoso Weasley pudo cometer.

Un fulgor se desprendió, salido de la nada, y de inmediato un aro de fuego rodeaba a Ron, sin darle siquiera tiempo a rechistar.

- ¡¡¡NO ME «VAZ» A LLEVAR! - gritó con todas las fuerzas Harry, haciendo que el piso tambaleara amenazadoramente.

Repentinamente una de las tuberías explotó y un gran chorro de agua salió de la misma.

- «Ezta» vez no fui yo - gimoteaba la pequeña Hermione, con gruesas lágrimas en la mejilla y brincando abruptamente hacia el lavadero de mármol en donde estaba Harry para esconderse de inmediato detrás de él - No fui yo, en «zedio» -

Pero los infantes eran unos chiquillos fácilmente cambiantes en sus emociones, así que ninguno de los dos pudo evitar la amplia sonrisa en el rostro y la consecuente risita infantil al ver el chorro grande de agua caer encima del extraño.

- Muchas gracias - dijo Ron aunque no se le oía tan seguro de que estuviese agradecido. Luna hizo un movimiento de varita y el chorro de agua dejó de salir del grifo, dejando sólo el rastro de aro negro alrededor del pelirrojo, también una pequeña neblina producto del fuego apagado, ¡Ah! Y también dejó al pelirrojo empapado hasta la médula.

- Pudiste haberte quemado - se justificó Luna, volviendo a poner su varita mágica en el cabello, para seguirla usando como el captor de su melena.

- Te «empapazte» - dijo Hermione, cogiéndose el estómago debido a la carcajada que se dio unos instantes anteriores.

- ¿En serio? - indagó Ron con una mueca de profundo fastidio (que trataba de ocultar que estaba ofendido), la misma que le hubiese dado si su amiga tuviese su estado normal y las circunstancias fueran las mismas.

- «Zí» - recalcó Hermione, quien pareció no darse cuenta de la ironía del pelirrojo. Harry miraba al empapado joven y sonreía sin poder evitarlo.

- Hermione, no es bueno reírse del tío Ron -

De pronto la risa cesó en la pequeña, quien frunció el entrecejo y se cruzó de brazos.

- Él no «ez» mi tío - dijo Hermione con seguridad. Luna no se inmutó

- Entonces ¿Quién es? - indagó la rubia, acercándose con naturalidad hacia la pequeña. Hermione se levantó un poco para ver al pelirrojo, por encima de Luna, tomando una pierna de Harry en el proceso, quien se apartó un poco de ella para dejarla ver.

La niña examinaba al muchacho como si fuese un bicho raro atrapado en un frasco de cristal.

- «Ez» un «eztanio» - Ron parpadeó un par de veces, sin comprender bien la complicada forma de hablar de su amiguita - «Ez» un «eztanio ñiño gande» -

- Muy bien, pero de ahora en adelante será tu tío Ron - insistió Luna, como si quisiera hacer un trato con la pequeña, quien negó de inmediato con la cabeza haciendo un puchero.

- Mi papito y mi mamita me «dizen» que no me vaya… que no me vaya con «doz eztanioz» -

- «Miz tíoz» me dijeron… - la vocecita de Harry habló con notable recelo, logrando capturar la atención de la rubia - …que «zi» venía un «eztraño» a «buzcarme» que me fuera con él -

Luna parpadeó extrañada y por impulso miró a Ron quien no sabía cómo reaccionar ante tales palabras. Ron sabía que los tíos de Harry no eran tan amigables, pero de ahí ¿A decirles eso?

- ¡¡¡No «ez ziedto!», «Ezo» no «dizen doz gandez» - Hermione le miraba con el ceño fruncido, notablemente molesta porque el pequeño Harry (aparentemente) decía una fea mentira - La «adaña» va a «venid poque dizez mentidaz» -

Harry se encogió de hombros, sin dejarse intimidar.

- Hay «arañaz» en mi «habitazión» -

- «Entonzez edez mentidozo» -

Ron se acercó dudosamente mientras Hermione comenzaba a repetir (en su idioma) cuán mentiroso era el niño.

- Hermione, esas cosas no se hacen - le regañó Ron firmemente mientras se acercaba a ellos y arrimaba sus manos en el borde del lavadero - Así no se comportan las niñas educadas e inteligentes -

Y sonrió interiormente, sabiendo que le había dado en el punto con su mejor amiga.

- Bien hecho, Ron - murmuró por lo bajo Luna sonriendo orgullosamente.

El pelirrojo asintió, un tanto ruborizado, pero en unos instantes retrocedió mentalmente las palabras de su mejor amiga, recordando la dificultad en ella al pronunciar las letras S, L y R, de inmediato una extraña idea llegó a su mente.

- Hermione… ¿De dónde sacaste que venían las arañas? -

- Mi papito me dijo… - Hermione hizo un puchero, ocultándose un tanto tímida detrás del cuerpo del pequeño Harry - …que no «dezponda» a «daz peguntaz» de «eztanioz»

Ron estaba comenzando a impacientarse. No importaba la edad que tuviera, simple y sencillamente Hermione lo sacaba de casillas, aunque no debería quejarse, por Merlín que era mutuo.

- Estoy comenzando a sospechar que eras una niña consentida y mimada - Ron observó más para sí mismo, recordando entonces a la irritable chiquilla de 11 años que andaba detrás de ellos recalcándole las reglas y esparciendo sus dones intelectuales de esa horrible forma odiosa.

Claro está que Hermione, la que Ron conoce y aprecia, aún es una jovencita irritante con eso de seguir las reglas y aún tiene esa manía de sonreír con autosuficiencia cuando responde y resuelve los enigmas.

- Hermione - dijo Luna, quitándose la varita que usaba como sujetador de cabello - Te lo diré una sola vez. Estás en la escuela y aquí es bueno que hagas caso a los mayores -

La pequeña abrió los ojos castaños y su rostro expresaba asombro total.

- ¿Ya? Mi papito y mi mamita me «dijedon» que aún no iba a «id» a «da ezcuedita»

- Es que eres una niña muy inteligente -

La niña asintió felizmente, pareciendo estar acostumbrada a esas palabras. Un perfecto contraste con la expresión de total desconfianza que mostraba el chico Potter quien estaba de brazos cruzados, mirando desafiante a los dos jóvenes.

­- Y tú, Harry - siguió diciendo Luna - También tienes que alistarte para la escuelita -

- «Ezto» no «ez» la «ezcuela» - dijo aún con la desconfianza reflejada en sus ojos verdes. Ron conocía esa expresión, era la misma que su mejor amigo tenía cada vez que estaba frente a alguien que no le inspiraba la mínima confianza. Como Snape, por ejemplo.

Harry lanzó un quejido y entonces se dio cuenta que Hermione había apretado más su pierna y comenzado a sollozar temblorosa.

- ¿No «ez»? -

Ron se rascó la nuca, en señal de tensión máxima.

- Sí, sí es - dijo el pelirrojo, buscando brevemente en la mirada gris de Luna una respuesta que lo auxilie, pero la rubia estaba seguramente perdida en las lunas de Plutón, porque parecía no inmutarse ante un posible escape de los dos pequeños. Inspirado desganado, Ron comenzó a expresar en voz alta todo lo que le venía a la cabeza - Esta es una escuela especial porque ustedes dos... pues... ¿Cómo les explico?-

- Ustedes dos son niños especiales - finalizó Luna, seguramente aterrizó de su viaje interestelar.

- Yo no «zoy» -

- Piensa bien, Harry Potter, antes de seguir hablando. ¿Seguro que no eres especial? ¿Seguro que no pasa nada en especial a tu alrededor? -

El niño bajó la cabeza, un tanto avergonzado. Por más que quisiera mentir, el aro negro en el piso de los baños iba a contradecirlo.

- «Entonzez zí zoy ezpezial» - se adelantó Hermione, conteniendo una sonrisita al morderse el labio inferior.

Harry la miró extrañado. Dejó en claro tácitamente que para él 'especial´ era algo negativo, pero la niña lo tomaba como si alguien repentinamente le fuera a decir que tiene poderes mágicos y abrirle la puerta grande a un mundo fantástico donde lo imposible es una simple palabra más del vocabulario, aún sin utilización real.

- Los dos lo son - declaró Luna sonriéndoles amigablemente. Hermione miró a Harry y se le soltó la pierna, aparentemente no estando de acuerdo con la idea de compartir su categoría de especial con alguien más.

Ron negó con la cabeza casi incrédulo que las cosas estén para pedir de boca. Ahora sólo tenía que ingeniárselas para convencer a los dos pequeños que tener (Ron se puso a hacer cálculos con la mente, el cumpleaños de Harry es el próximo año, en julio; el de Hermione pasó ahora en septiembre, ella es un año mayor y poco más a Harry, ¡¡Listo!) tiene que convencer a Hermione que tener 17 años es lo mejor, y a Harry lavarle bien el cerebro para que se decida a tener 16 años.

- ¡¡Lovegood! ¡¡Weasley! - una voz detrás de ellos sacó a Ron de sus meditaciones.

- «¡¡¡¡Ed vampido!» - chilló la voz de Hermione, buscando nuevamente refugio detrás del pequeño.

Y Ron, sintió que la sangre se le bajaba a los pies, tal como si hubiese visto a un vampiro verdadero, o Snape, como era el caso, y que para la situación no hay mucha diferencia.

Continuará...


(Por las notas finales dense cuenta de cómo he ido desarrollando la historia este tiempo XD)

Notas finales: Ya VI la película… ¡¡Qué belleza de abrazos, besos, tomadas de manos! ("¿Harry, me escribirás mucho ¿verdad?" "Sí, cada semana") Y sobre lo demás, pues lo de siempre, Harry le pertenece a Hermione y ella le pertenece a él. Críticas constructivas y demás en el review. Escupe venenos y envidia, pues me ruedan y me incentivan a escribir ficts especiales.

A los que creen en Hr-H como ideal de amor, pues bienvenido al MD (Mundo Delusional)

—Sí, pero... —Parecía que Hermione se esforzaba por hallar nuevas objeciones—. Mira, a pesar de lo que digas, Harry no debería venir a Hogsmeade porque no tiene auto­rización. ¡Si alguien lo descubre se verá en un grave aprieto! Y todavía no ha anochecido: ¿qué ocurriría si Sirius Black apareciera hoy? ¿Si apareciera ahora?

—Pues que las pasaría moradas para localizar aquí a Harry —dijo Ron, señalando con la cabeza la nieve densa que formaba remolinos al otro lado de las ventanas con parteluz. Vamos, Hermione, es Navidad. Harry se merece un descanso.

Hermione se mordió el labio. Parecía muy preocupada.

—¿Me vas a delatar? —le preguntó Harry con una son­risa.

Claro que no, pero, la verdad...

Harry Potter y El Prisionero de Azkaban. Capítulo 10: El mapa del merodeador

Hermione preocupada por él, Harry pidiéndole con una sonrisa que no lo delate. ¿Y qué hace ella? CEDE a la petición de Harry.

¡¡Qué lindo yunque!

Malfoy, Crabbe y Goyle habían estado escuchando en la puerta.

—¿Habíais visto alguna vez algo tan patético? —dijo Malfoy—. ¡Y pensar que es profesor nuestro!

Harry y Ron fueron hacia ellos, pero Hermione llegó antes:

¡PLAF!

Dio a Malfoy una bofetada con todas sus fuerzas. Malfoy se tambaleó. Harry; Ron, Crabbe y Goyle se quedaron atóni­tos en el momento en que Hermione volvió a levantar la mano.

—¡No te atrevas a llamar «patético» a Hagrid, so puer­co... so malvado...!

—¡Hermione! —dijo Ron con voz débil, intentando suje­tarle la mano.

—Suéltame, Ron.

Hermione sacó la varita. Malfoy se echó hacia atrás. Crabbe y Goyle lo miraron atónitos, sin saber qué hacer.

—Vámonos —musitó Malfoy. Y en un instante, los tres desaparecieron por el pasadizo que conducía a las mazmo­rras.

—¡Hermione! —dijo Ron de nuevo, atónito por la sor­presa.

—¡Harry, espero que le ganes en la final de quidditch! —dijo Hermione chillando—. ¡Espero que ganes, porque si gana Slytherin no podré soportarlo!

Harry Potter y El Prisionero de Azkaban. Capítulo 15: La final de Quidditch

Esperen, que esto aún no acaba, otro fragmento del mismo capítulo:

Harry orientó hacia abajo el rumbo de su saeta, pero Malfoy le llevaba muchísima ventaja.

—¡Vamos, ¡vamos, ¡vamos! —dijo para espolear a la escoba. Ya reducía la distancia...

Harry se pegó al palo de la escoba cuando Bole le lanzó una bludger... estaba ya ante los tobillos de Malfoy... a su misma altura...

Harry se echó hacia delante, soltando las dos manos de la escoba. Desvió de un golpe el brazo de Malfoy y..

—¡SÍ!

Recuperó la horizontal, con la mano en el aire, y el esta­dio se vino abajo. Harry sobrevoló a la multitud con un extraño zumbido en los oídos. La pequeña pelota dorada estaba fuertemente sujeta en su puño, batiendo las alas desespera­damente contra sus dedos

Ahora sí. Harry ganó después de 2 años (¿No me creen que en dos años que Harry jugó no ganaron? Cito a Wood "Es nuestra última oportunidad..., mi última oportuni­dad... de ganar la copa de quidditch —les dijo, paseándose con paso firme delante de ellos—. Me marcharé al final de este curso, no volveré a tener otra oportunidad. Gryffindor no ha ganado ni una vez en los últimos siete años. De acuer­do, hemos tenido una suerte horrible: heridos..., cancelación del torneo el curso pasado...")

¿Influye que Hermione le haya pedido a Harry que ganara? (Y ella no dejó que Ron le tocara ¿Es eso un yunque Hr-R? XD)

Hermione desesperada (Espero que ganes, porque si gana Slytherin NO PODRÉ SOPORTARLO) ¿¿eh? Yunque Hr-H y si Jo Rowling no lo planeó así entonces esto afirma cada vez más mi teoría. La señora quiso escribir Hr-R y H-G PERO escribió Hr-H sin darse cuenta XDDDD

Ya, descargada un tanto mis neuronas les digo que si están registrados y me dejan review he de contestarles sus comentarios. Si están de anónimos y me dejan su mail también les contesto. No puedo quedarme más callada ante tantas lindas palabras que me dejan.

Les quiere,

Hikari.