Disclaimer: Naruto y todo lo relacionado pertenece a Masashi Kishimoto y tal... Mendokuse

Este es el primer capítulo revisado.

Si esta es tu primera vez leyendo este fic ¡Hola! bienvenido y espero que te guste.


No podía creer su mala suerte, la primera misión en solitario que le encomendaban desde que por fin había ascendido a Chuunin y le ocurría esto. En teoría no era una misión complicada, tan solo llevarle un mensaje a uno de los espías de la hoja en un pequeño territorio cercano al país de las nubes. Lo que la hacia una misión de clase B era que en ese territorio la influencia de los ninjas de la villa del sonido había aumentado considerablemente en los últimos meses, por lo cual debía pasar totalmente desapercibida como ninja de la hoja. Había decidido que lo mejor seria viajar de incógnito, vestida con unas ropas sencillas que no delatasen su condición de ninja. Con lo que no había contado era con que una chica joven viajando sola era una presa muy tentadora para bandidos y otros indeseables. No es que le preocupase demasiado el hecho de que intentasen asaltarla, después de todo hasta ella misma admitía que se había vuelto bastante más fuerte desde que Neiji-niisan había aceptado ayudarla a entrenar. Ahora incluso era capaz de usar el kaiten, o giro celestial. El problema era que machacar a unos cuantos bandidos echaría a perder su tapadera. Así que la solución más lógica era huir, pero tampoco podía hacerlo de la manera más efectiva -es decir usando sus habilidades de ninja- por razones obvias. Lo cual la llevaba a la situación actual.

Era evidente que simplemente corriendo no se iba a librar de sus perseguidores, así que por poco que le gustase tendría que enfrentarse a ellos. A simple vista solo eran dos hombres los que la perseguían, pero gracias al Byakugan sabía que había otros tres avanzando por los árboles. Ninjas, aunque seguramente de bajo rango. Si se dedicaban a asaltar a la gente en los caminos es que no debían ser lo suficientemente buenos como para ofrecerse como mercenarios.

Tres kunais se clavaron en el suelo a pocos pasos de donde se encontraba Hinata, al parecer querían que se dirigiese hacia un sitio en concreto. Usó el Byakugan para ver hacia donde querían guiarla. A unos cientos de metros había un pequeño claro. ¿Era allí hacia donde la estaban llevando? ¿Sabían que presentaría batalla y por eso la llevaban a un terreno en el que tuviesen suficiente espacio para lanzar un ataque conjunto? ¿Acaso sabían qué era ella en realidad? Claro, siempre cabía la posibilidad que los ninjas que estaban en los árboles hubiesen notado el chakra que había usado para activar la técnica del ojo blanco a pesar de que era una cantidad muy pequeña.

Al fin Hinata salió al pequeño claro. Antes no se había fijado en ello pero en éste había una pequeña hoguera encendida con una cacerola encima de la cual salía vapor. Por el aspecto del pequeño campamento que parecía que había sido montado recientemente dudaba que allí acampase más de una persona.

Dos figuras pasaron a toda velocidad por su izquierda, mientras que una hacia lo mismo por la derecha. Con el Byakugan, Hinata podía ver perfectamente el chakra concentrado en las piernas de dichas figuras. Al parecer al menos uno de los ninjas era bastante novato ya que al pasar cerca del fuego casi tropezó con la cacerola mandándola a volar hasta unos arbustos junto con su contenido.

Hinata se encontró rodeada, los tres ninjas se habían colocado de tal manera que le impedían seguir avanzando o escapar por los lados, mientras que los otros dos hombres que la habían estado persiguiendo le cortaban la retirada. Había llegado el momento. Respiró hondo para tranquilizarse. A pesar de los progresos que había hecho en los últimos dos años aun quedaba una parte de ella que se sentía inferior a los demás, un fracaso, una deshonra al clan Hyûga. Cada vez que esa parte de ella amenazaba con salir a la superficie solo tenia que recordar el momento en que decidió cambiar, la persona por quien decidió cambiar. Puede que en el día a día siguiese siendo la misma chica callada y tímida, pero durante las misiones era totalmente distinta. Quería ser fuerte, no para complacer a su padre y al clan. Quería que cuando él, Naruto Uzumaki, volviese a Konoha se sintiese orgulloso de ella.

-Muy bien pequeña, ahora vamos a divertirnos un poco- Comenzó a decir el tipo que tenia delante mientras avanzaba hacia ella. No llevaba ningún símbolo de ninguna de las villas ocultas, ni él ni los otros dos.

Cuando Hinata se disponía a colocarse en una postura de ataque algo pasó volando entre ella y su oponente.

-Era la ultima ración de ramen que me quedaba y el próximo pueblo esta a un día de camino, BAAAAKA. Espero que eso te enseñe a no tirar el ramen de los demás- Lo que había pasado volando no era otra cosa que el ninja que se encontraba a su izquierda, el mismo que había tropezado con la cacerola. Hinata no podía salir de su asombro, como si el pensar en él lo hubiese invocado, allí estaba Naruto Uzumaki. -Además ¿qué hacen cinco tipos creciditos persiguiendo a una chica por el bosque?- Estaba bastante mas alto y ancho de hombros, se notaba que esos dos años de entrenamiento fuera de Konoha no habían pasado en balde. Su ropa también era ligeramente distinta, seguía predominando el color naranja -solo un ninja tan 'original' como él podría elegir un color como ese para su ropa- pero donde antes había azul ahora era el color negro el que cubría la parte de los hombros y el cuello de su chaqueta, cuello del que había desaparecido todo rastro del acolchado y ahora subía hasta casi la mandíbula del chico. Aparte de eso era el mismo Naruto de siempre, con su pelo rubio en punta, las marcas en sus mejillas y esa mirada de determinación.

Estaba tan sorprendida que no le salían las palabras, lo último que hubiese esperado al aceptar la misión era encontrarse con él. Incluso perdió el control del Byakugan que dejó de hacer efecto inmediatamente. Se limitó a mirarle con los ojos aún desorbitados por el asombro mientras avanzaba hacia ella.

-Maldito, no sabes con quien te metes, te vamos a hacer picadillo- Comenzó a gritar el que parecía el cabecilla del grupo. Aunque el hecho de que uno de sus compañeros estuviese estampado contra un árbol restaba fuerza a una amenaza débil de por sí.

Haciendo caso omiso de los gritos, Naruto se acercó hasta donde se encontraba Hinata y poniéndole las manos en los hombros le susurro al oído -No te preocupes, te sacaré de aquí- Y antes de que ella pudiese protestar (a pesar de que en realidad apenas estaba en condiciones de hablar, menos todavía de protestar aún cuando hubiese reunido el valor para hacerlo) o decirle que podía ayudarle en la pelea él la apartó bruscamente lanzándola hacia unos arbustos.

-Bueno atacáis de una vez o vais a esperar a que nos salgan raíces- Gritó el ninja rubio.

Hinata, un poco recuperada de la impresión se disponía a acudir en su ayuda (aunque en el fondo sabía que no necesitaba ayuda) cuando un brazo rodeó su cintura mientras una mano tapaba su boca. Hinata se revolvió tanto como pudo mientras su misterioso asaltante la arrastraba entre los arbustos. Estaba segura de que solo eran cinco los bandidos que la habían perseguido hasta aquí ¿Se habría equivocado? Hacía mucho que no cometía un error como este en una misión. Pero cuando los cometía eran sus compañeros los que tenían que arreglarlo... pero ahora estaba sola. Al principio el pánico amenazó con dominarla, pero una vez mas el pensar en Naruto hizo que consiguiese reaccionar. Se disponía a descargar un golpe con la palma de la mano cargada de chakra (el estilo de lucha de la familia Hyûga) cuando un susurro en su oído la detuvo.

-Te prometí que te sacaría de ahí, y siempre cumplo lo que prometo- era Naruto quien la había estado agarrando todo este tiempo, alejándola de la pelea. Sin variar su sonrisa característica (esa que hace que parezca que tiene los ojos cerrados) cogió a la chica en brazos y se alejó de allí de árbol en árbol.

Le entraron ganas de reír por lo tonta que había sido. Mira que no darse cuenta que el chico había utilizado el Kagebunshin no jutsu, la multiplicación de cuerpos. Aunque la verdad es que Naruto ya era experto en esa técnica incluso antes de irse de la villa de la hoja a entrenar con Jiraiya-sama. Incluso a Neiji-niisan le había sido imposible distinguir al verdadero de las copias en el combate que mantuvieron.

Hasta que se detuvieron y Naruto la dejó en el suelo Hinata no fue capaz de decir nada, estaba demasiado conmocionada, o más bien emocionada, por haber estado en los brazos de su querido Naruto.

-Ano... Naruto-kun...- consiguió decir tímidamente. Tanto tiempo pensando en este momento, intentando prepararse para cuando le volviese a ver y resulta que seguía sonando igual que siempre... Hizo acopio de todo el valor que le quedaba y se decidió a hablar con mas firmeza, e incluso a mirarle a los ojos al hablar.

-Ehhh ¿Nos conocemos?- Dijo el chico antes de que Hinata pudiese continuar. Puede que si no le hubiese estado mirando a los ojos no hubiese resultado tan doloroso... Lo decía totalmente en serio, no se acordaba de ella. Inmediatamente se le cayó el alma a los pies. Instintivamente Hinata adoptó una postura que había estado tratando de evitar durante todo este tiempo. Bajó la vista hasta sus pies y levantó las manos a la altura de la barbilla con los brazos pegados al cuerpo. Tocando un índice con otro mientras trataba de reprimir las lágrimas. ¿Cómo podía haber sido tan tonta? Claro que él no la recordaba... ¿Por qué iba a acordarse de una chica que era, según sus propias palabras 'una sosa, timidona y un poco rarita'? Seguramente lo de que le gustaban las personas como ella que dijo a continuación solo lo dijo por ser amable. 'No... Él no es así' al menos una parte de ella seguía luchando por mantener la compostura y mostrarse fuerte ante Naruto... o ante cualquiera. 'Él siempre ha sido sincero, seguro que no lo decía solo por ser amable o por compromiso... en cuanto a lo de que no me reconozca, seguro que tiene que haber una explicación'.

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Bien... había conseguido salvar a la chica de esos bandidos. Podía haberles hecho picadillo directamente en vez de usar ese truco -la verdad es que seguía enfadado por el desperdicio de su ramen- pero corría el riesgo de que la chica saliese herida en la pelea. De todas formas estaba seguro de que su copia no había tenido ningún problema en darle una lección a esos tipos, realmente parecían bastante enclenques. Ya iba siendo hora de dejar a la chica en el suelo, ya estaban lo suficientemente lejos y no quería que pensara que era un pervertido como el Ero-sennin. La verdad es que la chica le había parecido familiar desde que la vio corriendo por el bosque, lo malo es que el que sí la había visto bien era su clon que había dejado dándoles una paliza a esos bandidos de pacotilla. Él solo la había visto de espaldas, y cuando la cogió en brazos no se atrevió a mirarla a la cara -tanto por que el hecho de que ya de por si era suficientemente embarazoso llevar a una chica en brazos, como por que se lo podía tomar a mal... Todavía recordaba como se ponía Sakura-chan cada vez que él hacia algo que la molestaba... de hecho alguno de los golpes le dolían solo de recordarlo-. Bien... una vez en el suelo no debería tener ningún problema en mirarla a la cara.

-A... Naruto-kun...- Comenzó a decir la chica cuando Naruto la dejó en el suelo.

'¡¿Cómo sabe mi nombre?!'

-Ehhh ¿Nos conocemos?- A mitad de la frase la chica había levantado la vista para mirarle a los ojos. Solo fue un momento antes de que ella volviese a bajar la mirada, pero fue tiempo suficiente para reconocer unos ojos inconfundibles, los ojos de un miembro del clan Hyûga. Y solo había dos Hyûga que se dignasen a dirigirle la palabra. Uno era Neiji, que era un chico... y a menos que hubiese cambiado muuucho (incluyendo de sexo) no podía ser él. Lo cual solo dejaba a Hinata, una chica callada y tímida, pero una buena chica al fin y al cabo, que además había sido una de las pocas personas que le había tratado amablemente cuando aun estaba en Konoha. Ahora que se fijaba bien si que era ella, aunque estaba bastante cambiada. Para empezar no había ni rastro del abrigo que siempre parecía llevar puesto. En su lugar la ropa que llevaba era de lo más simple, unos pantalones y una camisa de algodón en colores pardos. No solo eso había cambiado, la verdad es que había crecido bastante desde la ultima vez que recordaba haberla visto (normal, al fin y al cabo estaba en la edad) y no solo a lo alto. 'Arrrg paso demasiado tiempo con ese viejo verde' pensó mientras alejaba la idea de cuantas curvas más tenia Hinata desde su ultimo encuentro. También se había dejado crecer el pelo de manera considerable de forma que ahora le llegaba hasta la parte baja de la espalda, aunque los dos mechones que enmarcaban su cara seguían presentes. Pero lo que realmente le confirmó la identidad de la chica fue el gesto de juguetear con sus dedos índice, lo hacia siempre (al menos siempre que estaba nerviosa... y como siempre estaba nerviosa cerca de Naruto para él era un gesto que hacia siempre).

-Hinata, eres Hinata ¿verdad?- La cara de la chica pareció iluminarse al oír su nombre. Apenas le dio tiempo a asentir con la cabeza antes de que Naruto siguiese hablando casi sin pararse a respirar -¡¡Cómo has cambiado!! Quéhacesporaquíestasenunamisión hayalguienmasdeKonhaporaquíoestastusolatienesquecontarmecomohaestado últimamentelavilla...- siguió un rato así hasta que al fin tuvo que parar a respirar, aunque no fue una pausa muy larga tras la cual añadió mientras la abrazaba -¡No sabes como me alegro de verte!- Tras lo cual se retiró un poco -Je je... Lo siento me he emocionado un poco- Dijo con una sonrisa al ver que la pobre Hinata estaba tan azorada que parecía a punto de desmayarse.

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Hinata tuvo que hacer acopio de todo el autocontrol que le quedaba para evitar que se le doblasen las rodillas. Era irónico como una misma persona podía inspirarle tanta fuerza y al mismo tiempo ser su mayor debilidad. Finalmente consiguió recuperarse lo suficiente como para hablar.

-Yo también me alegro de verte Naruto-kun- No estaba mal, había conseguido no tartamudear e incluso había levantado un poco la vista (no le había mirado a los ojos pero al menos tampoco tenia la vista clavada en el suelo).

-Hinata... ¿cómo es que no llevas el protector con el símbolo de la hoja?- Hinata se estremeció cuando notó como la mirada de Naruto la recorría de arriba abajo -No habrá pasado nada extraño en la villa ¿verdad?

-No, no es nada de eso- Sabía que después de que Sasuke abandonó Konoha, Naruto estaba muy susceptible -Es que estoy en una misión y tengo que ir de incógnito- Se apresuró a añadir.

-Ahh... Espera un momento ¿No te habré fastidiado la misión con lo de antes?- Se apresuró a decir el ninja rubio -Te aseguro que no era mi intención, no te había reconocido- Añadió con una sonrisa nerviosa mientras se frotaba la nuca con la mano.

-No, no Naruto-kun... todo lo contrario- respondió Hinata sacudiendo enérgicamente la cabeza -Si hubiese luchado entonces hubiese echado a perder mi papel de chica normal y corriente.

-Ufff... menos mal- dijo con un suspiro de alivio -¿pero estas tu sola en una misión tan lejos?

-No es una misión muy importante ni complicada... solo llevar un mensaje.

-Ahhh... bueno pues decidido, te acompañare para que así no te pase otra vez lo mismo de antes. Si hay que luchar yo lo haré por ti para que puedas seguir de incógnito-

-Ehhh... pero Na... Naruto-kun...- la propuesta de Naruto la había cogido totalmente desprevenida.

-Oh... si claro- dijo Naruto quitándose el protector de la cabeza y guardándolo en uno de los bolsillos de su chaqueta -no tendría sentido que fueses de incógnito si te acompaño con esto puesto.

-Pero Naruto-kun ¿no estabas entrenando con Jiraiya-sama?- Consiguió decir al fin.

-Ohhh... eso...- Dijo Naruto mientras ponía ambas manos detrás de la cabeza en un gesto despreocupado -Verás, últimamente ese viejo verde se pasaba mucho más tiempo 'documentandose' que enseñándome nuevos Jutsus o buscando información para traer de vuelta a Sasuke, así que cuando me enteré que por aquí había ninjas del sonido lo dejé en uno de sus preciosos balnearios y me vine yo solo- La sonrisa de Naruto se hizo todavía mas amplia. Sonrisa que Hinata (observadora oficial de Naruto) reconoció enseguida, era la misma sonrisa que tenia cada vez que hacia una broma de las suyas.

----------Flashback--------------

'Ohhh si, el próximo numero será todo un éxito' Jiraiya había encontrado finalmente el lugar ideal para 'tomar notas' para su obra maestra 'Itcha itcha tactics'. Las vistas de la zona de baños femenina eran magnificas desde ese arbusto. El lápiz casi echaba humo de la velocidad con la que hacia anotaciones y bocetos en su libreta. Medidas, altura, color de pelo, todo quedaba registrado gracias a la gran experiencia del legendario Sannin en estos temas. Acabó de observar y registrar los datos de una atractiva morena y pasó a fijar su atención en una estupenda rubia que tenia cerca. Había algo en ella que le resultaba vagamente familiar ¿quizás sus coletas?... ¿tal vez sus...? Bueno, al fin y al cabo Jiraiya se vanagloriaba de poder reconocer a cualquier mujer solo mirando sus... ejem 'atributos'. Jiraiya no reparó en las marcas de las mejillas de la chica hasta que fue demasiado tarde.

-Ahhhhh pervertidoooooooooo - Gritó la chica a la vez que apartaba las ramas del arbusto en el que estaba escondido Jiraiya.

Antes de que pudiese salir de su asombro una lluvia de botellas de champú, zapatillas de baño, baldes de madera y alguna que otra piedra de considerables dimensiones cayó sobre él. Por suerte, acostumbrado a los golpes de Tsunade, eso no fue nada para el gran Jiraiya -a excepción de la ocasional piedra del tamaño de un balón de fútbol- pero aun así tuvo que poner pies en polvorosa ante una multitud de mujeres furiosas.

'Maldito Naruto y su Orioke no Jutsu' pensó desde su nuevo escondite del que no podría salir al menos en un par de horas por riesgo de volver a encontrarse ante una turba enfurecida 'en cuanto le pille...'. Y como de todo se aprende Jiraiya también tomó nota mental de mirar antes a la cara que a los 'atributos' de las chicas la próxima vez que fuese a documentarse.

------------------fin del Flashback-----------------------

-A... Naruto-kun ¿estas bien?- Dijo Hinata preocupada porque Naruto no había parado de reír como un maniaco desde hacia un rato.

-eh... oh si, si jejeje- respondió finalmente el chico rubio -solo me estaba acordando de la distracción que usé para poder irme.

Hinata decidió que prefería no saber los detalles, así que cambió de tema inmediatamente.

-Na... Naruto-kun entonces estas aquí para...

-Buscar algún ninja del sonido y sacarle donde esta Sasuke a base de golpes- contestó Naruto con su habitual despreocupación -Pero he estado dando vueltas por aquí durante días y no he visto ni uno... ¿tu no habrás visto alguno, Hinata?- A pesar de su gran admiración por él Hinata tenía que admitir que un poco cortito si que era. Parte de sus pensamientos debieron reflejarse en la cara de la chica ya que Naruto inmediatamente continuó. –Je je, era broma. Pero si que estoy buscando información acerca de la aldea del sonido, parece que hay rumores de actividad de ninjas del sonido cerca de la frontera con kumo. Había pensado dirigirme a algún pueblo para intentar conseguir más información y ya que estas aquí podemos ir juntos y hablar un poco, hace tiempo que quería saber que tal les va a todos... bueno, eso si no te importa que te acompañe- añadió como si se le acabase de pasar la idea por la cabeza.

-Está bien.

-Entonces en marcha- dijo Naruto tomando la mano de una sorprendida Hinata y empezó a andar.

-Ehhh... ¿Naruto-kun?

-¿Sí, Hinata?

-A... ¿no vas a recoger tus cosas de tu campamento?-

-jejeje un ninja tiene que adelantarse a los acontecimientos- dijo señalando la mochila que llevaba a la espalda -tengo aquí todo lo que necesito...- y después añadió por lo bajo haciendo un ligero mohín -menos mi cacerola y mi ramen.

-Pero... Naruto-kun...

-¿Sí, Hinata?

-El pueblo al que voy esta en la otra dirección.

Continuará...