Los personajes no me pertenecen, excepto los que no conozcan. Nahiony Darcy es copropiedad de Tgirlbyangel.

Oct. 2012: Por fín decidí arreglar las faltas ortográficas de este fic, al igual que los demás que tengo. Queridos lectores: sean concientes que este fue uno de mis primeros fics y si, hay Mary Sue. No me arrepiento de lo que escribí y por tanto los cambios sólo serán para una mejor lectura.

Este fic fue creado antes del HPyHBP, tampoco tenía una idea del tiempo en que ocurrian los hecho y las edades, fechas y posibles objetos disponibles no coinciden con el canon.

Les dejo con el primer capítulo.


Caminos entrecruzados

Aquel era un día hermoso de verano, Petunia y Dudley habían ido a visitar un vecino enfermo, porque la tía Petunia quería enterarse cual era el jaleo que había en esa casa. Dudley sólo fue porque no tenía otra opción. Cuando llegaron acababa de frenar un hermoso Porche rojo, y de él descendieron dos hermosas figuras femeninas.

Una de ellas era una mujer alta, de buena figura y joven a pesar de ser la madre de la otra, como se enteró Petunia después; la otra era una adolescente de 16 años, hermosa, con ojos azules y profundos, cabello negro como el azabache y pálida como la porcelana. Tenía buenos modales para su edad, consideraba Petunia; Dudley solo babeaba.

Petunia se enteró además de que la madre había venido a visitar a un viejo amigo, el vecino, que era una doctora, madre soltera y que vivía la mayor parte del tiempo en el extranjero. De la hija sólo se enteró que era inglesa y se llamaba Emely.

Dudley trataba de llamar la atención de Emely, pero ella al igual que él, sólo había ido porque la llevaron. No le interesaba aquel gordo de tres papadas que parecía un gorila albino. "Es más - pensó – un gorila albino es muy bonito. Parece un monstruo salido de una pesadilla de un chico que no quiere engordar".

Así, con esa clase de pensamientos, se estaba entreteniendo cuando Dudley, como buen idiota sin experiencia con chicas, le dijo que le gustaba. Quería vomitar; pero antes de que saliera un enorme exabrupto de sus labios un recuerdo cruzó su mente. Sí, todavía estaba fresco el recuerdo de aquella frase en su memoria.

– En serio, vaya, a mí también me caes bien – mintió. Él comenzó a alardear de su título de boxeador, entre otras cosas hasta que la madre de Emely la llamó para irse.

- Pensé que eras loca, pero ya veo que estás peor de lo que imaginé. Saliendo con un obeso tan horrendo - comenzó a decir su madre cuando ya iban muy lejos en el automóvil.

- No estoy tan loca, es asqueroso y no me agrada ni un poquito-

- Entonces, ¿Por qué le dijiste que te agrada?

- Lo hago por una buena causa. No debes y ni quiero dejarte saber más.

Así, por durante una semana, Emely fingió ser una persona normal y que Dudley le agradaba. No estaba segura hacia donde se dirigía, pero de cualquier modo continuaba. Aquel fin de semana a comienzos de agosto, Dudley invitó a Emely a cenar a su casa. Ella aceptó de buen grado, sólo para divertirse con las tonterías que de seguro iban a ocurrir. Pero su suerte iría mucho más allá.

Harry estaba desesperado las primeras noches que llegó de Hogwarts, pues ahora, además de soñar con el asesinato de Cedric, también soñaba con la muerte de Sirius. Al principio de las vacaciones duró alrededor de 5 días sin dormir en base de café, pero este se agotó y no pudo mantenerse despierto mucho tiempo, porque Petunia no compraría más café mientras él estuviera en la casa.

Luego se le ocurrió hacer una poción para dormir sin tener que soñar que le habían dado en el 4to año. La poción fue un éxito. En realidad él se tomó tanta y estaba tan cansado, que se quedó dormido por casi una semana.

Al principio sus tíos pensaron que se había muerto, pero al notar que respiraba aún, lo dejaron en la habitación y no hicieron lo más mínimo en despertarlo. Cuando Harry despertó se encontró que era el 31 de julio, y habían llegado sus O.W.L.S.

Llegó el fin de semana y todavía no se decidía si abrir el sobre o no; cuando se enteró que ese día la "novia" de Dudley iría a cenar.

- Vaya, sí que debe estar ciega para salir contigo.

- Ja ja. Si que eres gracioso. Yo le gusto. Estas celoso porque tú no tienes.

Harry pensó o que ella era fea o había perdido totalmente el juicio. En eso un auto se paró frente al número 4 de Privet Drive. Petunia se acercó a la ventana y afirmó que era Emely la que había llegado. Vernon mandó a Harry hacia su habitación pero él se quedó inmóvil. Quería ver qué clase de chica saldría con Dudley.

Su primo fue a abrir la puerta; Harry estaba expectativo.

Allí estaba Emely, vestida graciosamente y se veía muy bonita. Harry no creía lo que veía. ¿Cómo era que una chica así salía con Dudley? Supuso que de seguro él sabía algo que ella no quería que nadie se enterara y la chantajeó para que fuera su novia. O simplemente tenía un horrible gusto.

- Hola chancho - exclamó como saludo Emely, cosa que no pasó desapercibido a Harry – ¡Oh! Es un placer conocerla señora Dursley. Y a usted también señor.

- Qué agradable que aceptaras venir a cenar, pasa estás en tu casa -. Entonces Emely posó su mirada en Harry, que estaba todo desaliñado y tirado a un costado del sofá de la impecable salita.

- No sabía que tenias un hermano – habló dirigiéndose a Dudley.

- No lo es. Es mi primo criminal que vino con nosotros por este verano -. Mintió Dudley. Ella regresó la vista hacia Harry y, antes de seguir a la señora Dursley al comedor, notó la cicatriz en forma de rayo en su frente. Sonrió levemente y acompaño a los Dursley a cenar. Aquella era una verdadera sorpresa.

Estaban cenando y, a petición de Emely, Harry los estaba acompañando.

- ¿Dónde dices que estudias? – preguntó Petunia

- Estuve fuera del país, pero voy a ir a una escuela privada este año.

- Tienes 16 dices.

- Sí, los tengo. Pero como he viajado mucho sé algo más que los demás.

- Oh, pero que niña. ¿Dime en que trabaja tu madre?

- Ella es doctora

- ¿Está casada?

- No, es madre soltera; pero tengo un padre. Vive aquí en Inglaterra y es profesor en una institución de regular renombre.

- Mmm.

- ¡Oye tú, primo criminal! Digo, Harry, ¿Dónde estudias?

- Eh... estudio en San Brutus para jóvenes problemas incorregibles. – dijo al ver las miradas severas de sus tíos

- Ah, que divertido. ¿Por qué viniste aquí, dime mataste a tus padres o qué? - Harry respiró profundo.

- No, no los maté, chocaron y murieron, vine aquí porque no tenía opción.

La cena continuó sin más novedades que los apodos con los Emely llamaba "de cariño" a Dudley, tales como piggy, fatty, gordito, chancho, y otros. Al parecer ni él ni sus padres se daban cuenta de la entonación con que ella los decía.

Emely ya se estaba aburriendo y cuando llegó el postre comenzó:

- ¿No están ocurriendo cosas extrañas últimamente aquí en Inglaterra? – Los Dursley y Harry se sintieron tensos. ¿Qué ella sabía de los otros? – Eso de cuerpos con partes deformes y muertos totalmente sanos, claro excepto porque están muertos...

- Pues sí, vaya que son sucesos extraños.

- Yo creo que... - en este punto Harry ya tenía su varita en mano y los Dursley se estaban sofocando- ... son experimentos genéticos. No veo otra manera de que alguien pueda tener más extremidades.- Todos se sintieron mejor y Emely, que se estaba divirtiendo con esto, quería seguir.

- Aunque – otra vez suspenso en la mesa – creo que podría ser radiactividad - los Dursley casi se caen de sus sillas - porque, genéticamente hablando, crear un humano así llevaría una eternidad y las personas ya se habrían dado cuenta. En cambio, si fuera por radiación, además de las personas mutar, también podrían morir.

Harry ya se estaba cansando del tema. Ella parecía saber mucho de tecnología, pero le inquietaba que alguien tan inteligente saliera con su primo. Algo no encajaba en esta conversación. O ella sabía del mundo mágico o simplemente era coincidencia. Sospechaba de lo primero. ¿Y si ella era de los mortífagos?

Petunia mandó a Harry a recoger la mesa y cuando él se encargaba de entrar la loza al lavaplatos, Emely tomó una foto con los Dursley en un ángulo en el que él salía dentro de la máquina.

- Hermosa cámara fotográfica- opinó Vernon

- Sí es de última generación y es digital

Sonó el timbre.