O.o Kaoru-chan o.O
-Disclaimer-
Rurouni Kenshin no me pertenece, este fic es por mero entretenimiento.
-Author's notes:
Si, ya sé. La última vez que actualicé este fic fue en... ¿Enero? Y ya estamos en Abril... dios santo, soy lo peor¿Cómo pude tardar tanto? Perdonen, no me di cuenta del tiempo. Yo solo escribía lo que me parecía más fácil... y este no me parecía muy fácil que digamos. Pero bueno, acá esta... algo largo... creo, no será la gran cosa pero en algunas partes esta bueno.
¡Leedlo!
'I hate you love'
By: Kaoru-chan
-Escenas del capitulo anterior-
- "También, que tu y Himura eran novios" - dejo escapar el homosexual.
- "¡QUE?" – exclamaron dos voces juntas. Kenshin y Kaoru le miraban con odio extremo que Kamatari dio gracias la intromisión.
- "Señor, esta todo listo"
Algo contrariado, Kenshin, retomó la compostura, y dijo - "Entonces, comencemos"
Capitulo 8: Belleza deslumbrante
Día uno: Parte Final
La pasarela había dado comienzo. Varios periodistas sacaban fotos a todas las modelos e invitados. Los flashes cegaban a cualquiera, pero el evento era famoso. Algún que otro periodista miraba a dos sujetos extraños. Llevaban una cámara y una filmadora, entonces ¿Por qué no sacaban fotos? El periodista se encogió los hombres y volvió a su labor 'principiantes' pensó.
Dos siluetas miraban despreocupadamente la pasarela. La silueta más baja y con más curvas miraba sonriente a los demás, mientras él de al lado la echaba miradas constantemente.
- "A ver Sayo... dime otra vez. ¿Por qué no estamos sacando fotos?"
- "Shougo... ¿para que sacar fotos de esto? Acá lo importante es ver a Kamiya y a Himura"
- "Pero ya tenemos fotos..."
- "Claro que si, pero tengo un presentimiento"
Y allí quedo la conversación. Shougo sabía que era una perdida de tiempo discutir con su hermana. Cuando se le metía algo en la cabeza, nada ni nadie podía sacarla de allí. Parecían unos idiotas estando ahí paradotes sin tomar ninguna foto. Suspiró, no le quedaba otra que esperar.
Sayo, tenía la espalda apoyada en la pared y estaba sumamente feliz. Recordaba las fotos, una y otra vez. Que buen artículo iba a escribir... finalmente iba ser reconocida. Se lo merecía tanto, tanto ella como su hermano. No importaba lo que la gente dijese, la fama lo es todo y una cámara... más.
- "Espero que sea verdad lo que me estas diciendo Sayo"
- "Jefe... ¿Cuándo le he mentido?"
- "Nunca, pero no me fío de tus entregas limites"
- "La desconfía no le va a llevar a ningún lado"
- "Pss, viniendo de ti... me llevaras a mi despido ¿Shougo es verdad?"
- "Si señor. Tengo las fotos y pronto estará el articulo"
- "Eso espero. Pero ¿tantas hojas necesitan?"
- "Jefe, se da cuenta de la gravedad de la noticia. Primero lo de la mañana¿¡relaciones públicas? No puede ser. Misteriosamente trabaja para él, después renuncia, y él la visita a la noche a la casa... Solos... los dos... a la medianoche... al día siguiente ella va a trabajar. Y ahora Megumi desaparece y ella ocupa su lugar. No se usted jefe, pero a mi no me cabe"
- "Tienes razón. Espero para esta tarde el artículo"
- "¿esta tarde? No jefe, imposible. Mañana a la mañana, dejeme disfrutar el momento"
Sayo incrementó su sonrisa, mañana a la mañana. Unas fotos espectaculares aparecerían en la revista y su nombre debajo de ellas.
- "Y aquí tenemos a la encantadora Sayuri, con su hermosa sonrisa y sus 88-62-90"
- ¡Tienen que decir las medidas? – preguntó temerosa Kaoru a Soujiro, que le hacía los últimos retoques.
Soujiro solo sonrió y Kaoru cavó su tumba.
- "Kaoru-chibi, darling... you look gorgeous" – le dijo Kamatari acercándose con una gran sonrisa.
- "hmmp" – suspiró Kaoru. Le había dicho lo mismo a todas las modelos, así muy segura no se podía sentir – "¿Cuándo salgo?" – preguntó nerviosa.
- "No te emociones tanto, chibi" – dijo Kamatari tomando el nerviosismo de Kaoru como emoción. Kaoru alzó la ceja sarcásticamente. – "Venía a comentarte que estas apunto de -"
- Y ahora démosle un gran aplauso a Kaoru Kamiya...
- "Salir"
- "Kami! Kamatari¿¡no puedes venir ni siquiera a prepararme?" – gritó enojada Kaoru, acercándose hacía la pasarela llevada por Soujiro. En ese momento tenía deseos de matar a Kamatari pero él solo la miraba sonriendo y haciéndolo gestos con las manos para que sonría.
'Si sobrevivo a esto, Kami! Voy a rezar todas las noches'
- "Lo harás bien" – le alentó Soujiro con una sonrisa y se alejo de las luces.
Kaoru se quedo inmóvil, tenía que pasar la cortina y desfilar. Todavía se escuchaba los aplausos y el hombre seguía hablando aunque Kaoru no escuchaba nada. Miro a su alrededor, Kamatari y Soujiro le hacían señas para que entrase, había más modelos preparadas y la miraban celosas al saber que ocuparía el lugar de Megumi. También vio a los de seguridad que le echaban miradas lujuriosas tanto a ella como al resto y... y... no vio a nadie más. Volvió a mirar bien. No. Nadie más estaba allí. Suspiró y corrió la cortina. Tenía que desfilar.
- "Y dime, Oh mente intelectual, en el hipotético caso que pudieras pasar por las rejas¿Cómo crees que puedas ingeniarte para que mas de una docena de policías no te vean?"
- "¿Sabes? El sarcasmo no te queda"
- "Arghh¡¡Eres exasperante!"
- "Me halagas…" – expresó sarcástico el joven de cabellos castaños.
Como ya se lo pueden imaginar, tanto Megumi como Sanosuke, fueron encontrados amordazados en el auto de Kaoru, por nada menos que la misma policía. Todo iba saliendo bien, la policía se encargó de desatarlos y de sacarlos del auto, el problema comenzó cuando una vez sanos y salvos, Megumi comenzó a gritarle a Sanosuke sobre lo estúpido (con palabras textuales, "¡Eres un estúpido cabeza de gallo!"), por haberla hecho faltar a una pasarela muy importante, y que por su cumpla lo más probable habrá sido la cancelación de la misma. Como era de esperarse, la reacción de Sanosuke, obviamente, no fue de las más civilizadas, comenzó a gritarle en palabras textuales, "¡Eres una zorra histérica que cree que es el ombligo del mundo!", lo que terminó en una disputa que no tenía ni pie ni cabeza. Los policías sorprendidos, intentaron detenerlos ya que faltaba muy poco para que comenzaran a golpearse, en especial Megumi que estaba más roja de ira que parecía insolada.
La reacción de los jóvenes, fue tal vez de lo más estúpida, al gritarle a los policías, que por supuesto no reaccionaron bien y los llevaron hasta la estación de policías
- " Agresión a la ley, mis pepinos!" – había gritado Sanosuke desde los barrotes de la celda.
Y allí estaban ellos, cansados de discutir sobre los estúpidos planes de salir de la celda de Sanosuke. Había pensado desde romper los barrotes con sus puños, que según decía eran fuertes, hasta materializarse del otro lado.
Las ideas estúpidas de Sanosuke, al principio Megumi le discutía, al final terminó ignorándolas, dándose cuenta de que todavía no había cura para la idiotez.
- En vez de estar ahí sentada podrías ayudar¿no te parece? – espetó Sanosuke mirando a Megumi que estaba muy entretenida observando sus uñas.
- ¿Gritando? Psss... no quiero perder el tiempo.
- Claro, porque seguro lo podrías lograr... – Dijo con un tono irónico - que estúpido soy.
- En lo segundo tienes razón. Eres estúpido, pero lo más probable es que termine sacándote de acá.
- Si claro... – Sanosuke no le creía ni una palabra.
- ¿No me crees? – finalmente Megumi había levantado la mirada hacia Sanosuke. Sus ojos centellaban, pero Sanosuke no pareció acobardarse por ese simple hecho. Lentamente y sin esperar una respuesta del castaño, avanzó hasta la reja, delante de ellos estaba un policía joven, de no más de unos veinte años, de mirada nerviosa y aspecto tímido. Megumi sonrió, al fin le enseñaría a ese idiota quien era Megumi Takani.
- ¡Rápido, entras vos Kyoko! – dijo Kamatari mientras le colocaba la ropa a la mujer que salía corriendo hacia la entrada de la pasarela.
Soujiro corría de un lado a otro, maquillando a todas las modelos que estaban a su alrededor, siempre con su encantadora sonrisa y palabras de apoyo y consuelo a las jóvenes novatas inexpertas y temerosas.
- Kaoru-chibi darling¿ya estas? Hace media hora que estas encerrada – dijo Kamatari volviendo su vista hacia el vestuario privado de Megumi, ocupado por Kaoru.
- Cinco minutos más – la voz de Kaoru le respondió desde el fondo. Kamatari suspiró el traje de baño no era tan descubierto...
Kaoru sentada en un banquito, se mordía las uñas mirando el traje de baño delante de ella. Maldijo mentalmente al diseñador ¡A quien se le ocurre hacer semejante...ropa? Pero... ¿Qué decía? Eso no era ropa. ¡Eso era un par de harapos!
Suspiró cansada. El día había sido extremadamente largo y lo único que deseaba era que todo acabara de una vez. Miró por última vez el bikini y comenzó a desvestirse derrotada.
- Mis modelos son cosa mía Aoshi – dijo la voz de Kenshin muy serio.
- Sin embargo, creo que debería estar al tanto – la voz fría de Aoshi era muy cortante. – Es mi ropa.
- Fueron decisiones de último tiempo. No podía avisarte
La voz de Kenshin fue terminante. Dejando entrever que no había ninguna posibilidad de réplica. El silencio dominó la sala, solamente el sonido del tic-tac del reloj era oído por los presentes. Ámbar contra azul hielo.
No era que Kenshin y Aoshi se llevaban mal. Bueno, habían tenido una discusión en su último encuentro, a decir verdad siempre tenían discusiones cuando se encontraban Era solo que al ser presidentes de grandes empresas multinacionales tenían un carácter dominante, y para ninguno de los dos era fácil ceder. Además el ámbito en el que vivían implicaba tener principios y determinación sino eras comida fácil para los peces. Un drama como aquel no iba a moverles un pelo. El problema era que debido a su testarudez derrochaban valioso tiempo que podrían estar en el desfile, ya que ambos se morían por presenciar. En especial Kenshin.
Y ahora los dos cabezas huecas estaban en uno de esos silencios incómodos, donde solamente se observaban a los ojos sin siquiera pestañar.
Toc-toc
La puerta se abrió antes de que Kenshin pudiera permitirle pasar. De ella entró Misao, ahora vestida con un hermoso y ajustado vestido verde -cortesía de Kamatari- que según él resaltaba sus grandes ojos, pero era lo que menos resaltaba... Además llevaba unos zapatos de tacos sumamente largos, y a leguas se veía como se le dificultaba caminar.
- Permisooooo – llamó Misao entrando con una bandeja de plata y dos tazas de café en ella.- Traje lo que me pediste Himura – sonrió Misao mirando a Kenshin, pero cuando vio a Aoshi, hizo una mueca de disgusto.
Interiormente, Aoshi pensó que todavía estaba molesta por lo ocurrido antes, pero poco le importo.
- Gracias, señorita Misao ¿Cómo se encuentra la señorita Kaoru? – preguntó rápidamente Kenshin.
- No lo sé. La vi hace media hora y estaba encerrada en el vestuario. Según Kamatari todavía sigue allí.
- ¿Le pasó algo? – preguntó Kenshin ahora preocupado. Las otras modelos podían ser muy celosas.
- Oh no, es solo que es el momento del traje de baño y esta un poco nerviosa – sonrió Misao.
- Pensé que habías dicho frente a las cámaras que Kamiya era toda una profesional – dijo Aoshi muy frío.
- Pues otros dicen cosas peores frente a las cámaras – fulminó Misao mirándolo con el ceño fruncido.
Aoshi miraba a Misao fríamente, pero ella no retiraba la mirada.
¿Dónde había quedado la chica sonriente?
Silencio.
Aunque Kenshin estaba muy de acuerdo con lo que había dicho Misao, se contento a interrumpir aquel silencio y reincorporarse.
- Será mejor que vaya a verla. Hablaremos en otro momento sobre esto si tienes dudas, pero deberíamos estar presentes en el desfile.
- Es verdad.
- para calmar a los espectadores. – siguió Misao indiferente. Aoshi la volvió a mirar, y Kenshin notó un aura asesina alrededor.
Los dos hombres se acercaron hacia la puerta.
- ¡Y para que preparé el café?
Kenshin se volvió y le sonrió. - lo siento mucho, señorita Misao.
Aoshi ya había avanzado unos pasos más cuando Misao y Kenshin salieron de la oficina.
- maldita zorra embustera... – murmuró Sanosuke entre dientes.
- hohohohoho – rió Megumi con orejas de zorro.
Ambos caminaban de regreso a Himura's Company. Finalmente habían salido de la celda, gracias a los ejem... dotes de Megumi. Si, señores y señoras, aceptando la apuesta de Sanosuke, Megumi comenzó a coquetear descaradamente con el policía encargado de cuidarlos. Pero... ¡Dios santo lo que había hecho y dicho esa mujer! Sanosuke se sonrojó al recordar como las manos de Megumi viajan por el bastón del policía, y sus piernas jugaban con los barrotes, y su vocecita dulce decía cosillas en el oído del oficial, y... y...
Sanosuke agitó su cabeza intentando repeler aquellos recuerdos, pero la zorrita había estado tan... SEXY. Inconscientemente giró la cabeza a verla.
- ¿Todavía estas enojado? – preguntó Megumi con una sonrisa en su cara.
Sanosuke miró a la calle, despegando la vista de ella. – No tendrías que haberle dado tu teléfono. – murmuró entre dientes en un tono muy bajo. Pero Megumi lo escuchó.
- Después de todo, se comportó bastante bien. Se lo merecía – Sanosuke no podía estar menos de acuerdo, cualquiera se comportaría bien sí una morocha sumamente sexy le promete una noche inolvidable – además no era feo.
Sanosuke se giró sobres sus talones a verla, se detuvo en seco con ojos grandes de la sorpresa. Muy consternado como para maldecir, logró articular.
- ¿Acaso le viste piel? Estaba lleno de espinillas. ¿Y lo escuchaste hablar? No puede ni formar una oración sin que tartamudeé, además tiene voz de nene, para mí que le cortaron el penacho – siguió sin pena - Seguro es un perdedor que vive con la madre... tiene una cara de bobo. – añadió Sanosuke seriamente.
- Eres muy cruel – dijo Megumi, pero no pudo ocultar su sonrisa.
- Es un torpe y tonto ¿Viste como se subía los anteojos a cada rato?
- Vamos¿Cualquier diría que estas celoso, sabes?
- ¿Celoso? – sanosuke se sonrojo, pero pasó desapercibido por la morocha. – Le estaba haciendo un favor!
- Eres tan extraño – le contestó Megumi, intentando ser fría, pero no lo logró.
- ¿Por qué? Solo digo la verdad – contestó Sanosuke. Megumi le miró seria, pero su semblante era tan extraño que la verdad que no intimidad ni a un niño. - ¿Y a ti que te pasa? – preguntó.
- Nada, - sonrió Megumi comenzando a caminar.
- ¿Por qué sonríes? Pensé que estabas enojada.
- Lo estaba, pero todo fue tan inesperado. No me equivocaría en decir que hasta fue... divertido –la sonrisa de Megumi se agrandó mas.
- Eres rara sabes? – contestó ácidamente Sanosuke. 'Divertido' no era la palabra que definiría el día. La había salvado de unos aprovechadores borrachos, había discutido con ella, la había besado, Kanryu le había asaltado, fueron amenazados por unos guardaespaldas con aspecto de gorilas. Habían quedado encerrados en el auto por horas. Megumi había perdido la pasarela. Sanosuke había tenido que dejar el auto en la comisaría. Habían estado en la cárcel. Megumi había seducido a un policía. Y ahora caminaban sin rumbo, y encima su panza hacia ruido.
No, definitivamente, 'Divertido' no era la palabra que él usaría para describir el día.
Se giró para decírselo, pero Megumi había quedado un par de pasos atrás de él. A una distancia considerada teniendo en cuenta de que había comenzado a caminar.
- ¿Qué pasa? – preguntó, pero ya se imaginaba la respuesta. Ella estaba como estática mirando una vitrina delante de ella. – ¡Ropa¿Qué tienen las mujeres que le encanta ver ropa? – preguntó a la nada.
Kaoru también le hacia lo mismo cuando salían, se paraba cada dos tiendas de ropa a mirar. Y él esperaba afuera con bolsas y bolsas, o peor aún, se quedaba al lado mientras ella miraba. ¿Qué tenía de emocionante mirar? Además cuando entraban a comprar siempre preguntaban por el precio de cada cosa ¿Por qué hacían eso? Si después terminaban comprando todo. Finalmente había aprendido que si salía con una mujer, sea su hermana o quien sea, no la llevaría al centro comercial.
Avanzó hacia Megumi con paso resignado, dispuesto a alejarla a rastras de la tienda si era necesaria. Todavía estaba a tiempo, no había entrado a comprar. Pero cuando se acercó, la vio con ojos grandes y con la boca abierta.
- ¿Qué pasa? – volvió a repetir. Pero ella no le contesto, entonces se giró a ver lo que le había captado la atención.
Aquel local de ropa no tenía nada en especial. Una pollera verde caca, pensó Sanosuke, con una remera bien corta y toda destrozada que ni siquiera se podía llamar remera. Siguió mirando, un vestido blanco transparente, y un par de remeras más.
- ¿Qu-? – pero se detuvo en seco. Con ojos muy abiertos y blancos, con su boca abierta a más poder. Su expresión era casi la misma que Megumi. Estaba pasmado. Sorprendido. Consternado y al mismo tiempo... furioso.
- ¡JOU-CHAN!
- Demonios... – murmuró Kenshin muy bajo, con la boca abierta y los ojos en blanco. Igualito a Sanosuke y a Megumi.
- Wooh! Miren a Kaoru Kamiya, sin duda a demostrado estar a la altura de Megumi Takani con ese bikini, hasta me atrevería a decir que le ha ganado. Y vaya como señores! Hombres, no mueran de deshidratación todavía, aún hay mas.
-Flash-Back-
- ¡Demonios! – masculló Kaoru enojada mirando su reflejo en el espejo, cerrando la bata fuertemente a su cintura.
¿Quién demonios podía usar una bikini como esa¿Quién podía llamar a eso bikini? Definitivamente, ella no. Ni siquiera tenía parte que le cubriera lo suficiente como para llamarse decente.
Maldito diseñador... ¿en que demonios estaba pensando?
Toc-toc
- Señorita Kaoru ¿Puedo entrar? – preguntaba la voz de Kenshin. Kaoru abrió los ojos de sorpresa. Miró a su alrededor, toda su ropa estaba en el suelo...
Kenshin no había esperado una contestación de la morocha y su mano comenzó a acercarse a la cortina, finalmente descorriéndola. Caminó hasta ubicarse frente a ella, pero en un movimiento de cabeza Kaoru notó algo más en el piso.
'Maldición' su ropa interior estaba en el suelo. Rápidamente le cortó el paso mientras con un pie intentaba alejar las prendas del campo de visibilidad.
Kenshin la vio con la respiración un poco agitada y algo nerviosa, creyó que era nerviosismo, después vio sus ojos entrecerrados, y pensó que estaba enojada.
Un remolino de sentimientos era esa mujer. Pensó Kenshin.
- Señorita Kaoru... – comenzó Kenshin.
- Este es un vestuario de chicas sabes? – interrumpió Kaoru frunciendo el cejo.
Kenshin no le dio importancia. Había estado en lugares peores. – Kamatari me dijo que tiene que ir saliendo. En quince minutos sale.
- ¡Quince? – Kaoru sintió desfallecer. Pasó su mano sobre su frente.
Con la reacción de Kaoru, Kenshin se sintió culpable. Después de todo, él como que la estaba obligando, como si fuese un deber que conlleva ser la secretaria de él. Pero aún así, aunque Megumi no se presentará no podía cancelar la pasarela, Aoshi estaría furioso, la prensa enloquecería y probablemente perderían la seriedad que tenían frente a sus clientes. No había otra manera de solucionar las cosas. La única alternativa era Kaoru. Ella había aparecido como una salvación. Debería disculparse.
Kenshin tragó saliva, tal vez, solo por esta vez, tendría que tragarse su orgullo.
Levantó la vista hacia los ojos de Kaoru y lo juró por todos los cielos que intentó a hablar. Pero en aquellos instantes, notó el brillo de los ojos de la misma. Pero además de eso, el poco espacio del vestidor, que solo era para una persona, hizo desviar su vista por todo su cuerpo. Tal vez haya sido el maquillaje, que en adición le quedaba muy bien, resaltándole la cara angelical, o tal vez el hecho de que la bata, al ser de seda le ajustara el cuerpo, resaltando sus curvas y si no fuera poco, la bata era corta, por lo que podía ver gran parte de sus largas piernas blancas. Les juro, que intento mantener su vista en sus ojos, le fascinaba el brillo, pero aquel escote...
- ¿Qué estas mirando? – preguntó recelosa Kaoru, entrecerrando los ojos y cerrando un poco más el escote, al ver la línea de visión que los ojos de Kenshin seguían.
- Oh... no, no estoy viendo nada – se apresuró a decir Kenshin en un tartamudeó.
Obviamente Kaoru no le creyó ni una palabra, y se separó de Kenshin.
- De enserio, no vi nada – Kenshin intentó que su voz fuera un poco más fuerte y que así le creyera. Sin embargo Kaoru le siguió mirando feo. La postura de Kenshin se irguió más como el empresario que era. Sus ojos con decisión y su postura ahora más relajada, con una figura impotente.
- Hentai – La seriedad de Kenshin se fue a las bruces. Y sus cabellos se le erizaron.
- ¡No soy tal cosa! – mintió inútilmente. Kaoru sabía la verdad y cuando más intentará ocultarlo, peor era.
- Entonces¿Qué demonios estas haciendo aquí? – preguntó Kaoru enojada. Aquel pelirrojo comenzaba a exasperarla. ¡Es que no le iba a dejar un segundo sin atormentarla con el maldito bikini?
- Quería saber como estabas – gruñó Kenshin un poco fuera de sus casillas. Pero muy sincero
- Claro – comenzó Kaoru sarcásticamente sin creerle una palabra – Seguro que te sientes muy culpable, haciéndome vestir esto ¿No?
- No, no es eso-
- Entonces ¡Que? Dilo rápido, que a diferencia de otros tengo que trabajar – vociferó muy enojada Kaoru.
La paciencia de Kenshin tiene un límite, y Kaoru lo había superado. Comenzó a avanzar hacia ella rudamente, sus ojos chispeantes de una furia indescriptible. Al ver el cuerpo de Kenshin tan cerca al suyo, Kaoru comenzó a separarse dando unos pasos hacia atrás, pero su espalda choco con el espejo de la pared.
- ¿Que... estas haciendo? – Kaoru intentó que su voz no dejara entrever un dejo de nerviosismo, pero no lo logró.
Kenshin respiró con fuerza, se le dificultaba que el aire pasara por sus pulmones. Pero en aquellos momentos, lo que le importaba era hacerle ver a esos ojos azules la verdad.
- Lo hago porque me importas.
Kaoru supo por su tono que estaba hablando en serio, pero no podía decir nada. Se sentía intimidada por la poca distancia que los separaba, podía sentir su aliento en su cuello, y sus ojos sobre los suyos, y su calor envolviéndola como una pasión indescriptible..
- Yo... yo... – comenzó a tartamudear Kaoru, sin saber muy bien que decir. Un sonrojo comenzando a extenderse por sus mejillas.
- Si... Kaoru? – incentivó Kenshin. Acercándose peligrosamente hacia su cara. Kaoru intentó desviar la vista, pero toda la cara de Kenshin estaba en su campo visual.
- yo... – sus manos apretaban su escote con mucha fuerza, nerviosismo e inquietud en la pelinegra.
- ¡Kaoru-chibi! It's time – la voz de Kamatari los distrajo por un instante. Kamatari entro al vestuario junto con Soujiro, y encontraron un Kenshin y una Kaoru muy cerca además encontraron la ropa interior de Kaoru tirada en el suelo. Kamatari sonrió pícaramente – Ahora, Ken darling, este no es el momento para hacerte el irresistible, Kaoru tiene que modelar – Kamatari intentó un dejo de enfado en su voz, pero su expresión era de pura diversión. Soujiro también sonrió.
- eh?.. si! – dijo Kaoru separándose de Kenshin sin siquiera mirarlo o decirle algo y caminó hacia Soujiro que la esperaba para maquillarse.
Kamatari sonrió mucho más, y Soujiro llevaba a Kaoru hacia uno de los vestidores, pero la voz de Kenshin los detuvo.
- La veré en la pasarela señorita Kaoru.
Kaoru solo se limitó a verlo.
Fin del flash back
- Kaoru Kamiya ha demostrado estar a la altura de la ropa de Shinomori's Company y por si fuera poco ha demostrado ser una de las modelos con mayor rango en Himura's Company. Sin duda las cosas se pondrán más interesantes de ahora en más. Señoras y señores démosle un aplauso a Kaoru Kamiya.
La audiencia se levantó de sus asientos y comenzaron a aplaudir estrepitosamente. Kaoru siguió caminando sonriente por la pasarela. El no llevar tacos le ayudaba mucho a su confianza. Dio un par de vueltas más y deslumbro al público.
Con su pelo suelto y su paso rítmico, toda su cabellera danzaba al compás de una música ajena para el resto. Ella seguía sonriendo. La luz le daba directo a los ojos, haciéndolos brillar más si eso era posible. Y ella estaba feliz, feliz de dejar a todos con la boca abierta.
- déjenme repetirles que este bikini ha sido diseñado por nada menos que Aoshi Shinomori. Su gusto delicado y muy desenfrenado ha logrado captar el modelo. Rojo impactante con tela superpuesta de los matices le dan un toque salvaje. Con ese cinturón de cuero, y esos brillos... ¡parece estar hecho a medida de Kaoru! Muchas gracias, Kaoru, - Kaoru sonrió una vez más y salió de la pasarela, gritos de reproches se alzaron en el público – No se impacienten, ya vendrá. Ahora, comencemos con la última sección. – Y así el público volvió a calmarse.
- ¿Tienes esa foto, Shougo?
- Lo tengo – contestó el más grande.
- Perfecto, entonces. Solo queda una más. – sonrió Sayo muy pero muy contenta.
Sentado en la primera fila, Kenshin no podía estar menos sorprendido, y por primera vez su semblante lo mostraba. ¡Demonios¿Porque no se había fijado un poco más en su secretaria¿En que estaba pensando? Kaoru era hermosa.
Definitivamente hermosa.
- Kaoru chibi darling you were wonderful! - gritó Kamatari feliz al ver volver a Kaoru. Ella no podía dejar de sonreír. Le había gustado y mucho. Se sentía contenta y al mismo tiempo sentía la adrenalina recorrer su cuerpo.
- Muy bien hecho – saludó Soujiro igual de sonriente que Kamatari. Algunas modelos sonrieron, otras, como la gran mayoría, la miraban con rencor y odio, pero a ella no le importó.
- Ven, vamos... tienes que ponerte esto. Es lo último. – dijo Kamatari llevándola hasta un vestuario con Soujiro atrás comenzando a peinarle el cabello.
- ¿Qué es?
- Oh, ya verás que te encantará. – sonrió maliciosamente Kamatari.
- Y como última presentación del día. También tenemos otra prenda hecha a mano por Aoshi Shinomori. Un aplauso por favor. – el comentarista comenzó a aplaudir, al mismo tiempo que varios espectadores comenzaron a imitarlo.
Las luces se apagaron, y solamente una se concentró en la entrada de la pasarela. Comenzaron a caer pétalos de sakura, y una música suave fue escuchada.
Lentamente, Kaoru comenzó a caminar.
Y fue recibida con silencio.
Pero no por desilusión, sino por el impacto.
Kaoru tenía amarrado el cabello en un rodete, y algunos mechones se le escapaban cayendo por sus hombros desnudos. Su cara, maquillada con bases suaves, sus parpados resaltados por una sombra rosa y sus labios también rosas pero con efecto de agua que le daban la sensación de tiernos, sexys y al mismo tiempo de jugosos.
Pero más allá de su rostro, que era sin lugar a dudas angelical, lo que impactaba más, era que estaba vestida de blanco. A decir verdad, tenía una vestido de boda.
Silencio.
Kaoru siguió caminando sin dejar de sonreír. Tenía un ramo de jazmines blancas en sus manos y los apretaba con fuerza debido al nerviosismo ¿Por qué nadie decía nada¿Porque estaba todo el mundo callado? Hasta el comentarista...
¿Estaría mal vestida¿Se habrán dado cuenta de su nerviosismo¿Es que ahora no le gustaba a nadie¿Habían llegado a la conclusión de que no estaba a la altura de Megumi?
Un sentimiento amargo se extendió por su garganta, pero ella siguió sonriendo. Con el mentón levantado, orgullosa. Su vista, se topó con la de Kenshin.
Él también la miraba en silencio. ¿Estaba fea? Con ojos bien grandes, como perdido, intentó decir algo. Su boca se movía, lentamente pero ella no le entendía.
De pronto, todos se levantaron de sus asientos. Y comenzaron a aplaudir mucho más que la primera vez. En todo ese tumulto, Kaoru vio a Misao con un vestido verde, ella le hacía señas con las manos de que todo estaba bien, y le guiñaba el ojo.
Mucho más tranquila, Kaoru sonrió ampliamente, mientras escuchaba lejanamente lo que el comentarista decía.
- Sorprendente, maravilloso... Kaoru Kamiya PROMETE! UNA BELLEZA DESLUMBRANTE
Kaoru caminó hasta la entrada de la pasarela. Allí se encontró con Kamatari que la tomaba del brazo y la volvía a llevar hasta el final de la pasarela. Él sonreía feliz y blandía la mano, saludando al resto. Sin darse cuenta, más personas estaban a su alrededor. Soujiro estaba al fondo. Misao había aparecido junto con Aoshi, que parecía menos estoico de lo normal, pero ninguna cabellera roja.
Miró hacia donde lo había visto sentado, pero la gente le obstruía la vista. De pronto, sintió una mano en su hombro. Se volvió a ver y se encontró con la cara sonriente de su jefe. Su corazón dio un vuelco al verlo tan cerca e inmediatamente él se acercó a su oído y con una voz baja pero clara le dijo.
- Te ves hermosa...
Kaoru abrió grandemente sus ojos al escucharlo sin embargo, a continuación, sin que pudiera preverlo Kenshin le dio un beso e la mejilla. Y sin poder evitarlo se le formó una sonrisa en la cara.
En ese momento, el flash de la cámara la cegó.
- Author's notes –
¿Qué les pareció¿Aburrido¿divertido? Mmm... espero que les haya gustado. Me costó mucho trabajo escribirlo, pero boh... sé que no es la gran cosa, algunas partes pueden ser un poco densas, pero otras me morí de risa escribiéndolas.
No tengo nada nuevo que contarles, salvo que empecé la universidad. Y es re loco...
Finalmente desistí del chico que me gusta.
Tengo varias idea de fics en mi cabeza.
Estoy empezando un proyecto con una amiga mía que promete.
Y... nada más.
Ahora les comento sobre las actualizaciones:
- Broken Pieces – Arriba el capitulo 5
- El fin del sueño – Arriba la parte de Aoshi.
- A la vuelta de mi casa nació el amor: Cupido toca la puerta – Arriba el capitulo 6
Y sobre el resto de mis fics
Like we were yesterday – Capitulo 14 en progreso –
Si te odio te amo, si estudio estoy en el secundario! – Todavía no escribí nada.
Eso es todo.
Los re quiero! Hasta la próxima.
Please review so you'll update soon and makes me happy :)
Por favor review de esa manera actualizaré más rápido y me hace feliz :)
O.o Kaoru-chan o.O