EL QUINTO ELEGIDO

"An ro-ràdh"

Eriol estaba furioso.

Después de escuchar el relato de su mejor amigo y notar el claro estado emocional que reflejaban la expresión y los ojos desconsolados de Mei Ling, el joven inglés tenía ganas de golpear a alguien... más específicamente, a la joven japonesa causante de tantos problemas.

- "No puedo creer el atrevimiento de esa mujer" – replicaba el inglés – "debe estar muy despechada para hacer semejante estupidez... aliarse con los Yang... eso va a costarle caro".

- "Estoy casi seguro que también lo hizo para castigar de alguna manera a Sakura" – comentó Shaoran.

- "Por supuesto. Mei siempre la ha defendido y apoyado" – asintió Lung con lógica - "Y eso Kaory no lo soporta, mucho menos que Sakura corresponda a ese cariño"

- "Aunque el que para perjudicarlas haya compartido información sumamente importante y confidencial me levanta serias sospechas de su lealtad a la comunidad" – Eriol fruncía el ceño – "¿lo ha hecho por simple despecho o por qué pretende algo más?".

- "Yo estoy de acuerdo contigo" – Lung no dejaba de consolar a su novia, a la que tenía apoyada en su pecho al tiempo que acariciaba su larga cabellera – "no me gusta nada que los Yang tengan detalles significativos de la profecía. No confío en ellos".

- "La buena noticia es que con la sanción impuesta por Xiao Lang nadie más que nosotros tendrá acceso a nueva información respecto al Quinto. Si Kaory en realidad resulta ser nuestra enemiga, al menos de esta forma congelamos temporalmente sus intenciones".

- "Esto es tan perturbador. La posibilidad de que Kaory esté en nuestra contra de esta forma… jamás lo hubiera pensado".

- "Es que nunca la conociste realmente, Shaoran" – Mei Ling declaró – "esa mujer nunca ha merecido tu compañía y mucho menos tu cariño".

El aludido suspiró con resignación. Siempre estuvo consciente de la desaprobación que su prima sentía hacia su ex novia y la relación sentimental que sostenían; aunque ciertamente atribuía aquella actitud a simple recelo familiar y al hecho de que Mei Ling no consideraba a ninguna mujer digna de su primo favorito.

Por supuesto que ahora tenía serias sospechas que la joven había sido mejor que él para juzgar el carácter "noble" de Kaory.

- "Supongo que tienes razón" – aceptó el muchacho – "Kaory no es para nada la mujer que yo pensaba".

- "No te preocupes, Xiao Lang" – Eriol intentó animar – "lo importante es que ahora estás consciente y alerta de lo peligrosa que puede ser. Me parece que lo mejor es que empieces el papeleo y pases la orden oficial que sanciona a los Narazaki" - miró a Lung - "y tú deberías hacer lo mismo, amigo, y extender tu propia desaprobación oficial en contra del clan de la arpía".

Bastó que Shaoran les dirigiera una mirada a los secretarios, que aún se encontraban en la oficina, pero que habían tomado un papel discreto a un lado mientras sus señores discutían lo ocurrido, para que ambos eficientemente se retiraran a empezar la tarea.

- "Por cierto, Sakura y Tomoyo están aquí" - comentó el joven inglés - "las dejé en la sala de espera más cercana a tu oficina".

- "Claro, Sakura tenía una clase hoy y acordamos irnos juntos una vez terminara mi asunto con Kaory" - Shaoran asintió.

- "Pensé que Tomoyo y yo podíamos hacerle compañía mientras tanto" – Eriol asintió – "iré por ellas" –abandonó la oficina esperando no encontrar a las jóvenes demasiado inquietas con los gritos que seguramente escucharon de Mei Ling desde la salita.


Sakura se retorcía las manos con nerviosismo.

- "¿Estás completamente segura?" – ya había perdido la cuenta de las veces que había hecho la pregunta.

Tomoyo tomaba otro sobro a su vaso con agua con un suspiro.

- "Completamente. Como te decía, su cabello y sus ojos no son los mismos, pero reconocería esa voz en cualquier lado... aún sueño con ese tono de absoluto desprecio que utilizó con nosotras".

- "¿Pero por qué?" – expresó incrédula – "¿qué razones tiene para hacernos esto?, porque no solamente fuiste tú su blanco, también secuestró a Mei Ling".

- "Según ella, Mei Ling se encontraba en otro tipo de condiciones pues sus cómplices se encargaban de su aislamiento".

- "Sí. Mei Ling mencionó que ni siquiera la lastimaron.. a diferencia de ti" – Sakura observó a su hermana con tristeza – "¿cómo pudo hacerlo?, ¿cómo se atrevió?" – la congoja de la Card Captor empezaba rápidamente a convertirse en indignación – "se supone que es aliada de Shaoran y lo que ha hecho es una provocación directa contra su clan y también contra mi familia. Sus acciones son imperdonables y sin duda serán suficientes para iniciar una investigación que le haga pagar por lo que te hizo" – terminó sofocada.

Tomoyo parpadeó un poco desconcertada. No recordaba la última vez que había visto a Sakura tan genuinamente molesta. Su hermana era tan dulce e inocente que sus enfados con Touya o con Kero –quienes eran con los que más sufría altercados ya fuera por defender a Shaoran o por bromas en su contra señalando sus despistes- carecían de legítimo disgusto, por lo que ahora, observar su ceño fruncido y esa chispa verde de rencor en sus ojos era realmente perturbador.

- "¿Crees que eso sea necesario?" – dudó la de ojos azules.

Sakura la miró incrédula.

- "¡Por supuesto!, no puedo arriesgarme a que vuelva a hacerte daño" – declaró segura – "hasta hoy empiezo a creer que Mei Ling nunca exageró en su profundo desagrado y falta de confianza hacia ella".

- "Sí, a mí también ya me había exteriorizado sus razones para odiarla, aunque nunca pensé que sus acciones podrían llegar a estos extremos".

- "Yo tampoco" - admitió la ex Card Captor - "Shaoran se pondrá furioso".

- "Al igual que Eriol. Cuando hablamos en París de mi secuestro no vaciló en asegurarme que la revancha era lo que más deseaba y que no dudaría en reclamarla una vez conociera la identidad de nuestros captores".

- "¿Por qué lo hizo?" – volvió a reflexionar Sakura – "¿tanto nos odia a Shaoran y a mí?".

- "Me parece que es un poco más complicado que eso" – Tomoyo señaló – "recuerda que hubo más personas involucradas en nuestro secuestro y por las condiciones en las que Mei Ling cuenta que estuvo, probablemente las intenciones que tenían para retenerla eran un poco diferentes".

- "Todo es tan extraño. Si es verdad que no actuó sola, ¿pertenecen sus aliados a otro clan o son independientes al círculo mágico?".

La estudiante de diseño se encogió de hombros.

- "Ni siquiera sus intenciones están claras. Lo único que me aseguró antes de torturarme era que no pretendían asesinar a Mei Ling o a mí".

Sakura sintió de nuevo la punzada del enfado y sobreprotección.

- "No volverá a hacerte daño, Tomoyo" – le aseguró con ojos verdes determinados.

Su hermana le agradeció con una mirada llena de cariño antes de que la joven castaña volviera a cuestionar.

- "¿Crees que deberíamos esperar un poco antes de contarle esto a Shaoran y los demás?" - Sakura tenía presente que aún no recibían noticias de lo que había pasado en la oficina de su novio luego del escándalo que escucharon - "quizás el altercado que tuvieron tiene alguna relación con el secuestro".

- "No lo sé." – la joven dudó – "La señorita Narazaki lucía molesta cuando nos vio, pero no parecía sentirse amenazada y no creo que fuera capaz de abandonar la oficina de Shaoran con tranquilidad de haberse descubierto lo que nos hizo".

En medio de la discusión, sopesando diferentes posibilidades, Eriol interrumpió en la sala con una expresión seria.

- "¡Eriol!" – Sakura se apresuró a llamar su atención – "¿qué ha pasado?, escuchamos gritos y reconocimos la voz de Mei Ling" – repuso con aprensión – "y unos minutos después nos encontramos con la señorita Narazaki quién no estaba muy contenta de vernos".

El joven inglés volvió su atención hacia Tomoyo, quien sostenía con fuerza un vaso con agua y tenía una expresión pálida e igual de aprensiva que su hermana. Frunció el ceño cuando una idea para nada placentera cruzó por su cabeza.

- "¿Acaso les hizo algo?" – dudó– "¿se atrevió a agredirlas?".

Sakura titubeó pues el reflejo inmediato de aclarar que, si bien no las había agredido en ese momento, su hermana había sido víctima de maltrato - "No nos ha hecho nada" – la Maestra de las Cartas se apresuró a aclarar – "es solo que nos preocupó lo que escuchamos".

El joven inglés las contempló un poco más analizando su reacción antes de responder.

- "Hay una situación... difícil.. que Kaory ha provocado y que perjudica mucho a Mei Ling" – comentó con cautela – "además de crearnos serias dudas de su lealtad al Concilio".

- "¿Qué ha pasado, Eriol?" – Tomoyo repuso preocupada – "¿cómo está Mei Ling?".

- "No muy bien. De hecho, está muy alterada. Lung y Shaoran están ahora mismo intentando consolarla" – la aprensión de las muchachas creció ante sus palabras – "acompáñenme a la oficina. Shaoran y yo les explicaremos la situación".

El joven inglés hizo una seña con la mano permitiendo que las hermanas se adelantaran. Sakura fue la primera en apresurarse y con Tomoyo unos pasos detrás, Eriol aprovechó para retenerla con delicadeza tomando su mano.

- "¿De verdad estás bien?" – susurró el muchacho con clara inquietud – "estás muy pálida".

Ella intentó sonreír – "Tan solo nos perturbó el escándalo" – para darle más seguridad a sus palabras entrelazó sus dedos con los de él en una suave caricia – "No te preocupes".

A pesar de no estar del todo convencido, de momento, el británico decidió abandonar el interrogatorio, besando los dedos de Tomoyo con reverencia antes de emprender de nuevo el camino.


La pequeña Yui rio divertida cuando Spinel estornudó ruidosamente en ese instante y Kero aprovechó para empujarle del cojín con rapidez y comerse el dulce de un bocado. El muñeco de felpa cayó de cabeza y entonces miró con enfado al causante de su caída...

- "¡Lo hiciste otra vez!" – gritó mientras el otro seguía atascándose de golosinas - "¡me apartas para quitarme algo que sabes que no puedo comer!".

- "¡Yo solo intento ayudarte!" – le contestó - "todos sabemos que puede pasar si te comes algo dulce".

- "Sí, claro" – murmuró Spinel reincorporándose y volando hasta los papeles y fotografías que estaba examinando frente a los postres antes de que el guardián lo atacara - "Entonces, pequeña Yui, ¿dices que Yi Jie Li es familiar de Clow?" - volvió su atención a la niña.

- "A veces le dice primo" - reflexionó ella en un gesto pensativo - "por eso es que le dije al novio de Sakurita que eran familia".

- "Entiendo. Y dices que ese joven, que se parece mucho a Li, discutía con Clow que debían proteger al Quinto Elegido?".

- "Sí. Él dice que no es justo que encierren a una persona inocente, que no ha hecho nada" - agregó alzando una manita - "y yo estoy de acuerdo porque mi hermanita Tomoyo me explicó que no es justo condenar a la gente por algo que no han hecho o por las circunstancias de su nacimiento" - recitó orgullosa la explicación de la diseñadora.

Spinel sonrió ante la inocencia de la niña.

- "¿Y qué hay de él?" - señaló la foto de Yasuhiro Ota, la mano derecha de Sonomi - "la última vez que discutimos sobre él dijiste que era amigo de Clow".

- "Mmmh, sí, pero él también es muy necio y piensa que las reglas deben seguirse siempre" - replicó con un puchero - "y en mi último sueño, estaba peleándose con el muchacho que se parece mucho a Shaoran".

- "¿Recuerdas lo que discutían?".

- "No muy bien.." - hizo un esfuerzo por recordar - "pero también era sobre reglas que le debían a un Concilio y significados de runas o algo así" - arrugó la nariz pues no tenía idea de lo que "runas" eran.

El gato negro volvió a asentir. Hasta hace muy poco descubrieron que Yasuhiro Ota tenía una conexión directa con el otro amigo de Clow que respondía al nombre de Zhuo Atiya, y el grupo de hechiceros estaba casi seguro que Ota era la reencarnación de ese hombre.

- "¿Y en tus sueños, de los personajes que ya conoces, has podido reconocer el brillo de la "persona buena" que va a ayudarnos?".

- No. Cuando sueño con ellos no puedo ver su color como cuando pienso en ellos mientras veo los dibujos del papel que brilla" - replicó, refiriéndose al pergamino que contenía la profecía.

Spinel cruzó sus patitas con expresión pensativa. Ya que los sueños de la hermana menor de Sakura parecían ser puros recuerdos, era claro que no se comparaban a las visiones inyectadas con magia canalizada que producía junto al pergamino. Interpretando las situaciones en las que podía ver a los involucrados en la profecía, era fácil adivinar que ella solo pudiera distinguir el color de energía que poseían los aliados, con la ayuda del pergamino.

La sesión que tenía con Yui estaba resultando ser bastante productiva. Aprovechando los datos que su amo y el joven Li habían recabado sobre sus vidas pasadas y las recopilaciones de los sueños y visiones obtenidos en cada sesión practicada por el grupo, Eriol le había propuesto tener una charla con la menor de los Kinomoto y junto a Kero, discutir todo lo que pudieran sobre los hechos y las observaciones que la niña podía hacer respecto a los involucrados.

Claro que cuando el inglés comentó que esta era una buena tarea para los peluches ya que ellos podían hablar con Yui a un mismo nivel, provocó que a Kero le saltara una vena en la frente, enfadado por lo que el comentario implicaba. Aunque claro que Spinel entendía a lo que su amo se refería pues la inteligencia emocional de una niña de 5 años se sentiría mucho más relajada hablando con la figura de los peluches que ella tanto adoraba.

Observando al guardián que seguía atascándose de dulces, suspiró resignado al hecho que Kerberos no parecía tomarse nada en serio.

- "¿Puedes decirme si has podido descubrir lo que esta persona, Hao Feng, ¿aún no quiere contarle a sus amigos?" - volvió su atención a Yui, señalando la foto de Lung, quien era la rencarnación de Feng.

- "No. Pero sí está muy preocupado y no deja de decir que "una traición así no va a perdonarla el Concilio" y luego se pone muy triste porque él quiere mucho a esa chica que le ocultó la verdad".

- "¿Que chica?" - se sorprendió Spinel.

- "No sé aún quién es" - repasó todas las fotografías que le mostró el guardián - "Pero él siempre repite lo mismo y se preocupa mucho por sus amigos".

- "¡Debe ser que ninguno del grupo ha podido ver a esa joven misteriosa aún, por eso Yui no la reconoce!"– Kero comentó entusiasmado entre bocado y bocado.

- "Finalmente te dignas a opinar" – replicó el gato negro con enfado - "pensé que nuestra conversación no te importaba para nada".

- "No seas bobo, Spi, por supuesto que un majestuoso guardián como yo se toma su trabajo en serio".

- "Pues no lo parece, cuando te has dedicado simplemente a comer dulces desde que empezamos a hablar" – razonó el guardián de Eriol.

- "¡Que exagerado eres!" – replicó – "no tiene nada de malo darse algunos gustos aun trabajando" – rió.

- "Eres un glotón" – declaró Spinel.

- "¡Ya Yui nos ha dicho todo lo que ha podido!" – repuso ofendido por el tono del gato negro – "ya no vale la pena darle vueltas a lo mismo".

Spinel suspiró cuando la niña sonreía ante su pelea y empezó a acariciar su cabecita con suavidad – "No se puede tomar todo a la ligera" - dijo bajito.

- "¡Vamos, Spi!" – Kero voló hasta quedar frente a él – "¿por qué no nos tomamos un descanso y estrenamos ese videojuego que la dulce Tomoyo me trajo ayer?, ¡esta vez voy a vencerte!" - declaró, alzando una patita al cielo.

Spinel volvió a suspirar, aceptando la atención perdida cuando Yui también saltó entusiasmada y se declaró jueza de la contienda que Kero pretendía.

Aparentemente, por el resto de la tarde, el grupo no hablaría más de recuerdos del pasado o encarnaciones con un futuro incierto.


Mei Ling apenas y contuvo las ganas de gritarle a su amiga que sus argumentos no tenían sentido. En cambio, preguntó lo más serenamente posible - "¿No estarás hablando en serio?".

- "Por supuesto que sí" - suspiró pensativamente - "Shaoran ha estado más ocupado que de costumbre y se rehúsa a compartir detalles conmigo sobre el tema de la señorita Narazaki" - continuó - "seguro piensa que soy en gran parte responsable de tu situación".

- "¡Deja de repetir eso!, las acciones de esa arpía no son para nada tu responsabilidad, ella simplemente nos odia y haría cualquier cosa para perjudicarnos" - protestó Mei Ling.

- "Puede ser, pero quizás si no hubiera estado de acuerdo con la sanción cuando Shaoran me lo explicó, ella no hubiera pensado que mí proceder no era más que la queja de una chica ridícula..".

- "Una chica que se respeta a sí misma, Sakura.. ¿tiene eso algo de malo?, además, ella te insultó, lo más natural era que compartieras con Xiao Lang tu sentir y aun si él no hubiera decidido tomar medidas en su contra, nada la detendría a seguir fastidiándonos, a entrometerse en nuestros asuntos para dañarnos de alguna manera".

- "Pero Shaoran debe pensar que..."

- "Deja de sacar conclusiones precipitadas, amiga" –sonrió la joven china- "justamente estaba reflexionando que no ibas a tomarte muy bien esta pequeña reclusión que ha mostrado Shaoran, y quise venir a verte bajo la sospecha que estarías pensando algo como esto. Él no te hace responsable de nada... al contrario, está furioso, pero consigo mismo".

- "¿Cómo?"

- "Se siente terriblemente mal por no haber podido protegernos a ambas de las acciones de esa bruja, porque piensa que su negligencia al no recordar que el Clan de Kaory tenía acceso al protocolo cerrado es lo que nos ha colocado en esta situación. Después de todo, una vez creyó en las buenas intenciones de ella. Es por eso que ha estado más ocupado que de costumbre, ha pasado encerrado en su habitación estos dos días, definitivamente preparando algo muy serio. Lo asumo ya que Wei ha estado llevando y trayendo libros de magia.. incluso Lung está diciendo que al paso que van la habitación de Shaoran podría ser una sucursal de la librería más grande de Tokio".

Ambas rieron con un poco más de soltura.

- "Ya no te culpes más, por favor" - pidió con convicción - "no le permitas ganar más terreno a esa horrible mujer… ahora es cuando debemos estar más unidos que nunca".

- "¿Y qué hay de ti?" - dudó todavía con un poco de aprensión.

- "Yo tengo el apoyo total de mi primo, su novia, mi prometido y su otro mejor amigo para que esa arpía no vuelva nunca más a sorprendernos" - aceptó con una sonrisa - "así que no más dudas ¿de acuerdo?".

Sakura asintió. Mei Ling tenía razón, no iba permitir más que la conspiración de Kaory le quitara la paz. Por su familia y sus amigos, estaría alerta para protegerlos de cualquier cosa que los amenazara.

Tomoyo ingresó en ese instante con una bandeja de té sonriéndoles a ambas.

- "Me alegra haber calculado perfectamente la resolución de su discusión" - asumió por la expresión de ambas.

- "Por supuesto. Supongo que ahora podemos pasar a un tema más interesante como tu nuevo romance con Eriol y tu incursión en el Concilio" – tomó la taza de té con completa picardía.

Sakura apenas y contenía las risitas de complicidad.

- "¿Qué?" - claramente el comentario la tomó desprevenida - "¿dónde escuchaste eso?".

- "Oh, algunos de los ancianos con lo que charlaste en la sede del Concilio no pudieron evitar comentarle a Shaoran y a Lung lo encantados que quedaron por conocerte, además que cuando los muchachos empezaron a provocar a Eriol con sus bromas, este no negó absolutamente nada, más bien lucía complacido y con la más grande sonrisa que le he visto jamás" – continuó ante el sonrojo de su amiga – "ciertamente todos conocíamos los rumores que la prensa había fabricado sobre ustedes y el tipo de relación que sostenían, pero cuando ambos aclararon que el asunto no era más que un malentendido, el tema quedó en el olvido" – se encogió de hombros – "así que comprenderás que enterarme de esta forma ha sido toda una sorpresa, sobre todo porque nunca diste señales de estar enamorada de él".

- "Sí, bien... nuestra situación sentimental aún no está del todo definida. Y la verdad es que por mucho tiempo intenté convencerme de que lo mejor era ignorar mis sentimientos y conservar la amistad de Eriol, por eso mismo es que nunca hablé de esto con nadie".

- "¿Ni siquiera con Sakura?" – se extrañó la joven china cuando la aludida asintió – "debió ser muy difícil para ti, Tomoyo. Aunque por el comportamiento de Eriol me cuesta mucho imaginar que hayan tenido alguna dificultad para confesar sus sentimientos".

- "Es complicado" – suspiró la de ojos azules.

- "Tenemos tiempo de sobra para discutirlo" – Mei Ling sonrió con ternura – "muero por saberlo todo".

La hija de Sonomi empezó su relato provocando en la joven china sorpresa, risas y simpatía a medida que ahondaba en detalles. Mei Ling, por otro lado, olvidándose de sus propios problemas y desde el fondo de su corazón, agradecía poder compartir como una chica normal, la aventura romántica de sus amigos.


La guardiana estaba irritada.

Cuando Yukito propuso un paseo por su parque favorito jamás pensó que Yue aprovecharía la situación y una de las zonas más desiertas del lugar para hacerse presente y obligarla a hablar.

Ingenuamente, había creído que en su última conversación con el ángel había quedado claro que ella no deseaba verlo hasta que un poco de empatía y sensatez entraran en su cabezota.

- "No puedes hacer esto cada vez que se te antoje ¿sabes?" - reclamó más que molesta.

- "Yukito no tiene opción" - aclaró con tranquilidad - "si necesito hacerme presente debe permitirlo".

- "Conveniente" - susurró con amargo sarcasmo - "¿para que necesitas con tanta urgencia aparecerte por aquí?"

Yue ni se inmutó.

- "Pienso que ya ha pasado un tiempo prudencial para que intentemos aclarar las cosas".

Sin haber transcurrido siquiera un minuto en su presencia, ella se sentía a punto de explotar.

- "¿Acaso deseas hablar sobre el argumento Yue-Yukito?" – el ángel no respondió, dándole a Nakuru la pauta – "entonces no tenemos nada que aclarar. La última vez que nos vimos te dije que únicamente bajo ese tema estaba dispuesta a discutir contigo".

- "Tenemos otras responsabilidades que...".

- "No tenemos ninguna obligación con nuestros dueños que requiera que interactuemos" – le cortó frunciendo el ceño – "así que no entiendo tu insistencia".

- "¿Pero sí te parece razonable exigirme enfrentar una situación con la que no me siento cómodo?"

Él repuso sin ningún tono en particular. Ella se indignó.

- "¿Qué quieres decir con eso?... yo estoy dándote tiempo y espacio sobre todo por las desastrosas últimas dos discusiones que tuvimos respecto al tema. Y si mi decisión de no verte te afecta tanto como para sentirte presionado es tu problema".

- "El que rechaces mi presencia a menos que decida tocar el tema de que Yukito y yo somos uno solo, crea una imposición".

- "Mis palabras no te obligan a nada, jamás dije que debías hacerlo".

- "Está implícito, no necesitas expresarlo".

- "Yo puedo manifestar mi descontento y tú, tal cual lo has hecho, puedes decidir ignorarlo y continuar con tu vida" – en sus ojos brillaba el disgusto – "si como bien dices estás firme en conocer el papel que juegas en la vida de Yukito como su verdadera identidad, no debería importarte lo que yo diga, no tendrías por qué sentirte obligado a nada".

- "¿Debo aceptar entonces que no quieras verme?" - dijo abruptamente, pero sin cambiar de expresión - "¿indefinidamente?".

- "Te lo vuelo a repetir, no veo porque eso debe importarte cuando claramente no tienes intenciones de reconocer nada. Lo único que te importa es continuar con la vida de un guardián donde la seguridad de tu dueña y su familia es la prioridad ¿no?".

El silencio los envolvió un instante antes de que el ángel volviera a hablar.

- "Tienes razón, no hay otra cosa más importante para mí que Sakura y sus seres queridos" - declaró, logrando que la joven parpadeara con asombro - "por lo que esta discusión no tiene sentido".

Sin decir más, sus alas se extendieron abruptamente para dar paso a un consternado Yukito.

La top model se sintió derrotada de pronto y el sentimiento debió haberse reflejado perfectamente en su rostro pues el maestro no tardó ni tres segundos en llegar a su lado para tomar sus manos en un gesto suplicante.

- "Lo siento tanto" - susurró él - "tan solo tiene miedo de reconocer la verdad, por eso se comporta de esta forma".

- "Ya no estoy tan segura de eso" – ella no alzó la mirada – "Yue es parte de ti... hay una parte de ti que me rechaza y.."

- "¡No!" – el maestro la interrumpió de inmediato – "yo te amo, Nakuru" – repuso con convicción - "por favor, no dudes de lo que siento por ti".

- "¿Cómo puedo evitar la duda cuando él claramente no está dispuesto a aceptarme, no está dispuesto a creer que sus emociones son las mismas que las tuyas?".

- "Tienes que darle un poco más de tiempo" – pidió casi con desesperación – "su vida era muy diferente antes de encontrar a Sakura, y ahora, albergar sentimientos tan fuertes por otros que no sean sus dueños, es conflictivo para él".

- "Realmente empiezo a creer que nunca estará listo" – volvió a suspirar con tristeza – "¿podrías llevarme a casa?.. ya no tengo ánimos de completar el paseo".

Sin darle oportunidad de convencerla, la modelo empezó a regresar sobre sus pasos, dejando a un consternado Yukito en el camino.


Kaho no había pasado demasiado tiempo esperando frente al templo, cuando Touya estaba llamándola para avisar que llegaría unos minutos tarde al encuentro.

El grupo de hechiceros había acordado tener un espacio aislado de sus hogares para su próxima reunión, tomando en cuenta que necesitaban practicar un poco de magia avanzada y preferían la privacidad que el templo de Kaho podía brindarles. La maestra estuvo de acuerdo y, advirtiendo la necesidad de hacer algunas preparaciones previas, decidió empezar esa misma tarde antes de recibir al grupo en unos días.

Y por supuesto que esto llevó a Touya a ofrecer su compañía.

- "Por tu tono imagino que a los socios no les hizo ninguna gracia las nuevas políticas que quieres implementar" – comentó ella.

- "Para nada" – en su voz se podía percibir su irritación – "mi madre y yo tuvimos que lidiar un par de horas con ellos, explicándoles con puntos y comas los beneficios que podríamos obtener con la implementación".

- "A pesar de su actitud supongo que debemos reconocer su perseverante terquedad" – Kaho repuso divertida – "llevan años intentando mantener su desacuerdo con tu madre, me parece que aún no han podido superar que Sonomi se quedara al frente del negocio después de que su primer esposo murió".

- "Nunca les gustó que ellos fueran dueños de más del cincuenta por ciento de la compañía"

- "Claro, y después de la tragedia, pensaron que Sonomi les vendería sus acciones para finalmente tomar el control de las decisiones." – completó Kaho, agregando con una sonrisa – "Y ahora no solamente están como al principio, sino que el hijo de la dueña les hace la vida más difícil al apoyar a su madre".

El moreno gruñó otra queja por lo bajo antes de confirmarle que estaba por entrar a la ciudad. La maestra entendió la despedida y asintió terminando la llamada con un "te estaré esperando" y una sonrisa antes de disponerse a entrar al templo.

- "¿No te habrá dejado plantada verdad?".

Ella se detuvo en seco al reconocer al dueño de aquel tono burlón.

- "Que casualidad encontrarnos por aquí" – replicó con una sonrisa satisfecha cuando la maestra se dio la vuelta para enfrentarlo - "¿Cómo te encuentras esta tarde, querida Kaho?".

- "¿Lao?" - repuso con una sorpresa que le dio escalofríos - "¿qué haces aquí?

- "Paseaba por Tomoeda, más específicamente por tu templo y al verte pensé que esta era una excelente oportunidad para retomar la charla que te prometí la última vez que nos vimos" - empezó a caminar hacia ella.

- "Lao, esto ya es demasiado" - Kaho alzó la mano en una clara señal para detener su acercamiento, al mismo tiempo que ella retrocedía dos pasos - "es claro que no es ninguna casualidad que te encuentres aquí, ¿me has estado siguiendo desde esta mañana?" - dudó horrorizada ante la posibilidad.

- "Es un templo muy bonito" - comentó el chino ignorando la pregunta - "recuerdo que me comentaste que pertenecía a tu familia. ¿Acaso se acerca alguna festividad? imagino que esa es la razón por la que te encuentras aquí".

- "Te pido de la manera más amable que te retires, Lao. Creo que ya he dejado lo suficientemente claro que no tengo ningún interés en ti y nunca lo tendré" - repuso con seriedad - "Touya no tardará en llegar y deseo evitar un encuentro desagradable entre ustedes. Como has comprobado, mi novio no tiene la misma paciencia que yo y no va a tolerar una falta de respeto más de tu parte".

- "Me halaga que te preocupes por mi seguridad" – colocó una mano en el corazón sin abandonar su sonrisa - "pero no tienes por qué inquietarte, si Kinomoto quiere arreglar este asunto a golpes, yo no tengo ningún problema".

- "Por supuesto que no quisiera que Touya resultara lastimado por defenderme, pero tu comportamiento ya es sencillamente inapropiado, Lao" – ella intentó razonar, dejando claro quién era su prioridad – "estás acosándome y pretendes tener una conversación conmigo esperando que mágicamente despierte un interés amoroso hacia ti cuando ya te he asegurado que eso jamás pasará".

- "Y yo ya te había dicho antes que lo único que necesitas es darme una oportunidad" – repitió sin alterarse.

- "Nunca lo haré, así que por favor te pido que dejes de insistir"

- "Quizás si Kinomoto estuviera fuera de la ecuación, tú tendrías la motivación necesaria para aceptarme".

Un silencio sombrío y pesado los envolvió unos segundos luego de la declaración del chino.

- "¿Acaso... estás amenazando a mi novio?" – Kaho repuso incrédula – "porque tu comentario suena bastante malintencionado".

Él se encogió de brazos – "Tan solo fue una situación hipotética".

- "Una situación hipotética que suena a amenaza" – aclaró cambiando el semblante a uno mucho más serio – "por favor retírate, Lao; te lo pido una vez más, sino lo haces no tendré más remedio que llamar a la policía. Este es mi templo y estás traspasando sin autorización".

El apuesto hombre rio entre dientes.

- "¿Tú crees que con llamar a la policía vas a lograr que deje de buscarte?" – sus ojos azules la observaban con determinación – "aún no me conoces bien, Kaho, cuando mi interés por algo es demasiado fuerte, no existe nada que me haga desistir".

La maestra retrocedió otro paso sin poder hacer desaparecer su perturbación. Ciertamente, Lao jamás había demostrado ese tipo de tendencias que bordaban lo psicótico y empezaba a creer que la paranoia de Touya estaba completamente justificada.

- "Espero que te haya quedado claro" - replicó con una sonrisa traviesa - "supongo que no es el mejor momento para habar, lo entiendo. Se ve que tienes asuntos importantes que tratar" - extendiendo su mano en un elegante gesto, le ofreció media reverencia - "nos veremos pronto, Kaho".

El hombre giró sobre su eje y con toda la tranquilidad del mundo abandonó el lugar. Kaho, por otro lado, se permitió suspirar aliviada.

A los pocos minutos de haberse marchado el joven chino, Touya encontró a la maestra esperándolo con una expresión un poco aprensiva. El empresario no dudó en cuestionarla y ella, con la firme convicción de no ocultarle nada, relató lo sucedido.

Por supuesto, Touya perdió el control. Lleno de furia y con deseos irrefrenables de alcanzar a Lao para darle su merecido, el hombre luchó contra las palabras suaves de su novia y su deseo por disuadirlo de hacer una locura, pero Touya no quería escuchar razones, lo único que necesitaba en esos momentos era moler al sujeto a golpes.

- "¡Touya por favor, sé razonable... no puedes hacer eso!".

- "¡Claro que puedo!¡ ¿Qué esperas que haga?! ¡¿Qué me quede tan tranquilo rogándole a los dioses me concedan la suerte de presenciar otra escenita de ese desgraciado molestándote?!".

- "¡No dije eso!, ¡pero trata de entender que..!"

- "¿Entender qué? ¡¿Qué mi novia se quede como si nada aceptando los avances de ese miserable en lugar de apoyarme a mí?!"

- "¡Touya, eso no es cierto!" – la voz de Kaho era dolida - "¡Yo nunca apoyaría a Lao! ¿cómo se te ocurre..?".

Al hombre le estallaba una vena solo de escuchar que, pese a todo, ella seguía tuteándolo.

- "¡¿Qué se supone deba hacer entonces?!" - él la miró con incredulidad - "¡¿esperar que se presente una nueva oportunidad para que pueda darle un beso, tu mano y mis bendiciones?!".

La maestra le miró, estupefacta.

- "No puedes estar hablando en serio" - intentó controlar sus emociones - "sabes bien que no me siento cómoda con su acoso y que si te estoy contando lo que pasó es porque prometimos que jamás permitiríamos que hubiese más dudas o malentendidos entre nosotros. A pesar de que me preocupa su comportamiento, no puedo alentar que vayas a buscarlo para pelear como un par de salvajes".

Sabía que Touya estaba furioso, frenético y que en momentos así se volvía verdaderamente irracional, sabía también que quizás lo ideal era que le tranquilizara con dulces palabras, sin embargo, ella misma aún se sentía terriblemente mortificada por la presencia de Lao y sus declaraciones obsesivas respecto a ella.

- "¡¿Salvajes?!" - Touya se ofendió - "¡Ahora resulta que no solo soy un irracional sino también un salvaje, todo porque no quiero sentarme a aplaudir como un imbécil hostiga a mi novia!.

La bella joven estaba perdiendo su último gramo de paciencia.

- "No puedes esperar que yo sea "tu porrista" y condone un combate de puños con alguien que puede ser peligroso" - hizo un último intento por acercarse a él y esperar que su vulnerabilidad lo calmaran - "no deseo que te hagan daño, aunque yo sé muy bien que tú eres capaz de defenderme, protegerme y hacer que me respeten" - a sus ojos se asomó un brillo creado por las lágrimas que intentaba retener - "confieso que el comportamiento de Lao es alarmante pero.. ¿podríamos manejar esto con menos violencia?" - suplicó, abrazando al muchacho y alzando su rostro para que éste expresara mucho mejor su petición.

La furia de Touya pareció desvanecerse un poco, al no poder resistir el toque delicado de ella.

- "¡No es justo que hagas esto cada vez que quiero romperle la cara a un imbécil que lo merece!"- reclamó el moreno - "¡yo no puedo permitir que otro hombre te pretenda de esa manera!".

- "Lo sé. Pero encontraremos otra forma de alejarlo que no involucre tu participación activa en una pelea" - Kaho tomó al hombre de la mano y empezó a tironearlo obligándolo a caminar - "¿me ayudarás a empezar mis preparativos? sé que aún tenemos unos días antes de la reunión, pero esto nos permitirá distraernos".

Touya siguió a la joven no muy convencido, aún con los nervios de punta y enfadado con la situación.


Apenas y había ingresado al estudio de la casa de Kaho, cuando el joven inglés la apresó entre sus brazos robándole un beso, sin darle tiempo siquiera de saludar.

- "¡Eriol!" - ella se sofocó ante la inesperada demostración de afecto.

- "¿Qué?.. ¿acaso está prohibido que demuestre lo feliz que estoy de verte?".

- "Alguien podría vernos" - su sonrojo no desaparecía - "y ambos acordamos que aún teníamos una conversación pendiente antes de permitirnos pensar en algo más".

- "No. decidiste que aún teníamos algo por discutir. Yo no tuve más remedio que aceptarlo" - la tomó de la mano antes de invitarla a sentarse.

Tomoyo suspiró - "Sí, bien lo que sucede es que yo..." - bajó la mirada hasta enfocarla en sus manos entrelazadas - "no quisiera apresurar las cosas sin que estés completamente seguro de que..".

- "¿No estarás pensando que sigo confundiendo mis sentimientos hacía ti con recuerdos de otra mujer verdad?" - la interrumpió con una sonrisa divertida.

- "Mis reservas son totalmente válidas".

- "Está bien, tengamos esa charla de una buena vez para así poder preocuparme formalmente por mi integridad física una vez tu hermano se entere de lo que hay entre nosotros" - continuó con humor - "además, todavía tenemos que alcanzar a tu hermana y a Shaoran en su apartamento para esa discusión misteriosa que quieren tener con nosotros".

Tomoyo se permitió una leve caricia en la palma del muchacho. Sabía lo observador que era y que para nada había pasado desapercibida la reserva que ella y Sakura mostraron alrededor de ellos en los últimos días. Por supuesto que el británico atribuía tal comportamiento a todo el asunto con Kaory y Mei Ling por lo que no había querido indagar mucho en su conducta; no fue hasta que ambas pidieron una audiencia privada para tocar un tema delicado, que la curiosidad de Eriol había tomado un giro completamente diferente.

- "Fue por eso que quise reunirme contigo un poco más temprano para que hablemos de nosotros" - Tomoyo puntualizó.

- "Hagámoslo entonces. Creo que es la primera vez que no tengo que presionarte o acorralarte para que admitas que también te mueres por mí" - le guiñó un ojo.

La diseñadora intentó no reír y mantener la seriedad ante la completa relajación de él.

- "Dime, ¿por qué fue que los recuerdos de Clow y la atracción que decías sentir por mí te confundían?".

- "Porque al mismo tiempo que empecé a soñar contigo, el rostro de Silvia y algunas de sus acciones me hicieron evocar escenas y sentimientos del pasado del propio Clow. Fueron tan inesperadas y de golpe que por un momento consideré que quizás estaba confundiendo las cosas".

- "Tú mencionaste que Silvia es la reencarnación de alguien cercano a sus vidas anteriores".

- "Lo es. Hasta hace poco descubrimos que fue la esposa de Clow" - confesó, ante la sorpresa de Tomoyo - "Su nombre era Miriel Liu. Ella y Clow se conocían desde la infancia ya que el padre de Miriel era un hechicero de clase media que sirvió al padre de Clow por muchos años, fue por esa misma razón y por el cariño entre ambos que cuando los Liu se encontraron en una situación que los haría caer en la degradación, que Clow decidió comprometerse con la joven para salvarlos del destierro".

- "Entiendo. El amor que el mago Clow sentía por ella y tus nuevos sentimientos hacia mí no te dejaban distinguir el recuerdo de la realidad".

- "No exactamente" - la hija de Sonomi parpadeó confundida ante la declaración - "Clow no amaba a Miriel de esa forma. Le tenía un cariño inmenso, de eso no hay duda, pero este era totalmente fraternal. Para él Miriel era como una hermana. En realidad, su matrimonio no era más que un noble trámite y la única opción que encontró para proteger a la familia que quería tanto como si fuera propia" - explicó - "Clow en realidad estaba enamorado de alguien más. Y fueron sus sentimientos por ella los que empezaron a aparecer en mi mente, emociones hacia una mujer de la que aún no sabemos nada y que se ha presentado en muchos de nuestros recuerdos".

- "Si el mago Clow estaba enamorado de otra persona, ¿cómo es que posible que haya aceptado casarse con otra mujer?".

El apuesto joven se encogió de hombros - "Aún no conocemos todos los detalles. Solamente sabemos la razón principal por la que debía casarse con su amiga... el cómo pudo continuar y cumplir su promesa hasta el final cuando su corazón estaba en otro lado, va más allá de mi comprensión. No creo que sea algo que yo hubiera podido hacer de haber estado en su lugar" - sonrió, al tiempo que jugaba con las puntas rizadas del cabello de Tomoyo.

- "¿Estás diciendo que el par de ocasiones que te sorprendí mirando a Silvia de una manera especial, no era porque te gustara sino porque te evocaba sentimientos de Clow hacia una mujer, que por cierto no era su prometida, en combinación con lo que sentías por mí?".

Eriol reprimió las ganas de soltar una carcajada ante la expresión de la joven.

- "Es confuso, lo sé" - asintió - "el día de tu desfile, por ejemplo, como ya te lo había dicho antes, soñé contigo por la mañana y cuando estábamos despidiéndonos tras bastidores, una inocente interacción que Silvia tuvo con su primo me hizo sentir y recordar algo que parecía había pasado hace mucho tiempo y que tenía relación con la mujer de la que Clow estaba enamorado, además que estaba aún un poco aturdido por lo que empezaba a descubrir también sentía por ti".

- "¿Entonces, nunca se trató de Silva?" - dudó ella.

El muchacho sonrió - "Nunca se trató de Silvia" - repuso seguro - "Ahora, tu verdadera competencia es esta mujer que murió hace siglos, por la que, por culpa de Clow si he de ser honesto, estoy obsesionado con descubrir su identidad y la razón por la cual no hemos podido recordarla hasta hoy".

- "¿Competencia?" - Tomoyo repuso con curiosidad - "¿estás diciendo que guardas sentimientos románticos hacia el recuerdo de ella?... porque si ese es el caso no creo que..".

Eriol no la dejó terminar y, entre risas, aprisionó su delicado rostro entre sus manos y la besó con la libertad y ya sin la sombra de la duda que lo atormentaba con la posibilidad de que Tomoyo no sintiera lo mismo que él.

- "Creo que tener esta charla no fue tan improductiva después de todo" - comentó él.

La observación hizo sonreír a Tomoyo con agrado.

- "Aún no decido si me gusta o no esa sonrisa de "siempre tengo la razón" que muestras solo para mí cuando, efectivamente, me ganas la partida".

- "Creo que ambos sabemos la respuesta a esa incógnita" – ella acarició su mejilla con delicadeza.

- "Sí" - él también amplió su sonrisa - "me parece que ambos conocemos la respuesta".

Dispuesto a aprovechar el tiempo que tenían antes de partir a casa de Shaoran, Eriol inclinó su rostro sobre el de la joven con premura.

- "Siento mucho interrumpir su tiempo a solas" - la suave y divertida voz interrumpió a la pareja que se separó con un sobresalto - "aunque me alegra mucho comprobar que su relación sigue viento en popa".

- "¿Madre?" - el inglés parpadeó sin dar crédito a la elegantísima mujer que le sonreía desde el umbral de la puerta.

Elizabeth Hiragizawa terminó por ingresar al despacho - "La misma. Te sorprende verme, lo sé. De hecho, esperaba que fuera una sorpresa, por lo que no fue difícil convencer a Kaho para que hablara con el personal de servicio y me permitieran pasar sin ser anunciada"

Disipando el desconcierto que reflejaba su rostro, Eriol se acercó a saludar a la mujer - "¿Cómo estás? ¿has venido en compañía de papá o te has escapado?" - intentó bromear.

- "Koan también está en Japón, por supuesto. Al parecer tiene un asunto importante que tratar con Su Majestad Imperial, así que mientras él se dirige al Palacio yo opté por hacerte una visita. Por cierto, una querida amiga nuestra también nos ha acompañado, aunque ella está haciendo su propia inspección sorpresa" - repuso con una risita cómplice antes de dirigir su mirada hacia Tomoyo - "¿Y tú no piensas saludarme, querida?, no me digas que no te alegras de verme porque en nuestra última llamada telefónica recuerdo perfectamente que mencionaste que morías por agradecerme en persona por los obsequios que enviamos para ti y Nakuru".

Tomoyo dejó de lado su asombro regresando a su alegre y amable naturaleza y no tardó en abrazar a Lady Elizabeth con sincero jubilo, al mismo tiempo que Eriol lucía complacido con la efervescente charla que su madre empezaba a sacarle a la muchacha.


En la privacidad de su estudio, Touya caminaba de un lado a otro al tiempo que parecía hablar consigo mismo liberando un par de maldiciones.

No pasó demasiado tiempo para que Yukito ingresara al lugar –quizás por primera vez en su vida- sin tocar la puerta y con su propio monólogo exasperado.

- "¡¿Cómo puede alguien encerrar tanta terquedad?!" – dudó el maestro de golpe cuando cruzó miradas con su mejor amigo y ambos detuvieron sus pasos.

- "¡Eso mismo me pregunto yo!" – Touya exclamó alzando los brazos con molestia – "¡¿qué acaso no entiende las consecuencias de sus actos?!".

- "¡Al parecer no!" – el maestro se acarició la sien como si le doliera la cabeza – "y por supuesto nuestra opinión no importa porque categóricamente ignora cualquier consejo".

- "¡Intentando restarle importancia al asunto como si fuera cualquier cosa, cuando la situación es realmente seria!".

- "Y mientras tanto prefiere deteriorar la relación con tal de no dar su brazo a torcer".

- "Sabiendo perfectamente que puede crear una distancia innecesaria entre ambos" – Touya repuso con exasperación.

- "Como si desde el principio las circunstancias hubieran sido fáciles. ¿Por qué no puede ceder un poco?".

- "¡Exacto!. Tan solo tiene que permitir que le rompa la cara a ese sujeto la próxima vez que intente meterse entre nosotros".

- "Así es, no creo que sea tan dific... un momento, ¿qué dijiste?" – Yukito se detuvo abruptamente al procesar las palabras del moreno - "¿A quién quieres golpear?".

- "Al estúpido de Zheng por supuesto, ¿a quién más?".

- "Yo estaba hablando de Yue" – puntualizó el confundido maestro.

- "¿Por qué querría golpear a Yue?" - el doctor frunció el ceño – "él no es el desgraciado que intenta robarme a Kaho".

- "Yo me refería a los problemas que tengo con él y de cómo estos afectan mi relación con Nakuru".

Los dos hombres guardaron silencio un momento.

- "Sí, bien... creo que ambos estamos alterados por diferentes motivos, aunque nos vemos afectados en la misma área" – Yukito lució una media sonrisa.

Touya dejó escapar un suspiro cansado.

- "Con la diferencia de que tú no tienes pensamientos asesinos en contra del que te está robando la paz".

- "Técnicamente podría, pero psicológicamente sería complicado pues estaría amenazando mi propia integridad" – el maestro intentó bromear.

- "Supongo que tienes razón. Y ahora que lo mencionas tu caso es más alarmante pues no puedes controlar esa parte de ti" – sonrió – "yo en cambio no tengo conflicto de intereses si decido matar a ese imbécil".

- "Apartando del hecho de que la justicia te pedirá cuentas por el asesinato, creo que estás bien" – agregó Yukito.

Ambos rieron disipando un poco el enfado que los embargaba. Ya con un poco de calma recuperada se sentaron en el sofá más amplio del estudio.

- "Claramente no estamos pasando por nuestro mejor momento" – comentó Yukito.

El moreno asintió – "Jamás te había visto tan exasperado por algo".

- "Nunca había tenido miedo de perder algo que me importara tanto" – admitió.

Touya no pudo evitar sorprenderse ante la sinceridad de su mejor amigo. Todavía era extraño para él concebir la total devoción que Yukito le profesaba a Nakuru; una situación que en otro tiempo en absoluto se atrevió a fantasear posible, sobre todo porque la personalidad de la guardiana era enteramente opuesta a la del maestro.

Aunque si tomaba en cuenta la dulce disposición de Kaho en contraste al temperamento de él, supuso que la relación de ellos también tenía sentido. Al menos en ellos, el dicho de que los opuestos se atraen estaba más que comprobado.

- "¿Crees que Yue haya provocado un daño irreparable entre ustedes?".

- "No lo sé" – suspiró – "aunque sí es bastante serio. Nakuru no parece dispuesta a soportar otro rechazo más de su parte"

- "Es extraño, porque a pesar de la inseguridad que le provocan sus sentimientos hacia Nakuru, debería también sentir la certeza que sientes tú de que ella te corresponde" - razonó el doctor - "eso tendría que ser suficiente para ayudarle a reconciliar sus conflictos internos".

Yukito guardó silencio unos minutos reflexionando las palabras de su mejor amigo y pareció tener una revelación.

- "Claro, eso podría ayudar" - murmuró para sí - "él también debería ser el receptor directo de sus afectos".

Touya lució confundido ante la expresión decidida del maestro.

- "¿Pasa algo?" - preguntó.

Él negó con la cabeza - "Es solo que has hecho un comentario muy acertado sobre las inseguridades de Yue" - repuso con reflexión - "y quizás, si ayudo a despejarlas, él finalmente pueda hacer las paces con nuestros sentimientos".

- "Podría funcionar. ¿Crees que tu idea pueda ser lo suficientemente efectiva para hacerlo cambiar de opinión?".

- "Lo creo" - asintió - "y la intervención de Nakuru es la clave".

Yukito intercambió una mirada compresiva con su mejor amigo antes de cambiar de tema y enfocarse en el caso de Touya y su pelea con Kaho.


Era difícil para Sakura controlar su ansiedad frente a la situación.

Finalmente, Tomoyo y ella habían acordado el momento para hablar con Shaoran y Eriol acerca de sus sospechas sobre el secuestro en Paris y la participación de Kaory Narazaki.

La ex Card Captor esperaba paciente a su hermana en el departamento de Shaoran para juntas abordar el tema, y es que la joven diseñadora llegaba tarde a la cita pues la visita sorpresa de la madre de Eriol la obligó a darle una audiencia apropiada antes de excusarse y prometerle un mejor tiempo después de ocuparse de este asunto.

- "¿Estás segura que estás bien, Sakura?" – el jefe del Clan Li no podía evitar preguntar al notar a su novia más callada que de costumbre.

La aludida parpadeó distraída y suspiró antes de contestar.

- "Sí. Es decir, supongo que estoy un poco preocupada".

- "No puedo negar que estos días te he notado tensa y asumí que era por la situación de Mei Ling y que de alguna manera te sentías culpable, pero empiezo a creer que hay algo más" – la miró con curiosidad.

- "Hay algo que Tomoyo y yo hemos querido contarles, aunque no contábamos con que Lung y Mei Ling tuvieran que hacer un viaje relámpago a China esta mañana" – explicó ella – "pretendíamos retrasar un poco el momento y esperar a su regreso, pues finalmente esto también los involucra a ellos" - continuó - "pero finalmente acordamos hacerlo antes. Mi hermana y yo ya no nos sentimos cómodas ocultándoles la verdad".

- "Me asustas, Sakura" – Shaoran tomó las manos de la joven en un acto reflejo – "¿qué sucede?".

- "¿Te importaría esperar por Tomoyo y Eriol?" – pidió – "la situación es una que todos debemos discutir".

- "Si no hay más remedio. Aunque eso tampoco me tranquiliza demasiado".

- "Perdóname" - ella bajó la mirada - "nunca he querido ocultarte nada... y ciertamente al principio no sabía cómo decírtelo. La noticia también me tomó por sorpresa".

- "No te preocupes" - sus manos tocaron la mejilla de la joven para alzar su rostro - "confío en ti, Sakura, y estoy seguro que Tomoyo y tú tuvieron razones de peso para esperar antes de hablar con nosotros" - ella le sonrió con dulzura - "no es como que yo no te hubiera ocultado cosas antes, ¿recuerdas la cena formal del Concilio donde por primera vez te presenté como mi novia oficial frente a todos las cabezas importantes de Clan, pero yo te dije que iba a ser una reunión sencilla?" - bromeó él - "admito que el anuncio y el protocolo debió sorprenderte, aunque la buena noticia es que no tenías que hacer nada más que aceptar las reverencias de los presentes y admitir lo mucho que estabas enamorada de mí".

El intento por relajarla funcionó y ella, sonrojada, rio aún más al recordar esa noche.

- "Me engañaste, lo recuerdo bien" - comentó - "e hiciste ver todo aquello como algo sin importancia, mientras Lung y Eriol reían sabiendo lo que me esperaba".

- "Les pedí que no dijeran nada. No quería angustiarte innecesariamente en la reunión y que te sintieras insegura".

- "Te arriesgaste demasiado al callar." - la hija de Fujitaka comentó con humor - "Sabes que podría haberte avergonzado frente a todos ¿cierto?"

- "¡Nunca!" – protestó–"yo siempre tendré fe en ti, Sakura".

Su tono lleno de convicción y su mirada ámbar la atraparon como en cada ocasión en que Shaoran demostraba de alguna forma la intensidad de su confianza y sentimientos.

Sakura se tomó un segundo para contemplar el rostro de su novio. Era hasta hace muy poco que, involucrándose en el mundo de Shaoran y todo lo que esto implicaba, que había acabado de comprender muchas cosas. Y quizás la forma gradual en la que empezaba a asimilarlo había sido lo mejor, porque de lo contrario hubiera estado tan abrumada que quizá no podría soportarlo.

Y es que ella había sido educada como una chica común y sencilla, a pesar de los lujos con los que contaba su familia, sus padres se encargaban de darles la normalidad de una familia honesta, sin grandes presiones o tensión a su alrededor; con una rutina habitual mientras estudiaba en la universidad, cocinado eventualmente para ella y su familia a pesar del personal de servicio con el que contaba su casa, teniendo que correr de vez en cuando para llegar a tiempo a sus clases.

A Sakura le gustaba pensar que era como cualquier chica común y corriente. Sin dejar de lado su magia, por supuesto, la misma que una vez más había cambiado su vida acercándola a Shaoran.

Shaoran, quién también ordenaba su rutina en torno a ella incluso asistiendo a algunas clases en su universidad -por algún tipo peculiar de traslado- y con el que le gustaba pensar compartía un noviazgo como cualquier otro: encantador, con frecuentes citas y rodeados de amigos... un romance relativamente común –tanto como puede serlo al estar en medio de una profecía con posibles desenlaces trágicos- pero nada que, con tiempo, paciencia y amor, no pudieran afrontar.

Y es que, a pesar de todo, el joven jefe siempre ha intentado hacerla sentir lo menos presionada posible y Sakura estaba segura que todo lo demás solo había podido asumirlo porque lo amaba.

Sus ojos verdes brillaron más que nunca, satisfechos y radiantes al entender que esa era una verdad innegable...

- "Sí, le amo y me ama..." – pensó con una súbita felicidad.

Los ojos castaños de Shaoran, ajenos al pensamiento de su novia, la contemplaron con curiosidad cuando ella ya no respondió a su comentario y después de unos segundos las mejillas de ella se tiñeran de rojo.

A punto de cuestionarla estaba cuando Wei anunció su presencia con una sonrisa.

- "Disculpe la interrupción, señorito" - replicó con una pequeña reverencia - "pero hay alguien muy importante que requiere su presencia".

La mujer que ingresó a la habitación tensó a los jóvenes de inmediato, quienes se encontraron completamente desprevenidos ante su elegantísima figura.

- "Buenas tardes" - la exquisita y serena voz de Ieran Li los saludó.

Sakura y Shaoran casi saltaron en un acto reflejo mientras la dama se acercaba a ellos.

- "¡Madre!, que sorpresa verla" - se acercó a saludarla con reverencia - "¿ha pasado algo?, no recibí ninguna noticia de que nos visitaría".

- "No te preocupes, todo está bien. De hecho no tenía planeado venir a visitarte" - tomó el asiento que le ofreció su hijo - "pero Elizabeth me convenció de que sería una buena idea hacerles a ti y a Eriol una visita sorpresa" - reveló la complicidad con Lady Hiragizawa - "tal como se lo prometí a Elizabeth hace meses, participé en el anual de caridad que celebraba en conjunto con Lord Harringhann, y después del evento, y en vista que la presencia de Koan era requerida en Japón, a ella le pareció una maravillosa idea que los acompañara y poder saludar a nuestros hijos".

Sakura la observaba aún sorprendida. La había visto una vez, cuando era una niña y el ganar un sorteo la había llevado a un paseo por Hong Kong. Pero ciertamente la dama había cambiado muy poco. Aunque algunas líneas diminutas surcaban ya su rostro hermoso, su cabello seguía siendo negrísimo y su porte y su expresión seguían siendo las de una reina.

- "Me alegra verla" - comentó Shaoran sin perder el profundo respeto que siempre le profesaba.

Ella esbozó una media sonrisa ante la silenciosa y nerviosa reverencia que Sakura también le ofreció a modo de saludo.

- "Gracias, hijo, ¿pero podrías hacerme un favor?" - pidió imperturbable - "aprovechando mi visita, traje conmigo unos documentos de parte de tu secretario en Hong Kong, quién me pidió que los revisaras y lo llamaras en cuanto estuvieran en tus manos" - se tomó un instante para agradecer a Wei la taza de té que colocaba frente a ella - "me parece que antes de que podamos relajarnos, lo mejor es que lo contactes de inmediato... he dejado los papeles en tu despacho".

El muchacho entendió la indirecta y dirigiendo una última mirada alentadora a Sakura, se disculpó antes de abandonar la sala.

- "Has cambiado mucho en estos años." – dijo Ieran tuteándola por primera vez cuando se quedaron solas - "Me ha dado una grata sorpresa volver a verte".

- "¡Para mí también es un gusto volver a verla, señora!" - replicó ella prontamente - "en las pocas llamadas telefónicas que hemos tenido, siempre se ha mostrado muy amable conmigo... yo... yo" – dudó y se inclinó - "me siento profundamente agradecida".

La seria expresión de la madre de Shaoran se suavizó un poco.

- "Sé que últimamente has estado muy atareada con las clases del Concilio que yo he tenido a bien prepararte y que las agresiones de Kaory te han hecho pasar muy malos ratos" - con un gesto contuvo a la muchacha antes de que dijera algo - "también sé que nada de lo que pasó ha sido tu culpa y me disculpo si mi deseo por querer que te involucres mucho más en el mundo de Shaoran, te ha traído más cargas de las que esperabas" - continuó serena - "pero comprenderás que tenía que asegurarme que lo de ustedes no es algo pasajero".

- "¡No se disculpe, por favor!" - pidió Sakura alzando las manos - "yo entiendo muy bien la posición que tiene Shaoran en su clan y dentro del Concilio, es normal que usted se preocupe por él y sus responsabilidades".

- "Y a pesar de todo, entenderás que una madre debe estar segura de algunas cosas antes de aprobar algo tan trascendental como lo que tienen ustedes" - la bella joven no pudo evitar sonrojarse por la insinuación - "de esa forma, nuestro Clan no solo tendrá al más meritorio heredero y jefe, sino también a una digna compañera con la cual compartir su carga".

Sakura se arreboló todavía más ante sus palabras.

- "Yo solo... solo deseo que él sea feliz, Dama Li" - repuso lentamente - "es por lo que también me esfuerzo en todo lo que me piden, no quisiera perjudicar a Shaoran, eso es lo único que me importa".

- "Lo amas, lo sé" - la nueva variación de rojo que envolvió el rostro de la ex Card Captor le causó diversión a Ieran, aunque no la exteriorizó - "y eso es fundamental porque en el futuro tendrán que afrontar pruebas muy duras y si su lazo no es fuerte pueden perder la perspectiva, sobre todo porque ambos aún son muy jóvenes... lo entiendes ¿verdad, Sakura? ¿entiendes la posición de Shaoran?".

La muchacha, envuelta totalmente en el rumbo serio y vergonzoso del tono de su conversación, parpadeó sorprendida ante la profunda expresión de la bella mujer. Había una fuerza inconmensurable en su mirada mientras esperaba una respuesta.

- "Sí. Lo comprendo. Ahora más que nunca entiendo la importancia que Shaoran da a sus responsabilidades y el empeño que pone en todo lo que se propone".

- "¿Podrías elaborar más esa afirmación?, ¿qué es lo que sabes de cómo piensa mi hijo, Sakura?".

- "Yo... yo" - titubeó un poco antes de explicar con convicción - "me he dado cuenta que él es consciente de la importancia de su Clan, que sabe lo privilegiada que es su familia al tener todo lo que tienen, pero a la vez comprende la responsabilidad que atraen por su condición" - recitó, suavizando su mirada al hablar de él - "sabe del sacrificio que su posición como Jefe exige, la cual es mucho más que llevar un traje ceremonial y una bella espada, o dar órdenes. Shaoran entiende que en él descansa el bienestar de todas las vidas de los miembros del clan, de sus anhelos, de sus bienes" - sus ojos esmeraldas no podían evitar destilar todo el amor y respeto que sentía por el joven chino - "Shaoran siempre dice que si bien se puede tener la lealtad y el poder sobre las vidas de los del clan es porque a cambio, te sacrificas por ellos, por todos, siempre pensando en los demás más que en ti mismo. Aunque ah ora que lo pienso bien, me parece que desde que lo conocí cuando éramos niños siendo tan serio y maduro, él me ha dado esa lección, de cómo el verdadero poder debe usarse con responsabilidad"- terminó con nostalgia.

La madre de Shaoran no movió un músculo, ni pareció afectada por las palabras de Sakura, pero lo cierto era que una fuerte sensación de orgullo le llenó el pecho. Indubitablemente, esta hermosa jovencita que hacía muchos años había causado una fuerte e irreversible impresión en Shaoran, le demostraba ahora que las dudas que aún albergaba acerca de su carácter no tenían razón de ser.

- "Supongo que es normal que puedas ver todo eso en mi hijo cuando muchas de esas cualidades son reflejo de las tuyas" - replicó bajito sacando a la hechicera de su ensoñación - "creo que Elizabeth tenía razón al comentar que siempre es bueno "monitorear" de vez en cuando los asuntos de nuestros hijos".

La castaña lució confundida y tímidamente preguntó a qué se refería.

Ieran negó con la cabeza - "No te preocupes, tan solo me alegra comprobar que mi hijo no sé ha equivocado en esta ocasión..." - alzó una delicada mano para acariciar el anillo que colgaba del cuello de Sakura, símbolo irrefutable de pertenencia de su Clan - "y espero que como hoy, siempre tengamos la oportunidad de hablar con honestidad, Sakura.".

- "Por supuesto, Dama Li" - asintió con ímpetu - "eso me gustaría mucho".

La mujer, en una acción que también había demostrado hace años, se tomó la libertad de regalar un gesto cariñoso a la antigua Card Captor y acarició su mano con afecto, cambiando el tema de conversación a uno más trivial mientras esperaban su hijo para seguir disfrutando de la hora del té.


Toda esa paz y buen humor que los dos hombres habían cosechado horas atrás con la visita sorpresa de sus madres, se había esfumado en un segundo en cuanto las muchachas terminaron su relato.

- "¡¿Cómo se ha atrevido?!" - Eriol había perdido toda compostura.

- "¡Fingiendo inocencia y lealtad a nuestro Clan!" - Shaoran replicó hecho una furia, agradeciendo en silencio que su madre hubiera salido con Lady Elizabeth y no fuera testigo de su arranque - "¡Cuando sus intenciones eran más perversas de las que pensábamos!".

El joven chino empezó a pasearse colérico por toda la habitación a la vez que Sakura y Tomoyo intercambiaban miradas de profunda inquietud.

- "¡Y aún después de todo se atreve a pedir respeto para los suyos cuando Xiao Lang la sancionó!" - solo la mano firme de la diseñadora tomando la suya, le impedía a Eriol acompañar a su mejor amigo en su frenético paseo - "tenemos que hacer algo con esa arpía".

- "Ni que lo digas. Cuando Lung se entere de esto perderá el control... va a costarle mucho reprimir sus ansias de venganza, y no puedo culparlo siquiera" - apretó los puños - "Yo mismo tengo ganas de darle una lección a esa mujer".

- "¿Pero por qué demonios se atrevería?" - reflexionó el inglés - "¿actúa por simple despecho.. o su motor es su profundo odio hacia Sakura?".

- "No.. no estamos seguras" - la castaña se atrevió a hablar - "Tomoyo y yo discutíamos la posibilidad de que sus intenciones podrían encerrar más que un posible resentimiento hacia Shaoran o hacia a mí".

- "Por supuesto" - asintió el inglés al comprender la línea de pensamiento de su amiga - "sobre todo porque hubo más personas involucradas en el secuestro, las cuales mantuvieron a Mei Ling en otro tipo de condiciones".

- "Por lo que el objetivo de ellos por retenerla podría haber sido muy diferente" - completó el hijo de Ieran.

- "Aunque eso no descarta el hecho de que Kaory lastimó a Tomoyo de manera consciente y que quizás el único motivo que la detuvo de hacer lo mismo con Mei Ling, era el acuerdo que mantenía con sus aliados" - los ojos de Eriol se endurecieron.

- "Pero... ¿quiénes son sus aliados?" - Shaoran se detuvo abruptamente, con un ceño en la mirada muy parecido al de su mejor amigo - "¿qué otro Clan está conspirando contra nosotros?".

- "Podría ser un grupo independiente al círculo mágico" - opinó Sakura.

- "No lo creo. El tipo de vigilancia y magia utilizada antes y durante el secuestro, es más complicada que lo que Kaory pudiera haber logrado con simples matones" - Eriol reflexionó.

- "Al menos la sanción que tienen en su contra, aquella que nos comentaste, limita a su Clan de intervenir en cualquier proceso oficial durante un tiempo, y eso es algo bueno ¿verdad?" - Tomoyo dudó esperanzada.

La expresión llena de inocencia de la joven logró enfadar aún más a los dos hombres. Y es que odiaban involucrar a Sakura y a Tomoyo en esta telaraña de conspiración, traición y dudas, en la que inevitablemente temían por su seguridad.

Con el disgusto aún reflejado en su rostro, Shaoran se disculpó con sus amigos con la excusa de necesitar un poco de aire y abandonó su despacho ante la mirada abatida de su novia.

La ex Card Captor se retorció las manos con nerviosismo mientras Tomoyo y Eriol la contemplaban con comprensión.

- "Está furioso consigo mismo. Y el encontrarse en una situación en la que no tiene y no puede darte respuestas contundentes que logren tranquilizarte, lo descoloca de una manera bastante particular" - el inglés procuró serenarla - "Estoy seguro que tu comprensión es lo único que podría apaciguarlo en estos momentos" - sonrió, al tiempo que devolvía la mirada a la estudiante de diseño como ejemplificando sus palabras con ella.

Tomoyo se sonrojó levemente ante los ojos azules que la contemplaban, para después devolver la atención a su hermana y con una sonrisa y un leve movimiento afirmativo, alentarla para ir en busca de Shaoran.

La antigua Card Captor se apresuró a salir de la salita particular del despacho y caminó directo a la terraza del apartamento en donde adivinaba él estaría intentando tomar "un poco de aire".

Sakura lo encontró cruzado de brazos con la mirada fija en la noche estrellada y perdido en sus pensamientos; su rígida postura evidenciaba su molestia y aunque no podía ver su rostro, pues el muchacho le daba la espalda, era fácil percibir la molestia que desprendía de él.

La castaña suspiró con pesar y a paso lento se acercó a Shaoran, permitiéndose rodear su cintura con sus delicados brazos al tiempo que apoyaba su cuerpo en su espalda.

- "No estés enfadado, por favor" - susurró Sakura sintiéndolo tensarse un poco - "¿sabes que antes yo también me sentía culpable por lo que le hizo la señorita Narazaki a Mei Ling con el asunto del compromiso y también con el secuestro de mi hermana?".

Aquello hizo reaccionar al joven, quien prácticamente giró en los brazos de su novia para mirarla sorprendido.

- "¿Cómo?".

- "Sí. Con respeto a lo que pasó con Tomoyo, no podía dejar de pensar que su desagrado hacia mí influyó mucho en sus acciones contra ella" - admitió - "y aquellos días que pasaste recluido después del incidente con Mei Ling, también me hicieron creer que quizás, en parte, yo había provocado su comportamiento y que tú estabas enfadado conmigo por eso".

- "Eso jamás" - el muchacho frunció el ceño - "¿por qué nunca me mencionaste nada de esto?".

Sakura negó con la cabeza - "No tenía caso. Tomoyo razonó conmigo recordándome que no puedo tener control sobre las malas decisiones que otros toman y también Mei Ling fue a mi casa a tranquilizarme y a explicarme que quien realmente se sentía culpable eras tú".

- "Pensaba que mi negligencia al no recordar que su Clan tenía acceso al protocolo cerrado era lo que nos había colocado en esta situación" - aceptó.

- "Y ahora vuelves a sentirte responsable" - lo miró a los ojos - "pero estás equivocado al igual que lo estaba yo... nada es tu culpa, no es justo que creas que las decisiones y acciones de otros son tu responsabilidad".

El joven guardó silencio y la examinó unos instantes. Es verdad que estaba furioso, con deseos casi homicidas luego de haber contemplado la expresión inocente y preocupada de Sakura mientras hablaban de las acciones de Kaory, sus motivos, futuros atentados y consecuencias. La sola posibilidad de no poder proteger a su familia y a la mujer que amaba lo descolocaba de una manera que jamás creyó posible. Contemplando ahora sus profundos ojos verdes, su cabello color miel, su piel blanca, su boca... anhelando, deseando, pero también temiendo perderla... reconocía que, si algo malo llegara a pasarle, él perdería el control.

Ajena a los pensamientos del muchacho, Sakura se dejó contemplar por unos segundos que le parecieron eternos ante la intensidad de su mirada... como si quisiera atravesarla. Sin decir una palabra, algo en sus ojos le provocaban un nudo en la garganta, acelerando a su corazón.

Y de repente ella no supo que pasó.

Shaoran la aprisionó con sus brazos mientras se inclinaba suave pero rápidamente y la besaba allí mismo, en mitad de la terraza principal de su apartamento, apresando su cintura fácilmente mientras ella se sometía, simplemente pegada a él, perdida y aturdida... sintiendo su perfume por una fracción de segundo antes que los labios de él buscaran los suyos..

Fue inevitable... Sakura sintió que el equilibrio en sus piernas la abandonaba, barrida por un intenso relámpago, una impulso más fuerte que ella... y es que Shaoran jamás la había besado de esa forma, con tanto arrebato y pasión, con un ímpetu posesivo que intentaba explicarle con besos que se rehusaba a perderla, a vivir sin poder verla cada segundo del día, a permitir que algo, alguien, pudiera separarlos, que solo importaban ellos y el sentimiento que los unía.

El joven soltó a la ex Card Captor casi tan repentinamente como la había atrapado, y sin despegarse de ella, acarició su mejilla con la suya.

- "Siempre te protegeré, Sakura" - le susurró con convicción.

La aludida, que parecía enteramente dedicada a vivir el momento, no podía pensar en nada más, estaba aturdida, sin querer regresar a la realidad.

- "Jamás permitiré que te separen de mi lado" - él continuó prometiendo, abrazándola con fuerza.

Aún confundida, permanecieron con sus rostros, labios y ojos tan cerca uno del otro que era difícil mirarlo con una visión clara; y de todas las cosas que quería decirle y con el corazón latiéndole a martillazos solo alcanzó a susurrar su propia promesa - "Yo nunca te dejaré, Shaoran".

El apuesto joven jefe sonrió, sintiéndose súbitamente feliz y liberando un poco la tensión que lo acompañaba desde aquella preocupante revelación. Su boca la buscó de nuevo, y ella le contestó con toda su alma, olvidando por un instante al mundo y sus problemas.


La atmosfera era tensa.

Era evidente que además de sentir un poco de aprensión, como cada vez que unían sus poderes para conocer más de la profecía y de sus vidas pasadas, eran otro tipo de situaciones de naturaleza personal las que les provocaban inquietud.

Prueba de ello era como cada pareja –mientras esperaban a la dueña del templo- se dispersó por el lugar para hablar en dejos bajos y discutir otros asuntos.

- "Pensé que lo único que necesitabas era mi comprensión para sentirte mejor" - repuso la diseñadora, en tono bromista recordándole sus palabras de hace un par de días.

- "Y así fue" - Eriol aceptó - "Lo que necesito hacer en el Concilio es meramente un movimiento profesional".

- "A mí me suena más a un movimiento con el cual esperas obtener una enorme ventaja para hundir al Clan de la señorita Narazaki".

- "Simples consecuencias de sus actos" - repuso con un movimiento de mano, intentando restarle importancia.

Tomoyo suspiró, apoyando sus manos en la cerca alrededor del árbol sagrado del templo Tsukimine. Sabía que intentar calmar a Eriol y sus deseos de venganza no era una tarea fácil, pero luego de su reacción inicial y de como de forma gradual su enfado pareció estar bajo control, realmente pensó que el muchacho había apaciguado esos deseos.

- "Ya sabes lo que pienso al respecto" - le recordó ella con paciencia con la mirada clavada en el árbol - "mientras no conozcamos a sus aliados dentro del Concilio, o fuera de él, no hay forma de saber que tan grande es la amenaza que representan para ustedes. ¿Y si ese grupo también tiene influencias importantes?".

Eriol se permitió tomar una de las manos de la muchacha y besar su dorso con delicadeza.

- "Respeto tu preocupación, créeme. Pero no pienses ni por un segundo que puedo olvidar o perdonar lo que esa mujer ha hecho. ¿O acaso crees que puedo dejar de lado el hecho que aún lidias con las pesadillas de lo que ella te hizo?.. sé que intentas minimizar tu dolor para mi beneficio y es muy noble de tu parte, pero no puedo permitir que esa arpía se salga con la suya en esta situación... no merece nada, mucho menos mi consideración".

- "No debí contarte acerca de mis pesadillas" –repuso ella con otro suspiro – "pero es que en ese momento no podía imaginar que el culpable estaba tan cerca de ustedes".

- "No puedes ocultarme nada" – repuso en tono burlón y con una chispa juguetona en la mirada – "soy tu mejor amigo y confidente, es muy poco lo que no compartirías conmigo".

Ella no contestó, sobre todo porque las palabras del inglés eran la pura verdad. La confianza y familiaridad que ambos forzaron desde su reencuentro era innegable.

- "Además, no soy el único que está aguantándose las ganas de darle a Kaory lo que se merece" - el joven inglés señaló, clavando su mirada en Lung y Mei Ling, que parecían discutir en tonos bajos el mismo tema que ocupaba la cabeza del joven chino desde que se enteró de lo sucedido.

- "¿En algún momento dejaremos de discutir este tema?" - preguntaba en ese instante Mei Ling.

- "En el segundo en que esa maldita mujer reciba su merecido" - aclaró él - "en ese momento podremos dejar el tema por la paz".

- "Y tendrá su merecido, pero a su debido tiempo" – repitió con paciencia.

Lung volvió a resoplar. Shaoran no había perdido el tiempo en contar la confesión de Tomoyo y Sakura y de cómo Kaory estaba involucrada en el secuestro que sufrieron en Paris. Sobra decir que la reacción de ambos fue muy parecida a la de Eriol y Shaoran cuando se enteraron de la verdad, con la diferencia que Mei Ling pareció superarlo pronto, decidida a concentrarse en la tarea inmediata de descifrar que más ocultaban sus sueños respecto a sus vidas pasadas.

- "Aun no puedo creer tu tranquilidad luego de que Xiao Lang nos contó lo que hizo esa maldita mujer, mucho menos que me pidieras no actuar en su contra".

- "Por el momento tenemos cosas más importantes con que lidiar" - razonó ella - "además, todavía no tenemos pruebas de lo que hizo así que presentar una acusación formal frente al Concilio sería muy difícil".

- "Es verdad que aún no hay evidencias en su contra, pero una investigación extra oficial es fácil de llevar a cabo".

- "Lo sé, pero no es donde debe estar nuestra cabeza en estos momentos" – insistió ella – "ya llegará nuestra oportunidad".

Lung pudo haber agregado más, decidido a intentar convencer a su novia, pero la llegada de Kaho y Touya al templo dejó la discusión en pausa para retomarla más tarde.

No pasó mucho tiempo para que el grupo de hechiceros tomaran su puesto dentro del edificio principal del santuario y cada uno cumpliera con sus tareas según lo acordado.

La magia de Touya y Kaho activaron la protección en el lugar y prepararon el terreno para que el resto se dejara envolver por el poder de la carta "Sueño". Cuando la barrera estuvo lista, Sakura desplegó su poder en combinación con el que Kaho suministró para amplificar los alcances de la invocación de la carta tal y como lo habían planeado. Mei Ling, siendo el blanco principal, fue la primera en perder la conciencia, seguida por Shaoran, Eriol, Lung y la misma Sakura; siendo Kaho, Touya, Yue y Ruby Moon los que se quedaban protegiendo el fuerte, al tiempo que Tomoyo se volvía una espectadora más, rogando en silencio que no hubiera complicaciones para sus familiares y amigos.

Para los hechiceros que compartían el sueño de la joven china, un paisaje con un gran campo abierto se extendió frente a ellos, dejando al descubierto pilares y paredes con apariencia de ser viejas ruinas, rodeadas de la vegetación propia de un lugar abandonado. En el centro de todo se encontraba una pequeña laguna en donde una niña, que les daba la espalda, parecía irradiar la luz que iluminaba el estanque; un poco alejada de ella, pero manteniendo una vigilancia fraternal, una sonriente joven observaba como la pequeña jugaba con el agua, manipulándola con magia. Y es que para los hechiceros era evidente que la elevación y la manera en la que las gotas parecían bailar al compás de las manos de la niña, no eran para nada un movimiento natural.

Los jóvenes cruzaron miradas y a paso decidido caminaron en dirección a la laguna. El movimiento advirtió su presencia y la muchacha, que ellos reconocían de lejos como Mei Ling, también quiso acortar distancias acercándose a ellos al tiempo que los observaba sin mostrar ninguna sorpresa por encontrarlos ahí, al contrario, una sonrisa cálida de bienvenida adornó su rostro antes de detener sus pasos frente a ellos.

- "Lucen tal y como los imaginé en mis visiones" - dijo a modo de saludo - "Me alegra ver que casi todo el grupo ha venido a visitarnos" – continuó ella, aprovechando la sorpresa de los hechiceros – "temía que algo malo pasara antes de que pudieran verme".

Fue hasta ese momento, teniéndola tan cerca, que el grupo pudo descubrir que la mujer frente a ellos, quien a pesar de poseer el mismo rostro que su joven amiga, no era la Mei Ling que conocían.

La ropa que utilizaba esta joven era a todas luces muy antigua, ataviada en un vestido largo, con mangas holgadas y un estampado florar simulando algunos símbolos en el borde de su falda, su largo cabello estaba adornado con una delicada diadema dorada que revelaba el emblema de su estatus familiar y mágico, y sus facciones no eran las mismas que las de la adolescente prima de Shaoran, sino las de una mujer que sin duda aparentaba tener al menos 25 años.

A lo lejos, la risa eufórica de la niña al iniciar un nuevo truco con el agua que manipulaba, llamó la atención del grupo, quien clavó su mirada en ella con intriga.

- "La familia de Mio y yo cuidamos muy bien de ella" – la joven replicó en un tono cariñoso al notar como la curiosidad recaía en la chiquilla, que aún les daba la espalda y parecía no notar la presencia de otras cuatro personas en el lugar – "la queremos tanto como si fuera nuestra hermanita".

- "¿Quién eres?" – Eriol fue el primero en aventurarse a hablar.

- "Espero ser una aliada en su tiempo también" – repuso sin perder la sonrisa – "mi nombre es Brigit".

- "¿Brigit Mong Ruadh?" – dudó Shaoran al reconocer el nombre – "¿la druidesa considerada la vidente más importante de la época de Clow?".

- "La misma. Aunque hace un par de años que mi apellido ya no es el mismo" – asintió – "Es un gusto finalmente conocerlos. A pesar de que no sé nada respecto a su carácter, el que tengan la apariencia de mis amigos de alguna manera me hace sentir que ustedes son tan buenos y nobles como ellos".

- "¿Nos parecemos a tus amigos?" - esta vez fue Sakura la que habló.

- "Sí. Aunque estoy segura que eso ya lo saben. Supongo que vienen en busca de respuestas que aún no pueden recordar".

- "Entonces es verdad, nuestros recuerdos fueron sellados" - Shaoran frunció el ceño.

- "Clow y yo tuvimos que hacerlo. Después de la tragedia era necesario encerrarlo todo en la Colina de la Luna".

Los hechiceros parecieron aturdidos ante esa revelación.

- "¿Qué fue lo que sucedió, y a que te refieres con la Colina de la Luna?" - Lung dudó, intentando controlar los escalofríos que le provocaba confirmar que sus vidas pasadas vivieron un momento lo suficientemente trágico para intentar ocultarlo todo al punto de borrar sus recuerdos.

La mujer con el rostro de Mei Ling observó a Lung con una mirada llena cariño, lo que confundió al joven chino, que no pudo evitar sonrojarse levemente ante ese gesto.

- "Ese es el nombre del lugar donde pudimos sellar el poder y los recuerdos de nuestros amigos, aunque por supuesto pude visualizarlo en mis visiones, fueron mis predicciones las que me revelaron el terreno exacto... en nuestro tiempo todavía no se conoce bajo ese nombre" - explicó - "pero estoy segura que para ustedes será fácil reconocerlo".

- "¿Por qué fue que tomaron la decisión de sellar nuestros recuerdos?" - preguntó Shaoran - "¿que acaso recordar la tragedia de la que hablas nublaría tanto nuestro juicio en el futuro?".

- "No deseábamos que asumieran ese tipo de carga cuando aún tenían muchas cosas por vivir antes de enfrentarse a esta prueba tan dura. Queríamos que fueran capaces de madurar, de amar y de fortalecer sus lazos. Sé que tienen muchas preguntas y aunque en este momento no puedo revelarles exactamente lo que pasó, sí puedo asegurarles que falta muy poco para que recuperen sus recuerdos" – explicó la joven – "asumo que la brújula de luz a revelado su identidad".

Los hechiceros se mostraron sorprendidos ante lo familiarizada que la joven estaba con los acontecimientos en su tiempo.

- "Tu poder de adivinación es impresionante" - comentó Eriol - "muy pocos videntes tienen ese nivel de precisión y alcance".

- "Es bastante acertado" – admitió – "pero entenderán que hay muchos otros acontecimientos alrededor de predicciones específicas que no siempre pueden anticiparse. Es verdad que poseo una gran capacidad para percibir y recibir información, pero esta muchas veces se presenta por partes e intentar unir el rompecabezas con éxito puede tomar tiempo, a menos claro que una mis habilidades con las de otro prominente hechicero para acelerar el proceso".

- "¿Cómo es que podemos tener esta conversación contigo y de esta manera?" - Sakura no pudo ocultar más su curiosidad - "se supone que estamos hurgando en los sueños de Mei Ling, aquellos que parecen ser recuerdos de su vida pasada... pero esto es lo más parecido a una regresión al pasado".

La joven con el rostro de Mei Ling sonrió.

- "Esto es, de hecho, un recuerdo del pasado" - el grupo parpadeó con incredulidad - "y también..." - sin perder la sonrisa, alzó su mano para señalar el bolsillo de la ex Card Captor, en donde se apreciaba el resplandor de una tenue luz.

Sakura hurgó inmediatamente su bolsillo, sacando la carta que parecía haberse activado sin que se diera cuenta, susurrando la identidad de la misma con estupefacción.

- "Regreso"- repitió, esta vez clavando su mirada en el rostro de Brigit Mong Ruadh.

- "¡Imposible!" - Shaoran negó con aprensión - "esta carta requiere una gran cantidad de energía para activarse, y ninguno de nosotros a percibido un consumo de poder tan significativo"

- "¿Además, no se supone que el uso de la carta permite al usuario presenciar los eventos como un observador fantasmal?" - Lung también dudó.

- "Es verdad que la carta protege a su usuario de la detección, tanto mágica como mundana..." - Eriol se acomodó los lentes sin perder detalle a la reacción de su interlocutora - ".. pero los magos excepcionalmente poderosos o con un importante conocimiento pueden romper las protecciones de Regreso".

Sakura asintió, recordando la última vez que utilizó la carta para viajar a la época de Clow y como este pudo percibir su presencia e interactuar con ella.

Fue entonces cuando los hechiceros advirtieron la distorsión a su alrededor. Con cada pequeño movimiento de su cuerpo, notaban como otra versión, menos lucida de ellos mismos, como una sombra, parecía estar plantada en el mismo lugar que ellos, mimicando sus acciones.

- "¿Cómo es esto posible?" - el jefe del clan Li continuó susceptible - "somos claramente un recuerdo y al mismo tiempo somos participantes activos del momento en el presente, pero no estamos exhibiendo todo el poder que se requiere para esto..".

- "Las habilidades de tu grupo no son menos que extraordinarias" - replicó la joven - "además... están muy cerca de lo que buscan" - continuó - "la combinación de lo que hacen junto al sello de su poder les permite canalizar este tipo de energía".

- "¿Dices que estamos cerca de su poder?" - Sakura captó el mensaje con claridad - "¿te refieres al Quinto Elegido?".

La muchacha mantuvo su mirada afable.

- "Falta muy poco... sean pacientes, pero, sobre todo, cuando el momento del sacrificio llegue, sean valientes y no pierdan la fe".

Con ese último mensaje y una reverencia, Brigit Mong les dio la espalda y retomó sus pasos, alejándose y regresando con la pequeña niña que seguía jugando en la laguna, pero que esta vez alzaba sus manitas intentado llamar la atención de la muchacha.

Sin tener mucho tiempo para reaccionar, el paisaje empezó a distorsionarse y una fuerza fugaz tiró de los jóvenes regresándolos al templo. El aturdimiento y un leve mareo los hizo parpadear en el lugar en donde se encontraban observando sus alrededores con un poco de confusión.

Los guardianes se apresuraron a llegar al lado de sus dueños, bajo las miradas preocupadas de Touya y Kaho, quienes realizaban los últimos movimientos deshaciendo las protecciones alrededor del lugar. Tomoyo también corrió al encuentro de los hechiceros.

- "Estoy bien" – Sakura aseguró inmediatamente para tranquilizar a Shaoran y Eriol que ya la observaban con inquietud.

- "¿Estás segura?" – Eriol dudó, intentado percibir en la joven de ojos verdes que tan bajo estaba su nivel de energía – "porque a pesar de que no puedo apreciar la utilización de un consumo significativo de magia entre todos nosotros, Kaho y tú eran realmente las que controlaban el poder de la carta; sin contar que la activación de Regreso recayó únicamente en ti".

- "Con la ayuda del "sello de poder" del Quinto, claro" – Lung recordó las palabras de Brigit Mong, al tiempo que esperaba que Mei Ling despertara del sueño inducido.

Los hechiceros que entendieron la referencia recorrieron los alrededores con miradas recelosas, intentando adivinar la fuente de este "poder sellado".

- "Me siento bien" – volvió a asegurar Sakura – "No puedo negar el consumo de magia en mi cuerpo, pero es tolerable".

- "Sabía que algo había cambiado en el suministro de poder que combinamos para amplificar los alcances de la invocación de la carta" – Kaho sacó sus conclusiones ante al intercambio entre sus amigos – "la alteración e intromisión de otra energía fue bastante notoria, aunque ni Touya ni yo pudimos descubrir la fuente de aquel poder, demasiado concentrados en mantener la barrera de protección".

Touya asintió, confirmando las palabras de su novia y sin dejar de checar los signos vitales de la prima de Shaoran - "¿Hay alguna razón por la que aún no despierta?" – se dirigió a su hermana – "pensé que recuperaría la conciencia una vez concluido el hechizo".

- "Generalmente, cuando cesa la actividad de la carta, y sobre todo cuando su poder se concentra en alguien específico, esta persona despierta" – explicó Eriol – "pero no te preocupes, no puedo sentir ninguna anomalía en la energía que desprende Mei Ling; parece nada más estar inmersa en un sueño, no inducido por la magia, claro".

- "Si Lung la sacude un poco seguro recuperará la conciencia" – animó Shaoran.

Touya pareció satisfecho con la explicación y se ocupó de interrogar al resto del grupo en busca de algún síntoma físico que exigiera su atención.

Poco después de que Mei Ling despertara, y sin mejorar el ánimo cargado de problemas personales con el que todos habían llegado al lugar, los hechiceros se retiraron a otra parte del templo, una definitivamente más agradable que les permitió acomodarse y tomar un poco de té mientras discutían la información recabada en el sueño de la joven china; ahí repasaron y deliberaron todas las medidas necesarias para tranquilizar un poco la preocupación que provocaron las palabras de Brigit Mong Ruadh y el augurio poco prometedor que reveló para ellos.

Esa noche, dormir fue una tarea casi imposible. Mientras una parte sufría de insomnio por ansiedad, la otra era asaltada con sueños que incitaban recuerdos del pasado y se mezclaban con sus más crudas pesadillas, logrando despertarlos con un sobresalto antes de unirse a la misma noche en vela que el resto.


Kaory había tenido un día bastante ocupado en la sede del Concilio.

Por la mañana, y después de haber retrasado el encuentro lo más que pudo, una reunión inminente con sus aliados desató reacciones negativas cuando estos se enteraron que ella no podría seguir proporcionando información anticipada sobre los avances que Shaoran y sus amigos obtenían de la profecía de El Quinto. Luego de librarse de su discusión con ellos, se dedicó el resto de la tarde a conversar y adular a ancianos jefes de Clanes intentando suavizar la imagen de los suyos y su valor a la comunidad mágica. Sin duda, a pesar de sus esfuerzos por mostrar el mejor comportamiento, el repudio de los Li y los Sheng mantenían en una situación precaria a su Clan.

Decidida a regresar a su casa esperando calmar el incesante dolor de cabeza provocado por su agotador día, Kaory vio aumentar su malestar cuando se topó con Eriol camino a su salida del lugar.

El hombre leía un libro en una de las salas de espera, y a pesar de la serenidad que desprendía su postura, por obvias razones su presencia no grata le recordaba su pelea con Shaoran y el estatus en el que, por el momento, se encontraba su Clan.

La hermosa joven rodó los ojos al darse cuenta que no tenía más remedio que saludar - "Buenas tardes, Eriol" – repuso con la cortesía suficiente para las personas que se encontraban alrededor y podían ser testigos de su encuentro.

El hombre se tensó inmediatamente al escuchar su voz y con languidez apartó la vista de su libro, creando instantánea curiosidad en la joven frente a su rígida reacción, aunque sin darle tiempo para reflexionar sobre ello pues los ojos fríos con los que el inglés devolvió su atención, le provocaron escalofríos.

- "Que infortunada coincidencia el encontrarnos aquí" – repuso mordaz y sin regresar formalmente el saludo.

- "Es normal que nos crucemos de vez en cuando tomando en cuenta que ambos nos movemos en el mismo círculo mágico" - intentó mantener su tono cortés, agregando una sonrisa.

- "Créeme, si dependiera de mí, tú y tu Clan ya estarían degradados de nuestra comunidad y de toda sociedad con un poco de decencia".

La japonesa parpadeó confundida. Ciertamente Hiragizawa no era un sujeto benevolente y ella estaba segura que una vez este se enterara de lo que le había hecho a Mei Ling, su descontento sería innegable, pero jamás pensó que su respuesta pudiera ser tan visceral.

Sin contar que las personas alrededor ya empezaban a lanzar miradas curiosas con disimulo.

- "Me parece que estás exagerando. Probablemente ya Shaoran y Sheng te pusieron al tanto de todo y entiendo que estés molesto porque el asunto involucra a Mei Ling, pero comprenderás que todas mis acciones han sido avaladas por reglas estrictas de protocolo. Yo no he hecho más que compartir alianza con otro respetado Clan".

El hombre se colocó en pie en una postura que irradiaba total severidad y esto empezó a poner nerviosa a la joven.

- "No comprendo cómo puedes ser tan cínica" - la voz de Eriol era serena, fría y peligrosamente tajante - "supongo que es tu naturaleza, ya no debería sorprenderme tu poco respeto por las personas".

- "Yo... yo" - balbuceó aún atónita ante la insolencia del inglés - "¡No te permito...!".

- "Soy yo quien no te va a permitir nada más, Kaory. Siempre respeté tu presencia en mi vida porque eras la novia de Shaoran, pero por suerte esa condición se resolvió de la mejor manera cuando mi querida Sakura ocupó tu lugar. Lo más curioso es que antes de eso, era yo quien siempre le pedía a Mei Ling y a Lung tener más paciencia contigo, que intentaran ver esas cualidades que Shaoran creyó encontrar en ti" - la joven no pudo evitar ponerse pálida ante la actitud del Eriol - "pero ahora realmente la situación es por demás insostenible e intolerable".

- "Nunca creí que mi problema con Mei Ling pudiera afectarte tanto" - ella intentó mantener la compostura - "te comportas como si hubiera cometido el peor de los pecados".

- "No tienes ni idea.." - respondió con ironía - "ya has hecho mucho daño, pero nunca volverás a tocar ni un solo cabello de las personas que quiero... nunca más. Así que déjame advertirte que si deseas continuar siendo una amenaza en mi vida voy a aplastarte como a una mosca sin el menor remordimiento".

El inglés tenía un brillo siniestro en los ojos que le provocó a Kaory ganas de meterse debajo de la mesa. Allí estaban las consecuencias de las revelaciones de Tomoyo y Sakura, su noche en vela luego de los recuerdos que lo asaltaron cuando utilizaran la carta Sueño con la ayuda de los poderes de Kaho, los intentos de Tomoyo por razonar con él, gentil y amable tratando de evitar tensiones ante el conflicto que Kaory había provocado, reprimiendo su propio temor ante el recuerdo de lo que aquella maldita mujer le hizo pasar.

- "Si tu reputación y la degradación de tu Clan terminan de la peor forma es porque te lo has ganado a pulso y a propia voluntad" - la japonesa pareció ponerse más pálida, y es que Eriol estaba furioso - "mi campaña por convertirme en el nuevo Jefe del Concilio de Hechiceros de Occidente se ha reanudado y créeme que como candidato trabajaré activamente para exponer tus acciones y convencer a quien quiera escucharme de que mantener alianzas con los tuyos es la peor decisión que puedan tomar." - su sonrisa era cruel y su tono reflejaba desdén - "La tarea no será para nada difícil, créeme, ya que el profundo respeto que el Concejo sintiera alguna vez por ti, cada día decrece más ante tu actitud hacia los Li, los Sheng y ahora hacia mí, o al menos los sabrán en cuanto termine la reunión que tengo con ellos en unos minutos" - reveló la razón por la que se encontraba en el edificio - "puede que por ahora Shaoran y Lung se conformen con mantenerte alejada de nosotros e iniciar una investigación oficial, pero yo no tengo porque tener ninguna reserva contigo o los tuyos cuando evidentemente tú no la tienes para intentar destruirnos".

- "¡No puedo creer que estés amenazándome de esta manera!" - Kaory Narazaki finalmente recuperó la voz irguiéndose aún más indignada - "¡jamás me habías ofendido de esta forma, y todo por un patético asunto matrimonial!" - hizo alusión a lo que creía era la razón del enfado del muchacho - "¡siempre pensé que eras más inteligente que esto... dejarte llevar por un tema tan insignificante!".

Los ojos azules de Eriol brillaron con algo parecido al odio y un deseo tremendo, casi homicida, apareció en él de una manera tan fuerte y súbita que a duras penas pudo contener. Esa perversa mujer se atrevía a calificar sus acciones como insignificantes sabiendo perfectamente lo que le había hecho a Tomoyo.

- "No vale la pena que siga perdiendo mi tiempo contigo" - repuso con frialdad y cuidando mantener su perfecta máscara de calma - "Con que te quede claro que no tengo piedad para los que amenazan a los míos, me basta.. buenas tardes" - sonrió con falsa reverencia antes de retirarse.

Kaory había quedado plantada en su lugar más furiosa y confundida que nunca. Sin duda jamás imaginó semejante actitud de parte del hechicero inglés. ¿Tanto le había molestado lo que había hecho con la prima de su mejor amigo?... y ahora él también trabajaría activamente para destruir su reputación dentro del Concilio.

Una nueva y dolorosa pulsación le recordó que su cabeza estaba a punto de estallarle.

Notas de la autora: Así que.. sigo viva.

Y bien, en vez de escribir toda una letanía explicando mi ausencia y todo lo que ha pasado en este tiempo, prefiero aprovechar la plataforma para hacer hincapié en la crisis mundial que estamos viviendo. Por favor, si en tu país hay estado de emergencia con cuarentena total, permanezcan en sus casas el tiempo que el estado les pida, no arriesguen a sus familias ni a las familias de otros. Sé que es difícil sobrellevar las limitaciones impuestas sobre nuestra vida cotidiana, que muchos temen por sus trabajos y otras situaciones que esta pandemia ha provocado, pero tenemos que tener fe que este tiempo difícil pasará. Aquí en mi país, aún estamos en total encierro por 15 días más y aunque para mí eso no es un gran problema (me encanta pasarla en casa) mis padres no comparten el mismo sentimiento; mi hermano mayor y yo estamos pensando seriamente en amarrar a mi mamá a la cama. Jamás, ni en sueños, pensé que utilizaría puras frases de padres regañones con ella. En fin, mientras esta realidad pasa, me concentro en mi trabajo (el que aún puedo hacer desde casa, gracias a Dios) y mi familia, y ustedes, si su situación lo permite, hagan lo mismo. Cuídense mucho por favor, hagamos todo lo que esté en nuestras manos y juntos saldremos adelante.

Bien, pasando la discusión a este capítulo es justo decir que todo está a punto de estallar. Ahora, si todavía tienen dudas de que demonios pasaba por la cabeza de Eriol con todo el asunto de Silvia, es que no supe explicarme bien y entonces es mi culpa xD pero ya en serio, espero de verdad que la confusión y los malentendidos estén claros porque al menos en mi cabeza siento que he logrado explicarlo como quería, aunque es posible que simplemente lo crea así porque yo desde el principio sí sabía qué demonios pasaba. Sí todavía hay interrogantes no duden en preguntar. Está claro también que Kaory no podía ser más arpía aunque lo quisiéramos... bueno, de hecho, si podría, ya lo ha demostrado. Y aún no paramos con las situaciones de tensión así que prepárense. Espero de verdad que aun tengan espacio en su corazón para esta historia.

En otras noticias, tengo que decir que he decidido volcarme a la tarea de editar toda la historia, sobre todo los primeros capítulos, los cuales estaba repasando un día de estos y que casi me provocan un ataque severo de vergüenza por lo mal escritos que me pareció que estaban. Por supuesto no voy a cambiar la trama en absoluto, así que no habrá qué preocuparse por perderse de nueva información. Claro que de querer dejarlos como quisiera tendría que reescribir absolutamente todo y eso ya es mucho pedir por el momento; tan solo adaptaré lo que ya está escrito de una forma que sea más entendible, se acople a mi estilo actual y que no me provoque ganas de querer tirarme por la ventana. Ya he editado los primeros dos capítulos y aunque hay cosas con las que aún no estoy satisfecha, al menos creo que he logrado convertirlo en una lectura decente.

Por último, como por décima ocasión en la vida perdí acceso a mi correo de hotmail desde Enero y hasta hace un par de semanas lo recuperé.. tengo poco más de 1000 correos nuevos entre basura y correspondencia real y apenas y he empezado a checar así que si alguno de ustedes me escribió en estos meses disculparan la falta de respuesta. Por favor no piensen que los estaba ignorando, no ha sido mi intención. Y pues, si reciben una respuesta de mi parte en estas semanas (10 meses después de haberme escrito), por favor no me juzguen xD

Las respectivas promesas para un nuevo capítulo lo más pronto posible. Y como siempre, disculparán cualquier error de ortografía.

Hoy no responderé a sus maravillosos reviews que tanto me llenan de alegría. Ha pasado demasiado tiempo y me da mucha pena responder algo como si no hubieran pasado 100 años desde la última vez que nos leímos.

¡Muchas gracias a todos los que siguen leyendo, son mis héroes!

Avances del próximo capítulo: Planes, visiones y discusiones al por mayor... ahora sí, todos empiezan a quitarse las caretas y la última señal abre la puerta.

Comentarios, tomatazos, dudas, reclamos y todo lo que quieran en un review.

¡Nos leemos pronto!

Saito Ryuzaki