-Como te fue? – pregunto una chica que traía en su capa el escudo de Slytherin

-Una sola palabra WOW, fue la mejor experiencia que he tenido, al principio pensé que lo odiaba como todos nosotros lo hacemos, bueno la mayoría pero después de lo de anoche, Harry Potter es un Dios

Las chicas se encontraban en la sala común de los Slytherin sentadas cerca de un chico de ojos gris-azules que tan solo de haber oído el nombre de su enemigo, este cambio de asiento, estando un poco más cerca de las chicas que hablaban de Potter 

-Cuidado que no te oigan jeje y como le hiciste, ayer no me lo dijiste

-Pues mira es tan sencillo como enviarle una carta solo escribiendo "oxes"

- Es todo?

-Sip le dice a la lechuza que se espera a la respuesta, el te responde y te pone la fecha  y la hora

- Y no se sintió incomodo con que tu fueras de Slytherin

-Nop no te hace preguntas, es como si tu secreto estuviera a salvo con él

-Como te enteraste?

-Lo escuche por ahí pensé que eran rumores pero cuando le mande la carta y me respondió me puse algo nerviosa

-No estaría mal intentarlo, no crees?

-Pues a mi me gustaría otra ronda, pero cuesta mucho y todavía le debo

-Y cuanto cobra?

-120 galeones

-WOW! Y pagaste eso?

-Pues a principio no sabía cuanto cobraba pero al final me lo dijo y pues con todo y pena le dije que si acaso tenía 60 galeones, pero el me dijo que no había problema que después le terminara de pagar

-A parte de lo bueno que es en la cama, también es bondadoso. De todas formas jamás pensé que el haría algo así, estará muy necesitado de dinero?

-No lo creo, parece como si el dinero no le importará y no fue tosco, al contrario fue muy cuidadoso, puede decir que fue tierno conmigo, ahhh!!

-Que suspiro, al parecer te has enamorado de el jejeje

-Ya quisiera, no te imaginas con cuantos se ha acostado

-Mas bien cuantas

-Nop cuantos

-Wow!

El chico que había estado escuchando todo, no pudo evitar el shock que en esos momentos aparecía en su rostro.

La curiosidad con un toque de indecisión lo estaba matando no sabía que hacer, enviarla o no enviarla . Si la envío y es verdad lo que dijo la mocosa, haré pasar a Potter una de sus mas grandes vergüenzas....... será divertido...... la voy a enviar, de todas formas que pierdo el no sabrá que fui yo.

Al dia siguiente ...

El Trío Maravilla se encontraba desayunando tranquilamente (¬.¬)

- Hermione cuantas veces te he dicho que nos dejes tranquilos durante el desayuno, es decir, por que traer los libros al comedor. Tenemos suficiente con tener que estudiarlos todo el día como para que no los recuerdes en los únicos momentos que tenemos de tranquilidad.

-Ya te he dicho que nos debemos preparar para nuestros exámenes y yo solo trato de ayudarlos un poco para que no les vaya tan mal Ron!

-Pero igual, hoy es Sábado tenemos la tarde para estudiar ¿por qué en estos momentos?

Los dos chicos estaban sumidos en su discusión mientras que el chico de lentes solo podía sonreír ante tal situación mientras seguía desayunando

-Ron, cuando le vas a decir – el chico de ojos verdes ya no era el mismo niño flaco de ropas holgadas, ahora era alto estaba un poco mas ancho de hombros y aunque no se notara tenia su lavadero todo gracias a los entrenamientos del Quidditch ahora el era el capitán del equipo. Sus facciones faciales también cambiaron un poco pero aún así conservaba una inocencia con algo de picardía incluida que lo hacía mas atractivo. Siendo así un chico de los mas codiciados de Hogwarts y de las suscriptoras de la  revista Corazón de Bruja.

Cuando menos se dio cuenta una lechuza se posó en sus hombros y le entregó una carta y como era de suponerse esta se espero a que le diera una respuesta. Era una de esas cartas, sin mas ni menos la abrió

"oxes"

Torre de Astronomía – esta noche – 11pm

HP

No podía faltar su firma, era mas costumbre que nada. Dobló la carta y la ató a la lechuza, esta salió volando después de que le dio un poco de pan. Harry volteó para ver a quien se dirigía pero esta salió por una de las ventanas.

-Supongo que le dieron ordenes de llevarla a otro lado, no parece que falte alguien, en fin

Mientras el chico de ojos verdes continuaba su desayuno uno de ojos gris-azulados lo observaba detenidamente, desde que la lechuza se posó en su hombro hasta que se fue.