Deseo....
Por: Yuka
Disclaimer: Inuyasha y Sesshomaru no me pertenecen Son de Rumiko pero el argumento es todo mío!!!!
Advertencia (favor leer): Esto es un Yaoi, un lindo SesshomaruxInuyasha, si te desagrada la idea y odias a la pareja, pues no lo leas y ahórrame los reviews con insultos XD.... Pd. Este capitulo contiene lemon.. Light pero lemon a fin de cuentas... estan advertidos... Ultimo capitulo, Muchas Gracias a todos por su apoyo y por seguirlo leyendo :)
Cap.13 Los días que regresan....
Abrió sus dorados ojos lentamente, un agudo dolor le hizo cerrarlos nuevamente ahora con fuerza, se sentía como el pinchazo de una aguja que taladraba en su cabeza interrumpiendo su descanso, pero al mismo tiempo dejándole una molestia, ni dormido ni despierto aquel dolor lo abandonaba.
Que no era suficiente todo lo que había sufrido?... parecía que no lo era....
- Yo siempre protegeré a los míos... a quien me pertenece.-
El pequeño se quedo ahí observando mientras que el joven se alejaban lentamente, el viento jugando con sus cabellos, la estola arrastrando por el suave pasto verde llevándose algunas de las hojas que se encontraban a su paso, alejándose cada vez mas de su vista.
Nuevamente aquellos recuerdos, aunque ahora eran mas claros, mas reveladores, si los tenia en su mente, por que razón no los había recordado hasta aquel momento?, no lo sabia, pero aquella dulce sensación de paz y calidez lo embargaba, como si nuevamente estuviera ahí, en los brazos de ese joven, compartiendo su tibieza.
Ese joven... Sesshomaru.... debía ayudarlo, debía advertirle...
Le ordeno a su cuerpo levantarse, pero al intentarlo un espasmo lo recorrió, lastimándolo y haciéndole conciente de todas las heridas que aun poseía.
Heridas, sangre, muerte... ahora se acordaba... él estaba muerto.
Pero si estaba muerto entonces... se suponía que no debía de dolerle nada, mas no era así...
Por que al estar muerto no sientes nada... o si?...
Decidió no moverse mas, ahí donde estaba era tan cálido, mas aun con aquellos tibios rayos de sol que lo bañaban... definitivamente se estaba volviendo loco, estaba muerto y podía sentir el calor y ese delicioso aroma que tenia Sesshomaru, sentía como si estuviese nuevamente en sus brazos, pero sabia que eso no era posible, estaba claro que no se había llevado a Sesshomaru al infierno junto con él.
Era ilógico...
Nuevamente los recuerdos lo golpeaban, ahí estaba el, peleando, esa maldita youkai que lo amenazo con matarlo con sus propias manos y después su muerte en los brazos de Sesshomaru, sonrió satisfecho al menos su muerte no fue en vano, Sesshomaru estaba vivo, nuevamente se movió acomodándose mas, disfrutando aquella calidez que lo abrazaba.
-Podrías... no moverte tanto.- aquella voz, tan autoritaria, fría, pero con ese toque de preocupación que solo podía ser apreciado por él, cuanto había anhelado escucharla nuevamente, lentamente giro su rostro para encontrarse con su mirada dorada, se veía algo fatigado, ahora que sus ojos estaba abiertos por completo se percato que los brazos de Sesshomaru lo sujetaban suavemente de la cintura, manteniéndolo cerca.
Nuevamente sentado sobre su regazo, con todo el peso de su cuerpo contra él, junto a ese árbol, el mismo donde recordaba haber muerto, el youkai lo miraba sereno, mientras que lo acercaba un poco mas a él, brindándole mas calor con su cuerpo, Inuyasha no podía decir ni una solo palabra por mas que estas golpearan sus labios para salir.
Un terrible nudo en su garganta se lo impedía mientras ligeras lagrimas escapaban de sus ojos, mismas que fueron retiradas gentilmente por los suaves besos que el youkai le daba.
-No llores, sabes que no me gusta verte así.- Murmuro mientras veía como el cachorro se acurrucaba contra su pecho, sus ojos se fijaron en esa espada, la espada del cielo, Sesshomaru noto como el hanyou miraba aquel legado de su padre, sabia exactamente cual era la pregunta que quería hacerle.
-Te equivocas si crees que la utilice... aunque no niego que también ayudo involuntariamente...- Inuyasha se retiro de su pecho mirándolo curioso a que se refería con que no la utilizo? Que esa no era la única espada que podía revivir a los... muertos?
-Aun no estabas muerto... pero agonizabas...-
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- Te amo.- susurro el cachorro en los labios de Sesshomaru antes de que su cuerpo se relajara, mientras cerraba sus ojos y el ultimo suspiro de vida quedara atrapado por los labios de un youkai que se negaba a dejarlo ir.
El calor abandono su cuerpo y una lagrima cayo en su mejilla de los ojos que se habían negado a verlo apretados fuertemente, el cuerpo frió de Inuyasha fue sujetado aun con mayor fuerza, el rostro de Sesshomaru oculto entre sus cabellos plateados ahora sin ese brillo casi blanco, mientras que suaves pero constantes susurros desgarraban el silencio de esa noche, donde la luna había sido completamente cubierta por las nubes...
-I N U Y A S H A –
Las horas habían pasado lentamente, arrastrando consigo la noche. No había una sola lagrima que cayera libremente de sus ojos, aun así el cuerpo del youkai se estremecía fuertemente con cada uno de los gemidos que brotaban de sus labios, continuaba aun sujetando fuertemente el cuerpo del cachorro entre sus brazos, negándose a aceptar la realidad.
Estaba muerto, a pesar de haber destruido a todos aquellos que deseaban separarlos, ahora jamás podrían estar juntos. Era imposible. Colmillo sagrado estaba ahí, cerca de ambos tirada sobre el suelo donde había terminado después de todos aquellos intentos del tai youkai por revivir a Inuyasha. Pero todos habían sido simples intentos... colmillo sagrado no resplandeció con su brillo para mostrarle a los mensajeros de la muerte y eliminarlos. Colmillo sagrado le había fallado.
Ahora realmente sabia que esa espada no servia absolutamente para nada... si es que alguna vez creyó lo contrario...
Y en esos momentos se encontraba ahí, con ese cuerpo entre sus manos...
Escondió con mas fuerza su rostro entre los cabellos del hanyou, perdiéndose entre los mismos, aspirando lentamente su aroma, sus ojos se cerraron despacio, adormeciéndose... deseando morir junto a él.
Un débil sonido podía escucharse... demasiado débil... un suave golpecillo que demoraba algún tiempo para volver a escucharse... Sesshomaru abrió sus ojos sorprendido... aquello en lo que pensaba podía ser posible.... aquellos eran latidos...
Sesshomaru coloco su oído sobre el pecho de Inuyasha concentrándose en encontrar aquella esperanza y la obtuvo... un frágil pero constante latido. Poso sus ojos sobre las heridas de el cachorro, las cuales estaban sanado demasiado lento, por esa razón su espada no funciono... No había nada que revivir... Inuyasha solo había perdido el conocimiento a falta de energía.
Energía... Inuyasha necesitaba su poder como demonio para recuperarse...
Pero como podría ofrecerle energía sin convertirlo en ese demonio que no comprendía mas allá de las peleas. Si le brindaba de sus poderes seguramente se transformaría aun y cuando este tuviese a colmillo de acero cerca. Inuyasha absorbería poder demoníaco para sanarse y al mismo tiempo para transformarse por un corto periodo, mismo que podría ser letal.
Y había otra opción... dejarle morir y revivirlo... pero no deseaba volver a pasar nuevamente por aquello que pensó cierto momentos atrás...
Sujeto nuevamente contra si el cuerpo del hanyou, preparándose para brindarle su energía... Inuyasha lo necesitaba mas que nunca en esos momentos... después se preocuparía de los inconvenientes...
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-Pero pude haberte matado... No debiste de hacerlo.- Sesshomaru no presto atención a las palabras de reclamo del cachorro, solo fijo su vista en el infinito.
-Debía... No quiero perderte...- Inuyasha lo miro tristemente, aquello había sido una locura, pero era extraño, a pesar de la increíble cantidad que tuvo que gastar, la cual supuso era mucha a tal grado de dejar sumamente exhausto al youkai. Esta no lo transformo en youkai completo, tal y como Sesshomaru le había dicho.
-Entonces... como pu...- Sesshoumaru poso sus dorados ojos sobre los del hanyou haciéndole callar.
-Realmente, ni yo mismo lo se aun. Cuando te estaba brindando lentamente mi energía ambos colmillos empezaron a resplandecer, cubriéndonos con una luz brillante y cegadora. Es lo ultimo que recuerdo y supe, hasta que empezaste a moverte.- El youkai aparto la mirada del hanyou.
Inuyasha volvió a recostar su cabeza sobre el pecho de Sesshomaru, perdiéndose en la calidez y el aroma que se desprendían de él, sintió como algo suave y afelpado era colocado en sus hombros cubriéndolo, protegiéndolo aun mas, por ahora ambos estaban a salvo, juntos nuevamente, no había necesidad de decir algo mas entre ellos, eso Inuyasha lo sabia perfectamente, lentamente fue cayendo en un profundo sueño, al igual que el youkai con el que estaba, ambos estaban aun cansados, uno por gastar sus energía, mientras que el otro por recuperarse de sus heridas.
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Aquello era tan delicioso, un suave calor que recorría su cuerpo mientras descargas eléctricas lo hacían estremecer, lentamente abrió sus ojos para encontrase con aquel ser que propinaba tan excitantes caricias. Miro sus ojos cerrados concentrados en lamer su hombro mientras sus garras le acariciaban sobre su desgastado kimono rojo.
Inuyasha trato de murmurar algo, le reclamaría por despertarlo de su sueño, pero Sesshomaru le hizo desistirse de tal cosa al posarle la boca sobre la suya.Pronto sintiócomo los labios del youkai bajaban despacio por su cuello lamiendo la piel lentamente, desesperantemente pausado, mientras recorría su cuerpo con las garras, las uñas clavándose, pero sin herirlo, solo haciéndole sentir placer, inconscientemente inclino el cuello hacia atrás, dándole mas piel para degustar.
Sesshomaru sonrió mientras se alejaba un poco de su piel, para volver a recorrer el cuello del hanyou con la lengua bajando lentamente, mientras comenzó a desatar la cinta que llevaba alrededor de la cintura, misma que sujetaba el kimono rojo de Inuyasha.
La suave brisa fría de la noche lamió ahora su pecho desnudo, no pudo contener el ligero temblor que se apodero de su cuerpo, pero todo aquello pareció desaparecer cuando aquellos labios se cerraron en uno de sus pezones rozados, Inuyasha sin notarlo empezó a gemir ante las caricias del youkai que estaba sobre él,se sentía tan débil ante Sesshomaru
Los botones rosas fueron lamidos hasta endurecerlos por completo mientras el hanyou seguía gimiendo sin control mientras sus garras se enterraban entre los largos y suaves cabellos blancos del youkai.
Sesshoumaru empezó a recorrer la piel del cachorro lentamente con sus labios, subiendo hasta llegar nuevamente aquel rostro que tenia las mejillas sumamente rojas, apoderándose de nuevo de esos labios que se encontraban entreabiertos por los gemidos. Con sumo cuidado fue deshaciéndose de aquellas molestas prendas que aun estaban sobre los brazos de Inuyasha.
Ahora su cuello era quien volvía a sentir aquellas caricias tan exigentes que solo el youkai podía brindarle, primero en suaves mordidas que arrancaron ligeros suspiros para terminar clavando nuevamente sus colmillos en la tierna piel arrancando un sonoro grito mas no de dolor sino de placer.
Sesshomaru lo observo ligeramente al mismo tiempo que acercaba sus labios de nuevo al pecho del hanyou saboreándolo, mientras su mano descendía hasta rozar allí, sintiendo el calor y la necesitada creciente excitación atrapada entre el pantalón rojo, los entreabiertos ojos de Inuyasha lo miraron un segundo, parecía como si dudara, pero mostraba un sonrisa sincera en sus labios, sus mejillas enrojeciéndose considerablemente, las manos de Sesshomaru habían apartado el pantalón.
Inuyasha fue recorrido por un escalofrió cuando quedo despojado de lo que quedaba de su ropa, y ladeo su cara hacia un lado tratando de ocultar su rostro completamente enrojecido, ahora sentía como el youkai lo acariciaba con delicadeza, sintiendo la humedad y calor.
Débiles gemidos escapaban de su boca haciéndole saber al youkai que sus movimientos eran tan placenteros, los dedos de Inuyasha se perdían en la espalda de Sesshomaru recorriéndola mientras sus garras se encargaban de mover las prendas que aun lo cubrían. Desnudándolo dejándolo igual de expuesto que él. Sesshoumaru tomo las piernas del cachorro colocándolas una a cada lado suyoInuyasha se aferró a los hombros del youkai cerrando fuertemente sus ojos, cuando sintió que aquellas atenciones en su entrepierna aumentaban.
-Sessho...-. en esos momentos el youkai no lo dejo hablar continuo acariciando con mas fuerza mientras la humedad de sus labios fue recorriendo su cuello y su otra mano bajando por sus muslos. Estimulando, acariciando y ampliando su entrada, Inuyasha conocía aquella sensación, era idéntica a como la había vivido la ultima vez...
No... no era igual. Era... diferente.
Por que esta vez no seria solo simple deseo...
Sesshomaru le estaba haciendo el amor, ambos se estaban entregando completamente....
Sesshomaru entrando dentro en él, haciéndole sentir placer con el mas mínimo roce, era tan distinto de aquella vez. Las piernas del hanyou se envolvieron en su cintura, atrayéndolo mas a él. Era placentero, intenso pero no doloroso, aquello jamás le lastimaría.
Sesshomaru se dio vuelta, atrayéndolo, haciendo que se sentara sobre sus piernas, Inuyasha abrazo aun mas el cuello del youkai con sus brazos, su rostro enrojecido escondido en el hombro de Sesshoumaru, los gemidos escapando de sus labios entreabiertos, lentamente fue moviéndose siguiendo el suave vaivén del Taiyoukai, cerro sus ojos fuertemente mientras suspiraba en el oído del youkai, las manos de Sesshomaru recorrieron sus muslos, ayudándolo a moverse.
Aquellas manos se dirigieron a su estrecha cintura atrayéndolo mas a él, aquellos movimientos eran tan lentos y dolorosamente placenteros, el cuerpo del cachorro arqueo la espalda, Sesshomaru aumento el ritmo de sus embestidas cuando sintió como el cachorro clavaba rudamente sus garras en la pálida piel de sus espalda. Aquello le decía que no podría aguantar mas los movimientos que le brindaba.
-Sessh... Sesshomaru....- Gimió Inuyasha el nombre de su hermano, apartando su rostro del hombro de este cuando el youkai presionó con fuerza sus caderas, haciendo que un temblor de placer lo recorriera, el viento jugo con sus largos cabellos blancos al mismo tiempo que dejaba caer nuevamente su rostro contra el youkai y jadeaba suavemente.
-Aaa...aaaa...Ha.- El youkai jadeaba sonoramente, su corazón latía acelerado y escuchaba claramente los latidos de Inuyasha, siguiendo los suyos. Sintió como Inuyasha escondió nuevamente su rostro ahora en su cuello, cuando llego hasta lo mas profundo, dejando escapar un fuerte gemido al sentir a Sesshomaru llegar dentro de él, estremeciéndose pocos segundos mas tarde al sentir su propio clímax.
El pequeño cachorro quedo exhausto, apoyado contra el youkai a quien aun abrazaba del cuello, sin la mas mínima intención de soltarlo, pero las fuertes manos del taiyoukai lo apartaron despacio, mientras componía en silencio la ropa de ambos, mirándolo dulcemente mientras lo vestía.
La larga estola era sujetada debajo de su hombro, asiéndola con fuerza para evitar que cayera, Inuyasha miraba entretenido aquello definitivamente quería una de esas, aunque no sabia si le quedaría llevar una puesta. Una sonrisa divertida adornaba los labios de Sesshomaru, nah aquello no importaba realmente, sabia que las prendas extras jamás le vendrían bien. Inuyasha lanzo una risita mientras se dejaba caer sobre el youkai, con tanta fuerza que ambos cayeron el suelo cubierto de pasto verde.
Sesshomaru se levanto rápidamente, dedicándole una mirada severa al hanyou.
-Lo siento.- murmuro Inuyasha mientras bajaba su mirada y una sonrisa triste se posaba en sus labios.- Pero quería comprobar que esto no es otro de mis sueños... No soportaría volver alejarme de ti-
Sesshomaru abrió sus brazos atrayendo al cachorro hacia él mientras lo abrazaba, un suave beso en su frente fue depositado cuando aparto delicadamente algunos de los mechones blancos que cubrían sus dorados ojos.
-Yo tampoco... podría apartarme otra vez de ti.- murmuro Sesshomaru mirando directamente a los ojos del hanyou, un destello de felicidad apareció en los ojos de Inuyasha mientras se escondía en el pecho del youkai emitiendo una risita feliz al igual que Sesshomaru.
Jamás en sus vidas habían sido así de felices... Era una felicidad que nada destruiría... y en cuanto a Naraku... La batalla podría esperar...
Owari
Epilogo....
Una Flecha Sagrada surco los cielos, alumbrando con su brillo purificador antes de destruir aquella bestia. Kagome seco con la manga de su blusa algo de aquel sudor que se acumulaba en su rostro. Aquello era demasiado, excesivos monstruos para ellos solos.
Sango fue arrojada con fuerza contra el suelo siendo ayudada rápidamente por el monje, aquellos demonios los estaban acorralando, dejándolos juntos para eliminarlos con mayor facilidad. Las flechas se habían terminado, los pergaminos eran escasos y ese campo de energía que el monje Miroku había hecho estaba a punto de colapsar debido a los intensos ataques que sus enemigos lanzaban.
Kagome se tiro al suelo de rodillas, el coraje y valor de todos era inquebrantable, pero esta vez la suerte no estaba de su lado. Sus ojos castaños se cerraron con fuerza cuando el Kekkai se destruyo, en su mente se repetía constantemente el nombre de la persona que jamás volvería a salvarles.
Era imposible por que él estaba...
-Viento Cortante.-
¡¿Vivo?!
Los ojos de todo su antiguo equipo se volvieron hacia donde la voz había surgido, ahí a lo lejos donde Sesshomaru e Inuyasha se acercaban con sus espadas desenfundadas eliminando a cuanto demonio se interponía en su camino. Un poco mas atrás y alejados un demonio sapo, un dragón y una niña los seguían.
Hacia tantos meses que habían creído lo peor pero ahora...
Inuyasha estaba de vuelta junto a ellos...
Inuyasha detuvo su paso al estar junto a ellos mirándolos a todos y brindándoles una sonrisa arrogante. Ligeras lagrimas aparecieron en los rostros de sus amigos, pero eran lagrimas de felicidad al ver que todo lo que habían creído era solo una mentira y ese imprudente hanyou estaba nuevamente junto a ellos.
-Feh! Se van a quedar ahí todo el tiempo, Vamos... tenemos varias cuantas que saldar.- gruño Inuyasha con ánimos mientras se apresuraba alcanzar a un youkai testarudo que batallaba alejado algunos pasos despedazando a los monstruos que querían alejarlos de su objetivo.
Kagome se levanto siguiéndolo dándole ánimos a los demás para seguirlos, a algunos cuantos metros mas a delante Naraku les esperaba y sabían que esta vez ellos lo podían derrotar.
Tal vez y ahora la oportunidad para que todos sean felices...
Seria una realidad....
Owari
Deseo by YukaKyo
Terminado: 29 de Diciembre, 2004.
Última actualización y revisión: 15 de Enero, 2005
Nota Final de la Yuka: Estoy satisfecha con el final. Aunque debo de decir que lo escribí varias veces ya que no me parecía suficiente, pero esta versión fue la definitiva y la aceptada. Una disculpa por la tardanza en el ultimo capitulo y espero sus comentarios sobre el mismo. Si vuelvo a actualizar este fic será solo para contestar los últimos reviews que he recibido y los demás de esta ultima actualización. Gracias a todas por haber seguido este fic, les prometo que no será el ultimo que escriba... aunque por problemitas técnicos que he tenido no se cuando vuelva a escribir... y esto no es una despedida sino un hasta pronto!!! Saludos!!! :)