Epílogo

- ¡¡¡Hinataaa! - La voz de Kiba rompió la silenciosa mañana en la casa de los Hyûga. - ¡Que me confundí de hora! ¡Llegamos tarde!

Hinata, que se encontraba en la cocina desayunando, salió apresurada, se coloco los zapatos y abrió la puerta con prisa, lo que causo que chocara con el chico que tenia delante. Pero este la cogió al vuelo, la acerco contra si y junto sus labios contra los de ella, palpándolos en un suave beso.

- Buenos días señorita Hinata. –Dijo con una sonrisa.

- Buenos días Neji.- También le sonrió.

- Has dormido bien ¿no?.- Neji volvió a sonreír, esta vez un tanto más arrogante.

- Si, la lluvia me hace sentir sola.

- Por eso espero que llueva todos los días.- Ríe.- Nos vemos!

Kiba miro a Neji abandonar la mansión de lo Hyûga corriendo, luego miro a su amiga de reojo.

- ¿Qué me he perdido?.- Preguntó un Kiba atónito.- Ese esta muy feliz ¿no, ¿Qué significa eso de la lluvia?- empezaba a desesperarse por no saber que pasaba.

Pero Hinata pese a la mirada de su amigo, que esperaba una explicación, se callo y comenzó a andar sonriendo. Kiba la observo y sonrió al verla tan feliz. Después alzo la vista hacia lo más alto que pudo.