P R O L O G O
Varios años han pasado
desde el torneo de shamanes. Yo, que había sido derrotado, vivía
lo que me quedaba de existencia contando los minutos que me faltaban para la
muerte. Luego de perder la oportunidad de obtener el trono del shaman king,
no se me ocurría otra razón por la que debería seguir rondando
y pretendiendo vivir, cuando todo lo que había echo había sido
en vano. Renací por mi deseo de venganza y para obtener el trono del
shaman king. Ahora ambas cosas se me habían escapado de las manos. Morir
era la única escapatoria de mi cruel destino.
Como sea, un día aparentemente ordinario, recibí la visita de
alguien que no esperaba
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P R O M E S A S
Capitulo I
"Hao, se que estas por
aquí," dijo Yoh, mirando alrededor del bosque, "necesito hablarte."
Aparecí, pero esta ves,
no envuelto en el espíritu de fuego. "¿Por qué es
a mi pequeño hermano a quien le debo el privilegio de su visita?".
Dije mientras me ponía cómodo cerca del tronco de un árbol.
Su cara mostró una gran
sonrisa. "Hola aniki!"
Me sentí extrañamente
afectuoso cuando me llamo 'hermano mayor'. No le di importancia. "¿Pasaste
por aquí solo a saludarme?".
"Iie." Su cara se
torno seria. "Yo yo vine aquí a pedirte un favor."
"¿Un favor?"
Tenia que admitirlo, estaba curioso. ¿Por qué necesitaría
mi ayuda?
"Es sobre Anna"
"¿Todavía
te obliga a hacer esos brutales entrenamientos?"
"Bueno, si"
"¿Y viniste aquí
a pedirme que le dijera que no continué con los entrenamientos por que
el torneo de los shamanes fue cancelado por los Guardianes?"
"Er no, realmente
no es sobre sus entrenamientos." Apretó sus puños. "Tamao
me dijo algo hoy."
Guarde silencio. Espere por
el resto de sus explicaciones. Como sea, ya podía adivinar que tenia
en mente, nada bueno."
"Me dijo algo preocupante
es solo una predicción, p-pero Tamao es muy buena para predecir eventos"
Suspiró profundamente. "Me dijo que tendría que partir pronto,
y que no podría regresar nunca mas. M-Me dijo que voy a morir."
Silencio.
"No siempre todas las predicciones
resultan ciertas todo el tiempo" Destaque.
"Aun así, quiero
estar seguro de que si eso pasa, todo estará en orden."
"¿En orden?"
Pregunte.
"No quiero abandonar mis
deberes aunque no este por aquí" Explico. "Y por eso, es que
e venido a verte".
"¿A mi?"
"Cuando estábamos
en la aldea, Silver me hablo sobre una costumbre apache. En caso de que un hombre
muera, su hermano se hace responsable de la esposa." Yoh me miró
suplicante. "Cuando algo me pase, prométeme que iras a Izumo y te
harás cargo de Anna. Proporciónale una vida buena y fácil."
"Yoh"
"La amo mucho, demasiado,
y no quiero dejarla sola. Quiero seguir haciéndola feliz, porque es lo
que siempre e querido hacer desde el principio. ¡Por favor Aniki, prométemelo!"
Me rogó.
No pude pensar en una respuesta.
Me sentía arrollado por el amor humano, el que una vez pensé débil
e irreal, igual que el corazón humano. Pero al mirar a mi hermano, mi
pequeño hermano cuyos deseos de amar se extienden sobre su propia vida,
me sorprendo por su magnitud. Termine aceptando.
El volvió a sonreír.
"¡Gracias Aniki! sabia que podía contar contigo." Coloco
sus manos tras su cabeza. "Ahora debo apresurarme a la casa y comenzar
a cocinar, creo que Anna quiere algo con caldo eso creo." Su cara
se ilumino. "Hey ¿quieres cenar con nosotros?"
Sonreí. "De algún
modo, no creo que a tu prometida le agrade mucho la idea."
Se despidió. "Nos
veremos pronto"
Pero ese fue nuestro último
encuentro. Tres días después, volviendo a casa en el caballo de
Yohmei, el animal aparentemente perdió los estribos. Su muerte ya no
era solo una predicción. Pero de acuerdo con Opacho, murió protegiendo
a alguien de las pezuñas del caballo
...su Anna.
"¿A donde va señor
Hao?" Me pregunto Opacho al verme recoger mi capa.
"Daré el pésame
a los afligidos." Dije sencillamente. "Y a hacer realidad una promesa."
"¿Señor Hao
quiere algo de compañía?" Agrego mi sirviente.
"¡Ah, no! Izumo no
esta tan lejos, aunque extraño la ventaja de que el Espíritu de
Fuego me lleve donde quiera." Reí entre dientes. Aun me siento mal
por perder más de la mitad de mi furyoku, pero Yoh prefirió eso
a matarme. Hay momentos en los que no comprendo como trabaja la mente humana.
Comencé a dar mis primeros
pasos a Izumo, entonces mire al cielo. "Las cosas que hago por mi pequeño
hermano." Tuve que sonreír a pesar de la pena que llevaba en mi
interior. Hasta el último momento de su vida, mi hermano decidió
amar a Anna más que a su propia vida. Típico Yoh.
Por mi parte no me imaginaba haciendo lo mismo por alguien que no sea
yo. De repente dude sobre si era la persona correcta para hacerse cargo de Anna.
"No, se lo debo a mi hermano, la única persona que realmente se
preocupo por mi." Decidí, continuar mi camino a Izumo. "Se
lo debo a el, aprenderé a amar."
¿Pero, quien era Anna
Kyouyama de todas formas? La recuerdo como la primera y ultima mujer que se
atrevió a bofetearme - la cual no era capaz de intimidar. Si, la perfecta
esposa para un Shaman King. La que no iba a ser sostenida por su esposo, la
que es lo suficientemente fuerte para hacerlo sola cuando su esposo no pudiera.
Hasta ahora no me daba cuenta como me gustaba, que su frialdad eventualmente
se derritiera en una flama de furia. Ah, también era una mujer muy leal.
Sin imaginarse que Yoh la amaba tanto.
Entonces me pregunte como ella estaría tomando las cosas ahora. ¿Lloraría?
¿No lloraría? ¿Estaría haciéndose la fuerte
delante de todos ahora?
Acelere mi paso, quería
ver las respuestas por mi mismo.
Mikihisa me dejo pasar, mientras
los de demás me miraban de forma extraña - especialmente los amigos
de Yoh. Los ignore y llegue al altar junto a la ventana. Me arrodille y vi la
fotografía del vivo y sonriente Yoh. De esa forma recordaba a mi feliz
y suertudo hermano. Aun no puedo creer que ya no esta entre nosotros. Hice una
reverencia al jarro que contenía sus cenizas y recé por su alma,
confirmando la promesa de cuidar a Anna.
"¿Has comido algo?"
Pregunto Kino tranquilamente.
"Gracias, pero no tengo
hambre" Mire alrededor. "¿Donde esta Anna?"
"Si debes saber," dijo Yohmei, mirándome sin una pizca de disgusto. "Esta descansando en su habitación en estos momentos.
Sufrió un trauma al ver
la muerte de Yoh justo frente a sus ojos. También sufrió daños
por el accidente."
"Ya veo" Me
levante y me detuve en la puerta. "Volveré mañana para verla."
Mikihisa suspiró. "Yo
no haría eso si fuese tu. Todos hemos tratado de hablarle, pero no nos
deja entrar. Ni siquiera le habla a su Sensei Kino."
"Entonces haré que
me escuche," prometí antes de irme. Desde que abrí las rejas
de la puerta principal, note que algo se movía en la esquina. Con mi
inseparable curiosidad, decidí ver que era.
Solo para encontrar una joven
en una silla de ruedas, su cabello dorado se movía ligero con el viento.
Debió sentir mi presencia
también, por lo que volteo hacia mí.
Sus incomprensibles ojos negros
se veían disgustados por que habían invadido su privacidad. "Asakura
Hao." Dijo en seguida. "¿Qué clase de desgracia te trajo
hasta aquí?"
"A pasado bastante tiempo,
¿eh?" Le dije. "Una visita social, eso es todo."
"Vete." Me ordeno
antes de apartarme la vista.
No lo hice. En lugar de ello
me acerque a ella. "Aunque tengas esa silla de ruedas, sigues sensacional
como siempre, querida cuñada"
"¿Una carta de de
pocas letras es muy complicada para ti, Asakura Hao?" Respondió
fríamente.
"Y yo que pensé
que me habían dicho que estabas 'emocionalmente-herida'." Reí
entre dientes.
"Pienso que es un momento
impropio para hacer una visita social," Dijo irónicamente. "¿Mi
esposo murió, sabias?"
"Lo se, vi que hay muchas
personas en la casa."
Maniobro su silla para encararme.
Sus ojos se veían hinchados por llorar, pero aun así rugían
en furia. "Eras un insensible y lo sigues siendo, ¿lo sabias? Respeta
el duelo de mi esposo, por favor."
"Vine aquí como
me ordeno mi hermano" Dije. "El quería que me hiciera cargo
de ti. Y sí, se que sigo siento siendo un insensible."
Sus ojos se helaron. "¿Yoh...
te pido que te hicieras cargo de mi?"
"Correcto." Le dije.
"Así que trata de controlar tu entusiasmo."
Miro hacia sus piernas, sus
manos temblaron. "¿Por qué tu?"
"Ni siquiera yo lo se,
pero respeto el deseo de mi hermano. Así que, lo quieras o no, estas
bajo mi custodia." Le dije.
"¡Nunca!" Dijo
alzando la voz.
"Te repito," dije
pacientemente. "Lo quieras o no, estaré contigo constantemente.
Aprende a vivir con eso." Diciendo esto, me marche.
Y de este modo, empezó mi viaje para aprender a amar.
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Cáp.1 terminado, en estos momentos traduzco el Cáp.2 así
que deben decirme si continuo o me detengo...
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