Título:"Desierto Rojo"

Autor: Carla Fox.

Categoría: PG-13, MSR, UST y muchas cosas más que todavía no imagino.

Declaración: ¡¡¡¡¿¿¿Creen ustedes que si yo hubiera creado a Mulder y Scully habrían pasado 7 años sin que decidiera que los acontecimientos de Millenium y Amor Fati ya hubieran ocurrido???!!!!JA! Además si yo lo hubiera creado, estaría ganado millones y haciendo sufrir a millones de personas en el mundo...(además tendría el pelo blanco) ellos son creación de Chris Carter y exelentemente interpretados por Gillian y David, pero ellos tienen vida propia, en nuestras cabezas, por lo tanto...en este fanfic SON MÍOS y de todos aquellos a quienes les guste esto!!!

ADVERTENCIA!! ESTE FANFIC FUE ESCRITO el año 1999!! SOLO Q NO LO HABIA PUBLICADO..

Punto aparte: ES ABSOLUTAMENTE IMPOSIBLE QUE ELLOS TENGAN VIDA SIN D.D Y G.A, POR LO TANTO...USARÉ SUS CARAS Y CUERPOS...NINGUN OTRO...SOBRE TODO EL DE DUCHOVNY QUE ES INCREÍBLE!!! :)

Spoilers: Ummmmm....ustedes han visto X Files????, bueno en resumen....de la 1era a la 7ta temporada (que he tenido la suerte de ver)

Sumario: ¿Adivinan a quienes los envían a Medio Oriente?

Archivar: en el Fanfic de Four X Files (porque soy de las creadoras) y donde quieran, pero me avisan para visitar el lugar!!!

Dedicado: Principalmente a Helen, la mejor y mi mejor amiga por e-mail, además de mi editora!!!! Además a mis recientemente conocidas, pero seguramente hermanas en alguna vida anterior, Paty y Sandra, que son lo mejor!!!. También a mi amado David Duchovny (no el actor) mi Mulder personal... a mis amigos de la universidad a la Carola, a la otra Carola, a mi ahijada Carola (original el nombre de mis amigas, no?), a la Andrea, la Marce, la otra Marce, la Coté, la Michele, la Pame, la Cecelia, la Leyla, la Agnes, la Paula L., al Pablo (mi hermano), al Jorge (que no lo veo hace tiempo ¿que fue de ti?), al Juan, al Matías, al Villy y al principito que aunque no sepa que existo, además de ser un estúpido, es el hombre mas atractivo de toda la carrera, para mi gusto. :)

**ADVERTENCIA**: Este es mi primer fanfic, tengo una enorme idea en la cabeza, por lo tanto, no me pidan que sea corto, porque jamás lo va ha ser un trabajo mío...me encantan las historias largas, por lo tanto....siempre van a ser así...esto es exclusivamente para shippers, sólo aquellos que sueñan con Mulder y Scully como pareja PERO siempre manteniendo el hilo de la serie...no son empalagosos, ni tienen una relación fácil, ni normal...si fuera sí, no tendría gracia...no???

Me inspiré escuchando la canción "Ojos Así" de Shakira, que me encantó y me dio la idea, además de todas las películas románticas en medio oriente que me encantan.

AHHH Quiero escribir muchos fanfics, pero como quiero viajar, voy ha hacer que mis personajes favoritos vayan y vivan todo aquello que en mi tortuoso subconciente, me encantaría hacer...claro, siempre y cuando encontrara a un compañero como Mulder.

AHH! se me olvidaba!!! Al principio esta historia muestra aspectos muy machistas que no necesariamente son así en Medio Oriente. Yo no conozco esas tierras, pero más adelante en la historia se va a mostrar otra perpectiva. Las cosas malas que hacen los personajes que yo cree, las hacen porque son malos. nada más!!! Obvio.

Desierto Rojo (Red Dessert) I Parte

5 de enero del 2000

Edificio Central del FBI

Washington D.C.

12:30 PM

-¡¡ A dónde!! fue todo lo que Scully pudo decir.

- Arabia, en medio oriente, Scully- repitió Mulder sin levantar la vista del expediente que estaba leyendo.

Scully miró a Mulder con esa mirada que dice "te mataría si no te quisiera tanto", mientras involuntariamente mordía su labio inferior... estaba realmente furiosa.

Mulder, que seguía mirando el expediente. No necesitaba o no quería levantar los ojos, para saber que Scully quería asesinarlo.

- Mulder, son los primeros días de enero del 2000, no pasé el año nuevo con mi familia por el caso de los muertos vivientes. Esperaba viajar hoy día a San Diego, pero me dices que no puedo porque tengo que apompañarte a buscar a un fantasma asesino en Arabia???!!!- dijo Scully furiosa, tratando de contenerse, mientras abria sus ojos azules a tal tamaño, que parecía una ventana al océano, claro, un océno en tormenta.

Mulder, sin mirarla dijo - Yo no lo habría dicho mejor- mientras volteaba indiferente a ella, la hoja que estaba leyendo.

Scully, no sabía que hacer "si le disparo, no podría alegar defensa personal, porque no es la primera vez que lo haría, además defender mi vida privada, no sería un gran argumento", pensó, mientras sus ojos se clavaban en la pared y en el cartel de "I Want To Belive" sin pestañar, "claro, quiero creer algún día podré tener vacaciones como la gente normal!!!"

Mulder notó que Scully no podía responder y por primera vez desde que ella entró como un huracán en la oficina, se atrevió a levantar la vista.

- Scully, cuando te asignaron hace 7 años aquí sabías que este trabajo sería así, resignate. Los extraterrestre, las conspiraciones y los fantasmas asesinos no esperan después de las vacaciones.

- Deberían hacerlo, el mundo sería menos complicado si todos tomaran un receso, incluso los "hombrecillos verdes", Mulder- dijo Scully suspirando levemente, resignada, mientras pensaba en cómo lo diría a Bill que no iría a su casa.

Mulder al ver cierta tristeza en su mirada, y ya sin el riesgo de recibir una bala de su querida compañera, se levantó de su silla y se acercó a ella, sujetándola de los brazos.

- Considera, por lo menos, que viajar al Medio Oriente a jugar a ser "Laurence de Arabia" debe ser más entretenido que ir a escuchar las aventuras marinas de tu hermano- la miró a los ojos colocando su "mirada de perrito".

"Como quiere que le diga que no con esa cara", pensó Scully mientras levantaba la vista del suelo, lo miraba directo a los ojos y sonreía levemente.

Soltándola, Mulder volvió a sus papeles y a su silla- te pasaré a buscar a las 6, el avión parte a las 7:30- y se sentó, sin prestarle aparentemente mayor atención.

- Supongo que no tendré que empacar mi impermeables-dijo Scully, mientras volteaba y salía de la oficina.

Cuando Scully cerró la puerta tras de si, Mulder miró hacia ella y sonrió "Tu eres mi uno en un billón", pensó y se colocó las gafas.

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Camino al aeropuerto internacional de Washington D.C.

6:20 PM

-Bill, lo siento pero es mi trabajo...-dijo Scully por su celular mientras miraba al techo del auto "Maldición Mulder por hacerme pelear con mi hermano!".

- No, escucha tu niña malcriada, toda la familia está aquí, tu trabajo puede esperar, la familia es lo priemero!!!

- Bill, mamá me entendió perfectamente, por qué tu no intentas comprenderme. Debo ir, es un caso importante...-Scully suspiró mientras su hermano seguía quejándose por el otro lado de la línea. Scully miró a Mulder, quién no hacía ningún gesto, pero ella, que lo conocía mejor que a ella misma, sabía que por dentro se moría de la risa.

- Sí Bill, Mulder va conmigo...- fue lo que dijo Scully y tuvo separó su celular de su oído para que Mulder escuchara.

- AHHHHHHH los sabía!!! ese compañero tuyo siempre tiene la culpa, por que te tiene tan dominada, tu siempre te has jactado de ser indepeniente, pero ese hombre es una muy mala influencia para ti, no sé como dejan entrar semejante pelmazo al FBI!!!- gritó Bill por el teléfono, entonces Mulder, sin soltar el volante ni mirar hacia el frente, tomó el celular de Scully.

- Hola Bill, habla el pelmazo. No te preocupes por tu hermana, es mucho más independiente que tu y yo juntos y en 7 años todavía no logro influír en ella tanto como para que me acompañe al cine a ver una película triple-x, pero verás, quizás ahora tengo más suerte...adiós.- y le cortó.

Sin dejar de conducir ni inmutarse, Mulder, le pasó el celular a una Scully con lo ojos desorbitados y la boca abierta.

- Mejor desconéctalo, porque tu hermano es capaz de golpearme a través de la línea-dijo Mulder

Scully tomó el celular y lo desconectó mientras Mulder estacionaba el auto en el aeropuerto y bajaba a sacar las maletas. De pronto escuchó una enorme carcajada salir del auto.

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Camino a La Meca

Scully no había parado de reír desde que salió del auto y luego en el avión, continuó haciéndolo hasta que el avión despegó.

- No puedo creer lo que le dijiste a mi hermano, Mulder. Va a querer matarme una vez que regresemos de Arabia...- y continuaba riéndo.

- Al que va a matar es a mí, si logra encontrarme primero. Vas a tener que avisarme cuando vaya a visitarte para escondeme con los pistoleros.- Dijo Mulder mientras reía junto a Scully que casi lloraba.

Los pasajeros del avión miraban a la pareja que reía a carcajadas. Scully miró a una señora que la observaba como si ella fuera una loca e intentó calmarse.

- ummm, lo siento- y se pasó la mano por sus ojos mojados, intentando secarlos, aún riendo levemente.

- AHHH, Mulder, eres un rebelde incorregible...-dijo Scully tratando de controlar su respiración.

- Gracias Scully, ahora soy tenebroso, rebelde e incorregible...-dijo Mulder apoyando su cabeza en su asiento.

- Además de paranoico, excéntrico, fanático de las películas porno...

- Gracias por la ayuda, Scully.- Mulder la miró a su lado y ella le devolvió la mirada.

- Pero no eres tan malo, Mulder tienes algunas cosas buenas... por ejemplo, eres mi mejor amigo- dijo Scully seriamente, conociendo lo sensible que era en el fondo su compañero.

Mulder la miró agradecido.

- Además besas bastante bien.- agregó Scully con picardía mientras bajaba la mirada.

Mulder se confundió por un momento "¿que beso bien? ¿pero cuándo? AHHH sí, año nuevo".

Scully notó que lo que acababa se hacer la había comprometido, aclaró su garganta un tanto nerviosa y se sentó derecha en su asiento.

- Bueno Mulder, como será esta investigación?. Skinner no me dijo que metodología se aplicaría en este caso. Dijo que tu sabrías que hacer.

- La verdad es que es ciero, Scully. No quise que Skinner supiera cómo realizaríamos esta investigación, porque no creo que estaría muy de acuerdo con mis métodos..- dijo Mulder mientras cambiaba el gesto de su cara, tratando de parecer indiferente.

- ¿Qué planeaste ahora, Mulder?- dijo Scully intrigada por la actitud de su compañero. Sabía que no se mormaba generalmente por la reglas y también sabía que ella, desde que lo conocía, tampoco lo hacía con mucha frecuencia. "Dios! Bill tenía razón, cuán influenciable eres Mulder..." pensó mientras esperaba una respuesta.

- Bueno Scully, sólo te recordaré algo...¿recuerdas los cántaros de Arcadia?- dijo Mulder mirándo distraídamente sus zapatos.

- Arcadia??? OH No! Otra misión encubiertos??- dijo Scully apoyándose en su asiento "pero esta vez yo elegiré el nombre...no más Peetrie".

- Bueno, no es taaan exacto como en esa misión. En aquella simulamos estar casados...

- y...- dijo Scully intrigada.

- Bueno, ahora precisamente no simularemos estar casados...- dijo Mulder recordándo para sí mismo colocar pronto su "puppy face"

- Qué es ahora Mulder? Acaso ahora simularé ser tu hermana?.

- No. Lo que pasa es que no simularemos estar casados Scully...he..bueno-y la miró- es que...

- que....

- Es que, por problemas de seguridad, ahora estamos casados...pero de verdad.

- ¡¡¡¡¿¿¿¿¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEE?????!!!!!! -

literalmente gritó Scully ante el asombro de los pasajeros.

- SSSSHHHH!!!... siempre pensé que ser mi esposa iba a ser un evento escandaloso- dijo Mulder tratando de calmarla, pero Scully lo miraba con una mirada de hielo y Mulder pensó "Oh! Dios, menos mal que las miradas no matan!"

- Lo que pasa es que si se enteraban, nos iría muy mal...

Scully, ahora tenía la cara roja

- lo siento, Scully, pero era estrictamente necesario- terminó de decir Mulder apoyándose en su asiento, mirándo hacia el frente, como si ella no estuviera a su lado.

Luego de unos minutos Scully pudo hablar.

- ¿C..Cómo lo hiciste?- preguntó

- Langly y Byers me ayudaron a entrar a los archivos del servicio civil, Frohike no quizo ayudar.

Ahí colocamos la información, ingresamos los datos suponiéndo un matrimonio realizado hace un año...y...si estás pensando que esos datos son falsificados, lo siento, pero es tan real como si lo hubiéramos hecho. No existe manera de descubrir que los datos son recientes

- Mulder esperó unos segundos, mientras Scully recupera el color normal de su cara, pero su mirada aún exigía una respueta- Pero te prometo que cuando volvamos nos divorciámos en el computador...te aseguro que Frohike nos ayudará ...- trató de decir Mulder simpáticamente, tratándo de buscar una reacción en ella, pero no lo logró.

- Scully????

Ella no respondía

- Scully??

Nada, no había reacción. Era como una estatua sentada a su lado que no lo miraba.

- Hey, Scully...contesta

- Estoy tratando de encontrar una lógica a todo esto- le dijo seriamente sin mirarlo.

Mulder se acercó a ella lentamente y le habló al oído.

- Por que esta misión no es tan simple como crees...no vamos exclusivamente a buscar "asesinos fantasmas", está misión involucra eso...y descubrir un grupo terrorita.- dijo con voz muy baja.

- Terroritas? Y eso que tiene que ver con los X Files?- preguntó ella en el mismo tono de voz que él.

- Lo que pasa, es que el FBI necesitaba una cuartada. Ya murieron tres agentes que no fueron suficientemente preparados para esto. Ellos están utilizando una antigua leyenda vengadora para atribuír las muertes que realizan. Por eso, usarán nuestra experiencia en fenómenos paranormales para que finjámos creer en que realmente estamos interesados sólo en la leyenda. Por eso es la razón de que preferí ver cada detalle...y por eso...nos...casamos.

- Y qué se supone que voy a ser...aparte de tu esposa??- dijo irónicamente.

- Vamos a utilizar nuestros títulos profesionales originales, tú serás, como lo eres,la escéptica doctora en medicina y física y yo, el crédulo psicólogo, que soy. Lo único que ocultaremos es que, además, somos agentes del FBI.

- Pero ellos podrían averiguar nuetra verdadera identidad...existen muchos medios para ello. Mulder, existen muchos "pistoleros solitarios" en el mundo.

- Ya me les adelanté. Nuestros datos fueron guardados y sacados de toda la red, los únicos antecedentes que tenemos es una detención por participar en una manifestación pro-ecológica, hace 10 años.

Scully se quedó callada "ahora esto es no es tan simple como en Arcadia...", pensó mientras se volvía a ubicar en su asiento.

- Lo siento, Scully. Preferí no decirte nada hasta ahora...

- No te preocupes Mulder, tu mismo lo dijiste, es nuestro trabajo. -dijo secamente, mirándo por la ventanilla junto a ella.

A Mulder se le apretó el estómago. Sabía que ella estaba muy molesta, y con razón, él había cambiado deliberadamente su vida, sin siquiera preguntarle, pero en su interior, él sabía que ella lo acompañaría y que confiaba en él y sus métodos. Así eran los dos.

- Scully...-fue lo único que pudo decir Mulder, porque ella lo miró fijamente. Él supo que debía callar, ella necesita tiempo.

Pasaron varios minutos en silencio. Mulder leía los expedientes del caso. Scully miraba por la ventanilla y no decía una sola palabra.

- Mulder...-volteó de pronto y lo miró con profundidad. Mulder no lo demostró, pero se estremeció de pies a cabeza

- creo que se te olvidó un pequeño detalle...- y lo miró directo a los ojos, muy seria.

-no creo que debas decirme Scully. Ni en Washington, ni en Arabia un esposo trata por el apellido a su esposa, ni siquiera tu.

Mulder sintió que todos sus músculos se relajan cuando la miró así. "Te besaría, pero me matarías...quizás después" pensó Mulder, luego sonrió

- De acuerdo, pero tu no me vas decir Fox, ni lo sueñes.

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Aeropuerto Internacional de La Meca

Arabia Saudita

6 de enero del 2000

01:12 PM.

Mulder y Scully bajaron del avión, mientras un calor insoportable les dio la bienvenida. Ellos generalmente no estaban acostumbrados a las altas temperaturas. Lo más calurosos lugares que había visitado habían sido Nuevo México o Texas. aunque Scully permaneció un tiempo en Africa, pero en la costa. Este tipo de calor, era realmente abrazador.

Scully iba vestida con un traje color crema, que de inmediato comenzó a sofocarla. Mulder iba con la chaqueta el los brazos, las mangas de la camisa dobladas, los priemros botones de la camisa azul abiertos y la corbata suelta.

- Mulder, me tragiste de luna de miel al infierno, muy propio de tí- dijo Scully colocándose la mano en la frente para tratar de ver.

- Scully esta no es nuestra luna de miel, esa se supone que fue en Hawaii y aprendimos surf- le contestó intentando que sus ojos se acostumbraran a la exesiva luminosidad del lugar.

- Tienes razón, un error imperdonable- dijo mientras caminaban hacia el empleado de extranjería.

- Bienvenidos a Arabia Saudita- les dijo el empleado- vienen por negocios o placer?

- Por negocios, pero no pierdo las esperanzas que sean por las dos cosas- dijo Mulder mientras tomaba por la cintura a Scully quien sonrió a la fuerza "Tu no sabes lo que estás diciendo, Mulder", pensó ella.

- AHH!! señores Mulder- dijo con una gran sonrisa, mientras firmaba los pasaportes- que disfruten su visita...el siguiente por favor.

Mulder y Scully salieron del aeropuerto en busca de su equipaje.

- Ahí están Scully...perdón, Dana... nuestra recepción- le dijo Mulder al oído mientras volteaban a recibir con una gran sonrisa a un hombre moreno, de unos 50 años, acompañados de una mujer de baja estatura, vestida de negro de pies a cabeza que miraba el suelo.

- Señor Mulder??- dijo el hombre con una forzada sonrisa y ojos desconfiantes.

- Sí, soy yo.

- Vengo por usted.

- Muchas Gracias, señor...??.

- Haarim- respondió el hombre mirando el piso.

- Mucho gusto. Esta es mi esposa Dana Scully- dijo Mulder, mientras Scully le extendía la mano al hombre, que miró a Mulder extrañado y luego, sin mirarla, le correspondió el saludo.

"OUPS!, creo que llegué a la cuna del machismo", pensó Scully.

- Por favor, siganme...mi señor los espera en su casa- terminó Haarim, mientras la joven tomaba una de las maletas de Mulder y Haarim tomaba las otras dos. Scully se quedó parada con sus tres maletas. La jóven de negro caminaba varios pasos detrás del hombre.

Mulder la miró y ella negó con la cabeza, mientras tomaba una maleta y él las otras dos.

Haarim miró la actitud extrañado, pero no hizo comentario.

Cuando salieron del aeropuerto, Mulder y Scully siguieron a los dos personajes, mientras Haarim le hablaba en su lengua a la mujer con mucha fuerte.

- Por favor, entre al auto- Harrim le dijo a Mulder.

Él le dio paso a Scully para entrar en una limosina impresionante.

- Noo, la señora debe ir atrás- dijo el hombre, mientras señalaba un pequeño auto tras la limosina.

Ellos se miraron, luego ella desvió la mirada, para no delatar su enojo.

- lo siento, mi esposa va conmigo - y entraron al auto.

El hombre pronunció algo que ellos no entendieron y cerró la puerta tras ellos. Scully se sentía incómoda. Ninguno de los dos pronunció palabra.

Ella era perfectamente capaz de responder a esta tarea como la profesional que era, pero Mulder que la conocía bien, sabía que llegar a un lugar como ese, donde el machismo era lo más frecuente, era lo peor para ella.

El viaje duró muchas horas Mulder y Scully sabían perfectamente a donde iban: la casa de la cabeza del grupo terrorista, un hombre muy rico que vivía al estilo de un emir de las "Mil y una Noches"...un tal Reddin, que gozaba de la gran vida y que iba a ser su anfitrión.

Varias horas después y ya en pleno desierto, llegaron a un verdadero palacio oriental en medio de la nada.

Grandes columnas los recibían ante un camino pavimentado con blancas piedras pulidas. A su lado se extendían grandes jardines exóticos, con un pequeño estanque de agua cristalina. Se notaba que el palacio estaba ubicado en medio de un oasis natural.

Scully miraba junto con Mulder el gran poderío que emanaba del lugar...era realmente hermoso. La casa estaba compuesta por tres grandes edificios blancos con cúpulas circulares de color oro. Las ventanas típicas orientales tenían vidrios de colores.

- Wow!!- fue el gran cometario de Mulder.

- Esa palabra es pequeña para todo lo que es este lugar- dijo Scully mientras se bajaba del auto.

Si la fachada de la casa era impresionante, el interior estaba sacado de un cuento oriental. El oro, la plata y el mármol estaban por todas partes. Sillas antiquísimas y alfombras persas le dieron la bienvenida al entrar, junto con otra mujer vestida de negro a la cual se le veían sólo los ojos.

La mujer les indicó donde sentarse, sin modular una palabra y tres más aparecieron tras ellas trayendo bandejas llenas de jugos de frutos exóticos y dulces árabes, que se diriegieron directamente hacia Mulder

- No gracias

Los ojos de las mujeres brillaron y llevaron las bandejas hacia Scully. Ella tomó uno de los vasos de jugo y lo bebió casi sin pensar. Bebió hasta la última gota del jugo. Realmente estaba sedieta, además de que su ropa no era de lo más adecuada para semejante clima, su pelo estaba desordenado y su cara encendida por el calor.

Mulder la miraba divertido, cuando Reddin apareció. Realmente fue impactante, porque esperaban encontrar a un hombre mayor, gordo casi con turbante, pero no. Reddin era una hombre de unos 40 años, moreno, de rasgos arábicos, bastante atractivo, de mirada penetrante y gesto altivo.

- Bienvenidos a mi casa, sean bienvenidos señor y señora Mulder- dijo mientras se agachaba en un gesto cortés, inmediatamnete se levantó y le extendió la mano a Mulder y luego a Scully.

- Muchas gracias- dijo Mulder.

Cuando Reddin le extendió la mano a Scully, ella se sintió muy incómoda, porque la miró directo a los ojos, la analizó descaradamente de pies a cabeza como si ella fuera un objeto que iba a comprar.

Ella respondió cortezmente, mientras Mulder fingía no haber visto nada.

- Deben estar cansados, por qué no se refrescan. Hablaremos durante la cena- señaló Reddin sin sacarle los ojos de encima a Scully.

- Eso estaría muy bien- dijo simpáticamente Mulder, mientras sujetaba a Scully de la cintura- el viaje nos mató.

- Mujer!!!- llamó a una de las mujeres que se encontraban tras sí, que corrió a su lado

- Llévalos a su habitación y denles todo lo que pidan...está a su disposición- repitió Reddin mirando a Mulder.

- Muchas gracias.

Subieron siguiendo a la mujer de negro por la enorme escalera de mármol. Scully mirába todo "esto es increíble, pero no me gusta, no, no me gusta nada", pensó.

Llegaron a un pasillo iluminado por la luz del día y la mujer los condujo hasta la última puerta que era de madera tratada a mano. Se notaba que ningún detalle había quedado al azar.

La mujer abrió la puerta y tanto Scully como Mulder se quedaron perplejos ante la habitación, más grande que sus propios departamentos. Era blanca, decorada al más exquisito gusto árabe tradicional. Contaba con múltiples alfombras, una cama inmensa, con sábanas de seda y cobertores tejidos a mano. Un balcón enorme complementaba el lugar.

La mujer salió y dejó las maleta en la entrada de su habitación, cerrando la puerta tras de sí.

- Esto es lo más increíble que he visto en mi vida- dijo Scully recorriendo el lugar de arriba a abajo.

- Yo he visto cosas más impresionantes...pero no humanas. Esto definitivamente se lleva el premio a las cosas humanas más impactantes- dijo Mulder desde la entrada.

- Bueno..y que te pareció nuestro anfitrión?- preguntó Scully sin dejar de mirar el techo que tenía pinturas a mano.

- Creo que ahora querrá algo más que darnos información sobre la leyenda- contestó mientras desempacaba.

Ese comentario provocó escalofríos en Scully. Él también lo había notado. No había sido su imaginación.

Mulder notó la preocupación de Scully en su cara. Pero prefirió no decir nada, no quería sonar celoso ni mucho menos, sobreprotector, pero menos que nada, no quería que ella creyera que el pensaba que ella era débil y no podía cudiarse sóla. No, eso sería lo peor que podría pasar.

- Por lo menos tiene buen gusto- dijo Mulder coquetamente.

Scully volteó y lo miró. Sonrió levemente y se sintió un poco más tranquila, pero sólo un poco.

Desempacaron, se refrescaron y cambaiaron de ropa. Scully se colocó un traje claro de tela delgada y Mulder pantalones y una camisa ligera. A pesar de eso, toda la ropa les resultaba inadecuada.

Scully se sorprendió en un momento cuando vió a Mulder recostarse en esa enorme cama "OUPS, por qué no traje la mascarlla verde???" pensó.

- Ahora no me puedes negar que si estamos casados- y repitió aquel gesto del caso en Arcadia, cuando la invitó a recostarse junto a él.

En esa ocasión, hace un año atrás, todavía no habían vivido varias cosas que habían fortalecido la amistad, el compañerismo y la atracción que sentían mutuamente.

- No, no puedo- y Scully caminó coquetamente hacia él "JA! apuesto a que no esperabas esto!".

Se sacó un zapato y luego otro, y Mulder la miraba divertido, pues en muy pocas ocasiones ella le seguía el juego.

Entonces ella se sentó a su lado y se acercó lentamente hacia él. Sinceramente Mulder pensó que lo iba a besar, incluso cerró sus ojos...entonces Scully le arrojó una almohada que había tomado secretamente con la otra mano.

- Mulder, ya te lo he dicho. En tus sueños o cuando lluevan sacos de dormir del cielo- y se paró riendo, mientras él la miraba sujetando la almohada en su cara.

"Sí, en mis sueños esta situación es muy frecuente" pensó Mulder, mientras Scully recogía sus zapatos.

- Vamos Mulder, Reddin querrá saber para qué diablos estamos en su casa- le dijo a Mulder extendiéndole la mano para que él se levantar de la cama. Él la tomó de la mano y se levantó.

- Dana...no tienes sentido del humor.- y le arrojó de vuelta la alhomada a Scully.

- Mulder...!!!- pero él sin mirarla pasó delante de ella en dirección de la puerta.

- Vamos, Reddin espera.

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El comedor era enorme...el oro cubría cuadros y figuras decorativas...gustara o no, sólo en esa habitación habían más de 10 millones de dólares.

Mulder y Scully ya refrescados y con nueva ropa se presentaron guíados por otra de esas mujeres cubiertas de pies a cabeza. Scully no lo demostraba, pero ya estaba harta de esa sumisión exesiva..pero Mulder sabía perfectamente en qué estaba pensando.

Reddin los esperaba sonriente en la cabecera de la mesa que estaba repleta de platos, comidas y bebidas. Mulder nunca había visto tanto en su vida.

- Bienvenidos a mi mesa...por favor sientanse como en su casa- le dijo Reddin mientras se sentaba en su puesto y la mujer que se encontraba a su derecha se agachó para llenar su copa de vino.

- La verdad que en casa nunca hemos tenido tanta comida- dijo Mulder sentándose a la derecha de Reddin y Scully a su izquierda

Las mujeres sirvieron la comida a Reddin a Mulder y al final...a Scully.

- Así que ustedes están interesados en la historia del principe Ohmar- y comenzó a comer.

- Sí, solemos buscar fenómenos paranormales y las leyendas locales se encuentran dentro de esta categoría. Últimamente esa leyenda en particular ha cobrado fuerza -le contestó Mulder.

- Interesante...sobre todo en estos tiempos tan escépticos, donde las leyendas ya no tienen vigencia- agregó Reddin mirándo a Scully, que miró a Mulder enfrente a ella.

- Bueno, esa es la pasión reprimida de mi esposa...su mayor gusto es colocar en evidencia mi credulidad-dijo pícaramente Mulder. Pero él sabía que eso no era verdad, sobre todo después de todo lo que habían pasado...ella ya no era aquella escéptica absoluta, lo eventos que había vivido hicieron que se cuestonara sobre en qué creer y en quien creer...y en esa ocasión declararon abiertamente algo que ambos ya sabían, desde el principio: que ella es para él su punto de apoyo, su amiga, su constante, al igual que él lo es para ella.

- Mulder, yo no hago eso - aclaró Scully, lanzándole una mirada de hielo.

- Es una broma- dijo Mulder sonriéndo.

- Sólo busco una razonable explicación a los hechos, aunque sean los más increíbles.

Por un minuto, la conversación sólo se había centrado en ellos dos. Reddin miraba con curiosidad la escena.

-Mulder?. Trata de Mulder a su esposo?- preguntó Reddin a Scully.

- El nombre de Mulder es Fox y nunca le ha gustado- contestó secamente Scully mirandolo con indiferencia.

-Curiosa costumbre -contestó él acomodándose en su asiento.

- Bueno,Reddin, usted es la persona que más sabe de esa leyenda. Nos puede dar alguna información importante? -intervino Mulder, volviéndo a la conversación original.

- Yo les puedo contar algunas generalidades, pero les puedo mostrar mi biblioteca personal, donde pueden encontrar información de toda nuestra cultura y tradiciones- contestó Reddin- La leyenda de "el cazador de ladrones" se remonta a más de 2300 años. No es muy complicado.

-El príncipe Ohmar fue un hombre que se caracterizaba por su severidad. No tenía compasión contra los ladrones, asesinos ni ningún criminal. Su reinado fue de los más detacados: orden y moral eran su principal objetivo. Cuando cumplió 30 años, se casó con su prima, una mujer sabia y hermosa que lo acompañó durante su reinado. Pero esta mujer fue su punto débil, a pesar que jamás le demostró más que su indiferencia. Él la amaba, pero nunca se lo demostró.

Existió una revuelta en el pueblo. Ohmar fue atacado en su palacio. Sus sirvientes fueron asesinados, junto con sus súbditos por bandidos extranjeros. Los bárbaros fueron a atacar a Ohmar a la propia sala de coronación, donde Ohmar esperaba pelear hasta el final. Cuando la lucha ya estaba definida y Ohmar yacía en el piso desarmado, su esposa se cruzó para evitar que lo mataran. El asesino atrezó la espada en el cuerpo de la reina y luego lo sacó. Ella cayó postrada en el suelo, ante la mirada atónita de Ohmar y su sangre se esparció tiñendo de rojo la capa del rey, pero el asesino no conforme con eso se acercó a ella y la decapitó delante de su esposo. Sólo en ese momento, los bandidos se fueron, dejando a Ohmar junto al cadáver de su mujer. Fue em ese momento cuando él hizo un pacto, el juramento de buscar a los asesinos y matarlos de la misma manera en que ellos habían asesinado a su esposa.

Los sobrevivientes de la matanza contaron generaciones tras generaciones, que vieron salir a Ohmar en su caballo negro, con su capa teñida de rojo rumbo al desierto. Pero nunca más se volvió a ver.

Fue entonces cuando nació la leyenda, porque aquellos bandidos que llegan al desierto caen decapitados por el espiritu de Ohamar que cabalga por el desierto buscando a los asesinos de su esposa.

Cuando Reddin terminó con la historia, Mulder y Scully se miraron, comunicandose con su lenguaje no verbal. Reddin agregó

- Es una historia interesante ¿no le parece Mulder?

- Mucho...tiene un alto contenido emocional y un gran mensaje en su interior- y con esto último, Mulder volvió a mirar a Scully que no había dejado de observarlo.

- Tiene toda la razón...se nota su alta capacitación. Es usted un destacado psicólogo, tengo entendido, no?

- Bueno, no se si "destacado" sea la palabra más adecuada, pero sí, soy psicólogo

- y...usted qué hace, Dana?

- Soy médico

Reddin se mostraba asombrado.

- Médico? Vaya sorpresa!. Perdón, Dana, pero por aquí no se ve muy a menudo a una mujer con profesión y mucho menos aquí, en pleno desierto. Las costumbres de las ciudades no llegan, por suerte hasta estos lugares- agregó despectivamente Reddin.

- Por suerte? -preguntó Scully enojada.

- Suerte, sí. Las mujeres de estos lugares no hacen más que servír a sus esposos y cuidar de su hogar sagradamente. No están contaminadas por...la mala influencia de la ciudad.

- Ahh! querrá decir por la cultura de un ciudad?- contestó irónicamente Scully, mientras Reddin la miraba agresivamente. No era su costumbre que una persona revatiera su posición y, mucho menos, una mujer.

- Las mujeres de mi casa son felices. Yo las cuido, las alimento y ellas me sirven agredecidas.

- Mas que agradecidas, parecen atemorizadas por su presencia- agregó Scully.

- Bueno, hay que ser servero muchas veces con ellas, es muy difícil que comprendan con palabras - Le gustaba aquella mujer de pelo rojo sentada a su lado, no era común.

Scully notó la satisfacción en su gesto y recordó su misión. No podía permitir que esto la afectara personalmente, no hasta este punto.

Mulder había observado toda la conversación en silencio. Él sabía que Scully estaba en lo correcto, también sabía que Reddin era un hombre perturbado y muy peligroso, al cual había que seguirle el juego. No se permitió entrar en la conversación, aunque lo quisiera, porque sabía que Scully era capaz de mantener su posición sin ayuda de nadie.

El aire era tenso en el comedor. Mulder y Scully comían en silencio, mientras Reddin bebía a su gusto.

Pero de pronto un grito aterrador se escuchó desde el interior de la casa. Un grito cargado de dolor. Una mujer de negro entró al comedor y casi arrodillada, pidió disculpas a Reddin, mientras le hablaba llorando.

- Ahh, no es nada, una mujer está teniendo a su hijo...nada con importancia, sigamos comiendo.

Scully observó la mirada de terror en los ojos de la mujer vestida de negro, que la miró por unos instantes. Sus ojos tenían lágrimas. Se notaba que era una mujer mayor, y con los escasos segundos que Scully sostuvo su mirada, supo que algo andaba mal.

- Qué está ocurriendo exactamente?-preguntó Scully a Reddin con firmeza.

- Aparentemente la hija de esta mujer va a morir por el parto. Nada se puede hacer. Ella es débil, no sirve para sobrevivir en este mundo.

"Este hombre debe estar enfermo, nadie en su sano juicio puede reaccionar así", pensó con furia Scully, mientras se levantaba de la silla.

- Muéstreme donde está la mujer- dijo Scully a la mujer que miró a Reddin, pidiéndo su aprobación.

Reddin levantó la cabeza afirmando la petición y la mujer sin entender qué le dijo exactamente Scully la condujo hacia una habitación interior, seguida de Mulder que la acompañaba.

- Mulder, trae de mi maleta un bolso con medicamentos antisépticos.- le dijo Scully a Mulder, mientras llegaban al lugar, pero quedaron atónitos cuando la puerta se abrió.

La mujer de negro entró hablando y sollozando palabras en su idioma, mientras Scully y Mulder miraban a su alrededor. Cerca de 100 mujeres se encontraban en una habitación muy grande. Pero no eran las mujeres de lo que convencionalmente se entiende por un "harem". Las mujeres se encontraban encerradas, atemorizadas y su edad no era superior a los 20 años. Estaban vestidas con trajes de diferentes colores, de seda y adornadas con joyas, pero sus rostros mostraban temor, angustia y resignación. Cuando Scully entró, la mirada de todos se dirigió hacia ella, que luego de la impresión de ver aquel lugar, caminó hacia una mujer que gritaba de dolor. La mujer, que en realidad era una adolescente de 16 o 17 años, estaba a punto de tener un bebé, pero no venía bien. Scully se acercó a ella y tocó su estómago.

-El bebé viene al revés- le dijo a Mulder que que ya había traído el bolso que le había pidió.

- Tengo que voltearlo...Mulder...saca un poco de cloroformo del bolso y ponla a dormir.

Mulder lo hizo, si bien el cloroformo era muy fuerte, era lo único que tenían para evitar el dolor.

Mulder se colocó en la cabeza de la adolescente y con cuidado le colocó un paño con el cloroformo. Ella se movió un poco pero luego se durmió.

La madre quizo detener a Mulder, al ver a su hija dormida, pero Scully la detuvo con un fuerte NO!.

Scully comenzó a intentar voltear al niño, mientras Mulder cuidaba que la joven no se despertara.

-Maldición!! El cordón se enrredó, no puedo voltearlo,- señaló Scully sacando sus manos- voy a tener que intervenir.- dijo Scully mirándo a Mulder.

-operarla? aquí?-preguntó Mulder mirando a su alrededor.

- Sí, aquí, no podemos moverla. Traeme unas toallas limpias, mucho algodón, agua hervida, vendas y una bolsa- le dijo a Mulder, pero Reddin que estaba observando desde la puerta, le habló a las mujeres para que consiguieran las cosas que Scully pedía.

Scully se colocó nuevos guantes, sacó sus instrumentos y ante la mirada de atónita de las mujeres que observaban, comenzó a cortar.

Realizó una intervención, una cesárea y luego de un tiempo, logró sacar la cabeza del bebé. Resultó ser una niña, y Scully se la pasó a la abuela, Después volvió a la mujer y comenzó a suturar la herida.

Las mujeres del lugar murmuraban, mientras la abuela lloraba junto a su nieta. Debieron creer que la madre había muerto, pero Scully terminó de cocer y le injectó un calmante a la madre, para que durmiera unas horas más.

Reddin estaba encantado con la escena, la fuerza y el dominio de la situación que hizo Scully, habían aumentado su interés enfermizo en ella.

Scully se levantó, e intentó tranquilizar a la abuela que lloraba desconsolada. Miró a Reddin.

-Dígale que su hija está bien, que sólo está dormida.

Él le habló en su lengua y la mujer luego se arrojó hacia Scully llorando y abrazándola con gratitud.

Scully intentó calmarla, mientras tomaba a la bebé y la lavaba. Sólo entonces se dio cuenta que Mulder la miraba con algo en sus ojos...gratitud, orgullo, y algo más.

Scully le sonrió agotada, pero muy contenta. Cuando terminó de lavar a la niña y Mulder acabó de arreglar a la madre dormida, se levantaron. Las mujeres los miraban agradecidos y Scully lo sintió. Les sonrió y le dijo a Reddin que le avisaran cuando la madre se despertara para cambiarles las vendas. Él dio la orden y la abuela agradecida, besó la mano de Mulder y de Scully. Sólo después de este gesto, pudieron salir de la habitación con una extraña pero agradable sensación.

Cuando salieron de la habitación, Mulder y Scully se encontraron con Reddin, que los esperaba en la entrada.

-Muchas gracias, Dana, por salvarle la vida a esa mujer-le dijo Reddin.

- A esa niña, querrá decir. Ella no tiene más de 16 o 17 años-le contestó Scully desafiante.

- Aquí las niñas se hacen mujeres a muy corta edad, es la tradición.

- Quisiera saber quién es el padre- preguntó Mulder con el mismo desafío en sus ojos que Scully.

- Bueno, la mayoría de los niños que nacen en mi casa, son míos- contesto Reddin, mirando a Mulder, que tenía los ojos encendidos de ira. "He podido contenerme de este tipo durante todo el día, pero es un animal" pensó, mientras pensaba seriemente en golpearlo.

Scully sintió lo mismo, pero su razón se impuso.

-Mulder, estoy cansada...vamos a dormir, por favor.- le dijo Scully tomándole la mano. Él la miró y entendió perfectamente lo que ella quería decir "No es el momento, Mulder. Ahora no".

-Tienes razón, Dana. Ha sido un largo día.

- Bueno, les deseo buenas noches. Mañana seguiremos hablando- les dijo Reddin con un gesto amable, pero ellos no se sientieron tranquilos. La actitud del terrorista había cambiado. En sus ojos se veía seguridad, quizás una nueva idea. Una muy mala idea.

- Buenas noches-dijo Mulder y subió las escaleras junto con Scully.

Caminaron por el pasillo lentamente. Ambos sabían que necesitaban tiempo para recuperarse tanto del parto, como del enfrentamiento con Reddin. Debían controlar las cosas, ellos eran los más indicados para ello. Llevaban siete años viviendo en constante peligro no sólo por sus vidas, sino también sus creencias. Pero han perdido tantas cosas, han intentado separarlos tantas veces, y lo único que lograron fue hacer indestructibles su confianza. Por eso, ellos eran los mejores, porque poseían algo único, una relación de ficción formada de cosas nuevas que superan las palabras profesionalismo, amistad, confianza, compañerismo y amor.

continuará...