Dices que te Olvidaré
Prologo I
"Encrucijada"
por: Jenny Anderson.
Descargo de responsabilidad: Todos los personajes ubicados en Naoko Takeuchi, ella es inmensamente rica, yo no, esto es sin multas de lucro solo de entretenimiento.
Notas : Ésta es una reedición del fic original. Si ya lo habías encontrado antes, encontraremos con lo que estoy corrigiendo en cuestión de ortografía y de argumento. Gracias por empezar a leerme o por haberme leído alguna vez.
Beta: La maravillosa Nande_chan que no sé la razón por la que aún no me manda un freír chongos a la China.
Palabras: 2,263
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No me atrevo a liberarme
Y mi vida se complica así
Cómo te querré
Cuánto te querré
[Una historia importante - Eros Ramazzotti]
El amor, existen millas de artículos, libros y películas que intentan racionalizar el amor, poner pautas a las parejas, pasos que se debían seguir para encontrar el amor. El amor cambia a las personas, pone el mundo de cabeza y de pronto hace que las cosas que nunca hayan importado, importen. Como si todas las reglas de la vida desaparecieran al momento de encontrar a esa persona y luego entraran en vigor otras reglas, unas que nunca te habrías imaginado siguiendo felizmente.
Amy Mizuno creía en el poder de amor, en el poder de la amistad, pero por sobre todas las cosas en la justicia y el bien, por eso cuando se descubrió enamorada tuvo que aceptar que la lógica a la que se había aferrado toda su vida no era importante, que algunos de sus ideales no eran exactos, se había vuelto intrépida, temeraria, egoísta.
Le costaba reconocerse así misma en sus pensamientos, había conocido a Amy Mizuno que no existía antes, a Amy Mizuno que sonreía como quinceañera, a Amy Mizuno que dejaba atrás la amistad en nombre del amor. La Amy con la que había convivido durante casi 20 años jamás habría permitido mirar con otros ojos que no fueran de amistad al novio de una de sus mejores amigas, pero esta nueva Amy más intrépida no solo se permitiría mirarlo, sino que fantaseaba, lo deseaba.
Pasaba noches en vela preguntándose ¿cómo había llegado a ese punto? ¿Cómo se había permitido añorar unos brazos que no podrían pertenecerle? No lo sabía. Mientras estaba en su pre-internado en aquel hospital, sin tiempo para estar estar cansada, sus ojos se toparon con aquella figura conocida. Y entonces fue como conocerlo realmente, en otro ambiente, mientras rotaba entre un médico y otro, una especialidad y otra, tuvieron que compartir platicas que nada tenían que ver con las chicas, sonriendo ante las ocurrencias de las enfermeras, de los camilleros, como si estuvieran viviendo una vida paralela a la que habían vivido hasta ese momento. No estaban unidos por Serena, por un enemigo, lo que los unía era la misma pasión, el amor a la misma carrera.
El que estaba especializándose en cardiología, que llegaba en las madrugadas con una taza de café con ella, que comentaba de las nuevas publicaciones, de los nuevos métodos experimentales, quien le aseguraba que todas esas horas sin dormir valdrían la pena, que esa carrera valía la pena. Se encontraron disfrutando más de lo que podrían las pláticas, las roces casuales, las sonrisas y las miradas en los pasillos cuando se encontraban, se encontró preguntándose qué se sentiría ser aprisionada por ese cuerpo, acariciada, besada por ese hombre al que durante tantos años había visto sin observar.
Sabía que estaba mal, que no era correcto. El se encontraba ocupado y no por una mujer cualquiera, por una de sus mejores amigas, su querida Serena.
Y ella se encontró, por supuesto, con lo que ya otros encontraron antes de que ella, el corazón era un traidor que uno lleva por dentro, no importaba lo que hiciera, ¿cómo convencía al corazón que estaba amando a la persona equivocada? Que aquel hombre era prohibido y tuvo un estigma sobre su piel, ese estigma que lo obligaba a fundar Tokio de Cristal y comenzar una familia con Serena Tsukino.
Era fácil olvidarse del futuro cuando estaba en el hospital, cuando el hombre saludaba con una de esas sonrisas que tenían a casi todo el personal femenino del lugar babeando por él, cuando bromeaba con algún tecnicismo médico que ninguna de sus amigas entendía, por eso se encontró odiando el futuro, su suerte y el destino que la había hecho una simple guardiana y no una extraordinaria princesa.
Y por primera vez en su vida, Amy Mizuno desea no vivir por y para Sailor Moon, desea una vida para sí misma, un futuro brillante con su cuento de hadas incluido el hombre que ha descubierto que quiere. Y es que no se trata de que sea el príncipe de la tierra o el novio de su amiga, es el complemento perfecto de su alma, la persona por la que ha descubierto daría la espalda a todo ya todos. Por supuesto que las cosas no podían ser así. No es justo que Serena tenga toda la felicidad esperando por ella, mientras que el resto tiene castillos en el aire, y en el caso de Amy, anhelo por besos y caricias que sabe jamás van a ser suyos.
No hace caso a esa voz que le susurra que se equivoca, si se diera la oportunidad, si mirara a otro lugar ... la calla, ya que ella sabe lo que siente y no hay ninguna probabilidad de que se este equivocando, que aquel hombre no sea el amor de su vida. No planea el encuentro, pero se da, lo observa como tantas veces concentrado en algún estudio, con las lentes que sin saber la razón la desarman por completo.
Él está ahí en uno de los cubículos completamente solo, ella cierra los ojos.
Amy se ve a sí misma caminando dentro del cubículo, puede ver la sonrisa que Darién le dedicará cuando la vea, la sonrisa que le acelera el corazón y la hace sonrojarse furiosamente, ver sí sí tomar asiento frente a él, escuchándolo hablar sobre el caso; y ella por supuesto lo escuchará con atención, poniendo su prodigiosa mente para trabajar a toda velocidad para recordar si ha recibido algún artículo que pueda ayudar, aportar ideas o puntos de vista a pesar de que la cardiología no es realmente algo que la haga sentir satisfecha .
Seguramente encontraría algunos puntos importantes, y él agradecería el apoyo, Amy puede incluso sentir el apretón cálido que le daría como gesto de agradecimiento. Es en ese momento en que ella haría lo que había decidido hacer cuando lo vio solo en aquel lugar, entrelazaría sus dedos con esos más grandes y fuertes al tiempo que el corazón se desbocaría en su pecho.
Él, por supuesto, la mirará con desconcierto y algo de curiosidad, pero no rechazará el gesto, Amy sabe que lo que está pasando no es algo que esté solo de su lado del camino, es algo que va en dos direcciones, ya que Amy está segura que si ella ha notado a Darién, él la ha notado a ella, no solo como la chica más inteligente o la aspirante a neurocirujana, sabe que ha visto como mujer, la mujer que es y la mujer en que se puede convertir . Y ella está ansiosa de demostrarle todo lo que puede ser si se dan una oportunidad.
Le dirá que necesita hablar con él, que no puede callar más, que lo siente mucho, pero que callar ya no es una opción. Sabe que el se pondra de pie, soltará su mano y pasará sus manos por su cabello, como hace siempre que no esté seguro de lo que debe hacer. Caminará a la entrada del cubículo, y Amy lo imagina cerrando la puerta y regresando a donde ella se encuentra, se rehúsa al imaginarlo saliendo y dejándola ahí con su confesión en la boca.
Siendo el hombre que es, respira profundamente, mira a los ojos y esperar a que Amy le diga lo que tenga qué decir. Amy sabe cómo pasará todo a partir de ahí Ella se levantará de la silla, caminará en círculos por el lugar intentando comenzar el discurso que ha probado mil veces. Amy sabe que Darién no le quitará la mirada de encima y qué por eso ella estará aún más nerviosa, con la respiración acelerada y el corazón latiendo con fuerza. En cuanto él se dé cuenta de que es incapaz de decir más de 5 palabras sin comenzar a balbucear, la atrapará por la cintura, pegará su pecho a la espalda de ella y susurrará en su oído derecho que lo sabe, que es lo mismo que él siente, pero que no puede ser y que ella debería hacer lo que él y dejarlo morir.
Amy sabe que en ese momento se romperá, que comenzara a llorar, que balbuceará cosas como es injusto y no puedes fundar Tokio de Cristal sacrificando tu corazón , actuará más por instinto que por lógica, se girará dentro de sus brazos y, como ha recibido todos esos meses, lo besará como nunca ha besado a nadie.
No es su primer beso por supuesto, pero ella sabe que su cuerpo y su mente reaccionan como si fuera. Amy de nuevo imagina que él corresponde a su beso, no se atreve a aceptar la probabilidad de que la separa de su cuerpo, salga del lugar y la deje ahí con el corazón roto, no. Lo imagina correspondiendo a su beso, haciéndola estremecer, anhelar más que solo sus labios.
-Por favor. —Se ve diciendo—. Por favor.
Él no va a poder soportar la súplica, Amy está segura, la besará de nuevo pegándola con fuerza a su cuerpo con las ganas acumuladas, en ese momento Amy sabrá que iniciará su futuro, pensará en Serena, en el momento de estudio de las chicas, y después de algunos años en un par de chiquillos con el cabello azabache y los ojos azules. No existe utopía, no hay Tokio de Cristal, simplemente existe Amy Chiba, ya ella le gusta tanto como suena.
Ese futuro, le gusta mucho.
Abre los ojos, y deja escapar un suspiro antes de abrir el móvil y observar la imagen que tiene como papel tapiz, es una foto de las últimas vacaciones en la playa, ahí están Serena, Rei, Mina y Lita, como siempre desde que se conocieron. Y, mientras observa la imagen estática, puede ver el camino que tomarán las cosas, puede ver la boda entre Darién y Serena, festejada por todo lo alto, el vestido blanco, la sonrisa de felicidad de su amiga, y el simple hecho de imaginarlo le duele, duele verse a sí misma en un rincón, diciendo un silencioso adiós al que comienza a convencerse es el amor de su vida.
Puede ver también, por supuesto, su alegría fingida al abrazar a su amiga, a Darién, con la amargura de saberse una completa cobarde por no luchar por él, con la rabia destinada hacia sí misma, y entonces puede verlo todo como si de una película se tratara.
Tokio de Cristal, sus amigas y ella siendo unas guardianas, dejando de lado su profesión durante los primeros años sin ser más Amy Mizuno, solo Sailor Mercury, evadiendo a su rey, no queriendo estar cerca de él porque todo es aún doloroso, la llegada de Rini, y duele. Duele mucho saber que la felicidad se le deslizará entre los dedos como arena, verlos a los tres como una familia feliz y saber que ella no forma parte de ese cuadro.
Darién no intentará buscarla, aceptará su decisión de evitarlo y él hará lo mismo, solo se verán cuando sea necesario. Él se despedirá de ella a su manera, con una mirada cargada de significado el día del anuncio del embarazo, y ella quedará como un testigo más de la felicidad de los reyes, mirando sin querer las caricias y los besos por los que pudo haber luchado .
Luego dejarán de ser unas guardianes para convertirse en niñeras, el tiempo pasará y no tendrá ninguna oportunidad para intentar hablar de nuevo con él, al contrario, cada día hay una brecha más grande, más obligaciones, reuniones, reuniones. Y después, las chicas encuentran su felicidad, pero tú no ¡No! Ya que la dejaste ir, encontraste al amor de tu vida y lo dejaste ir. Y hay un vacío en esa vida que jamás vas a poder llenar, y justo cuando crees que vas a dejar de sufrir, que ya nada puede durar más, Rini te dirá que su madre está embarazada de nuevo, y entonces descubres una ciencia segura que él ya no piensa en ti, que te ha olvidado, y entonces sí, solo eres Sailor Mercury y nada más.
Amy deja de mirar la imagen de sus vacaciones, Darién sigue en el mismo cubículo, aún revisando esos estudios, ella ya ha tomado una decisión, ya sabe que no quiere el futuro escrito, por lo que no le queda más que armarse de valor y entrar al cubículo, pase lo que pase sabe que ya al menos no estará toda su vida reprochándose su falta de valentía y si las cosas son como se le ha permitido imaginar, está seguro de que con el tiempo Serena va a perdonarla.
Es una lástima que Amy no tiene poderes de precognición, porque si lo hiciera se podría ahorrar todo el dolor que ahora deben padecer. Es una lástima también que Darién en lugar de salir cuando se ha puesto de pie, decida cerrar la puerta y encarar lo que está pasando entre él y Amy.
Es una lástima, pero ¿qué podrían saber ellos de lo que pasa en la cabeza de Serenity?
Nota de autora:
Originalmente este extra no formaba parte de la historia, surgió del reto encrucijada de la dotación anual de crack, en crack_and_roll en lj, y fue publicado como un one shot que formaba parte de "retazos de mi vida" Ahora que estoy editando está entrega , me pareció buena idea, que forma parte de la historia central, como un extra antes de que todo se desarrolle.
Espero que les guste y muchas gracias por el apoyo que están dando a esta reedición, realmente se los agradezco infinitamente.