Harry Potter pertenece a JK Rowling ;-P Que al fin anuncio la llegada del sexto libro y por el cual me como las uñas para que llegue, y El Señor de los Anillos pertenece al señor Tolkien, que debe estar muy contento de habernos dejado semejante historia que sigue alimentando la imaginacion de muchos de nosotros. NOTA IMPORTANTE: Este fic es la segunda parte de un x-over llamado 'Harry Potter en la Tierra Media' -P aunque puedes entrar a leer si gustas un poquito más abajo encontrarás un breve resumen del otro fic.

OH MY GOD! 55 REVIEWS! o.O En un solo capítulo ¡Sorprendente- Circe salta como loca alrededor de su cuarto - ... ToT buaaaa me hace sentir todavía más mal de haber tardado tanto tiempo ¡DÉCADAS¡SIGLOS¡MILENIOS! snif snif Espero puedan perdonarme, pero realmente estuve ocupadisima ToT con mi otro fic y la escuela y los examanes, de hecho no he dormido bien estos días pero me dije que tenía que escribir este capi, espero que lo disfruten, que sea de su agrado snif snif...
Gracias a Noir, the angel of the dreams, Kagome-Black, Jos Antonio Lpez Suela, Meimi Malfoy, Rosemary Black, Amy Etchard, Angélica, Gran Patronus, Cygni, Neftis, Relley-chan, gandulfo, señor(a) rayita, Looony Moony, Eli, Paula Moonlight, Sally, ginebra, samntharm, Nelly Esp, NeLi BlAcK, fanático, Herm25, Sarah, itzel andromeda riddle black, sh, Allison Black, Slyther88, Laura, Jean, HADA, GaRrY, PandoraBlack, Nariko-chan1, Luin, lucyvier, Meriet, O-alassea-O, Melody Black, Evix Black, Patricia, kami, juana arrieta, amaltea, jEsSy, Luli-chan, Alice, walkyria, Eter, LARIEN-BLACK, Delan, sonia11, Darla, Coco por haberme enviado un lindo review.

RESUMEN: En 'Harry Potter en la Tierra Media' el héroe de las novelas de J.K. Rowling llegó a un mundo extraño que resulto ser aquél creado por Tolkien, la Tierra Media, en las vísperas de la Guerra del Anillo. Fue encontrado por Aragorn a las afueras de Rivendell y el montaraz se volvió mentor del joven mago. Poco después, Harry se convirtió en el décimo miembro de la comunidad del anillo y los acompañó en su recorrido, llegando hasta Edoras en el país de Rohan donde encontró a Sirius quien no había muerto al atravesar el velo sino que había llegado hasta este lugar. Después de que Sauron fuera derrotado, Sirius Black tuvo una fuerte discusión con Aragorn, amenazando con llevarse a Harry de esas tierras para no volver... después de dicho enfrentamiento, el animago entre rápidamente a la tienda del mago de ojos verdes... y uso un hechizo 'desmaius' en el chico...

Tiempo al empezar el capítulo. Inglaterra: 73 días - 2 meses con 13 días Tierra Media: 1098 días - 3 años con 3 días.

El Señor de los Anillos.
III. El Retorno del Rey.


El Príncipe de Gondor

Jeune Circe

Capitulo 1

Realities

Y depositando un suave beso sobre los negros cabellos, saco silenciosamente su varita que hasta eso momento había estado escondida entre los pliegues de su ropa y la dirigió a la nuca de Harry, y cuando éste sintió el suave toque de madera en su piel, fue demasiado tarde, pues Sirius ya había murmurado 'Desmasius'.
El viento soplaba suavemente, corriendo sobre los verdes campos de espigas, ondeándolas, como la índiga superficie del mar.

El sol pintaba con sus dorados rayos la blanca ciudad de piedra, Minas Tirith, Torre de Anor y Ciudad de Reyes.

El repicar de piedra con martillo inundaba las bulliciosas calles. Los enanos de Aglarond trabajaban sin descanso a través de ella, reparando los desastres que la Guerra del Anillo había causado.

Y en el séptimo círculo, la Ciudadela, formada sobre un risco elevado a setecientos pies de altura, un solitaria figura se erguía. Sus ropas eran ricas y elegantes, bordados de diseños élficos en la añil tela. La oscura cabellera danzante al ritmo del viento, y los penetrantes y sabios ojos grises clavados en el cielo del este, en la cresta de Emyn Arnen, morada de Faramir, Senescal de Gondor y Príncipe de Ithilien.

Era Elessar Telcontar, conocido en un tiempo y entre los suyos como Aragorn, último Capitán de los Dúnedain del Norte.

Detrás de la noble figura, Mithrandir, el caballero blanco, se encontraba apostado, con el bastón encajado en el césped, siendo abrazado por el anciano mago. Las blancas barbas y el largo cabello albo mecidos por la suave brisa.

El silencio era inmutable, y nadie se atrevía a molestar al rey y su más sabio consejero y amigo.

- Dos años – musitó de pronto Aragorn – Dos años y medio han pasado desde que él se fue

- Ha sido un largo tiempo – indicó Gandalf con el bastón apoyado sobre el verde pasto – Muchas cosas han pasado desde ese día en los Campos de Cormallen

Los grises ojos del rey se posaron un momento en los azules del mago, una sonrisa nostálgica curveando los delgados labios.

- Un largo y corto tiempo alcabo – dijo, y después regreso la mirada al horizonte, posando sus manos sobre el borde de piedra – No puedo dejar de pensar en lo último que Sirius me dijo – suspiró. A lo lejos, cabalgando sobre los Campos del Pelennor, un grupo de jinetes se acercaba rápidamente a las puertas de la ciudad – Pensé que se trataba de una broma

- Era un hombre de temperamento explosivo – se apresuro a decir Mithrandir – Su decisión fue demasiado precipitada, nadie hubiese podido saberlo tan rápido – señaló

Abajo, en uno de los caminos que corrían desde el valle de Ithilien, los jinetes cabalgaban a buen paso, y a la orden de uno montando un gran y hermoso jamelgo rojizo, se desplegó un estandarte negro, portando el árbol blanco y las siete estrellas, símbolo de los montaraces de Ithilien.

- Robó su decisión... jamás pensé que lo haría – murmuro pensativo el rey – Quizá fue lo mejor, pero Ezellahen merecía algo más que eso... merecía ser escuchado

El Mago Blanco bajo la cabeza, y a lo lejos, la campana de la puerta comenzó a resonar, y jóvenes y niños bajaban corriendo, atravesando los círculos interiores para llegar hasta el último, hasta el patio de la Gran Puerta. Emocionados, felices, observando a través de la enorme apertura a los jinetes que llegaban.

- Tanto tiempo ha pasado, Aragorn – dijo su viejo amigo, tomándolo del hombro – Sería mejor dejar de atormentarte por la decisión de un hombre y continuar viviendo el regalo que te dejo – los ojos de Elessar sonrieron, y con un asentimiento de cabeza posó su mano en la del mago – Y cumplir la promesa que hiciste

- Mi señor – llamó un soldado, portando la librea de la Ciudadela – Lamento profundamente interrumpirle – dijo, ganando la atención de los dos hombres – pero su majestad, el príncipe Elerosse, ya ha regresado. Los montaraces de Ithilien acaban de ingresar por la Gran Puerta, el príncipe a la cabeza – dicho esto, hizo una profunda reverencia y se retiro, dejando solos una vez más a rey y mago

- Haz escuchado, Aragorn – exclamo Mithrandir – Vamos a darle la bienvenida a tu hijo, pues necesito hablar con él – el exmontaraz aprobó con una inclinación de la cabeza y siguió complacido a su viejo amigo

oOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo

Una risueña mozalbeta de sucio rostro corría a través de las calles, con las faldas hábilmente recogidas en sus manos, las doradas trenzas al aire debido a la velocidad de su carrera, las mejillas encendidas por la agitación de ella.

El patio de la Gran Puerta estaba lleno de jubilo. Los montaraces venidos de Ithilien desmontaban ansiosos, corriendo hacia sus familias, abrazando a sus hijos, besando a sus esposas. Los soldados más jóvenes saludaban a sus enamoradas o simplemente coqueteaban con las demás jovencitas. Y otros, como un joven de largos cabellos negros e intensos ojos verdes, subían a los niños a sus monturas.

- Galdor – llamó el montaraz, a la vez que bajaba al pequeño del rocín, pues su madre le apuraba

¿Llamó, mi señor? – preguntó un hombre de alrededor treinta años, portando el orgulloso uniforme de los montaraces de Ithilien, y un crío de cinco años en sus brazos

Elerosse se giro y observo sonriente a su segundo.

¿Podrías hacerte cargo del resto? – preguntó, alborotando el cabello del niño, quien respondió con una sonrisa, tomando entre sus pequeñas manos la más grande del montaraz – Necesito entregar nuestro reporte – terminó, soltando al pequeño y tomando las bridas de la relinchante yegua

- Por supuesto, majestad – saludó el soldado – Será un honor

.o.

Abriéndose paso entre la multitud, el príncipe subió por el camino, llevando a la briosa Fíriel por las riendas.

El joven montaraz avanzaba con la cabeza ocupada, acomodando y desechando palabras para su reporte, el cual cubriría cuatro meses de patrullaje en los campos de Ithilien del Norte y parte de las rocosas montañas de Ephel Dúath.

La yegua relincho y golpeo con sus cascos el piso de piedra, dando pequeños saltos, demandando atención. Su amo se giro hacia ella y le susurro al oído, acariciándole el cuello.

Era cierto que Sauron había sido desvanecido, pero eso no impedía a los orcos seguir multiplicándose y atacando. Ahora lo hacían con más cuidado y silencio, agrediendo a viajeros y patrullas de soldados. Aunque no eran tan tontos de acercarse a los Campos de Pelennor, recordando ese nombre con miedo, terror.

Mordor, aun en estos días, era el agujero donde las artimañas del mal se refugiaban, pero Gondor y Rohan trabajaban unidos para sanear esas tierras, las cuales tardarían muchos años en volverse una sombra de lo que en tiempos pasados habían sido, pues la huella del mal estaba profundamente marcada en ellas.

Otro problema eran los haradrim, sureños de piel oscura cuyos ancestros habían sido corrompidos antes de que la sabiduría élfica los tocara. Enseñados a codiciar y odiar por las artes de Morgoth, maestro de Sauron que yacía en una profunda prisión desde hacia miles de años.

Esta raza de hombres no olvidaba la derrota sufrida a manos de los hombres del oeste, y en sus corazones el odio crecía hacia aquellos que habitaban las tierras al norte de su natal Harad.

Era cierto que estaban divididos en innumerables tribus, fragmentados por su propia avaricia, ambición, pero Aragorn no desechaba la posibilidad de que algún día se unieran bajo un mismo propósito: destruir al Reino Reunido y sus aliados.

Suspirando, el príncipe apoyo su cabeza en el cuerpo de la yegua, buscando un poco de confort a su cansancio antes de tener que reanudar la marcha hasta el séptimo nivel de Minas Tirith.

.o.

Los grises ojos del rey observaron al montaraz de pelo negro que se encontraba solitario en las desiertas calles del segundo círculo, abrazado a su montura, acariciándole el cuello.

Ya habían pasado dos años y medio, y aun no podía creer que Sirius Black le hubiese dejado a ese maravilloso joven que amaba como a un hijo.

Aragorn le observo, orgulloso de quien era aquél que le servía, pródigo príncipe de Gondor.

Arwen y Elessar aun no habían concebido ningún hijo, pero ambos amaban a Harry, no, a Elerosse, miembro de la Casa real de Gondor, Telcontar. Ese nombre se le había dado el día de su coronación y adopción. Y aunque las sagradas reglas de los Numenoreanos dictaban que el primer varón fuera el heredero a la corona, Ezellahen había declinado graciosamente la oferta, pues sabía que algún día tendría un pequeño hermano, al cual amaría y cuidaría, y sería tan grande como su rey.

Las memorias renacían y morían dentro de la cabeza del soberano del Reino Reunido, los recuerdos que guardados celosamente en su interior aún brillaban con luz propia, perpetuando el momento, aquél día hacia dos años y medio en los Campos de Cormallen.

oOoOoOoOoO Recuerdo OoOoOoOoOo

Aragorn corría rápidamente a través de los árboles, con la capa recogida en una de sus manos para que no se atorará en alguna rama o entorpeciera su carrera.

Un mal presentimiento le había llegado después de que un furioso Sirius le dejará en el bosque. Sabía que su amenaza tan solo había sido como leña arrojada al fuego, pero realmente habían tenido un importante significado, ya que si Sirius se atrevía a dañar a Harry, no era con su ejército con el que se hubiera tenido que enfrentar, sino con la ira de Aragorn.

Sus grises ojos pronto encontraron la tienda donde el joven mago se hospedaba, y sus manos se arrojaron al frente, abriendo en un solo movimiento fluido el lienzo que servía de puerta.

La mirada del montaraz cayo inmediatamente sobre la cama, y un enorme alivio le lleno al encontrarla aún ocupada por el joven mago de ojos verdes. Acercándose hasta él, se hinco a su lado, acariciando amorosamente el rebelde cabello azabache.

Una respiración a su espalda le alertó, y girando rápidamente su rostro se topó con el de Sirius Black, quien se encontraba sentado sobre una silla de madera, escondida entre las sombras de una esquina.

Pero los ojos del animago en ningún momento dejaban a la figura que yacía inconsciente sobre la cama por el hechizo salido de su varita. De sus manos pendía el espejo, amenazando con resbalarse de ellas, su lisa superficie lanzando pequeños destellos rojizos.

- Sirius – musitó Trancos, poniéndose rápidamente de pie – ¿Por los Valar, dime qué haces aquí?

El animago giro su rostro en dirección del montaraz, rápidamente, como si acabara de reparar en su presencia.

- Me despido – fue lo único que logró murmurar, mientras su mano libre viajaba rápidamente a su rostro, limpiando con sus dedos índice y pulgar las lagrimas que se habían acumulado en sus ojos – No puedo llevarlo devuelta – balbuceó – Allá tan solo le usarán como una pieza más en esa estúpida guerra, un pobre alfil al cual se le ha arrebatado todo por el simple hecho de que a alguien se le ocurrió señalarlo en una profecía – musito con dificultad, la garganta y labios secos, los ojos rojos. Aragorn hizo un intento de acercarse, pero el animago elevó rápidamente la palma de la mano – No... no... así es mejor. Sobreviviremos sin él. Es lo menos que le debemos, por todo lo que le hemos obligado a soportar

¿Y tú¿Sirius? – preguntó con nostalgia Elessar – ¿Lograrás sobrevivir sin él?

- Eso no importa – susurró débilmente, suave – Cuídalo Aragorn – dijo, con la voz firme, mientras una lagrima surcaba su mejilla – Yo no podré estar ahí para él – una risa amarga salió de sus labios – Realmente nunca lo estuve, y tú lo encontraste cuando más perdido estaba. No le digas nada – continuo, y esta última frase sorprendió al montaraz – No le digas nada de esta corta charla

- Pero – musito Aragorn – Te odiará sino sabe tus motivos ¡Te odiará pensando que le abandonaste¡Por que robaste su decisión!

¡Acaso no lo entiendes¡No me importa que me odie! No me importará por que él estará sano y salvo... y feliz... por que sé que lo estar�, a tu lado, en un lugar donde la paz ha renacido

- Pero donde falta aun un buen trazo para que la paz reine completamente – murmuró Trancos

- Pero ya están en camino de alcanzarla – respondió Black, y después de una pausa volvió a encarar a Elessar – No le digas nada, Aragorn. Es mejor que odie a uno y no a los dos – el montaraz no dijo nada – Sabes que lo hará si le comentas de esta charla, y sabes por que lo hará

- Creerá que los dos decidimos sobre él, robando su decisión, sin tomarle en cuenta... y nos odiar�, nos guardará rencor por eso – respondió el montaraz, ganando una inclinación de cabeza de parte del animago. Aragorn suspiro – Espera a que despierte, Sirius – susurró, clavando sus ojos en los del animago

- Sabes que no lo haré – respondió, y justo en ese momento el espejo lanzaba otro destello rojo, desesperado, la señal de que ya todo estaba listo para que regresaran

- Quédate entonces – se apresuro a decir Aragorn

- No puedo... – musitó Sirius – No pertenezco a tu mundo, no me entiendo en él. Debo volver, hay un amigo allá que me necesita, y necesitará más cuando se entere que Harry ya no regresar�, jamás – el montaraz le observó confundido – Este espejo – dijo Sirius, mostrándole el espejo a Aragorn – es la única puerta que conecta nuestras mundos, la única puerta que puede ser manipulada por nosotros... sin ella, Harry podría terminar en cualquier parte, pues fue así, por mera suerte y casualidad, que llego a este mundo

Los dos hombres se observaron un momento en silencio, hasta que el animago elevó su mano, la cual Elessar tomó, saludándole con fuerza y honestidad.

- Sé que no eres un mal hombre, Aragorn – expresó Sirius – Hubiésemos incluso podido llegar a ser amigos

- Pero las circunstancias fueron otras – terminó por él el montaraz

- Cuida de Harry, él no lo entenderá... Está ahí para él – susurró el animago – Él no conoce el calor de una familia ni la paz, pero sé que sabrás guiarle en esta nueva vida que le espera... – Aragorn asintió con la cabeza, sonriendo con nostalgia

- Buena suerte, Sirius Black

oOoOoOoOoO Fin de Recuerdo OoOoOoOoOo

Una blanca y arrugada mano se posó en el hombro del rey, arrancándolo de sus memorias, regresándolo al presente.

Aragorn sacudió un poco la cabeza, y regresando sus grises ojos a la figura que se apoyaba en el jamelgo, dio unos cuantos pasos, pasos que no pasaron desapercibidos por el sensible oído del animal, quien alertó a su amo con el leve movimiento de sus músculos al elevar la cabeza.

- Mae govannen, neth ernil (Bienvenido, joven príncipe) – pronunció con profunda voz, obligando al príncipe a mirarle de frente

Harry giro rápidamente, la espada golpeando sus muslos.

- Adar (Padre) – musitó el montaraz, encontrando sus verdes ojos con aquellos del rey – Tula nen (He vuelto)

Aragorn se acerco a su hijo, olvidando toda pretensión de realeza y envolviéndolo en un cálido abrazo ¡Cómo lo había echado de menos esos cuatro meses!

- Mae govannen, mae govanne, Elerosse

pOq pOq pOq pOq pOq pOq pOq pOq pOq pOq

Harry Potter desaparecido

Rumores llegaron hasta las manos de 'El Profeta' donde se indica que el-niño-que-vivió se encuentra desaparecido, sin embargo, a pesar de que aun nada esta confirmado, fuentes fidedignas aseguran que el joven mago lleva perdido alrededor de dos meses.

El auror Kingsley reportó el día anterior que...

Sirius Black encontrado inocente

El día de hoy, en las oficinas del ministerio, Arthur Weasley, el nuevo Ministro de Magia, absolvió al exconvicto Sirius Black de todos los cargos que se le acusaban.

El último miembro de la renombrada familia Black recibió no solo la absolución sino también una medalla y una cuantiosa suma de dinero en pago por los diez años de sufrimiento vividos en la prisión de Azkaban, siendo inocente por las muertes de James y Lily Potter.

Sin embargo, a pesar de su buena suerte, el noble mago no mostró ni una sola sonrisa durante el juicio y su mirada estaba llena de nostalgia ¿Podrá ser que tal tristeza haya sido causada por la tan polémica desaparición del joven Harry Potter?


¡Cielos¿A que no se esperaban esto-P pues ya lo tenía planeado desde el capítulo donde anuncie que iba a ver segunda parte -P ¿les gusto mi sorpresa? ... Siento que haya sido tan corto el capítulo, pero tenía que ser así para darle sabor, prometo no publicar de mi otro fic hasta que suba otro capi de este fic. Palabra de boy scout ..
& JEUNE CIRCE &

Si solo existiera una verdad, sería imposible pintar cien cuadros de ella.
Picasso