Es como volver a empezar.

Por: Maeda Ai.

.: Capitulo 1: "Viéndola llorar por él". :.


El ambiente que rodeaba la casa era poco más que incomodo y ni que decir del sepulcral silencio, si... sepulcral. Solo han pasado un par de horas desde que sepultasen al Shaman King, Yoh Asakura.

Todo había sido tan repentino quizá por ello ninguno de los dolidos tuvo palabras de consuelo para la joven viuda.

Veintiséis años, cinco de casados. La vida tranquila que tanto les costó conseguir se vino abajo en cuestión de minutos.

La itako no podía arrancar de su mente las últimas palabras del moreno...

-Ya llegue Annita.-

Luego solo escuchó como el cuerpo de su esposo caía pesadamente sobre los escalones de la entrada.

"¡ Fue mi culpa !.". Se decía a si misma una y otra vez.

¿Cómo no iba a pensar que así había sido, si él era tan joven. Y ahora Fausto venía y le decía que todo había sido por causa de la gran cantidad de poder que utilizó en la pelea contra Hao... que haber excedido sus limites le acortó la vida, solo eso...

Así que solo pudo echarse la culpa, a ella y a los inhumanos entrenamientos que le imponía.

Son cosas que pasan... no te tortures más.

Fueron las palabras del enano cabezón, ese joven que podría ser muy inteligente, pero cuya forma de dar ánimos y consuelo en situaciones como ésta era un total fracaso.

No. Pensar que su ausencia era algo que solo debía pasar no le ayudaba en nada. No obstante no pronunció palabra alguna de desacuerdo con el mejor amigo de su marido.

La rubia se limitó a bajar la cabeza y agradecer el apoyo que los amigos de su esposo le estaban dando.

¿Anna dando las gracias, era casi increíble aunque dada la situación, pues...

Todos se habían ido ya, dejándola sola en la pensión; los últimos en irse fueron Tamao y Manta.

Ahora se daba cuenta de cuan grande era ese lugar, en especial siendo ella la única que lo habitaba... ahora estaba sola, otra vez.

Anna se encontraba de pie en medio de la estancia, distraída, distante.

Aun con todo lo que pasó ella no lloró, no se quejó... no dijo nada. Se mantuvo siempre con su expresión adormilada y seria, con sus ojos fríos que no mostraron dolor. Cualquiera que no la conociera pensaría que la muerte de su esposo no le dolió ni un poco, más ahora que nadie la observaba se derrumbó por completo...

El escudo de hielo se quebró y su fortaleza se vino abajo. Tampoco pudo seguir conteniendo las lagrimas que se empujaban unas a otras por salir libres y deslizarse por sus mejillas.

Anna Kyouyama finalmente lloraba la repentina ausencia de Yoh.

Desesperada, giró el rostro en varias direcciones, como buscando a su marido... y lo encontró... Él le sonreía desde una de las tantas fotos que estaban en la casa.

Ahí estaba él, con esa estúpida sonrisa adornándole el rostro. Feliz, apuesto, tranquilo... vivo.

Y-Yoh!...

Anna se dejó caer de rodillas para alcanzar la fotografía; aun temblando deslizó los dedos sobre el vidrio que protegía la imagen de su Yoh.

Una valiente y silenciosa lagrima escapó de sus ojos mientras apretaba contra su pecho aquel objeto.

Escuchó la puerta de la entrada al deslizarse, pero no hizo caso; siguió de rodillas en medio de la estancia, abrazando la imagen del hombre que se atrevió a dejarla completamente sola.

Ahh, como pudiste?... prometiste que estaríamos juntos por muchos años, por varias décadas... Yoh no baka.

Sollozó agitada, ahogándose en su doloroso llanto.

Apretaba fuertemente los ojos como resistiéndose a la realidad que ahora vivía.

Pero la sorpresa la hizo dejar de llorar, sorpresa que sintió cuando una mano se posó suave y delicadamente sobre su hombro derecho.

Asustada, abrió los ojos; creía estar sola en la casa, los amigos del shaman se habían ido hace ya un buen rato.

Volteó lentamente hasta posar la mirada por encima de su hombro; de todas las personas que conocía, él era a quien menos esperaba ver...

Horo Horo la miraba con ojos tristes y apagados.

Olvide mi tablilla. ¡Lo siento!. Mencionó sincero mientras sus negros ojos mostraban compasión y tristeza. Por favor... no llores más.

Las palabras del shaman tuvieron un efecto contrario al que pedía. Y como si se lo hubiese pedido, Anna derramó aun más lagrimas.

¿Por qué?...

No lo sé... en verdad no lo sé.

Ella quería respuestas, solo eso. Pero el joven no podría dárselas por más que intentara, por más que quisiera.

Fue mi culpa.

Las palabras de la itako resonaron en la cabeza del peliazul.

Ella por fin soltó el marco y prácticamente se lanzó a los brazos del shaman, donde fue recibida cálida y protectoramente.

A pesar de que el joven peliazul le pidió no hablar de esa manera, la idea no salía de la mente y corazón de la sacerdotisa, quien escondía en el pecho del chico su rostro bañado en lagrimas mientras dejaba que pequeños gemidos de dolor espiritual se escapasen de sus labios.

Horo Horo acarició el rubio cabello de la chica; trataba de consolarla, pero estaba claro que sus intentos eran vanos y que solo lograba que la mujer derramase más y más lagrimas. Así que se resignó a abrazarla hasta que ella dejara de llorar.

El ainú dejó que sus pensamientos lo envolviesen. Él solo regresó por la tablilla de posesión, esperaba que Anna lo regañara por su descuido y luego lo echase de la casa...

Jamás esperó encontrarla llorando tan devastada. Estaba tan acostumbrado a los maltratos por parte de la itako, que jamás imaginó tenerla entre sus brazos intentando darle ánimos, ánimos que en este momento ni si quería él tenía.

-Como desearía que ella me estuviese gritando o golpeando, que se muestre tan fría y amargada como siempre... me duele verla así!.-

Este extraño pensamiento confundió al joven shaman, quien ahora presenciaba como, entre sus brazos, la mujer de hielo se deshacía en llanto.

Y por razones que no comprendía, al verla sufrir de esa manera tuvo la impresión de que su corazón se le rompía en incontables pedazos...

Sin finalizar.


Soy feliz, no, no porque maté a Yoh, sino porque este es mi segundo HOROxANNA. Un fanfic que planeo para varios capítulos.

Bueno, por qué maté a Yoh?. Para dejarle libre el camino a mi amado Horo Horo, para que más?. No quise rivalidades, ni peleas, ni celos, solo una oportunidad de que estos dos descubran características que desconocen el uno del otro.

Que muerte tan fácil, no?. No se me ocurrió otra excusa para matarlo, lo siento, TT.

Por cierto, me costó encontrar un titulo para el fic y justo cuando estaba resignada a no darle uno, escuche la canción "Es como volver a empezar" -John Lennon-, y pensé…. el titulo de la canción es perfecto para el titulo del fiction. Por eso adoro a The Beatles.

Este fanfic contendrá lemon a partir del capitulo tres.

Este fanfiction fue escrito por MAEDA AI. Es material de "Fallen Angel" ytanto la originalidad como la autoría pueden ser corroboradas por:

XKARY y PRISS.

Sillegan a encontrar una historia similar a esta (con los mismos diálogos y situaciones), o con el nombre de otro autor(a), será sin mi consentimiento y por tanto un engaño, además de una falta de respeto para los lectores y para mi.

POR FAVOR, NO ROBEN MIS IDEAS Y/O FANFICTIONS.

Ladama del Hentai: Maeda Ai.

Por razones de tiempo...

NO escribo:

Continuaciones de fanfictions.

Fanfictions a petición.

Crossovers.

No presto mis Fanfictions a ninguna persona.

—— Me los han pedido para usarlos en concursos de fics, por favor no lo hagan. ——