Hola! Mil gracias por los reviews... estoy emocionada, de verdad!!!! Como siempre, los contestaré al final del capítulo...

Disclaimer: ¿alguien tiene alguna duda de que yo no tengo nada que ver con JK Rowling y que mi capacidad lingüistica es similar a la de Hagrid? Pues eso. Todos los derechos son de Rowling y yo sólo me dedico a rapiñar sus personajes.

LOS PELIGROS DE LLEVAR PUESTAS LAS OREJAS

Capítulo 5: Epílogo. Lo que sucedió después del beso.

Harry y Hermione lo tuvieron realmente difícil, pero consiguieron un momento de suficiente privacidad durante la cena como para concertar entre murmullos una cita para esa noche en la sala común. Se quedaron bastante cohibidos después de su demostración pasional delante de todo el colegio y, sentados juntos, sólo pudieron centrar su atención en intentar mantener la compostura y no lanzarse a buscar los labios del otro como desesperados.

Hermione abandonó su dormitorio en plena noche y bajó de puntillas los escalones que llevaban a la sala común. Crookshanks intentó abortar su abandono utilizando la conocida técnica de enredarse entre sus tobillos, pero como la habitación estaba a oscuras, se llevó un pisotón en la cola de regalo. Hermione le pidió disculpas en voz baja, pero en aquel momento la salud de Crookshanks no formaba parte de sus prioridades.

Cuando llegó, Harry ya estaba allí. La sala común estaba a oscuras, iluminada tan sólo por las llamas que crepitaban alegremente en la chimenea. Hermione tragó saliva al notar todo su atractivo como una bofetada: el pelo negro despeinado, los ojos verdes reflejando el chisporroteo del fuego, las mejillas encendidas por la proximidad de las llamas, el pijama de Dudley diez tallas más grande... esto... obviemos la parte del estilismo, el caso es que Hermione tuvo que recurrir a todo su autocontrol para no violarlo allí mismo.

"Harry, tenemos que hablar..." -empezó.

"Sí, hablar... tenemos que hablar" -asintió Harry, notando cómo su esófago se había bloqueado en algún punto.

Hermione también llevaba puesto el pijama, aunque en su caso era de una delicada tela de color marfil que se deslizaba sobre la piel dibujando su contorno. La camisa tenía los botones de arriba desabrochados, y mostraba una piel cremosa y satinada a la luz del fuego. Harry metió las manos en los bolsillos del pijama, porque no respondía de sí mismo si las tuviese desocupadas. Realmente, quien hubiese inventado las clavículas merecía un monumento.

"¿Harry?" -preguntó Hermione al ver cómo Harry se frotaba los ojos e intentaba apartar la mirada. "¿Te pasa algo?"

"Las clavículas... digo, las llamas, el fuego, sí, me pican los ojos..." -respondió mientras se agachaba frente a la chimenea y removía las brasas con saña, haciendo que miles de chispas saliesen volando directas a su cara.

"Pues como sigas dándole esa caña a las brasas, se te van a caer los ojos" -respondió su amiga con aire de sospecha, mirándolo como si se le hubiese dicho que Snape no era tan mal tipo, al fin y al cabo.

"Sí, ya termino..." -Harry dejó el atizador en su sitio y se puso de pie.

"Harry..." -Hermione se acercó a su amigo hasta una distancia que éste empezaba a considerar peligrosa-; "lo que pasó antes... ¿fue para callar a Malfoy? ¿Fue sólo para que los demás no pensasen lo mismo que él?"

Harry la miró como si le hubiese dicho que le daba igual suspender todos los EXTASIS. Suspiró. Tan lista que era para los exámenes...

"Ven aquí..." -le dijo, haciendo un gesto con la mano para que se acercase. Hermione obedeció un tanto reticente y, cuando estuvo en su radio de acción, Harry se inclinó hacia delante, le deslizó el brazo por la cintura y le levantó la barbilla.

"Te quiero, idiota" -murmuró mientras acariciaba los labios de Hermione con la yema del dedo. Se inclinó sobre ella y volvió a besarla, pero esta vez, sin la presión de ser observado por la totalidad del alumnado y profesorado de Hogwarts, no se molestó lo más mínimo en controlar la pasión que sentía.

Un profundo suspiro se oyó en la habitación de Harry.

"Cállate ya, Neville, que no oigo bien" -gruñó Ron dándole ligeros toquecitos a las orejas extensibles Weasley.

"Le ha dicho que la quiere" -suspiró Neville con ojos soñadores. "Qué romántico..." -y fue a tumbarse boca arriba en su cama, abrazando la almohada.

Ron, Dean y Seamus se miraron entre sí.

"Tenemos que hacer algo para que Luna le haga caso de una vez" -rumió Dean. "No soportaré por más tiempo a un Neville enamorado y no correspondido".

"Sí que es correspondido" -aclaró Ron mientras intentaba sintonizar mejor con la sala común. "Lo que pasa es que son más inútiles aún que Harry y Hermione. A ellos sí vamos a tener que darles un empujoncito".

"¿A Luna le gusta Neville?" -preguntó Seamus incrédulo.

"No le gusta... le entusiasma..." -precisó Ron-; "vaya, ahora no se oye nada, han vuelto a fallar las orejas..."

Dean prestó más atención, enarcó una ceja, se puso rojo como un tomate y tiró del cordón que tenía en el oído.

"No es que fallen, Ron... es que ahora ya no están hablando..." -balbuceó.

Los tres se miraron, enrojecieron hasta la raíz del pelo, desconectaron las orejas extensibles y se fueron a sus camas.

Horas más tarde, Harry estaba sentado con las piernas estiradas hacia el fuego, mientras Hermione, en su regazo, apoyaba la cabeza en su hombro. Harry le acariciaba el pelo, ahora tan alborotado que hubiese sido el alborozo de una golondrina buscando un buen lugar para hacer el nido.

"Hermione..." -murmuró con la vista fija en las llamas.

"Mmmmm... ¿sí?" -contestó ella agotada, dejándose invadir por un soporcillo delicioso.

"¿Por qué le dijiste a Krum que jamás saldrías conmigo?" -le preguntó Harry sin dejar de acariciarle el pelo.

"Qué tontería, Harry...¿qué estás diciendo?" -respondió Hermione cerrando los ojos.

"Krum me lo dijo" -respondió simplemente Harry.

Hermione tardó unos instantes en procesar toda la información. En una fracción de segundo pasó de estar amodorrada utilizando el hombro de Harry como almohada a incorporarse como un muelle con todos sus sentidos alerta.

"¿Que Krum te dijo qué?" -preguntó con la voz más aguda de lo habitual.

"Que nunca saldrías conmigo" -repitió Harry, sobresaltado ante la reacción de Hermione.

La chica se puso de pie de un salto y empezó a caminar a un lado y al otro, delante de la chimenea.

"Ese... voy a matarlo, lo juro... ya hay que ser mal perdedor, inventarse algo tan rastrero..." -decía para sí misma mientras se frotaba las manos con ira contenida.

Harry la miraba desfogarse mientras, lentamente, empezaba a comprender que Krum le había mentido, y que Hermione jamás había dicho aquello.

"¿No es verdad?" -preguntó con sonrisa bobalicona.

Hermione le lanzó una mirada que hubiese sido la envidia de cualquier basilisco.

"Harry, si hubiese pensado algo así, hubiese tenido la delicadeza de no decírselo a Víctor" -puntualizó. "No como otros, que gritan en la sala común que jamás tendrían el estómago de besarme" -añadió con retintín.

Harry se puso en pie y la sujetó por los hombros.

"Calma, fierecilla" -le dijo sonriendo. "Ron estaba muy preocupado porque yo le había dicho que me gustabas y el muy bestia tenía miedo de que intentase tener un simple rollo contigo... tenías que verlo: ¡daba miedo!" -finalizó riendo por lo bajo.

Hermione cambió su expresión enfurruñada por una cara de deliciosa sorpresa.

"¿Le dijiste a Ron que yo te gustaba?" -preguntó.

"Sí..." -respondió simplemente Harry.

"¿Y Ron intentó protegerme?" -volvió a preguntar Hermione con una sospechosamente dulce sonrisa.

"Sss...sí..." -volvió a responder Harry.

"¡Pues voy a dejarle un ojo morado! ¡A ver si necesito un caballero andante de pacotilla que me proteja precisamente de ti!" -soltó intentando zafarse de los brazos de Harry.

Pero Harry no tenía la menor intención de dejar escapar a Hermione. La abrazó por la espalda con firmeza, evitando que se soltase.

"¿De verdad que lo que más te apetece hacer es hincharle un ojo a Ron?" -le preguntó al oído con voz ronca.

Hermione se quedó parada y giró hasta ver con claridad la expresión inequívoca de Harry. Enrojeció hasta las orejas.

"Mmmmm... no..." -respondió con voz mucho más dulce. "Se me ocurren cosas mucho más agradables..."

Y, diciendo esto, se dejó caer lentamente sobre el sofá mientras besaba a Harry, atrayéndolo hacia ella.

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Pero esta historia no termina aquí. El beso de Harry y Hermione trajo serias consecuencias para la casi totalidad de los habitantes de Hogwarts.

La mayoría de las parejas, contagiada por una especie de virus del romanticismo, se vio inmersa en una suerte de epidemia amatoria, dejando colapsados todos los rincones medianamente íntimos de la escuela; podría decirse que había overbooking en la torre de astronomía, los invernaderos, las orillas del lago, e incluso colas en los armarios donde Filch guardaba las escobas.

Minerva McGonagall, como jefa de Gryffindor, castigó a Harry y a Hermione, y Severus Snape, como jefe de Slytherin, a Draco. Los griffies tendrían que limpiar la lechucería durante todo un mes. Snape no tuvo corazón de ser tan estricto con su alumno favorito.

"Malfoy... esto... tendrá que limpiar mi caldero nuevo" -dijo visiblemente incómodo.

"Severus, tu caldero nuevo tiene un recubrimiento antiadherente" -interrumpió McGonagall poniendo los ojos en blanco.

Sin embargo, la justicia a veces es ciega, y castiga con mano de hierro a quienes infringen sus normas. Cuando Snape se dirigía de vuelta a las mazmorras, caminando a grandes zancadas y levantando tanto aire con su túnica negra que Draco, que le seguía a duras penas, pensó que iba a pillar una faringitis...

"Vamos, Draco, que no tengo toda la noche..." -rumiaba. "Tienes diez minutos para limpiar el maldito caldero..."

Al doblar una esquina, la profesora Grubbly-Plank, fumando su sempiterna pipa, se dio de bruces con Snape.

"Severus, mira por dónde vas" -gruñó.

Pero antes de que pudiesen seguir sus caminos, un ramillete de muérdago que tenía el mismo aspecto que la mini-lechuza de Ron pero en color verde, pasó volando por encima de sus cabezas, los sobrepasó, frenó en seco y retrocedió sobre sus pasos (es un decir), pasando a volar en círculos sobre sus coronillas. Snape y Grubbly-Plank miraron hacia arriba durante unos segundos, mientras Draco retrocedía unos pasos por si las moscas, y reaccionaron de forma muy diferente. Snape miró a la profesora con cara de pánico, y se preparó para salir huyendo (mientras intentaba recordar los ingredientes de la poción anti-granos), pero ella frunció el ceño y, con una sorprendente agilidad para su cuerpo de jugadora de balonmano jubilada, agarró a Snape por la manga y lo atrajo hacia sí.

"Ni hablar, Severus... no tengo ninguna intención de volver a utilizar productos para el acné como si fuera una adolescente" -y, diciendo esto, sujetó a Snape como si fuese un potencialmente peligroso bebé de colacuerno húngaro y le plantó un beso en los morros que lo dejó sin aliento.

Dumbledore reía por lo bajo en la intimidad de su despacho.

"Quien a hierro mata, a hierro muere, Severus..."

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Bueno, pues espero que os haya gustado. No he actualizado antes porque la inspiración se me fue de vacaciones, a pasar el fin de año a las Barbados... no es que me haya gustado mucho el final, pero he hecho lo que he podido.

Y ahora paso a contestar los reviews:

Meiny: Me alegro de que te haya gustado;con respecto a lo de mandarte el capítulo, no tengo ningún problema, pero eso de que salga cortado es algo que suele pasar en , y si vuelves a intentarlo más tarde ya verás que sale entero. Debe ser cosa del servidor, que lo deben tener saturadísimos, los pobres. Si sigues sin verlo, no tengo ningún problema en mandarte una copia. Y la serie de "7 vidas", qué quieres que te diga, me parece genial...

Vicuticu: Gracias! Lo de "estar como un queso" no es mérito mío, es una frase hecha muy usada en España, jajaja.

Danna-potter: así que te ha gustado el beso, eh? A mí también, jajaja. Lo del castigo, pues ya lo ves, Snape como siempre en su línea...

Mary Katsuya: gracias por el review, y Malfoy ha hecho algo bueno, pero por casualidad. Es que no lo soporto...

CrisHH: así que una "pastelada ferpecta", ¿eh? Jajaja! La providencia ha hecho que Malfoy los una, sí, como una forma de expiar sus pecados... cómo me alegro... Probaré lo de la Nivea en el cerebro, que parece buena idea.

Taeko: Lo que me da palo seguir es "ponga una mascota en su vida", que creo que está bien como está y que todo intento de continuarla podría ser una pifiada. De todos modos no digo que nunca haré una continuación, por si acaso... Lo del beso Severus-Minerva... jamás le haría eso a McGonagall, que me cae muy bien, jajaja!

RoHermione: gracias por lo de los foros! Me lo estoy pasando pipa! Me alegro de que te rieses con el final del capítulo 4, que yo creo que es el mejor de la historia. Nos vemos!

Just-my-soul: gracias por el review y por los deseos para el año nuevo!

Sheamoonie: Gracias por los comentarios! Por favor, ¿cómo podría yo no juntar a ese par de tortolitos, jajaja? Si soy HHr convencidísima!

Leohagrid: Bueno, pobre Minerva no, que al fin y al cabo le he evitado un beso de Severus, jijiji. A mí también me encantó imaginarme ese beso (babas, babas...)

Hickisu Misaki: me alegra que te gustase, sobre todo si te gustan más los fics trágicos. Yo, lo siento, soy una adicta completa al romance (pero sobre todo si es HHr, jajaja)...

Leticia Margoth: bueno, si después me besa, yo me dejaría arrastrar por Harry hasta las mazmorras, jajaja. Gracias por el review!

Ania-san: ¿qué significa eso de "hasta que le diste fuerza a Harry"? Debe de ser una expresión de tu tierra, ¿no? Gracias por el review, y lo siento, pero no tengo coraje para castigar así a McGonagall, aunque ahí tienes otro beso de Severus, jejeje.

Black mermaid: sí, menos mal que Harry actúa, eh? Yo también empezaba a desesperarme, jajaja.

Valery Riddle: guaaaaaaaaa, me alegro de que te guste el punto irónico, jejeje. Te doy total libertad para subir el fic a donde quieras, si a Rowling no le importa que le piratee los personajes, a mí tampoco, jejeje...

Flydown: ¿te ha gustado el título? Me alegro, a mí también. Se me ocurrió por una tira que leí hace tiempo de Mafalda... me encanta Mafalda, jaja.

Alionushka: hay una frase que no entendí de tu review, imagino que ffnet la subiría mal... de todos modos, gracias por la crítica!

Dama-blanca: jajajajaja, cómo me he reído con tu historia! Lara persiguiéndote por todos lados, en plan maldición, ¿eh? Ja, ja, ja... Me alegro muchísimo de que te haya gustado la historia, porque a mí las tuyas me encantan, aunque tengo debilidad por "Lluvia"... tan corto y tan perfecto, ay... Espero que lleves bien lo del rapto de Harry, aunque si a mí me sucediese lo mismo lo llevaría fenomenal, jejeje. Aprovecha, que no a todo el mundo le pasa, juas, juas...y si vuelve a ofrecerte niños... ya sabes! ;) Lo de subir el fic al foro, estoy en ello... Coincido contigo en lo de "Ponga una mascota en su vida": cuando Harry le dice a Hermione lo de "¿te das cuenta de que te he metido en mi cama y te he acariciado la barriga?"... bueno... ay... no puedo seguir... ja, ja, ja... me encanta... me derrito...

Bueno, y ahora me despido ya, por el momento. Me alegro si os ha gustado la historia al menos tanto como me he divertido yo escribiéndola. Muchos besos a todo el mundo.

Lara