Sora entró en su casa, cogida fervientemente de la mano izquierda por su hermana, mientras que su otra mano portaba una de las maletas de la pequeña. Después de semejante sorpresa, lo único que pudo hacer fue despedirse de todos sus amigos sin dar ningún tipo de explicación, la verdad es que habían pasado ya varios meses desde su último encuentro, pero a Sora se le habían pasado demasiado rápido con todo lo que le había estado ocurriendo últimamente.
Era cierto que sus amigos no conocían nada de la existencia de May, su pequeña hermanita, la razón era muy simple, siempre habían vivido por separado, la una con la madre y la otra con el padre, y a Sora no le gustaba hablar mucho de su familia, menos si se trataba de May. La verdad es que con ella nada malo pasaba, de hecho era realmente encantadora con todos sus familiares y con Sora era todavía más amable y alegre que con el resto. Pero el hablar de su hermana pequeña implicaba hablar sobre los problemas familiares, las discusiones de sus padres respecto al trabajo del padre, los problemas familiares que venían a cuenta de ello y demás. Además sus abuelos se implicaban mucho en el tema, alegando que ninguna familia de Takenouchi vivía por separado, que la tradición y la disciplina eran fundamentales, y qué mejor ejemplo que la convivencia de la familia. Los padres de Sora no estaban muy de acuerdo con esas ideas tan anticuadas, y como no tenían otra opción que de momento vivir por separado ya que él tenía que investigar en Kioto y ella dar sus clases de ikebana en Tokio, decidieron no comentar nada de sus planes a la familia. Claro está, decidieron que la pequeña May se quedara con su padre en Kioto para que ninguno de los dos adultos cayera en la monotonía de la soledad. Se veían frecuentemente al principio, pero últimamente Sora no había podido disfrutar de la compañía de su hermana y su padre debido a que todos habían estado muy ocupados con sus obligaciones, su madre con la escuela floral, su padre con las investigaciones arqueológicas, su hermana con un campeonato de artes marciales bastante importante y ella misma con los exámenes...
Así que tener a May de vuelta en Tokio fue una agradable sorpresa para la pelirroja. Abrió la puerta de nogal de la entrada de su apartamento con una estrepitosa energía, haciendo que todas las paredes de la casa temblaran. Nadeshiko Takenouchi se sobresaltó, estaba terminando de preparar la comida de aquel día, disimuladamente se asomó por el pasillo para ver lo que pasaba, ya que su hija no solía hacer tanto ruido.
-Sora ¿qué es este escándal...?
-Mamaaaaaaaa
May Takenouchi se abalanzó a los brazos de su madre, quien de sorpresa la mantuvo de milagro.
-¡May, hija¡pensaba que llegarías más tarde, qué alegría tenerte ya aquí, cariño.
-Mami, tenía muchas ganas de volver¿me has preparado lo que te pedí?.
-Tengo una olla llena de oden para disfrutarla hoy.
-Bieeen
Sora colocó la pesada maleta en el suelo y se quedó de brazos cruzados frente a las dos féminas.
-¿Se puede saber por qué nadie me dijo que hoy llegaba May a casa? - preguntó la pelirroja mayor curiosamente.
-Ay Sora, te lo intenté decir esta mañana, pero saliste disparada de casa y no me diste tiempo – contestó la madre mientras se dirigía de nuevo hacia la cocina.
La joven pelirroja se quedó estática pensando que por la mañana al salir escuchó a su madre decir unas palabras, a las que no dio mucha importancia. Supuso que se referiría a la llegada de su hermanita, dio un resoplido, tal vez sino hubiera sido tan despistada se hubiera enterado del acontecimiento y hubiera podido preparar una pequeña fiesta sorpresa.
Sin más dilación se dirigió a la cocina donde estaban su madre y hermana pensando en que se encargaría de que por la tarde se llevaría a May con el resto de sus amigos y la haría disfrutar a más no poder para compensar su pequeño error. De todos modos ya daba lo mismo que los demás anduvieran con ella, las explicaciones las tendría que dar del modo que fuera...
Así que esa misma tarde, después de disfrutar de una agradable comida casi en familia y hacer un par de llamadas, aprovechó el momento en el que May se iba a duchar para decirle que se arreglara, que iban a salir y le iba a presentar a todos sus amigos.
La menor sonrió alegremente ante tal propuesta y se dirigió al baño silbando una armoniosa melodía, probablemente sacada de su ocurrente cabecita.
Mientras tanto, Yamato Ishida se encontraba tumbado en el sofá de su salón, tratando de ver una película de acción, cualquier muchacha que se hubiera encontrado en esa misma estancia junto a él hubiera acabado frenéticamente loca. El joven lucía una cara de cansancio, provocado por el simple hecho de que su padre una hora antes casi quema la cocina entera intentando cocinar algo medio decente por una vez en la vida, acababa de salir de la ducha y llevaba puesta una camisa negra completamente desabotonada dejando ver un torso más que perfecto a vista de cualquier mujer, los jeans que portaba tenían el primer botón desabrochado dejando ver una línea fina de sus boxers y dando mucho que pensar a más de una mente relativamente cuerda, y la postura en la que yacía sobre el cómodo asiento, con uno de sus brazos apoyado debajo de su nuca y haciendo resbalar sus finos y húmedos mechones rubios daba a entender una escena más que sugerente.
Pese a ser uno de sus films preferidos el joven apenas prestaba atención a la pantalla del televisor, pues lo único que hacía era darle vueltas a la cabeza. Sora tenía una hermana, aparentemente de la edad de Takeru y ninguno de ellos había sabido nada hasta el día de hoy¿cómo era posible?. De repente Yamato se sintió extrañamente cabreado, jamás hubiera pensado que Sora tenía una hermana¡por lo menos podría habérselo dicho!. Ahora se sentía como un extraño hacia la pelirroja, era obvio que Sora guardaba secretos, y que no la conocía tan bien como él creía¿qué era lo que realmente sentía por ella¿era simplemente otro capricho más?. No, no podía ser sólo eso, sino ya habría tenido más de un roce con ella y no le daría tanto miedo llevar la iniciativa respecto a la situación. Pero aún así no estaba seguro de sus sentimientos, debía de ir con tranquilidad, sin apresurarse, o sino podría romperle el corazón a aquella adorable jovencita. Tal vez lo que más le asustaba era que Sora hubiera reconocido sus sentimientos hacia él, ella no es una chica cualquiera, no se enamora de la noche a la mañana y menos anda con muchos chicos a la vez. Esta vez la cosa no era un juego de adolescentes sin sentido, sino más bien algo mucho más serio, era amor, y pese a que él había mantenido muchas relaciones con un sinfín de chicas, lo que se le avecinaba ahora era algo totalmente desconcertante, no estábamos hablando de una simple relación, sino de una relación estable y duradera, porque si algo tenía Sora, era el don de la responsabilidad, y desde luego, no iniciaría relación alguna con él a menos que la tomara en serio, sin embargo... sus sentimientos eran un mar de incertidumbre, sino estaba completamente seguro de lo que hacer no podría dar un solo paso.
Tan sumergido estaba en sus propios pensamientos, no se dio cuenta de que el movil estaba sonando hasta pasado un buen rato, desganado descolgó y dando un resignado suspiró contestó.
-¿Diga?
-¿Hermano? Soy yo, Takeru.
-Ah sí, dime ¿qué pasa?.
-Me acaba de llamar Taichi para decirme que hemos quedado con el resto en la avenida de Odaiba a las 5 en punto¿te viene bien?.
-Si, no te preocupes, allí estaré.
-Muy bien, nos vemos más tarde¡hasta luego!.
Yamato colgó el teléfono, a las 5 en punto... todavía le quedaban 2 horas, mientras tanto mataría el tiempo repasando algunos acordes de guitarra.
-¡Yama¡estamos aquí!.
Ishida alzó la vista para ver cómo su amigo Taichi le saludaba enérgicamente moviendo el brazo de un lado para otro. Observó que no todos estaban presentes, y con otro suspiró aceleró el paso.
-¿Qué tal amigo? No se te ve muy animado...
-Hoy no he dormido mucho, y me duele un poco la cabeza...
-Bueno, bueno... ya verás cómo enseguida se te pasa, ahora mismo nos dirigimos al parque de atracciones¿no es genial? - dijo alegremente Taichi.
-¿Al parque de atracciones?.
-Sí, ha sido idea de Sora, parece ser que le quiere dar una sorpresa a su hermanita.
-Mmmm...
Cuando hubieron llegado todos, a excepción de Sora, May y Mimi, se dirigieron hacia su destino con paso presuroso. Una vez allí, se quedaron esperando en la entrada del parque de atracciones y a los 5 minutos aparecieron las tres féminas.
Sora traía una cara radiante, llena de alegría, parecía que iba dando saltitos en vez de caminar. Sin embargo Mimi lucía una cara completamente horrorizada, incluso su pálido tono de piel estaba más blanquecino de lo habitual.
-¡Chicas, estamos aquí, no os demoréis más, que me muero de ganas de entrar ya!.
Sora se dio la vuelta y siguió caminando hacia atrás, volvió a girarse de nuevo para topar casi de frente con ellos.
-¡Buenas tardes a todos! - sonrió la pelirroja.
-Buenas... tardes...
Yagami se sorprendió de ver a la pelirrosa en tan deplorable estado, parecía haber llegado de la casa de los horrores, o algo mucho peor.
-Mimi¿qué es lo que te pasa? - preguntó Taichi con un acentuado tono de preocupación.
Mimi dejó caer los hombros en señal de derrota mientras Sora comenzaba a reir a carcajada limpia, todos se quedaron interrogativos ante semejante escena y esperaron a obtener una respuesta, finalmente Tachikawa miró hacia atrás y tratando de ocultar el tono de voz habló.
-Es... la hermana de Sora...
-¿Qué pasa con ella¿te ha hecho algo? - preguntó Taichi.
-Bueno, es que... es... increíble, jamás había visto a una niña tan... tan... ¡tan chicazo!. Viste con pantalones deportivos y sudaderas anchas... no tiene ni pizca de feminidad, y es que encima es una niña híper-activa, no para quieta ni un solo segundo... cuando he llegado a casa de Sora no esperaba encontrarme semejante sorpresa¿cómo puedes aguantar su ritmo de vida? - interrogó Mimi a Sora en un tono quejumbroso.
-Anda anda... que no es para tanto, lo que pasa es que tu eres demasiado femenina y te choca ver a gente totalmente opuesta a ti, Mimi, mi hermana es como es, y una de las cosas que más adoro de ella es que muestra su personalidad sin ningún tipo de temor.
-Bueno¿y qué que sea un chicazo? - añadió Tai – Sora también lo era y mírala ahora, hasta parece una chica.
Taichi no acabó la frase cuando Sora ya le había dado un sopapo en la nuca.
-¡Auch! Si sólo era una broma...
-Bueno¿y dónde está tu querida hermanita, Sora? - preguntó Takeru con curiosidad al no ver a la nombrada.
-Ha ido a comprar un poco de comi...
De repente los chicos sintieron cómo una oleada de energía les invadía en forma de brisa, y vieron pararse atropelladamente a una cosa pelirroja llena de bolsas y envases de comida.
-¡Ya está hermanita, toooodo comprado!
May dejó todo lo que llevaba encima en el suelo, y los jóvenes pudieron divisar una figura de mediana estatura, de piel bronceada y figura estilizada, con el pelo del mismo color que el de Sora y unos ojillos rojizos y brillantes de emoción.
-¡May Takenouchi presente, encantada de conoceros!.
Al resto del grupo no le dio tiempo de responder, simplemente se quedaron embobados pensando en cómo una niña de 13 años podía cargar ella sola con semejante peso en bolsas. Tras un instante de transición, todos se fueron presentando uno a uno frente a la pequeña Takenouchi, y ésta última les saludó con una gran sonrisa.
Sin más dilación se adentraron en el enorme recinto ferial, los mayores adelantados para comprar las entradas y los más jóvenes atrasados y acompañando a la nueva muchacha.
-Ha sido una tremenda sorpresa el que aparecieras aquí, May, no teníamos ni idea de que Sora tuviera una hermana menor, y eso que somos amigos desde hace mucho tiempo – comentaba Kari.
-Bueno... tiene sus motivos, en nuestra familia somos bastante reservados a la hora de hablar sobre ello, hemos tenido unos cuantos problemas en los últimos años, y hay muchas cosas que se mantienen en secreto, creo que nunca llegaréis a conocer a fondo a mi hermana... - respondió May con un deje de melancolía.
Los jóvenes se miraron entre sí interrogativamente y volvieron a dirigir su mirada hacia la menor de las hermanas.
-¿Qué quieres decir, May? - preguntó Takeru un tanto preocupado.
May sonrió pasivamente, intentando tranquilizar la inquieta mirada del joven rubio.
-No me malinterpretes... tampoco creas que tenemos serios problemas, es solo que mis padres son bastante estrictos respecto a algunas cosas, nada más...
-Pero... - replicó Takaishi.
Sin embargo dejó la frase en el aire, bastaba con mirar a May para adivinar por sus intensos ojos rubíes y su rostro serio que no iba a decir nada más sobre aquel tema, y que no conseguirían otra cosa más que caldear el ambiente.
Kari notó la tensión que se respiraba en aquel momento, afortunadamente vio que su hermano mayor alzaba el brazo en señal de que se dieran prisa, parece que ya habían comprado las entradas.
-Tu hermanita tiene encandilados a Takeru y Hikari, Sora, parece que es bastante abierta con la gente.
-¿Pues qué esperabas, Tai? es una Takenouchi.
-Eso no lo pongo en duda, solo hay que ver que parece un chico de lejos...
-Taichi Yagami, al final te la cargas... - dijo Sora amenazante con su mochila.
-Vale, vale.. ya me callo...
-Jajajajaja
La pelirroja reía a carcajada limpia, de repente notó como un sudor frío recorría su columna vertebral, sus ojos se encontraron con los de Yamato. El rubio Ishida no dejaba de observarla con una mirada entre confundida y enfadada, parecía que le había molestado algo, pero todavía no sabía el qué. Él se dio la vuelta para saludar a su hermano dándole la espalda a sabiendas de que ella también le observaba a él, eso le molestó a Sora.
"¿Qué le pasará ahora?" se preguntó la pelirroja, sin darse cuenta de que su mirada iba descendiendo hacia el trasero del rubio, realzado por los jeans ajustados que llevaba puestos "Madre mía, qué trasero tiene..." abrió los ojos desmesuradamente "¿Pero en qué te pones a pensar ahora Sora¡En el culo de Matt, por Dios, quien leyera mis pensamientos se caería de espaldas..." Takenouchi se encorvó, mientras se tapaba un rostro completamente rojo de la vergüenza.
-¿Te pasa algo? - oyó Sora que le preguntaban.
-Ah, May, no, no me pasa nada, creo que ha sido que me ha dado un soplo de calor, nada más.
-Mmmm¿vamos?.
-¡Claro! - dijo la mayor.
Sora fue corriendo para que su hermana no notara que seguía con la cara roja por culpa de sus pensamientos, sin embargo May se quedó parada mirando al muchacho al que su hermana había estado observando anteriormente.
"Es guapo... muy guapo... espera... no me digas que..." pensó la pequeña.
-¡Por fin entramoooooos! - gritaron Davis y Tai entusiasmados.
Izzy y Joe eran los que más de cerca les seguían, el uno avergonzado y el más alto quejándose de que como siguieran gritando de esa forma iba a tener jaqueca durante todo el día.
Mimi iba habando con Miyako de cosas de chicas, vamos, de ropa, música, maquillaje... el resto iban más o menos en grupo, Yamato hablando con Ken, Cody y Takeru y Sora con May y Kari. Se agruparon en un puesto de información para decidir lo que harían primero.
-¿Por qué no vamos a las atracciones de agua?
-¡No, yo prefiero ir primero a la montaña rusa!
-¿Y si comemos antes algo?
-Pues yo quiero ver las tiendas...
Entre tanto alboroto apenas se escuchaban los unos a los otros, a Matt le estaba entrando dolor de cabeza, y su humor iba empeorando por momentos, tanta fue la tensión que no lo pudo evitar y gritó.
-¡Queréis callaros de una vez?
Todos se quedaron mudos, cuando Matt gritaba era porque estaba malhumorado, y si estaba malhumorado era mejor no tentar a la suerte.
-Vamos a ver... aquí se necesita organización... - dijo el rubio tomando las riendas del asunto- lo mejor sería ir primero a las atracciones de agua, porque ahora que es de día y hace más calor si nos mojamos nuestra ropa se secará enseguida, luego podemos dar una vuelta por las tiendas, que seguro que hay poca gente y después vamos a comer algo.
Nadie replicó, todos asintieron sin oponer objeción alguna y se encaminaron a la zona de las atracciones de agua. De este modo, Tai, Izzy, Joe, Sora, Mimi y Matt fueron a la "Fantasía Pirata" una montaña rusa acuática de enormes proporciones, observaron cómo las cuestas eran más que remarcadas, de hecho parecían completamente verticales, y el circuito traspasaba varias lagunas que desprendían muchísima agua al pasar el vagón sobre ellas. A Mimi se le puso la cara completamente azul, al igual que Joe, intentaron escaparse de la cola, pero el resto de los muchachos se lo prohibió.
-Creo que no debería haber venido... - murmuró la pelirrosa.
Mientras tanto el resto de los chicos fueron a una atracción marítima de terror, "El túnel negro", era una de las nuevas atracciones y querían probarla cuanto antes. Por suerte no había mucha gente en la cola de espera y enseguida se montaron en su correspondiente vagón el cual se disponía en tres filas de tres asientos cada una, los chicos se montaron muy ilusionados. El vagón comenzó la marcha, un agujero completamente oscuro les venía de frente...
-¡Madre mía, ha estado genial! - clamaba Tai todo empapado al salir de la montaña rusa.
-Creo que se han pasado un poco... no pensé que fuéramos a mojarnos tanto... - comentaba mientras tanto Sora retorciendo su camiseta para quitarle un poco de agua.
-¿Un poco¿¡Sólo un poco¡por Dios Sora mírame¡estoy hecha un cromo! Ayer me teñí el pelo y la camiseta está más rosa que mi cabello¡no puedo andar así por la calle!.
-Mimi... no te queda otra que andar así por la calle así que deja de quejarte...
-Bueno qué¿vamos a comer algo? Davis y el resto ya deben de estar en el restaurante – dijo Tai a la espera de sus amigos.
-No podemos, Joe dice que no se mueve, está helado, dice que sino se tomaba las pastillas cogería una pulmonía y se ha ido con Izzy al baño – respondió Yamato mientras escurría su camiseta.
-Pero sino vamos ahora les perderemos... - se quejó Taichi.
Mimi escuchaba la conversación mientras intentaba arreglar su cabellera, se hizo una coleta y decidida cogió a Taichi del brazo.
-Bueno, pues entonces Tai y yo vamos yendo hacia el restaurante, vosotros esperad aquí a que lleguen Izzy y Joe¿vale¡nos vemos!.
Mimi actuó rápidamente, ya que enganchó a Taichi y se lo llevó prácticamente arrastras, mientras que Sora y Yamato, que no habían tenido tiempo de replicar, miraban la escena incrédulos. Cuando les vieron alejarse definitivamente se miraron y encogieron de hombros.
-Vamos a sentarnos a ese banco de ahí – propuso Yama.
Se acomodaron en el banco que estaba cerca de la salida de los baños, ninguno de los dos dijo nada, tal vez porque ninguno sabía qué decir, Sora ya había notado que Matt estaba mosqueado, pero no iba a preguntarle nada, tenía que ser él quien se lo dijera, y eso fue lo que hizo, tal vez inconscientemente, pero Sora le conocía lo suficiente como para adivinar lo que se le pasaba por la cabeza.
-¿Por qué nos ocultaste que tenías una hermana? - preguntó Matt con el ceño fruncido.
Sora no esperaba esa pregunta de él, normalmente Matt era lo suficientemente astuto como para adivinar qué temas no debía tocar, pero esta vez no se cortó un pelo, no porque no supiera que no debía de hablar de ello, sino porque eso era lo que le tenía cabreado.
-¿Por eso era que estabas de tan mal humor?
Matt la miró desconcertado.
-Jajajajaja, ay Matt... cada día te conozco mejor, eres como un libro abierto para mí...
El rubio se quedó con la vista fija en el suelo y las mejillas completamente coloradas, lo que hizo que Sora riera más.
-¡Ya vale! Te estás yendo por las ramas y no has contestado mi pregunta.
-Jajaja... vale... bueno, la única razón que te puedo dar es que es por cosas familiares¿o acaso tú le dices a todo el mundo que tus padres están divorciados?
-A tí sí que te lo dije... - respondió Ishida con los ojos brillantes y tono de voz suave.
Sora se dio cuenta de que había metido la pata de una forma descomunal, agarró la mano de Matt y le miró directamente a los ojos.
-Lo siento mucho... no quise decir eso, es solo que en mi familia tuvimos problemas, y no nos gusta a ninguno hablar sobre estas cosas, supongo que cogí la costumbre de mis padres, además, es la primera vez que May viene a Tokio, siempre que nos reuníamos éramos mi madre y yo las que íbamos a Kioto.
-Está bien, no pasa nada, yo me entrometí donde no debí hacerlo... - susurró el joven a la vez que deslizaba su mano y se levantaba del asiento – mira, allí vienen Izzy y Joe.
-Bueno chicos, ya era hora¿no? - dijo alegremente Tai al ver que sus cuatro amigos regresaban.
-Es que Joe se tomó más pastillas de las que debía y casi se me cae encima, no veas qué cristo, menos mal que había un joven muy amable que me ayudó a reanimarlo, sino se hubiera quedado frito... - agregó el pobre Izzy con un semblante cansado.
Se sentaron en la mesa del burger y pidieron la carta, tras un cuarto de hora la camarera cogió su pedido y a los diez minutos estaban disfrutando de una suculenta comida. Sora conversaba animadamente con su hermana, sin embargo, notaba que la pequeña May tenía un tono de voz un tanto triste, aún así, decidió no preguntarle a su hermana, sabía que tarde o temprano ella le contaría lo que le pasaba.
-Hermana... - murmuró May.
-Dime.
-¿Ese chico rubio... cómo se llamaba...?
-Yamato
-Eso sí, dime... ¿Yamato te gusta?
-¿Eeeehhh? - Sora se vio de repente completamente roja ante la cara interrogante de su hermana – May... qué cosas tienes, esas preguntas no se hacen en un lugar como este...
-Pero dime... ¿te gusta o no?
-¿Es que no me has oído enana? Anda, vamos a comer...
May frunció el entrecejo mientras observaba a su hermana conversar con Yolei, definitivamente el comportamiento de Sora era bastante distinto desde la última vez que la vio, no le hacía tanto caso como antes, incluso se separó de ella dejándola con Kari y el resto sin apenas darse cuenta de su existencia¿es que acaso era un estorbo para su hermana¿no iba a ser una tarde exclusivamente para ellas? Parece ser que no... "Tonta... se le nota todo, ese chico le gusta mucho, eso no está bien, a este paso me va a dejar de lado completamente, tengo que hacer algo..." pensó May Takenouchi.
La comida había sido muy agradable, se rieron mucho cuando Davis casi se atraganta con la hamburguesa, menos mal que Taichi fue avispado y comenzó a apretarle en el estómago hasta que salió el trozo de carne que le iba a costar la vida.
Después hicieron un tour por todo el parque de atracciones, montañas rusas, carruseles, lanzadoras, simuladores... toda clase de tiendas de artículos de regalo y ropa (cómo no, Mimi tenía que llevarse un fashion-recuerdo como solía decir), compraron algún dulce y fueron a los tenderetes de peluches.
May aprovechó todo el tiempo que pudo para estar con su hermana, cada vez que veía que el rubio se le pudiera acercar o viceversa se interponía y la llamaba para alejarla de él o simplemente la cogía del brazo y echaba a correr espontáneamente. Sin embargo, la tarde fue tan agotadora que todos estaban completamente cansados y decidieron sentarse en el cesped de un pequeño parquecillo infantil.
-¿Queréis refrescos? - preguntó Sora.
-Siiiiii, por favor, necesito algo que me quite esta horrible sensación a paladar disecado... - respondió Mimi.
-Bueno, intentaré coger refrescos para todos – Sora se levantó de su asiento y marchó hacia la tienda seguida de la vigilante mirada de su hermana pequeña.
Pero para desgracia de May, el más inoportuno de los chicos que allí se encontraban se cruzó con ella, se había olvidado que Yamato había ido al baño anteriormente, y se topó con Sora, se quedaron hablando dos segundos y les vio alejarse juntos.
-Esto no se va a quedar así... - susurró con los dientes rechinantes de ira la pequeña.
-¿Qué dices May? - preguntó Takeru.
-Nada – respondió ésta con una sonrisa fingida – que voy al baño.
Y como un rayo saltó de su sitio y echó a correr detrás de la pareja.
-Gracias por acompañarme Matt – decía Sora alegremente.
-Bah, no es nada, así descanso un poco de los gritones de Tai y Davis...
-Jajaja, tienes razón, por eso mismo me he ofrecido a comprar las bebidas, dan dolor de cabeza...
Los dos jóvenes caminaban tranquilamente sin darse cuenta de que una atlética figura les seguía sigilosamente escondiéndose entre la multitud que les rodeaba. La pequeña les vio pararse en la tienda de bebidas y hacer el pedido, les tendieron dos bolsas, supuso, llenas de latas de refrescos y seguidamente se adentraron en un pequeño cesped, bastante bien escondido por unos fuertes arbustos.
"Con que esas tenemos Yamato Ishida... has sido muy listo, pero yo ya me las ingeniaré para que no te salgan bien los planes..."
Mientras tanto, Sora y Matt se había quitado el calzado y reposaban los pies en las cristalinas aguas de un pequeño estanque que había al lado.
-¿Ya estará permitido hacer esto? - preguntó la pelirroja preocupada.
-No lo sé, pero ya da igual, lo hecho, hecho está.
-Tienes razón...
May les observaba charlar amistosamente, pero notaba en la expresión de cada uno de ellos cierta complicidad, como sino hablaran simplemente con palabras, sino con algo más, de repente se le pasó fugazmente una imagen de su querida hermana alejándose con aquel maldito rubio, alejándose para siempre de ella... "¡NO!" se dijo a sí misma, eso no va a pasar...
Tan embobada estaba en sus pensamientos que no vio que la pareja se levantaba de su asiento, vio cómo Sora era tomada delicadamente de la mano por Yamato, estaba sonrojada "¡Estúpida, no te dejes engañar sólo por su cara bonita!" se decía May mentalmente.
-¡Ah¿Qué tienes en el pelo? - oyó May decir a Matt – vaya, es una hoja...
Matt acarició suavemente la melena de Sora y la deslizó de forma que la hoja cayera al suelo, sus miradas se entrecruzaron y se quedaron estáticos en su sitio, sin moverse un ápice.
"¡AAAHHHH¡La va a besar, la va a besar, la va a besar¿¡Qué hagoooooooo?" la mente de May era un caos, histérica ante tal inminente suceso hizo lo primero que se le pasó por la cabeza.
¡POF!. Una piedra golpeó severamente la nuca de Matt, haciendo que éste perdiera el equilibrio cayendo al agua y llevándose a Sora consigo. La pequeña de las Takenouchi se sintió orgullosa ante sus reflejos mentales, aunque no quiso que su hermana cayera también.
-¡Mayyyyyyyyy!
-¡Uy¿Quién me llama? - se preguntó en voz baja la aludida, miró hacia atrás y vio a Kari que venía buscándola, si la seguía llamando su hermana y Matt la oirían y descubrirían su treta, así que salió lo más rápido que pudo.
-¿Dónde estabas? - preguntó Kari – creíamos que te habías perdido...
-Es que no encontraba el baño – repuso ella sin saber qué más decir, pero parece que con eso valió, porque Kari se ofreció amablemente a acompañarla.
-Dios mío... mira cómo nos hemos puesto ¿qué te ha pasado? - preguntó Sora todavía en el agua.
-Algo me golpeó en la cabeza y perdí el equilibrio...
Sora no pudo contener la risa ante tal espectáculo, Yamato Ishida bañado en las aguas de un pequeño estanque con cara de niño tonto.
-Jajajajajajajajaja
-Oye... ¿de qué te ríes? - preguntó el rubio enfurruñado.
-Es que.. estás tan gracioso...
Yamato sonrió malévolamente y sin darle tiempo a reaccionar hundió a Sora en el agua, haciendo que se mojara la cabeza también.
-¡Oye tú, mira lo que has hecho!
-Eso por reírte de mí – dijo el rubio riéndose.
Sin darse cuenta estaban enzarzados en una pelea acuática, tirándose agua el uno al otro, jugando como niños. Una vez se hubieron cansado, descansaron los pulmones desgastados de tanto reír.
-Me alegra que nos llevemos tan bien como antes... - dijo Matt.
-No... ahora nos llevamos mejor – agregó Sora.
-Tienes razón.
El rubio se acercó inesperadamente al rostro de la pelirroja y se apoderó de sus finos y sonrosados labios por unos segundos, después se levantó, y con una enorma sonrisa le dijo.
-¿Vamos señorita empapada?
Sora asintió todavía estasiada por el contacto anterior, Matt también la conocía a ella muy bien, porque sabía sorprenderla... "Madre mía, qué trasero tiene" pensó esta vez sin ningún remordimiento al ver a su acompañante de espaldas a ella.
Una vez llegaron donde el resto no hicieron más que ser acosados a preguntas por su deplorabe estado, Mimi sólo preguntó por las bebidas, llevándose una tremenda desilusión al saber que se habían dejado las bolsas con ellas por alguna parte.
Decidieron abandonar el parque de atracciones, el día había sido agotador y emocionante, pero ya tocaba la hora de ir a casa. Sora y Matt con un dulce recuerdo y un resfriado, y May con la crédula satisfacción de que les había estropeado el momento.
CONTINUARÁ...
Holaaaaaa, cuánto tiempo sin veros... sisisisisisi, lo siento muchísimo el no haber actualizado antes, pero con este fic no he tenido nada de inspiración, este capítulo lo he hecho forzosamente para tener algo más hecho. Ya sé que preferís que actualice mi otro fic, pero de momento no puedo, de verdad. Bueno¿qué os parece la actitud de nuestra pequeña Takenouchi? Mala¿eh? Jajajajajajajajaja, pero es que la pobre no quiere perder a su adorada hermana mayor, Matt lo va a pasar bastante mal, esto es solo el comienzo... os agradezco de todo corazón vuestras reviews, han sido un punto esencial para forzar a mi inspiración a salir a flote para acabar este capítulo... ya sé que no está muy bien, pero he hecho todo lo que he podido... gracias a: karen gen, Chikage-SP, Kari, Izumi,Dark Rinoa Chan, Angel Nemesis, Atori-chan, Someone 1201, Hillary, Matt-Gray04, SkuAg, Alexeigirl, Estrella 12, sakurachan, YiNg Fa SaTiNe Li, Priss Yoshisuky muchas gracias de veras... besazos a todaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas!