Buenas a todos. Les traigo mi nuevo proyecto, que de hecho fue la primera historia que comenzó a escribir y publicar aquí en FanFiction. Pero por algunas cosas como incoherencia en la trama y velocidad de narración tuve que volver a rediseñarla. Pero aquí estamos, solo espero que les guste ya que los capítulos los creare de un total de 3 mis a 4 mil palabras Espero que sean los suficientes para mantenerlos interesados y también porque me ayudo a publicar más seguido sin que afecte a mi historia principal "Nuevo planeta ".

Sin mas que agregar. Nos leemos luego; p


Hace milenios atrás, después de la unificación de las tres rasas de tierra, pegasos y unicornios, mucho antes de que fuera necesario usa la magia para mover los astros que traen el día y la noche. El reino de equestria recién se estaba formando y los encargados de hacerlo eran los Reyes que ganaron la confianza y el respeto de todos los ponis, sus nombres eran la reina Galaxy y el rey Cosmos. A pesar de la unificación aún existe el odio entre las tres razas, haciendo que existen peleas, disturbios y matanzas. Los dos reyes reconocidos por su bondad y generosidad, lograron disminuir este odio entre las razas incluso haciendo uso de la fuerza cuando era necesario pero que después de un tiempo equestria logro entrar en una era de paz y prosperidad.

Un día, en un pequeño castillo, los dos reyes se encuentran en el balcón de su habitación, la cual se encuentra en la cima de una de las torres. Los reyes estaban sentados y abrazados mientras observaban la puesta de sol. El rey cosmos era un pegaso de gran tamaño y robusto que denotaba su fuerza, su pelaje era color oscuro como el espacio con pequeños puntos blancos, su melena era de color morado oscuro y un poco azulado, sus ojos eran morados y su cutie mark era una enorme estrella de seis puntas cubriendo gran parte de su flanco. La reina Galaxy era una poni unicornio delgada, con una gran figura y curvas, su pelaje era de color amarillo tirando a blanco pero en sus cascos y cuerno su pelaje empezaba a tornarse naranja,

—Esta paz es muy relajante — Dijo la reina Galaxy acomodando su cabeza en el pecho de su esposo

—Todo es gracias a tus ideas que logramos hacer que las peleas entre las tres rasas cesaran — Dijo El rey Cosmos abrazando a su esposa con sus alas

—Pero sin tu buen liderazgo los soldados no nos hubieran apoyado — Dijo la reina

—Jajaja Fue un trabajo en equipo entonces — Dijo el rey divertidamente

—Espero que esto alguna vez termine— Dijo la reina con una sonrisa de tranquilidad en su rostro

De repente la tranquilidad de los reyes es interrumpida cuando la puerta de su habitación azotarse. La pareja intercambian miradas confundidas para después pararse y dirigirse al interior de su habitación.

- ¿Quién osa interrumpió en los aposentos reales? —Dijo el rey Cosmos con una voz enojada y autoritaria

En entonces que una cebra que apenas le llegaba al pecho del rey aparece de entre la oscuridad de la habitación. Esta cebra ya se tenía en la edad avanzada, tenía adornos en su cuello y sus orejas, su ojo izquierdo estaba completamente blanco y con una marca de rasguño en sus párpados.

—Mis reyes — Dijo la cebra mientras hacia una reverencia — Lamento irrumpir en su cuarto de esta manera. Pero vengo con un asunto muy urgente de la cual otro día no es posible esperar

—Levántate amiga mía. Te he dicho que ante nosotros no es necesario que tú nos revelemos: Dijo la reina acercándose a la cebra para luego estirar su casco y ayudarla a levantarse: Fuimos amigas por un largo tiempo y no quiero que sientas qué yo estoy por encima de ti

—A pesar de todo eso sigues siendo la reina — Dijo la cebra levantándose

No tengo obligación de hacer una ley real que prohíba que tú te inclines ante nosotros — Dijo la reina de forma divertida

—Por favor no lo haga — Dijo la cebra apenada

Ante la acción de su amiga la reina Galaxy se rio un poco

—Lamento interrumpido esta charla de amigas pero ¿Cuál es el asunto urgente que no puede esperar? —Dijo el rey interrumpiendo la charla

—Es verdad ¿Cuál es el problema? —Dijo la reina

—Es sobre el futuro. Algo horrible ira a suceder— respondió la vieja cebra

Los Reyes volvieron a intercambiar miradas nerviosas mientras un escalofrío registraba su columna dejándolos muy intranquilos, ya que la mayoría de las advertencias que su amiga cebra les había dicho en el pasado, muchas de ellas se hicieron realidad.

- ¿Qué es lo que irá a pasar? —Dijo la reina preocupada

- ¿Acaso una guerra? —Dijo el rey

—Se los explicare todo. Pero por favor síganme a la biblioteca

Los reyes y la cebra iniciaron su camino por los pacillos del castillo hasta encontrar la entrada a la biblioteca. La habitación era enorme, circular y con varios pisos de libreros, en el centro de la habitación se convirtió en un caldero con leña aun encendida calentando el líquido verde que estaba dentro de él. La cebra ce acerco al caldero e invito a los reyes a acercarse, ellos hicieron caso mientras caminaban hacia el caldero y terminaron enviando al frente de él.

La cebra tomo un cucharon y algunos frascos que se encuentran en una mesa cerca de los libreros, para luego ver el interior de los frascos dentro del caldero y con el cucharon empezaba a revolverlo

—En todos estos años como hechicera y alquimista, estudió anomalías del espacio tiempo que están por venir. Hace un par de días mientras permitía crear una poción que me permitiría mirar el futuro finalmente lo logre, pero no era el futuro al que esperaba encontrarme. - explicó la vieja cebra

- ¿Qué viste en ese futuro? —Preguntó el rey

—Lo que tenían no era un mundo de paz al que ustedes tanto tenían que mantener. Lo que mire fue mundo que se tenía bajo una dictadura — Dijo la cebra mientras echaba un polvo en el caldero

Cuando la cebra hizo esto, el caldero comenzó a salir un humo verde que se alzó en unos pocos metros del aire hasta que el humo comenzó a aparecer imágenes

—El reino se había sumergido en una dictadura basada en el miedo, la esclavitud, una oscuridad interminable, destrucción, rebelión y lo peor de todo la ejecución —Decía la cebra

Mientras la cebra decía esas palabras, del humo salía la imagen de una ciudad construida en la ladera de una montaña en ella un enorme castillo, el cielo estaba completamente nublado, se veían a ponis encadenados, siendo golpeados y siendo asesinados.

Los dos reyes observaron las imágenes con horror y miedo ante tal crueldad

- ¿Ese es el futuro de nuestro reino? —Dijo la reina Galaxy al punto de las lagrimas

- ¿Quién es el responsable de tan cruel destino? —Dijo el rey Cosmos enojado

—Lamentablemente será alguien de su sangre, una de sus futuras nietas causara este destino y bañada en la oscuridad será la responsable de la muerte de sus 2 hermanas y de su sobrina— respondió la vieja cebra

Los Reyes abrieron completamente sus ojos y boca por la sorpresa de saber que su descendencia será la causante de tal horror. Los reyes no pueden creerlo ni aceptarlo

-No. No puede ser ¡Es mentira! —Grito la reina en desesperación para luego abrasar a su esposo y empezar a llorar en su pecho

El rey Cosmos acariciaba la cabeza de su esposa esperando poder calmar su llanto hasta que fijo su mirada en la cebra con un rostro de ira

- ¿Cómo osas culpar a nuestra descendencia de causar tal daño y horror al reino? —Dijo el rey con una mirada de muerte en sus ojos

—Lo lamento su alteza, pero esa es la verdad — Dijo la cebra agachando la cabeza con tristeza

—Qui… ¿Quién de nuestras nietas será la responsable de eso? —Dijo la reina apartando su cabeza del pecho de su esposo para luego observar a su amiga

No ... No tengo idea — Dijo la cebra observando a su amiga triste— Solo sé que una de las dos hermanas que serán ejecutadas será la que logre salvar este mundo de ese futuro. No tengo la menor idea de quién es la dictadora y quién es la salvadora ya que la poción no me muestra más allá de lo que les dijo - específicamente la vieja cebra

- ¿Cómo no tienes más información? —Pregunto el rey enojado— ¿Dime anciana? ¡¿Quién es?! - Gritó

La cebra solo agacho la cabeza apenada mientras la ladeaba de un lado a otro en señal de que no sabía la respuesta.

Ante la negativa de la cebra el rey Cosmos alzo su cabeza y comenzó a gritar a todo pulmón mientras que de sus ojos empezaban a bajar lágrimas a montones y en su pecho se vieron la reina Galaxy escondiendo su rostro en el pelaje de su amado mientras no podría dejar de llorar por tal descubrimiento.

—Lo siento mis reyes — Dijo la cebra agachando la cabeza

Después de haber oído todo lo que tenían que decir la cebra, los reyes volvieron a su habitación con miradas apagadas y con sus ojos rojos de tanto llorar.

Al llegar a la habitación, los reyes se quedarán estáticos por unos momentos en el centro del lugar.

No lo puedo creer. Una de nuestras nietas, nuestra propia sangre esclavizara el mundo y lo matara - dijo la reina caminando de un lado a otro mientras observaba el suelo

—Yo tampoco lo puedo creer, y no sé qué es lo que debería pensar ¿Ira? ¿Culpa? ¿Miedo? —Respondió el rey sentándose en el sillón apoyando la cabeza sobre su casco

No creo que sea correcto tener hijos — dijo el rey levantándose y dirigiéndose al balcón para luego observar la pequeña ciudad que lograron levantar con esfuerzo.

—Pero lo llevamos planeado desde hace tres años, habíamos dejado en acuerdo que la primavera siguiente nos dejó hijos- dijo la reina acercándose al rey con una vos preocupada

—Lo sé, pero estaríamos arriesgando el futuro de las siguientes generaciones, incluyendo la nuestra. Aunque gocemos con la juventud eterna, aún es posible que nosotros muramos y en ningún momento se nos mostró a nosotros en ese futuro de horror. Lo que significa que no seremos capaces de detener a nuestra nieta y podrá matar a todos los que amamos. Si es capaz de ejecutar a sus propias hermanas, podrá hacer lo que sea para mantener su reino – dijo el rey mirando la luna

—Pero sabes que he soñado con el día en el que me convierta en madre — dijo la reina triste y volviendo a aparecer lágrimas

—Lo sé. Se has querido tener un pequeño potro en tus cascos.- dijo el rey secando las lágrimas suavemente de su esposa—Pero es muy arriesgado

—Pe…pero…mi pequeño—Dijo la reina volviendo a llorar en el pecho de su esposo

El rey cosmos no sabía qué hacer, el también deseaba con la idea de tener a un potrillo corriendo por el castillo pero ese deseo peleaba por sobreponerse ante el deseo de proteger a sus súbditos.

—*Siempre hemos tomado las advertencias de la cebra en serio. Pero estamos hablando de nuestro hijo*—Pensó el rey mientras abrazaba a su esposa y cerraba sus ojos—*Tal vez y solo tal vez podamos evitar que eso suceda*—Pensó mientras apretaba fuertemente sus párpados odiando lo que estaba a punto de hacer

El rey abrió sus ojos con una mirada decisiva para luego tomar a su esposa de los hombros y apartarla de su pecho para mirarla fijamente

— Tal vez sea posible tener un hijo y cambiar el futuro —Dijo el rey mirando fijamente a los ojos de su reina

—Pe… ¿Pero cómo?—pregunto la reina confundida y aun sacando lagrimas

—Cuando tengamos a nuestro hijo y cuando cumpla la edad suficiente, será nuestro deber el advertirle que no puede tener más de un hijo y mencionándole todo lo que puede pasar el futuro si es que llega a tener tres— dijo el rey con una mirada seria

—Cre… ¿Crees que funcione?—Dijo la reina secándose las lágrimas

—Funcionara. —Dijo el rey dándole una mirada tranquilizadora a su esposa

—De acuerdo—respondió la reina para luego darle un tierno beso a su esposo

Los dos reyes habían tomado su decisión, el de a pesar tener una advertencia de su amiga, escogieron el de celebrar el nacimiento de un hijo con la esperanza de que puedan cambiar el futuro y esta decisión fue observada por una vieja cebra quien observaba desde el otro lado de la puerta de la habitación de los reyes

—Uno suele hallar su destino en el sendero que toma para evitarlo.—Dijo la cebra quien había abierto la puerta lo suficiente para escuchar la conversación para luego cerrarla y caminar hacia un destino incierto—A lo que te resistes persiste. A lo que te opones lo atraes. —Dijo la cebra en su lento caminar

Pasaron los meses, los días y las horas, hasta que llego el día en que la reina Galaxy quedó embarazada. Hubo desdicha y felicidad, sucedieron fiestas y bailes por la noticia de que el reino se le podría otorgar un príncipe, pero también hubo peleas y disputas por cuál será la raza del potrillo. Once meses pasaron para que la reina trajera al mundo a una fuerte y saludable niña y como ella esperaba, dio a luz en la primavera. La pequeña era una pony blanca de pelo y crin de color rojo y ojos azules, pero lo que más sorprendía es que había nacido con alas y cuerno. Esta noticia llego a todos lados trayendo aún más felicidad al pueblo y parando las peleas de las tres rasas ya que su princesa habia nacido con los dones de controlar la magia, el don del vuelo y el don de la fuerza.

—Es muy bella, como cuando te conocí galaxia— dijo el rey dándole un beso en la mejilla

—Si pero te dije ese día que me llamaras "Gy"- dijo sonrojada la reina

—Por ahora concentrémonos en el nombre de nuestra pequeña ¿cómo se llamaremos?- preguntó el rey cosmos

— ¿Qué te parece llamarla? Lauren Faust- respondió la reina cargando mientras cargaba la potrilla

—Lauren será—Dijo el rey feliz mientras le tocaba la nariz a su pequeña hija, acto que hizo que la potrilla riera.

A pesar del festejo que se estaba llevando a cabo, en los límites de la ciudad un cebra anciana se alejaba lentamente de la ciudad, llevando consigo un capucha oscura y levando dos grandes canasta a los lados. Después de unos segundos caminando, la cebra se detuvo en su andar para luego fijar su vista en la ciudad que había llamado hogar por varios años.

—Si queremos que evitemos ese futuro, tenemos que estar listas para hacer nuestra parte — Dijo la vieja cebra observando la ciudad

La cebra se quedó parada hasta que unos pequeños sollozos la distrajo. Estos sollozos provenientes de una de las canchas que ella tomó y que al observar su interior la cebra puso un rostro materno.

¿Te desperté mi pequeña? —Dijo la cebra mientras sacaba una Portilla cebra del canasto y la agarraba en sus cascos— Tranquila mi pequeña. Tenemos que ser fuertes, depende de nuestra familia preparar las cosas para evitar el mal que se aproxima — Dijo mientras acurrucada a la pequeña en su pecho

Cuando la pequeña potrilla se quedó dormida, la anciana la regresó a acomodarse en el canasto, para luego dar un último vistazo a la ciudad y después comenzar a caminar hacia el interior de un bosque.

Continuara ...