Disclaimer: Los personajes usados son de propiedad de Takao Aoki, serie Bakutenshoot: Beyblade.
Prólogo:
Sentir que eres consumido por la oscuridad poco a poco era lo que Kai quería ocultar a su equipo y a sus amigos. Después de todo sentía que si dejaba de luchar sería absorbido por esa fuerza. Nunca espero recibir ayuda de alguien a quien no consideraba su amigo o tal vez si lo era?
Capitulo 1. Primera parte
Apocalypse please, Muse
El frío de Rusia es implacable, de noche incluso es mortal pero para una figura que caminaba por la blanca nieve ese no era problema, estaba acostumbrado al frío y no solo eso, había aprendido a usarlo a su favor. No es problema soportar ese frío cuando has nacido para ello, cuando tú ser se fusiona con la fría y despiadada tundra. Es por eso que Yuriy Ivanov podía salir de la abadía a esas horas de la noche en medio de la tormenta sin morir en el intento. Aún así llevaba bien sujeto el abrigo y guantes para ir abriéndose paso en la ventisca. Se repetía a si mismo que él no era ninguna niñera para ir en busca del japonés pero si este moría sería un gran fastidio explicarle a BBA cómo el Gran e inigualable Kai Hiwatari había muerto por hipotermia bajo su cuidado y bueno, eso no era muy bueno considerando sus antecedentes criminales. Gracias Boris.
El pelirrojo había caminado ya por todo el perímetro de la Abadía, si bien Kai solía hacer estás estupideces y vaya que si eran estupideces porque no es inteligente salir este clima horrible a desquitar su instinto asesino, pero en fin. Los demás lo habían mandado porque él había estado involucrado en este reciente enojo del bicolor, ambos habían discutido de nuevo por alguna estupidez la cual ya ni siquiera recordaba pero que había hecho que Hiwatari saliera, hacía ya más de 12 horas que no regresaba y había estado nevando las últimas cinco horas, Yuriy ya no podría encontrar alguna señal en los senderos que indicaran el camino pero tenía un leve presentimiento.
-Ese idiota! Si quiere morir no es mi problema.- Yuriy se mantenía repitiendo por lo bajo mientras caminaba al pequeño estanque fuera de la propiedad de la Abadía. Había visto a Hiwatari varias veces en ese lugar, frecuentaba ir solo y entrenar hasta el cansancio, a estas alturas Yuriy no tenía ningún control sobre él a pesar de que era el capitán del equipo – ni siquiera sé que está haciendo aquí si solo quiere irse!- maldijo en su mente porque a pesar de aceptarlo en el equipo su rivalidad le quitaba la poca paz que encontraba en su propia casa.
Caminar en la nieve es un poco difícil si te cubre las pantorrillas pero ya estaba acostumbrado, pronto llegó al lugar alumbrando lo más que podía con su lámpara, no podía ver más allá de dos metros y el hielo del estanque podría romperse por el peso de él y la nieve.
-Hiwatari! Más te vale volver, maldito infeliz!- grito el pelirrojo caminado lentamente por el lugar, pero su voz era rápidamente desvanecida por el viento, quiso abandonar su búsqueda pero no quería llegar a casa y tener que decirles a sus hermanos que falló en encontrar a Hiwatari por lo que se calzó mejor el abrigo y siguió caminando, escuchando con dificultad si el hielo en sus pies crujía de manera peligrosa.
Afortunadamente la temperatura había conseguido que el estanque se solidificara como una roca. -Esto es inútil- dijo para sí mismo arrojando la lámpara a la nieve, con semejante oscuridad de todas formas no veía nada. Era hora de llamar por ayuda, Yuriy cerró sus ojos tratando de concentrarse, la agradable sensación de su bestia bit acompañándolo lo hizo sentir mejor, exhaló profundo abriendo de nuevo los ojos y ahí estaba, ahora sus ojos azules se habían vuelto más brillantes y con eso fue capaz de ver en la oscuridad, Wolborg le ayudaba, el lazo que compartía con su bestia sagrada tenía ventajas en ese clima. Así ahora incluso podía ver en la nieve un rastro leve impregnado con el aroma de Hiwatari.
Inicio su marcha y no tuvo que caminar demasiado, a unos metros debajo de un gran árbol seco hasta la raíz encontró una figura sentada a los pies del árbol. -Hiwatari, eres tú? Oye, es hora de volver a la abadía- dijo el Pelirrojo mientras se acercaba cauteloso, ahora que lo tenía casi a la vista el viento de esta tormenta dejo de soplar.
-Hiwatari?... Todo en orden?- cuándo llegó frente a él pudo por fin notarlo, Yuriy dio un paso hacia atrás por inercia y después volvió a acercarse hasta arrodillarse para poder verle directo a la cara. Kai estaba sentado con ambos brazos sobre sus piernas, una ligera camisa de manga larga negra y un pantalón tipo cargo era lo único que llevaba, estaba descalzo y a pesar de estar en medio del exterior su ropa estaba perfectamente seca, alrededor de él no había rastros de nieve. -ok, eso es extraño. Hiwatari, puedes oírme acaso?- el pelirrojo alzó una mano para mover un poco al menor pero lo que se llevó por sorpresa fue sentir la piel del japonés ardiendo, lo pudo sentir a pesar de los guantes que llevaba.
-Pero que carajos?!
-Vete
-Hm?
Yuriy parpadeo un par de veces por esa voz que se escuchaba como un susurro, se puso de pie observando con más cautela a Hiwatari, algo en ese ambiente no estaba bien, algo de verdad no estaba jodidamente bien.
-es hora de despertar Hiwatari
-te dije que te fueras, lobo. Es mejor que nos dejes solos.
-que nos "dejes solos"? … solo quiero llevar a Hiwatari a un lugar seguro- Yuriy vio como Kai se ponía de pie, parecía que a su alrededor todo estaba caliente, la piel estaba tan clara y los ojos escarlata ahora brillaban más que nunca, no es como si Yuriy Ivanov jamás hubiera visto a Dranzer fusionarse con Kai pero la unión entre una bestia bit y su guardián no debería durar tanto.
-llevarlo a un lugar seguro, contigo lobo? Puedo ver a través de ti, acercarse a ti sólo le traerá desgracia
-de que hablas? Sólo quiero llevarlo a casa, tú lo dañarás más en ese estado!
-Quien te has creído para hablarme así, lobo? Ya te dije, tu presencia solo lo llevará a su destrucción.
-no sé de qué hablas pero creó que Kai ya tuvo suficiente, no crees?
-Mi advertencia está hecha, aléjate de mí amo.
La mirada de Kai se afiló en real amenaza pero Yuriy no se dejó intimidar aún así fuera una de las bestias sagradas quien le hablaba. – sí, sí.. en cuánto me asegure de que el idiota no se quede aquí- dijo mientras molesto dio unos pasos hacia Kai, si esa bestia bit lo mantenía en ese trance de fuego entonces él lo despertaría, sin pensar mucho en las consecuencias, el pelirrojo tomo al bicolor por el rostro, de inmediato el calor llegó a Yuriy de nuevo pero no le importo, alzó el rostro del menor y se acercó hasta casi rozar su cara, Hiwatari o mejor dicho Dranzer abrió grandes los ojos al ver la decisión en esos ojos azules.
-Despierta, Kai…
Con eso Hiwatari cerró los ojos dejándose caer de rodillas en la nieve, Yuriy se apartó del menor dándole espacio. Cauteloso miro desde su posición como el bicolor trataba despejar su mente y tratar de entender en dónde se encontraba. Lo primero que Kai noto cuando el enlace se rompió fue que hacía frío, hacía bastante frío. Su cuerpo empezó a temblar descaradamente y sus pies ahora ardían con el contacto con la nieve que poco a poco se iba formando a su alrededor, fue ahí cuando vio a Ivanov parado en frente de él cuando por fin pudo levantar su mirada.
-Es hora de ir a casa, Hiwatari
-Hm…
Kai se puso de pie con algo de dificultad, aún así el otro no hizo movimiento alguno para ayudarle, el bicolor miro a su alrededor, por la oscuridad casi no podía ver nada que no fuera Ivanov y su brillantes ojos azules, sentía que la cabeza le iba a explotar y sentía la boca extremadamente seca, el viento hizo se encogiera sobre si mismo abrazándose
-Ivanov, le quitas la diversión a todo-
-Los niños pequeños como tú no deberían estar despiertos a esta hora, así que andando.
-Imbécil
-Maniático, andando o este frío terminará por calarte.
La verdad, el pelirrojo se sentía un poco más relajado al ver la pésima actitud de siempre en Hiwatari -tal vez un gracias hubiera sido bueno - un gracias por quitarme un trance mortal con mi letal y obstinada bestia bit- hubiera sido bueno para el pelirrojo pero era mucho pedir así que se puso en marcha con Hiwatari siguiendo sus pasos de manera lenta, pronto escucho un ruido seco en la nieve, con una ligera sonrisa el ruso voltio solo para ver a Kai ahora en el suelo, había caído inconsciente en la nieve por el cansancio y el frío, a Yuriy no pudo importarle menos así que lentamente camino hacia Kai, lo miro un poco más viendo cómo poco a poco los labios y la piel se tornaban peligrosamente azules, temblaba un poco y la respiración era acelerada haciendo salir vapor por sus labios, Yuriy se aseguró de memorizar esa imagen del Bicolor en su cerebro, no todos los días se puede ver a alguien como él en tales condiciones, tal vez después de todo Dranzer tenía razón en no confiar en él ya que lo que más deseaba ver era a Kai rendido y destruido por él.
Con eso en mente sonrió otro poco para agacharse y levantar a Hiwatari sobre su hombro cargando lo como un simple costal de arena, el camino a la abadía no debía de ser largo, aun tenia consigo la ayuda de su bestia bit para cargar al bicolor, sin embargo Yuriy Ivanov se tomó su tiempo en llegar a la Abadia, disfrutando el efímero momento en que sostenía a Kai Hiwatari.
Primera parte del capitulo 1. Sigan la historia si les gusto y dejen su rw en los comentarios, los leeré con gusto.
He notado que ya casi nadie escribe en español para este fandom pero los fics en Ingles han tenido bastante actividad, asi que si eres un beta-reader contactame. Pronto espero publicar esta historia en su version en Ingles.