Nota del autor:

Los personajes de Inuyasha, incluido el sexy y misterioso Sesshoumaru son propiedad de la talentosa y genial Rumiko Takahashi.

Otro más de mis universos alternos, en este Sesshoumaru es él: seco, frío y callado pero además está postrado en una cama de hospital porque acaba de perder su brazo. Siempre quise escribir un fic donde él estuviera como en el anime.

Se lo dedico a Lou que se mata estudiando, le deseo que en su futura profesión de 'salvavidas' tope con algún paciente como el de este fic jejejeje si te toca me avisas eso sí.

Gracias a Crystal Darling que me anima y apoya siempre.

.........

Cura de Amor

Capítulo 1

Un día cualquiera...

.......................

Rin terminó de guardar sus cosas en el casillero del hospital donde trabajaba tiempo completo como enfermera, a pesar de solo tener 28 años, su experiencia, profesionalismo y carisma con los pacientes y compañeros de trabajo era bien conocido en todo el hospital.

Usualmente atendía a niños que estaban en recuperación y había sido victimas de accidentes, pero hoy atendería a un paciente singular que probaría ser un reto tanto profesional como personal, porque aquel hombre mal humorado y seco le iba a cambiar la vida.

Terminó de ponerse su atuendo que consistía en un conjunto color rosa suave que la hacía verse aún más joven y enmarcaba su hermoso rostro. Una vez que se amarró el cabello en una cola de caballo alta, salió de los vestidores y fue a buscar su hoja de trabajo para el día.

Revisó la hoja rápidamente y entró a visitar a sus pacientes regulares que la recibieron con besos y sonrisas. Como siempre le dedicó unos minutos a cada uno para conversar con ellos y decirles lo mucho que los quería. Estaba cambiándole un vendaje a una niña de seis años que le contaba todo lo que iba hacer cuando regresara a su casa, cuando el jefe de cirujanos la llamó por su nombre.

"Rin-chan!"

"Doctor Koeki buenos días, en que le puedo servir?"

"Buenos días, Rin necesito tu ayuda con un paciente"

El doctor Koeki era un excelente médico que la apreciaba mucho y siempre era amable con ella, valorando la gran labor que Rin realizaba con los niños. Ahora tenía un problema mayúsculo entre manos y aquella dulce pero profesional muchacha parecía ser la solución perfecta.

"Claro lo que necesite Sensei!"

"Tengo que advertirte que es un paciente muy difícil pero creo que tu experiencia con niños nos podría ser útil!"

"Haré mi mejor esfuerzo por no defraudarlo, donde está el paciente?"

El doctor sonrió al ver la disposición de Rin y una vez que terminó con la pequeña salieron en dirección a la sección privada del hospital. Antes de irse la niña abrazó a Rin y le deseó buena suerte con el paciente difícil.

"Gracias princesa después de cuento como me fue. Hasta más tarde pequeños!"

"Adiós Rin te queremos!!"

La despedida fue una voz a coro y con una sonrisa Rin siguió al doctor Koeki en silencio, preguntándose que clase de paciente difícil iba a conocer.

"Doctor Koeki adonde nos dirigimos?"

"Al ala privada del hospital, Rin si después de conocerlo decides que prefieres no encargarte de él te comprenderé, es que nadie quiere lidiar con él por su mal genio!"

"Mal genio? Y cual fue el accidente que tuvo esta persona?"

"Automovilístico, perdió el brazo izquierdo y necesita recuperar la movilidad de ambas piernas que quedaron muy maltratadas, pero en general está bien es su carácter el que nos impide mantener un ambiente de armonía"

"Entonces es mejor no perder el tiempo, vamos doctor camine más rápido, ya quiero conocer al paciente!"

"jajaja Claro Rin!"

Una vez que subieron al ascensor para llegar al sexto piso del hospital, analizando las palabras del doctor Rin no pudo evitar sus preguntas.

"Doctor porque yo y no una de las enfermeras de ahí, ellas son muy buenas!"

"Mi querida Rin justamente fueron ellas la que me pidieron buscarte, tu tienes mucha paciencia. Mira Sesshoumaru tiene un carácter ácido y poco cooperador, él es hijo de un gran amigo mío que murió hace años. Es un muchacho consumido en su trabajo y rodeado de soledad y ahora este accidente...es lamentable!"

"Ah entonces es un muchacho?"

"No Rin, es un muchacho para mí, Sesshoumaru es un hombre de 35 años!"

Rin se sorprendió pero guardó silencio, hacía más de un año que no trataba con personas mayores de 10 años y el panorama de cuidar a uno de 35 era un poco inquietante.

"Ya veo, cuanto tiempo tiene que estar aquí?"

"Tres semanas como mínimo!"

En ese momento el ascensor se abrió y ambos empezaron a caminar en dirección a la habitación de Sesshoumaru que se encontraba en proceso de reventar la tercera bandeja de comida contra la pared y hacer llorar a su cuarta enfermera.

En cuanto Rin apareció por el pasillo, cuatro enfermeras se lanzaron a recibirla todas hablando al mismo tiempo. De todo lo que decían las palabras amargado, insoportable y seco eran las que más se repetían.

Un tanto abrumada por aquel recibimiento, con una sonrisa Rin les pidió calma para que fuera una la que hablara para poder comprender en que se estaba metiendo.

"Por favor chicas una a la vez que no entiendo nada...Yun Li tu primero!"

Todas las enfermeras que rodeaban a Rin, eran mujeres maduras y de gran experiencia que querían mucho a su joven colega y la admiraban por su gran paciencia y dedicación. Ellas sin embargo no estaban dispuestas a soportar la prepotencia de Sesshoumaru.

Tomando fuerzas para poder desahogarse Yun Li empezó a hablar a empujones y apoyada por sus tres compañeras que asentían con la cabeza. Rin no pudo evitar notar los rastros de comida en los uniformes de sus compañeras pero se dedicó a prestarle toda su atención a Yun Li.

"Mira Rin, es un grosero, mal educado y patán, no me importan los millones que ese engreído tenga, como no le gusta la comida tira los platos al piso y nos pringa de comida a propósito, nos dice que nos larguemos y se rehúsa a que lo inyectemos!"

"Um ya veo y que les hace pensar que yo podré lograr algo con este paciente?"

"Si tu no puedes nadie podrá, inténtalo apuesto que con esos ojos tan bellos y esa carita de ángel logras maravillas con el perro rabioso!"

"Yun Li como que perro rabioso?"

"Humph ya vas a ver sino grita, gruñe es insoportable!"

"Ok haré lo que pueda, que le toca ahora al paciente?"

"Morfina"

"Muy bien aquí voy!"

Rin suspiró y con calma se adelantó hasta la puerta de la habitación, no había terminado de empujarla para abrirla cuando escuchó un grito agrio que venía del interior acompañado de un golpe seco que hizo rebotar la puerta en su frente.

"LARGO!"

Rin cerró los ojos un instante se frotó la sien y volvió a ver al doctor Koeki que la daba ánimo con la mirada. El doctor conocía a Sesshoumaru desde niño y sabía que la belleza de Rin cambiaria su actitud en el acto.

Ella además de ser excelente enfermera era dulce, tierna y joven, todo lo opuesto a las enfermeras maduras y estrictas de aquel piso. Secretamente el doctor Koeki tenía la esperanza que aquella unión tuviera un romántico desenlace, se le había ocurrido al recordar lo soledad de su paciente.

Sin atreverse a mover la puerta Rin dirigió su mirada a las enfermeras un poco desubicada pero decidió no defraudarlas ni a ellas ni al doctor y mucho menos a Sesshoumaru que obviamente necesitaba los cuidados desesperadamente.

Después de ponerle una compresa en la sien, el Doctor Koeki le indicó a Rin que entrara detrás de él para evitar cualquier accidente. Empujó la puerta llamando a Sesshoumaru por su nombre y desde adentro de la lujosa habitación se escuchó, en un tono completamente diferente, la invitación de Sesshoumaru para que pasara.

"Keisuke? Pasa!"

"Buenos días muchacho como estás hoy?"

"Mal!"

Sesshoumaru miraba en dirección a la ventana y no se había dado cuenta que Rin lo observaba asomada detrás del doctor presionando la sien para evitar que se le hiciera un chichón. Sin siquiera mirar a su interlocutor Sesshoumaru empezó a vociferar que no quería estar ahí y no le gustaba el servicio.

Estaba lleno de cortadas, con la cara hinchada y llena de moretes el brazo izquierdo estaba amputado cinco dedos más arriba del codo y estaba vendado, pero el vendaje se veía algo maltratado como si hubiera tratado de quitárselo.

La mirada esmeralda se iluminó al encontrarse con el pecho desnudo de aquel hombre que no paraba de quejarse, era fuerte y a pesar de las heridas era fácil ver lo apuesto y varonil que era. Su cabello era de un rubio tan intenso que más bien parecía blanco y le llegaba en mechones desordenados y sin peinar más abajo de los hombros.

Internamente Rin suspiró de saber que aquella cabellera hermosa no había tenido que ser cortada por lo que asumió que no tenía ningún golpe en la cabeza.

(Es guapísimo...y está de muy mal humor, pobre se nota que no está acostumbrado a recibir ayuda y menos estar postrado en una cama, Yun Li dijo que tenía millones, eso quiere decir que es un empresario súper importante acostumbrado a mandar...yo también estaría amargado si me hubieran cortado mi brazo)

Sumergido en el dolor e impotencia que sentía, Sesshoumaru siguió su retahíla de quejas y razones por las cuales no quería ser atendido, lo hacía golpeando la cama con el puño cerrado y mirando de reojo su brazo mutilado y cada vez que lo hacía su voz se encolerizaba un poco más, sin embargo el perfume femenino pronto se hizo notar y el enfermo se volteó dispuesto a armar un alboroto.

En la habitación se hizo un silencio absoluto y cuando sus ojos se cruzaron, Rin se irguió y dio un paso fuera de la protección de la espalda del doctor Koeki para enfrentar el inminente insulto que se notaba en los ojos de Sesshoumaru.

Rin se quedó de pie con los ojos clavados en aquel hombre de mirada dura con voz gruesa y autoritaria. Al ver a Rin, Sesshoumaru se quedó mudo y con el insulto perdido entre sus cuerdas vocales cautivado por la belleza de su nueva enfermera.

La mujer de pie frente a él era joven, atractiva y con una mirada irresistible, el cabello azabache caía en una cola alta sobre su hombro derecho y aunque llevaba un atuendo holgado, era fácil adivinar las suaves curvas que se escondían bajo aquella tela rosada.

(Y ella? es preciosa...será enfermera? espero que Keisuke la haya traído para mí...al fin algo digno de ver en esta pocilga...)

A pesar del impacto que Rin le causó, Sesshoumaru no se dio por enterado una vez que abrió la boca, al contrario su tono fue mas áspero que de costumbre.

"Tu quien eres, otra enfermera que quiere hacerme tragar la asquerosa comida que sirven aquí?"

Ante aquel comentario Rin ni se inmutó perdida en las facciones de Sesshoumaru, cuando la miró a los ojos ella se sintió como si le hubiera caído un rayo y le hubiera quitado la habilidad de hablar. Aprovechando que Rin no decía nada, el doctor Koeki la presentó.

"Sesshoumaru ella es Rin Asakura tu enfermera!"

"Y que, acaso es muda?"

Rin se burló calladamente de la arrogancia de Sesshoumaru sin dejar de verlo y con una sonrisa a flor de piel. Esa fue la primera indicación para Sesshoumaru de que Rin era especial, reírse de su acidez cuando otras se defendían ferozmente.

Sesshoumaru esperó a escucharla decir algo pero Rin se dedicó a dar un vistazo al tiradero de comida que había en el piso, luego se abrió paso hasta el lado derecho de la cama y se acercó con seguridad hasta el borde de la cama.

Al verla tan de cerca Sesshoumaru quedó aún más cautivado que antes, la belleza y delicadeza que ella emanaba era tan sugestiva e intoxicante que lo hacía sentir indefenso para decirle que se apartara.

"No soy muda, pero si eso lo hace feliz entonces no hablaremos, ahora Sesshoumaru-sama me permite ponerle su dosis de morfina? Es para el dolor"

"Ya sé que es para el dolor, no soy estúpido"

"Claro, prometo que no le dolerá"

"Eso lo veremos las otras brujas tienen la mano más pesada que un yunque!"

"..."

Con delicadeza Rin sujetó la mano de Sesshoumaru y palpó con los dedos los raspones y cortadas que cubrían el brazo, luego con agilidad inyectó la dosis de morfina sin que Sesshoumaru sintiera dolor alguno.

El doctor Koeki estaba a la expectativa de la reacción masculina con una sonrisa, pero era claro que Rin había ganado esta primera batalla. Con una sonrisa Rin quitó los restos de comida que había en la sábana.

"Haré que venga alguien a limpiar, es una habitación muy hermosa para que esté tan sucia, volveré en un momento señor Sesshoumaru, desea algo?"

"..."

"Doctor Koeki usted?"

"Un café si eres tan amable!"

"Hai!"

Los dos observaron en silencio mientras ella salía de la habitación, apenas se cerró la puerta el doctor se volvió a Sesshoumaru y con una mirada burlona le pregunto si deseaba que ella lo atendiera.

"Puedo hacer que ella sea tu enfermera permanente"

"Tendré que ver a las otras brujas?"

"No, solo tratarías con esa linda señorita!"

"mmm! Keisuke no quiero estar en un hospital odio sentirme así!"

"Pero muchacho el accidente que tuviste fue muy serio tienes que quedarte aquí por lo menos tres semanas, que tan malo puede ser quedarte aquí a los cuidados de Rin...es muy linda y dulce, además de soltera"

"La vi claramente, no soy ciego..."

"Jajaja!"

"Te estás burlando de mi?"

"No claro que no, yo jamás me atrevería a hacer algo parecido!"

Sesshoumaru bufó y le dedicó una mirada agria al amable doctor que ahora le revisaba el pulso y ritmo cardiaco, en ese momento entró Rin con la taza de café se la entregó al doctor luego salió y regresó con un arreglo floral enorme y lo puso en la mesa junto a la ventana, al verla Sesshoumaru apretó la mandíbula y le exigió una explicación prácticamente gruñendo, lo que dibujó una sonrisa en Rin.

"No quiero esas flores en mi habitación se lo dije a la otra enfermera claramente!"

Dándole la espalda Rin acomodó el ramo y corrió aún más las cortinas y abriendo las ventanas dejó que entrara el aire fresco.

"Aquí dice que se las envía Inuyasha y Kagome, son amigos suyos?"

"Es mi hermano menor y su esposa!"

"Ah ya veo, no entiendo porque las mandó a sacar, a mi me parece que son muy hermosas y alegran el cuarto!"

"No quiero esas malditas flores, que está sorda?"

"No, pero a mi me gustan y como voy a atenderlo quiero tener otras cosas bonitas que ver además de las que ya hay en el cuarto!"

Indignado Sesshoumaru se irguió un poco más y buscó con la mirada las otras cosas bonitas que había en el cuarto pero no encontró nada porque había mandado sacar todos los arreglos que había recibido.

Estaba tan concentrado en eso que no se dio cuenta que Rin y el doctor intercambiaban miradas cómplices y tampoco se imaginaba que las otras cosas bonitas de las que Rin hablaba era él.

(Otras cosas bonitas, de que está hablando está mujer? Además de ella no veo nada...)

Rin volvió a salir de la habitación sintiendo los ojos de Sesshoumaru sobre ella, al regresar traía consigo una bandeja con todo lo necesario para cambiar los vendajes y varios utensilios de limpieza.

Desde la butaca junto a la cama el doctor Koeki observó a Rin con una sonrisa, estaba complacido porque al parecer el desenlace amoroso era eminente ya que Sesshoumaru tenía un brillo en los ojos diferente. Ella puso la bandeja fuera del alcance de su paciente e inmediatamente se puso a limpiar la habitación poniéndose un par de guantes desechables.

Al presenciar la determinación de aquella mujer, Sesshoumaru le habló con voz hueca escondiendo su fascinación de que no se intimidara con él como el resto del planeta.

"Que hace?'

"..."

"Le hice una pregunta señorita!!!!"

Rin no se dignó contestarle hasta que terminó de limpiar la habitación, poniendo los restos de comida en un bolsa de basura se quitó los guantes y apiló los utensilios en el piso.

"Ya terminé, así está mejor no cree?"

"Y si decido tirar otro plato?"

"Lo limpiaré, ahora voy a cambiarle la venda del brazo"

"Esto no es un brazo!"

"..."

Bandeja en mano Rin se acercó a la camilla y con cuidado empezó a quitar la venda sucia. Los pequeños dedos sobre su piel se sentían suaves y lo tranquilizaban, lo suficiente para poder ver la cicatriz que el accidente le había dejado.

Había sido un accidente estúpido, regresando a su apartamento de una reunión en la noche un camión perdió el control y lo arrastró varios metros. El camión lo había embestido de lado, aprisionándolo de tal forma que si no le hubieran cortado el brazo habría muerto.

Sesshoumaru apartó sus pensamientos de aquel recuerdo tan doloroso, ahora ya estaba consciente y no tenía caso lamentarse. De repente todo el panorama frente a sus ojos se tornaba esperanzador, todo gracias a una enfermera vestida de rosado y que le importaba un rábano si él quería o no las flores de su idiota hermano.

Mientras removía los vendajes Rin no podía dejar de pensar en los ojos dorados y melancólicos de su paciente, no podía explicarlo pero había algo en él que la atraía, haciéndola sentir incapaz de apartarse de su lado.

Con una mirada furtiva Rin lo miró aprovechando que estaban tan cerca, aún a pesar de la hinchazón en su rostro se podía ver lo apuesto que era y eso la cautivaba. Nunca se había sentido así y se alegró que la hubieran escogido para atenderlo. Lo admiraría en silencio porque estaba segura que un hombre tan importante y guapo como él no podría tener ojos para alguien como ella.

(Es tan apuesto, hace tanto tiempo que no sentía algo así por un hombre, me pregunto si tiene alguna novia...ay pero que tonta, con esa cara y este cuerpo deber tener un montón!)

Cuando quitó las vendas por completo y al sentir la piel arrugada bajo sus dedos Rin se concentró en Sesshoumaru que la observaba con los ojos entrecerrados, sin dejar de tocar la cicatriz Rin le preguntó si le molestaba. Por la delicadeza con que ella palpaba su piel Sesshoumaru le parecía que más que curarlo lo estaba acariciando.

"Le molesta?"

"No demasiado!"

"Se nota que quien lo atendió lo aprecia mucho, no será una cicatriz fea!"

Como si se resignara a la dulzura y cariño de Rin, Sesshoumaru balbuceó que quien lo atendió había sido el doctor a su lado.

"Ah con razón! Que buen doctor es usted sensei!"

"Gracias Rin! Ya terminaste?"

"Ya casi!"

"Te espero afuera!"

"Hai!"

El doctor se despidió de Sesshoumaru asegurándole que estaba en buenas manos y dejándolos solos.

"El doctor Koeki es excelente!"

"..."

Sesshoumaru no le dijo nada, ni siquiera volvió su mirada en dirección a ella por lo que Rin asumió que probablemente estaba hablando de más.

"Cierto...habíamos quedado en no hablar!"

Sesshoumaru permaneció como una estatua esperando que ella terminara. Era obvio que Rin estaba acostumbrada a un trato diferente y quedarse en silencio le afectaba, a pesar de eso se guardo para sí mismo el hecho que no le molestaba que ella hablara.

Una vez que terminó con las vendas, Rin le sonrió y le puso la mano sobre el brazo mutilado y salió sin decir nada. En cuanto ella se separó Sesshoumaru se puso a ver por la ventana, era un día algo gris pero eso no importaba porque él estaba al cuidado de Rin.

Apartando sus ojos de la ventana se concentró en las flores que le había mandado su hermano y su boca se torció tan solo un poco, había sido el primer arreglo que recibió. Luego sus ojos miraron el vendaje limpio y hecho con cariño, sus dedos rozaron la suave tela y se dijo a sí mismo que aquel vendaje permanecería en su brazo hasta que ella se lo cambiara.

(Le gustan las flores, ella huele como una, será cierto que es soltera...le importará mucho que solo tenga un brazo?...)

......

Cuando Rin salió las cuatro enfermeras la esperaban para preguntarle como le había ido, pero fue el doctor quien contestó por ella con una sonrisa de oreja a oreja.

"Rin lo logró, de ahora y hasta que le demos de alta será la enfermera particular de Sesshoumaru-sama!"

"Pero Sensei ya no podré atender a los pequeños?"

El doctor Koeki la tomó por los hombros y con una sonrisa la tranquilizó diciéndole que podría visitar a los niños cuando Sesshoumaru descansara o no la necesitara.

"Tranquila, yo mismo hablaré con los pequeños y con tu jefe, pero te necesito aquí cuidando de él, ya viste como es!"

"Pero eso es solo una barrera para no demostrar que se siente vulnerable, se nota que es un gran persona...pero doctor usted cree que Sesshoumaru-sama estará de acuerdo con que yo lo cuide?"

"Claro ni que fuera tonto...sabías que es soltero y sin compromiso igual que tu?"

"..."

Tanto el doctor como las enfermeras se rieron entre dientes con aquella insinuación sin sospechar que Rin tenía el corazón en la boca de la emoción, no dijo nada porque temía delatarse y que todos se dieran cuenta que estaba emocionada por cuidar a Sesshoumaru.

"Ahem! gracias por esta oportunidad y por pensar que yo era capaz!"

"Al contrario nos encanta que te ocupes de él!"

Yun Li tomo a Rin del brazo y rápidamente le mostró donde estaba todo para que se sintiera a gusto, cuando terminaron Rin entró al cuarto procurando no hacer ruido ya que Sesshoumaru tenía los ojos cerrados.

Ella se acercó sigilosamente convencida que la morfina había surtido efecto, lo que ella no sabía era que su paciente no dormía, estaba con los ojos cerrados inmóvil esperando ver que hacía ella.

Junto a su cama Rin suspiró al verlo descansar tan placidamente, ella nunca en todos sus años había visto un hombre como él, que la cautivara tanto. Sin pensar en nada más se dejó llevar por esos sentimientos y movió su mano hasta la cabeza de Sesshoumaru.

Con ternura le acomodó el cabello fuera del rostro y luego acarició su rostro tan suavemente que Sesshoumaru sintió que iba a perder el control de si mismo. Rin lo miró un instante más para luego retirar su mano y salir del cuarto. Con una mezcla de alivio y tristeza Sesshoumaru percibió que ella ya no estaba y dejó de contener la respiración.

Al saberse solo Sesshoumaru no abrió los ojos, solo evocó la suavidad de los dedos femeninos y suspiró profundamente dominado por un sentimiento extraño y olvidado por su corazón que se había acostumbrado a la soledad.

(Porque me habrá tocado de esa forma? Eso es lo de menos, solo quiero que lo vuelva hacer!)

Completamente relajado por el efecto de la morfina, Sesshoumaru se entregó a un merecido descanso mientras que Rin bajaba al segundo piso para hablar con los pequeños.

....................

Cuando Rin llegó donde los niños todos estaban dormidos a excepción de dos pequeñas que hablaban entre sí, al verla las dos se pusieron tan contentas que ella les tuvo que pedir que hicieran silencio para no despertar a los demás.

En cuanto se sentó en una de las camas las dos niñas empezaron a preguntarle como le había ido con el paciente difícil y le contaron que el doctor Koeki había estado allí para decirles que por varias semanas ella estaría alejada.

"Lo lamento chicas, él me necesita mucho, está muy solo!"

"Si eso mismo dijo el doctor K!"

Una de las niñas, que tenía 13 años y era una coqueta innata le preguntó si Sesshoumaru era guapo, con una sonrisa Rin les dijo que sí.

"Es muy apuesto!"

"Que romántico...oye Rin porque te pusiste roja de repente?"

Sin pensarlo Rin se llevó los dedos hasta una de sus mejillas y supo que en efecto estaba sonrojada, dándose cuenta de la impresión que su paciente había causado en ella.

"Jejeje es que tengo calor!"

"No, mi mamá dice que uno se sonroja cuando alguien le gusta, te gusta el paciente difícil...como es que se llama?"

"...ahem se llama Sesshoumaru y no me gusta...lo que pasa es que...bueno es que es muy guapo...um pero que chicas tan despiertas!"

Las dos niñas se rieron con Rin y escucharon con atención mientras su enfermera favorita les hablaba de su nuevo paciente y como tenía un cabello y ojos hermosos. Rin acompañó a las pequeñas un rato más hasta que su amiga y enfermera Chiki llegó para ver como estaban.

Al ver a Rin a Chiki se le dibujó una gran sonrisa e inmediatamente le preguntó sobre Sesshoumaru, antes de irse Rin les dijo a la niñas que no repitieran nada de lo que habían conversado y ellas prometieron guardar el secreto.

"Hasta mañana princesas!"

"Hasta mañana Rin!"

Una vez fuera del salón Chiki insistió con el tema de Sesshoumaru tomando a su amiga del brazo.

"Cuéntame es verdad que es guapísimo y tiene un aire misterioso y sexy?"

Rin se sorprendió por la facilidad de Sesshoumaru de hacerse notar y con una sonrisa le confirmó a su amiga que todos los rumores eran verdad.

"Lo sabía que suerte la tuya!! Dicen que es multimillonario, soltero y sin compromiso porque ha pasado años en soledad, que romántico!!...se parece a alguien que yo conozco, soltera y sin compromiso!"

"Jaja a excepción de los millones, porque todo es romántico para ti Chiki?"

"Porque sí, es más divertido. Ahora volviendo al galán mutilado!"

"No le digas así, se llama Sesshoumaru!"

"Uy perdón!...ahem como iba diciendo, Sesshoumaru es un partidazo, digno de que abandones tu soledad, en serio amiguita porque estás tan solita?!"

Rin soltó una risa silenciosa y vio a su amiga con ojos melancólicos pensando en la pregunta. Sus años de soledad eran muchos y la última vez que había sentido algún tipo de pasión era tan lejana que ya ni recordaba como era la sensación.

Sonriendo y encogiéndose de hombros le dijo a su amiga que no sabía el porque y siguió caminando por el pasillo.

"Tu sabes que no he encontrado el hombre indicado, no me molesta no tener una pareja, te tengo a ti que eres mi mejor amiga!"

"Pero no es lo mismo, tu tienes tanto que ofrecer!"

"Chiharu tu amistad es una gran alegría en mi vida, eres como mi familia...!"

Chiki se quedó mirándola emocionada y la abrazó un instante antes de pedirle que fueran a la azotea del hospital. Les gustaba ir allí en sus ratos libres para hablar tranquilamente y admirar la vista.

Estando ahí tenían una vista completa de toda la ciudad y era especialmente hermosa al atardecer cuando se podía ver todo Tokio bañado por los rayos del sol que se escondía en el horizonte.

Juntas habían contemplados muchos atardeceres, soñando que encontraban el amor a brazos de un hombre maravilloso y apuesto que las haría felices por el resto de sus días. Muchas de esas veces secretamente Rin recordaba a su padres y hermano y con una sonrisa agradecía por la presencia refrescante y cariñosa de Chiki en su existencia.

Cuando abrieron la puerta de la azotea no había nadie más por lo que se sentaron de cara al horizonte y Chiki siguió con el interrogatorio.

"Ahora sí lujo de detalles!"

"Jajaja...eres incorregible. Es...hermoso, tiene unos ojos tan bellos y tienes que ver su cabello, largo, sedoso...bueno está un poco despeinado pero igual se nota que tiene una melena suave. Y tiene un cuerpazo...y...que?"

Rin dejó de hablar al notar que su amiga la miraba con los ojos muy abiertos y una gran sonrisa y al borde de la euforia.

"Como que? Rin Asakura, cuando fue la última vez que hablaste con semejante emoción?"

"...err...jejeje...pues...nunca?"

"Exacto! Tienes que verte, estás sonrojada y tienes una mirada completamente soñadora...ay que emoción!!!"

"Ay no!"

"No que? Que tonterías estas pensando?"

"No son tonterías...tu crees que alguien como él se fijaría en mí? Digo es un hombre súper adinerado e importante seguro tiene novia!"

"Si no se fija es un tonto, además el doctor Koeki fue el que me dijo que era un hombre súper solo!"

Rin frunció el ceño porque le pareció raro que alguien como Sesshoumaru estuviera solo como ella pero animada por la sonrisa de su mejor amiga se encogió de hombros y en un rincón de su mente se permitió soñar con que su bello paciente pudiera fijarse en ella.

Una vez que el sol se puso, Rin se despidió de Chiki para ir a ver a Sesshoumaru, no quería que armara un escándalo porque ella no estaba. Antes de bajar corriendo por las escaleras Rin le deseó suerte a su amiga en la cita de esta noche.

"Te llamó a tu casa cuando llegue?"

"Chiki tengo que quedarme hoy en la noche con él!"

"Disculpa?"

"Es que como nadie mas lo va atender tengo que dormir en el hospital ya me asignaron una cama al final del pasillo, es muy bonita, tiene un baño súper cómodo y mañana podré ir a buscar mis cosas!"

"Uju o sea que pasaras la noche junto al galán de melena sedosa?"

"Jejeje algo así, chao. Pórtate bien Chiharu!"

Chiharu se rió entre dientes al escucharla, como toda una diablilla y se apresuró a bajar para terminar su turno y llegar a su casa para prepararse para la cita que tenía esa noche con el guapo fisioterapeuta que tanto le gustaba.

........................

Rin llegó a ala privada caminando en silencio, no se veía un alma y todo estaba en total quietud, al pasar frente al mostrador, solo estaba Yun-Li que al verla se le iluminó la cara y Rin temió lo peor, por lo que le preguntó si algo malo había pasado con Sesshoumaru.

"No tranquila Rin, esa es la novedad, no parece el mismo de esta mañana. Claro que no me extraña, eres muy dulce, apaciguas hasta el más fiero!"

"Gracias, pero no es la gran cosa!"

La mujer se la quedó viendo con ojos amigables y una sonrisa, porque saltaba a la vista la razón por la que Sesshoumaru se mostraba apacible con ella.

"Si claro lo que tu digas Rin!"

"Yun-Li cuantos días mas hasta que pueda levantarse?"

"Tres o cuatro"

"Me cuentas como fue su accidente?"

"Por supuesto, un camión que le fallaron los frenos y lo arrastró un par de metro, tuvieron que cortar su brazo para poder sacarlo del automóvil, es un milagro que no haya sufrido más, supongo que tiene suerte!"

"Oh ya veo...iré a ver como está. Por cierto muchas gracias por poner flores junto a mi cama!"

"Un placer, dime Rin no te molesta tener que quedarte aquí mientras él se recupera, todas estuvimos hablando y pensamos que podemos cuidarlo en las noches para que no tengas que estar aquí como atrapada, para que puedas estar con tu familia!"

Rin le sonrió suavemente y le dijo con pocas palabras que nadie la esperaba en ningún sitio porque desde hacia varios años ella estaba sola en este mundo. Yun Li trató de esconder su asombro pero Rin le aseguró que esa tragedia ya no le dolía tanto y estaba acostumbrada a su soledad.

Luego se alejó de su compañera con una sonrisa melancólica atrapada en los pliegues de su boca porque cuando la gente se daba cuenta que era huérfana siempre reaccionaba de la misma forma: asombro y una mirada de lástima.

(La gente siempre se asombra y me miran con esos ojos de 'pobrecita la huerfanita' es incómodo por eso no me gusta decirlo...y tampoco es el fin del mundo, admito que no es agradable estar solo pero no morí con mi familia así que tengo que tener una vida plena para hacerles tributo...además ellos siempre van a estar en mi corazón)

............................

Sesshoumaru estaba despierto, con la mirada fija en la puerta y sintiéndose impaciente porque hacía rato había despertado y su enfermera no estaba. Al escuchar un ruido en la puerta, su corazón dio un vuelco porque no podía ser otra que Rin, apretó los labios matando la sonrisa al ver que la puerta se abría y un atuendo rosado avanzaba hacia él.

Rin venía sonriente y Sesshoumaru se sintió embelesado contemplando la suavidad de los movimientos corporales de aquella hermosa mujer. Algo en ella lo tranquilizaba y lo ponía de buenas, ya sabía que era demasiado atractiva como para ignorarla, ahora lo que necesitaba saber era si ella podía verlo como hombre más que como paciente.

La verdad de su vida sentimental era que deseaba encontrar algo duradero, que lo hiciera feliz, odiaba admitirlo pero anhelaba una relación como la de Inuyasha y Kagome. Jamás lo admitiría pero le parecían peculiares y hasta cierto punto agradables los esfuerzos de su cuñada por acercarlos como hermanos.

A pesar de que ninguno de los dos cooperaba, eso no parecía desanimar a su decidida cuñada, que probaba ser una fuente inagotable de buenos sentimientos tanto para Inuyasha como para las personas a su alrededor.

El la admiraba por esa tenacidad y sabía que no había mejor pareja para si tonto y temperamental hermano que ella.

Justamente eso era lo que deseaba encontrar, alguien decidido y que lo quisiera con sus virtudes y defectos, más ahora que se sentía un hombre incompleto por culpa de su brazo mutilado.

Durante algún tiempo creyó que encontraría la mujer ideal en alguien de su misma clase social y fortuna, pero después de un par de desastrosas relaciones, se dio cuenta que aquellas exigencias resultaban absurdas si de verdad quería ser feliz.

Ahora ya no le importaba si era una mujer adinerada y proveniente de una familia de prestigio. Lo que realmente era importante era que fuera una mujer que lo hiciera sentirse amado y libre de entregar su corazón a alguien fiel y bueno.

Dejó sus pensamientos para después y se concentró en Rin, reconoció que hacía tiempo no conocía alguien tan agradable y que físicamente le gustara tanto. A simple vista Rin parecía perfecta, pero él quería saber todo, averiguar si en verdad una mujer tan hermosa como ella, era soltera y sin compromiso.

Rin ya estaba junto a él dando una hojeada a los monitores un poco indecisa de hablarle o no, lo miró un segundo y recordó como la había ignorado hacia un rato, por lo que decidió guardar silencio, adornándolo con una sonrisa a medias.

(Nada que ver, no voy a cometer la misma imprudencia de hace un rato y eso que solo le comenté que sensei era muy buen doctor...mejor muda como él mismo dijo...tengo hambre...)

Al ver que ella revisaba la venda y el suero en absoluto silencio y evitando verlo a los ojos Sesshoumaru comprendió que ella estaba cumpliendo su acuerdo de no hablar y decidió romper el silencio él mismo. Necesitaba hablar con ella para conocerla y así decidir si le gustaba mucho, muchísimo o lo suficiente para conquistarla, secretamente deseaba conquistarla.

"Donde estaba?"

"En el segundo piso. Como se siente, pudo descansar?"

"Si!"

"Que bueno..."

Sesshoumaru se dio cuenta que ella hubiera podido seguir conversando pero en cambio apretó los labios para quedarse callada. Justo en ese momento decidió que ese gesto de apretar los labios era adorable y curveó la esquina de su boca en una sonrisa invisible.

"No me molesta que hablemos...hoy usted no dijo nada y..."

"En serio? Genial!...jeje se nota mucho que me gusta hablar verdad? Solo prométame algo!"

"Depende...que?!"

"Si lo mareo dígame!

"Prometido!"

Rin no enmascaró su felicidad ni siquiera un poco, estaba emocionada de saber que podían conversar y su mente voló con voluntad propia imaginando que podría decirle Sesshoumaru mientras cuidaba de él.

Sesshoumaru se sintió complacido al verla sonreír, parecía tan fácil complacerla que dejó escapar un leve suspiro antes de seguir hablando.

"Que hacía en el segundo piso?"

"Buscando mis cosas. Estaremos juntos hasta que le den de alta, se puede decir que a partir de hoy viviré aquí en el hospital!"

Sesshoumaru estudió sus facciones con detenimiento, cautivado por la forma tan natural de intercalar sus vidas al decir que estarían juntos. Era como si por arte de magia fueran un dúo inseparable, tendría la compañía de Rin todos los días y hasta que abandonara aquel hospital.

En un giro irónico del destino, sus deseos de irse de aquel lugar se evaporaban como castillos en el aire, ante la posibilidad de que sus días se vieran adornados con la compañía y dedicación de Rin.

"Eso no es necesario, su familia probablemente no estará de acuerdo. Hablaré con Keisuke!"

"Sesshoumaru-sama no me molesta en serio, si habla con el Doctor K va a pensar que yo me quejé y la verdad estoy feliz!"

"Yo no necesito una niñera las 24 horas del día..."

"mmm"

Rin ahogó una risa porque era claro que Sesshoumaru estaba acostumbrado a dar órdenes y tener el control y estar en esa cama era algo atroz y desesperante para él.

"Que significa eso...se está burlando de mí?"

La risa de Rin se hizo más evidente al verse expuesta pero Sesshoumaru sabía que no era una risa de burla sino más bien divertida, eso era una novedad que alguien lo encontrara divertido a él.

Con ojos iluminados Rin se aclaró la voz para apaciguar a Sesshoumaru.

"Ahem...no me estoy burlando, jamás haría eso. Es que se nota que usted está acostumbrado a no depender de nadie, pero no se preocupe en 3 ó 4 días podrá ponerse de pie y entonces podemos ir a pasear por los hermosos jardines del hospital para que respire aire puro y vea el sol...están llenos de flores y...jejeje, en serio no me estaba burlando"

Rin paró de hablar bajo el peso de la mirada ámbar, solo que esta vez Sesshoumaru la miraba con suavidad y hasta algo de felicidad, tanto que ella trago saliva disimuladamente.

"Ese paseo suena bien pero igual voy a hablar con Keisuke para que no tenga que quedarse aquí todos los días!"

"Por favor no lo haga, es que no tengo familia, murieron hace años. Vivo sola y estar aquí siendo su niñera me gusta!"

"Ahora sí se está burlando!"

"..."

Rin no le dijo nada pero la sonrisa que se esparcía por sus labios era mas que suficiente para alegrarle el resto de la semana a Sesshoumaru que no dijo nada más y lentamente fijó su vista más allá de la ventana un instante antes de volverse nuevamente hacia ella.

Ella estaba ahí esperando que él le dijera algo sobre ser huérfana pero en cambio miraba hacia fuera como si evocara algún recuerdo olvidado, cuando sus miradas se cruzaron nuevamente los ojos de Sesshoumaru le parecieron aún más hermosos que antes.

"Y si se va quedar aquí donde dormirá?"

Rin sintió como una ola de bienestar azotara su cuerpo, él si que era diferente, ni un indicio de lástima o compasión por su condición de huérfana y eso la empujaba más a un territorio desconocido donde se perdería en las profundidades de aquellas facciones hermosas y aparentemente frías y sin emoción.

Concentrándose en las palabras de su paciente Rin le dijo que dormiría al final del pasillo en un cuarto para enfermeras. Sesshoumaru la escuchó con la vista fija en un punto de la pared y decidió hacer sus propios ajustes a esta nueva realidad, si iba a estar al cuidado de Rin todos los días quería que tenerla lo más cerca posible.

"mmm...eso no me parece aceptable junto a este cuarto hay una habitación más pequeña duerma ahí!"

"Pero Sesshoumaru-sama ese cuarto es para sus familiares!"

"No me contradiga señorita, por si no lo ha notado no soy muy popular con la gente!"

"..."

Rin sonrió y puso cara de resignación al tiempo que asentía con la cabeza.

"Está bien pero por la cantidad de flores que tiene allá afuera yo diría que es todo lo contrario, tiene mucha gente que lo quiere. Inuyasha y Kagome por ejemplo!"

"Ese torpe bueno para nada es tan solo mi medio hermano, no estamos hablando de mi..."

"..."

Llevándose la mano a la sien, Rin recordó el golpe de la mañana y suspirando decidió no seguir contrariando a su paciente que ahora miraba en dirección opuesta a la suya, buscando nuevamente las imágenes fuera de la ventana.

Sin hacer el mínimo ruido Rin giró sobre sus talones y salió del cuarto, siguió hasta el final del pasillo, le dijo a Yun Li de la decisión de su paciente y la mujer inmediatamente se ofreció a ayudarla. Rin tomó su pequeño maletín, Yun Li las flores y sin hablar sacaron las cosas y las pusieron en la otra habitación.

Una vez que terminaron Yun Li la dejó a solas en su nueva habitación para no descuidar su puesto afuera. Rin se acomodó en el borde de la cama en silencio sin deseos de moverse, tomando aire sonoramente se levantó y abrió la puerta que separaba las dos habitaciones tan solo un poco, lo suficiente para escuchar si Sesshoumaru se quejaba.

Acostado en su cama escuchó los pasos de Rin y esperó en vano que ella atravesara el umbral. Le había molestado que le recordara los ramos de flores porque para él solo eran ridiculeces sin sentido y como siempre la noción de Inuyasha como su única familia le dejaba un mal sabor de boca.

En la otra habitación Rin se revisaba el chichón frente al espejo, felizmente se dio cuenta que no se había hinchado demasiado, luego le sacó la lengua a su reflejo, furiosa consigo misma por haber molestado a Sesshoumaru.

(Es obvio que estoy demasiada acostumbrada a tratar con niños...creo que la regla de no hablar es mejor, debo hacer mi trabajo sin involucrarme, él no es un niño...)

Los minutos pasaron y Sesshoumaru se preguntaba cuando volvería Rin, por mas que trataba de captar algún sonido proveniente de la otra habitación no lograba escuchar nada. Estaba a punto de llamarla a gritos cuando ella apareció por la puerta con una bandeja de comida.

"Sesshoumaru-sama tiene hambre?"

"..."

"Tiene que comer para que recupere fuerzas..."

"..."

"Estaré al lado si me necesita...disculpe si lo hice enfadar!!"

Dando media vuelta Rin desapareció detrás de la puerta antes de que Sesshoumaru pudiera decir algo para detenerla, era claro que si deseaba ganársela tendría que ser menos tajante.

Levantó la vista hasta sus flores y refunfuñó mentalmente por dejarse llevar pero se distrajo cuando escuchó voces del otro lado de la puerta. Minutos más tarde, el doctor Koeki entró con una gran sonrisa seguido por Rin.

"Buenas noches Sesshoumaru!"

"Keisuke..."

"Solo vine a ver como seguías estoy de salida. Rin me comentó del cambio de habitación, me parece estupendo. Necesito que sigas la dieta que tienes para que recuperes fuerzas...

"Estoy bien además la comida es horrible..."

El doctor miró a Rin con una sonrisa y ella comprendió su mirada, y musitando un 'con permiso' salió dejándolos a solas.

Sesshoumaru se sintió incómodo al ver que nuevamente su enfermera se iba dejándolo solo y miró a su doctor con los ojos entrecerrados.

"Ahórrate el sermón Keisuke, no tengo hambre y sabes que la comida apesta!"

"Pero muchacho porque te portas así? Si no comes entorpeces el trabajo de Rin...por cierto la noté un poco triste...te voy a pedir que la trates bien ella es una muchacha muy especial y dulce, yo la aprecio muchísimo"

"Como dices, porque asumes que el que ella esté triste es culpa mía?"

"Ay muchacho te conozco...!"

"Ahem...quizás me exalté un poco!"

El doctor Koeki se quitó los anteojos y los limpió con la corbata moviendo la cabeza negativamente viendo a su paciente como con compasión. Luego le puso la mano en su hombro izquierdo y se despidió.

"Que descanses Sesshoumaru...y no seas tonto, mujeres como Rin ya casi no hay!"

"..."

(Me lo dice como si no lo supiera, viejo tonto! Ella se disculpó como si hubiera sido su culpa...Rayos! Supongo que el viejo tiene razón...)

"Señorita Asakura?... Rin?"

Al otro lado de la puerta Rin se levantó de la cama y asomó la cabeza tan solo un poco sin atreverse a entrar.

"Si señor en que le puedo servir?"

"Acérquese por favor...que estaba haciendo?"

"...comiendo algo!"

"Entonces comamos juntos!"

Sesshoumaru la vió sonreír y parpadeó aliviado, luego pacientemente esperó a que ella entrara con la bandeja, con cuidado la puso frente a él y en un abrir y cerrar de ojos trajo su propia comida.

Estaban comiendo en silencio cuando Sesshoumaru, que masticaba la comida con tranquilidad, le dijo con voz pausada y serena que además de Inuyasha no tenía ningún otro miembro de su familia con vida. Rin por poco y le da un mordisco a su propio tenedor al escucharlo.

Con la comida aún en su paladar la joven enfermera abrió sus bellos ojos al comprender que al decirle eso era como si su paciente le pidiera disculpas por la forma como le había hablado. Rin tragó el bocado sin siquiera masticarlo y con una sonrisa le dijo expresó su aprobación no verbal de aquella forma poco convencional de disculpa.

"Yo tenía un hermano pero murió en el mismo accidente que mis padres!"

"Ya veo...cuando mi madre murió varios años después mi padre se volvió a casar con la madre de Inuyasha pero desgraciadamente para el insecto papá enfermó y murió. Tan solo unos pocos meses después Izayoi también fue victima de una enfermedad letal!"

Rin lo escuchó atenta y sin parpadear porque era consciente que todo lo que estaba compartiendo eran recuerdos muy personales y privados de Sesshoumaru, lo que hizo que su corazón se ensanchara más para albergar los sentimientos nada profesionales por su paciente.

"Sabe algo Sesshoumaru-sama usted es la primera persona que no me mira con compasión y lástima al saber que soy huérfana, por eso me cae bien!"

Sesshoumaru levantó una ceja en un ademán característico de su personalidad fuerte y arrogante, no podía explicarlo pero que ella le dijera aquellas palabras era motivo de una alegría sin precedentes y él mismo se hundió más en las aguas recónditas de la belleza y suavidad de la personalidad femenina.

"Gracias señorita Asakura!"

"jejeje de nada y llámeme Rin!"

"..."

(Es muy educado y me encanta que hayamos podido hablar tan sinceramente, como puede ser posible que un hombre tan sexy y atractivo no tenga una novia???)

Cada uno terminó de comer en silencio y luego de recoger las bandejas Rin entró a su cuarto y salió con las manos detrás de la espalda en una actitud algo sospechosa. Cuando se detuvo junto a la cama pegada al borde Sesshoumaru la miró directamente a los ojos.

"Que?"

"No piense nada malo pero...le importaría que le cepillara el cabello, es que lo tiene muy desordenado y es una cabellera muy hermosa para que...gomen!"

Rin no pudo sostener un instante más la penetrante mirada y sonrojada apartó los ojos y sonrió nerviosa. Sesshoumaru se llevó la mano hasta su cabeza y se dio cuenta que ella tenía razón.

"...!"

"Ahem...disculpe mi atrevimiento, es que estoy tan acostumbrada a tratar con niños y ellos les gusta que los mimen...mejor se lo cepilla usted mismo tenga!"

Rin extendió el cepillo que traía a sus espaldas, era un cepillo de cerdas suaves y con mango redondo de madera que lucía impecable aunque un poco gastado, al comtemplarlo Sesshoumaru comprendió que no era el cepillo de su baño como él creía.

"Ese es su cepillo?"

"...Si...oh! Tiene razón probablemente le de asco y tenga cabellos negros, lo que pasa es que el cepillo del hospital le va reventar el pelo..."

"Gracias Rin y no me da asco!"

Rin lo observó al borde del desmayo mientras se enderezaba en la camilla y ladeaba su cuerpo esperando que ella comenzara a cepillarlo. Se quedó un instante como petrificada con el sabor de sus palabras y la forma de decir su nombre, endulzando sus oídos.

Con suavidad pasó la mano por la cabeza rubia para alisar el cabello y luego comenzó a cepillarlo suavemente, sin percatarse del efecto de sus acciones para su paciente. Rin se acercó hasta casi rozarlo y Sesshoumaru cerró los ojos seducido por el efecto relajante de aquel placer completamente inesperado y la cercanía de su atractiva enfermera.

Hacia ya tiempo que no disfrutaba del placer de un cuerpo femenino, tenía meses de dormir solo y tener a Rin tan cerca era como un sugestivo recordatorio de lo agradables y tibias que podían ser las noches en los brazos de una mujer hermosa.

(Estará tan sola como yo?...Hace tanto que no le hago el amor a una mujer que a veces me parece que lo he olvidado...Se preocupó en usar un cepillo que no me dañara el cabello, no es que me importe demasiado pero el detalle habla muy bien de ella)

Un par de minutos mas tarde Rin se detuvo y anunció que su hermosa cabellera estaba peinada, una vez que Sesshoumaru le dio las gracias Rin volvió a entrar a su habitación y cuando salió llevaba un sweater azul claro amarrado a la cintura y largo hasta las caderas.

Con aquel sweater se podía delinear mucho mejor la figura de Rin y furtivamente Sesshoumaru se fijó en la curva de sus senos, él como cualquier otro hombre de sangre caliente se sentía especialmente atraído por esa parte de la anatomía femenina y Rin no decepcionaba ni un poco, al contrario tenía un cuerpo curvilíneo y sensual.

Sin notar siquiera como su paciente la estaba admirando Rin se acercó al borde de la cama.

"Sesshoumaru-sama tiene sueño?"

"Yo no acostumbro dormir mucho!"

"Quiere que veamos televisión un rato? Lo que usted quiera!"

Sesshoumaru titubeó un momento para luego aceptar el ofrecimiento, tomó el control remoto de manos de Rin, encendió el televisor y puso el canal de noticias financieras. Su enfermera estaba sentada en la butaca junto a él y no dijo nada al ver el canal, aunque Sesshoumaru suponía que ella lo encontraba aburrido, pero apreciaba su silencio.

(Wuaca el canal de finanzas! Pero ni modo...yo hubiera preferido una película romántica o de comedia...Oh por Kami se dejó cepillar que emoción. Yo tenía razón su cabello es sedoso...)

Rápidamente Sesshoumaru se concentró tanto en la televisión que no se percató que Rin empezaba a cabecear arrullada por las noticias de la bolsa de valores, hasta hubo una noticia que hablaba sobre su accidente acompañado por declaraciones de su fiel asistente: Jaken, que decía que todo estaba bajo control y a la espera de una pronta recuperación por parte de su jefe.

(Estuvo bien supongo que ya mañana vendrá Jaken y le daré instrucciones precisas, no será difícil manejar todo desde aquí. Lo más importante ahora es recuperarme y lograr que ella acepte salir conmigo...)

Sintiéndose un poco cansado, Sesshoumaru apagó la televisión y en ese momento Rin abrió los ojos, parpadeó y se levantó de la butaca. Con una sonrisa tomó el control remoto lo puso en la mesita junto a la cama y se dedicó a sacar un cobija extra para su paciente porque hacía algo de frío.

"Que descanse señor voy a dejar la puerta abierta. Que sueñe con los angelitos..."

Rin soltó una risita porque otra vez su costumbre de cuidar niños la traicionaba, al escucharla Sesshoumaru no disfrazó su diversión ante aquellas palabras y le dio las buenas noches en un susurro.

"Igualmente Rin!"

La vio entrar al cuarto y prender la luz de una pequeña lamparita junto a la cama. Ella se acostó sin deshacer la cama o cambiarse de ropa, solo arropándose con una gruesa cobija del hospital. Motivado por lo apacible de su velada Sesshoumaru cerró los ojos en busca de sus acostumbradas pocas horas de sueño esperando con ansias el siguiente día en compañía de Rin.

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Nota de autor: Que les parece? Sean sinceros porfa!