Disclamer: Bey blade no me pertence... Solo cierto gatito que saldrá por ahí )


ALMAS GEMELAS

Sombras.

Las risas de los demás traspasaban la puerta y llegaban apenas a sus oídos, aunque su cerebro no los procesaba ni hacía acuso de recibo. Nada de lo que pasaba a su alrededor le importaba. Solo las manos de Kai en su cuerpo y su calor llenaba su mente, alejándolo de la realidad de su equipo.

Algunos comentarios preocupados llegaron más profundamente. Kyo, como siempre, fue un poco más observador que los otros y notó cierto dejo de fastidio en Rei cuando llegó. Se preguntaron si Kai le hubiera hecho algo o si todavía estaría perturbado por las noticias. Max dijo que quizás eso le traía algún recuerdo con lo relacionado con los White Tigers, y Kon no pudo dejar de sonreír. Tenía más razón de la que creía.

Driger resplandeció en su mano. El Tigre Blanco lo miró con sus ojos amables y esperó paciente la mirada dorada de su muchacho. Largos minutos pasaron con sus ojos clavados en los del otro, y Driger sabía que culpables pensamientos cruzaban la mente de Rei. Hacía muchos años que se había prometido evitar a toda el renacer de su Sombra, pero la felicidad de su elegido estaba en juego. ¿Qué importaba lo demás si su querido muchachito no podía ser feliz?.

Rei apartó los ojos apenado. El mismo se había prometido evitar caer en la ambición de la Bestia Shadow, pero la opción era la más cierta a la hora de estar junto a Kai. Cierto era que podía permanecer con Driger e irse con su amado, pero no quería ser su sombra ni depender de él. Si quería estar con Hiwatari debía ser tan fuerte como él, y conociendo a Black Dranzer, sabía que la única manera de equiparar esa fuerza y habilidad era despertar su propia sombra y la de su bestia bit. Debía enterrar al dulce y amable Driger para sacar las garras de la temible Criatura Negra de las Montañas Chinas. Ya la había dominado una vez, dando muestras de su avasallador poder, pero.... algo lo molestaba, no podía saber que era. Una duda, un dolor en su corazón que nada tenía que ver con su equipo o con algún tipo de remordimiento por el sufrimiento de los demás... Driger también se preguntaba que era eso que le impedía hacer equipo con Black Dranzer, pero no lograba llegar a la respuesta correcta.

La puerta lo sacó repentinamente de sus pensamientos y Driger desapareció de su lado. Takao apareció con una expresión entre seria y expectante, con algunos matices de preocupación.

-¿Rei?

-Estoy despierto Takao, pasa.

El chico de ojos azulados entra y cierra la puerta en su espalda.

-Si quieres podemos bajar a comer. Nos han avisado que ya está listo... si quieres.

Rei se sorprendió de la tranquilidad de las palabras de Kinomiya. Su, otrora altiva postura ahora parecía empequeñecida y debilitada por la fría mirada de Kon.

-¿Estás bien Takao? -los ojos tristes no mienten. Rei se sienta en la cama e invita a su compañero a hacer lo mismo. El muchacho camina lentamente hasta quedar junto al primero-

-No entiendo que pasó Rei –dijo con pena –Creí... creí que éramos importantes para él... que yo era importante para él... –una perlada lágrima bajó por su mejilla morena, pero no activó la misericordia del chico chino, sino sus celos y sus ganas por estar con Kai-

-Estuve con Kai –lanzó a quemarropa. Kinomiya pareció encogerse de dolor, pero reprimió un sollozo –Y me di cuenta que es casi imposible que vuelva. –la mirada desolada de Takao casi le partió el corazón, y sin darse cuenta tomó la decisión de estar con Kai por sobre todo y todos. Driger se remeció mientras sentía el nuevo poder de la indiferencia y la frialdad recorrer su cuerpo –Black Dranzer es el sueño de su vida... y no creo que lo deje... ni quiero que lo pierda.

Como si lo hubiera recorrido una fuerte corriente eléctrica, Takao se levantó de un salto y se alejó de la fría mirada de Rei.

-Tú... tú también... –tartamudeó sin acabar de comprender –Pero...

-Al igual que tú, yo también amo a Kai –dijo Rei mirando el suelo con una sonrisa inocente en su cara, aunque sus ojos brillaban con la crueldad de sus palabras –Y cuando Kai se despidió de mí, y solo de mí, supe que el sería mío...

-¿Estuviste.... con él toda la noche no es cierto?

-Así es. –con pereza se estiró y tomó a Driger en sus manos. En ningún momento miró a Kinomiya, ya que temía espantarlo con su nueva mirada –Me mostró porqué nos dejó y yo lo entendí.

-¿Lo... entendiste?

-"En el poder está la perfección", me dijo. Conozco la sensación que recorre a Kai en estos momentos. Cuando yo recibí a Driger y desaté su poder me porté igual que él...

-¿De qué hablas? –preguntó casi temblando. Ya no había nada frente a él del Rei que conocía, solo oía una voz fría y burlona y sentía un miedo que lo recorría a cada momento-

-¿Alguna vez te preguntaste porqué no me defendía de las acusaciones de los White Tigers con más fuerza?. De cierta forma tenían razón. Podría decirse que tenían razón... tomé a Driger y me fui. Luego, investigué nuevas formas del poder de una bestia, y te sorprendería saber lo que descubrí. –una carcajada llena de gozo salió de sus labios –Cada bestia tiene una sombra... y yo desperté la de mi Driger. Así como Dranzer y Black Dranzer son realmente uno... mi Driger y la bestia que verás ahora son la misma... pero con distintas "motivaciones"... Quizás deberías intentarlo Takao, si no quieres perder a Dragoon... solo debes desear con toda tu alma el poder que no conoces... y luego el resto será fácil...


Kai levantó la cabeza cuando sintió a Black Dranzer remecerse en su blade. Él también lo sentía, un nuevo poder increíble y oscuro se levantaba entre la nieve blanca del alma de un ser puro...

Mientras más grande es la luz, más poderosa es su sombra...

Los papeles en sus manos quedaron arrugados cuando los presionó entre sus dedos. Rei había tomado una decisión... Una amplia sonrisa cruzó su cara... había decidido por él...

La foto de la Bestia Shadow lo llenó de expectación. Las garras largas y desenfundadas de sus patas enormes y acolchadas los enormes colmillos como espadas que salían de su mandíbula. Los ojos rojos y las tres colas negras y doradas. El cuerpo era enorme y negro como el cabello de su dueño. Su armadura plateada relucía en medio de los truenos, y junto a ella... Rei, con una expresión fría que lo enamoró aún más, y una postura de "me-importa-un-demonio-lo-que-te-pase" que lo encantó. El muchacho podía ser tan sensual...

A su vez, Voltaire también sonrió. Sabía que el chico había escogido a su nieto y que su poder se había desatado. Pronto sus planes se harían realidad.


Kai llegó corriendo justo para ver como Dragoon caía abatido por un simple zarpazo de la Bestia Shadow, de la cual aún no conocía su nombre. La expresión aterrada de Max, Kyo y Takao lo fascinó, la sonrisa confiada de Rei y la espectacularidad de la Bestia lo llenó de gozo. Una carcajada salió de su garganta y remeció en oscuro espíritu de Kon.

El muchacho tembló al oír la risa. Kai estaba ahí... y ahora por fin entendía que le impedía decidirse... Temía ponerse en contra de su amor. Su nuevo poder era más que suficiente para plantarle cara a Black Dranzer y su nuevo orgullo quizás querría intentar derrotarlo. Volteó lentamente y su cara se tiñó de carmín al verlo... Una tranquila sonrisa cruzó su rostro... lo amaba... y eso era aún más fuerte que él en ese momento. La mirada sorprendida de Hiwatari hacia su bestia lo llenó de orgullo y lo incitó a derrotar a sus antiguos amigos o convertirlos en Sombras como él... lo que fuera primero... Con superioridad vio como Dragoon comenzaba a retorcerse de dolor mientras Takao lloraba de impotencia... negros rayos cruzaron el cielo y los ojos de la Bestia se pusieron rojos, Rei supo que una nueva bestia shadow estaba naciendo... Solo faltaba Max...


Aquél día terminó con 4 bestias Shadow volando soberbias hacia la Abadía de Voltaire. La última resistencia que había sido Dranzer ya no existía. Por amor a Kai el Fénix se había dejado absorber por su Sombra, y había desaparecido. Dragoon, Drazil, Driger y Dranzer se encaminaron junto a sus dueños hacia su único Jefe. Voltaire los esperaba sonriendo. Era hora de conquistar el mundo.

Owari.

Notas: que loco este fic. Y tardé dos días en hacerlo... O.o... que loco.