Epílogo: LA VIDA DEBE CONTINUAR.

"Look into my eyes, you will see" (Mira en mis ojos, podrás ver)

"What you mean to me" (Qué es lo que quieres decirme)

"Search your heart, search your soul" (Busca en tu corazón, busca en tu alma)

"And when you find me there you'll search no more" (Y cuándo me encuentres ahí, ya no buscarás más)

Londres. Hospital clínico "Mountain Range Orient". 25 de Mayo del 2003 – 16:12 horas.

Tres días después del incidente que había acabado con la vida de Viktor y con la pesadilla de Hermione y Ron, los muchachos, todos, se encontraban junto a Úrsula y Harry en el hospital muggle, contemplando a la bebé de estos últimos en su incubadora. Se veía tan pequeña e indefensa, que la mayoría de las chicas que ahí se hallaban no querían despegarse del vidrio que las separaba de la sala de incubadoras. Úrsula se hallaba mejor de su convalecencia y el médico le había dado permiso para bajar a verla en cuanto pudiera sentarse bien en la cama y comer. Hermione, Ron y los pequeños Matthew y Lilibeth habían estado con ellos desde las primeras horas del día anterior, cuando se enteraron por Draco de todo lo sucedido. Al principio creyeron que se trataba de una broma, pero la voz de Draco no daba indicios de querer hacerse el gracioso. Ginny por su parte, no se había despegado de su amiga en ningún minuto, a pesar de que Harry y Malfoy habían intentado disuadirla de que fuera a descansar a casa, por que su aspecto cansino ya se le estaba notando en la cara. Pero si ni siquiera le hacía caso a Harry, menos le iba a hacer caso a Draco. En el trayecto de esos tres días apenas y habían cruzado palabras y Ginny ya no lo miraba a los ojos. Tenía miedo de dejarse llevar por aquella mirada grisácea y rendirse a sus sentimientos, que le imploraban a gritos que le perdonara, que hablara con él y que volvieran a ser lo que alguna vez fueron. Pero su parte racional tomaba la delantera en ese momento. También Charlie y Françoise habían llegado esa mañana (por cierto poniéndose muy colorados en cuanto los vieron tomados de la mano), seguidos de Matilda, quien no paraba de preguntar por el nombre de la niña.

-Parece una princesita – decía Matilda mirando a través del vidrio.

-Sí, es muy bella... – dijo Úrsula desde su silla de ruedas.- Y será aún más bella cuando crezca.

-Eso es un peligro – dijo Matilda frunciendo el ceño.

-¿Por qué lo dices? – preguntó Úrsula, algo preocupada.

-Por que se te llenará la casa de pretendientes – respondió Matilda y varios rieron con ganas.

-Pero para eso estará su padre – dijo Harry de inmediato.- ¡Pobre del que se le acerque a mi hija!

-¡No seas tan trágico Harry! – exclamó Hermione tratando de que Matthew no se arrancara por los pasillos.- no hijo, ven... No seas trágico, si apenas tiene tres días de nacida.

-Hay que estar preparados – acotó Harry, defendiéndose de las acusaciones.

-Ni que fueras Ron – dijo Ginny, sentada al otro extremo de la sala de espera.

-¬¬ ¿Qué quisiste decir con eso? – preguntó Ron frunciendo el ceño. En sus brazos estaba Lil, profundamente dormida.

-Nada, hermanito, nada... – dijo Ginny, riendo de la expresión de su hermano.- Pero espero que Lil no sufra las consecuencias de tus celos.

-No lo hará... – dijo Hermione, sosteniendo a Matthew en sus brazos.- Yo no lo voy a dejar.

Ron se acercó a ella y la besó tiernamente.

-Tengo muchas maneras de convencerte.- le dijo suavemente al oído.

"Don't tell me it's not worth trying for" (No me digas que no vale la pena)

"You can't tell me it's not worth dying for" (No puedes decirme que no vale la pena)

"You know it's true" (sabes que es verdad)

"Everything I do - I do it for you" (todo lo que hago, lo hago por ti)

-Bueno, pero al final, ¿cómo le van a poner? – preguntó Matilda, muerta de curiosidad.

Úrsula y Harry miraron a la niña de nuevo. A pesar de los cientos de tubos, gasas y cintas que tenía encima se veía muy tierna, muy indefensa... como una princesa de cuento de hadas. Úrsula recordó entonces aquella historia que alguna vez le hubo contado su propia madre. La de dos jóvenes en Verona, no más de dieciséis años cada uno, que luchaban por su amor a toda costa, hasta por sobre la muerte. Aquel ejemplo los representaba a ellos, a sus amigos y a miles de parejas más en el mundo... y esa niña era la recompensa de su esfuerzo.

-Juliet – pronunció Úrsula. Harry la miró extrañado.- Quiero que se llame Juliet.

-Juliet Potter – dijo Harry en voz baja.- Juliet Ami Potter... ¿Suena bien no te parece?

-Muy bien – respondió Úrsula. Luego miró a su hija sonriente.- Hola Juliet... te estamos esperando tu papá y yo... sal pronto de esta cosa, para poder tenerte en mis brazos y acariciarte y...

Sus ojos se llenaron de lágrimas y se derrumbó sobre Harry, quien la abrazó y la consoló con suaves palabras y ánimos, a pesar de que él también estaba destruido por dentro. Los demás sintieron su pena y se quedaron en silencio por unos minutos. Ginny, acongojada por la situación, salió corriendo de la sala sin que muchos la advirtieran. Sólo Draco. Se había sentado en el suelo del pasillo contiguo, con la cabeza entra las piernas, dejando escapar unos cuantos sollozos que resonaron en el vacío del lugar.

-Gin, ¿Qué te sucedió? – preguntó Draco agachándose frente a ella. La tenía tan cerca y a la vez tan lejos, que no podía evitar sentirse impotente al no poder hacer más. Ginny no quiso responderle. Seguía sollozando con la cabeza gacha.

-Ginny, escúchame... – Draco se detuvo un momento, como pensando en lo que iba a decir.- Sé que he hecho mal estos últimos días y que no te dije toda la verdad, pero... pero yo no sabía... ella me tenía engañado, ella quería destruirnos la vida, Gin, pero yo te quiero... yo nunca...

-Draco... – dijo al fin la pelirroja.- Draco, cállate ¿sí?

-Pero Ginny...

-No, Draco, en serio, yo ya tengo suficiente con todo lo que ha pasado, no quiero más – levantó la mirada y se encontró con la del chico.- Entiéndeme, Draco...

-¿Qué quieres que entienda? – preguntó el rubio, tomando las muñecas de Ginny.- Yo ya te pedí perdón, te expliqué todo lo que había pasado... ella misma te lo demostró, por favor Gin...

-No, tú no entiendes... – lo interrumpió Ginny. Sus ojos azules intensificaban aún más su color.- No entiendes que no puedo mirarte a los ojos sin sentir unas tremendas ganas de abrazarte y de besarte, de decirte cuánto te amo y que todo esto se borre para siempre... pero me has hecho tanto daño, Draco... que mi parte racional está por sobre mi corazón.

Draco sonrió como sólo él sabía hacerlo. Ginny también quiso hacerlo, pero se contuvo y volvió a bajar la mirada.

-Entonces, no le hagas caso a tu cerebro... – le dijo acercándosele al oído. Ginny sentía que las palabras de Draco iban bajándole las defensas.- Sólo hazle caso a tu corazón.

Le levantó la cara y volvió a encontrarse con su mirada. Su dulce mirada, desbordante de lágrimas y compasión. De pronto su cerebro falló y ya no pudo pensar más.

"Look into my heart - you will find" (Mira en mi corazón, tú encontrarás)

"There's nothing there to hide" (No hay nada allí que esconder)

"Take me as I am - take my life" (Tómame como soy, toma mi vida)

"I would give it all - I would sacrifice" (Te lo daría todo, todo lo sacrificaría)

-Draco, no...

-Shshsh... no pienses en nada, sólo siente.- susurró Draco, seguro ya de su proceder.

Apartando algunos cabellos rojizos de la cara de Ginny, Draco acercó sus labios hasta rozar los de la chica, pero no los besó inmediatamente. Aquello era lo que siempre hacían cuando estaban en intimidad. No besos en la boca, lo que podía hacerlos perder la cabeza. Pero Ginny ya había perdido la suya y acercando su cara hasta la de Draco, lo besó en los labios como nunca lo había hecho. Aquellos fueron los instantes más felices que hubieran vivido los dos desde que el rubio había partido a Francia. Ya no había más que pedir perdón... ya no había espacio para el rencor y menos para el odio.

-No quiero perderte de nuevo, Draco.- dijo Ginny apartándose de él con una sonrisa.- No quiero...

-Y yo no volveré a irme, te lo prometo. – le aseguró Draco. Sonrió con más ganas que nunca.- Es más... he estado pensando que podría atarme a ti para toda la vida.

-¿De qué estás hablando? – preguntó Ginny entre divertida y confusa.

-De que... – las manos de Draco comenzaron a temblar.- No sé cómo decírtelo, por dónde empezar... Ginny, bueno yo... tú...

-¿Quieres casarte conmigo, Draco? – preguntó Ginny, dejando al rubio totalmente perplejo.

-Eeehh... te me adelantaste... – dijo Draco riendo nerviosamente.- Claro que quiero... ¿Tú quieres, Gin?

-Claro que sí – respondió Ginny radiante de alegría.- Sí, quiero.

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Londres - Capilla de los Sagrados Corazones 7 de noviembre del 2003 – 10:00 horas.

-Ginevra Molly Weasley, ¿aceptas por esposo a Draco Malfoy para amarlo y respetarlo todos los días de tu vida, en las buenas y en las malas, hasta que la muerte los separe?- preguntó el cura delante de ellos.

-Sí, sí quiero.

Los días y los meses pasan volando como alma que se las lleva el diablo y seis meses después todo había vuelto a la normalidad. La vuelta de Draco y Ginny y su próximo compromiso formal había dejado a muchos con la boca abierta y radiantes de alegría. Todos los asistentes al matrimonio, entre los que se hallaban toda la familia Weasley (con la señora Weasley llorando a moco tendido), varios profesores de Hogwarts como la envejecida, pero nunca bien ponderada Minerva McGonagall y Severus Snape, quien a pesar de las distancias que siempre había mantenido con sus alumnos, consideraba a Draco más que cualquiera de ellos. Neville Longbottom, de la mano de Hannah Abbot; Parvati Patil y Lavender Brown, Seamus Finnigan, Dean Thomas (antiguo novio de Ginny, quien no tenía mucha cara de estar contento con las celebraciones), Charlie y Françoise, sosteniendo a Lilibeth, sentados casi al principio de los invitados. Crabbe y Goyle, sonriendo nerviosamente a cualquier chica que los mirara por casualidad y en primera fila, Úrsula y Harry, con Juliet en los brazos.

-Y tú, Draco Malfoy, ¿aceptas a Ginevra Molly Weasley por esposa para amarla y respetarla todos los días de tu vida, en las buenas y en las malas, hasta que la muerte los separe? – le preguntó el cura a Draco.

-No tiene que preguntármelo dos veces – apuntó él y varios de los presentes rieron con ganas.- Sí, sí quiero.

Draco miró a Ginny sonriendo y la felicidad se expandió en los rostros de ambos, a pesar de que Ginny tenía la cara empapada en lágrimas de emoción. La misma emoción que sentía la pareja a su lado.

"There's no love - like your love" (No hay amor, como el tuyo)

"And no other - could give more love" (Ningún otro podría dar más amor)

"There's nowhere - unless you're there" (En ningún lugar donde tú no estés)

"All the time - all the way" (Todo el tiempo, de la misma manera)

-Ahora la otra pareja.- dijo el cura. Volteó a mirarlos y le dijo primero a ella.- Hermione Jane Granger, ¿aceptas por esposo a Ronald Bilius Weasley para amarlo y respetarlo todos los días de tu vida, en las buenas y en las malas, hasta que la muerte los separe?

Hermione miró a Ron, sonriendo y asintió.- Sí, acepto.

-Muy bien... entonces tú Ronald Bilius Weasley, ¿aceptas por esposa a Hermione Jane Granger para amarla y respetarla todos los días de tu vida, en las buenas y en las malas, hasta que la muerte los separe?

-Sí, si quiero.- respondió Ron y escuchó como Matthew gritaba y reía de felicidad unos metros más atrás.

-Entonces, que lo que ha unido Dios no lo separe el hombre...

Las parejas unieron sus vidas para siempre (N/A: O hasta que se apruebe la ley de divorcio) con un tierno beso. Los invitados prorrumpieron en aplausos y vítores, mientras Draco y Ginny, Ron y Hermione, salían de la Iglesia cubiertos por arroz y flores blancas. Un Ford Anglia negro cubierto de cintas y rosetas los esperaba a la salida. Charlie le dio a Ron a Lilibeth y Matthew corrió a tropezones hasta coger el vestido de su madre.

-¡¡Mamá!! – gritó el pequeño. Hermione lo tomó en brazos.- Mamá, vamos ato. (Trad.: mamá, vamos en auto)

-Sí, Matthew... ya vamos – asintió Hermione.

Ron la besó de nuevo y entraron en el coche, especialmente acondicionado para que cupieran más de tres personas atrás. Draco y Ginny mientras tanto se despedían de los invitados.

-¡¡No nos van a ver hasta en una semana más!! – gritó Draco, asiendo por la cintura a Gin.- ¡Me la rapto!

Todos rieron con ganas y la señora Weasley aprovechó para despedirse de ellos, sin poder controlar las lágrimas. Ellos también subieron al auto después de todos los aplausos de la gente. Mientras tanto, Harry y Úrsula se habían quedado con su hija contemplando aquella escena. Les parecía que había sido ayer cuando ellos habían contraído matrimonio y habían desaparecido por algunos días, dejando a los invitados con mucha curiosidad. La pequeña llevaba un vestidito rosado sobre un montón de pantys de lana y camisetas de algodón. (N/A: pobres chicos... cuando todos tienen frío, ellos están muertos de calor). Le habían adornado su delicado y corto cabello negro con cintitas rosadas y un gorrito blanco de tela.

"Oh, you can't tell me it's not worth trying for" (oh, no puedes decirme que no vale la pena)

"I can't help it, there's nothing I want more" (No puedo ayudarte, pero no hay nada que yo quiera más)

"I would fight for you, I lie for you" (Lucharía por ti, me quedaría por ti)

"Walk the wire for you, I die for you" (Caminaría por la cuerda por ti, moriría por ti)

-Les tocó a ellos ahora, ¿verdad? – preguntó Harry mirando a sus amigos en el automóvil.

-Sí... a todos nos toca alguna vez.- respondió Úrsula, meciendo a Juliet en sus brazos.

De pronto, Ron salió del auto rápidamente y los llamó a los dos.

-¿Ustedes no piensan venir? – les preguntó a la distancia.

-¿Nosotros? – preguntó Harry sorprendido.

-Ustedes faltan... somos seis en total.- aclaró Ron.

-Seis con agregado.- recalcó Hermione asomando la cabeza por la ventanilla. Matthew estaba ahí, gritando.

-¡¡JULY!! – Matthew también asomaba la cabeza por la ventana.

-Está bien... somos seis con agregado.- dijo Úrsula, sonriendo y tomando a Harry de la mano, para subir con él al automóvil.

En el interior, el aire de fiesta era más candente que afuera. Con una botella de champaña, los chicos celebraban su nueva unión. Matthew intentaba jugar con Lilibeth, pero ella no entendía las intenciones del pequeño. Juliet tenía los ojos abiertos y miraba atentamente a sus pequeños amigos.

-Y bueno... – comenzó a decir Ron. El automóvil empezó a desplazarse.- No sé qué decir...

-Entonces no digas nada. – dijo Ginny, riendo alegremente.

-¬¬ graciosa... – dijo Ron, aunque volviendo sonreír al instante.- No saben cómo me siento en este minuto... estoy demasiado feliz.

-Todos estamos felices – acotó Draco.- Todos tenemos lo que queríamos y lo que nos merecíamos.

-Ahora nos toca hacerlos felices a ellos.- dijo Harry mirando a los pequeños, sonriente.

-Sí, muy felices – dijo Hermione abrazando más fuerte a su hijo.- ¿Cierto, Matthew?

-¡¡¡FEICES!!! – gritó Matthew, alzando los brazos y moviendo las manitas cómo lo hacia cuando era más chico. Los demás rieron con ganas y siguieron enfrascados en su conversación.

Era un momento tan feliz, que ni un hechizo de Voldemort lo podría haber disuelto.

"You know its true" (sabes que es verdad)

"Everything I do - I do it for you" (todo lo que hago, lo hago por ti)

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"Castillo Hogwarts" – Campos de Quidditch. 16 de Abril de 2018 – 15:00 horas.

Los aplausos y los vítores se expandieron por todo el campo. La multitud estaba ansiosa por el resultado de este partido, donde nuevamente Gryffindor y Slytherin debían enfrentarse por la copa del ganador. Entre el gran barullo, los equipos salieron de los vestidores. En las gradas, el relator del partido, Joshua Jordan, anunciaba a los jugadores.

-¡¡Y por el equipo de Slytherin... WILSON... CARTER... KOHL... MITCHELL... KLEPSCH... Y LOS GEMELOS MALFOY!!

La casa de Slytherin estalló en aplausos, mientras que los de Gryffindor los recibían con abucheos. Los siete jugadores volaron por el campo y se ordenaron en sus posiciones. Los gemelos, Thomas y Alan, muy parecidos a su padre, pero dueños de los ojos de su madre, juntaban sus bates en el aire y se ordenaban con el resto. En los vestidores del equipo contrario, se respiraba el mismo ánimo ansioso.

-¿Nerviosa? – preguntó un chico de cabellos castaños y facciones muy marcadas a su compañera de equipo.

-Un poco... – le respondió la chica. Apartó sus cabellos rojos de su frente y sonrió.- Pero para eso estás tú, hermano.

El chico le devolvió la sonrisa y asintió, seguro. Jordan volvió a hablar.

-¡¡Y aquí está Gryffindor... RICHMOND... PLASSEY... WEASLEY... PARKER... KLERK... SMOOTH Y MATTHEW WEASLEY!!

La casa de los leones gritó y aplaudió a rabiar, apagando casi por completo los abucheos del equipo contrario. Los siete jugadores de Gryffindor tomaron también sus posiciones en el aire. Matthew Weasley, un chico de diecisiete años y capitán del equipo escarlata, levantó el brazo y exclamó.

-¡Vamos por el tri-campeonato, equipo! ¡A ganar!

Matthew tomó su posición en el aire. Era buscador, como lo había sido su padre, pero el chico decía que también le hubiera gustado jugar de guardián, como Ron. Aquel puesto lo tenía su hermana Lilibeth, de quince, el vivo retrato de Sophie. Thomas y Alan se acercaron a los chicos, sonriendo ampliamente.

-Por estos minutos, dejamos de ser amigos – dijo Alan.

-Lo mismo digo.- apuntó Lilibeth.

El partido empezó. Soltaron las pelotas y los catorce jugadores comenzaron con el juego. Matthew subió un poco más que los otros y esquivó la primera Bludger; luego dio una amplia vuelta mirando a su alrededor en busca de un destello dorado. El buscador del equipo contrario, Egon Klepsch, estaba haciendo lo mismo.

-Y es Richmond, Richmond con la Quaffle, esquiva a Carter, Carter no se da por vencido, Richmond no suelta el balón... ¡Ay! Esa Bludger de Alan Malfoy le ha dado justo en la cara... Carter atrapa la Quaffle, se la pasa a Wilson, Wilson con la Quaffle y... una buena Bludger de Smooth le da de lleno en la cabeza... Wilson suelta la Quaffle, la atrapa Plassey y Plassey sale disparada con la quaffle...

El guardián del equipo de Slytherin, Patrick Mitchell, se había puesto en guardia. Sarah Plassey iba directamente hacia él, con serias intenciones de anotar. Matthew cruzaba los dedos, pero también ponía atención a los movimientos de la escurridiza snitch.

-¡¡Vamos, Sarah, tú puedes!! – gritaba Jordan. Thomas había intentado tirarle una quaffle a la chica, pero la puntería le falló.- ¡¡Y ahí va, ahí va Sarah...!! LANZA... ¡¡¡¡AAAAYYYY!!!

Mitchell había atajado la pelota. Luego le lanzó la Quaffle a Carter, quien salió como un rayo con ella, zigzagueando entre Margareth Richmond y Sarah Plassey. Lilibeth tensó sus músculos y esperó a Carter en los aros.

-...Carter tiene la Quaffle, va hacia el arco, está fuera del alcance de las Bludgers y sólo tiene al guardián delante... ¡¡Vamos, Lil... atrápala!! Carter lanza y... ¡¡¡ESO ES LILIBETH!! ¡Lilibeth Weasley atrapa la Quaffle y se la pasa a Steve Parker!

-¡Muévanse, no hay que dejar que lleguen a los aros! – gritaba Matthew, animando al equipo.

-...Parker en posesión de la Quaffle, Parker esquiva la Bludger de Alan Malfoy, va directo hacia los aros, no le importan los demás... Carter intenta quitársela, pero Steve no se deja... Mitchell se prepara en los aros... ahí va Parker, Parker Lanza y... ¡¡GRYFFINDOR HA MARCADO UN TANTO!! Diez a cero, diez a cero para Gryffindor...

Matthew oyó los rugidos y los aplausos de la casa del león. Thomas había vuelto a lanzar una Bludger hacia él, que esquivó dándose vuelta por completo en la escoba. Y entonces la vio. Ahí, entre las gradas del equipo contrario se hallaba la snitch dorada. Alzó el vuelo rápidamente. Klepsch lo imitó, lanzándose como un rayo hacia la izquierda de Matthew. Egon era una figura borrosa, verde y plateada, que volaba junto a su escoba... La snitch bordeó las columnas que sostenían las gradas y salió disparada hacia el extremo opuesto. Aquel cambio de dirección favorecía a Klepsh, que estaba más cerca. Matthew giró su escoba, quedando a escasos metros del buscador de Slytherin... lo estaba pasando rápidamente, se acercaba a ella... soltó la mano derecha de la escoba y la extendió en el aire, hacia la pequeña esfera dorada.

En cosa de segundos, unos desesperantes, tormentosos y vertiginosos segundos, los dedos de Matthew se cerraron en torno a la snitch. Klepsch quiso desviar su camino dándole un empujón con el hombro, pero ya no había vuelta atrás... Los seguidores de Gryffindor gritaron de satisfacción.

-¡Y ese es Matthew Weasley! ¡Weasley atrapa la Snitch y Gryffindor gana el campeonato! – gritó Jordan desde las gradas.

-¡¡Sí, sí... lo hicimos!! – gritaba Lilibeth, acercándose a su hermano y dándole un fuerte abrazo.

-¡¡Tricampeones, Lil... somos Tricampeones!! – exclamó Matthew, aún con la esfera dorada en su mano.

Los demás jugadores del equipo felicitaron a su capitán y se felicitaron entre ellos. Thomas y Alan también llegaron a felicitar a Matthew.

-Para la próxima no podrás celebrar – le dijo Thomas, dándole una palmada en la espalda.

-Sí, la próxima vez la copa será para Slytherin – ratificó Alan, abrazando a Lilibeth.

-No canten victoria todavía – dijo Lil, riendo con ganas.

-Sí, no canten victoria – agregó Matthew, muy emocionado por ganar. De pronto, vio entre las multitudes a un pequeño grupo de adultos que lo saludaba.- ¡¡Miren, es papá y mamá!!

Los chicos voltearon y vieron por ellos mismos de quien se trataba. Ron, Hermione, Draco, Ginny, Úrsula y Harry estaban en las gradas, saludándoles y hablando con algunos profesores. Rápidamente, los chicos bajaron hasta el suelo y subieron las escaleras de las gradas para hablar con ellos.

-¡Felicidades, Matthew! – exclamó Ron, abrazando a su hijo.- ¡Eres el mejor capitán de Quidditch!

-Eso es por que lo he aprendido de ti – le dijo Matthew, mirándolo a los ojos.

-Hijo, felicidades – dijo Hermione, colgándose del cuello del chico.

-Gracias mamá – le dijo Matthew, besándola en las mejillas.

-¡¡Papá!! – gritó Lilibeth, corriendo a abrazar a Ron. El pelirrojo la alzó por el aire y la dio vuelta con él.

-La mejor guardiana de todas – dijo Ron, también orgulloso por su hija.

-Ustedes no se depriman, que lo hicieron muy bien – dijo Ginny, abrazando a sus gemelos.

-Sí lo sabemos, mamá – dijo Thomas, guardando su bate en una funda de cuero negro.- Pero te prometemos que el próximo año le ganamos a Gryffindor.

-Sí, le vamos a ganar – agregó Alan.

-No se preocupen – dijo Draco, acariciando las rubias cabelleras de Thomas y Alan.- Ganen o pierdan, ustedes siempre serán los mejores bateadores.

-Oye, ¿Y dónde está Juliet? – preguntó Úrsula, mirando a todos lados.- ¿No vino a ver el partido?

-Sí, dijo que vendría – afirmó Lilibeth.- pero no la he visto hace rato... ¿tú la has visto, Matt?

-No... – respondió el chico.

-Tendrías que saber – dijo Alan, sonriendo pícaramente.- Para eso eres el novio...

-Sí, pero no soy su celador. – recalcó Matthew. Luego vio que Harry lo miraba ceñudo.- ¡¡¡Suegro, tanto tiempo!!!

-¿Qué tal, Matthew? – preguntó Harry. Su expresión seria cambió rápidamente y sonrió.- Y no me digas suegro...

-Está bien, suegro... perdón, tío Harry – dijo Matthew.

Entre la multitud, que se apretujaba para salir del estadio, vieron correr a una chica menuda, de largos cabellos negros y ondulados, ojos verdes y rostro delgado, que se dirigía hasta ellos. Se detuvo frente a ellos, calmando su respiración, mientras todos esperaban a que hablara.

-Vengo... de la... enfermería... – dijo entre jadeos. Luego corrió a felicitar a Matthew.- Felicidades, Matt.

-¿Qué te pasó, July? – preguntó Matthew algo preocupado.

-Nada, sólo un dolor de cabeza – respondió Juliet.

-Es cierto... tengo una novia muy fuerte... – dijo Matthew casi orgulloso.

-Bueno, seis meses en una incubadora muggle hacen fuerte a cualquiera... – miró entonces alrededor y se fijó en sus padres.- ¡¡¡Papá... Mamá!!! ¡Estaban aquí!

-Cuando July está con Matthew, se le olvida el mundo entero – le dijo Alan a Lilibeth, haciendo que riera.

-Pero entonces, no nos quedemos aquí – dijo Draco de pronto.

-Sí, la gente ya se está yendo – declaró Harry.- Hay que ir a celebrar el triunfo.

-¡¡Vamos entonces!! – gritó Ginny, riendo por la efusividad con que había dicho esa última frase.

Todos se pusieron en camino hacia el castillo. Pero Hermione retuvo a Ron unos momentos.

-¿Qué pasa? – preguntó Ron, viendo como los demás caminaban hacia la fiesta.

-Tengo una pregunta que hacerte – dijo Hermione sonriendo pícaramente.

-¿Qué pregunta?

-Es sobre pociones...

-¿Pociones? – preguntó Ron, sorprendido.- No, Hermione... los días de escuela ya terminaron para nosotros y no quiero hablar de...

-No, espera... es muy sencillo.- Hermione buscó entre sus ropas y sacó una botellita con un líquido de color azul en su interior.- Mira, ésta es la poción de la fertilidad, cuando se mezcla con los ingredientes necesarios...

-Sí, ya sé – dijo Ron, perdiendo la paciencia como si estuviera en una clase con Snape.- si los mezclas bien, la poción te dirá si estás o no encinta y eso se notará con el color azul que... – de pronto Ron había abierto mucho los ojos y la boca.- Hermione, ¿de quién es esa botella?

-Es mía – dijo Hermione, sonriendo de oreja a oreja.

-No me digas que... tú... yo... – Ron no podía articular palabra.

-Sí... – afirmó Hermione.- Tengo un mes de embarazo.

-Un... un hijo de los dos... ¡¡Un hijo de los dos, Hermione!! – Ron gritaba a todo pulmón y Hermione trataba de calmarlo.

-Sí, Ron, nuestro hijo... – dijo Hermione. El pelirrojo la tomó en brazos y la besó en los labios.

-Te amo tanto – le dijo Ron, con ella aún en los brazos. Corriendo hacia sus amigos, Ron gritaba desesperado.- ¡¡Esperen... tenemos otra cosa por qué celebrar!!

Todos se internaron en el castillo que alguna vez los albergó por siete largos años y respiraron aquel aire de efusividad y festividad que todos despedían de su alma. Nada más que hablar. Nada más que decir. Todo estaba dicho.

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N/A: Este es un ciclo que cierro y estoy muy feliz por haberlo acabado tan bien. Quiero dar las gracias a todas las personas que siguieron este fic por muchos meses y que me dieron su apoyo hasta el final. Gracias, de verdad.

Canción: "I do it for you" de Brian Adams.

Últimos reviews...

Lil Sonis: Gracias por el review. ¿En serio crees que el final del cap anterior fue sádico? Jejeje... no sé, pero que bueno que te gustó. No sé si este epílogo despejará todas tus dudas, pero espero que sí. Saludos. Tanina Potter.

Lil Granger: Hola, amigui... tantas lunas... Jejeje, pues sí, la influencia de teleseries mexicanas es muy fuerte en mí, más las teleseries venezolanas. Sí, Matthew tiene buenos gustos... hasta se quedó con Juliet, la hija de Harry y Úrsula. Espero que te guste el próximo fic que haga, aunque veremos si puedo actualizarlo tan rápido como lo hacía al principio de éste. Sobre todo por que ahora vuelvo a clases el lunes (después de tres semanas de paro) Nos vemos algún día en el MSN. Saludos, cuídate. Tanina Potter.

annafreey: hola, gracias por el review. Sí, lamentablemente todo tiene fin... y este fic no es la excepción. Tengo otra historia en mente, pero espero que les guste tanto como ésta. También es una R/H, pero en sus años de colegio... jejeje. Bueno, saludos. Tanina Potter.

Lily-McGonagall: Hola... jejeje, me imagino tu cara, pero trata de no apretar demasiado a tu gata, que ella no tiene la culpa XDDDD. Gracias por el review, me subió mucho el ánimo... y bueno, el lunes vuelvo a clases, así que se terminaron mis tres semanas de vacaciones. Espero que te haya gustado el epílogo... Saludos. Tanina Potter.

Ichan: No te canses demasiado, que el partido de Quidditch te va a dar dolor de cuello... XD. Espero que tus incógnitas hayan sido respondidas. Saludos. Tanina Potter.

Lily4ever: Hola, jejeje... pues me desayuno leche con chocolate y tostadas... pero no creo que sea eso lo que provocó el crecimiento de mi mente... ¡¡¡Ya no tengo gorros que ponerme, todos me quedan chicos!!! XDDD Y bueno, no te marees tanto que ahora podrás respirar tranquila. Saludos. Tanina Potter.

Úrsula Potter: Hola... esto sí que es extraño... mis propios personajes escribiéndome reviews. Jejejeje... bueno, no sé si te habrás puesto el nombre por este fic, pero me sorprendió mucho. Espero que te haya gustado la resolución de todo este enredo... gracias por escribirme, saludos. Tanina Potter.

Aurora Malfoy: Bueno, no te preocupes... a mí todavía me quedan tres semanas, y son las peores... ¡¡¡EXAMENES!!! YoY No querer... en fin, si quieres decirme mami jejeje... no sé si estoy preparada para tener hijos, pero lo acepto. Cuídate. Tanina Potter.

Bien... es todo.

Atte. Tanina Potter. Miembro de las Ron4ever Ronnie is the best and will be the best forever...