Nadie muere por un agujero, nadie puede hacerlo. Y aún así ¿por qué he estado ahogándome en uno? Un agujero de arrepentimientos, profundamente enterrado. En la ventana a mi izquierda, a la luz del día, soy incapaz de abrir los ojos con el deslumbrante sol de la mañana.

El sol me quema los ojos, cada vez que despierto, me envuelvo en mi sitio y trato de dormir de nuevo, de regresar a ése mundo que se siente tangible, donde todo es hermoso y tranquilo. Ese sitio donde puedo ser yo, yo realmente. Donde los días transcurren diferente y he tenido más de cien vidas distintas con ella. La he visto en más de cincuenta vestidos de boda distintos, con más de cuarenta peinados diferentes, usando más de treinta anillos de compromiso distintos y viviendo juntos la misma vida.

Ella duerme pacíficamente en nuestra cama y a nuestro alrededor sólo hay estrellas. Yo canto su canción favorita mientras paso mis dedos por su cabello y entonces, cierro los ojos. Las luces del cielo descienden y se recuestan en sus pestañas, me pregunto por qué llora si estamos siendo tan felices justo ahora, pero no parece ser capaz de decirlo. Con sus ojos cerrados, aprieta los labios y las lágrimas descienden de su rostro.

Sus ojos me dicen que no lo entiendo, y quizás es cierto, no puedo entenderlo. Esta vida que vivimos ya no me corresponde, quizás siente que está apartandome de la vida que espera afuera, la vida que ya no la tiene.

Cuando la luz se termina, regreso a la oscuridad. En el frío de la noche, con la cabeza en la ventana, miro a la Luna y pienso para mí: Hoy quiero verte de nuevo. Quiero conocerla de nuevo, quiero hacerlo todo otra vez, pero estoy lleno de miedo. Incluso cuando sabía que su vida se apagaba, parecía luchar por su felicidad hasta los últimos días. Sonriendo ampliamente, una sonrisa que brillaba como la Luna.

Ya no puede ser cambiado, no hay forma de que sea diferente. Había visto ese día mil veces. Sucedía en mis pesadillas y yo lloraba hasta que sentía ahogarme. Le pedí a la Luna cada noche después de ese día que te diese la vida que perdí y me sentí pequeño e insignificante. Sentí que se reía, que veía dentro de mí y me decía: ¿Cómo puede un chico como tú pedirme un deseo así? ¿Sabes lo que has hecho? Lo sabes, tú lo sabes. ¿Cómo puedes ser tan sinvergüenza para implorarme un deseo así?

Yo lo sé, más que nadie, yo lo sé. Sé que me odio hasta los huesos y que mi alma un día se desvanecerá también de esa forma. Sé que me odiaré por cuanto recuerde mi nombre, pero no quiero olvidar el suyo. No me hagan olvidar su nombre cuando pague por mis atrocidades. Incluso si estoy llorando y me inundo en vergüenza, no me hagan olvidar su nombre. Quiero recordarlo por siempre y grabarlo en mis memorias. Quiero saber cómo se escribe, cómo sabe y a qué huele. Quiero saber si en nuestra siguiente vida puedo buscarla y conocerla.

Quiero saber si me odia.

¿Me odiará por haber hecho ese deseo? ¿Me odiará profundamente por haber hecho lo que hice? Trato de decírselo en algunas noches cuando el dolor es insoportable: No hay forma de que lo hubieses podido saber. ¿Cómo podrías saberlo? Eras un niño, estabas lleno de sueños. Me digo esas palabras porque son las mismas que ella me dijo.

"Esta es la razón por la que humanos y supernaturales no pueden verse involucrados." La voz de No. 1 me dice. "¿No hubiese sido mejor para ella no saberlo nunca? ¿No te causa pesar saber lo que has hecho?"

"No es un crimen estar enamorado." Responde la voz de aquella chica vestida de miko. La misma que le dio la idea de que ésto funcionaría, que nosotros estábamos bien. "No hay nada que uno pueda hacer al respecto. No se pueden envolver los sentimientos y arrojarse al basurero."

No, no se puede. Se hacen más profundos y más intensos. Se sienten como agujas en la garganta, como cristales en el estómago. Si se pudiese deshacer de todo lo que sentimos, me habría deshecho de mi amor por ella hace tiempo. Quizás, si lo hubiese hecho, pensaría con la cabeza fría. Con los pensamientos claros. Quizás podía haberla salvado.

"Él dijo que ha visto el futuro cambiarse una vez." Recuerdo escuchar de ella, en una voz susurrante que me hablaba como si tuviese miedo. "Que hubo una persona que lo hizo."

Cuando sus ojos escarlata se abren, ella está mirándome como si me pidiese permiso. Me mira y me destruye porque sabe que no soy lo que aparento. Que estoy hecho pedazos y en el fondo, soy un niño. Con sus manos se sujeta de mí como si pudiese sujetarse así también de su vida. Con la sal entre sus ojos, me veo incapaz de decirle la verdad.

"Lo hice una vez, lo haré de nuevo. Voy a salvarte, Yashiro."

Y ella llora, como llora en mis sueños. Llora tanto que me duele, llora tanto que yo no puedo hacerlo. Me trago enteras las lágrimas y le hago la misma promesa una y otra vez. La repito para creerla yo mismo. Para hacerme creer que realmente puedo hacerlo, pero cuando el día termina, estoy solo en el frío piso del baño. No hay más vida en la escuela y me quedo enteramente desprotegido de mis propios pensamientos.

"No puedes hacerlo. No puedes hacerlo. No puedes salvar a la persona que amas. No puedes, no puedes. ¿Por qué le mientes de esa forma? ¿Por qué le dices que todo estará bien cuando el futuro en su libro no cambia?"

Las manos que me sostienen son mías, las manos que me atan también. Las lágrimas que ahora se desbordan y se sienten tan heladas ¿son también ellas mías? ¿Lloro por vergüenza o lloro por saber que no puedo hacer nada por ella?

Ah, incluso ahora. Estas lágrimas vergonzosas también las ve la Luna. Me ha visto llorar por más de cincuenta años, atado a este ciclo donde espero que pasen los inviernos.

"No puedes ver lo que yo veo." te escuché decir ese día, cuando decidiste que querías quedarte a pasar la noche. Tras trazar las facciones de mi rostro, descansaste tus manos cálidas en él. Con las yemas de los dedos, tocaste mis labios y te inclinaste.

Yo sentí deshacerme con tu beso.

Debió haber sido terrible. No habría querido que fuese así. La siguiente vez que mi hermano me pregunte ¿a qué saben los besos? Responderé que saben amargos y a sal. Que son la cosa más horrible porque te hacen sentir pequeño, desaparecen el suelo y el aire se vuelve delgado. Porque acelera el corazón incluso si está muerto, porque regresa la calidez a las mejillas de un cuerpo que lleva cinco décadas muerto.

Porque me hacen extrañarla como nunca he extrañado algo.

Nadie puede morir por un agujero, pero fue por uno que murió mi hermano en mis manos. Nadie puede morir por un agujero, pero enterraron mi cuerpo en uno y también el suyo. Nuestros cuerpos yacieron fríos debajo de la tierra y encima de nosotros, yacían las estrellas resplandecientes, mirándonos con pena porque no podíamos unirnos a ellas.

El chico me dijo que su funeral fue precioso. Que la rodearon de flores y su rostro se veía gentil. Me dijo que no parecía que sufriera, que había una sonrisa en su rostro. Sus manos estaban juntas como si estuviese pidiendo un deseo. ¿Fueron de verdad sus flores favoritas? ¿La adornaron de muchos colores? ¿Eligieron flores rojas que hiciesen relucir sus labios? Me dijo que también la maquillaron y la vistieron como una princesa.

Me dijo que la vistieron de blanco.

"¿Por qué hiciste eso?" le pregunté cuando ella se despegó de mi rostro. Con las manos juntas, tenía los ojos envueltos en cristal. Me llamé a mí mismo imbécil por haberte dicho eso.

"Lo siento." Ella se disculpa, primero sonriendo y luego llorando. "Lo siento, lo siento. No quería… no quería irme sin hacerlo. No quiero vivir con arrepentimientos."

Con las mangas de mi uniforme, recogí cada una de las lágrimas que derramó esa noche. Apreté su cuerpo al mío como si quisiera fundirlo. Repetimos ese mismo beso bochornoso, ya no sé cuántas veces. Dejé de contarlas después de treinta porque no podía saber en dónde terminaban mis labios y comenzaban los suyos.

"Eres una persona horrible. No mereces esto." El sonido de mi propia voz lo repite, cada vez que tomo sus manos o me envuelvo en sus brazos. "Eres un chico despreciable. Estás vacío por dentro."

"Hagamos una promesa, Hanako."

En la oscuridad que envolvía nuestros cuerpos, escuché su voz en medio de la noche como si fuese un susurro del viento. Acercándose a mí, sosteniéndose de mis manos, ella se acercó hasta mi oído como si quisiera contarme un secreto.

"Si volvemos a nacer de nuevo, vivamos esta misma vida. Repitamos los mismos errores para que podamos encontrarnos otra vez."

¿No se supone que debía ser yo quien le diese un anillo? ¿No se supone que debería ser ella la que esté envuelta en su llanto? Con el listón de su cabello, ella se deshizo su peinado para envolver mi dedo meñique. A la luz de la Luna, susurró su promesa al oído al mismo tiempo que fingió atar ese mismo lazo a su dedo.

"Aségurate de atarlo bien." Dice mi boca mientras sonríe y nuestras risas son bochornosas. "No queremos que se deshaga."

Es una recuerdo familiar, pero se siente tan triste. Incluso ahora, si me mantengo callado, en el silencio de la noche puedo todavía oír esa voz suya tan gentil como ese momento.

Recuerdo con claridad nuestros últimos días como si fuesen reflejados en un espejo.

"¿De verdad pueden esas mermaid scales mantenernos unidos?" Yashiro preguntó con una voz que se mezclaba con el viento.

Tengo la extraña sensación de que hay algunas cosas que me gustaría jamás saber la respuesta.

Se me revuelve el estómago cada vez que recuerdo que en aquel tiempo solía pensar "si su vida se extiende y me abandona aquí ¿algún día borrará por siempre mi recuerdo?" No quiero que me olvide, quiero permanecer con ella, incluso si solamente puedo hacerlo en su memoria.

"¿Por qué no eres más honesto todo el tiempo?" Yashiro se ríe cuando le digo que prometo lo mismo. Yo finjo que estoy molesto porque no quiero decirle "Debe ser porque estoy asustado."

Con mis manos en sus labios intento silenciar su respuesta cuando ella quiere decirme lo mismo. Mi corazón se marchita porque sé que no debo oírlas, porque sé que si escucho esas palabras de su boca será más difícil.

"Deseo conocerte otra vez." Ella alcanza a decir incluso con mis manos cubriendo su boca. "Y otra vez, y otra vez, y otra vez…"

"Estoy enamorado de ti." Le dije, pero sólo mi corazón pudo escucharme. "Y creo que voy a estar enamorado de ti por siempre."

Nuestros últimos días fueron los más felices. El profesor Tsuchigomori me aconsejó que me permitiese olvidarlo y así hice. Hicimos todas las cosas que ni siquiera cuando estaba vivo hice. Mirar una película y fingir quedarme dormido en sus hombros. En mis memorias ella luce como una estrella, tan frágil y distante.

"Vas a olvidarte de mí eventualmente ¿no es así?" Ella me preguntó en nuestra última semana juntos. "Seguramente encontrarás una mejor asistente, con piernas lindas y todo."

"Yo creo que he tenido suficiente de los asistentes humanos. ¡Son demasiado ruidos y torpes!"

Pensé que iba a estar enfadada conmigo por lo que dije, pero en vez de eso, ella envolvió sus brazos alrededor de mi cuerpo como si supiese también que el final está cerca.

"Por favor, no me olvides. No te olvides de mí y todas las cosas que hicimos."

Con su rostro hundido en mi pecho, quiero tener las manos como plumas y sostenerla por siempre. Quiero escuchar los latidos de su corazón todo el resto de esta vida. Quiero saber cómo saben los besos sin lágrimas. Quiero saber por qué lloramos siempre que nos besamos.

"Sabes que no es culpa tuya lo que sucedió y que puedes hablar conmigo si tú quieres." dice el chico después de que ella se ha ido.

"¿Qué pasa si... mi deseo de conocerla de nuevo fue lo que acortó su vida?" quiero responderle, pero mis labios están sellados.

"A ella no le gustaría verte así, dormido todo el tiempo, sin querer ver a nadie... Yo sé que necesitas tu espacio, pero... Mira. Sé cómo te sientes, yo también la extraño."

No, no lo sabes. Nadie puede saber cómo me siento. Yo sabía que esos días estaban destinados a terminar, pero simplemente yo no estaba listo. Yo sabía que no debía amarla como lo hice, que debí atar mi corazón con más fuerza, pero no pude. Era un chico terriblemente enamorado. No pude evitar derretirme en sus besos, no pude evitar amarla por tanto tiempo. Nadie puede saberlo y no puedo dejar que nadie lo sepa. ¿Cómo se supone que deba sentirme después de perder a la única persona que he amado en mis propias manos?

"¿Qué dices, chico? Estoy bien." le respondo ahora con el cuerpo girado. "Hicimos todo lo que pudimos por ella ¿no es así? Ella estaba destinada a morir, ya sabíamos eso. No había forma que pudiésemos evitarlo."

Siento su puño en mi rostro cuando lo digo y después, sus brazos alrededor de mí y entonces sé que también está llorando.

"No tienes que soportar todo esto. No tienes que esconderlo y sufrir solo." dice el chico ahora y recuerdo esas mismas palabras en la boca de Yashiro. "Sé que todavía usas ese listón que ella te regaló."

Intenté lo mejor para esconderlo, lo prometo, Yashiro, hice lo mejor para hacerlo, pero no pude. ¿Cómo podría mentir diciendo que no te amo? Negar mis sentimientos sería negar que tú exististe e este mundo y que nos conocimos, que me diste los días más preciosos que he podido tener alguna vez y que esta fue nuestra historia. Cuando tú vivías, fuimos felices y soñábamos con el futuro. Soñábamos con un mundo que podía sostenernos a ambos y una promesa que pudiese mantenernos unidos, una maldición que nos uniera en al vida y en la muerte.

Ya no recuerdo los últimos días del chico y ésta habitación también se fue volviendo gris. Ya no recuerdo cuántos años han pasado desde nuestro último día juntos, pero sé que estoy acabándome también porque tengo sueños más seguido.

Ahora mismo, él me dice que ha sido suficiente para mí. He mirado tanto a la Luna durante toda mi vida que he comenzado a pensar que ella vive ahí. ¿Estás esperándome en las estrellas, Yashiro? ¿Estás esperando por mí para que vuelva a nacer?

Escucho la voz de Nene otra vez ahora, sus últimas palabras para mí con sus ojos somnolientos y su voz gentil mientras sostiene mis manos.

"Hanako, lo siento. Siento mucho no haber podido estar contigo hasta el final. Por favor, "vive" el resto de este tiempo lo mejor que puedas y entonces, ven conmigo. Cuando sea tu tiempo, ven aquí conmigo. Vamos a vivir juntos como estrellas en el cielo."

Nadie muere por un agujero, pero estoy muriendo ahora otra vez a causa de uno. Me desvanezco, derritiéndome en mis arrepentimientos y entonces... Nene, quiero decírtelo ahora porque tengo mucho sueño. Si yo desaparezco en mis más profundos arrepentimientos, por favor, quiero que sepas que quise amarte hasta que pude.

Por favor, quiero que sepas que soy un mentiroso. En el pasado quería decirte que realmente pienso que nuestro tiempo juntos valió la pena. No me he olvidado de ti una sola vez y mientras este lazo que nos une no se caiga, sé que habrá un tiempo en el que podamos conocernos de nuevo.

Ah... ¿Eso es...? Sí, estoy sintiéndolo de nuevo. Esta calidez debes ser tú ¿no es así? Sí, ya sabía que tú ibas a ser mi último pensamiento.

Siempre supe todo este tiempo que tú eras la Luna.