N/A IMPORTANTE (atención, spoiler en la n/a):
Hola a todos, aquí he introducido algo un tanto extraño que posiblemente no guste. En la primera parte de este cap aparecen Bill Weasley y Fleur delacour, sé lo que pasa entre ellos en el sexto libro, pero en mi fanfic Fleur esta casada con Charlie, es decir, el que trabaja con los dragones, esto es así porque era mi idea antes de enterarme de algunos spoilers del sexto libro. Espero que no resulte una gran molestia, no obstante, digo de antemano que no van a tener mucho protagonismo y que la relación entre Fleur y Bill va a ser divertida.

(Esto ya no contiene spoilers) Os quería comentar que si me habeis dejado un review en la nota sobre la actualización, la pagina no os dejara poner otro review porque considera que estais intentando dejar un segundo RR en el mismo capitulo, asi que tendreis que hacerlo de manera anonima o intentar dejar el RR en otro cap en el que no lo hayais echo antes. Gracias, besotes!


Capitulo 5 "Aceptando la realidad"

El castillo de Braw era una construcción que databa del siglo XVI, en la historia de Rumania aquel castillo tenía un gran protagonismo; alzándose sobre un promontorio de los montes cárpatos, había aguantado tanto tempestades como guerras, y era imposible que los ciudadanos transilvanos no se volvieran locos al despertarse una mañana y ver que donde antes se erguía imponente, ahora no había nada. Los obliviators no podían pensar en un argumento, un recuerdo coherente, para asentar en las mentes de aquellos muggles que estaban cada día mas desquiciados a causa de los continuos hechos sobrenaturales e ilógicos que se sucedían en su mundo.

Incluso magos y brujas empezaban a enfermar y ha ingresar en San Mungo y en clínicas de tratamiento psiquiátrico, no todo el mundo, por muy relacionado con la magia que estuviera, podía soportar el hecho de que un castillo tan grande como una montaña desapareciera de un día para otro, o que decenas de personas tambien desaparecieran cada vez en el más profundo de los secretos. En aquellos tiempos la comunidad mágica comenzaba a desconfiar hasta de su sombra. Solo había algo que les mantenía en pie, algo que les hacia soportar sumisamente el secretismo del ministerio, y eso su fe en Harry Potter.

Harry Potter, al que citaban como el salvador de la profecía estaba tardando demasiado precisamente en salvarlos, y el pánico se extendía como la peor de las pestes.

En la cima de Moldovearu, el pico más alto de los Alpes de Transilvania, un muchacho alto y fuerte de cabello largo y rojizo recogido en la nuca, se protegía la vista por encima de los ojos extendiendo su mano a modo de visera. Escudriñaba frente a él levantando la mirada sobre la nevada meseta de transilvana, hacia los montes Cárpatos, ignorando la distancia abismal que le separaba de un empedrado y congelado suelo. Tenía un aspecto rebelde y temperamental, vestía con una cazadora de piel bajo un grueso abrigo, y sobre su pecho, colgado de un cordón, pendía un colmillo de gran tamaño, un colmillo de dragón.

Sin dejar de observar al frente sacó de su bolsillo un retazo del diario El Profeta, lo desdobló y lo alzó en el aire situándolo junto al punto en la lejanía donde debía hallarse el castillo de Braw. El aire le atizaba el rostro enrojecido por el reflejo del sol en la nieve, y el frío se abría paso hacia sus huesos a pesar de las protecciones.

-Esta ahí, ese cretino esta ahí…- masculló, entonces escuchó un sonido a sus espaldas –cuidado, no vayas a tropezar, es peligroso.

-No creo que Norb me dejara despeñarme por un acantilado¿verdad que no, Norberto? –Bill Weasley dejó escapar un gruñido.

-Solo es un dragón, no puedes confiar tanto en los reflejos de un Dragón –Bill le tendió una mano a su compañera. Ella se irguió junto a él, era alta, bastante más alta que la mayoría de las mujeres, pero aun así su estatura no alcanzaba a la del pelirrojo Weasley. Su silueta era perfecta, todo en ella era armonioso. Su cabello rubio platino y su piel boreal competía con la belleza de la nieve blanca de las cumbre alpinas, era una mujer de equilibrada hermosura y de rasgos sutiles y armoniosos. Su aspecto contemplaba una deliciosa combinación de sus orígenes: el refinamiento francés, y la mística aura de las velaas. –además, solo es un Ridge-back Noruego, no es una de las razas mejor dotadas...

-Me parece que lo juzgas mal¿Cómo puedes menospreciar a un dragón que tu hermano crió prácticamente desde su nacimiento?

-Hagrid lo crío en su nacimiento- la corrigió él, en ese momento una criatura grande y pesada acercó su hocico a Fleur delacourt y resopló. -¿Por qué te quiere tanto?

-Porque reconoce a las buenas personas- dijo ella acariciándole un hocico alargado y escamoso de una longitud superior a la de su antebrazo.

-¡Gracias, por la parte que me toca!- Gruñó el Weasley.

-Entonces¿crees que esta ahí?- inquirió ella haciendo caso omiso a su comentario. -Sería un poco absurdo, obviamente, esa es la conclusión a la que toda la comunidad mágica ha llegado. Que Lord Voldemort ha conseguido la morada perfecta. Sino esta ahí, desde luego si lo están los mortífagos, es un secreto a gritos.

-…Si- musitó el mago –lo es, pero también se sabe donde se encuentra Hogwarts y sin embargo nadie, salvo algunos privilegiados que no es necesario nombrar, pueden acceder a él, ni siquiera Voldemort.

-Es una amenaza. Adueñarse del castillo de Braw sin importarle lo más mínimo el hecho de que todos sepamos que es una treta suya, es simplemente una provocación. ¿Y sabes cual es el mensaje que no esta dando?

-¿Cuál es?

-Nos esta diciendo que no le importa que sepamos donde se encuentra, porque no podemos acceder a él. –Bill Weasley sonrió y se giró hasta estar frente a ella.

-Eres bella, además de inteligente.

-Gracias- dijo ella altivamente –pero si estas pretendiendo ligar conmigo, te recuerdo…

-…que estoy buscando a mi marido, que es…- dijo Bill con cierta sorna

-…que es el objetivo de nuestra misión –Bill la dirigió una sonrisa vacilante.

-No tengo ningún interés en provocar el divorcio de mi hermano¡Ah no, perdona, ya estáis divorciados!- la joven velaa se llevo las manos a la cadera y le miró con el ceño fruncido.

-¡Estamos en transmites, pero sé que cambiará de idea!

-Mira, bonita, si mi hermano ha dicho que se acabó, te puedo asegurar que se acabó –los labios de Fleur se fruncieron tanto que parecieron un fino y rosado corte sobre su perfecto mentón- deseo más que nadie encontrar a mi hermano, tanto como a mi hermana pequeña, pero solo quiero que te mentalices de que vuestra relación acabó. –Bill la acarició los hombros, pero de ella solo recibió una bofetada que hizo entrar en calor su helado rostro en un segundo.

-Eres desagradable Bill Weasley, no te pareces en nada a tu hermano. –Bill puso los brazos en jarras y sonrió como si aquel guantazo hubiese sido el acto de un niño enfadado.

-No te creas, no somos tan diferentes. Se podría decir que lo único que nos distingue es que yo he encontrado una manera de soportarte, mientras que él optó por no buscar forma siquiera. –el labio inferior y carnoso de la velaa tembló y con el todo su cuerpo, Bill la dirigió una mirada provocadora, la joven velaa alzó la mano en el aire y los músculos de sus delgado brazo se tensaron para asestar una nueva bofetada, pero por veloz que fuera aquel latigazo, Bill agarró su muñeca parándola en seco, con su mano delgada, con su bonitos dedos de uñas largas y cuidadas, rozándole el pómulo. –Todos los Weasley caemos una vez, pero no dos.

-Te odio

-¡Oh, gracias¡No esperaba menos de ti!- muy ufanada la rubia subió a lomos del dragón, agarró las riendas y lo hizo prepararse para desplegar las alas, Bill Weasley corrió hacia el dragón para montarse en sus lomos de un saltó cuando estaba a punto de alzar el vuelo. -¡Eh cariño, es de mala educación no esperar a tu compañero de misión!

-¡No me puedo creer que trabajaras para Gringots¡Eres como un paleto de pueblo!

-¿Yo? Yo soy todo un caballero

-¡Que te den!- gritó la joven en el aire, alzando su femenina voz por encima del silbido helado del viento.

-Eso suena muy mal en tu boquita francesa. –Exclamó Bill Weasley recibiendo una patada en la espinilla a continuación.

Su amplia y burlona sonrisa se desvaneció cuando pudo darse cuenta del lugar al que se dirigía la Velaa, al invisible castillo de Braw.

-¡No seas tarada, Fleur¡No podemos ir así como así al castillo¿Es que quieres morir tan joven¡Todavía te quedan muchas cosas interesantes que hacer!

-¿Cómo cuales?- quiso saber la bruja

-Bueno¿Ayer no dijiste que querías probar a hacerte la manicura china?- Bill pudo escucharla gruñir, acto seguido Norberto aceleró volando tan rápido como el mejor de los dragones y la inercia hizo que Bill cayera de espaldas y le costará un mundo volver a incorporarse con el viento azotándole el pecho.

Bill se cogió a la cintura de Fleur sabiendo que si ella quería librarse de sus manos tendría que soltar las riendas, consiguió agarrarse a las firmes caderas de la despampanante francesa, y solo así pudo mantenerse recto, esta le dedicó una mirada desdeñosa a la que Bill respondió guiñando un ojo.

-¡No tienes respeto!- exclamó la joven -¡Soy la esposa de tu hermano!

-Estas prácticamente divorciada.

-¡Ni hablar!

La parda y divertida mirada de Bill Weasley se perdió hacia el horizonte, la adrenalina se apoderaba de su cuerpo, el riesgo le provocaba emociones desorbitadas.

Allí iba él y aquella dichosa mujer empeñada en recuperar un relación perdida, las dos personas más opuestas de la Tierra compartiendo un objetivo: ella quería encontrar a su adorado amor perdido, y él… él a su hermano, que por desgracia eran la misma persona.


Ginny Weasley se agarraba con sus pálidas manos a la cintura de su hermano mayor, apoyando debilmente la mejilla entre sus omoplatos; se encontraba débil y decaída, y sentía la inminencia de un nuevo desmayo amenazarla, tan desagradable como el aliento de un dementor rozando su nunca.

Nuevas nauseas viajaban de la boca de su estomago a la garganta, y una y otra vez las contenía deseando por fin atravesar el camino abierto, como una brecha, en la base inferior de la gran montaña que daba nombre al bosque de Dunsinane. Al otro lado se encontraba la hospitalaria y rural ciudad de Perth, donde su hermano conocía a los sanadores del hospital central, uno de los tantos que habían sido construidos provisionalmente debido a la imposibilidad de las gentes de trasladarse aun más que atestado San Mungo.

Aunque el mismo Ronald Weasley podría haber reconocido a su hermana en su propia casa, la sombra del frustrante hecho de que no había alcanzado a ser sanador profesional, le instaba a actuar en contra de sus deseos, y por ello cabalgaba lentamente con la joven y mustia pelirroja dormitando sobre su espalda, rodeados por el duro e inhóspito interior de una pétrea montaña.

No obstante, él no era sanador básico por nada, sabía que las razones de los mareos y perdidas de conciencia de su hermana durante aquellos días se debían aun claro estado de desnutrición y al hecho de que ella era una bruja que había abusado, y abusaría, de la magia negra, una magia que había consumido hasta la muerte a grandes figuras de su mundo, una magia poderosa y difícil de controlar que hacía a Ginebra Weasley una bruja temible, potencialmente peligrosa incluso para sí misma.

Pronto los dos hermanos pudieron divisar una luz colarse en la oscuridad del túnel natural que atravesaba la anchura de la montaña de Dunsinane, Ron agitó las riendas del caballo y salieron al valle, un sendero señalado les condujo hasta la ciudad y antes de que la misma Ginny pudiera apreciarlo estaba tumbada sobre una camilla con una fina bata cubriendo su cuerpo.

-No te preocupes Ronald- dijo una voz femenina, increíblemente dulce y acogedora, Ginny podía escucharlo mientras sus ojos entre abiertos escudriñaban las pulcras paredes, aquella voz la resultaba vagamente familiar –es información confidencial, no saldrá de aquí, pero es inútil que intentes convencerme de que no es quien ella es.

-No tenía ni idea de que te habían trasladado aquí- musitó Ron, sin poder ni querer esforzarse en disimular que para él había sido una sorpresa desagradable.

-Pues ahora ya lo sabes, San Mungo esta lleno de voluntarios, de principiantes, y de los mejores sanadores de Inglaterra, y la verdad es que no necesitan matronas.

-Ni siquiera sabía de la existencia de una planta de maternidad en San Mungo- admitió Ron, mientras situaba una bata verde lima sobre sus hombros y sostenía entres sus dedos la varita, la muchacha de su misma edad, que también estaba ataviada de aquella forma, se acercó a Ginny y con un extremo de su varita la rozó la muñeca, su piel se volvió entonces transparente rebelando finas venas y gruesas arterias azuladas bombeando sangre, la muchacha murmuró latium y cada bombeo de vida impulsado por el corazón de Ginny fue iluminado en su muñeca con un resplandor dorado.

-Tiene la tensión baja, en un estado bastante crítico, por cierto –la muchacha, que era francamente atractiva, ladeó un poco la cabeza haciendo que el cabello que caía en cascada desde el recogido de su coronilla resbalara por su hombro derecho, el contraste entre el castaño ébano de su liso y brillante cabello y la túnica verde recordaba a un riachuelo abriéndose paso entre un delgado manto de césped. –En realidad…- continuó la joven retomando la conversación con el Weasley, que por su parte colocaba varias botellitas de vidrio, una probeta, y un caldero, sobre la mesilla de preparaciones de la sala -…no hay una planta de maternidad como tal, es en un pequeño ambulatorio contiguo; en cualquiera de los casos… -el pelirrojo se acercó un taburete y se sentó preparando cuidadosamente las pociones necesarias –ahora no es más que un velatorio.

-¿Cuánto tiempo vas a estar aquí?- inquirió Ron intentando no reparar en la imagen de una lóbrega sala con familiares llorando a sus muertos donde antes habían padres derramando lágrimas por causas lejanas a la tristeza, aquello le recordó súbitamente el hecho de que él jamás sería padre y su corazón se encogió dolorosamente en su pecho. Pronto consiguió concentrarse en la tarea de preparar tres pociones diferentes. –Supongo que necesitas una de largüaria, otra de Enedro y una tercera de soporte- siseó mezclando cuidadosamente ingredientes en el pequeño caldero, jamás pensó que el arte exacto de hacer pociones se le fuera a dar bien, realmente, no era muy talentoso para ello, la razón de que fuera sanador distaba de su habilidad con los tecnicismos médicos, sus herramientas y sus precisiones, él en realidad poseía un don que no podía ser aprendido.

-No lo se, indefinidamente, mientras sigan naciendo niños, yo seguiré siendo la matrona de Perth- arguyó ella con una radiante y blanca sonrisa que transportó a Ron a los tiempos de escuela, donde su mejor amigo perdía toda la compostura frente aquel gesto –En cuanto tengas las pociones tráelas con la mesilla, tiene unas pequeñas ruedas para que puedas moverla hasta aquí, no hace falta que la hagas levitar- la morena clavó sus ojos rasgados en el rostro de la pelirroja que no dejaba de mirarla quedamente, con gran debilidad.

-Entonces, vamos a trabajar juntos. Deberías saber que la mayoría de las mujeres de Perth atraviesan la montaña de Dunsinane para ser asistidas en mi bosque –agregó orgulloso, la joven volvió a sonreír, en una libreta se apuntaba a vuela pluma los datos clínicos de Ginny, su tensión, su raquítico peso, el porcentaje de su masa muscular y adiposa, así como las vitaminas, minerales y hormonas que la irrigaban, todo en ella estaba por debajo de las canones aceptados como saludables.

–Anemia férrica aguda, y anemia generalizada, falta de ácido fólico y se salva por los pelos de afección cálcica- sentenció con un gesto severo, deseaba preguntar como era posible que la vivaz y alegre Ginebra Weasley, que recordaba andurrear de la mano de Harry Potter en Hogwarts, podía haber llegado a ese estado, pero sabía que no podía hacer alusión alguna al hecho de su desaparición del mundo mágico y su presunta trasgresión a la ley –esto es lo que se puede decir en un simple golpe de vista. Ginny…- musitó la sanadora palpando su mejilla suavemente -¿me reconoces Ginny? –entonces puso frente a su rostro tres dedos alzados -¿Cuántos dedos puedes ver?

-Eres… Cho Chang…- jadeó exclusivamente Ginny –no hace falta… que me preguntes… idioteces.


-¿Y por que debería pensar que alguien como tú puede cambiar?- increpaba Harry Potter alterado, caminando hacia un lado y hacia otro en el calabozo.

Draco Malfoy se las había apañado para levantarse del frío suelo, a pesar de que no podía utilizar sus manos, pues estaban fuertemente apresadas a su espalda con gruesas y pesadas cadenas; Por supuesto, Malfoy no iba a dirigirse a Potter desde una distancia que implicaba subordinación o sumisión. Le hablaría pudiendo clavar su mirada gris en los ojos del niño-que-vivió, a su misma altura.

-Quiero dejar claro el hecho de que sigo siendo un Malfoy, orgulloso de serlo, quizás no lo este de que mi padre haya sido el perro de Voldemort, pero mi sangre sigue siendo motivo de admiración a mi familia.

-Eso me importa una soberana mierda, Malfoy- escupió Harry parándose en seco.

-Lo que quiero decirte Potter, es que puedo ayudarte.

-¿Ahora quieres estar de mi parte¿y luego, te irás con los rebeldes para cambiar de nuevo de chaqueta?

-¿Eso era una broma? No eres buen cómico ¿Sabes?- Malfoy dejó escapar una mordaz sonrisa, su voz era como el siseo de una serpiente –lo que quiero que entiendas, es que sigo siendo Draco Malfoy, pero no estoy dispuesto a ser el pelele de nadie, ni de ti, ni de Voldemort, ni de mis padres muertos. Pero si debo ser franco, sería antes un rebelde que el perro del ministerio- Los ojos de Harry lanzaron chispas hacia el rubio, sus manos se iluminaron tenuemente, pero trato de contenerse, desde que había aprendido a manifestar su poder sin utilizar la varita como catalizador, se sentía más desorbitado que nunca.

Dio dos rígidos pasos hacia Malfoy y le agarró del cuello de la raida túnica oscura.

-Vas por un camino equivocado Malfoy, si es que realmente pretendes que consiga algo parecido a la libertad para ti. Cambia de estrategia.

-De momento, me conformo con que evites que me maten- masculló el mago con su gesto arrogante, sintiendo el enfurecido aliento de Harry en su rostro. Harry le soltó y Draco hizo un movimiento innato con sus hombros para colocarse la túnica, hasta en los momentos más críticos se permitía la arrogancia y la altanería.

-Me debes la vida de tu querida Ginevra…-dijo Malfoy rompiendo el breve silencio que se hacía entre ellos.

-¿Por qué dijiste que era Luna?- inquirió Harry, la imagen de la pelirroja había asaltado con pasión en su mente, pero fue descartada por aquel misterio latente.

-Para salvar el pellejo de Weasley

-Pero has puesto en peligro a Luna, y además… ¿Cómo sabias…? –Draco rió

-Veo que tu adorada pelirroja no te lo cuenta todo…- musitó, sus ojos brillaron destellando su color gélido en la espesa oscuridad de la celda.

-¿De que hablas?

-¿Es que no te preguntaste jamás por qué Ginny conoce a la perfección las artes oscuras, la magia negra? –Malfoy parecía disfrutar exageradamente del sentimiento de traición que se despertaba en el corazón del que fue Griffindor -¿Es que nunca te dijo donde estuvo todo ese tiempo?

-Con la rebelión

-¿Con la rebelión?- la voz de Draco se escuchó tan aguda, que parecía simular el chirrido de una vieja puerta de madera. –Una infiltrada, Ginebra Weasley, querido Potter, era el felino que me acompañaba a todos lados; sin saber que ella era quien es, ese animal aprendió todo el arte de la maldad antes de que yo mismo pudiera hacerlo. Porque Potter, puede que tu estés predestinado a una batalla, pero ella desde luego, esta dispuesta a hacerlo todo por evitarte lo inevitable.

-¡Mientes!- exclamó Harry clavando su varita en la faringe de Malfoy, que se irguió levantando la frente con una mueca de agrado en su rostro.

-Oh no, no miento Harry, si se que ella es la líder es porque ella lo confesó.

-¡No me lo creo¡Y no me llames por mi nombre de pila, no te lo permito!- Malfoy volvió a sonreír.

-No seas hipócrita Harry, Ginny se convirtió en un animago porque de esa manera podía permitirse estar a dos bandos, sabe muy bien que Voldemort solo puede ser vencido con la misma magia que él utiliza, la magia negra.

-¡Yo sé artes oscuras¡Habría recurrido a mí!

-¡Estúpido Griffindor!- exclamó Malfoy exasperado –lo que ella quiso esclarecer eran los puntos débiles de Voldemort, precisamente por ti.

-¿Y si lo hizo, por que no me lo contó?

-No voy a decirte nada más –musitó Malfoy apoyándose en la fría pared –me importa muy poco lo que pase entre vosotros dos, solo quiero que me saques de aquí de una maldita vez, si lo haces Potter, tendrás mi beneficiosa información, sino, los secretos de tu adorada Ginevra morirán conmigo, y quien sabe… quizás el verdugo que me suba a la horca este interesado en saber quién es ella en realidad…


-Así que embarazada...

-No quiero que seas mi comadrona, por supuesto- gruñía Ginny mientras su hermano, siguiendo las indicaciones de Cho Chang, extendía una delgada capa líquida, resultado de la concisa combinación de las tres pociones elaboradas momentos antes, sobre el vientre de la pelirroja. Ginny sintió el tacto calido de Ron y se alegró de haber estado lo suficientemente consciente como para que la antigua Ravenclaw no la tocara.

-¿Tan pronto podemos verlo?- inquirió el muchacho expectante, pensó en su interior que quien debía estar allí en aquel momento era Harry, y no él.

-Si- asintió Chang –pero obviamente no penséis que vais a ver algo formado, es un pequeño conglomerado de tejidos formando un diminuto inicio de corazoncito- la voz de Cho era realmente dulce y delicada, tan agradable que Ginny se enfadó consigo misma por sentirse reconfortada por ella, una parte de sí misma no podía evitar detestar a Chang.

-No estoy segura de si quiero verlo- le dijo Ginny a su hermano, cuyos labios se tornaron en una leve sonrisa. Su hermano estaba nervioso, él hubiera preferido desembarazarse de aquella situación, o al menos, poder estar como un elemento secundario, observando a la pareja que formaban ella y Harry. –es tan extraño…

-Pues sino lo quieres ver, querida, tendrás que cerrar los ojos. –dijo severamente la comadrona -Es necesario que reconozcamos al embrión. Ron, puedes dejar de extender la pócima, ya esta bien. –Ron se lavó las manos y se sentó junto a Ginny, esta se hundió en su regazo; resultaba extraño que, después de que en toda su vida solo se habían abrazado de niños, perdiendo aquella buena costumbre con la orgullosa adolescencia, ahora, cuando Ginny era una mujer, buscará aferrarse a él; pudo notar como su hermana era realmente vulnerable, temblando, sin querer observar la tenue luz que se dibujaba vaporosa frente a la desorbitada mirada de Ron y la dulce contemplación de Chang.

La luz se desprendía del vientre de Ginny como si se tratará de una lámina transparente, poco a poco las tonalidades fueron adquiriendo cierta consistencia, y se dibujo en el aire, entre lo que parecía ser una rosada conglomeración de tejidos, un diminuto e irregular órgano de un rojo vivo que emitía leves, pero asombrosamente veloces, palpitaciones.

Cho Chang levantó la blanca varita de sanadora y describió un circulo alrededor de la pequeña mancha roja, señalando claramente el rosado saquito que parecía contenerlo, Ron se ruborizó sin saber muy bien porque cuando Chang dijo que aquello era el útero y que la fina membrana que se podía diferenciar era la bolsa que contendría al bebe. Ron automáticamente pensó en Hermione, y cuando Chang señaló con una maternal sonrisa el pequeño y naciente corazón, Ron pudo notar sus ojos empañarse.

-Eso, Ronald…- siseó ella -Eso es la vida.

Ronald Weasley tuvo que controlarse para no dejar escapar una lágrima mitad amargura y mitad felicidad, el caso es que sonreía como no lo habia echo desde el accidente. Chang también parecía emocionada, y eso, secretamente, formó un pequeño vinculo entre ambos, como una complicidad.

-No me dirás…- masculló la matrona –que no te da un poco de envidia… -Chang dejó escapar un pequeño gesto hilarante, siempre la había gustado recordarle a los padres que ellos no tenían la maravillosa capacidad física para engendrar un bebe en su interior, sin embargo, aquella vez estaba causando dolor a un hombre que jamás sería padre, sin ella saberlo.

-Oh si… no sabes cuanta…- musitó el pelirrojo, cuya mano toco la imagen del diminuto corazón, que se evaporaba entre sus dedos, mezclando los colores, la mano de Ron volvió de nuevo a su sitio –Ginny, venga míralo¿Qué te ocurre?- Ron comenzó a sacudir levemente a su hermana –venga Ginny, no pasa nada, impresiona un poco, solo eso.

-Dila que se marche… por favor -musitó la pelirroja, estaba llorando silenciosamente, sus mejillas se encontraba mojadas y de sus ojos se desbordaban sendas lágrimas incapaz de controlarlas, ella no quería que la vieran llorar, pero sentía que aquel llanto nacía en un lugar de su espíritu que se escapaba a toda capacidad de auto-control.

-No te preocupes Weasley, te dejo a solas con tu hermano. Pero antes permíteme que te diga, que tendrás un niño fuerte, su corazón es de un gran tamaño, de un color saludable, y todo en tu interior va como la seda- Chang acercó una mano a la espalda de Ginny pero Ron la indicó con un gesto negativo de la cabeza que no la tocará, conocía a su hermana y era mejor simular que no habían notado su altibajo sentimental –también debes de saber que las hormonas te jugaran malas pasadas durante todo el embarazo. Ya no me necesitáis, tu hermano puede llevar tu seguimiento en casa...o tu marido… Si te parece bien, Ronald, puedes dejar los documentos en mi despacho, estaré allí. No te preocupes por la identidad de tu hermana, estará a salvo.

Chang se marchó y cerró la puerta tras de sí después de lanzar una última mirada a la escena de aquellos dos hermanos abrazados, ella pudo notar el desconsuelo en los ojos de Ron, el miedo en Ginny hacían evidente que aquel embarazo no era deseado y que, además, debía suponer un sacrificio para ella. Sin bien era cierto que Cho no pensaba indagar en el pasado de la pelirroja, no podía dejar de preguntarse ciertas cosas ¿De quien era el bebe, podía ser de Harry Potter?

-Venga Ginny, tranquila, estoy contigo…- a Ron le costaba un mundo expresar palabras de alivio, solo había dedicado gestos tranquilizadores y palabras de consuelo a Hermione, pero por lo general se sentía muy incomodo en las situaciones en las que alguien lloraba o estaba desconsolado, sobre todo si ese alguien era especialmente importante para él.

-Harry…- fue lo único que musitó Ginny -…no se como… yo no se… no fue una irresponsabilidad –sollozó la pelirroja.

-Yo nunca he dicho eso

-Hermione sí…- Ron endureció el gesto, ciertamente había asimilado, sin pararse a pensarlo conscientemente, que todo había resultado un dramático accidente, su mente había elaborado aquella conclusión porque él confiaba en el sentido de la responsabilidad de su mejor amigo, ciertamente confiaba a ciegas en que su mejor amigo amaba a Ginny por encima de todas las cosas, por eso, y porque Harry era un hombre honesto y maduro, ni siquiera se le había pasado por la cabeza que aquello hubiera podido ser el producto de una pasión desmedida y alocada, de una noche ignorando el peligro de una relación sin protección, además, en el mundo mágico era realmente sencillo tomar precauciones.

-¿Cómo?- Ginny se limpió los ojos, enfadada consigo misma por mostrarse como una niña.

-Ella dio por hecho que fue una irresponsabilidad- Ginny clavaba su mirada ambarina en Ron -¿tú lo piensas también?

-No, no pienso así, Ginny…- siseó Ron, su hermana le abrazó de la cintura y dejó escapar un triste hipido -¿Por qué no lo miras? Es precioso, una de las cosas más hermosas que he visto en mi vida.

-No tengo valor Ron…no tengo valor…

-Venga Ginny, a ti siempre te ha sobrado valor, siempre has sido la más Griffindor de toda la familia. –Ginny dejó escapar una risita, se retorció en brazos de su hermano y levantó la vista trémulamente hacia la imagen que levitaba sobre el colchón…

-Oh…por Dios…- jadeó Ginny, Ron cogió fuertemente su mano -¡Madre mía, Ron!

-¿Ves? Te lo dije, impresiona¿eh¡Voy a ser tío!

-¡Y yo madre! Oh… Ronnie, voy a ser madre, es una palabra que pesa demasiado para mí…- decía con los ojos brillantes entornados, contemplando con amor la imagen. –Al menos lo seré en la distancia…- musitó haciendo que del rostro de su hermano desapareciera la alegría a la par que en el suyo.

-Vete con Harry, Ginny, él te protegerá –siseó Ron, a pesar de que se había ilusionado con la idea de tener a un pequeño Weasley al que acunar junto con su mujer.

-¡Él es un peligro en potencia para el niño¡Recuerda a James y Lily!

-¡Oh, por favor, Ginny! Yo soy el guardián de los secretos de Harry, y nunca, jamás, confesaría el lugar donde vive, donde tu puedes vivir con él y el pequeño, Harry no aprobará la idea de que su hijo sea huérfano.

-No será huérfano, lo tendréis vosotros.

-¡Para Harry será como repetir su historia¡Un niño huérfano que se cría con sus tíos!

-Hermione y tu no sois los Dursley- arguyó Ginny –y no será un niño huérfano, será un niño que tendrá padres, si, le veremos en secreto, crecer, reír, llorar, decir su primera palabra… Pero se registrará con vuestro apellido, será un Weasley Granger hasta que la vida permita que sea un Potter Weasley.

-¡Dios santo¡Estas loca, Ginny!

-Piensalo fríamente Ron, piensa que si ese niño crece como vuestro hijo en Dunsinane será feliz, piensa que, si estuviera con Harry y conmigo, tendría que enfrentarse al dolor diariamente, a nuestra ausencia, yo ya no puedo huir de mis acciones, no puedo levantarme un buen día y decir ¡ya no soy rebelde, ya no tengo nada que ver con esta guerra! hay cosas que ni tú ni nadie sabéis, cosas que me atan tanto o más que Harry a esto… no permitiré que mi hijo sufra. Yo, Ron, no se porque extraña razón la vida me ha dado un hijo en estas circunstancias, pero en cualquiera de los casos me toca a mí elegir, y elijo que Hermione y tu le hagáis sentir feliz y protegido en vuestro bosque, como lo hacéis con todos esos niños. –Ron cogió las manos de su hermana entre las suyas.

-Te juro Ginny, que cuidaré de tu hijo como si fuera mío. Pero, llegado el momento, volverá a tus brazos; por favor Ginny, prométeme que no te perderé en esta guerra, prométeme que no dejarás que haga un papel que no me corresponde para el resto de mi vida.

-No me perderás en esta guerra. Ni tú, ni Harry, ni mi hijo.


-Puedo matarte aquí mismo, lo sabes… -masculló Harry, sus frágiles facciones se dibujaban en su rostro marcadas por la tensión en cada músculo, el joven mago respiraba entrecortadamente y apretaba los puños, su silueta oscura dibujándose bajo la túnica y el llameante verdor de sus ojos le daban un aspecto letal.

-Si, podrías hacerlo…- siseó Draco recostándose distraidamente en la pared –también podrías lanzarme un hechizo enmudecedor, o ser tu mismo quien me aniquilara. –Harry se cruzó de brazos, bajo su oscuro flequillo sus pupilas contraídas se clavaban en el mortifago como dos dañinos alfileres. –Sin embargo, te aseguro que podría serte muy útil.

-¿Cómo se que esto no es un engaño¿Cómo se que esto no es una treta?

-Trae a Weasley- dijo Malfoy lacónicamente –ella te lo confirmará- Harry sintió como la ira erizaba todo el vello de su cuerpo.

-No me es necesario…- gruñó Harry como si masticara las palabras. -¿En que puedes serme útil?

-En todo lo que el hijo de la mano derecha de Voldemort podría ser útil a Harry Potter- Harry frunció el ceño, dudó, realmente a Malfoy no le faltaba razón, pero seguir sus indicaciones podría llevarlo directamente a la boca del lobo. Se encontraba absorto en aquel dilema cuando la mano de Malfoy se alzó en el aire, cercana al pecho del mago.

-Hagamos un juramente vinculante- dijo Malfoy solemnemente, su rostro no expresaba emoción alguna, pero sus ojos eran tan calculadores como siempre. Harry miró la mano firme esperando sellar un pacto entre los dos antiquísimos enemigos.

-No quiero tener ningún vinculo contigo.

-No seas orgulloso, Potter- musitó el rubio, Harry estaba realmente asombrado por su altura y porte, todo en él irradiaba energía a pesar de su situación. Harry admitió, secretamente, que la idea del juramento vinculante era excelente, sin embargo rechazó la mano de Malfoy y le dio la espalda.

-Me lo pensaré- murmuró dirigiéndose a la salida, aun habiendo tomado ya una decisión.

-Bien, estaré aquí para cuando te hayas decidido, o al menos, eso espero…

-¿Estas insinuando que te escaparás?

-Estoy insinuando que puede ser que me maten antes de lo que tu crees, el ministerio decide a quien aplicar la pena de muerte, y en que momento ¿no es así?

-Si, es así. En ese caso no habrá nada que hacer- Harry se colocó la túnica en el regazo, de repente le recorría un desagradable sudor frío y se sentía incomodo.

-Muy bien, te estaré esperando…

Harry se encontraba inquieto y exaltado cuando cerró la puerta del calabozo tras él, detestaba que le ocultarán cosas. Siempre había tenido muy presente el hecho de que la relación entre él y Ginny no iba a ser precisamente transparente, pero nunca imaginó que ella le ocultaría algo así. Además, no podía evitar imaginar al felino recostado junto a Malfoy… Ginny disfrutando de sus asquerosos y fríos dedos cosquilleando sus orejas. Por un momento Harry quiso volver a entrar y torturar a Malfoy con sucesivos crucio, verlo retorcerse en el suelo, implorando perdón por tocar a Ginny, por besarla… por… Harry sacudió la cabeza, no podía permitir que una imagen tan desagradable le asaltará, no podía permitir imaginarlos a ambos… no, no podía haber pasado algo así.

Harry se enfrentó, apoyado en la madera corrompida de la puerta, a varias ideas en controversia, sensaciones, emociones, sentimientos desgarradores. Quería encontrar a Ginny y besarla, abrazarla, asfixiarla entre sus brazos, perderse en un lugar cualquiera y fundirse con ella, ser uno envuelto en la protección de la noche. Reconocer con sus manos todo lo que en su cuerpo adoraba mientras sus ojos navegaban hasta su alma implorando por un te quiero recibiéndolo quizás extasiado por las sensaciones que recorrerían su cuerpo. Quería amarla, sentirse amado, sentir que ella le pertenecía, estar seguro que nadie salvo él ocupaba su corazón o besaba su piel.

El mago, consciente de la realidad tras sus fantasías, quería reprenderla, gritarla, hacerla sentir desgraciada y dolida, como se sentía él… como él se sentía continuamente… Golpeó con el puño cerrado frente a sí. Se incorporó y borró de su imagen todo rastro de amargura, para aparentar serenidad, rigidez, templanza.

Se marchaba, dispuesto a salir a Dunsinane después de alistarse cuando escuchó la voz de Malfoy mencionar un nombre, realizar una confesión inoportuna:

-Conozco a Harpert Troy…


Visto desde fuera aquel antiguo castillo era viejo y no imponía precisamente por su majestuosidad (como podía ser el caso de un castillo como Hogwarts) sino por el halo siniestro y misterioso que lo envolvía.

Sobre el monte se alzaba irregular, como si el mismo castillo hubiera tenido que acomodarse con el tiempo a los altos y bajos de los Carpatos. Su fachada era de un gris verdoso, de piedra pulida y tenía cierto parecido a una iglesia, las torres eran alargadas y puntiagudas, y la más alta resultaba ser un campanario oscuro y fúnebre.

Su interior era sin duda, y más para un británico, peculiar. Su decoración no era medieval, fuerte y regia, sino que todo parecía desconcertantemente oscuro e inquietante, con velas alargadas y candelabros, amuletos y símbolos extraños tallados en los muros, asi como cuadros de paisajes nublados o naturaleza muerta.

-Un bosque infranqueable…- murmuraba una voz silbante, que parecía elevarse desde las profundidades.

-Si, mi señor… nos encontramos con él por casualidad, no esta reflejado en ningún mapa…- le contestó otra voz ronca y boba. –Mi señor –continuó ante el silencio que se hacía en la sala. -¿Cree que puede ser un escondite?

-¿Cómo decías que se llamaba?

-Un pueblerino nos dijo que se llamaba Dunsinane, señor. –una silueta oscura se levantó de la butaca donde yacía, oculto en las sombras.

-Dunsinane…- siseó -por supuesto que no se encuentra en los mapas. Es un bosque sagrado.

-Entonces, sería imposible…

-¿Imposible, dices?- increpó la silueta, con la voz tenue pero mortal -¿Crees que hay algo que tu señor no pueda permitirse? –inmediatamente el otro hombre se hincó de rodillas en el suelo, la sombra oscura de su amo se movió, quedando su rostro levemente iluminado por las antorchas de la sala. –Mírame a la cara- masculló -¡Mírame!- temblando, el vasallo alzó los ojos. -…mi querido Goyle…

-Discúlpeme mi señor- sollozó

-…parece mentira que todavía no hayas aprendido nada…-Gregory Goyle miró a Lord Voldemort con los ojos llenos de lágrimas, sabía que iba a ser torturado. Sus ojos coincidieron en unas pupilas negras como el mercurio y alargadas como las de un reptil. -…pero aun eres joven… tienes toda la vida por delante¿no es así?


Harry subió el sendero apesadumbrado, se sentía fatal, había sido un día duro. Por una parte resultaba que tenía que ordenar y dirigir el arresto de la presunta líder de los Rebeldes, Luna Lovegood, por la otra se encontraba bajo el chantaje de Draco Malfoy, y lo peor de todo es que el mortifago había descubierto algo que nadie sabía.

Cruzó la gran montaña de Dunsinane a lomos de Odín, cruzó el sendero al trote, y después de refrescarse el rostro en el arroyo subió la colina y se encontró a lo lejos con la mansión de huéspedes de Dunsinane, con la gran y acogedora casa de Ron y Hermione.

Una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro, los ojos le brillaron intensamente. Anhelaba ver a Ron y abrazar abrazar a Hermione.

Harry bajó del caballo terminando el último tramo a pie, resopló y ocultó su rostro bajo la capucha de su túnica.

-De nuevo en Dunsinane, Ron… Espero que puedas perdonarme…


-Oh Remus…- suspiró Sirius Black acariciando el hombro de su mejor amigo. El licántropo estaba sentado en un sillón de la sala de estar de la mansión, junto a él. Nimphadora Tonks llegó a la estancia con un café caliente que puso entre las manos de Lupin.

-Lo volvería a hacer, Sirius…

-¿Cuántos han sido¿Dónde están sus cuerpos?- Remus Lupin, cuyo rostro cansado había sido antaño atractivo y dulce, dio un sorbo al contenido de la taza y en su rostro se acentuaron algunas arrugas prematuras.

-No se cuantos han sido, pero han sido muchos…

-¿Decenas?

-Posiblemente…- murmuró entre dientes.

-¿No sabes a quien mataste, exactamente?

-No, no exactamente- Tonks y Sirius intercambiaron miradas, la mujer de pelo púrpura se mordía el labio inferior.

-Pero, tranquilos, se que todos eran mortífagos.

-¿Estas seguro, Remus?- pregunto la bruja con delicadeza. El licántropo la dirigió una mirada dura que deshizo lentamente y cayó hacia sus zapatos. Sirius se irguió.

-¡Si Remus dice que todos eran mortífagos, es que todos lo eran!- Remus sonrió debilmente sin levantar la vista del suelo.

-Sus cuerpos están en el bosque, un regimiento se ocultaba allí, conseguí huir para cuando, una mañana, me encontré con uno de eso mortífagos delirando… Nunca sabia si habían muerto del todo o no… cuando me transformaba de nuevo, a veces… a veces alguno de esos mortífagos –el mago hizo una mueca a caballo entre el dolor y la repugnancia –me hablaba… me hablaban cuando me despertaba entre cadáveres. –Nimphadora Tonks se levantó del sofá y se perdió rumbo a la cocina, se tapaba el rostro disimulando malamente el horror. –Lo siento Sirius, siento haceros esto.

-Cállate Remus, no seas idiota.

-El ministerio no me quería asignar ningún maldito puesto, y he notado como la orden me excluía en las misiones- Sirius miró para otro lado.

-Estas débil

-Quieres decir que soy débil. Que soy más un estorbo para la Orden que otra cosa.

-¡Oh no, Remus! Por favor, amigo… yo… no he dicho eso- los ojos negros de Sirius Black centellearon apesadumbrados, y coincidieron con los vidriosos del licántropo.

-Escape a tiempo, porque aquel mortifago dijo que iban a ir a rescatarles, que la mascara del Señor Tenebroso se alzaría en el cielo, entonces me puse en camino, conseguí llegar aquí… al único lugar donde confiaba en ser… en ser recibido.

-Bien recibido- gruñó Black, y súbitamente abrazo con fuerza a Remus Lupin. Sus ojos se cerraron con dolor, asfixiándolo contra él. Lo soltó de la misma forma que lo había agarrado. Y disimuló para ocultar la humedad de sus ojos.

-Estoy muy mal herido Sirius, y he estado expuesto a la luna demasiado tiempo…- murmuró Lupin entristecido, como si sintiera decirle aquello a su amigo, más que sufrirlo en sus propias carnes.

-Te pondrás bien…- sollozó Sirius

-Sirius…

-¡Te pondrás bien!

-Amigo, ya no hay poción que evite la transformación, he estado demasiado tiempo expuesto…

-¡Cállate¡Eres un estúpido, inconsciente¡Y no puedes dejarme!- Remus mantuvo una madura y melancólica mirada mientras su amigo gritaba y se levantaba del sillón.

-Sirius, escúchame, yo…

-¡Vete a la mierda!

-No se cuanto tiempo me queda, no se cuanto puede aguantar un ser humano sometido a esto…

-Snape lo arreglará

-No, Sirius, no hay solución…- Sirius lanzó una maldición al aire, estaba perdiendo el control, estaba furioso.

-Si no consigue arreglarlo le mataré- lloriqueó apretando los dientes –No me dejes, no me dejes Remus, te necesito… Harry te necesita… somos su familia…-le agarró de los hombros.

-Harry…- musitó Lupin con una leve sonrisa -¿Dónde esta el muchacho?- Sirius se desplomó en el sillón, las manos le cubrían el rostro.

-¿Por qué todo tiene que ser tan difícil?- Lupin se sentó junto a él, dejando su brazo reposar sobre sus hombros.

-Mi querido amigo… no lo hagas tú más difícil todavía.


El jardín era grande, más que eso, era inmenso. A lo largo del mismo se extendían una veintena de mesas alargadas colocadas para la ocasión. No se celebraba nada en especial, o al menos para los huéspedes no había nada que celebrar, estaban en guerra, la gente esta muriendo, mientras ellos colocaban ensaladeras enormes, bandejas inmensas de comida, y diversos guisos, que aunque distaban de ser exquisitos manjares, era la comida más sana y campestre que cualquiera hubiera podido degustar.

Quizás al contemplar el festín personas ajenas al mismo podrían pensar que pecaba de exceso, pero aquellos que conocían a Hermione Granger, sabían que sobre las mesas había justo lo necesario, ella no era una mujer capaz de caer en el derroche, pues sabía que ellos gozaban de un gran privilegio en su amado bosque.

Hermione contemplaba a los niños jugar bajo las guirnaldas decorativas del porche, tenía las manos sobre las caderas, y el cabello recogido en un moño, se quitó el delantal e intentó no pensar en el trabajo ministerial que la esperaba en su despacho.

Perdió la vista hacia las colinas y la montaña de Dunsinane, echando terriblemente de menos a su marido. Se retiró un flequillo de la frente y se mordió el labio inferior, entonces, para su inmensa felicidad, le pudo ver descender por el sendero, y salió corriendo a su encuentro.

Ronald Weasley a penas la prestó atención, ayudó a su hermana a bajar del caballo y ella se dirigió hacia una de las mesas donde tomo asiento, junto a un niño rubio de piel clara, junto al marginado Andrew Malfoy.

-Hola cariño –saludó la bruja al pelirrojo, este volvió a ignorarla, dirigiéndose con el caballo al establo y mirando con odio al hipogrifo al pasar junto a él.

-¿Qué se celebra?- preguntó Ronald Weasley con rabia contenida

-Que estamos vivos, mi amor –dijo ella, poniéndose de puntillas y besándole dulcemente los labios.

-¿Por qué haces tanta comida, si luego no comes?- Hermione sintió su estomago contraerse y le miro con los ojos lacrimógenos.

-Eso ha sido cruel- Ron la devolvió la mirada como sino le importara lo más mínimo, aunque fuera mentira. Se internó entre las caballerizas distraídamente y cogió una azada que colgaba de la pared. Se dirigió con firmeza fuera, y Hermione lo siguió alarmada. -¿Qué haces? –cuando Ronald Weasley levantó la azada por encima del busto del hipogrifo, Hermione Granger tuvo que colgarse prácticamente de su brazo. -¡No por Dios¡Ron!

-¡Le voy a matar!- gritó con los ojos llenos de lágrimas -¡Te dije que lo encerrarás¡No quiero verlo!

-¡Ron, no lo hagas, solo es un animal!

-¡Le odio!

-¡Ron¡No lo hagas, por favor…¡Te lo suplico! –Hermione Granger se dejo caer en el suelo, las rodillas se clavaron en la arena, su rostro se ocultaba tras sus manos –haré lo que tu quieras –Ronald Weasley la abrazó, ambos estaban en el suelo, por suerte el barullo y la lejanía al resto de habitantes de la mansión había evitado que los escucharan, aunque Ginny Weasley lo había visto todo.

-Lo siento, lo siento mi amor…- La bruja gimió desconsoladamente, llorando y dejando escapar alaridos de dolor que había estado reteniendo desde el accidente. –Te quiero, cariño.

-Voy a comer… me he comportado de forma inmadura, lo se.

-No, cielo… es normal, lo entiendo. Pero ahora tienes que prometerme dos cosas. –Hermione lo miró con los ojos brillantes, él retiró un mechón de su cabello que semi ocultaba su mirada, ella le besó la mano que rozó su rostro.

-El qué…

-Que intentarás sobre ponerte, y que le devolverás el hipogrifo a Sirius o se lo darás a alguien que lo quiera, no puedo verlo, intenta ponerte en mi lugar, no soy tan fuerte y comprensivo. Me esta volviendo loco…-Hermione cogió su mano.

-Te lo prometo.


Cuando Harry Potter divisó la majestuosa y hospitalaria mansión de Dunsinane, su corazón vibró calidamente. Algo tenía aquel lugar que le hacía sentirse arropado, algo que pasaría a la historia como el espíritu de Dunsinane; el joven moreno se preguntó que sería del mundo sin un lugar como aquel.

Caminando al lado de Odín, tomó el inconfundible sendero perdiendo por unos instantes de vista la casa, tras una espesa vegetación, más tarde volvió a erguirse de nuevo, y supo que había llegado.

Una extraña felicidad se respiraba en el ambiente, a la sombra de unos enormes árboles se alineaban mesas de madera, y niños correteaban, elfos domésticos los cuidaban dulcemente, y magos y brujas de avanzada edad se servían de diversos hechizos para colocar lo necesario en las mesas.

Harry sintió en lo más profundo de su alma tener que mostrarse ante todos con una identidad que no era suya, pero no quedaba más remedio, amaba Dunsinane y no lo pondría en peligro.

Todo el mundo lo saludó como a un huésped más cuando llegó a ellos, todos, incluido, para su enorme sorpresa, una muchacha pálida, enfermiza y pelirroja. Se quedó sin habla cuando ella, sin saber que era él, lo miró a los ojos.

-Buenas tardes, señor Troy.

Continuará…


N/A: Por si no os quedo claro quien es Harpper Troy solo puedo deciros¿Os gustan los anagramas? Y tambien¿Os acordais de que dije que Harry era "algo"¿Y que ese "algo" lo aprendió de una persona allegada? El "algo" es una habilidad (tb se puede considerar una pista la primera conversación que tiene Harry con Nimphadora Tonks en el quinto libro)

¡Bueno! Pues Harry ya esta en Dunsinane, el próximo capitulo destila romanticismo por todos lados, compensara toda la espera del encuentro entre ambos, o al menos eso pretendo. Posiblemente tambien actualize mucho antes.

Sobre lo del beta: Un beta es alguien que revisa el fanfiction antes de publicarlo, o al menos asi tengo yo entendido. Lo comento porque me lo habían preguntado. Decía lo del beta porque la razón principal de que tarde en publicar es que tardo años en corregir porque no me gusta releer lo que escribo… em… bueno ahora los reviews, y por cierto no os olvideis de dejarme uno please.


REVIEWS

Ludovic: Hola! gracias por escribirme y sobr etodo por tu critica, la he tenido en cuenta al corregir este cap he intentado no repetir palabras, espero volver a leerte y que me digas si lo he conseguido mejorar, sino es asi me lo dices tb yo no me ofendo ni nada por el estilo. Gracias. Un abrazo.

Ginger: ¡Hola wapa! Oye tu mail no sale en el review, si puedes escribeme a mi correo o prueba a ponerlo escrito asi: es que a mi tb me ocurrio una vez y poniendolo asi salía, aunque parezca absurdo ¿De verdad me podrias conseguir un beta? (emocionada) Un beso!

Anahí: Si, se nota que el cap te gustó xD Siento dejaros "picados" como dices nnU no puedo evitarlo, espero q me digas si este tambien te ha gustado! Espero tu RR, besos!

Jaz: ¡Hola Jaz! Pues ya me examiné de ingles, y aprobé, a pesar de que el examen fue bastante dificil. Siento no haber podido subir antes el cap. Por cierto, no he leido el sexto libro, pq si lo hicera sería con un diccionario al lado y consultandolo constantemente. De momento me conformo con leer algunos fics... Bueno, nos leemos Jaz, besitos!

Sarah-keyko¡Hola:D No pasa nada porque no pudieras dejarme RR en el cap anterior, si es verdad que lo eché de menos, jeje, pero al menos lo leiste en casa de tu vecino :P (me partí de risa al leer eso) Ahora respondo a tus comentarios:

-Molly: Me decías que no parecía ser del tipo de madre que dan la espalda a sus hijos, no le ha dado la espalda a Ginny, solo que... ;)

-Sobre la situacion de Ron y Hermione: Me sorprendí mucho al leer que se lo contaste a tu hermana, para mi comprenderas q eso es motivo de ponerme a brincar por la habitación, jajaja, significa que realmente te llegó¿no:)

-Sobre Draco Malfoy: Va a tener bastante protagonismo, desde luego no va a ser un santo... pero va a ser muy ¿intensa? la relación con su hermano pequeño... entre otras cosas que ocurrirán con él.

-Sobre si Ginny debería contarselo a Harry: Si, debería, ademas Ginny es una persona con principios, asi que confio en que lo hará.

Bueno Sarah espero recibir tu RR y que me comentes que te pareció el cap (Andie se frota las manos impaciente je,je,je...) Besos!

Ginny Potter W¡Hola! Me ha encantado tu RR y tu convicción de que Ginny no será capaz de darle su hijo a Hermione nn me ha echo gracia eso, jeje...

Sobre lo que me comentabas de Harry y Ron, si es cierto que la distancia aleja a las personas, es algo inevitable, aunque en realidad lo q afecta a la amistad de ambos es que Harry ha hecho de su vida su trabajo, es auror y como auror no puede hablar de Ron de muchas cosas...

Sobre el hermano de Malfoy, ni siquiera yo se como se me ocurrió. Sobre si Draco será bueno, pss... digamos que al menos será humano. No he leido el sexto libro, por cierto, me encantaría haberlo echo pero hasta que no salga en castellano na de na. ;)

Espero que me digas que te ha parecido este cap y muchas gracias por las felicitaciones, ojala las siga recibiendo pq eso significará que el fic sigue gustando, no quiero estropearlo! Un abrazo.

Angls: Hola! Vamos a ver... por donde empiezo, jeje... Pues primero te doy la razón en eso de que Ginny dirige o "maneja" más a Harry y que Harry se deja, es cierto, pero Ginny se tendrá que quitar esa mala costumbre...

Sobre la famosa cuestión de que hacia Ginny en la fortaleza, jejeje... eso ya lo sabreis, solo diré que Ginny es una maestra del disfraz ;)

La relación S/T sobre de que manera Sirius encontró o descubrió que Tonks en el pasado había estado con otro hombre (mientras llevaban la relación extraña y abierta entre ellos) bueno, esto todavía no esta muy definido ni en mi mente, pero no se los encontró haciendo grandes cosas...

Me alegra lo que piensas sobre Ron, cuando le reclama a Harry, pq yo pienso igual que tu, que se lo merecía. Sobre Draco has acertado de pleno, o casi de pleno ;) y sobre lo de su hermano, me alegra que te caiga bien y espero que te caiga cada vez mejor pq va a jugar un papel importante en la vida de Malfoy. Bueno, pues con nada más que decir me despido jeje, espero que me escribas pronto (impaciente) :) Un abrazo.

Elena: ¡Hola¡Gracias por tu apoyo! Siento muchisimo a ver tardado tanto en actualizar, y espero que sigas leyendo. Por la misma razon que tu vas a tardar en leer yo voy a tardar en actualizar, es algo que detesto, no me gusta hacer esperar, y ademas me encanta escribir. Espero que saques un par de minutos para decirme que has leido. Un beso :)

Lamdom 182¡Hola Landoms¿Que tal? Lo de Ginny sé que es un poco fuerte, pero es necesario, asi q espero hacer q lo entendais uu Siento haber tardado en actualizar pero espero seguir teniendote al otro lado, muchos besostes!

Jovas: Hi again! ;) No te preocupes que las criticas no me molestan, yo me quede como tu cuando acabe de escribirlo, pero no sabia que hacer, ni como corregirlo asi que lo subi asi, de todas formas esa sensacion de incompleto que da a veces, esta hecho a drede, (ya lo entendereis...) Sobre lo que me decias del hermano de Draco, yo pretendía que pensarais que era su hijo, para luego decir "sorpresa" :) y sobre pq mato a su madre, se sabrá mas adelante.

Virgi: No te preocupes, te entiendo perfectamente, y me alegro de que en el cap 5 si me dejaras RR Me alegra que destaques lo del album de fotos, porque es la parte que mas me gusto, o al menos una de ellas. Sobre lo de Hermione, se que es muy triste, pero es q este fic es un poco dramatico pero no por el mero echo de hacer sufrir, sino pq debe ser asi, para que se desarrolle... Siento decirte que el bebe no se lo quedaran Harry y Ginny, nunca suelo ser tan clara, pero esto es asi y en fin, no quiero dar falsas esperanzas... claro que no quiero decir que vaya a ser de Ron y Hermione para siempre. Un beso Virgi, espero seguir leyendote.

Ginger: ¡Sigo escribiendo! jejeje Gracias por escribirme, aunque solo sea para decirme esto, por favor, no dejes de hacerlo. Besos.

Betwitching: ¡Hola! Me alegro de tenerte siempre al otro lado, de verdad, me encantan tus reviews, sinceros, claros, concisos, acertadisimos... :) Te respondo comentario por comentario:

-Draco: Desde luego que va a tener un papel protagonico, y su relacion con el hermano va a ser... muy tierna (todo lo tienro que puede ser, tratandose de Draco...)

-La adopcion, Ron y Harry: Me alegra que te guste el tema de la adopcion, para Hermione y Ron es algo muy duro. Sobre la recriminacion de Ron hacia Harry, yo pienso que el mago se la merecía, y despues de todo solo es la peculiar manera de Ron de decirle que lo echaba de menos.

-Frase favorita: (lagrimas en los ojos) desde luego tengo una suerte inmerecida, me citas la frase que mas te ha gustado... en serio, estos pequeños detalles me dejan... muda. A mi tb me gusto esa frase:)

-Harry: Meterse en su cabeza, como tu bien dices, da bastante miedo, y sobre todo si en ocasiones te sientes identificado con su amargura, que es lo que a veces me pasa a mi, y quizas por eso adoro a este personaje tan magnifico creado por JK me alegro de que te parezca impredecible como autora, es lo que intento, jejeje...

-Sirius y Tonks: La verdad es que Sirius esta demasiado aferrado a su vida de chaval, supongo que pq pasó su juventud en Azkaban, no olvidemos eso.

-Recuerdo de Harry sobre Ginny: Sobre ese recuerdo, jejeje... bueno, esa escena es bien clara asi que no dire nada más. Me alegro muchisimo cuando me dijiste que fue tu preferida, tenia cierta inseguridad sobre la misma... y sobre que hacia Ginny en la fortaleza, bueno, es que Ginny, es mucha Ginny. Jeje, se sabra mas adelante.

-Parte final: Esto se desvela en este cap, si te queda alguna cuestion, tu pregunta que yo contesto, ya lo sabes. Me ha gustado que tengas esperanza en el personaje de Malfoy, yo tb la tngo ;)

Pues nada, ya sabes que me fascinan tus RRs, que los releo cuarenta veces (ah, eso no te lo habia dicho ;) ) y te pido disculpas por tenerte en ascuas, como os he tenido a todos. Un besazo.

Veruka: Hola wapa :) Pues si "No todos los niños nacen del amor" por desgracia es cierto... Me sorprende que tengas pocas esperanzas en Draco, pdo entenderlo.., aunque hay muchas cosas que descubrir de Malfoy. Sobre pq mato a su madre lo sabreis mas adelante.

Y si, si era Ginny la del encontronazo en la fortaleza, jajaja, la verdad es que Ginny deberia demostrarle mas a Harry que le quiere, él pobre lo necesita. Siento no haber actualizado antes y espero seguir leyendote. ¡Un abrazo!

Luxx: ¡Hola! Ais... chica, creia que no iba a recibir tu RR, yo todos los dias mirando el correo, jejeje...

Me has dejado alucinada con lo que me comentabas de meditar sobre lo leido reviviendo la historia, yo tb lo hago! Solo con algunos fics, muy pocos, y de hecho lo releo varias veces (eso me paso con la escena de Ron cortandose el pelo frente al espejo en "Your song") y mantengo que deberia haber un espacio de "escenas preferidas" y yo creo que me voy a hacer mi recopilación en Word o que voy a crear un espacio solo para eso, en serio... Bueno, voy a contestar a tus comentarios, sobre todo a los que me han llamado más la atención:

-"Cuando parece que la trama no puede ser más intensa y emocionante, darle una nueva vuelta de tuerca y conseguir profundizar aún más en los sentimientos del lector" Bueno, de aqui lo que yo queria destacar es eso de profundizar en los sentimientos del lector, la verdad es que para mi es una prioridad, se que este fic es dramatico, pero sobre todo me gustaría que fuera profundo.

-"En cada capítulo los personajes se definen más y toman una forma absolutamente real" Me alegro de que opines asi, es lo que estoy intentando, si alguna vez se me va de las manos, ya sabes, me das un toke ;)

-"La primera parte, cuando Ginny descansa en el jardín y observa a Hermione con los niños me pareció muy intensa ... Por otra parte, el hecho de que Ginny se resista a que los sentimientos maternales afloren porque sabe que sus deberes la alejarán de ese niño también es apabullante" Esta parte es una de las que más me gusto escribir, y a lo mejor te parece una tonteria, pero me acordé de tí al escribirla en el sentido de que me he dado cuenta de que hay escenas breves en las que quiero transmitir algo muy puntual (como es esta) y que tu las captas todas y al parecer consigo transmitirte lo que pretendía. Eso me da mucha alegría.

-"Me gustó el detalle del hijo de Lucius Malfoy; aunque es una historia dura, es realista para una época de guerra." Pues si, yo creo que es muy realista para una epoca de guerra, y aunque me pareció un poco fuerte finalmente me decidí a ponerlo, y me alegro de que halla tenido buena acogida, a veces pienso que esta historia es demasiado cruda.

-"Así veo la residencia de Ron y Hermione: veo que es un pequeño terreno de paz que ellos construyeron con sacrificio y buena voluntad en medio de un mundo hostil, donde intentan proteger a esos niños no sólo físicamente." Si hay algo que me gusta especialmente en mi fic (y yo normalmente nunca estoy contenta con lo que escribo) es Dunsinane, y tu lo has definido, como siempre, perfectamente, si tuviera que definirla yo hubiera dicho lo mismo que tu. :)

-"Tengo curiosidad por saber qué va a pasar con Draco Malfoy. Quiero creer que realmente cambió y que está intentando ayudar" Yo tb quiero creerlo, en principio, Malfoy nunca dejara de ser Malfoy... pero esto prefiero que los observeis en el fic, mejor que dar detalles.

-"Me gusta la relación entre Sirius y Tonks, es una pieza más de un puzzle caótico. Como todo lo demás, si fuera perfecta desentonaría con la esencia de la historia." Por suerte, o desgracia, todo en el fic estara muy lejos de la perfección, pero eso si, prometo un final feliz.

-"Si tuviera que quedarme con un momento del capítulo, puede que incluso de la historia, me quedo con Ron en la soledad de su dormitorio dando rienda suelta a sus emociones con el espejo en la mano." Sin duda, si yo tuviera que quedarme con un momento del fic por completo, me quedaría con los momentos de Ron en su propia odisea. Y vuelvo a repetirme con la escena de "Your Song" de Ron, ahora entiendes pq me gusto tanto...

"Es cuando se ve que, al fin y al cabo, tienen 22 años y se vieron obligados a madurar repentinamente, pero siguen teniendo 22 años." Efectivamente, como siempre das en el clavo, incluso comentandome algo de lo que ni yo misma me di cuenta en la escena, al escribirla. "No sé explicarlo, pero es una escena que destila un poder... no sé... muestra cómo a veces a pesar de que sabes que las cosas no tienen solución o de lo fuerte que seas para enfrentarlas la simple presencia de alguien, el saber que no estás solo, te tranquilizan" Este comentario me ha gustado mucho, mas alla del fic, simplemente como una cita muy cierta.

-"La guerra es mucho más compleja que dos batallas entre mortífagos, aurores y rebeldes. La guerra está en cada uno de ellos, en el encontronazo entre lo que deben hacer y lo que desean" Esto que dices me ha recordado a un ensayo que escribí para un concurso llamado Guerra Interna, en el que hablaba de como cada uno en una guerra lleva la suya propia interiormente, me fascinan tus RRs, en serio, sobre todo por las citas moralistas o casi filosoficas que haces a veces.

Tengo, como siempre, mil cosas que decirte, y no solo de lo que me comentas para el fic, sino de esos comentarios que haces que realmente me quedaría con ellos como citas para guardarme y volver a ellas unas cuantas de veces. Nos vemos! Un abrazo.

Roser: ¡Hola wapa! Gracias por dejarme el RR, sabes que es importante, espero que me lo dejes tb en este cap, y sobre todo gracias por corregirme, un besazo!

Giova Slytherin: ¡Hola Giova! Bueno, comparto tu opinion sobre Draco, no creo que el sea malo, pero desde luego su personalidad se va a mantener en el fic, y ya sabes lo frio, mordaz y cruel que puede llegar a ser. La relación con su hermano lo va a cambiar mucho. Sobre lo que le paso a Remus pues ahora ya lo sabeis, mas o menos, aunque hay que matizarlo un poco más, y bueno, Harry ya llego a Dunsinane! Pues nada Giova, nos seguimos leyendo eh Un abrazo. :D