Reencuentro con el pasado.

By Hisaki Raiden.

Solo quiero aclarar que los personajes de Ranma ½ son propiedad de Rumiko Takahashi y que no me pertenecen, ni persigo ningún fin lucrativo al realizar este fan fic, la intención es solo divertirme.

Capítulo 1: Conocidos.

Era de noche sobre la ciudad de Odaiba, la noche estaba tranquila y silenciosa, eran casi las 9:00 de la noche.

Se le había hecho tarde, muy tarde. Pues se había detenido más de lo usual en la biblioteca del instituto. Y lamentablemente, ese día no había podido abrir el negocio: Su negocio del cual se abastecía. Tiempo atrás había tenido un sueño en el cual deseaba la compañía del ser amado y junto a él sacar adelante su negocio y la tradición de su familia, pero desde hacía casi tres años había aceptado o se había resignado a que ese negocio solo tendría un dueño: Ella. Poco quedaba de aquella chica de 16 años. Seguía siendo igual de independiente, por supuesto y su habilidad en el Okonomiyaki habían aumentado enormemente, pero por otro lado las ilusiones y la esperanza en el amor se habían esfumado de ella. Y aunque sus sonrisas y su alegría prevalecían parecían ser más por seguir una regla social que por querer manifestarlas.

Si, todo ese tiempo no había pasado en balde, si las personas con las que convivió hace tres años la vieran ahora, la desconocerían. El uniforme masculino que tendía a usar durante la adolescencia ahora era sustituido por el uniforme femenino del instituto y la gran y característica espátula en su espalda, había desaparecido y ahora lo único que llevaba era un portafolio en sus manos. Quizás lo único que no había cambiado era su cabello el cual mantenía igual de largo y bonito y sus ojos rasgados color zafiro, lo que la hacía una chica muy atractiva y de la que se podía pensar que habría tenido muchos novios o que estaría con pareja o comprometida, pero la única verdad es que esa chica no tenía novio y no estaba buscando uno. Las relaciones afectivas simplemente no le interesaban.

Llevaba la carrera de economía en el instituto y su único interés era ampliar su negocio.

–Qué tarde es– Se dijo para si misma, estaba un poco preocupada, ese día se había tenido que quedar a estudiar y apenas regresaba de la escuela. Sus compañeros le habían ofrecido acompañarla hasta su casa, pero ella gentilmente les dijo que estaría bien, que no se preocuparan por ella.

A veces repasaba su vida y lo único bueno parecía ser su niñez cuando estaba con aquel amigo. Pues, cuando eran niños no había más preocupación que jugar ¿Compromisos…? No había ninguno y podía estar con él todo el tiempo que quisiera, sin que eso significara más que su amistad, sin embargo al crecer, las cosas cambiaron y se complicaron. Ese amigo se alejó de ella y mucho tiempo después, cuando lo reencontró, tenía otro compromiso… ¿Otro? Si, todo por culpa de sus padres, aunque mejor dicho por culpa del padre de él. Y después vinieron sus sentimientos y las cosas empeoraron. ¿Por qué tuvo que dejar de ver a ese chico como a un amigo?. Pero sobre todo ¿Por qué ese chico nunca dejó de verla como a una amiga?. No sirve de nada amar si no es mutuo… sino se es correspondido.

Volteó a ver al cielo, de nuevo estaba pensando "tonterías". No tenía ningún sentido pensar en algo que no tenía solución y que había pasado hacia tanto tiempo, pero una sonrisa apareció en sus finos labios; le causaba gracia, como si esos recuerdos no se trataran de ella si no de otra persona y se riera de lo patética que era esa persona.

La noche se hacía cada vez más densa, su reloj marcaba las 9:30… definitivamente esa noche ya no haría más que ir a dormir, mañana era viernes y tenía un examen, razón por la que se había quedado tan tarde en la biblioteca. Ya estaba por llegar a su casa, ese día terminaría siendo igual que los otros: No habría nada interesante.

De pronto un bulto en una esquina a dos cuadras de su casa atrajo su atención. Al principio sólo parecía un saco enorme de basura que alguien había dejado allí, pero su rostro cambió a uno de fastidio. ¿Por que las personas tenían que arrumbar la basura así?. Se detuvo reflexionando esto cuando percató que el bulto se movía. La chica se agitó un poco, no se lo esperaba, seguramente era un perro, pero su tranquilidad desapareció cuando alcanzó a escuchar que unos murmullos provenían de ese saco y cayó en la cuenta; ese no era solo un bulto, se trataba de una persona y eso no era buena señal, seguramente se trataba de un vagabundo mal viviente. Se dispuso a caminar lo más pronto posible y alejarse de ahí antes de que algo malo pasara.

–A…Akane…

La chica de cabellos castaños se sorprendió al escuchar esa palabra, ese nombre le traía muy malos recuerdos, pues era el nombre de la persona con la que había perdido a su amigo y a su primer amor, pero no detuvo su paso, era solo un nombre eso no significaba nada…

–Ran… ma…

Al escuchar ese nombre se sorprendió aun más y regresando sobre sus pasos se acercó confundida a ver a aquel vagabundo. Si bien escuchar el nombre de "Akane" no significaba mucho… pero escuchar esos dos nombres juntos, ya no parecía ninguna coincidencia… ¿Quién era esa persona¿Acaso era alguien que ella conocía?. Llegó al pie del vagabundo y notó que estaba envuelto en una capucha verdosa y sucia y que despedía un desagradable aroma a alcohol, pero se inclinó hacia ese hombre sin ningún miedo, sabía que era un hombre, por su voz, y tomándolo de la capucha que cubría su rostro, lo destapó…

–¡Ryoga! – Exclamó sorprendida. Si bien aquel chico tenía el cabello más largo, algo de barba y su rostro ya no era el de un adolescente, ella tenía muy buena memoria, además quien más diría esos dos nombres juntos. No había ninguna duda, solo alguien como él, que había sufrido algo muy parecido a ella podía hacerlo. –¡Ryoga, despierta!– Dijo agachándose y moviéndolo, pero el muchacho estaba perdido en el alcohol que había consumido, incluso la chica encontró una botella junto a él. Volteó a todos lados de la calle, la cual estaba extrañamente silenciosa y vacía, pero eso no significaba que no podría aparecer alguien, puesto que aun no eran las 10:00. Miró al muchacho de cabellos grises… no podía dejarlo ahí, por lo que tomándolo del brazo y sosteniéndolo firmemente lo arrastró hacia su casa, aun faltaban dos calles por pasar, pero ella era muy fuerte y Ryoga extrañamente resultaba muy ligero, era probable que estuviera más delgado de lo normal. Abrió la puerta de su casa, atravesando la marquesina de la entrada, lo único que ahí había eran las parrillas donde cocinaba, una barra (o mesa como se llame esas mesas delgadas junto a los puestos de comida rápida) y alrededor de esta seis o siete bancos. Subió las escaleras al segundo piso con Ryoga a cuestas, ya arriba dejó a su "invitado" sobre un sofá. Lo contempló un instante, en verdad Ryoga se veía mal, de buena gana le ofrecería un baño, pero era probable no despertaría hasta el día siguiente.

Sin ningún otro pensamiento se retiró de ahí y se desvistió para tomar un bañó, ya en la regadera, se preguntó que podría estar haciendo Ryoga, en Odaiba, pero reflexionó que era muy probable que lo despistado no se le hubiera quitado a pesar del paso de los años y hubiera llegado ahí sin proponérselo. Cuando terminó de bañarse se vistió con una pijama de pantalón y blusa de manga larga color beige, se enredó la toalla en su cabeza y se quedó en silencio, sentada en su cama, ni siquiera pudo pensar algo, se estaba sintiendo un poco incómoda. Desvió su vista a su ropero y poniéndose de pie, caminó hasta allí y tomó una manta. Salió de su habitación y llegando hasta ese sofá contempló de nuevo a su "invitado" sobre el y lo cubrió con la manta, después de casi cuatro años, creyó que no volvería a encontrase con alguno de todos ellos, eso incluía por su puesto no sólo a Ranma y Akane, sino también a Kuno, Kodachi, Shampoo, Mousse y… desde luego Ryoga. ¿Qué habría pasado con todos ellos? El día que se fue de Tokio ni siquiera se había despedido de Ranma… supuso que eso a él no le afectaría en lo más mínimo, eran amigos, pero… sólo eso.

Dio un hondo suspiro y pensó que lo mejor sería ir a dormir, mañana tenía que ir a la escuela y hacer un examen, dio una última mirada a Ryoga y luego caminó a su cuarto, después de todo pensó que mañana tendría tiempo de hablar con él.

CONTINUARÁ…

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Hola, hola, están ante mi primer Fic de Ranma ½, sip, cómo ven está protagonizado por dos de mis personajes favoritos Ryoga y a estas alturas ya saben de quien se trata ella¿no¿Qué tal¿No les da curiosidad saber que pasará? Pues, a mi si jajajajaja.

Yami Hisaki: Ush¬¬ ya vas a empezar, bueno te lo perdono solo por que alfil pudiste hacer algo decente.

Les presento a mi Yami ¬¬ y lo de "decente" se refiere a historia no-yaoi.

Si lo leen por favor no sean tan duros conmigo… es una historia que había querido hacer desde hace mucho, solo que no se me ocurría nada, pero ¡Al fin!

Si quieren que continúe por favor déjenme algún review. Se los agradeceré enormemente.

Yami Hisaki: Un poco de apoyo no estaría mal.

Comentarios, sugerencias, amenazas de muerte, jitomatazos y de más frutas y legumbres (siempre digo lo mismo nnU) serán bien recibidos.

¡Mil gracias por leer y luego nos leemos!

ATTE: Hisaki Raiden "La legendaria swordgirl princess".

Sayonara!