Holas!
Bienvenidos a mi primer fic de Ranma en español. Oy estoy muy emocionada! Espero que les guste y porfa cualquier review es muy MUY apreciada. GRACIAS.
Resumen: A veces para que las cosas salgan bien hay que hacerlas de la peor manera posible... (no se los voy a dañar... con el tiempo lo voy completando okis?... mientras tanto, por qué no tratan de adivinar?)
DISCLAIMER: Yo NO cree Ranma 1/2. Yo NO soy dueña de Ranma 1/2. ¿Por qué alguien iba a pensar que fui yo? Créanme, no tengo idea.
"...." para diálogos
'...' para pensamientos
EL CAMINO EQUIVOCADO
Genma y Soun brindaron con sus copas llenas de Sake.
"¿Puedes creerlo amigo?" Exclamó Soun con los ojos poblados de lágrimas y la voz quebrada debido a la presencia del licor. "Las familias al fin unidas"
Se hizo oír la ebria risa de Genma seguida por un choque de copas.
"Sí, sí" comenzó el hombre panda "De haber sabido que sería tan sencillo casarlos nos hubiéramos podido ahorrar mucho tiempo y golpes"
"Y nadie puede decir que los obligamos"
"De que hablas hombre, ellos mismos apresuraron la boda de esta manera, era casi imposible separarlos! Tu mismo los viste en la ceremonia!"
Los ojos de Soun brillaron con el recuerdo. "¿Se veían bastante felices no?"
Ambos repasaron los acontecimientos del día en su cabeza. Vaya que había sido una boda para recordar.
"Ahhh Mi pequeñita!! Casada y en su luna de miel!!" Gimió el hombre de cabellera larga. Sin saber si lloraba de felicidad o tristeza.
"Sí!" río Genma de nuevo, esta vez con más fuerza. "¡Y pronto vendrán los nietos!"
Otro brindis se hizo oír, esta vez acompañado por el grito borracho de dos hombres.
"¡Las familias están unidas!"
Risas radiantes de felicidad siguieron al grito.
Kasumi cerró la puerta de la sala de té. 'Ojalá papá y el tío Genma no tengan una resaca muy fuerte por la mañana' Pensó un poco preocupada mientras subía a su habitación para dormir. Al llegar a la puerta de su cuarto, sonrío satisfecha. Ambos hombres merecían celebrar de aquella manera. Había sido un día espléndido, por fin Ranma y Akane estaban juntos. Su sonrisa se hizo aún más amplia al recordar la cara de felicidad de su hermanita, y la mirada tierna que Ranma le regaló durante toda la ceremonia. "Fue una boda preciosa" pensó antes de cerrar su puerta y entregarse a la tranquilidad de los sueños.
I
"EL SHOCK"
"De pérdidas de memoria y bruscos despertares"
Akane
En realidad Akane nunca fue una persona mañanera. El tener que abandonar el cálido y seguro refugio de su cama no era su actividad favorita del día, pero aún así lo hacía sin quejarse demasiado y sin mucha dificultad. Aquella mañana, sin embargo, despertarse fue una verdadera agonía.
Sus párpados se sentían demasiado pesados sobre sus ojos y el leve dolor de cabeza junto con una peculiar sensación de incomodidad entre las piernas sólo le hicieron desear poder quedarse en cama todo el día. Pero eso, usualmente, no era posible.
Akane se revolcó un poco sobre su cama con la intención de acomodarse, "Solo cinco minutos más" pensó.
"Mmmmm..."
Musitó mostrando placer después de hallar una posición perfecta, tan cómoda que no lo podía creer. ¿Cuándo se había vuelto tan confortable su almohada? Parecía estar hecha justo a su medida.
"Mmmm...." Se oyó de nuevo mientras ella abrazaba con fuerza al objeto que había logrado darle tanto placer.
Estaba a punto de regresar a la tranquilidad del mundo de los sueños, cuando se dio cuenta que algo no estaba muy bien que digamos.
Su almohada nunca antes se había sentido tan cálida... o había tenido la forma de una persona y definitivamente nunca antes había sido capaz de abrazarla.
Akane abrió los ojos por completo, esta vez sin dificultad.
Se dio cuenta entonces que su confortable almohada no era nada más ni nada menos que un pecho desnudo y musculoso.
"¿Huh?" Preguntó a la nada con residuos de sueño colgando de su voz.
Pues bien, todos hemos atravesado situaciones completamente inesperadas, situaciones en las que nuestro cerebro no parece funcionar lo suficientemente rápido para tomar una acción racional inmediata. Hay gente que al enfrentarse a esta clase de acontecimientos se paraliza, queda como congelada en el tiempo esperando a que el mundo vuelva a tener sentido, otros por el contrario, actúan enseguida guiados por el instinto... a veces, cabe recalcar, el instinto es extremadamente parecido a la estupidez.
Akane, por otro lado, solo estaba confundida.
'¿Mi almohada es un muchacho?' pensó somnolienta.
Y definitivamente era un muchacho, de eso no cabía duda alguna; pues Akane al acomodarse había terminado enlazando sus piernas con las de su "almohada" y una singular sensación bajo ellas confirmaba la presencia de algo característicamente masculino.
Akane miró el rostro unido al pecho en el que se había estado apoyando un par de segundos antes, se encontró con una faz en extremo familiar, que parecía además estar sumida en un profundo y tranquilo sueño, si la plácida sonrisa en su rostro era alguna indicación.
'¿Ranma?'
Sí, era Ranma. Su arrogante y grosero prometido.
'¿Qué hace Ranma aquí?'
De pronto se dio cuenta que el muchacho junto suyo no estaba usando nada aparte de sus boxers... y que ella, si no se equivocaba, estaba ataviada tan solo en su ropa interior.
'¿En mi cama?'
Las telarañas en su cerebro por fin se despejaron, permitiéndole a este hacer las conexiones necesarias para, por lo menos, entender la situación en la que se encontraba.
'Ranma. Cama. Ropa interior'
"AHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!"
Akane, era de esas personas que actuaban por instinto, así que cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando no pasó un segundo antes de que Ranma esté tirado en el suelo, tratando de esquivar un gran mazo y aterrado ante la vista de su prometida rodeada de un aura azul que no auguraba nada bueno.
"¡¡¡¡¡RANMAAAA!! ¡¡¡¡¡PERVERTIDOOO!!!!!"
Akane atacó a Ranma con toda la fuerza que tenía... compararla con la de un gorila no hubiera sido suficiente, dijo Ranma tiempo después, cuando ambos recordaban el acontecimiento que dio un giro completamente inesperado a sus vidas. Luego, siempre reclamaba la manera en que Akane lo sacó de la cama, tirándolo de cabeza al suelo. "No podías ser un poco más racional marimacho?" Preguntaba él, justo antes de recibir una pequeña muestra de la paliza que recibió aquel día. "No fueron ni cinco minutos" aseguraba Akane insegura de estar orgullosa o avergonzada. "No fueron ni cinco minutos y ya estabas inconsciente"
Ranma nunca lo dijo, pero estaba seguro de haber perdido la conciencia al tercer golpe del mazo. '¿Cuánto me habrá golpeado antes de darse cuenta que no me movía?' Se preguntó siempre, sabiendo lo abstraída que podía ser Akane cuando la ira la cegaba.
'Por un momento pensé que lo había matado' Recordaba ella, y volvía a sentir el pánico que le invadió aquel día cuando vio el cuerpo inmóvil de Ranma sobre la madera fría. 'Qué bueno que lo noté antes de mandarlo a volar'
Y así fue, sin estar aún satisfecha con el castigo corporal que había impuesto a su atrevido prometido por haber compartido una cama con ella '¡¡Y en esas fachas!!' decidió que un pequeño viaje hacia la luna, cortesía de aerolíneas mazo, era el siguiente paso racional. Estaba a punto de hacerlo, cuando notó confundida que la habitación estaba un tanto silenciosa.
'Ranma ya no está gritando'
Se acercó insegura y con la preocupación naciéndole en el pecho, al bulto que era el cuerpo de su prometido. La inspección cercana, le comprobó que Ranma no se movía... y que estaba tirado en una posición bastante incómoda, eso sin contar las innumerables heridas y golpes que lo cubrían de pies a cabeza. Especialmente en la cabeza.
"¿Ranma?"
La ira se disolvió en algo mucho más fuerte. La preocupación llenó su cabeza y lo único que podía pensar era 'Oh Dios, Ranma lo siento'. Se acercó y después de arrodillarse junto al cuerpo inmóvil de su prometido, lo tocó con cautela, tratando de encontrar algún signo vital.
"Phew" Suspiró aliviada después de encontrarlos todos, aún así el arrepentimiento la quemaba.
Es increíble la manera en que nuestra ira desaparece dejándonos con una visión más clara de las cosas.
Verán, la ira es un sentimiento en verdad peculiar. Tiene la extraña cualidad de hacernos hervir como si fuéramos una tetera con agua, obligándonos a olvidar a todo el mundo, a excepción del objeto que la provocó. Que quede claro que no estoy hablando de una ira cualquiera... hablo del sentimiento aquel que nos nace en el estómago y se escapa por nuestra boca a gritos, nublándonos la mente en el proceso y privándonos así, de cualquier pensamiento racional.
Esta clase de ira no es muy frecuente en las personas... para serles sincera, es más común en las bestias salvajes; aún así Akane Tendo hacía muestra de ella al menos una vez al día. Es por eso que muchas generaciones después la seguirían recordando como aquella increíble mujer dueña de una sonrisa capaz de iluminar el día, y un temperamento torrencial, capaz de convertir a un león en un manso gatito.
Pues bien... debido a la incapacidad de Akane de pensar con claridad -o pensar en absoluto- durante sus arrebatos de rabia, en el momento en que esta desaparecía, las cosas a su alrededor, comenzaban siempre a tener más sentido y a verse más claramente.
Así que una vez que la preocupación que sintió por Ranma se comió gran parte de su cólera, notó por fin, que su escasez de ropa y la aparente actitud pervertida de su prometido, no eran las únicas cosas que estaban fuera de lugar.
Para empezar, la habitación en la que estaban definitivamente no era una habitación de su casa, por ende no estaban en el dojo. Lo primero que Akane notó fue una gran ventana cubierta con gruesas cortinas negras, por las que apenas penetraba la luz del sol.
La decoración era sencilla, las paredes eran de un color durazno y sobre ellas se exhibían cuadros de paisajes comunes... unas montañas, un pozo con girasoles creciendo alrededor, y otras por el estilo, había una peinadora con su respectivo espejo, un gran armario de madera sobre el cual descansaban un par de sábanas limpias y dobladas, una pequeña televisión con un reproductor de video adjunto, y dos pequeños veladores, ambos adornados con una pequeña lámpara de noche, y entre los cuales descansaba una gran cama matrimonial.
Akane se sonrojó un poco al ver la cama y retiró la vista de inmediato. Al bajar la mirada, sin embargo, se encontró con la imagen de su prometido, que parecía dormir como un angelito, y solo consiguió que el sonrojo se hiciera de un carmín más fuerte.
Akane levantó la vista una vez más, decidiéndose luego a mirar fijamente al suelo. Mientras examinaba el piso de la habitación se encontró con algo que le llamó la atención... Había pétalos de rosas y ropa tirados por todos lados, y si sus ojos no la engañaban eran las diferentes prendas que forman parte de un ajuar de novia y el pantalón, camisa, chaqueta y demás indumentos que conforman un smoking.
Akane frunció el ceño.
Era un vista en verdad extraña. Las maletas ni siquiera parecían estar desempacadas y aún así... si de adivinar se trataba, la única explicación que Akane podía encontrar era que los ocupantes del cuarto habían estado en un tremendo apuro por quitarse la ropa al momento de llegar... tanto que habían dejado todo lo demás olvidado y ni siquiera se habían molestado en poner la ropa en algún lugar prudente.
'¿Por qué alguien estaría en tal apuro?'
Se preguntó nuestra heroína... Obviamente, debió haber sido por algo importante, ya que no por cualquier cosa alguien dejaría un vestido de novia tirado en el suelo. Un vestido de novia y un smoking... oh, seguramente es una pareja y ambos venían de la recepción de su boda...
'¿Pero por qué iban unos recién casados a quitarse la ropa de esa manera?'
Bien, de seguro muchos de ustedes ya tienen la respuesta a esa pregunta... algunos quizás ya resolvieron todo el misterio después de las primeras línea de mi explicación. Pero esos son ustedes, y debemos recordar que Tendo Akane siempre ha sido un poco densa al momento de sacar conclusiones. No trato de insinuar que nuestra querida artista marcial sea tonta, tal y como afirma su prometido a la hora de molestarla... no claro que no, tal afirmación no podría estar más lejos de la verdad. Lo que sí quiero decir es que Akane... es un poco inocente en asuntos como este, y eso junto a su habilidad crónica para sacar las conclusiones equivocadas; la llevan generalmente por los caminos erróneos.
Esta vez, sin embargo, su cerebro hizo conexiones súbitas, y Akane, después de unos segundos concibió la obvia deducción que el resto de nosotros hicimos ya hace mucho tiempo.
Akane se torno del color del fuego al momento en que pudo responder su pregunta... después, se dio cuenta que ella y Ranma eran los ocupantes de la habitación, y pues... entró en pánico.
Un sinnúmero de preguntas bailaron en su cabeza. ¿Qué hacían ella y Ranma en la misma cama? ¿Son acaso esas ropas en el suelo las que ellos estaban usando? ¿Dónde estaban? ¿Cómo habían llegado ahí? Aquello parecía una suite matrimonial... como para una luna de miel. No, no... no era posible seguramente Nabiki estaba detrás de toda aquella confusión... pero... pero...
Akane se quedó como piedra.
Había un anillo dorado en su dedo anular... un anillo de bodas.
Su cabeza se volvió un torbellino, el tiempo comenzó a moverse cada vez más lento hasta por fin detenerse...
Se dio cuenta entonces que no recordaba nada... la última memoria que tenía era el haberse acostado a dormir en su cama la noche anterior. Esto no era posible... tenía que estar soñando. Era una pesadilla... tenía que serlo, no podía ser real, las incongruencias eran demasiadas. No, no, no,... pero, el dolor de cabeza con el que despertó solo se había intensificado, la incomodidad entre sus piernas seguía ahí cavando una duda en su cabeza, una duda en la que no quería pensar por el momento... sus sueños nunca habían sido tan reales. Por eso la parte de ella que estaba total y completamente segura de que esto no era un sueño, no le permitía tomar control a la otra que desesperadamente quería despertar.
De lo único de lo que Akane estaba segura, era de que algo muy, MUY extraño, algo que por su vida ella no podía recordar, algo que no debía ser... había sucedido.
Y que no había nada en el mundo que pudiera solucionarlo.
Ranma
Si despertar fue una agonía para Akane, para Ranma fue todo un calvario.
Al principio no entendió porque de pronto, moverse se convirtió en una hazaña; después, recordó la manera en que lo habían puesto a dormir y todo tuvo sentido. El problema es que todo PERDIO sentido una vez más, cuando logró sentarse y finalmente miró alrededor.
"Estúpida violenta marimacho" Dijo entre dientes, pensando que estaba solo. Se quedó helado cuando lo primero que vio fue Akane sentada no muy lejos de él. 'Esta vez sí me mata' Pensó mientras cerraba los ojos esperando la paliza que de seguro su irascible prometida pensaba propinarle en paga a sus insultos.
Pero nada sucedió.
Ranma miró a la muchacha confundido...
"¿Akane?" Se escuchó su voz insegura.
Ranma sí notó que estaban en una habitación de hotel, notó la ropa tirada en el suelo, las maletas sin desempacar y su estado de semidesnudez, pero no se molestó en pensar en aquellas cosas extrañas. En su lugar, todos sus pensamientos se concentraron en un sola idea.
'¿Qué le pasa a Akane?'
Akane debería estar gritándole que era un idiota y a punto de mandarlo a volar hacia algún lugar desconocido, en lugar de ello seguía sentada sobre el suelo de la habitación. Pero eso no era lo extraño, lo que preocupó a Ranma fue el hecho de que todavía no se había molestado en vestirse... y que miraba de una manera muy extraña a sus manos. Ranma no sabía si su la joven estaba maravillada o en shock.
El muchacho vio a su prometida levantar la cabeza muy lentamente y mirarlo con una expresión vacía.
"¿Akane...?" prosiguió mientras su preocupación se acrecentaba. "¿Estás bien? ¿Qué pasó?"
Ranma se acercó lentamente hacia ella.
"Ranma"
Dijo Akane de pronto, haciendo que el joven se detuviera bruscamente. Ranma la miró curioso y aún preocupado, un signo de interrogación dibujado en su rostro.
"... sabes... recuerdas cómo es que llegaste aquí?"
Akane lo miró directamente a los ojos. Ranma se sorprendió al reconocer una extraña mezcla de confusión, miedo y esperanza en ellos. Después comenzó a pensar en la pregunta y entendió por qué ella estaba asustada.
El joven artista marcial frunció el ceño.
"No" dijo lentamente, mientras se sentaba junto a ella. Ranma la escuchó suspirar. "... Y tú?" preguntó sin mirarla, aunque estaba seguro de la respuesta.
"No" Ranma sintió la mirada de su prometida apuñalándolo lentamente.
"¿Ranma?" El muchacho la miró al escuchar su nombre.
"Mmm?"
"¿Supongo que tampoco recuerdas como llegó ese anillo a tu dedo?"
El joven miro su mano, en verdad había un anillo dorado en su dedo anular... un anillo muy parecido a lo que debe ser una alianza matrimonial... pero no, no recordaba habérselo puesto o haberlo visto antes de ese día.
"No"
Hubo un corto silencio.
"¿Akane?" El muchacho sintió como su prometida se revolvía un poco al escuchar su nombre pero prosiguió de todos modos, en verdad necesitaba saber la respuesta a la pregunta que pensaba formular. "¿Qué te pasa? Algo me dice que deberías estar golpeándome o... o... gritándome o... pues... siendo tú... pero" Dejó que el aire completara su oración.
"Han pasado cosas muy extrañas Ranma"
Ranma comenzó a asustarse 'Más extrañas que esto?'
"¿Más extrañas que tú siendo civilizada?"
"Ranma, trata de no ser un idiota por un segundo, y escúchame sí?"
Bien, al menos esa respuesta ya parecía algo que Akane diría. Ranma escuchó a su acompañante suspirar de nuevo, seguramente tratando de controlarse, después de unos segundos, escuchó su voz una vez más.
"¿Qué es lo último que recuerdas Ranma?"
"Umm... irme a dormir después de entrenar en el dojo"
Akane suspiró de nuevo. 'Por qué será que lo esta haciendo tanto?' Pensó Ranma un tanto fastidiado.
"No te parece extraño haberte despertado aquí?"
"Debe ser- -"Akane no lo dejó continuar.
"Conmigo?"
Ranma se quedó en silencio... en verdad no sabía que responder.
"¿En ropa interior?"
El muchacho de la coleta se puso tan rojo como una grana. Era verdad, él y Akane habían despertado en aquella cama, es por eso que Ranma había recibido aquella golpiza que lo dejó inconsciente.
"Mira alrededor Ranma... el suelo? Ves la ropa que hay ahí?" Ranma hizo lo que se indicó "¿Sabes lo que son verdad?" Y sí que lo sabía... la confusión que había sentido comenzó a transformarse en pánico cuando una idea imposible empezó a anidarse en su cabeza.
"Y el anillo en tu dedo?"
'Oh por dios' La mente de Ranma se transformó en un remolino.
Akane entonces le mostró su mano, en la cual usaba un anillo idéntico al de él... un anillo que representaba una alianza... un anillo de bodas.
"Nunca he visto tantos sentimientos en los ojos de una persona al mismo tiempo" Comentaba Akane a la hora de relatar los sucesos de aquella mañana. "Había miedo, confusión... era extraño, porque entre la confusión también había mucha claridad, como si todo tuviera sentido. Vi duda, incredulidad—" "No olvides la ira" la interrumpía Ranma
"Oh sí... mucha, mucha ira" Terminaba Akane mientras trataba de imaginarse el barullo que debió haber sido la mente de Ranma en ese momento.
Fin del Capítulo 1
Muchas Gracias.