UN NUEVO ENCUENTRO.
La hora del almuerzo había concluido, los profesores ya no estaban en su mesa, pero algunos alumnos aun permanecían es sus asientos, manteniendo conversaciones entre ellos.
Harry estaba rodeado de sus compañeros de equipo, quienes no paraban de comentar jugadas, pero él no prestaba mucha atención, su mirada y sus pensamientos estaban fijos en un punto, un poco mas allá en la mesa de Gryffindors.
Mas allá donde una chica pelirroja estaba en medio de un grupo de chicas que reían y charlaban animadamente.
Ginny tenia aun sus mejillas un poco sonrosadas y se había colocado la bufanda con los colores de su casa. Algo que a muchos sorprendió, porque estaba comenzando el verano y el calor era un poco fuerte. Pero ella se excuso argumentando que se sentía resfriada.
Sin embargo Harry bien sabia que esa bufanda escondía rastros del apasionado encuentro que él y ella habían sostenido hacia escasas horas, en las duchas de los vestuarios.
Se sintió un poco culpable, pero una seguridad de posesión le hizo dedicarle una amplia sonrisa que hizo a Ginny sonrojarse mucho mas y bajar la mirada.
Ella no sabia que hacer ni como actuar, sentía su mirada anhelante sobre ella, mientras un calor la invadía, y una sensación en su vientre le había hecho perder el apetito.
Una lechuza hizo su aparición y posándose frente a Ginny le extendió la pata.
Ella tomo el pequeño pergamino y al leerlo sintió como su corazón comenzaba a latir desenfrenado.
Te espero a las 5 de la tarde en la sala de los menesteres.
Por favor no faltes que me muero por hacerte mía.
Ginny trajo fuerte y escondió rápidamente el pergamino entre el bolsillo de su pantalón vaquero.
Sus amigas la miraban intrigadas y comenzaron a burlarse de ella.
Harry le busco la mirada, deseoso de que le diera alguna señal de aceptación a su petición, pero ella rehusaba dedicarle unos segundos.
Así pasaron los minutos y una hora mas tarde, Harry aun no conseguía la respuesta que anhelaba, por lo que pensó angustiado.
Quizás piensa que quiero solo un momento. Y no la culpo. Soy famoso en eso: En aventuras y nada mas. Pero ella tiene que saber que me importa, que la amo, y que la quiero solo para mi por el resto de mi vida.
Vamos Harry, una montaña de tarea nos espera.-dijo Ron aburrido mientras invitaba a su amigo a seguirlo.
Ron me permites decirle algo a tu hermana.-preguntó Harry con seriedad
Claro.-dijo Ron sin prestar mucha atención.
Harry se alejo de su amigo y con paso firme camino hasta Ginny. La toco por el hombro y ella volvió sus ojos hacia él.
Harry paso su mano derecha por la nuca de ella, y la atrajo hacia él.
Luego poso sus labios sobre los femeninos, cerrando los ojos, mientras su lengua reclamaba su espacio.
Ginny se quedo inmóvil ante aquel desprevenido beso, pero no tardo en corresponder, cerrando también los ojos.
Ambos permanecieron ajenos de todo a su alrededor.
Pero el silencio que se produjo en el gran comedor fue tan ensordecedor, que ambos no pudieron evitar notarlo.
Y lentamente se separaron.
Se miraron extasiados.
Ella hizo un pequeño movimiento afirmativo con la cabeza y él sonrió feliz.
Ha...Harry... ¿qué... qué significa esto?.-pregunto Ron perplejo ante lo que había visto.
Tu me diste permiso.-dijo Harry con tono inocente.
Yo...yo...yo.-tartamudeo Ron mientras su rostro comenzaba a enrojecerse de coraje.
Harry le dedico una ultima mirada a Ginny antes de abandonar el salón y correr por su vida, antes de que Ron reaccionara por completo.
Ginny podía sentir todas la miradas sobre ella.
Miradas de todo tipo: de sorpresa, de inquietud, de alegría, de curiosidad, de celos y de rabia.
Eres una mala amiga.-dijo una chica de ojos negros-.¿desde cuando te hiciste novia de Harry y no nos has dicho nada?.
Eso no es de la incumbencia de ninguna de ustedes.-dijo Hermione levantándose de la mesa y tomando a Ginny por el brazo se la llevó con ella.
A salvo en uno de los baños del segundo piso, Hermione interrogaba inquisidoramente a Ginny
Ahora vas a contarme con lujo de detalles todo, absolutamente todo
No ha pasado nada Hermione.-dijo Ginny mirando al techo
Vamos no te hagas la inocente.-dijo Hermione obligándola a mirarla-. Si Harry te beso de esa forma en el comedor delante de todos, es porque algo paso en las duchas y quiero saber que fue.
Y ¿cómo sabes tu que Harry y yo estábamos en las duchas?.-pregunto Ginny suspicaz.
Bueno...eeeeeeh... quizás yo tuve algo que ver en eso.-confeso Hermione algo apenada-. Pero eso ahora no importa. Dime de una vez que paso.
Hermione ¿tu nos encerraste en el baño?.-dijo Ginny con asombro
Hermione solo atino a mover su cabeza afirmativamente, esperando una reprimenda de su amiga.
Pero se sorprendió al recibir un caluroso abrazo por parte de la pelirroja.
¡¡Hermione, gracias, gracias!.-agradeció Ginny emocionada-. ¿Como haré para pagártelo?.
Muy fácil. Cuéntamelo todo.-sonrió Hermione con picardía.
Harry se había encerrado en el baño del cuarto que compartía con otros Gryffindors.
Abre la puerta Harry. No seas cobarde.-gritaba Ron mientras golpeaba la puerta con furia-. Sal y explícame lo que vi hace un momento en el gran comedor.
Saldré cuando te hallas calmado.-dijo Harry detrás de la puerta-. No quiero morir joven.
Déjate de payasadas y asume la seriedad que el momento amerita.-continuo gritando Ron enardecido-. ¿con que derecho besas de esa forma poco decente, a mi hermana delante del todo el colegio?
Con el derecho que me da amarla como la amo.-dijo Harry abriendo la puerta y encarando a Ron.
¿Amarla?. Y ¿desde cuando amas tu a mi hermana, si tan solo hace dos semanas salías con Susan Bones.-le reprocho Ron un poco mas calmado-. No quiero que mi hermana sea solo una de tus tantas aventuras. Ella no es ningún trofeo.
Lo se Ron. Y créeme que lo que siento por ella es real.-se explico Harry-. Te juro por el amor de mis padres que nunca he sido mas sincero en mi vida. Amo a Ginny y ella me ama, hoy lo confirme, y quiero compartir el resto de mi vida con ella. O al menos la poca o mucha que Voldemort me deje disfrutar.
Harry sabes que yo te quiero como ha un hermano, y que por mucho tiempo desee que tu y Ginny concretaran algo, pero he visto como te comportas en tus relaciones, como han sido tan solo un pasatiempo y no quiero que Ginny sufra por tu culpa, porque por mucho que te aprecie no te lo perdonare.-dijo Ron preocupado.
Ron, necesito que me creas.-dijo Harry colocando una mano sobre su hombro-. Necesito tu confianza en mi y en lo que siento por Ginny. La amo. Y quiero que todo el mundo lo sepa. Te aseguro que no cometeré los mismos errores.
Esta bien Harry, voy a confiar en ti.-acepto Ron al fin-. Pero promete que no vas a volver a dar espectáculos como el de hoy, que vas a respetarla.
Voy a respetarla tanto como ella me respete a mi.-dijo Harry tratando de no reírse.
Eso me parece bien.-dijo Ron en un suspiro-. Porque con lo tímida que es, ya se que nunca harán nada indebido.
-Hay amigo mío si tu supieras.- pensó Harry picaramente.
¿Que Harry te hizo que..., ¿qué tu le hiciste que...?.-pregunto atragantada Hermione.
Por Merlín Hermione no pongas esa cara que me avergüenzas mas.-dijo Ginny entre rizas nerviosas.
Esto no me lo creo.-dijo Hermione soltando un silbido de admiración-. ¿y donde aprendiste tu, a hacer esas cosas?
Bueno he leído libros.-dijo Ginny mirando al suelo-. Y también tengo mis fantasías.
Y yo que pensaba que tan solo yo, leía sobre el tema.-dijo Hermione con una sonrisa.
¿Tu has leído sobre eso?.-pregunto Ginny asombrada.
Claro y también lo he practicado.-dijo Hermione muy satisfecha de si misma.
¿Lo has practicado, y ¿con quien?.-Ginny no salía de su asombro
Pues con quien mas, con Ronald por supuesto.- confeso Hermione sin pudor.
¿Con Ron?.-casi grito Ginny sorprendida-. No lo creo, pero si él que se la da de tan correcto.
Y lo es. Lo hace todo correctamente.-dijo Hermione con perversidad-. Y ha resultado muy, muy competente.
¡Cielos, no puedo imaginarme a Ron en esas cosas.- dijo Ginny sonrojada
Yo tampoco te puedo imaginar en esas cosas.- dijo Hermione para luego soltar una carcajada.
Ginny rió nerviosa. Pero rápidamente pensó que si Hermione parecía muy experta en el asunto, podía pedirle consejo.
Pues claro que si.-dijo Hermione dispuesta-. Tu solo pregunta y yo te guiare.
Ginny caminaba presurosa por el pasillo, no recordaba exactamente donde quedaba esa sala de los menesteres, desde su cuarto curso no la había visitado mas.
Y estaba tan nerviosa que no sabia muy bien como invocarla.
Llegó hasta el final del pasillo preocupada, ya que ninguna puerta se había abierto.
No quería para nada, llegar tarde a su cita, y menos que Harry pensara que ella podía despreciar su invitación.
Con todas la fuerzas de su corazón quería encontrar el lugar, para estar una vez mas entre los brazos del único y gran amor de su vida.
De pronto un ruido la hizo volver los ojos a su izquierda, allí ante ella aparecía una enorme y amplia puerta de caoba, con repliegues en oro.
Ginny trago con fuerza al ver que la puerta se abría lentamente invitándola a entrar.
Ella así lo hizo.
Era una habitación con paredes forradas en espejos que la hacían lucir mucho mas amplia de lo que era. Del techo colgaba una hermosa lámpara de cristal que irradiaba luces tornasol. Y suspendidas en el aire miles de velas de diferentes tamaños y colores que impregnaban al lugar de paz y serenidad.
En una esquina estaba una cama con un dosel de cuatro puntas que la coronaba majestuosamente y montada sobre un pedestal de mármol, con varios escalones cubiertos con una mullida alfombra escarlata, resaltaba con imponencia.
Mas allá estaba Harry esperándola, vestido con una elegante túnica azul, quien no pudo evitar sonreír y emocionarse nuevamente ante la presencia femenina.
Ginny llevaba una capa con los colores de Gryffindors, cubriendo casi todo su cuerpo, dejando todo a la imaginación.
A él le extraño un poco aquello, pero en realidad no le dio importancia, cuando la tuvo tan cerca
Gracias por venir.-dijo Harry alegre-. Pensé que ni aun con ese beso había logrado convencerte.
¿Por qué lo hiciste?.-pregunto Ginny algo asustada por la cercanía masculina.
Por que te amo, y quería que no tuvieses duda de ello.-dijo Harry tomándola entre sus brazos.
Él volvió a besarla apasionadamente y ella correspondió de igual forma.
Los labios se juntaban y separaban dando paso a una exploración mas profunda por parte de sus lenguas, saboreando así cada milímetro de sus bocas.
Harry mordía suavemente los labios de ella
Y Ginny respondía succionando los labios de él cuando lograba tomar el control.
Luego vino el resto de la piel.
Harry deslizo sus manos por su cuello y vio las marcas violáceos que el encuentro matutino habían dejado.
Discúlpame.-atino a decir Harry, mientras besaba con ternura los lugares lesionados.
No te preocupes, ya desaparecerán.-dijo Ginny acariciando sus cabellos azabache.
Sin embargo Harry se puso algo tenso, al comprender que tal vez su pasión se podía desbordar y producir mas daño que placer.
Ginny comprendió rápidamente la preocupación del chico, por lo que comenzó a invadir con sus manos el pecho masculino, luego de despojarlo de la túnica, para seguir luego con la camisa. Pero sin abandonar los labios de él.
Harry se dejo acariciar, entregándose a las caricias de Ginny, y poco a poco sintió desfallecer cuando aquellas suaves manos se habían colado mas allá de su abdomen.
Él no pudo soportar mas aquello, porque no quería sucumbir por completo ante ella, así que intentó tomar el control de la situación, comenzó a desabotonar la capa
No. Aun no.-dijo Ginny susurrando en su oído.
Le detuvo las manos y se alejó de él.
Por favor Ginny.- suplico Harry-. Déjame tocarte. Déjame hacerte sentir el mismo placer que tu me estas haciendo sentir.
Ven.- dijo Ginny haciéndole una señal con la mano.
Ella se había sentado al borde de la cama, invitándolo a seguirle.
Harry así lo hizo.
Ginny lo empujo suavemente para que se acomodara sobre la acolchada sabana que cubría la cama.
Harry cerro los ojos al comprender lo que vendría a continuación.
Sintió como ella le retiraba la ropa que aun le quedaba y como besaba con suavidad sus muslos, mientras acariciaba su miembro masculino.
Él dejo escapar suspiros y gemidos cada vez que aquellas manos, que aquellos labios le hacían temblar de placer.
Ginny succionaba rítmicamente esa parte de Harry que rápidamente respondió con firmeza a tales embestidas.
Ginny. Ginny.- dijo Él sin poder dejar de pronunciar su nombre, mientras se movía al compás de esas ardientes caricias.
Y sin querer evitarlo dejo que la situación culminara en un clímax sorpréndete, que Harry nunca había experimentado.
Jadeaba, tratando de recuperar el aliento y la razón.
Tenia el rostro y todo el cuerpo cubierto de sudor. El corazón parecía querer salirse de su pecho y su garganta estaba seca.
No podía moverse.
Pero sintió un nuevo estremecimiento al sentir el aliento de ella cerca de su oído.
¿Te gusto?.-pregunto Ginny con malicia.
Eres una bruja malvada.-dijo Harry divertido.-te has aprovechado de mi. Pero conseguiré mi revancha.
Veremos si puedes superarme.-lo reto.
Harry sintió recobrar las fuerzas ante tal invitación.
Por lo que sin problemas se coloco sobre ella. E intento nuevamente quitarle la capa, no encontrando en esta ocasión resistencia alguna.
Bajo la capa, la chica tenia su túnica, la cual él retiro con impaciencia.
Ella sonrió y se entrego al juego.
Pero con cierta frustración se encontró con mas ropa de la debida. Sin embargo le pareció muy excitante el conseguir aquellas barreras, por lo que decidió hacerla sufrir un poco.
Se entretuvo en sus labios, los cuales beso sin prisa alguna. Luego descendió por su cuello mientras abría un poco la blusa de ella solo para dejar un trozo de piel al descubierto, la cual lamió con sutileza, volviendo a subir de nuevo hasta sus labios.
Las manos se introdujeron por entre el chaleco y acariciaron sobre la tela los pechos femeninos, haciendo que ella reaccionara tratando de ayudarlo a despejar el camino hacia ellos.
Él ignoro su ayuda, ocupándose ahora en los pies de ella.
Le quito los zapatos y las medias, mientras le acariciaba por entre los dedos, y subía sus manos por sus piernas hasta llegar a sus muslos.
Volvió a apoderarse de sus labios al tiempo que sus manos ocupaban sus glúteos, por entre su ropa interior.
Ginny lo abrazo con fuerza, al sentir como su miembro erecto rozaba el centro de su sexo, pensando que tal vez seria despojada de la tela que aun la cubría, y así seria invadida una vez mas.
Pero se sintió frustrada al comprender que eso aun no pasaría.
Harry sonrió satisfecho. Pero reconoció que ardía en deseos de terminar de deshacer de esa ropa que estorbaba en sus propósitos, así que decidió dar rienda suelta a su pasión.
Quito rápidamente el chaleco y la blusa, tarea en la que Ginny colaboro complacida.
Al igual que con el resto de las prendas.
Él no perdió mas tiempo. Se apodero de los pechos femeninos acariciándolos con desenfreno, para luego succionar y morder sus pezones.
Ginny gemía, lo que hizo que Harry se entregara mas a su lujuria.
Sus partes intimas habían entrado de nuevo en un contacto mucho mas profundo.
Los roces fueron aumentando en intensidad, por lo que Ginny separo aun mas sus muslos, tratando de darle mayor campo de acción a aquel intruso que suplicaba por entrar dentro de ella.
Sin embargo eso no estaba en los planes de Harry, no todavía.
Una exclamación de frustración broto de su boca, al sentir como él se alejaba un poco de ella.
La tomo por la cintura y la empujo un poco mas al centro de la cama.
Ella no se resistió, presa de incertidumbre y anhelo.
Él se coloco entre sus piernas, y sin apartar su mirada de ella, sus manos comenzaron a acariciar los labios vaginales.
Ginny comenzó a respirar entrecortadamente mientras su cuerpo se estremecía bajo el efecto que esos toques producían en ella. Luego vio con cierto temor como el acercaba su boca hasta su sexo y una necesidad de retirada la invadió al sentir el roce de aquellos labios.
Pero rápidamente sucumbió ante el éxtasis que comenzó a experimentar.
Harry recorría con su lengua cada rincón, y de tanto en tanto mordía con malicia las carnosidades genitales, haciendo que ella gimiera enloquecida.
Sus manos acariciaban los muslos femeninos, pero eran reclamabas en otra parte.
Por lo que Ginny tomo las manos de Harry y las guió hasta sus pechos, a lo cual él respondió llenándolos de caricias nuevas, pero sin abandonar la labor que antes había emprendido, colmando así los deseos de ella hasta el limite.
Ella podía sentir los latidos de su corazón justo allí, en donde él lamía desenfrenadamente, y un escalofrió recorrió sus caderas y su espalda.
Harry... no te detengas por favor.- suplico Ginny cerrando sus ojos para disfrutar al máximo aquella nueva sensación que se repetía sin control.
Harry comprendió que Ginny estaba próxima a llegar al nivel que él quería llevarla, por lo que profundizo las caricias, hasta que un grito le hizo detenerse.
Él salió de su escondite y miro complacido, como ella estaba completamente rendida tratando de recuperarse.
Se acostó a su lado y acaricio sus mejillas sonrojadas y perladas por el sudor.
Compartieron sus miradas durante unos minutos.
Ginny aun sentía una necesidad imperiosa de que Harry continuara llenándola de placer, por lo que nuevamente reoriento las manos masculina hacia sus partes vulnerables.
Hazme tuya, solo tuya.- dijo Ginny entre suspiros, producto de las sensaciones que aquellas manos producían en ella, al rozar y apretar todo a su paso.
Ella busco los labios de él al tiempo que abría sus brazos para recibirlo en un abrazo que invitaba a poseerla por completo.
Él se acomodo sobre ella, sintiendo como las piernas femeninas se enroscaban en su espalda, dejando de esa forma total absceso a su intimidad.
Harry no quiso hacer mas daño, por lo que tomando en su mano derecha su miembro viril lo acerco lo suficiente hasta ella y comenzó de forma magistral a frotar y a rozar desde el centro hasta la periferia, la zona genital de Ginny.
Ella podía sentir a la perfección esas caricias que la hicieron estremecer y ayudaron a humedecer mas el lugar quedando completamente dispuesto.
Sus labios aun seguían unidos en profundos besos, mientras ambos cuerpos se preparaban para iniciar lo que tanto deseaban.
Harry empujo un poco su miembro dentro de Ginny, lo cual causo una sensación placentera en ella, por lo que con sus piernas lo aferró atrayéndolo con fuerza.
Él comenzó a moverse sobre ella, penetrándola mas y mas.
Ella respondió moviendo inconscientemente sus caderas, mientras con sus manos recorría su espalda y le daba pequeños mordiscos en su cuello.
Cada minuto que pasaba hacia que la pasión aumentara a niveles insospechados por ambos.
Sentirse dentro de ella le hizo comprender cuanto la amaba y cuanto deseaba que aquel momento nunca terminara; sintiendo como un torrente de fluidos pugnaba por hacer erupción en esa cálida concavidad.
Por lo que Harry aumento el ritmo de sus movimientos, produciendo en Ginny un poco de dolor, pero que fue aminorando conforme los besos fueron aumentando.
Sentirlo dentro de ella le hizo entregarse por completo a ese hombre que tanto amaba, ya que el dolor había pasado, dando rienda suelta a una sensación de plenitud que le hizo experimentar pequeñas contracciones vaginales.
Juntos llegaron a la culminación de sus deseos, sintiéndose plenamente unidos y embriagados con el sabor y el olor del otro.
Te amo.- le dijo Harry con sinceridad al oído, cuando se dejo descansar sobre ella.
Yo también te amo.- dijo Ginny acariciando los brazos masculinos que la cubrían de forma protectora.
Quisiera que este momento no terminara nunca.- confeso Harry mirándola fijamente a los ojos.
No terminara Harry, se prolongara en el tiempo, si ambos así lo deseamos.-dijo Ginny dándole un suave beso.
Pues entonces así será, ahora y en este lugar yo me entrego a ti Virginia Weasley, de ahora en adelante soy solo de ti y para ti.- dijo Harry colocando su mano derecha sobre el pecho de Ginny, justo donde podía sentir con claridad los latidos de su corazón.
A partir de hoy, mi alma, mi corazón y mi cuerpo te pertenecen, por qué solo tu Harry Potter eres y serás por siempre mi dueño.-dijo Ginny colocando su mano derecha sobre el pecho de Harry, como él lo había hecho.
Sellaron su pacto con un beso, mientras el techo de la habitación estallaba en miles de luces multicolores.
