NOTA DE LAS AUTORAS: muchas Grax por los reviews

NOTA DE LAS AUTORAS: muchas Grax por los reviews!! solamente queremos aclararles que, sin importar desavenencias del mundo y los obstáculos impuestos por el espacio y el tiempo, vamos a continuar y terminarel fic, en un futuro que esperamos no sea tan lejano… pero sin prometer tampoco que sea tan cercano.

CAPITULO 8

"¿QUIÉN TIENE LA RAZÓN?"

Al abrir los ojos Kagome se sintió rara. Le dolía la cabeza y estaba algo mareada, sin mencionar que no reconocía el lugar en el que se encontraba.

-¿Dónde estoy?

-Esa es una buena pregunta- dijo una voz cerca de ella.

En una esquina se encontraba Kykio con su arco y sus flechas.

-Kykio…

-Es una buena pregunta…- repitió la malévola miko con una sonrisa cínica en los labios- …considerando que uno tiene derecho a saber el lugar donde morirá.

Sesshomaru era más rápido de lo que Naraku creía. Poco tiempo después de que Kagura le contó que Naraku había secuestrado a Kagome, el taiyoukai había aparecido frente a la entrada del castillo. Como buen anfitrión Naraku salió a recibir a Sesshomaru.

-¡Sesshomaru!- exclamó Naraku como si le sorprendiera verlo- ¡Me alegra que hayas venido! ¡Qué amable de tu parte que me visites!

-¡Déjate de idioteces y de sarcasmos! Tú más que nadie sabe a que he venido.

-Sólo sé que no has venido por la Shikon no Tama- dijo Naraku con una sonrisa despectiva.

"La Shikon no Tama" pensó Sesshomaru "No debo olvidar que el último fragmento lo tengo en mi brazo y que hará cualquier cosa por él".

-Tienes razón- dijo Sesshomaru- pero si quieres la Shikon completa entonces deberás derrotarme.

-Créeme Sesshomaru, aún si no la tuvieras ése era mi plan.

Naraku sacó unos brazos enormes y a algunos youkais y comenzó a atacar al taiyoukai. Sesshomaru sacó a Tokijin y eliminó a los youkais con un solo golpe, pero le costaba mantener el paso a Naraku con todos los youkais interviniendo. Hasta que logró deshacerse del último fue que pudo concentrarse por completo en su verdadero enemigo.

Gracias a toda la meditación que Sesshomaru había hecho en casa de Kagome logró perfeccionar el poder que expulsaba en cada golpe. Naraku se sorprendió del incremento de poder que había conseguido el taiyoukai, así que decidió tomar medidas drásticas.

Sesshomaru se preparaba para cortar el cuerpo de Naraku pero no era él quien estaba en frente, sino Rin.

"¿Rin? ¿Pero, qué hace aquí?"

Sesshomaru desistió del ataque, lo cual Naraku aprovechó para poder atraparlo. Con sus dos brazos transformados en troncos envolvió el cuerpo de Sesshomaru. Comenzó a ejercer presión con los brazos, pero Sesshomaru no gritaba mas se veía que aquel acto le dolía.

-Nunca has sido de quejarte ¿No, Sesshomaru?

El taiyoukai apretaba su mandíbula para evitar gritar y cerraba los ojos para no pensar en el dolor. Naraku sonrió y pidió a Kana que apareciera.

-¿No te gustaría saber qué pasa con tu preciada miko? Me refiero a Kagome.

A la mención de este nombre Sesshomaru abrió los ojos y miró a Naraku.

-Muéstrale, Kana- ordenó Naraku.

Sesshomaru, a través del espejo, pudo ver a Kagome mirando fijamente a Kykio, quien tenía su arco y su flecha en posición de ataque y apuntando a Kagome, la cual estaba de espaldas contra la pared.

-¿Por qué, Kykio?- preguntó Kagome.

-Me estorbas- respondió Kykio secamente.

-¿Te estorbo?

-Mientras tú estés aquí, no, más bien si sigues con vida seguirá pensando en ti. Él jamás dejará de preocuparse por ti.

-¿De qué hablas? ¡Inu-Yasha siempre ha estado preocupado por ti, él…!

-¡Cállate!- interrumpió Kykio- yo traté…traté de que te olvidara cuando te fuiste, pero aún así…él sólo pensaba en ti.

-Kykio…

-Entonces lo comprendí. Él jamás te abandonaría tan fácilmente y recordé que a mí me había olvidado cuando me creyó muerta.

-¡No es verdad! ¡Él nunca…!

Kagome se interrumpió a sí misma al sentir un corte en su mejilla izquierda. Kykio había lanzado la flecha para hacer callar a Kagome. Ésta se quedó pasmada al ver que Kykio le había lanzado la flecha como una señal de advertencia.

Sesshomaru al ver esto sintió su sangre hervir y tuvo deseos de matar a ese cadáver que se hacía pasar por miko.

Kykio tomó otra flecha y la puso en el arco.

-Esta vez no fallaré.

-¡Espera Kykio!

En ese momento la expresión de Kykio cambió al sentir que sus almas querían salir de su cuerpo. El miedo que sentía Kagome hizo que el poder de liberar almas afectara a Kykio, quien sin poder evitarlo sentía como sus almas se escapaban de su cuerpo debilitándola cada vez más. Kykio al sentirse amenazada por Kagome se alejó lo suficiente como para evitar que Kagome le siga haciendo daño. Pero no demasiado como para perder de vista a su objetivo.

Kagome, creyendo aprovechar la oportunidad de que Kykio estaba débil, intentó escapar. Sin embargo, Kykio le lanzó una flecha para darle a entender que aún no bajaba la guardia.

Kykio estaba a punto de lanzar la flecha que tenía como blanco el corazón de Kagome, quien al ver el plan de Kykio se encontraba entre el dolor y la resignación ante la muerte.

Sesshomaru notando el miedo y la desesperación en el rostro de Kagome no pudo evitar sentir lo mismo. Cerró los ojos al sentir por primera vez que era impotente para proteger a la persona que más apreciaba.

-¿Sesshomaru preocupado?- dijo Naraku divertido- No deberías, ya que puedes volver a revivirla… ¡Ah, se me olvidaba! No puede pasar mucho tiempo muerta ¿verdad? Y aun si la revivieras ella perdería la confianza en ti… ¡Eso sería divertido verlo!

Al abrir los ojos Naraku se dio cuenta de que el taiyoukai los tiene rojos, justo como se ponen cuando planea adoptar su verdadera figura. Naraku retrocedió y Sesshomaru se liberó de las ataduras de su captor al transformarse en la enorme bestia.

En el momento en que una de las flechas de Kykio estaba a punto de matar a Kagome, una espada se interpuso. La flecha solamente rasguñó la hoja y le quitó su poder momentáneamente.

-Sesshomaru…

-Debiste haberte quedado con Naraku, Sesshomaru- comentó Kykio- Tenías una excelente oportunidad para matarlo.

Sesshomaru no contestó ante este comentario. Era verdad que al transformarse en aquella bestia gigante le hubiera dado una ventaja enorme sobre Naraku, pero sabía que en cualquier momento Kykio podría matar a Kagome, y que ésta no podría siquiera defenderse por falta de herramientas. Se volvió hacia Kagome preguntándole:

-¿Estás bien?

-Sí… gracias.

Viendo la reciente herida en el rostro de Kagome el odio hacia la miko muerta volvió a invadirlo.

-¡Qué cara!- se burló Kykio- Kagome es tan afortunada de tener siempre a un caballero peleando por ella.

Aunque este comentario parecía molestar un poco a Kagome, no tuvo tiempo de replicar puesto que el taiyoukai había corrido hacia ella para atacarla y evitar que siga hablando. Kykio sacó una de sus flechas y la disparó con dirección al corazón de Sesshomaru, pero él la esquivó a tiempo y estaba a punto de darle un mandoble a la miko con Tokijin, pero una espada se interpuso en su camino. Inu-Yasha había llegado a tiempo para salvarla.

-¿Qué rayos crees que haces, Sesshomaru?

-¡Deshacerme de un estorbo que resulta ser cómplice de Naraku!- le espetó el taiyoukai al mismo tiempo que intentaba hacer un movimiento para asestarle un golpe a su medio hermano. Se encontraba furioso de que el hanyou lo haya detenido.

En aquel momento, Kykio había aprovechado para desprotegerse de Inu-Yasha e iba corriendo a atacar a Kagome, cuando sintió que un brazo la tomaba por la muñeca y, mientras le quitaban su arco y flecha, la dejaban inmóvil.

-¡Sango, Miroku, no la lastimen!- gritó Inu-Yasha.

-¿Te encuentras bien, Kagome?- preguntó Shippou, bajándose del lomo de Kirara.

-Sí, gracias- contestó abrazando al kitsune- ¡Me alegro mucho de verlos!

Kykio se desasió de Sango, quien era la que la había agarrado por la muñeca. Al ver esto, Sesshomaru temió que hiciese un nuevo intento por matar a Kagome empujó al hanyou, quien cayó de bruces en el suelo, y se dirigió a Kykio para matarla. Recuperándose rápidamente, Inu-Yasha usó el viento cortante para detener al taiyoukai.

Todos estaban tan pendientes de esta pelea, que no vieron el momento en el que Kagura tomaba a Kagome (cubriéndole la boca para evitar que gritara) y la llevaba fuera del castillo, alejándose cada vez más de éste. Shippou fue el primero en darse cuenta de la ausencia de Kagome.

-¿A dónde fue Kagome?- preguntó

Miroku, Sango y Kykio, quienes oyeron la pregunta del kitsune vieron que, en efecto, Kagome no se encontraba con ellos.

-¡Inu-Yasha, la señorita Kagome no está!

Al escuchar esto, ambos hermanos detuvieron la pelea, a cualquiera le hubiera resultado graciosas sus caras de incredulidad mientras hacían una "pausa", pero aquel no era un momento para reírse. Sesshomaru, quien se recuperó más rápido del shock producido por la noticia, fue hacia la puerta y apenas pudo divisar a Kagura y Naraku, que se alejaban volando, se encaró con su hermano para recriminarle.

-¡Eres un estúpido, Inu-Yasha!

-¿Qué? ¡Si tú no hubieras intentado matar a Kykio…!- gritó Inu-Yasha también.

-¡Esa maldita miko ha intentado asesinar a Kagome!- exclamó Sesshomaru señalándola de forma acusadora- ¡Y tú la defiendes como si fuese la víctima en esto!

-¡No permitiré que le hables así!

-¡Inu-Yasha!- gritó Sango- ¡Tú mismo has visto que cuando intentaste defenderla de Sesshomaru, ella intentó atacar a Kagome!

-Si no fuese por Sango y por mí, quizá Kykio habría matado a la señorita Kagome.

-¡No puedo creer lo ciego e idiota que eres!- le espetó Shippou también.

Sesshomaru no quería seguir discutiendo (aunque encontraba divertido que sus compañeros regañasen al tonto hanyou), lo que a él más le interesaba era seguir a Kagome, por lo que, levantando el vuelo, decidió ir por ella.

-¡Espera Sesshomaru!- exclamó Inu-Yasha, tratando de detener a su hermano, pero Sango, Miroku y Shippou montando sobre Kirara le dijeron:

-Nosotros también vamos por Kagome- dijo Sango, mirando a Inu-Yasha como si fuese responsable de todo lo ocurrido- Alcánzanos después.

Kagome miraba hacia el castillo preocupada por Sesshomaru e Inu-Yasha.

-¿Preocupada por tu novio?- preguntó Naraku, que había logrado alcanzar a Kagura. Ésta última pareció molesta con la pregunta que Naraku le había hecho a la prisionera, pero Naraku no se dio cuenta o no quiso aparentarlo.

-No ganarás Naraku- le dijo Kagome. Naraku aparentó estar confundido- Inu-Yasha y Sesshomaru te derrotarán como sea.

-¡Ja, ja, ja!… Querida Kagome, quizá lo logren cuando vean lo que estoy a punto de hacer- dijo con un tono irónico, y mirando a su extensión dijo:- Kagura…

Kagura comprendió el tono de Naraku y aterrizó cerca de la aldea de la anciana Kaede. Apenas tocaron el suelo, Naraku le ordenó a Kagura de que los dejaran solos. Kagome sintió temor, en especial por el último comentario del hanyou. Kagura aunque se alejó de la vista de Naraku, se mantuvo lo más cerca posible para observar lo que iba a hacer con la miko.

El campo era un espacio demasiado abierto, no había árboles que los taparan de la vista. Si alguien pasaba volando era seguro que los verían.

-¿Sabes qué lugar es éste?

Kagome negó con la cabeza.

-Éste es el lugar donde herí gravemente a Kykio.

Al oír esto, Kagome imaginó la escena en la que Naraku tomaba la forma de Inu-Yasha y atacaba a Kykio por la espalda para obtener la Shikon no Tama.

-Creo que transformarme en Inu-Yasha sería muy repetitivo- dijo mientras iba tomando la forma de Sesshomaru y se lanzaba sobre Kagome. Ésta no teniendo más opción que correr hacia el bosque. Naraku subió a un árbol y comenzó a perseguir a Kagome y cuando intento hacer un ataque, la miko tropezó con la raíz de un árbol, de modo que el hanyou sólo consiguió herirla en la pierna. Kagome se repuso aprovechando que Naraku estaba recomponiendo su cuerpo, debido a que al hacer contacto con el cuerpo de Kagome, ésta inconsciente había despedido energía purificadora, ocasionándole una quemadura en su brazo derecho, el cual recompuso de nuevo.

Kagome aprovechó este suceso para esconderse, aunque sabía que, tarde o temprano, Naraku la encontraría por el rastro de sangre. Ella misma se encontraba sorprendida de tener las fuerzas para correr. Afortunadamente, cuando sintió que ya no podía soportar el dolor, encontró que la base de un árbol tenía una abertura, y como afortunadamente el árbol parecía ser grueso (podían caber tres personas dentro), no tuvo necesidad de buscar una forma cómoda y que al mismo tiempo la proteja de la vista de Naraku. Apenas se sentó comenzó a tratar de respirar con calma (creyendo que eso le traería fuerzas) y a revisar su herida.

En eso, escuchó un ruido sordo fuera de su escondite y la figura de Sesshomaru apareció frente a ella, pero… ¿Sería Naraku o Sesshomaru?

Cont….

N/As: De verdad que lamentamos mucho habernos tardado, pero trataremos de continuar con el fic hasta el final (el cual está más cerca de lo que imaginan). Dejen reviews acerca de este nuevo cap., plis!!