Una nueva forma de amar

by Xris

Capitulo 13

Dos prometidos y una promesa

En su mente repetía una y otra vez ¿cómo había terminado todo así?

Anna volvió a enjuagar su cara, mientras respiraba profundo tratando de conservar la calma y el equilibrio.

Momentos antes había aceptado su destino, una vida lejos de Yoh, lo cual le había causado un dolor tan intenso. Sólo el aferrarse a su orgullo encontraba las fuerzas para seguir de pie. El piso se le volvía a mover, si alguien está jugando con el mapa de su destino ¿podría dejar de sacudirlo tanto?, estas bifurcaciones solo la mareaban. En realidad sólo era el movimiento del tren, y por tercera vez salió corriendo hacia el compartimiento del baño.

Las nauseas matutinas y el movimiento del tren no eran definitivamente buena combinación, al menos rechazó el desayuno que tanto le insistió Yoh que tomara, si no hubiera sido un desastre.

Al salir del baño dirigió la mirada hacia el siguiente vagón... y sin dificultad se podía sentir a esa distancia la tensión que reinaba en él. Así que sin dudarlo dio media vuelta y se dirigió hacia el lado contrario, de seguro encontraría un lugar más tranquilo... realmente cualquier lugar sería más tranquilo.

Aire, necesitaba respirar aire muy profundamente, porque de tantas cosas que había pasado en las últimas horas sentía que había olvidado respirar. Salió por la puerta del último vagón sosteniéndose fuertemente de la baranda y dejó que el viento revolviera su cabello, deseando vanamente que también se llevara sus pensamientos.

Incluso pensó que si toda su frustración la sacaba en un grito que la dejara vacía, nadie la escucharía y el viento se llevaría su dolor.

La situación no era nada agradable en el vagón donde viajaban a Izumo.

Tan sólo recordar la poderosa aura de la abuela, quien también estaba a punto de perder la paciencia, el ego de Hao llenaba el lugar y los celos de Yoh fulminaban a su hermano con la mirada.

¿Que estaba pasando?, se preguntó. Una a una las imágenes de lo sucedido en los últimos días golpeaban su cabeza...- basta- susurró. Pero no paraban, llegaban con más velocidad sin querer abandonarla... - basta...- volvió Anna a insistir.

Si tan solo pudiera... tan solo dejar todo y decidir por ella misma.

-BASTA- gritó la rubia golpeando la baranda y llevándose rápidamente las manos para cubrirse la cara ante tanta frustración. Una aguda punzada en su mejilla hizo que retirara las manos, y segundos después suavemente una gota caliente recorrió el contorno de su rostro.

Miró sus manos con una pequeña mancha de sangre. El aro de aluminio que tenía en su dedo había cortado su mejilla. El improvisado anillo de compromiso que Yoh le había regalado.

Lo recorrió lentamente con la yema del dedo, como si fuera un objeto tan delicado y suave. Ese pedazo de metal era su tesoro, era los sentimientos de Yoh hacia ella.

-Eso parece doloroso- una voz profunda la sorprendió, no necesito girarse para saber quien era. Lo extraño era que tampoco había sentido su presencia acercarse.

-Ven Anna... deja que te limpie...- Y la rubia sin poder reaccionar, sintió un pañuelo en su mejilla y los ojos profundos de Hao muy cerca de sus ojos.

La punzada volvió a aparecer, lo cual hizo que despertara de su ensueño... -No me toques idiota...- Anna usó sus fuerzas para separarlo, pero fue en mal momento ya que el tren hizo una abrupta parada, haciendo que perdiera el control, cayendo dentro de los brazos del chico.

-Tranquila Anna...- hablaba en su oído...- tal vez sea ahora difícil la idea para ti el que te toque, pero terminarás siendo mía en unas cuantas semanas-

Con fuerzas renovadas la Itako se separó de el al escuchar esas palabras, reuniendo la furia en su mano, abofeteo fuertemente a Hao.

-No te acerques a mi Hao... - me conoces bien de que soy capaz...

El chico, abriendo la boca para hacer gestos que despertaran a su adolorida mejilla.

- No se como Yoh aguantó esto, pero sabes... el dolor solo me gusta cuando lo provoco a los demás...- rió sarcásticamente, dio media vuelta, pero cuando se disponía a salir Anna continuo.

-Hao...- guardo un momento de silencio hasta tener devuelta los ojos del chico sobre ella... -esta actuación no funcionan para mi...¿Qué pretendes con esta mascarada? ¿Por qué el casarte y ser cabeza de la familia que te derrotó en dos ocasiones? No es un cuento que me crea tan fácilmente. Tu libertad no vale eso...

El chico volvió a reír, primero para él y luego a lo alto... -Anna, Anna... tan bella y astuta... sin embargo, ¿Quién dijo que no quiero sentar cabeza?... aunque lo dudes, salgo ganando.

- No, no insultes a mi inteligencia Hao... hay algo más...- insistió la rubia alzando peligrosamente lo voz- hay algo oculto detrás de todo esto y sólo nos están utilizando... a Yoh y a mi.-

Hao le dio la espalda y se disponía a salir cuando escuchó la voz exigente de la chica... -¡Contesta! y no me des la espalda cuanto te hablo Asakura...-

- No Annita, que te quede claro que en este matrimonio, yo siempre diré la última palabra...- Dijo el chico aun dándole la espalda y volvió a entrar al tren.


Dentro del tren...

Al cerrar la puerta del vagón, Hao suspiró pesadamente y cayó de rodillas...

-Es terrorífica...- decía entre escalofríos el castaño...

-Te lo advertí, aun así piensas seguir con esto...- le preguntó su abuelo

-A ti que te importa viejo... siempre gano lo que me propongo...- dijo Hao intentando recuperar la compostura

-Pues espero que el premio no te mate...- Yohmei volvió al vagón.


Anna...

Después de varios minutos, decidió regresar al vagón donde se encontraban todo, no podía escapar por más tiempo.

Al entrar vio la misma escena de antes de irse... la abuela en la misma posición, el abuelo leyendo el periódico, Yoh amarrado por el rosario de la abuela y sentado en un rincón, y Hao... Hao no estaba.

De pronto sintió como miles de cuchillos la atravesaban, y no era nada más que la mirada de Yoh, ya que Hao acababa de entrar tras ella...

-¿Donde estaban? ¿Estaban juntos? ¿Cómo te atreves Hao?..- Pero los gruñidos del shaman fueron callados cuando el rosario de la abuela apretó su agarre...

-Cállate Yoh...- dijo Anna sentándose pesadamente en el asiento frente a la abuela.

Pasaron otro par de minutos y otra vez la paciencia de Anna estaba al límite...

-Con todo respeto Abuela, creo llegar a comprender porque Yoh y Hao van a Izumo... pero...- hizo un pausado silencio que interrumpió con un abrupto grito... - ¿!Por qué esa bola de inútiles tenían que acompañarnos¡?

En los asientos continuos a ellos había una guerra por espacio, ya que como no había más lugares en el tren... Ren Tao, Horo Horo, Pillika, Manta, Tamao, Ryu, Fausto tenían que compartir los 4 asientos disponibles.

-¡Primero las damas!- gritaba Pillika

-¿Cuáles damas? No veo ninguna- contestaba Horo Horo, después del sonido de un golpe, Pillika continuó

-Yo soy una y también Tamao...-

-Ryu tiene más de dama que tu, hermana...- ya eran gruñidos los de el pelizaul

-Cuidado con mi peinado...- insistía Ryu

-Ya le dije que no soy taburete- entre las piernas se escuchaba la voz apagada de Manta.

-No había asientos de primera clase... a que me tengo que rebajar...-decía Ren Tao

-este...este.. mm.. yo... yo... alguien está tocando mi trasero- se escuchó la tímida voz de Tamao.

-Quien se sienta en mis piernas...- Un silencio sepulcral siguió al comentario de Fausto.

- ¿Por qué tenían que venir? No veo la razón de soportar sus idioteces- insistía con desesperación Anna a la Abuela.

-Porque queríamos saber que pasa...auch- otro golpe fue asestado en la cabeza de Horo Horo haciéndolo callar.

-No te preocupes querida, no tendremos que soportarlos...- dijo la abuela muy tranquilamente...

-No los va a dejar llegar a Izumo..- dijo esperanzada la rubia.

-No... ellos si llegarán, nosotras no...-

-¿A que se refiere abuela?- Esto despertó a Yoh que estaba a punto de caer dormido.

-Todos se quedarán en Izumo para llevar acabo los preparativos de la boda...- con estas palabra el estomago de Anna se volvió a revolver... - Nosotras nos iremos a Ozore, donde tendrás que meditar y prepararte para convertirte en la futura Asakura...ahí estaremos por 4 semanas.-

-¿¡QUE!- gritó Yoh... - yo voy con ustedes...- el comentario se ganó un golpe de la abuela...-

-No muchacho tonto... a ti no te necesitamos.

-Será una tortura tanto tiempo lejos de mi amada prometida pero no te preocupes Annita, seré fuerte y esperaré tu regresó junto al altar...- las palabras fingidas y ensayadas de Hao no engañaron a ninguno y sólo se ganó una mirada gélida de la chica.

El tren hizo parada de 10 minutos en Izumo, antes de seguir su camino. La pequeña estación se volvió un caos en el momento que el tren llegó. Entre el humo, gritos y empujones, todos descendieron. Hao despedía con efusión fingida a las Itakos que continuaban su camino.

Entre el tumulto de todos por querer descender del tren lo antes posible, Anna sólo vio bajar a Yoh con decepción, con una actitud de derrota que le dolió en el alma.

-No empujen, tengo mis piernas dormidas- gritaba Ryu

-Hey, estoy aquí abajo, no soy escalón- suplicaba Manta

En la escalera de el tren, Ren tropezó y cayó por los escalones.

-Eres un estúpido Hoto Hoto, porque me empujas- gritó el chino furioso.

-¿Yo?, no hice nada, estaba muy atrás- Dijo el peliazul adormilado.

-¡Sé que fuiste tú!,¿o fue tu tonta hermana?- volvió a gritar Ren.

-¿Tonta?...¿Tonta?, ¿A quien le dices tonta?- respondió ofendida Pillika.

-¿Qué otra tonta hay además de ti?...oh cierto, olvidaba que también estaba Ryu-

Y la pelea... otra pelea... comenzó.

El tren empezó a moverse, y el abuelo no tuvo oportunidad de despedirse correctamente de su esposa, ya que la pelea entre Ren Tao, Horo Horo, Ryu y Pillika, había tomado niveles mayores.

Gritos, golpes, el humo del tren, una que otra mordida, toda una escena de guerra.

Cuando el tren ya había tomado distancia, de pronto Ren Tao se detuvo...

-Suficiente...ya me aburrí de pelear- se sacudió la ropa -Pillika, Ryu, no son tontas...Horo Horo, es normal que seas estúpido- dio la media vuelta y se fue dejando a todos asombrados.

Hao agitaba su mano con movimientos exagerados, como las despedida de dos amantes que pasan en las películas.

El abuelo suspiro exasperado, y tomando el mando firmemente empezó a dar ordenes...

-Vámonos, todos ayuden con el equipaje. Tamao, adelántate a la casa para que preparen nuestra llegada. Por el gran espíritu Hao, deja de hacer estupideces que nadie te cree, y tú Yoh, carga mi equipaje... ¿Yoh?-

Siguiendo su camino, Ren Tao sonríe para si mismo, recordando la mirada que compartió por segundos con Yoh antes de bajar. No necesitaban palabras, era un amigo que le pedía ayuda... una perfecta cortina de humo.


En el Monte Ozore...

El invierno no tardaría en cubrir de blanco todo a su alrededor, se sentía que la nieve caería en dos o tres días más.

Silencio... era todo lo que Anna había obtenido de Kino sobre cuales eran sus planes. No comprendía, lo único que la anciana le dijo fue una orden de ir a meditar todos los días al templo para que estuviera lista para su matrimonio.

Entre sus pensamientos caóticos, escuchó como una de las estudiantes del templo se acercaba con una bandeja de comida, significaba la hora de su descanso.

Llevaba tres días meditando y todo se volvía más turbio en su mente. Abrió los ojos, y aun no había respuestas, sólo pensaba en Yoh y su concentración desaparecía. Suspiró pesadamente, tenía la esperanza que en el mes que estaría en Ozore, podría crear un plan para escapar de la situación.

Se levantó pesadamente y dirigió sus pasos a la bandeja de comida. Para su sorpresa estaba vacía. ¿Qué significaba eso?

- Lo siento Anita, tenía mucha hambre...- escuchó un susurro...

-Me estoy volviendo loca, ya hasta lo escucho...- dijo asustada la chica.

-jijijijiji, ¿Así que sólo haz pensado en mi?- Esa risa era inconfundible y no podía estar imaginándola.

La Itako sorprendida siguió la voz hasta un rincón, donde lo encontró comiendo desesperado el último bocado de pan. Estaba escondido en un rincón, detrás de un viejo altar.

-Disculpa, llevaba ya tres días sin comer- los ojos de Yoh pedían piedad.

Anna aun sorprendida -Yoh Asakura, ¿Qué haces aquí?-

-No está claro, vine a rescatarte Anita- los ojos de la Itako se abrieron más por un momento, ante la inesperada respuesta.

-Y ¿cómo se supone que harás eso?- la chica preguntó incrédula.

-Pues lo he pensado durante estos 3 días...- el semblante del shaman tomó un tono serio.

-Y ¿qué resolviste?- preguntó la chica sorprendida.

-Nada... tenía mucha hambre como para pensar...- sonrió mientras revolvía sus cabellos.

-Eres un idiota Yoh Asakura, ¿por qué haces todo esto?- la Itako se cruzó de brazos exasperada.

-No es claro, creo que lo entiendes... tu también lo sientes, somos uno y no podemos estar separados- la seriedad de las palabras de Yoh hicieron que las piernas de Anna temblaran por un momento.

-¿Por qué lo sientes...verdad Annita?- dijo Yoh acercándose hasta estar a solo un paso de ella. Quien se podría resistir a ese susurro del ser amado. Lentamente Anna movió su cabeza aceptando.

De pronto Yoh la abrazó efusivamente. Unos minutos donde la Itako sintió que su corazón se detuvo por completo. Luego sintió su calido aliento en el oído...

-Bueno... si llegué a pensar en una idea... pero tendrías que confiar en mi.

Siguieron unos segundos de silencio...

-¿Confías en mi? – volvió a susurrar en su oído.

-No tienes porqué preguntarlo- dijo la Itako devolviendo el abrazo y aferrándose con fuerza a él.

-Lo se Annita… sólo quería escucharlo…- y sin necesidad de ver, ella sintió como Yoh sonreía para si mismo.

Anna suspiró pesadamente… definitivamente el cursi de la pareja era él…

-Si Yoh… confío en ti…

El chico se separó y le extendió la mano. -Entonces acompáñame… nos internaremos en la montaña…

Ella tímidamente levantó la mano hacia él.

-Estás seguro…- las palabras se congelaron en la garganta de Anna cuando la mano de Yoh tomó la suya entrelazando sus dedos… luego solo la jaló para que lo siguiera…

Ese sentimiento era la confianza de que hablaba, podría ir hasta el fin del mundo, por los 9 infiernos o el mismo purgatorio con paso seguro siempre que tuviera Yoh sosteniendo su mano.


Después de caminar por más de una hora…

-Eres un idiota Yoh, ya pasamos por aquí 4 veces…- gritó la chica.

-Lo siento Annita, era muy pequeño cuando vine a entrenar, mmmm ya se, vamos a preguntarle a algún espíritu…- la verdad llevaban mucho tiempo caminando entre cientos de ellos… el Monte Ozore es conocido por el lugar con más espíritus en Japón.

La chica no quería empezar otra pelea... pero la idea de pedir ayuda a los espíritus se la había propuesto mucho atrás. Hombre, no acepta pedir direcciones.


Minutos después...

-¿Cómo se te ocurrió esta idea Yoh?

-Simple, yo no puedo contra la abuela, así que tengo que pedir ayuda de alguien más poderoso. Y ¿quién es más poderoso que la abuela?- dijo Yoh.

-El gran Espíritu- susurró Anna.

-Exacto- en ese momento el shaman se sintió muy orgulloso por su gran intelecto. - Además, el poder de ningún sacerdote es más grande que el del Gran Espíritu...-

-No entiendo ese punto...- dijo la chica.

-Fácil, si te quieren casar con Hao, el matrimonio no importará porque nosotros ya estaremos casados por el Gran Espíritu...-

-¿Qué? - Anna se detuvo en seco.

-Un gran plan, ¿no crees? - la sonrisa de Yoh cruzaba su cara inocentemente.

La chica empezó a tartamudear, -¿Nos vamos a casar?...-por un momento la Itako se mareo.

Yoh la sostuvo -¿Estas bien Anita?, ¿es por el bebe?

-¡No idiota! es por la sorpresa... no me he sentido mal por el bebe en los últimos días, es extraño.


Después de un par de horas más, las nubes del invierno aun no eran tan densas para dejar al atardecer empezaba a pintar todo de carmesí.

La fuente del espíritu… un manantial donde las almas se purifican y entran en contacto con el Gran Espíritu…

El espectáculo era hermoso, un lago pequeño, donde una delgada cascada fluía desde lo alto de las rocas grises. Una ligera neblina se levantaba del agua y las luciérnagas empezaban a despertar. Una gran pared de árboles encuadraban el lago, completamente protegido.

Yoh se detiene al pie del lago y antes de avanzar, clava sus ojos en los de Anna tomando sus manos.

-Quiero hacer esto con toda el alma, pero sólo lo haré si tu estas dispuesta..- la seriedad e Yoh lo hacía parecen 20 años mayor, realmente lo deseaba.

-Con toda el alma...- respondió Anna.

Los dos tomados de la mano entraron en el lago con paso firme. En ese momento el lago se iluminó, y una gran luz bajo del cielo bañando todo a su alrededor. El sentimiento de enormidad y paz se apoderó de ambos. Su agarre se hizo más fuerte al llegar al centro del lago. El agua empezó a girar alrededor de ellos, los estaban evaluando. Cada vez más y más rápido.

Y de pronto se detuvo. Ambos miraron hacia arriba para ver el hermoso espectáculo, cientos de mariposas blancas descendieron desde el cielo, rodeándolos y brillando con los rayos de luz.

Era claro... el Gran Espíritu estaba dando la bendición a su amor.

Yoh tomó las dos manos de Anna y las llevó a su pecho, y mirándola a los ojos dijo...

- Yo … Yoh Asakura… te tomo a ti Anna Kyouyama, como el complemento de mi alma, como la guía de mi espíritu, el sol del resto de mis días, como el latido en mi cuerpo, que estará a tu lado en esta y todas las siguientes vidas.

Los ojos de la Itako se humedecieron, y con una leve sonrisa pronunció...

- Yo Anna Kiouyama, te tomo a ti Yoh Asakura… como el aliento en mi pecho, la luz de mi camino, el confort de mi espíritu, la luna en mis noches, la razón de que mi alma exista en este lugar y tiempo.

La luz de pronto se hizo más brillante y unos segundos después se apagó y todo volvió a la normalidad...estaban unidos por el Gran Espíritu.

Esa noche nadie los podía separar, sus almas estaban unidas y con las estrellas de testigo, consumaron su amor por primera vez... sobrios.

Continuará...


¿Qué les puedo decir? "mas vale tarde que nunca"... no creo que sea buena frase para disculpa por estos 3 años de ausencia.

Intentaré no dejar pasar tanto tiempo para actualizar.

Dedico este capitulo a todos los que me han mandado mensajes durante este tiempo y no se olvidaron de mi.

Les agradezco de todo corazón porque fue lo que me impulso a seguir.

Si quieren seguir jalándome las orejas para que continue pronto, pueden encontrarme en el Twitter como Xris_rs o seguir mi (también casi abandonado) blog .com/.

Por cierto, ya estamos en la recta final, a lo mucho otros 2 capítulos y terminamos esta historia.

Cuidense

Bye bye

Xris