E G I P T O

Autora: Lian_dana

Tipo: Serie

Disclaimer: Harry Potter y Cía. es propiedad exclusiva de J.K. Rowling y otras empresas con fines de lucro U_U... Nada de nada. No intento infringir ninguna ley. Y ni quiero, ni me interesa infringirlas. No tengo ni un céntimo y esto lo hago con fines de diversión. Espero les agrade.

Dedicatoria: para todo el que lea esto. Para ti

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EGIPTO

Capítulo I                  El Príncipe

El sol amenazaba con salir  y despertar de su letargo a las criaturas que habitaban esa región del mundo, el suave murmullo del agua inundaba el ambiente, dándole un toque de paz a aquella mañana. El viento accedió a darle una tregua al cielo y sus habitantes, las nubes formaban pequeñas figuras, parecidas a las ovejas y el cielo se pintaba de azul claro. Ese día invitaba claramente para echarse en el pasto y disfrutar del paisaje.

Un joven se dio media vuelta en su cama intentando dormir unos minutos más, tomó un almohadón relleno de plumas y se lo colocó en la cabeza. Una mano suave se poso en su hombro desnudo y lo movió ligeramente, el joven soltó un gemido de inconformidad y apretó con mayor fuerza el almohadón contra su cabeza, de nuevo movieron su hombro.

- Alteza…- comenzó la joven- Alteza es hora de que se levante- dijo en un tono de voz bajito, temiendo un regaño.

- Puedes irte- ordenó aún adormilado.

La sirvienta junto las manos en su regazo e inclinó ligeramente la cabeza sin mirar a la cara al joven en el lecho.

El joven gruñó algo ininteligible apartando el almohadón de su cabeza, perezosamente retiro las mantas que lo cubrían, se levantó lentamente y su mirada se dirigió a la gran ventana que tenía enfrente de su cama. Los suaves rayos del sol inundaban la habitación dándole un aspecto alegre y desenfadado.

El apuesto joven se miró al espejo y esbozó una ligera sonrisa, le dio los Buenos días al cielo y comenzó a vestirse. Una camisa y una túnica blanca de seda con bordados finos y elegantes eligió para ese día, se colocó el distintivo real en el brazo, de una forma que era visible para todos.  Mezo su cabello negro con ligeros reflejos azules, su cabello era como la noche, su piel blanca y suave, igual que la porcelana, espalda ancha y cintura ligeramente estrecha, piernas bien torneadas, de estatura alta, finas facciones y maneras elegantes, una mirada que imponía respeto y un semblante altivo, lleno de grandeza, sus ojos azul oscuro dejaban ver una chispa de alegría y sigilio, un reflejo de astucia e inteligencia… Un príncipe egipcio.

Abrió una puerta que daba a una habitación grande y llena de lujos con un balcón que daba hacia una colina, a lo lejos podía verse una hilera de pequeños puntos negros que avanzaban hacia un punto de la colina. En medio de la habitación se encontraba un trono totalmente de oro, a su lado o dispersas por la habitación se encontraban sillas de igual magnificencia.

El trono se encontraba ocupado por una persona de alrededor de 30 años que miraba el horizonte con cierta melancolía, sin embargo la grandeza no lo abandonaba, el hombre era el Faraón de Egipto, el elegido de los Dioses y consentido del pueblo egipcio.

- Padre- llamó el joven inclinándose ligeramente ante el hombre.

- Buenos días Sirius- sonrió el hombre sentado en el trono.

- Buenos días padre- respondió Sirius

- Parece que hoy has madrugado- el faraón rió ante su propio comentario, su hijo inclinó la cabeza un poco avergonzado- aún eres joven y lo comprendo- el hombre miró de nuevo el horizonte- hijo, dime con toda sinceridad… ¿Cómo seré recordado?¿Cómo un Faraón noble con el pueblo o como un Faraón que esclaviza a su pueblo?

- Padre…- Sirius intento leer el semblante de su progenitor, junto con sus palabras- creo que serás grande en la historia de Egipto.

- Gracias hijo- el Faraón sonrió- tú también serás grande, porque eres hijo de Dioses y llevas en tus venas sangre faraónica… Ahora, ¿No te espera tu mentor?- el muchacho asintió y salió de la habitación.

Se dirigía con paso lento a la salida del palacio para encontrarse con su profesor, aunque si era sincero no tenía el más mínimo animo para tomar clases. En lugar de girar a la derecha giro a la izquierda, caminó un poco más deprisa hasta llegar a un palacio de menores dimensiones, de estilo épico, llamó a la puerta un par de veces hasta que una persona abrió.

- ¡Hola James!- saludó alegremente el Príncipe

- ¡Sirius!- el joven de cabellos alborotados hizo una ligera reverencia

El joven que acababa de abrir la puerta tenía un semblante risueño mezclado con cierta seriedad que le daba un aspecto enigmático, era más bajito por un par de centímetros que Sirius, el cabello negro estaba totalmente despeinado, por más que se le quisiera peinar resultaba una empresa totalmente perdida, su piel era blanca con suma suavidad, sus facciones eran finas, delgado y de espalda ancha, sus ojos chocolate mostraban travesura y sabiduría. Vestía la túnica distintiva de los sacerdotes de Ra, el joven era un sacerdote del templo de Ra, vivía en el palacio debido a que su tío era el mentor del Príncipe, aspiraba a que algún día cuando Sirius, su mejor amigo se convirtiera en Faraón el fuera su Ministro.

- ¿Qué te he dicho?- inició Sirius en tono de regañina- tú no necesitas hacer eso.

- Lo siento- dijo Potter- es costumbre, pero acaso tú no deberías estar en tus clases- no preguntó afirmó

- Pueeees sí- dijo Sirius llevándose una mano a la cabeza- sin embargo pensé que sería mejor si te rapto y vamos por ahí.

- Sirius- comenzó James

- ¡Anda!

- ¿Qué tienes planeado?- dijo James mientras se despojaba de su túnica.

- Ir al pueblo- dijo como si nada el joven- sin escolta, quiero ver como vive nuestro pueblo, ¿No tienes curiosidad?- bien, Sirius había dado en el punto clave: la curiosidad de su amigo.

Los dos jóvenes nacieron casi juntos y desde entonces habían sido inseparables hasta el momento, convirtiéndose en los mejores amigos, si no en hermanos. Aquel día del mes de Thoth, la Reina había dado a luz a un varoncito por la mañana, en la habitación de a lado, la sacerdotisa del templo de Ra había dado a luz también a un varoncito por la tarde, en resumidas cuentas: los dos crecieron y se educaron juntos, por lo tanto en contadas ocasiones habían ido al pueblo con toda una escolta formada por 50 hombres, cosa que dificultaba grandemente la visión.

Tocaron suavemente a la puerta y sin esperar respuesta entro a la habitación una joven muy parecida a Sirius, la única diferencia era que tenía el cabello castaño claro y unos ojos azul claro juguetones y suspicaces, el mismo porte y elegancia.

- Princesa- James Potter se inclino ligeramente.

La chica que había entrado soltó una risita, y se llevo una mano a la boca.

- Hola Jamesie- dijo- y sabes que no tienes que hacer eso- las mismas palabras de Sirius.

- Esteee…- dijo un tanto avergonzado, cuando se dio cuenta que estaba en ropa interior. Tomo lo primero que tenía a la vista que resulto ser un almohadón.

- Hermanita, puedo preguntar ¿Qué haces aquí?- dijo Sirius, volteándose y teniendo en la mano una especie de capa.

- Tú tenías clases y no asististe y James tenía que enseñarme el Código y tampoco llegó, hací que deduje que tramaban algo, como siempre que los dos olvidan sus obligaciones una travesura esta en puerta- terminó la chica, jugando con su collar- ¡Quiero participar!

- ¡Pero!- exclamaron los dos al mismo tiempo.

- No importa lo que digan, iré con ustedes

- Kat- comenzó Sirius

- Olvídalo Siri- la joven menor por dos años que su hermano, cogió una capa negra- tengo una igual, iré por ella y ni se les ocurra irse sin mí- Kat salió de la habitación con paso rápido.

- No me mires así- dijo Sirius cuando vio a James mirarlo con expresión de "Tienes la culpa"

Los tres jóvenes se dirigieron con sigilio a un muro de Palacio, comenzaron a escalar, ayudando a Kat a subir, después de un par de segundos estaban del otro lado, se pusieron las capuchas y echaron casi a correr.

Un joven de ojos dorados veía con cierto temor a una señora delante de él, extendiéndole la mano y gritando que pagase lo que había tomado, el joven negaba con la cabeza y le decía a la señora que él jamás había tomado algo, que el culpable había echado a correr en el momento que él llego.

El muchacho tenía una complexión delgada, de aproximadamente 18 años, su semblante notaba cansancio, sin embargo sus ojos demostraban vitalidad, inteligencia y astucia, su piel era de un color apiñonado, su cabello sedoso castaño claro parecido al rubio estaba recogido en una pequeña coleta baja.

El Faraón miró a su Ministro, y posteriormente al mensajero que se encontraba delante de él.

- Será un honor para nosotros que esa compañía de artistas presente su espectáculo- dijo el hombre- serán bien recibidos en el Palacio y Egipto.

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Notas de la autora:

 Sé que me estoy metiendo en camisa de once varas pero qué más da??. Tengo en marcha dos fics tipo serie (Married y Asesino Inglés), por lo tanto iré un poco lento con este fic, espero su comprensión. n_nU Espero que les haya agradado este nuevo concepto para el fic, lo que quiero decir es que dudo que aparezca la magia y todo eso de Hogwarts y HP, sólo los personajes. Ojala y les haya agradado si es asi, puchurren el botón de abajo y dejen review y sino puchurren de todas formas y dejen review n____n

Se aceptan elfos perdidos – Légolas *¬*- Sirius Black *¬*, James Potter, Remus Lupin, Harry Potter, Tom Cruise, Oliver Wood, Orlando Bloom, Kamui, Eriol Hiragizawa, Tom Welling, Daniel Radcliffe, dinero, cd/s, la película de X-1999, imágenes de CCS; HP; X-1999, pasteles de chocolate amargo, dulces, comentarios, críticas constructivas, etc. Todo lo demás (críticas, reclamos, bombas, mala leche) será bien recibido también, sólo que lo recibirá Siri- kun ^o^

Matta- ne

Lian_dana: Miembro de la orden Siriusana YO NO ESTOY DE LUTO, xq Siri- kun NO está muerto