MATRIMONIO Y MORTIFAGOS
Por LaPlumadelFenix
Advertencia:
Esto esta escrito únicamente por entretenimiento. Yo no poseo ninguno de los caracteres de Harry Potter. La historia contiene detalles de los cinco primeros libros de la serie.
Capitulo 1º
RITOS DE CORTEJO POR HARRY POTTER
Era noche cerrada en el numero 4 de Privet Drive. Harry havia terminado de cenar, y estaba quedándose sentado en su cama mirando fijamente la pared. Debía haber algo muy interesante en esa pared, porque Harry havia estado mirándola fijamente, durante todo la semana, desde que havia regresado de Hogwarts.
Abajo alguien golpeó en la puerta de la calle.
- De nuevo, Dursley vuelve borracho a casa, y no acierta a meter la llave en la cerradura. - Pensó Harry. - Al menos esta vez, no es pasada la medianoche.
- Muchacho, baje aquí inmediatamente. - Bramó Tío Vernon.
Harry se levanto sorprendido, y encabezo hacia abajo, sin saber, porque tras toda una semana de no dirigirle la palabra, su tío lo llamaba ahora.
Cualquier cosa que esperara, sin lugar dudas no era lo que encontró. En el vestíbulo de entrada, se hallaba nada menos, que su director del colegio, el profesor Albus Dumblendore, acompañado de la hermana pequeña de su mejor amigo, y una reciente amiga, Virginia Weasley.
A Harry se le helo el corazón, al notar el lamentable cuadro que presentaba, la habitualmente bonita y alegre muchacha, la ropa desgarrada y quemada, el pelo enmarañado y sucio, y los ojos rojos de llorar...
- Ah, señor Potter, que alegre que haya decidido unirnos. Les estaba diciendo a sus tíos, la extraordinaria noche para mirar las estrellas que hace hoy. - Dijo el profesor Dumblendore.
- ¿Profesor? ¿Que ha ocurrido? ¿Que le ha pasado a Ginny? - Pregunto con desesperación. - ¿Y Ron? ¿Y el resto de los Weasley?
- Oh, tranquilícese muchacho, todo esta bien, nada que no tenga solución. - Dijo el Profesor Dumblendore - Haría el favor de acompañar a la señorita Weasley, arriba a su habitación, mientras yo hablo con sus tíos. Después subiré ha hablar con ustedes.
Y sin esperar respuesta se dirigió hacia sus tíos.
- Vernon, Petunia, estaremos mejor en la salita, no creen - Dijo, mientras acompañando a los aterrorizados tíos de Harry fuera de la habitación, cerrando la puerta detrás de ellos, y lanzando un encanto Imponiendo Silencio.
Ginny temblorosa y cabizbaja, permanecía inmóvil en medio del vestíbulo de entrada. Harry se acerco a ella, y tentativamente puso una mano en su hombro.
- ¿Ginny? - Susurro despacio - ¿Estas bien?
Ginny cabeceo, sin mirar a los ojos a Harry.
- Vamos a mi habitación, allí estaremos más cómodos y podremos hablar con tranquilidad. - Le dijo Harry, mientras la empujaba suavemente hacia las escaleras.
Una vez en su habitación, Harry sentó a Ginny en la cama, mientras el tomo posición en una silla frente ella.
Transcurrieron unos segundos de incomodo silencio, en el que ambos evitaron la mirada del otro. Finalmente Harry recogió el valor suficiente para preguntar.
- ¿Ginny? ¿Que ha ocurrido? Por favor, respóndeme. - Y terminando en un cuchicheo casi inaudible - Necesito saberlo.
- Mo-Mortifagos - respondió débilmente ella, mirando al suelo.
- ¿Dónde... ? - Inquirió sin mirarla.
- En la Madriguera - Dijo Ginny en un susurro.
- ¡¡¡¡Oh, Dios!!!! - Exclamo. - ¿Al-alguien fue herido?
- Mama fue golpeada por varios cruciatus... - Dijo entre sollozos - A R-Ron, Cola-gusano lo golpeo en la cabeza, la... la ultima vez que lo vi estaba sangrado inconsciente. Y Bill... - Ginny empezó a llorar con desesperación.
- Dios mío, por favor que no este muerto, que no este muerto - Pensó aterrado Harry.
- ¿Ginny? - Poniendo sus manos en sus hombros inquirió.
- B-Bill... Ha perdido su brazo de la vara. - Soltándose de las manos de Harry, y ocultando su cara en la almohada junto a ella, continuo. - Beatriz Lestrage, lo quemo hasta los huesos, con una maldición.
- Lo siento Ginny, lo siento mucho. - Dijo, sin mirarla, con un tono helado, completamente vació de emociones. - Todo es culpa mía, habría sido mejor para todos, que nunca me hubierais conocido.
- ¡¡¡No!!! No, es culpa tuya. - Levantando la cabeza y mirando a Harry por primera vez, continuo - Es mi culpa, todo lo que ha pasado es mi culpa...
- Ginny, no. No, continúes, es mi culpa que Voldemort haya vuelto. - Dijo vehementemente - Solo os ha atacado por que sois mis amigos.
- No, Harry. - Dijo suavemente - Todo era por el diario, me querían a mí, querían matarme, Colagusano lo dijo.
- ¿Como? Ginny, no puedes culparte - Dijo cogiendo le la mano - no puedes creer algo que halla dicho esa Rata.
- Pero, es verdad, Dumblendore también lo dijo - Soltando la mano de Harry, se levanto y se dirigió a la ventana. Tras unos instantes mirando las estrellas, continuo. - Tu te culpas del regreso de Tom, de la muerte de Cedric,... de la muerte de Sirius.
Harry se levanto y se acerco a Ginny sin tocarla.
- Pero, siempre actuaste desinteresadamente, por nobleza, nunca pensaste en ti, sino en los demás. - Volviéndose, y mirando a Harry a los ojos, continuo - No havia forma, que pudieras saber, que la copa era un traslador.
- Sabias, todos sabíamos, que el ministerio podía ser una trampa. - Dijo contundentemente. - ¿Pero podías arriesgarte a que no lo fuera? ¿Correr el riesgo de que Sirius fuese torturado hasta la muerte, sin hacer nada?
- Hiciste todo lo que pudiste, para asegurarte que no era una trampa, antes de ir. - Afirmo convencida. - No tienes nada de que culparte.
- ¡¡¡Esa es la cuestión, yo podía haber hecho mas!!! - Grito Harry - Por Navidad, Sirius me regalo un espejo mágico, que permitía comunicarme con otro que él tenía y yo ni siquiera lo desenvolví.
- ¿Porque? - Pregunto Ginny.
- ¿Porque, que? - Dijo Harry.
- ¿Porque, no lo abriste? - Contesto Ginny
- Sirius dijo, que era para avisarlo, si tenía problemas con Snape. - Dijo en un susurro. - Yo, tenia miedo, que si lo usaba, hiciera algo tonto, y lo cogieran.
- Y, y-yo me olvide - Dijo desesperadamente, tras una pausa.
- Bien, ciertamente nos habría ahorrado muchos problemas con Umbridge. - Dijo Ginny con una media sonrisa.
- ¿No lo entiendes? Si yo hubiese usado el espejo, habría hablado con Sirius, y no hubiéramos ido al ministerio, y Sirius estaría vivo. - Grito Harry.
- ¿Y tú lo entiendes? ¿Oh si, el plan maestro del granseñoroscuro-todopoderoso-geniomalignó-terrordelmundomagico dependía exclusivamente, de que por azar, un elfo domestico dispuesto a traicionar a su amo, pasara casualmente delante del fuego, en el preciso momento que tu llamaste? - Replico Ginny, gritando mas fuerte.
- Puedes apostar lo que quieras, que Krechen estaba siguiendo instrucciones. - Continuo con un tono de voz mas calmado - Tan seguro, como que lo primero que hizo, es ocuparse del espejo.
- Krechen no sabia nada del espejo. - Contesto dubitativamente Harry.
- ¿Estas seguro? Puedes afirmar, que Sirius nunca hablo del espejo, mientras Krechen estaba espiando detrás de la puerta. - Observo Ginny.
- No, Krechen no dijo nada del departamento de misterios, hasta que yo lo mencione. - Objeto con calma Harry. - El no sabía nada, solo actuó por malicia.
- De verdad crees, que Tommy le contaría todo el plan, a un simple elfo domestico. - Le corto Ginny. - Lo único, que tenían que decirle, era que impidiera que hablaras con los miembros del orden.
- Ginny, no puedes estar segura, nosotros estábamos aislados, Voldemort podía no haber previsto que accediéramos a la oficina de Umbridge. - Dijo cansadamente Harry.
- Sí, claro. - Contesto con ironía Ginny. - Recuerdas lo que llamo Dumblendore a Tommy, el más brillante estudiante que ha visto Hogwarts en un siglo.
-¡No lo olvides nunca!. - Continuo con una profunda mirada de odio. - Ese loco, sádico, demente, y feo cara de serpiente, es la versión masculina y slytherin de Hermione.
- ¡Umm! No creo que a Hermione, le guste mucho esa comparación. - Dijo, mirando a Ginny a los ojos. - Sé lo que estas intentando hacer, solo son conjeturas, no cambia nada.
- ¡¡¡Y que, si son conjeturas!!!. - Replico con vehemencia Ginny. -¡¡¡ Y que, si hubieras podido hablar con Sirius usando el espejo!!!
- Realmente, objetivamente, tras la semana más estresante y agotadora, en la vida de un estudiante, y con la angustia y desesperación, por la situación de Sirius. - Siguió obstinadamente Ginny. - ¿Puedes culparte, de no haberte recordado de un objeto, que habías visto una vez hacia cerca de medio año?
- No abriste el espejo para proteger a Sirius. - Prosiguió Ginny. - Fuimos al ministerio, a una trampa a sabiendas, para proteger a Sirius.
- ¡¡¡Y al final, mi complejo de héroe, le costo la vida a Sirius!!! - Corto Harry.
- Sí, le costo la vida a Sirius. - Dijo suavemente Ginny. - Eres humano Harry, cometes errores como todo el mundo, y en ocasiones esos errores, te costaran muy caro.
Harry se giro y se alejo unos pasos de Ginny.
- ¿Pero cuantas vidas ha salvado tu complejo de héroe? - Interrogo Ginny.- Y no me refiero, a hace quince años, cuando Voldemort intento matarte.
- Me refiero a cuando evitaste que Voldemort regresara, en tu primer año. A cuando en tu segundo año, salvaste mi vida, evitaste que cerraran la escuela y detuviste a Tom. A cuando el año siguiente, salvaste Ron, Hermione, Sirius, e incluso el profesor Snape. O a tu primo y mi padre, este mismo año. Por no mencionar, las vidas que habrás salvado, advirtiendo al mundo del regreso de Lord Voldemort. - Dijo Ginny de corrillo, sin tomar aliento.
Harry se volvió, desde el otro lado de la habitación, y miro a Ginny.
- Eso, que tú llamas complejo de héroe, yo lo llamo altruismo, generosidad, bondad. - Dijo Ginny, acercándose y cogiendo a Harry por los hombros. - Eso que tú llamas complejo de héroe, es lo que hizo a tus padres y Sirius, unir al orden del Fénix, y arriesgaran sus vidas luchando a Voldemort.
- Eso que llamas complejo de héroe, es lo que ha detenido, a los diferentes Señores Oscuros, de subyugar al mundo. - Mirando a Harry fijamente a los ojos, continuo. - Nunca te arrepientas de hacer lo que crees correcto, aun cuando te equivoques, al final, el coste de no hacerlo, es mucho mas alto.
- No hagas como yo, Harry. - Dijo Soltando lo, y bajando los ojos. - Si yo, hubiera hablado con alguien sobre el diario...
- Ginny. - Interrumpió Harry.
- No Harry, yo fui egoísta. No dije nada, para que no me quitaran el diario primero, y luego... por miedo a que me expulsaran. - Dijo llorando de nuevo. - Y mira los resultados, las personas que podían haber muerto por mi culpa, y ahora... Mi familia.
- ¿Por que tenias miedo, de que te quitaran el diario? - Inquirió Harry.
- Harry por favor, no quiero hablar de ello. - Susurro Ginny.
- ¿Porque Ginny? - Dijo Harry, cogiendo las manos de Ginny. - ¿Porque era tan importante el diario para ti?
- Yo, havia perdido todas mis esperanzas, y estaba tan sola, no tenía ningún amigo. - Dijo lentamente. - Y Tom, él era tan comprensivo, tan bueno.
- Ginny, ¿cómo podrías sentirte sola, con dos padres y seis hermanos, que te quieren con locura? - Dijo Harry sorprendido. - ¿Cómo podías haber perdido todas tus esperanzas? Solo tenias once años, el futuro estaba en tus manos.
Ginny permaneció callada durante unos segundos, como si estuviera luchando consigo misma, hasta que tomo una resolución.
- Mama, nos enseño ella, nunca fuimos a la escuela, antes de Hogwarts. - Explico Ginny. - Bill y Charlie, eran mayores, no estaban nunca en casa. Percy, era frió y distante, solo preocupado por sus estudios. Los gemelos siempre estaban juntos, planeando travesuras para mi y Ron.
- Ron... El y yo éramos inseparables, siempre nos ayudábamos y nos defendíamos el uno al otro. - Con una mirada soñadora en sus ojos, continuo. - Los dos años antes de que Ron fuera a Hogwarts, con los dos solos en casa, fueron los más felices de mi vida.
- El primer año de Ron a Hogwarts... Fue terrible. - Soltándose de las manos de Harry, se sentó en la cama - Cuando Ron volvió, yo creía que todo volvería a ser como antes, mejor incluso.
- Yo había crecido oyendo historias del gran Harry Potter - Dijo ruborizándose. - Yo dormía con mi Peluche de Harry Potter, cada año por Hallowen, me disfrazaba de Harry Potter. ...
Ginny dio un profundo suspiro, y continuo.
- Yo siempre havia soñado con ir a Hogwarts, convertirme en una gran bruja, y luchar a los magos oscuros. - Ginny se puso mas colorada si fuera posible. - Y algún día conocería al niño-que-vivió, y yo le ayudaría, y el se enamoraría de mí, y nos casaríamos, y lucharíamos contra el mal, los dos juntos para siempre.
El color de la cara de Harry, igualo el de Ginny.
- Yo sabia que solo era una fantasía, el sueño loco de una niña tonta, Harry Potter no se podía enamorar de alguien como yo. - Dijo rápidamente Ginny. - Pero cuando Ron fue a Hogwarts... Todo cambio, mi hermano, mi mejor amigo, era el mejor amigo de Harry Potter.
- Y no solamente era su amigo, ¡¡¡no!!!. - Continuo hablando sin parar, parecía que ahora, que havia empezado, no podía detenerse. - Él, Harry Potter, y la bruja más inteligente que havia visto Hogwarts en años, habían corrido una gran aventura, salvado la escuela, ganado la copa de la casa, convertido en héroes, y todo en su primer año.
- Esa era la vida con la que soñaba, yo debía haber sido Hermione, solo si hubiera nacido unos meses antes,... - Tras una pausa, continuo. - Luego comprendí, que todos mis sueños se podían hacer realidad.
- Yo iría a Hogwarts, me uniría al trío maravilloso de Gryfindor, Hermione seria mi mejor amiga, y viviríamos mil aventuras. - Dijo, con una pequeña sonrisa. - Finalmente yo me casaría al gran Harry Potter, y Hermione a mi hermano, y viviríamos los cuatro juntos, hasta el fin de nuestros días.
Harry se arrodillo frente a ella, y mirándola a los ojos exclamo.
- Ooh, Ginny. La vida no es...
- ¿Un cuento de hadas? - Termino Ginny. - Lo sé, si hay algo que aprendí en la cámara de los secretos, es eso.
- Pero entonces, yo aun era una niña inocente, que vivía en un mundo color de rosa. - Lentamente, empezó a llorar. - Pero eso, no duró mucho, termino cuando Ron volvió casa.
- Cuando volvió, ya no era lo mismo, no quería pasar tiempo conmigo, y me trataba como una niña pequeña. - Sollozando ligeramente, continuo. - Y de repente, cuando creía que nada podía ir peor, todo empeoró.
- Yo siempre había imaginado, la primera vez que vería a Harry Potter. - Siguió, con vos soñadora. - Seria en Hogwarts, en un magnifico baile, de fondo sonaría una maravillosa melodía, y yo llevaría un vestido largo, blanco con ribetes plateados, el pelo suelto, cayendo descuidadamente sobre los hombros,...
- Y una mañana al bajar a desayunar, en pijama y despeinada, me encuentras en la madriguera. - Interrumpió Harry, con una mirada divertida.
Ginny le dio un fuerte golpe en el hombro, y lo reprendió.
- ¡¡¡No te rías!!! Yo era una inocente niña pequeña, fue horroroso. - Echando una mirada traviesa a Harry, añadió. - Ahora en mis sueños hay menos gente, y menos ropa.
La cara de Harry, adquirió una tonalidad de rojo, a juego con el pelo de Ginny.
- Yo quería causarte una buena primera impresión, y resulto un desastre. - Continuo, algo divertida por la reacción de Harry. - Desde entonces, cada vez que te veía recordaba esa imagen, me ponía muy nerviosa, y empezaba a sonrojarme, tartamudear, y tirar las cosas.
- No olvides, poner el codo en la mantequilla. - Dijo Harry con una sonrisa.
Ginny empezó a gruñir, mientras lanzaba miradas asesinas a Harry.
- No sé, si te servirá de consuelo, pero esa no fue mi primera impresión de ti. - Dijo Harry, levantando ambas manos en señal de rendición.
- ¿No? ¿Y cual era, si se puede saber? - Inquirió Ginny, levantando una ceja.
- No sé si te acordaras, pero la primera vez que te vi, fue en el anden 93/4, el primer año que fui a Hogwarts. - Contesto algo avergonzado. - Aun recuerdo, mirándote desde la ventanilla, mientras corrías detrás del expresó de Hogwarts, llorando y agitando la mano en despedida a tus hermanos, ellos me dieron mucha envidia en ese momento.
Ginny se quedo boquiabierta mirando a Harry.
- ¡¡¡Bromeas!!! - Exclamo tras unos instantes Ginny.
- No, es verdad. - Afirmo Harry rotundamente.
Estuvieron mirándose unos instantes sin decir nada, perdidos en sus pensamientos. Finalmente Harry, recordando el origen de la conversación, rompió el silencio.
- Así, yo havia roto tus sueños en mil pedazos, y te encontrabas sola y sin nadie con quien poder hablar, cuando Malfoy te dio el diario. - Afirmo Harry.
Ginny palideció visiblemente cuando Harry reasumió la conversación.
- ¿Y aun te culpas? - Pregunto Harry vehemente. - Por un lado tenemos a una niña de diez años, sola, deprimida y desesperada, y por el otro lado, al mayor señor oscuro de todos los tiempos, el Slythermi como tu lo llamas.
Ginny hizo un amago de sonrisa al oír el nombre que Harry havia usado.
- ¡Yo, no lo llamo eso! - Dijo Ginny, asiéndose la ofendida.
- No con esas palabras,... - Contesto irónicamente Harry. - Realmente no deberías culparte, sino estar orgullosa.
- ¡¡¡Estas loco!!! - Dijo Ginny indignada. - Crees que debo estar orgullosa, de estar apunto hacer cerrar la escuela y casi matar a varias personas, por no mencionar el poner en peligro a ti y a mi familia.
- No, creo que debes estar orgullosa de que, en el peor momento de tu vida, hayas si capaz de resistirte y luchar durante tanto tiempo a Voldemort. - Replico Harry contundentemente. - Estoy seguro, que el te convenció para que no hablaras a nadie del diario, y que no empezó sus planes, hasta que estabas completamente bajo su control.
Ginny bajo los ojos y giro la cabeza, pero Harry, acogiéndola por barbilla, la forzó a mirarlo a los ojos.
- Y a pesar de todo, fuiste capaz de intentar desacerté del diario, e incluso antes del final, intentaste contárnoslo a Ron y a mí. - Continuo Harry, clavando sus ojos en Ginny. - Si no fuera por tu fuerza y valentía, realmente habrían habido varias muertes, y yo no hubiera llegado a tiempo de detener a Lord Voldemort.
- Deberías estar orgullosa, de que una niña de diez años, sola y desvalida, pudiera estar de pie frente al mago oscuro más poderoso de la historia. - Con una mirada traviesa agrego. - Realmente, deberíamos empezar a llamarte la niña-que-vivió.
- ¿Te das cuenta, que si empiezas a llamarme eso, la gente pensara que somos una pareja? - Pregunto Ginny inocentemente.
Harry se sonrojó, pero no queriendo ceder, continuo
- Bien, a mi no me importaría, yo no estoy saliendo con nadie, y tú eres una chica muy bonita. - Dijo Harry, poniéndose aun más rojo si es posible. - No soy yo, quien tendrá que dar explicaciones a su novio.
La cara de Ginny se puso a juego con la de Harry.
- Oh, estoy segura, que tengo argumentos para convencer a Dean. - Dijo Ginny, humedeciéndose los labios con la lengua. - De hecho, creo que incluso estará aliviado.
- ¿Por qué iba ha estar aliviado? - Pregunto Harry, pareciendo que iba a ahogarse de un momento a otro.
- Realmente es una tontería. - Siguió Ginny con una mirada maligna en la cara. - Esta algo preocupado por mis hermanos, ya sabes.
Harry palideció ostensiblemente, y se apresuro ha añadir.
- Pensándolo bien, creo que Ginny te queda mucho mejor. - Dijo Harry.
- No sé por que, creía que pensarías por allí. - Dijo Ginny con una gran sonrisa.
Por unos segundos, Ginny continuo mirando divertida, a Harry que permanecía arrodillado a sus pies, sin saber a donde mirar. Después, con un gran suspiro Ginny retomo la conversación.
- Harry, quizás tengas razón. - Dijo con voz triste. - Pero nada puede cambiar el hecho, que cuando encontré el diario, debía haberlo dicho a mama o papa, y yo lo sabia.
- Ginny... - Harry intento replicar, pero Ginny lo interrumpió.
- No, Harry. No sé si alguna vez, podré pagar todo el daño que cause, o el que pude causar. - Dijo Ginny lúgubremente. - He intentado olvidarme de ello, hacer como si nunca hubiera pasado, pero no puedo.
Harry miro a la triste muchacha durante unos instantes, mientras reflexionaba sobre lo que havia dicho. Finalmente tomo una resolución, y empezó a hablar de nuevo.
- ¿Ginny, has pensado por que Voldemort querría matarte? - Pregunto Harry.
- Por el diario, Colagusano lo dijo. - Contesto sin entusiasmo Ginny.
- Si, pero... ¿Por qué motivo, querría matarte por lo que paso con el diario? - Continuo Harry. - Yo fui el que lo venció.
- No lo sé. - Contesto Ginny mirando a Harry.
- Yo esperaba, que tras la lucha en el ministerio, tardara un tiempo en volver atacar. - Continuo Harry. - De hecho, en el ministerio no parecía, que tuvieran un interés especial en matarte.
- En el ministerio solo estaban interesados en la profecía. - Replico Ginny.
- O, aun no estaban interesados en ti. - Argumento Harry. - Yo diría que allí, ocurrió algo que atrajo la atención de Voldemort sobre ti.
- Pero, yo no hice nada excepcional. - Afirmo Ginny.
- Aun así, por algún motivo, ahora debe verte como una amenaza. - Afirmo Harry. - Por otra parte no tiene sentido, que hayan atacado tan precipitadamente.
- ¿Pero, cómo podría yo ser una amenaza a Voldemort? - Ginny pregunto a Harry.
- Estuviste casi un año bajo la influencia del diario, quien puede decir, lo que podrías saber o ser capaz de hacer, sin ser conciente de ello. - Respondió Harry. - lo único cierto, es que tu puedes perjudicarlo, de alguna forma.
- Pero yo no se como. - Dijo desvalidamente Ginny.
- Podemos averiguarlo juntos, ayúdame a derrotar a Lord Voldemort, Ginny. - Propuso Harry.
- Tu no puedes enfrentarte a él, es demasiado poderoso. - Dijo aterrada Ginny.
- No puedes contar a nadie lo que voy a decirte Ginny, tienes que prometérmelo. - Pidió Harry.
- Te lo prometo Harry. - Dijo Ginny solemnemente.
- Hace dieciséis años, cuando Voldemort mato a mis padres, el no vino buscándolos a ellos, quería matarme a mí. - Explico Harry. -Todos estos años ha intentado matarme, porque yo soy el único que puede derrotarlo.
- Él quería la profecía para averiguar como acabar conmigo. - Continuo mirando a Ginny a los ojos. - ¿Recuerdas el arma, de la que hablaban el Orden del Fénix, el año pasado?
- Sí. - Dijo despacio Ginny.
- ¡¡¡Yo soy esa arma!!! - Afirmo rotundamente Harry. - Cuando volvimos del ministerio, Dumblendore me lo contó todo.
Ginny miro a Harry a los ojos. Arrodillándose junto a él, en el suelo, tomo sus antebrazos con sus manos y declaro.
- Yo, Virginia Ann Weasley te juro Harry James Potter, que haré todo lo que este en mi mano, aun al coste de mi vida, para ayudarte a derrotar a lord Voldemort y sus seguidores. - Juro mirando a Harry fijamente a los ojos.
- Yo, Harry James Potter te juro Virginia Ann Weasley, que haré todo lo que este en mi mano, aun al coste de mi vida, para derrotar a Lord Voldemort y sus seguidores. - Declaro Harry.
Durante unos segundos, que parecieron horas para ellos, permanecieron juntos mirándose a los ojos, con la caras llenas de la resolución recién encontrada.
- Bien Señor Potter, veo que a conseguido levantar el animo de la señorita Weasley. - Dijo el profesor Dumblendore entrando por la puerta.
Por LaPlumadelFenix
Advertencia:
Esto esta escrito únicamente por entretenimiento. Yo no poseo ninguno de los caracteres de Harry Potter. La historia contiene detalles de los cinco primeros libros de la serie.
Capitulo 1º
RITOS DE CORTEJO POR HARRY POTTER
Era noche cerrada en el numero 4 de Privet Drive. Harry havia terminado de cenar, y estaba quedándose sentado en su cama mirando fijamente la pared. Debía haber algo muy interesante en esa pared, porque Harry havia estado mirándola fijamente, durante todo la semana, desde que havia regresado de Hogwarts.
Abajo alguien golpeó en la puerta de la calle.
- De nuevo, Dursley vuelve borracho a casa, y no acierta a meter la llave en la cerradura. - Pensó Harry. - Al menos esta vez, no es pasada la medianoche.
- Muchacho, baje aquí inmediatamente. - Bramó Tío Vernon.
Harry se levanto sorprendido, y encabezo hacia abajo, sin saber, porque tras toda una semana de no dirigirle la palabra, su tío lo llamaba ahora.
Cualquier cosa que esperara, sin lugar dudas no era lo que encontró. En el vestíbulo de entrada, se hallaba nada menos, que su director del colegio, el profesor Albus Dumblendore, acompañado de la hermana pequeña de su mejor amigo, y una reciente amiga, Virginia Weasley.
A Harry se le helo el corazón, al notar el lamentable cuadro que presentaba, la habitualmente bonita y alegre muchacha, la ropa desgarrada y quemada, el pelo enmarañado y sucio, y los ojos rojos de llorar...
- Ah, señor Potter, que alegre que haya decidido unirnos. Les estaba diciendo a sus tíos, la extraordinaria noche para mirar las estrellas que hace hoy. - Dijo el profesor Dumblendore.
- ¿Profesor? ¿Que ha ocurrido? ¿Que le ha pasado a Ginny? - Pregunto con desesperación. - ¿Y Ron? ¿Y el resto de los Weasley?
- Oh, tranquilícese muchacho, todo esta bien, nada que no tenga solución. - Dijo el Profesor Dumblendore - Haría el favor de acompañar a la señorita Weasley, arriba a su habitación, mientras yo hablo con sus tíos. Después subiré ha hablar con ustedes.
Y sin esperar respuesta se dirigió hacia sus tíos.
- Vernon, Petunia, estaremos mejor en la salita, no creen - Dijo, mientras acompañando a los aterrorizados tíos de Harry fuera de la habitación, cerrando la puerta detrás de ellos, y lanzando un encanto Imponiendo Silencio.
Ginny temblorosa y cabizbaja, permanecía inmóvil en medio del vestíbulo de entrada. Harry se acerco a ella, y tentativamente puso una mano en su hombro.
- ¿Ginny? - Susurro despacio - ¿Estas bien?
Ginny cabeceo, sin mirar a los ojos a Harry.
- Vamos a mi habitación, allí estaremos más cómodos y podremos hablar con tranquilidad. - Le dijo Harry, mientras la empujaba suavemente hacia las escaleras.
Una vez en su habitación, Harry sentó a Ginny en la cama, mientras el tomo posición en una silla frente ella.
Transcurrieron unos segundos de incomodo silencio, en el que ambos evitaron la mirada del otro. Finalmente Harry recogió el valor suficiente para preguntar.
- ¿Ginny? ¿Que ha ocurrido? Por favor, respóndeme. - Y terminando en un cuchicheo casi inaudible - Necesito saberlo.
- Mo-Mortifagos - respondió débilmente ella, mirando al suelo.
- ¿Dónde... ? - Inquirió sin mirarla.
- En la Madriguera - Dijo Ginny en un susurro.
- ¡¡¡¡Oh, Dios!!!! - Exclamo. - ¿Al-alguien fue herido?
- Mama fue golpeada por varios cruciatus... - Dijo entre sollozos - A R-Ron, Cola-gusano lo golpeo en la cabeza, la... la ultima vez que lo vi estaba sangrado inconsciente. Y Bill... - Ginny empezó a llorar con desesperación.
- Dios mío, por favor que no este muerto, que no este muerto - Pensó aterrado Harry.
- ¿Ginny? - Poniendo sus manos en sus hombros inquirió.
- B-Bill... Ha perdido su brazo de la vara. - Soltándose de las manos de Harry, y ocultando su cara en la almohada junto a ella, continuo. - Beatriz Lestrage, lo quemo hasta los huesos, con una maldición.
- Lo siento Ginny, lo siento mucho. - Dijo, sin mirarla, con un tono helado, completamente vació de emociones. - Todo es culpa mía, habría sido mejor para todos, que nunca me hubierais conocido.
- ¡¡¡No!!! No, es culpa tuya. - Levantando la cabeza y mirando a Harry por primera vez, continuo - Es mi culpa, todo lo que ha pasado es mi culpa...
- Ginny, no. No, continúes, es mi culpa que Voldemort haya vuelto. - Dijo vehementemente - Solo os ha atacado por que sois mis amigos.
- No, Harry. - Dijo suavemente - Todo era por el diario, me querían a mí, querían matarme, Colagusano lo dijo.
- ¿Como? Ginny, no puedes culparte - Dijo cogiendo le la mano - no puedes creer algo que halla dicho esa Rata.
- Pero, es verdad, Dumblendore también lo dijo - Soltando la mano de Harry, se levanto y se dirigió a la ventana. Tras unos instantes mirando las estrellas, continuo. - Tu te culpas del regreso de Tom, de la muerte de Cedric,... de la muerte de Sirius.
Harry se levanto y se acerco a Ginny sin tocarla.
- Pero, siempre actuaste desinteresadamente, por nobleza, nunca pensaste en ti, sino en los demás. - Volviéndose, y mirando a Harry a los ojos, continuo - No havia forma, que pudieras saber, que la copa era un traslador.
- Sabias, todos sabíamos, que el ministerio podía ser una trampa. - Dijo contundentemente. - ¿Pero podías arriesgarte a que no lo fuera? ¿Correr el riesgo de que Sirius fuese torturado hasta la muerte, sin hacer nada?
- Hiciste todo lo que pudiste, para asegurarte que no era una trampa, antes de ir. - Afirmo convencida. - No tienes nada de que culparte.
- ¡¡¡Esa es la cuestión, yo podía haber hecho mas!!! - Grito Harry - Por Navidad, Sirius me regalo un espejo mágico, que permitía comunicarme con otro que él tenía y yo ni siquiera lo desenvolví.
- ¿Porque? - Pregunto Ginny.
- ¿Porque, que? - Dijo Harry.
- ¿Porque, no lo abriste? - Contesto Ginny
- Sirius dijo, que era para avisarlo, si tenía problemas con Snape. - Dijo en un susurro. - Yo, tenia miedo, que si lo usaba, hiciera algo tonto, y lo cogieran.
- Y, y-yo me olvide - Dijo desesperadamente, tras una pausa.
- Bien, ciertamente nos habría ahorrado muchos problemas con Umbridge. - Dijo Ginny con una media sonrisa.
- ¿No lo entiendes? Si yo hubiese usado el espejo, habría hablado con Sirius, y no hubiéramos ido al ministerio, y Sirius estaría vivo. - Grito Harry.
- ¿Y tú lo entiendes? ¿Oh si, el plan maestro del granseñoroscuro-todopoderoso-geniomalignó-terrordelmundomagico dependía exclusivamente, de que por azar, un elfo domestico dispuesto a traicionar a su amo, pasara casualmente delante del fuego, en el preciso momento que tu llamaste? - Replico Ginny, gritando mas fuerte.
- Puedes apostar lo que quieras, que Krechen estaba siguiendo instrucciones. - Continuo con un tono de voz mas calmado - Tan seguro, como que lo primero que hizo, es ocuparse del espejo.
- Krechen no sabia nada del espejo. - Contesto dubitativamente Harry.
- ¿Estas seguro? Puedes afirmar, que Sirius nunca hablo del espejo, mientras Krechen estaba espiando detrás de la puerta. - Observo Ginny.
- No, Krechen no dijo nada del departamento de misterios, hasta que yo lo mencione. - Objeto con calma Harry. - El no sabía nada, solo actuó por malicia.
- De verdad crees, que Tommy le contaría todo el plan, a un simple elfo domestico. - Le corto Ginny. - Lo único, que tenían que decirle, era que impidiera que hablaras con los miembros del orden.
- Ginny, no puedes estar segura, nosotros estábamos aislados, Voldemort podía no haber previsto que accediéramos a la oficina de Umbridge. - Dijo cansadamente Harry.
- Sí, claro. - Contesto con ironía Ginny. - Recuerdas lo que llamo Dumblendore a Tommy, el más brillante estudiante que ha visto Hogwarts en un siglo.
-¡No lo olvides nunca!. - Continuo con una profunda mirada de odio. - Ese loco, sádico, demente, y feo cara de serpiente, es la versión masculina y slytherin de Hermione.
- ¡Umm! No creo que a Hermione, le guste mucho esa comparación. - Dijo, mirando a Ginny a los ojos. - Sé lo que estas intentando hacer, solo son conjeturas, no cambia nada.
- ¡¡¡Y que, si son conjeturas!!!. - Replico con vehemencia Ginny. -¡¡¡ Y que, si hubieras podido hablar con Sirius usando el espejo!!!
- Realmente, objetivamente, tras la semana más estresante y agotadora, en la vida de un estudiante, y con la angustia y desesperación, por la situación de Sirius. - Siguió obstinadamente Ginny. - ¿Puedes culparte, de no haberte recordado de un objeto, que habías visto una vez hacia cerca de medio año?
- No abriste el espejo para proteger a Sirius. - Prosiguió Ginny. - Fuimos al ministerio, a una trampa a sabiendas, para proteger a Sirius.
- ¡¡¡Y al final, mi complejo de héroe, le costo la vida a Sirius!!! - Corto Harry.
- Sí, le costo la vida a Sirius. - Dijo suavemente Ginny. - Eres humano Harry, cometes errores como todo el mundo, y en ocasiones esos errores, te costaran muy caro.
Harry se giro y se alejo unos pasos de Ginny.
- ¿Pero cuantas vidas ha salvado tu complejo de héroe? - Interrogo Ginny.- Y no me refiero, a hace quince años, cuando Voldemort intento matarte.
- Me refiero a cuando evitaste que Voldemort regresara, en tu primer año. A cuando en tu segundo año, salvaste mi vida, evitaste que cerraran la escuela y detuviste a Tom. A cuando el año siguiente, salvaste Ron, Hermione, Sirius, e incluso el profesor Snape. O a tu primo y mi padre, este mismo año. Por no mencionar, las vidas que habrás salvado, advirtiendo al mundo del regreso de Lord Voldemort. - Dijo Ginny de corrillo, sin tomar aliento.
Harry se volvió, desde el otro lado de la habitación, y miro a Ginny.
- Eso, que tú llamas complejo de héroe, yo lo llamo altruismo, generosidad, bondad. - Dijo Ginny, acercándose y cogiendo a Harry por los hombros. - Eso que tú llamas complejo de héroe, es lo que hizo a tus padres y Sirius, unir al orden del Fénix, y arriesgaran sus vidas luchando a Voldemort.
- Eso que llamas complejo de héroe, es lo que ha detenido, a los diferentes Señores Oscuros, de subyugar al mundo. - Mirando a Harry fijamente a los ojos, continuo. - Nunca te arrepientas de hacer lo que crees correcto, aun cuando te equivoques, al final, el coste de no hacerlo, es mucho mas alto.
- No hagas como yo, Harry. - Dijo Soltando lo, y bajando los ojos. - Si yo, hubiera hablado con alguien sobre el diario...
- Ginny. - Interrumpió Harry.
- No Harry, yo fui egoísta. No dije nada, para que no me quitaran el diario primero, y luego... por miedo a que me expulsaran. - Dijo llorando de nuevo. - Y mira los resultados, las personas que podían haber muerto por mi culpa, y ahora... Mi familia.
- ¿Por que tenias miedo, de que te quitaran el diario? - Inquirió Harry.
- Harry por favor, no quiero hablar de ello. - Susurro Ginny.
- ¿Porque Ginny? - Dijo Harry, cogiendo las manos de Ginny. - ¿Porque era tan importante el diario para ti?
- Yo, havia perdido todas mis esperanzas, y estaba tan sola, no tenía ningún amigo. - Dijo lentamente. - Y Tom, él era tan comprensivo, tan bueno.
- Ginny, ¿cómo podrías sentirte sola, con dos padres y seis hermanos, que te quieren con locura? - Dijo Harry sorprendido. - ¿Cómo podías haber perdido todas tus esperanzas? Solo tenias once años, el futuro estaba en tus manos.
Ginny permaneció callada durante unos segundos, como si estuviera luchando consigo misma, hasta que tomo una resolución.
- Mama, nos enseño ella, nunca fuimos a la escuela, antes de Hogwarts. - Explico Ginny. - Bill y Charlie, eran mayores, no estaban nunca en casa. Percy, era frió y distante, solo preocupado por sus estudios. Los gemelos siempre estaban juntos, planeando travesuras para mi y Ron.
- Ron... El y yo éramos inseparables, siempre nos ayudábamos y nos defendíamos el uno al otro. - Con una mirada soñadora en sus ojos, continuo. - Los dos años antes de que Ron fuera a Hogwarts, con los dos solos en casa, fueron los más felices de mi vida.
- El primer año de Ron a Hogwarts... Fue terrible. - Soltándose de las manos de Harry, se sentó en la cama - Cuando Ron volvió, yo creía que todo volvería a ser como antes, mejor incluso.
- Yo había crecido oyendo historias del gran Harry Potter - Dijo ruborizándose. - Yo dormía con mi Peluche de Harry Potter, cada año por Hallowen, me disfrazaba de Harry Potter. ...
Ginny dio un profundo suspiro, y continuo.
- Yo siempre havia soñado con ir a Hogwarts, convertirme en una gran bruja, y luchar a los magos oscuros. - Ginny se puso mas colorada si fuera posible. - Y algún día conocería al niño-que-vivió, y yo le ayudaría, y el se enamoraría de mí, y nos casaríamos, y lucharíamos contra el mal, los dos juntos para siempre.
El color de la cara de Harry, igualo el de Ginny.
- Yo sabia que solo era una fantasía, el sueño loco de una niña tonta, Harry Potter no se podía enamorar de alguien como yo. - Dijo rápidamente Ginny. - Pero cuando Ron fue a Hogwarts... Todo cambio, mi hermano, mi mejor amigo, era el mejor amigo de Harry Potter.
- Y no solamente era su amigo, ¡¡¡no!!!. - Continuo hablando sin parar, parecía que ahora, que havia empezado, no podía detenerse. - Él, Harry Potter, y la bruja más inteligente que havia visto Hogwarts en años, habían corrido una gran aventura, salvado la escuela, ganado la copa de la casa, convertido en héroes, y todo en su primer año.
- Esa era la vida con la que soñaba, yo debía haber sido Hermione, solo si hubiera nacido unos meses antes,... - Tras una pausa, continuo. - Luego comprendí, que todos mis sueños se podían hacer realidad.
- Yo iría a Hogwarts, me uniría al trío maravilloso de Gryfindor, Hermione seria mi mejor amiga, y viviríamos mil aventuras. - Dijo, con una pequeña sonrisa. - Finalmente yo me casaría al gran Harry Potter, y Hermione a mi hermano, y viviríamos los cuatro juntos, hasta el fin de nuestros días.
Harry se arrodillo frente a ella, y mirándola a los ojos exclamo.
- Ooh, Ginny. La vida no es...
- ¿Un cuento de hadas? - Termino Ginny. - Lo sé, si hay algo que aprendí en la cámara de los secretos, es eso.
- Pero entonces, yo aun era una niña inocente, que vivía en un mundo color de rosa. - Lentamente, empezó a llorar. - Pero eso, no duró mucho, termino cuando Ron volvió casa.
- Cuando volvió, ya no era lo mismo, no quería pasar tiempo conmigo, y me trataba como una niña pequeña. - Sollozando ligeramente, continuo. - Y de repente, cuando creía que nada podía ir peor, todo empeoró.
- Yo siempre había imaginado, la primera vez que vería a Harry Potter. - Siguió, con vos soñadora. - Seria en Hogwarts, en un magnifico baile, de fondo sonaría una maravillosa melodía, y yo llevaría un vestido largo, blanco con ribetes plateados, el pelo suelto, cayendo descuidadamente sobre los hombros,...
- Y una mañana al bajar a desayunar, en pijama y despeinada, me encuentras en la madriguera. - Interrumpió Harry, con una mirada divertida.
Ginny le dio un fuerte golpe en el hombro, y lo reprendió.
- ¡¡¡No te rías!!! Yo era una inocente niña pequeña, fue horroroso. - Echando una mirada traviesa a Harry, añadió. - Ahora en mis sueños hay menos gente, y menos ropa.
La cara de Harry, adquirió una tonalidad de rojo, a juego con el pelo de Ginny.
- Yo quería causarte una buena primera impresión, y resulto un desastre. - Continuo, algo divertida por la reacción de Harry. - Desde entonces, cada vez que te veía recordaba esa imagen, me ponía muy nerviosa, y empezaba a sonrojarme, tartamudear, y tirar las cosas.
- No olvides, poner el codo en la mantequilla. - Dijo Harry con una sonrisa.
Ginny empezó a gruñir, mientras lanzaba miradas asesinas a Harry.
- No sé, si te servirá de consuelo, pero esa no fue mi primera impresión de ti. - Dijo Harry, levantando ambas manos en señal de rendición.
- ¿No? ¿Y cual era, si se puede saber? - Inquirió Ginny, levantando una ceja.
- No sé si te acordaras, pero la primera vez que te vi, fue en el anden 93/4, el primer año que fui a Hogwarts. - Contesto algo avergonzado. - Aun recuerdo, mirándote desde la ventanilla, mientras corrías detrás del expresó de Hogwarts, llorando y agitando la mano en despedida a tus hermanos, ellos me dieron mucha envidia en ese momento.
Ginny se quedo boquiabierta mirando a Harry.
- ¡¡¡Bromeas!!! - Exclamo tras unos instantes Ginny.
- No, es verdad. - Afirmo Harry rotundamente.
Estuvieron mirándose unos instantes sin decir nada, perdidos en sus pensamientos. Finalmente Harry, recordando el origen de la conversación, rompió el silencio.
- Así, yo havia roto tus sueños en mil pedazos, y te encontrabas sola y sin nadie con quien poder hablar, cuando Malfoy te dio el diario. - Afirmo Harry.
Ginny palideció visiblemente cuando Harry reasumió la conversación.
- ¿Y aun te culpas? - Pregunto Harry vehemente. - Por un lado tenemos a una niña de diez años, sola, deprimida y desesperada, y por el otro lado, al mayor señor oscuro de todos los tiempos, el Slythermi como tu lo llamas.
Ginny hizo un amago de sonrisa al oír el nombre que Harry havia usado.
- ¡Yo, no lo llamo eso! - Dijo Ginny, asiéndose la ofendida.
- No con esas palabras,... - Contesto irónicamente Harry. - Realmente no deberías culparte, sino estar orgullosa.
- ¡¡¡Estas loco!!! - Dijo Ginny indignada. - Crees que debo estar orgullosa, de estar apunto hacer cerrar la escuela y casi matar a varias personas, por no mencionar el poner en peligro a ti y a mi familia.
- No, creo que debes estar orgullosa de que, en el peor momento de tu vida, hayas si capaz de resistirte y luchar durante tanto tiempo a Voldemort. - Replico Harry contundentemente. - Estoy seguro, que el te convenció para que no hablaras a nadie del diario, y que no empezó sus planes, hasta que estabas completamente bajo su control.
Ginny bajo los ojos y giro la cabeza, pero Harry, acogiéndola por barbilla, la forzó a mirarlo a los ojos.
- Y a pesar de todo, fuiste capaz de intentar desacerté del diario, e incluso antes del final, intentaste contárnoslo a Ron y a mí. - Continuo Harry, clavando sus ojos en Ginny. - Si no fuera por tu fuerza y valentía, realmente habrían habido varias muertes, y yo no hubiera llegado a tiempo de detener a Lord Voldemort.
- Deberías estar orgullosa, de que una niña de diez años, sola y desvalida, pudiera estar de pie frente al mago oscuro más poderoso de la historia. - Con una mirada traviesa agrego. - Realmente, deberíamos empezar a llamarte la niña-que-vivió.
- ¿Te das cuenta, que si empiezas a llamarme eso, la gente pensara que somos una pareja? - Pregunto Ginny inocentemente.
Harry se sonrojó, pero no queriendo ceder, continuo
- Bien, a mi no me importaría, yo no estoy saliendo con nadie, y tú eres una chica muy bonita. - Dijo Harry, poniéndose aun más rojo si es posible. - No soy yo, quien tendrá que dar explicaciones a su novio.
La cara de Ginny se puso a juego con la de Harry.
- Oh, estoy segura, que tengo argumentos para convencer a Dean. - Dijo Ginny, humedeciéndose los labios con la lengua. - De hecho, creo que incluso estará aliviado.
- ¿Por qué iba ha estar aliviado? - Pregunto Harry, pareciendo que iba a ahogarse de un momento a otro.
- Realmente es una tontería. - Siguió Ginny con una mirada maligna en la cara. - Esta algo preocupado por mis hermanos, ya sabes.
Harry palideció ostensiblemente, y se apresuro ha añadir.
- Pensándolo bien, creo que Ginny te queda mucho mejor. - Dijo Harry.
- No sé por que, creía que pensarías por allí. - Dijo Ginny con una gran sonrisa.
Por unos segundos, Ginny continuo mirando divertida, a Harry que permanecía arrodillado a sus pies, sin saber a donde mirar. Después, con un gran suspiro Ginny retomo la conversación.
- Harry, quizás tengas razón. - Dijo con voz triste. - Pero nada puede cambiar el hecho, que cuando encontré el diario, debía haberlo dicho a mama o papa, y yo lo sabia.
- Ginny... - Harry intento replicar, pero Ginny lo interrumpió.
- No, Harry. No sé si alguna vez, podré pagar todo el daño que cause, o el que pude causar. - Dijo Ginny lúgubremente. - He intentado olvidarme de ello, hacer como si nunca hubiera pasado, pero no puedo.
Harry miro a la triste muchacha durante unos instantes, mientras reflexionaba sobre lo que havia dicho. Finalmente tomo una resolución, y empezó a hablar de nuevo.
- ¿Ginny, has pensado por que Voldemort querría matarte? - Pregunto Harry.
- Por el diario, Colagusano lo dijo. - Contesto sin entusiasmo Ginny.
- Si, pero... ¿Por qué motivo, querría matarte por lo que paso con el diario? - Continuo Harry. - Yo fui el que lo venció.
- No lo sé. - Contesto Ginny mirando a Harry.
- Yo esperaba, que tras la lucha en el ministerio, tardara un tiempo en volver atacar. - Continuo Harry. - De hecho, en el ministerio no parecía, que tuvieran un interés especial en matarte.
- En el ministerio solo estaban interesados en la profecía. - Replico Ginny.
- O, aun no estaban interesados en ti. - Argumento Harry. - Yo diría que allí, ocurrió algo que atrajo la atención de Voldemort sobre ti.
- Pero, yo no hice nada excepcional. - Afirmo Ginny.
- Aun así, por algún motivo, ahora debe verte como una amenaza. - Afirmo Harry. - Por otra parte no tiene sentido, que hayan atacado tan precipitadamente.
- ¿Pero, cómo podría yo ser una amenaza a Voldemort? - Ginny pregunto a Harry.
- Estuviste casi un año bajo la influencia del diario, quien puede decir, lo que podrías saber o ser capaz de hacer, sin ser conciente de ello. - Respondió Harry. - lo único cierto, es que tu puedes perjudicarlo, de alguna forma.
- Pero yo no se como. - Dijo desvalidamente Ginny.
- Podemos averiguarlo juntos, ayúdame a derrotar a Lord Voldemort, Ginny. - Propuso Harry.
- Tu no puedes enfrentarte a él, es demasiado poderoso. - Dijo aterrada Ginny.
- No puedes contar a nadie lo que voy a decirte Ginny, tienes que prometérmelo. - Pidió Harry.
- Te lo prometo Harry. - Dijo Ginny solemnemente.
- Hace dieciséis años, cuando Voldemort mato a mis padres, el no vino buscándolos a ellos, quería matarme a mí. - Explico Harry. -Todos estos años ha intentado matarme, porque yo soy el único que puede derrotarlo.
- Él quería la profecía para averiguar como acabar conmigo. - Continuo mirando a Ginny a los ojos. - ¿Recuerdas el arma, de la que hablaban el Orden del Fénix, el año pasado?
- Sí. - Dijo despacio Ginny.
- ¡¡¡Yo soy esa arma!!! - Afirmo rotundamente Harry. - Cuando volvimos del ministerio, Dumblendore me lo contó todo.
Ginny miro a Harry a los ojos. Arrodillándose junto a él, en el suelo, tomo sus antebrazos con sus manos y declaro.
- Yo, Virginia Ann Weasley te juro Harry James Potter, que haré todo lo que este en mi mano, aun al coste de mi vida, para ayudarte a derrotar a lord Voldemort y sus seguidores. - Juro mirando a Harry fijamente a los ojos.
- Yo, Harry James Potter te juro Virginia Ann Weasley, que haré todo lo que este en mi mano, aun al coste de mi vida, para derrotar a Lord Voldemort y sus seguidores. - Declaro Harry.
Durante unos segundos, que parecieron horas para ellos, permanecieron juntos mirándose a los ojos, con la caras llenas de la resolución recién encontrada.
- Bien Señor Potter, veo que a conseguido levantar el animo de la señorita Weasley. - Dijo el profesor Dumblendore entrando por la puerta.