1. El Reencuentro
Esta historia comienza, quiz�, en el verano después de acabar 5º curso. Aquel verano había sido especialmente duro para todos, ya que la muerte de Sirius les había cogido totalmente desprevenidos. Aunque el que peor lo pasó fue, sin duda, un muchacho de pelo negro, al que el mago tenebroso mas temible le arrebató lo que mas se parecía a su familia… un vez más. Estoy hablando, por supuesto, de Harry Potter.
Aunque, sin embargo, solo tendría que permanecer las tres primeras semanas de vacaciones con los Dursley. Harry sabía que era para que no se sintiera tan mal, y se lo agradecía mucho a todos. Sus amigos… era lo que más necesitaba en este mundo en esos momentos de tristeza… A Ron, con su nerviosismo y su inseguridad, pero que siempre se desvanecía cuando se acercaba el momento de luchar; a Hermione, con su inteligencia y su serenidad en los momentos que más se necesitan ese tipo de cualidades (exceptuando, tal vez, ese momento de debilidad en 1º, cuando estaban en el Lazo del Diablo N/A: jejeje, cuánto me reí con eso); a Lupin, con esa capacidad que tiene de que las cosas parezcan mucho más fáciles cuando estaba a su lado; a Neville, que con el tiempo también se transformó en buen compañero de lucha, con esa fuerza y garra que descubrió el año pasado cuando practicaban en el ED; a Ginny, su adorada Ginny, la hermana pequeña de Ron… con ella también había pasado buenos y malos momentos desde que, en 2º, la salvó de Tom Riddle y el basilisco, y se había formado un vínculo especial entre ellos. Los echaba de menos a todos…
Pensaba en ellos casi todo el tiempo, para que el sentimiento de culpa por la muerte de su padrino no lo abordara, todavía era muy reciente. Al fin y al cabo, solo habían pasado 2 semanas desde que salió del Andén 9 ¾. Todavía estaba reviviendo los momentos más emocionantes cuando una especie de pelota con plumas le dio en la cabeza. Harry se sobresaltó. ¡Era Pigwidgeon! Cogió la carta y se sorprendió al ver que no tenía la caligrafía de Ron. La examinó minuciosamente antes de abrirla (aiss, por Dios, que chaval… consejos de Ojoloco Moody, ya ves…), le sonaba esa letra, pero no sabía exactamente de quien era, aunque se parecía bastante a la de Ron… (¿Ya sabéis de quien es? Harry no, es…ummm¿Cómo decirlo?... ¡CORTITO!). Al fin, la abrió, pero se sorprendió muchísimo cuando vio que era de…
Ginny, vaya, que raro, nunca me escribió- Susurró.
Querido Harry:
¿Qué tal? Te sorprenderá que te mande una carta, pero es que a Ron lo castigó mamá (de verdad¡que hermano tengo! en fin…) porque Ron estaba hasta las narices del Espíritu del Ático y de sus alaridos y no se le ocurrió mejor idea que subir al Ático con dos pistolas de agua (las trajo papá del trabajo para cuando hiciera calor) y llenarlas de pintura Weasley (invento de Fred y George, ya lo verás, te deja todo lo que pintes de colores vivos) y seguir al Espíritu por todo el ático disparando a chorro. Hay que ser animal, porque después de estar conviviendo con el 16 años, no saber que la pintura lo traspasaría…O sea, que al final quedó el ático con más colorines que un traje de un hippie y mi madre �¡se pilló un cabreo! Estuvo nada más y nada menos que una hora echándole la bronca, lo cual es un récord en la familia Weasley (eso si que tiene mérito, teniendo en cuenta los años que llevan Fred y George en esta casa). A lo que iba: que Ron no puede escribir cartas a nadie hasta nuevo aviso, así que me pidió que te dijera una cosa por el: que no le envíes cartas, porque sino mamá lo encierra lo que queda de vacaciones en el ático con el Espíritu. Eso es todo lo que te tenía que contar, así que llega el momento de la despideixon (atención, que me pongo melodramática!)
Venga, cuídate, un beso de
Ginny
P.D.¡No pienses que Ron solo tiene de castigo estar incomunicado! También tiene que limpiar nuestras habitaciones al modo muggle y ayudar a mi madre con las tareas domésticas. ¡Si lo vieras con el delantal rosa chillón de volantes y lunares lavando la ropa en el patio…!
Harry se quedó un poco aturdido por esta carta, pero ese aturdimiento se desvanció cuando se imaginó a Ron con el delantal y echó una sonora carcajada.
De repente…
¡AAAAAAAAAAHHHH¡POTTER!
Harry llevó tal susto que Pigwidgeon, que se encontraba revoloteando y zumbando por la habitación, se paró en seco y mirando para Harry con una mirada del estilo de ¿por qué saltas de esa manera? Bajó lo más rápido que pudo las escaleras y se encontró de morros con el morado rostro de tío Vernon.
No vuelvas a invitar a esta casa a nadie… ¡NADIE!- Le reprochó tío Vernon
¿Qué¿Como? Yo no he invitado a nadie¿te enteras?- se estaba empezando a mosquear de verdad
¿Qué tu no qué¡Entonces por qué acaban de llegar tus amigos raritos por la chimenea?
¿QUEEEÉ¿En serio¡Oeeeoeoeoeeeeooooeeeeoooeee! (aiss… ��)
Harry entró corriendo en el salón y allí los vio: el señor Weasley y Ginny… ¿Ginny¿Aquí¿Y Ron? Volvió a mirar… vaya, Ginny… se quedó mirando para ella unos segundos, sin reaccionar, hasta que el señor Weasley carraspeó sonoramente. Harry salió de su ensimismamiento y se puso colorado, al igual que Ginny, aunque a ella se le notaba menos. Entonces Harry se dio cuenta de que llevaba tiempo sin verla (… ��), se acercó a ella y la abrazó. Ella, aunque muy sorprendida por esa reacción y un poco cohibida por la presencia de su padre, le devolvió el abrazo.
En ese momento, sonó de nuevo la chimenea y apareció Fred y, prácticamente al momento, apareció George detrás.
Hola, Harry. Caramba, parece que no pierdes el tiempo, eh?- dijo Fred.
Si, hola, Harry. ¿Cuanto hace que llegaron¿5 minutos¡Dios! Hermanita, no te ha faltado tiempo…- dijo George.
Hola, Fred. Hola, George¿Qué tal?
Bueno… no tan bien como otros por lo que puedo ver…- comentó maliciosamente George.
¡Fred¡George¿Queréis parar de una vez?- explotó Ginny
Tú calla, hermanita, y límpiate la baba, anda, que ya te está llegando al cuello.- rió Fred.
¡Ahh! Sois imposibles. ¡Pap�, diles algo!- protestó Ginny.
El señor Weasley permaneció apartado toda la conversación, observando divertido la escena. La verdad es que Harry y Ginny se habían unido bastante en el último año, pero lo que nadie sabía es que a Harry ese acercamiento le había ayudado a comprender lo que era estar enamorado de verdad, y que lo de Cho Chang no había sido otra cosa que atracción física o algo así. Sí, era verdad, cada vez que Harry veía los ojos de Ginny se le aceleraba el corazón de tal manera que parecía que le daba una taquicardia. Al principio no podía creer que fuera lo creía que era, ya que pensaba: "Ginny solo es la hermana de Ron… buff, si Ron supiera lo que estoy pensando me cuelga, me decapita y me corta lo justo y necesario para evitar reproducirme en un futuro". Pero ya no podía hacer oídos sordos a lo que llevaba guardando tan adentro. En cuanto a Ginny, no hay nada que explicar. Ella se había acercado a Harry en forma de amiga y, sin querer, ha hecho que éste la quisiera como más que a la hermana de su mejor amigo, como más que como una amiga. Aunque, claro, ellos no lo habían exteriorizado, así que por ahora, no se atrevían a dar el primer paso, ninguno de los dos.
¡Ah, Ginny¿Qué quieres que les diga? Sabes de sobra que yo solo les regaño cuando dicen mentiras, y por ahora no he escuchado ninguna- soltó el señor Weasley.
Harry y Ginny evitaron mirarse. Se habían vuelto a ruborizar, algo que los gemelos no pasaron por alto, que comenzaron a reír otra vez.
Bueno¿y cuando vamos a La Madriguera?- preguntó Harry para cambiar de tema.
Verás, Harry, es lo que te veníamos a contar. En realidad, os vais a quedar aquí tu, Ginny, Ron y Hermione, porque Molly y yo tenemos que ir de viaje y es muy peligroso que os quedéis solos en casa, así que Dumbledore ha decidido que os quedéis aquí 3 días, y luego ya venís todos para La Madriguera.
Ya, bueno, solo encuentro un pequeño detalle en el plan que me parece que se os ha pasado por alto… mmm… ¿mis tíos, por ejemplo?
Oh, tranquilo, eso ya no es problema. Al principio no cedían, pero vino Ojoloco a hacer una visita de cortesía a tus tíos, y según como nos contó la historia, no tuvo que insistir mucho.
Ah, bueno y¿cuándo vienen Ron y Hermione?
Pues Hermione dijo que esperaba por Ron, porque Molly no lo deja salir de casa hasta que no tenga hecha la colada y las habitaciones limpias y ordenadas (N/A: había que decirle que pasara por mi casa, de paso xD).
Si, si, otros que tal bailan. Seguro que Ron es capaz de quitar toda la pintura del ático solo por estar con Hermione más tiempo- aseguró George.
Yo que tú no me fiaría, papá. Seguro que en estos momentos están deshaciendo las camas en vez de haciéndolas- comentó Fred.
Hombre, Fred, tampoco te pases- le reprochó George a su gemelo.
Si, si, si. Pues si no lo hacen es porque… porque… porque son tontos y no se dicen la verdad.
Ahí te doy la razón, hermanito- dijo Ginny.
O
En La Madriguera…
Ron¿te falta mucho?- no obtuvo respuesta. - ¿Ron¿Dónde estás?- gritaba Hermione.
Salió al patio y lo buscó con la mirada. Ah, estaba tendiendo la ropa… con ese ridículo delantal. Decía algo. Hermione se acercó silenciosamente a Ron para ver si lograba escuchar lo que decía y se escondió detrás de una gran caja que había cerca. Entonces lo escuchó:
"…y hemos venido a bailar para reír y disfrutar, después de tanto y tanto estudiar, que todas las mujeres necesitan una poquita, una poquita, una poquita libertad. Antes muerta que sencilla, ay que sencilla, ay que sencilla…"
En ese momento, Hermione no pudo aguantar más y se echó a reír a carcajadas. Incluso se cayó al suelo de la risa. Ron la miraba con una extraña expresión en la cara: una mezcla de la vergüenza de que Hermione le pillara cantando tan ridícula canción y la diversión que le producía ver a Hermione de esa manera.
Lo…lo s-siento R-Ron- se disculpó entrecortadamente por la risa –pero es que estabas de foto: con el delantal rosa, tendiendo la ropa y cantando esa canción. ¡Es que estás hecho un marujón! Por cierto¿Cómo sabes esa canción, si es muggle?
Es que mi padre trajo una radio muggle-mágica del trabajo, y para no aburrirme pongo música. Aunque esta no sale mucho, pero me hizo gracia la letra. Por cierto- su semblante se tornó a serio y Hermione borró su sonrisa de la cara- ¿Qué es eso de que yo soy un marujón?
Ah¿es eso? Boh, nada, lo decía porque solo te falta cotillear con alguien o ver programas del corazón- explicó despreocupadamente Hermione.
Pero, vamos a ver, "guapita"¿me estás llamando "gay", "homosexual" o algo así?- preguntó con un brillo peligroso en los ojos.
¿Qué¡Tú lo flipas¿De donde has sacado eso?
Hermione…- dijo en tono de advertencia, poniendo más seria su cara. Aunque lo hacia de broma, Hermione no se daba cuenta.
¿Q-Que? E-En serio, Ron, que no te estaba diciendo eso…- se estaba empezando a poner nerviosa por culpa de la amenazadora mirada de Ron y porque se estaba empezando a acercar a ella, que todavía estaba en suelo.
Si, ya, y yo voy y me lo creo¿no?
P-P-Por fa-favor, Ron, para y-ya, me estas asustando, en serio- murmuró Hermione. Realmente estaba asustada, y Ron estaba muy cerca de ella, con mirada peligrosa.
¡Ya lo se!- dijo Ron de repente con cara divertida.
Hermione lo miró con una cara que denotaba incredulidad y, sin previo aviso pillando a Hermione por sorpresa, se tiró encima de ella y empezó a hacerle cosquillas por todas partes.
¡Cagona, cagona¿Qué creías, que te iba a pegar o algo?- preguntó Ron, aún encima de ella, en una pausa de cosquillas.
Estaban muy cerca, demasiado cerca. Tenían las caras separadas un palmo.
Joer, es que parecías muy cabreado. Pero no, no pensaba que me ibas a pegar. Eres mucha mejor persona que eso, Ron. Sé que nunca lo harías- añadió.
Vaya, gracias, pero yo nunca pegaría a una chica, y menos a una especial como t…- se cortó de repente- l-lo s-iento, no quería decir eso…
Pero Hermione no escuchaba su disculpa. Se había dado cuenta de lo que quería decir Ron. No querían pensar, porque sabían que era demasiado complicado, pero se dejaron llevar…Los dos empezaron a acercarse el uno al otro. Estaban casi rozando sus labios… Sentían que iban a explotar por dentro, mariposas en el estómago, cuando…
�¡RONALD BILIUS WEASLEY¿SE PUEDE SABER QUE HAS ESTADO HACIENDO¡TODAVÍA NO HAS ACABADO DE RECOGER TODO!
Ron y Hermione se separaron de inmediato, muy colorados, y fueron a la llamada de la señora Weasley.
Venga, anda, sácate eso y sal de mi vista. Y escúchame: más te vale que no hagas nada malo en casa de los muggles, porque como me entere de que has montado una, una sola, te pongo a trabajar lo que queda de verano con tu padre en el Ministerio ayudándolo¿de acuerdo?
Sí, mamá- asintió Ron
Pues, venga, ir yendo para Privet Drive, que yo voy a acabar de recoger la casa. Dile a tu padre que iré en un cuarto de hora, más o menos.
Ron y Hermione cogieron un puñado de polvos Flu y se dirigieron a la casa de los muggles. Durante el camino, tanto uno como el otro no pararon de pensar en lo que acababa de suceder o, más bien, en lo que casi sucede…
O
Mientras tanto, en Privet Drive…
Los gemelos, fueran hasta la habitación de Harry para colocarla a gusto de tods, para que cupieran todos en ella, se despedían ya porque tenían que ocuparse de su tienda.
Bueno, nos ha parecido muy emotivo el reencuentro, pero hemos quedado dentro de 10 minutos con Lee para negociar unos pequeños artículos para nuestra futura multinacional, así que…- explicó Fred.
Eso, lo siento, cuñadito, pero nuestra estancia aquí ha terminado por hoy, nos vemos en tres días¿ok?- dijo George.
Sí, tranquilos, no pasa nada "cuñaditos"
¡HARRY!- gritó Ginny.
Tranquila, mujer, solo era una pequeña broma- rió Harry.
Le encantaba hacerla rabiar. Se enfadaba por nada, y eso le hacía gracia. Fred y George se fueron por la chimenea con un suave "plin".
Bueno, chicos, yo voy a hablar un rato con el señor Dursley, por lo menos para ver si os pueden dejar solos a los 4 bastante rato. Aunque yo creo que no va haber mucho problema en que os dejen solos, porque me parece que no les hace mucha gracia, pero en fin…- se explicó atropelladamente, y salió rapidísimo de la habitación.
En ese momento, apareció Dudley en el salón y se quedó petrificado. No por ver a Harry, como siempre, sino por ver a una de sus estúpidas amiguitas… solo que esa no era estúpida, era… simplemente perfecta. Se quedó un rato quieto, mirando para ella. Tanto Harry como Ginny se quedaron anonados por su comportamiento, pero en ese momento, a Harry se le ocurrió una brillante idea…
Carraspeó sonoramente para que Dudley se fuera y así poder explicar su plan a Ginny.
Oye, Ginny¿me podrías hacer un favor?
¿Qué clase de favor?- preguntó Ginny recelosa. Tantos años conviviendo con Fred y George habían hecho que desconfiara.
¿Me puedes ayudar a gastarle una broma a Dudley?- preguntó Harry con cara maliciosa.
A ver, explícame primero.
Pues verás¿has visto como se quedó mirándote, no? Bien, pues quería presentártelo y que tu hablaras 2 segundos con el en plan coqueteo para que se volviera a quedar embobado, y luego yo le suelto que…q-que… emms- era lo mas complicado para que aceptara ayudarlo- que… somos… mmm… novios.
¿QUEEEEEEEEEEEEE¡A ti te afectan las vacaciones!
Anda, porfa, que es solo para reírnos un rato, porfa plis…- suplicó Harry haciendo pucheritos.
Oh, venga, está bien…
En ese momento, volvió a pasar Dudley para ir a su habitación, cuando…
¡EH, Dudley! Ven un momento, que te presento a Gin.
¿Gin¿Quieres que te mate? No te pases ni un pelo…- susurró Ginny.
Harry la ignoró.
¿Eh?- preguntó ido. Ya había vuelto a mirar para Ginny.
¡Que vengas, cerebro de guisante!
Y Dudley despertó de su ensimismamiento y fue a junto de ellos.
Dudley, esta es Gin. Gin, este es Dudley- presentó Harry.
Ginny, resignada, se acercó a Dudley y le dio 2 besos, ya que éste no mostraba signos de querer moverse. Y al ver como la miraba Harry, empezó a hablarle:
Bueno, Dudley, Harry me ha hablado mucho de ti- comenzó Ginny.
¿Ah, si? Pues yo no puedo decir lo mismo¿verdad, Harry? Aunque no se la razón, ya que Harry y yo somos "buenos amigos"¿a que sí?
Sí, sí, por supuesto, es mi amigo del alma, creo que me pasó comentártelo.
¿Comentarme el qué?- preguntó Dudley.
Pues eso, que Ginny es muy buena chica…
Ya, ya, lo parece…
… que es muy guapa…
Sí, de eso no hay ninguna duda…
…y…
¿Y qué?
… que es mi novia- terminó Harry.
�¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEÉ!
A Harry se le heló la sangre. La voz que había sonado no era la de Dudley, sino la de Ron. Éste había aparecido sin hacer ruido por la chimenea, gracias a un encantamiento que el señor Weasley había puesto antes, para que los Dursley no se irritaran más.
A-ah, esto, Ron, todo tiene una explicación…- intentó explicar Harry, temblando.
¿Ah, si? Pues, mira por donde, estoy deseando oírla- dijo Ron, aparentando tranquilidad, aunque se le habían puesto las orejas coloradas.
Eh, Ron, tranquilo¿vale? Seguro que no ha pasado nada…- murmuró Hermione al oído de Ron con suavidad, aunque lo único que logró fue que Ron se pusiera más nervioso.
Dudley, poco a poco, se había separado del grupo y, en ese momento, salió corriendo del salón.
¿Y bien?- insistió Ron.
Harry, al ver que Dudley se fuera, le empezó a explicarle a Ron lo que pasó, pero cuando acabó, Ron aún no acababa de creérselo.
Si, ya, y Snape tiene un criadero de elfos domésticos debajo de su mesa…- replicó Ron.
Va, Ron, no seas cabezota¡es la verdad¡Y deja a los elfos en paz, pesado, que eres un pesado!- dijo Ginny.
Mirad, dejadme en paz¿vale? Estoy hasta las narices de que sea el último en enterarme de las cosas…
Ron, ven aquí un momento, por favor- le pidió Hermione.
Ron, que estaba mosqueado de verdad, se le suavizó un tanto la cara y el carácter, y fue con Hermione a un rincón de la habitación, donde Harry y Ginny no podían oírlos.
A ver, Ron¿por qué no piensas? Aquí está claro que no ha pasado nada, y si así fuera… ¿Qué te molesta de ello?- susurró Hermione a Ron.
No lo sé, es que… todavía es muy pequeña, y cualquiera podría aprovecharse de ella…
Vamos, Ron, no digas tonterías. Piensa lo que dices. Ni Ginny es pequeña y ni Harry se aprovecharía de ella. Harry es tu mejor amigo, y nunca le haría daño a nadie de tu familia. Siempre le habéis ayudado mucho… Recapacita, anda, no seas cabezota…
Tienes razón, lo siento…- y bajó la cabeza.
Va, tranquilo¿vale? Sabes que no se van a enfadar…- dijo Hermione con dulzura, levantándole la cabeza por la barbilla con una mano.
Si, vale, muchas gracias Hermione- y dicho esto, sonrió a la castaña y le dio un beso en la mejilla, haciendo que ésta se sonrojara ligeramente.
Ron y Hermione fueron otra vez a junto de los otros dos. Harry y Ginny miraban a Ron con temor, pero este sonrió y les dijo:
Venga, lo siento, soy un idiota, si es que me preocupo demasiado, lo siento- se disculpó Ron.
Harry y Ginny miraron a Hermione agradecidos y luego a Ron, que todavía estaba esperando que ellos le dijeran algo.
Tranquilo, Ron, sabemos de sobra como eres para enfadarnos a estas alturas- dijo Harry.
Si, tranquilo, hermanito, no pasa nada.
Ah, gracias, chicos- agradeció Ron.
Era raro ver a Ron disculpándose tan preocupado. De hecho, era raro ver a Ron disculpándose. Harry y Ginny se quedaron bastante sorprendidos por eso. ¿Desde cuando Ron acepta tan rápido que no tenía razón? Ni siquiera Ginny lo sabía, porque Ron todavía no había reconocido que tuviera la culpa del decorado del ático. ¿Desde cuando Ron era tan… �¿maduro¿O quizás simplemente fuera por…? No, no podía ser, era imposible que Ron y Hermione… ¿o si? Bah, será una tontería…
Bueno, que¿vamos a ver nuestra "suit de lujo"? No se como vamos hacer para meternos ahí, pero bueno, a ver…- dijo Harry de pronto
Empezaron a subir, y cuando pasaron por delante del baño oyeron una voz desafinada que salía de su interior. Inconfundiblemente, era Dudley.
�¡Cántame, me dijiste cántame¡Cántame a la orilla del río, y abrazada a tu cintura te canté A LA SOMBRA DE LOS PINOS!
Señoras y señores, a su derecha podrán escuchar el magnífico canto de la ballena asesina después de un intento de cortejo totalmente fallido. Disfruten de su oído mientras puedan, ya que este canto es absolutamente mortal escuchado de cerca. Gracias- rió Harry poniendo voz de azafata de vuelo.
Todos rieron el comentario y siguieron su camino hacia el cuarto de Harry. Cuando llegaron a la puerta, había un papel bastante grande que ocupaba casi toda la puerta que ponía: "HABITACIÓN DE LOS POTTER Y LOS WEASLEY, POR FAVOR, MUGGLES NO ENTRAR". A nadie le hizo gracia ese letrero (N/A: aunque sea verdad ), por lo que lo quisieron quitar, pero les fue imposible.
