Los cálidos rayos del sol se introducían a través del ventanal, siendo un preludio del inminente despertar.

Adora se consideraba ciertamente una mujer trabajadora, siempre queriendo mantenerse activa y que al menor indicio del alba se levantaba para iniciar su rutina… mas últimamente no era así.

Y no, no se refería solamente al resfriado del cual milagrosamente ya se sentía mejor (Gracias sean dichas a Perfuma y su brebaje sanador), sino que, desde que Catra había estado durmiendo a su lado, la idea de quedarse acurrucada en la cama junto a su suave cuerpo era irresistible.

"Pelaje suave… muy suave… y si lo veía bien estaba tan brillante…

¡Tan lindo, suave y brillante!"

¿Siempre había sido así de exuberante?

Aprovechando que Catra estaba dándole la espalda, comenzó a acariciar el brazo de su novia con cierta timidez, como si estuviera haciendo una travesura y temiera ser descubierta.

Una sonrisa boba enmarcaba su rostro, y es que aún le parecía inverosímil que al final, las cosas resultaran tan bien y ella finalmente estuviera a su lado. Ella, su ella.

De repente sintió un escalofrío al sentir que algo acariciaba la parte externa de sus muslos, subiendo de forma pausada, trazando la línea de su cadera y llegando finalmente a su cintura para afianzarse a esta.

"Rayos, me atrapó" – pensó congelando sus caricias en el acto y poniendo una mueca, si bien eran novias, sabía que Catra no siempre amanecía de buenas.

Mas la felina no la apartó, por el contrario, se giró y con los ojos aún cerrados se abrazó a ella, hecho que sonrojó a Adora la cual con timidez correspondió el gesto envolviéndola entre sus protectores brazos.

"Cerca, tan cerca… ¿Estará dormida o despierta?"- se cuestionó mentalmente al ver aquella expresión de paz que tenía su pareja mientras descansaba en su pecho

Entre sueño y realidad, entre los deseos oníricos y lo perceptible por sus sentidos, la felidae se sintió rodeada de una armoniosa calidez y de un exquisito aroma… ¿Qué sería? Se le hacía conocido, pero ahora resultaba un poco más fuerte, más embriagante, más tentador… ¿Qué era? Ese aroma la rodeaba, pero parecía provenir principalmente de la parte superior.

Se revolvió entre la calidez que la envolvía y comenzó a subir lentamente, reptando cual serpiente, buscando la fuente de aquella esencia…

¿Era perfume? ¿Era comida?

Lo que fuese lo descubriría.

No tardó mucho en llegar y comenzó a olfatear con avidez, llenando sus fosas nasales de aquel aire cargado de ese aroma intrigante. Le encantaba, simplemente le encantaba… aunque le era familiar no sabía de qué exactamente se trataba… ¡Pero le encantaba! Y si tan bien olía, el sabor de seguro no desentonaría…

Sin dejar de restregar su rostro en aquella esencia sacó su lengua y lentamente probó aquel manjar…

—¡C-Catra!

Un grito la sacó de aquella extraña y tan real ensoñación

—¿Adora? ¿Qué sucede? ¿Por qué estás tan gritona tan temprano en la mañana? -preguntó con cierta molestia de que la sacaran de aquel agradable lugarcillo especial

—Primero, no es temprano, ya son como las 10 am. Segundo… ¡Eso debería preguntarlo yo! -refutó una visiblemente colorada Adora- ¡Comenzaste a lamerme el cuello! ¿Pensabas que soy un helado o qué rayos?

La felidae se sonrojó asociando la ensoñación con la realidad.

"Oh, así que eso era…"-pensó con algo de vergüenza, mas decidió contraatacar para ver si recuperaba algo de dignidad.

—Es tu culpa por usar ese estúpido perfume, Adora.

—¿De qué hablas? Yo no uso ningún perfume -refunfuñó la rubia- sabes que odio esas cosas.

¿Molesta? No, no estaba molesta. Pero aquella repentina muestra de afecto, aunque por lo visto inconsciente, de su novia, la había puesto nerviosa… ¡Y ni hablar de la lamida! Había sentido una corriente eléctrica recorrer su ser, y había tenido nuevamente aquella sensación extraña en sus bajos que no sabía interpretar bien que era, pero que solía aparecer cuando estaba demasiado cerca de su novia o cuando la veía cambiarse de ropas… o cuando…

¡Ay Adora, concéntrate y reacciona!

Un silencio se había formado, el cual solo se vio interrumpido por un rugido estomacal

—Allí esta, tu estómago tan gritón como su dueña…

—¡O-oye!- gritó aún más avergonzada la blonda

—Vamos a alistarnos rápido, que no piensas bien sin comida en la panza. Pido el baño primero, lenta.

Y sin darle oportunidad a refutar, la felina se metió en el cuarto de baño y puso pestillo a la puerta.

—¿Qué mierda ha sido eso? ¿Y por qué de repente huele tan bien? O sea, no es que antes oliera mal, pero…

Sin embargo, calló su monologo recordando todo, hoy era su primer día sin el efecto de las pastillas y seguramente el celo a las puertas de su vida venía.

—El celo varía dependiendo de la especie… -se dijo a si misma en un susurro mientras se despojaba de sus ropas de dormir y las arrojaba al cesto- Seguro un sentido del olfato agudizado, mayor incluso que el normal, es parte del celo de la mía.

Continúo razonando la situación con mente analítica mientras observaba su cuerpo desnudo ante el espejo. Físicamente no notaba nada diferente… aunque su piel se sentía más lisa… pero quizás fuese impresiones suyas… de todas maneras no era muy buena viendo virtudes en sí misma.

Sin embargo, por dentro crecía una extraña necesidad, un sentir singular… era como una semilla que comenzaba a germinar. Se sentía diferente, sí… pero eso no se sentía nada mal.

Se había prometido a si misma no escandalizarse y, aunque en el momento de las situaciones per se era imposible no hacerlo, el analizarlo tranquilamente como ahora lo consideraba como un paso adelante, como un progreso personal.

—Esa Hippie sí que hace bien su trabajo, le pediré su tarjeta y se la recomendaré a mis ex contactos Hordianos.

Y mientras pensaba en lo gracioso que sería una fila de ex guerrilleros en Plumeria para tratar la ira, agresividad o las secuelas post torturas y guerra, se duchó con agua bien fría.

La necesitaba sin duda para calmar su cuerpo y despertar su mente.


—¡Hasta que por fin aparecen las mocosas!

—No molestes Brillitos, mas bien dinos si nos guardaron algo de comer antes de que el estómago de Adora vuelva a rugir y comience a alucinar, viéndonos como opciones de comida para desayunar.

La monarca rio al ver a la rubia avergonzada, pero sin poder refutar nada. Todos sabían que su hambre era legendaria.

—Claro que sí pero primero dime… ¿Qué te has hecho?

—¿Eh? ¿A qué te refieres brillitos?

—Se refiere -indicó Bow entrando al comedor con los platos de las recién llegadas y entregándoselos- a que tu pelaje se ve hermoso, se ve tan suave y brillante…

Unos brillitos de encanto salieron de los ojos del moreno, la felina rodó los ojos al verlo.

—¿Quieren decir que normalmente se me ve áspero y opaco? Qué falta de respeto… -indicó falsamente indignada mientras comenzaba a comer y veía como Adora ya devoraba su parte.

—No, para nada -argumentó la reina- pero hoy se ve sumamente especial. Ya confiesa, ¿Qué te echaste? ¿Alguna crema especial para la piel? ¿O sería una crema para el pelo?... -cuestionó dudosa pues la novia de su mejor amiga tenía en su piel una fina capa de pelamen que la hacía ver suave y tierna pero la cual no era en realidad tal lanuda o afelpada. – esto es confuso ahora que lo pienso, es como si fueras un durazno viviente.

—¡Aww! ¡Una gatita durazno! ¡Tan tierna! – dijo Bow en un gritillo emocionado

La felina esponjó su cola y elevó sus orejas ante tal humillación. Mostrando los colmillos renegó.

—¡Que no soy tierna! ¡Y tampoco soy un durazno!

Adora mejor calló, pues la comida estaba buena y la comparación no le parecía en nada errónea, aquel terciopelo que envolvía la piel de su novia sí era como la piel de un suave y lindo durazno. "Y cuando se pone así place comérsela a besos"- pensó, pero evitó con todas sus fuerzas reír o sonreír a sabiendas de que la felina se molestaría con ella.

—¿Nos dirás tu secreto de belleza? – volvió a preguntar la de cabellos bicolor

—¡Que no me he echado nada! - renegó y tras comer una cucharada más de su alimento, agregó- Tal vez sea el brebaje que nos dio Perfuma

—Lo dudo -desestimó Glimmer- Adora también lo tomó y ella sigue teniendo el cabello como una muy usada escoba…

—¡OYE! -gritó la rubia con la boca aún llena

—Adora, modales, por favor… -le imploró Bow sacándose trocitos de alimento de la frente

—Sin ofender Adora, como She-ra tienes una melena estupenda… -adujo Glimmer con mirada ensoñadora- pero como Adora tienes que hacer algo con esas greñas. Parece un estropajo o el heno que se le dan a los caballos…

La rubia enfureció y todos rieron al ver que había caído ante la provocación, sin duda la preciada melena era uno de los puntos débiles de aquella guerrera.

Tras unos minutos las risas finalmente cesaron.

—Bueno… -indicó con un puchero- ¿Qué misiones tienen para nosotras hoy?

—Mermista indicó que necesitaba algo de ayuda -explicó Bow viendo unos datos en su dispositivo- deben ir a Salineas a recoger un importante mandado y llevarlo donde Frosta. Ella no puede ir a dejarlo porque sigue con la reconstrucción de su reino y Frostra está coordinando una migración en el suyo.

—Nosotros no podremos acompañarlas puesto que debemos ir con mi padre a Mystacor a otra de las infinitas y aburridas reuniones mensuales de hechiceros.

—"Tenemos" mucha gente, yo no soy mágico así que tranquilamente podría irme a ayudar…

—¿Y dejarme sola envejeciendo en aquel sitio? ¡Ah, no! ¡Aquí la tortura será para los dos! ¡Así que adiós!

Y antes de que alguno de los presentes pudiera reaccionar, la monarca había desaparecido en una estela de brillos junto con su novio.

—Bueno, al mal paso darle prisa… -indicó Catra levantándose ya que mientras más rápido empezaran, más rápido terminarían.

—Espera, no te has comido ni la mitad de tu desayuno…

La felina vio su plato, no se había fijado que apenas y si había probado bocado, pero sinceramente estaba inapetente.

—No tengo hambre, si quieres puedes comértelo -dijo encogiéndose de hombros

Adora dudó, quería que Catra comiera para que tuviera energía, pero a la vez no quería presionarla, podría ser que por la enfermedad que habían tenido hasta ayer esta siguiera sin apetito. Al final aceptó, ya más tarde la obligaría a comer algo.

Tras devorarse la otra porción, se encaminaron a la salida del reino.

—Bueno, Salineas será nuestra primera parada. Ya que Glimmer no está para teletransportarnos, ¿Cómo gustas que vayamos?

—No sé, ¿Cuál es el mejor medio para ir?

—¡¿ALGUIEN DIJO SWIFT WIND?!

Un hermoso y vanidoso alicornio apareció ante ellas haciendo gala de una de sus magistrales entradas ganándose un abrazo por parte de Adora y un bufido por parte de Catra.

No era que tuviera algo contra el caballo, pero su personalidad era algo… singular. A lo que costaba acostumbrarse en verdad.

—Anímate Catra-le sonrió la rubia subiéndose a su corcel y extendiéndole una mano a su novia- al menos no se te revolverá el estómago como cuando Glimmer nos teletransporta.

"Bueno, sí, eso es un punto a favor"-pensó

—¡Además minina así podremos conocernos mejor! -estalló en felicidad el equino mientras Catra se subía a espaldas de su chica- Amigas, ustedes son pareja, ¿No? Entonces debes saber todo, TODO acerca del importantísimo noble y guapo corcel de tu pareja, ¡De la grandiosa She-Ra! ¿Adora te ha contado mi lucha por los derechos equinos? ¿Te ha contado sobre nuestro vínculo? -parecía que el de melena arcoíris iba a darle tiempo de responder, pero simplemente pausó para coger el aire que le hacía falta después de tanta perorata- ¡Si la respuesta es no, no te preocupes! Yo te haré un breve resumen -a continuación, aclaró su garganta y continuó con su monologo- Todo comenzó cuando nací, yo era un lindo potrillo…

Catra mentalmente se alarmó, dudaba salir con salud mental de aquella "conversación"

"Ojalá me caiga en pleno vuelo del maldito caballo y me desnuque, será una salvación"

Y así el tortuoso viaje comenzó.


"Oh tierra, ¡Cuanto te he extrañado!"

Catra estuvo tentada por besar el suelo que estaba pisando, pero se abstuvo por dignidad.

Acordaron con el equino volver a verse en ese punto en una hora y se separaron, ellas rumbo al castillo de Salineas y él rumbo a un bar cercano a cantar canciones de piratas y tomarse un trago.

—Todo un personaje el buen Swift Wind, ¿No? -Mencionó adora mientras subían las escaleras del castillo

La rubia le daba una sonrisilla nerviosa a su interlocutora pues sabía que la "Breve" autobiografía de una hora del alicornio era algo como para agobiar hasta a la mentalidad más implacable… pero en verdad quería que aquellos dos se llevaran bien, eran muy importantes en su vida.

—Sí, sin duda -le dijo viéndola de reojo con rencor- tan buena fue su conversación que estoy considerando regresar a Luna Brillante nadando en este frío mar y no a lomos de ese hocico con patas.

Una risilla nerviosa escapó de los labios de Adora, la cual acalló al ver la mirada asesina de su pareja.

—Okey, okey, no te preocupes, me encargaré de que no te dé más datos biográficos, lo prometo.

Catra resopló, solo le quedaba confiar en dicha promesa para no verse tentada a enviar a ese caballo a una charcutería. Por su parte Adora, al ver relajarse la postura de su novia suspiró aliviada, sin duda alguna estar un nivel por encima del agua en el "Top de cosas odiadas por Catra" no era algo bueno si ella quería que tuvieran buena relación.

Por uno de los sirvientes fueron conducidos hasta el salón del trono donde la princesa amablemente los recibió.

—Ughhh… Ya era hora que llegaran, estuve esperándolas toda la mañana y… -cambió su tono de fastidio por uno de curiosidad- ¿Te has hecho algo en la piel chica gato?

La ínfima paciencia de la felina se estaba cansando de ese tema. Decidió respirar hondo y mirarla apática

—Nada más que tomar un odioso pero necesario baño diario, chica pez -dijo restándole importancia

La de tez morena se quedó mirando por unos cuantos segundos a la felina.

No era que haya querido elogiar a su ex enemiga, sino que la verdad saltaba a simple vista. Su pelaje estaba muy brillante "Mejor que mi cabello con todas esas malditas cremas de algas que me hecho"- pensó - y se fijó en que sus heterocrómicos ojos estaban refulgentes cual farolas "Muy atrayentes a la vista… es como si, inconscientemente, quisiera llamar la atención" -meditó para sus adentros y de repente una idea vino a su mente y maquiavélicamente sonrió asustando sin saberlo a sus visitas

—Okey-dijo extrañada al ver la expresión de la princesa-… ¿Cuál es el encargo que quieres que le llevemos a Frosta, Mermista?

"¿Oportunidad en bandeja de plata? Imposible no aceptarla"

—El encargo está en la cocina… ¿Por qué no vas a verlo Adora? Mientras, yo que quedaré hablando con mi buena y peluda amiga Catra…

—Bueno… andas… rara, solo no se maten ¿Sí? -miró a ambas mujeres que se observaban con ojos entrecerrados- vuelvo enseguida

Cuando sintió que Adora se había alejado lo suficiente, sin tapujos Catra habló

—Escúpelo, escamosa

—¿Qué cosa? -preguntó haciéndose la inocente

—Lo que sea que estés pensando y que te adorne la cara con esa sonrisa socarrona, escúpelo ya y deja de ser fastidiosa

—Bueno… es que me surgió una duda…

—¿Cuál? -dijo cruzándose de brazos, ese tanteo bobo ya la estaba enojando.

—¿Tu noviecita ya sabe que su gatita está en el proestro?

—Q-qué… Pero… ¿cómo? -la felina se impresionó, si bien no sabía por qué la princesa había utilizado el prefijo "pro" sin duda había entendido la palabra "Estro"

—Venga, que es obvio para una buena detective como yo -indicó acariciando su barbilla- tu pelaje y tus ojos te exhiben de que sucede algo particular, además -olfateo un poco el aire- el hecho de que no emitas todavía feromonas te delata en estado proestral.

La felina la vio extrañada sin entender nuevamente ese término, hecho que no pasó por alto Mermista.

—¿No me digas que no sabes que es el proestro? – preguntó con incredulidad

—No… ¿Debería?

—Ughhh… ¡Pues claro! -mencionó alterada ante tal falta de cultura de alguien que por su obvia y natural condición debía saber ciertos temas a la perfección-

—Ya deja de hacerte la misteriosa y si tanto sabes, explica -mencionó molesta, pero en el fondo deseosa de saber más, después de todo cuanta más información recolectase, mejor podría llevar su situación.

—Bien, bien -accedió, después de todo aquella chica ya era "de los suyos" y aunque sus actitudes y especies chocaran, en realidad la ex hordiana no le caía tan mal- El estro es diferente para cada especie, género y bla bla bla… pero hay una serie de etapas que se cumplen, aunque claro los tiempos de duración varían dependiendo de la raza hibrida… pero en fin… Para no alargarte mucho el rollo, los Adeptos Neptunianos…

—¿Los qué? -preguntó haciendo un gesto de extrañeza

—Unos tipos con batas tan largas y blancas como sus barbas, y nerds sin remedio como Entrapta que vivieron hace años… No me interrumpas gata. -aclaró su garganta y continuó- Los Adeptos Neptunianos englobaron estas etapas en "El ciclo estral" compuesto por Proestro, Estro, Metaestro, Diestro y Anaestro.

—Wow, cuantos estros -ironizó

—Ni que lo digas

—¿Y qué quieren decir cada una de esas cosas?

—Te lo diré de la forma más bonita para que lo entiendas

Las palabras dichas con falsa ternura hicieron tragar grueso a Catra. La peliazul prosiguió.

—El Proestro es la etapa en que seguramente estás ahorita, son los primeros días ¿Estoy en lo correcto? -la felina simplemente asintió desviando la vista y la princesa continuó- Ya, en esta etapa todo anda relativamente normal, pero las hormonas comenzarán a subir y comenzaran a notarse ciertos cambios como tu pelaje de comercial para Shampoo y los ojos pispiretos, pero claro, esos cambios varían…

—Según la especie, ya lo sé, ya lo sé -Estaba cansada de la misma cantaleta, pero al menos ya tenía un "nombre" a lo que le estaba ocurriendo ese día, de seguro el olfato agudizado y esa extraña sensación de calentura en la mañana formaban parte del dichoso "Proestro" de su especie.

—Exacto. Luego viene el Estro en sí, eso sí has de saber ¿No?, Es cuando vas a estar tan, pero taaaaan horny que pedirás a gritos que Adora te de duro contra el…

—¡Mermista! -Catra se había sonrojado de pies a cabeza mientras su cola y orejas erizadas y rígidas denotaban el enojo y la vergüenza.

Por su parte la sirenia se echó a reír, tanto por verla así de avergonzada como por el hecho de que la haya llamado por su nombre; en todo ese tiempo que habían estado ayudando a encausar nuevamente los reinos nunca lo había hecho y la morena hasta había dudado que la gata se lo supiera.

—De allí… jajaja espera, espera deja calmarme -Tomó aire y después de unos segundos se calmó, desentendida totalmente de la mirada mortal de la felina- de allí viene el Metaestro y Diestro, donde ocurren cosas hormonales y se forman cosas en el interior de tu cuerpo, en fin nada interesante…

—Qué específica ¿Eh?

—Si quieres especificidad consíguete un maldito libro de biología, yo doy la versión resumida y mentalmente graficable.

La felina rodó los ojos maldiciendo el hecho de que no tenía tiempo de ir a buscar mayor literatura. También maldijo que, aunque tuviese el tiempo, dudaba mucho que hubiesen libros de su especie cuasi extinta, y por último maldecía que el libro de Scorpia, si bien era detallado, no poseyera la información que le estaban relatando, haciendo que debiera seguir preguntando a aquella princesa que se notaba estaba disfrutando de la situación.

—¿En serio nada más que puedas decir de esas etapas?

—No te conciernen mucho… Te gustan las chicas, ¿No? Así que esas etapas no deben preocuparte a menos que realices algún ritual previo al apareamiento porque sientas la imperiosa necesidad de traer descendencia a este mundo…

—Okey, okey, ya entendí- dijo nerviosa para finalizar esa vía de la conversación, tener bebés no estaba entre sus planes a corto plazo y hasta agradecía el hecho de que solo le atrajera su mismo sexo, un "Accidente" era lo que menos necesitaba en esos momentos- Falta uno- al mal paso darle prisa y no sabía en qué momento Adora vendría y las interrumpiría.

—Sí, el anaestro, esa etapa tampoco es interesante, es el término del estro. El descanso. Donde al fin volverás a ser una minina normal.

La felina sonrió ante la futura posibilidad de volver a sentirse normal y no un manojo de duda hormonal. Mas la sirenia no la iba a dejar descansar en los campos de la felicidad.

—No cantes victoria, si bien no sé mucho del celo de tu especie, sé que son poliestricos. Es decir que su anaestro no durará tanto como quisieras… pasan de un ciclo estral a otro… en resumen, te pasarás cachond…

—¡Para!

La morena volvió a carcajearse ante el rubor de su acompañante.

Como líder de Salineas, últimamente le habían tocado casos de nuevos habitantes ex hordianos que presentaban sus primeros celos al no tener aquellos supresores que más de uno le había rogado pero que ella no poseía en su poder, además de no considerarlos correctos.

Salineas, bajo el tratado de las princesas, implementaba el cortejo… Y en los casos de esos recién llegados, nada como un buen chapuzón en agua helada si estaban proestrales para aclarar sus ideas y redirigirlos hacia un cortejo, algo apresurado quizás, pero efectivo a su manera.

¿Y si ya estaban muy avanzados? Pues aquella isla desierta era la solución. Cruel quizás al obligarlos a masturbarse como único medio de intentar acallar el grito del instinto, pero necesario para no lastimar a ningún otro habitante de ese reino marino. Ya cuando bajase el periodo hormonal iban a ver al híbrido para adiestrarlo en un buen cortejo y que en su siguiente estro estuviera listo al cien por ciento.

—Como te digo, aún estás en proestro, tienes tiempo, pero no creo que mucho, en cualquier momento comenzarás a expeler feromonas -olfateo un poco a su alrededor- aún tu olor es normal

—Espera… ¿Tu sientes las feromonas? -cuestionó cayendo en cuenta de que era la segunda vez que la veía olfateando el ambiente

—Pues claro…

—Pero es cosa de híbridos

Con fastidio la peliazul rodó los ojos y transformó sus piernas en una bella cola de sirena con escamas resplandecientes turquezoides, señalándolas con sus manos con notoria obviedad.

—¡Duh! Por algo me dijiste "escamosa" hace un rato ¿No? Soy híbrida.

Catra cayó en cuenta de su tonto error y antes de que pudiera acotar algo, Mermista la interrumpió

—Y no -indicó volviendo a transformarse y a tener nuevamente sus dos extremidades inferiores- como princesa no me da el celo, pero eso no significa que no podamos percibir el aroma de las feromonas, simplemente no caemos como locas ante sus efectos

Catra se quedó pensando en lo último escuchado y en lo que había releído a escondidas de Adora en aquel dichoso libro oculto en su velador.

—Pero aun así… por las leyes del estro solo se captan las feromonas del sexo de tu preferencia… Eso significa que…

"Atrapada" -pensó la sirenida y desvió la mirada ante lo que Catra continuó su cuestión

—¿Pero tu novio no es el pirata ese del bigote extraño?

—Claro, pero ¡Ey!, que a las lesbianas no son las únicas a las que les gustan las chicas, también existimos bisexuales -renegó defendiéndose, claro que le gustaba Sea Hawk y ya habían quedado en ser novios… nuevamente. Pero que estuviese con un hombre no significaba que dejaba de ser bisexual, si más de una vez se le iban los ojos por She-Ra… pero mejor no decir eso ante la novia tóxica felina.

La morena carraspeó dispuesta a volver al verdadero cause de la conversación.

—El punto es… que debes darte prisa antes de que llenes las estancias con tus hormonas, si eso sucede las hembras te acosarán -espetó con seriedad- y no creo que eso haga muy feliz a Adora…

—¿Qué no me hará feliz? -indicó la rubia entrando con una caja de cartón mediana entre sus manos

—N-nada- se apresuró a decir la felina

Ante la mirada con puchero y desconfianza de Adora y, visualizando el repentino nerviosismo de Catra, Mermista decidió ayudar. Después de todo no estaba en ella revelar la verdad.

—Que no creo que te haga muy feliz escuchar la nueva canción pirata de Sea Hawk, la canta tremendamente desentonado así que mejor deberían partir

Adora se erizó. No tenía nada en contra del Pirata y sus animados cánticos, pero sabía que, si Swift Wind no obedecía con estar en el punto acordado y venía al castillo, esos dos se quedarían por la eternidad cantando.

—S-sí creo que es lo mejor … -iba a despedirse, pero recordó lo que venía a reclamar -oye ¿Cómo pretendías que encontrara la cocina si no sabía dónde estaba? Me perdí de ida… ¡Y de vuelta! … Por cierto, lindo tu cuarto dedicado a Mermisterio, esos afiches y disfraces son taaaan originales…

Poniéndose colorada por la risilla tonta de burla de su amiga y ante del hecho de que esta hubiese descubierto su "Cuarto friki secreto", la morena simplemente estalló.

—¡Larguensé ahora antes de que llame a los guardias! -gritó furibunda mientras veía como las dos mujeres se estremecían por sus repentinos alaridos- ¡Y cuidado con esa maldita caja! Es importante y frágil, si algo se daña allí dentro, Frosta las volverá esculturas de hielo … ¡AHORA LARGO!

Y antes de que la sirenida las mojara con el agua que había invocado a través de los ventanales, ambas chicas huyeron del castillo de Salineas.

—Mira que eres tonta, diciéndonos a nosotras que no nos matemos y fuiste tú la que casi provoca que ella nos mate -le reprochó sintiendo un escalofrío ante la idea de tomar un baño injusto e imprevisto, cortesía de la indignada princesa.

—Lo siento, no pude evitarlo- se reía Adora mientras aún trotaba junto con Catra, sin maltratar la caja- Glimmer, Bow y yo teníamos nuestras sospechas de que Mermista era tan fan de Mermisterio que de seguro tenía un altar en honor a esos libros… ¡Y esto fue superior! ¡Apenas los vea debo decirles! -continuó riendo hasta que poco a poco se calmó – ¿Y ustedes que estuvieron hablando en mi ausencia?

—N-nada- dijo tensando la cola- allí peleando como siempre… ya sabes que no me llevo bien con los habitantes del agua

Adora se encogió de hombros y pronto llegaron al punto de encuentro donde un alegre y "ligeramente" alcoholizado corcel las esperaba.

—¡¿Dijo alguien Wind Swift?!

—Adora, ¿Tu caballo está ebrio?

—Claro que su cabello no está ebrio- dijo con voz divertida el corcel- ¡Los cabellos no beben!, y menos el de adora que es tan feo

—¡Oye!

—¿Estás seguro que nos puedes llevar así? – preguntó dudosa la felidae

—¡Quién dijo miedo! -con un ala agarró a la felina y la sentó en su lomo, adora prefirió sentarse sola antes de que hiciera lo mismo con ella.

—Vamos Catra -dijo tratando de animarla ya que al verla de reojo se notaba en su rostro que consideraba esta la peor idea de la vida- No creo que el viaje hacia el Reino de las Nieves sea peor que el que tuvimos hasta aquí… ¿No?

Pero al emprender el vuelo, después de dos fallidos intentos, la rubia descubrió que había cometido un gran error.

—¡Al menos no está hablando de su autobiografía! -gritaba la rubia para tratar de sobreponerse a los estruendosos cánticos que el equino en pleno vuelo daba. Desde que partieron no había dejado de cantar canciones piratas a todo lo que le daban sus pulmones. ¡Ouch! ¡Me romperás las costillas si me sigues abrazando tan fuerte!

—Entonces dile a tu maldito caballo que deje de dar "Torniquetes de la muerte" … ¡Y que esquive esa parvada que viene!

Desde aquel descontrolado viaje le prohibirían al corcel, beber "Sólo una copita" si lo que pretendía era ayudar.


"Oh tierra, ¡Cuanto te he extrañado!"

Pensó por segunda vez en el día Catra, mientras Adora se continuaba sacando plumas de gaviotas de la Boca.

—¿Sabes qué amigo? -indicó botando las últimas blancas plumas- te mereces el resto del día, nosotras nos encargamos desde aquí -dijo dándole un esbozo de sonrisa, de una falsa, fingida y nerviosa sonrisa- así que ve a disfrutar tu vida, descansa…

—¡¿Oh enserio?!- indicó con la emoción que causaba la inhibición por el alcohol, pero arrastrando las palabras por su estado etílico- pero si quieren puedo volver y…

—¡NO! -ambas gritaron al unísono

—No queremos ser una molestia… -mencionó Catra, tratándole de dar por su lado para ver si con aquella mentira el acomedido corcel dejaba su motivación, pero sin querer discutir con el ebrio en cuestión.

—Nada de eso… ¡Yo te quiero muuucho Adorraaa!... ¡Y también a ti novia de Adorrraaaaa! Porque por más mala que fuiste nunca esclavizaste caballoooos… Nuncaaaaa, así que eres buenaaaa…

—Gracias… creo… -indicó enarcando una ceja-

—Así que yo me quedaré aquí y las esperaré -mencionó cuadrándose y casi enredándose con sus propios cascos

Adora suspiró con pesadez.

—Ah… Como quieras… sólo no destruyas nada, no pelees con nadie y no mueras de hipotermia

Ambas chicas se alejaron dejando al caballo dándole perorata a los guardias de exteriores de la princesa.

El castillo del Reino de las Nieves se imponía con su gélido portento y tonalidades celestinas ante aquellas chicas que subían con cuidado por los resbaladizos escalones.

—Aun no entiendo cómo nadie ha muerto aquí desnucado por una caída -Refunfuñaba la felina mientras llegaban con cuidado a la cima de los escalones y un par de guardias con sendos abrigos térmicos abrían el portón que estaba frente a ellas- Venga que tener el suelo y las escaleras de hielo no es precisamente la idea más segura del planeta.

Adora se encogió de hombros, la felina tenía razón, pero ella no tenía para dar ninguna explicación y estaba volcando toda su concentración en no caerse ni dañar el paquete que con suerte había llegado sano y salvo después de aquel turbulento viaje.

—Oye, ¿Qué crees que contenga esto? – se cuestionaba mientras caminaban por el recibidor rumbo al cuarto del trono

Catra se lo arrebató de las manos y lo agitó para escuchar lo que tenía dentro y tratar de adivinar su contenido, acto que puso a Adora pálida y fría como la nieve que cubría las montañas del reino.

—¡Oye no hagas eso! ¡Dijeron que era importante y frágil!

La rubia intentó quitarle el paquete, pero con sus reflejos la felina la esquivaba fácilmente. Entre juegos mientras huía con dicho recado para abrir las puertas al salón de la princesa, pudo captar un aroma, apenas perceptible. Acercó su nariz a la caja y frunció el ceño.

—¡¿En serio?! No puedo creer que nos hicieran venir hasta acá por esto.

Ante la repentina pausa de su novia, Adora aprovechó a darle alcance y quitarle la caja

—¿Averiguaste qué es? -cuestionó algo agitada Adora

—Sí, ¡Puedes creer que son unas simples…!

Mas sus palabras fueron interrumpidas ya que la puerta del salón real se abrió y ante ellas una pequeña niña desde el trono las saludó. Quizás a muchos les hubiera parecido ridículo ver a una chiquilla en aquel enorme asiento, sin embargo y quizás influenciada por el peso de haber tenido que asumir tamañas responsabilidades a tan tierna edad, la infanta imponía presencia.

—Saludos Adora y Catra

—¡Hola Frosta!

—¿Qué hay de nuevo chica puños de hielo? - Lo cierto era que se había impresionado que semejante enana tuviera tanta fuerza, aún el golpe hacía que le cimbrasen las orejas.

—Cansada por unos asuntos del reino y esperándolas, ¿Pudieron traer el paquete?

—Sí -indicó Adora acercándose hasta el trono y entregándole la caja

Frosta lo revisó y una vez que corroboró que estaba libre de abolladuras dio una sonrisa de aprobación mientras comenzaba a abrir el dichoso encargo

A Catra esto se le hacía ridículo "En serio toma tantas medidas cautelares por unas estúpidas…"

—¡¿Galletas?! -Adora mencionó impresionada al ver lo que la princesa sacaba de la caja y devoraba como si no hubiera mañana - ¿Nos hiciste venir acá por unas simples galletas?

—No son unas simples galletas -refutó indignada Frostra, aun teniendo la boca llena- ¡Son las mejores galletas de Etheria! Tengan, para que vean que no miento.

Adora y Catra recibieron cada una, una galletita con forma de pececito

—¡Vamos, pruébenlas!, pero les advierto que, aunque les encanten no les daré más -indicó la niña abrazando la caja con el tierno egoísmo propio de una infanta que quiere atiborrarse de dulces hasta reventar

A ambas mujeres no les quedó más que encogerse de hombros y comerse aquella figurilla del mar.

—Pues sí, está rica -mencionó adora con ojitos de estrella

Por su parte la felina solo asintió ante el comentario, seguía inapetente pero no podía negar que la galleta estaba buena, "Pero no tanto como para haber arriesgado la vida a bordo de un caballo loco con problemas de alcoholismo" -pensó con recelo.

Después de atiborrarse de una decena (y de darles un par de galletas más a sus amigas haciendo gala de lo que ella llamaba "su gran y dulce bondad") fue interrumpida por uno de sus guardias que después de una reverencia formal informó

—Princesa, ya todo está listo

La niña asintió y con un gesto solemne de la mano lo hizo retirarse. Una vez marchado el sirviente, soltó un denso suspiro mientras cerraba la caja de las galletas

—Bien, aquí vamos. -dejó la caja en su trono, se sacudió las migajas de sus ropas arreglándolas en el proceso y cogió su frígido cetro. -lo siento chicas, pero debo despedirme.

—Se te ve muy tensa, cubito de hielo -mencionó al ver el gesto adusto que había adquirido el rostro de la más joven

—¿Sucede algo malo Frosta? ¿Podemos ayudarte?

—No, no es nada malo, solo que siempre es tediosa y cansina…

—¿Qué cosa? -pregunto la pareja al unísono

—La migración anual de los ursidae.

—¿De los qué? -cuestionó Adora rascándose la cabeza

—Los ursidae, son los hibrido mitad oso que habitan la tundra helada

—¿Y por qué migran? Preguntó Catra con curiosidad, arrepintiéndose de inmediato ante la respuesta que iba a escuchar

—Por el celo. Si bien con el tratado de las princesas se diseminó la idea del cortejo, ellos tienen sus propias tradiciones irremplazables… Y una de las más arraigadas es que el monarca de Turno debe encabezar la migración hacia su sitio ancestral. Por cierto, ya le dije a Glimmer pero con todo recuérdale que no estaré para misiones hasta pasado mañana.

Adora asintió, pero en realidad no entendía la mitad de lo que había dicho la menor. En especial una palabra de la cual no dispuesta a quedarse con la duda preguntó.

—¿Qué es el celo?

Se formó un silencio tenso, donde una confundida Adora no se percataba de que Frostra estaba viendo de reojo a Catra enarcando una de sus pobladas cejas.

Frosta todavía era menor, ella lo sabía. Y encima la más pequeña del grupo tanto en estatura como en edad. Pero ya no se consideraba una niña, después de esos años de lucha junto con la rebelión se había vuelto una pre adolescente. Y si a eso se le sumaba que desde hacía mucho controlaba las problemáticas de su poderoso reino por su cuenta, en su corta existencia albergaba gran cantidad de conocimiento de muchos temas… entre estos el celo.

Había tenido que tratar desde muy joven con esos temas, guiando la migración, siempre de la manera más profesional posible. Y si bien al principio había sido vergonzoso enterarse de ciertas cosas fisiológicas imposibles de pasar por alto, ya que para participar de algo, así sea solo como guía, debía saber del tema en cuestión (aunque siempre en la explicación del mismo sus instructores habían dado terminologías acordes a las edades que iba surcando); en la actualidad se había sobrepuesto a esas primeras sorpresas y lo veía como simples conductas guiadas por el instinto y la biología mitad animal, que ella como monarca debía con firmeza tener la sapiencia necesaria para guiar y hacer lo mejor para los habitantes de su región. Después de todo los ursidaes, aquellos hombres y mujeres fornidos con características mezcladas con la de los osos sean tanto grizzlies como polares, representaban la mayor población e híbridos en su reino y eran la base del sustento laboral en aquellas inhóspitas tierras gracias a su denso pelaje y grasa corporal.

Su pensamiento se desvió "Si todo sale bien, después de la migración e hibernación de los que logren fecundar, tendremos una nueva generación de fuertes ursidaes de las nieves"- Pensó vislumbrando el futuro de su reino, vivir en las nieves no era atractivo para foráneos, así que aumentar la densidad poblacional de habitantes aptos era una prioridad que sus padres le habían encomendado.

Sin duda con el temperamento que se mandaba y con la tendencia a querer patear traseros que había aflorado en la lucha contra los hordianos, volver a ser la monarca seria y analítica era todo un reto… "Estoy ansiosa porque llegue rápido la noche de peli-princesas en luna brillante" Deseó en secreto, pues anhelaba volver a disfrutar de un rato de risas y relajamiento con todos sus amigos e incluso con el Rey Micah que, si era sincera, muy bien le estaba cayendo pues sus ánimos paternales, sin menospreciarla como líder, potenciaban el sano deseo que el Reino de las nieves fuera el mejor de todos los reinos.

Volvía a desviarse su mente, a veces ocurría eso cuando por pereza o tedio no quería realizar una de sus múltiples obligaciones, y ese largo viaje era una de esas; después de todo guiarlos, dejarlos y volver solo con sus guardias no era un plan muy divertido que digamos.

Suspiró y se volvió a enfocar. "¿Qué era el celo?" esa era la pregunta de su rubia amiga, y se le hacía por demás inverosímil que aquella mujer no supiera eso siendo su novia parte animal.

Una vez más, ella no era tonta y sabía lo que en un noviazgo se debía dar, más si de híbridos se trataba.

No quitaba su mirada enarcada de Catra, como pidiendo una respuesta silenciosa.

Mas la felina estaba congelada, y no por el frío de la sala.

Su mente iba a mil. Podía sentir los pensamientos de la más chica perforar su mente

"¿Por qué Adora no sabe qué es el celo?"

"¿Se lo dices tú o se lo digo yo?"

"Porque como regente de años sé de todo eso y tranquilamente puedo hacerlo"

Y lo peor era que sus hipotéticas y proyectadas preguntas mentales exigían acciones inmediatas para evitar una catástrofe.

Aquella princesa podía ser menor, pero sin duda tenía una personalidad y un carácter tan tozudos y directos, sin tacto alguno, que en este tema era mejor evitar una confrontación.

Vio a Adora perdida en sus propios cuestionamientos. A veces agradecía lo distraída que podía ser aquella rubia tonta que le robaba el sueño.

Decidió no dejar pasar esa oportunidad e inventar algo para huir ya.

—Adora, ¿No deberíamos ir a ver que tu caballo no esté comiendo nieve amarilla o algo parecido?

—¡Cierto! -se puso las manos en las mejillas impresionada, ya se había olvidado del alcoholizado corcel que la esperaba-Pero igual esto no demorará mucho, solo quiero que Frosta me resp…

—¡No hay tiempo! – y entrando en pánico arrastró a su novia llevándola del brazo- ¡Hasta otro día hielitos, nos vemos luego!

Anonadada por lo que acababa de pasar, la gélida monarca no alcanzó a despedirse y simplemente atinó a pensar "Eso terminará o muy bien o muy mal…"


—Pero no has comido nada…

—Comí galletas donde la princesa de los helados -En honor a la verdad le gustaba el reino de Frosta, le permitía hacer gala de su gran habilidad para los apodos

—¡Pero solo fue un par! ¡Eso no llenaría ni a Kyle!

—¡Agh! -rodó los ojos- no seas cargosa Adora. Mas bien ve a cenar antes de que te dejen sin comida. Si el "Leal y nada ebrio corcel" llega a aparecerse por allí dejará, a Luna Brillante sumida en la hambruna. Tu equino tiene cara de ser un completo tragón. -Definitivamente las cosas se parecen a su dueño, pensó, imaginando lo catastrófico que sería comer al lado de la amazonas y el alicornio.

Adora iba a refutar, pero Catra nuevamente la interrumpió.

—Y no te preocupes por mí tontita, estaré esperándote con Melog… No demores…

Sin pensarlo e impulsada por una valentía y fuerza desconocidas se acercó a darle un delicado beso en aquellos labios de su amada, los cuales a ultimo momento se le hicieron tan tentadores que no pudo evitar morderlos levemente y jalarlos un poco provocando un estremecimiento en la más alta.

—¡C-Catra! -dio un gritillo susurrado de sorpresa sonrosándose hasta las orejas.

Era la primera vez que la felina hacía algo así. Si bien habían besos, unos delicados y otros que poco a poco se iban dando más pasionales, era la primera vez que aquella castaña la mordía… ¡Y encima en medio de un pasillo donde hasta el mismo Rey podía pasar!

Catra sonrió de lado al ver la reacción que había generado en la mayor, y no pudo evitar ronronear del gustillo y la emoción. Se giró y dándole una última caricia en la mejilla con su cola, sin cruzar más palabras al cuarto que compartía con Adora partió; dejando a la afectada toda colorada en el lugar por varios minutos hasta que su estómago rugió haciéndola reaccionar.

—Okey… Catra está algo extraña… m-mejor haré como que nada de esto pasó…

Cual robot caminó hasta el gran comedor, donde sus amigos la recibieron enarcando las cejas ante su gracioso caminar

—¿Sucede Algo Adora? -Preguntó Bow preocupado, pues su amiga parecía algo roja y nerviosa -¡No me digas que estás de nuevo resfriada!

—¿Qué?... -trató de razonar lo escuchado- ah, no, no te preocupes, estoy bien… no es nada… -carraspeó e intentó desviar la conversación- ¿Y El Rey Micah?

—Papá se quedó donde la Tía Castaspella a pasar unos días. Según parece, aprovechando que poco a poco todo está volviendo a la normalidad, quieren pasar algo de tiempo de calidad entre hermanos- indicó Glimmer sonriendo al recordar como aquellos dos adultos parecían nuevamente niños al pensar en pasar unos días juntos- Por cierto -miró a todos lados notando otra presencia faltante - Y el durazno viviente ¿Dónde está?

—¿Catra?... Hmm… la misión fue algo turbulenta así que fue directo a descansar.

A sus pensamientos volvieron las ideas de que su novia hoy había estado algo extraña.

Primero lo que le decían de su piel. Sí, ella era distraída con ciertas cosas, pero hasta ella había notado ese brillo en el pelaje y que sus ojos estaban más hermosos que de costumbre… pero el evento de la mañana había trastabillado por completo sus pensamientos haciendo pasar dichos detalles a segundo plano. Luego el hecho de su inapetencia, sí, Catra no comía tanto como ella, pero sí lo hacía en raciones normales, no en mínimas cantidades como ella. Y esa mordida en el pasillo con aquel tono en sus palabras y unos ojos que le hacían revolver algo cálido y desconocido en su interior… En definitiva, estaba actuando extraño, no mal… solo extraño… Incluso, ahora que lo pensaba había querido irse tan rápido del Reino de las Nieves que ni le había molestado de nuevo la cháchara de Swift Wind o que este al aterrizar en luna brillante las hubiera botado al lago… Incluso ni la había dejado despedirse bien de Frosta, o siquiera había dejado que la princesa le respondiera a esa boba duda.

Esa boba duda…

Aquella pregunta

Piensa, Adora, piensa…

¿Qué era?

Los empleados fueron sirviendo la comida a los tres comensales y tras terminar se retiraron, pero, aunque corta la demora para empezar la cena, había sido el tiempo suficiente para que Adora hiciera memoria recordando el tema

—¿Glimmer?

—¿Sí? -dijo la monarca tras cortar un trozo de carne con elegancia propia de su aristocrático cargo.

—¿Qué es el celo?


¡Hola!

¿Me extrañaron?

¡Bueno, a mí no, pero a mi fic sí!

Espero el capítulo haya sido de su agrado este capítulo doble.

Es un poco más extenso que los anteriores, quizás no tanto como hubieran querido otros, pero igual no se acostumbren jajaja, no soy de escribir capítulos tan largos (tanto por falta de tiempo como porque me tuesta el cerebro) , este quedó así como recompensa a los que me estuvieron esperando y como disculpa por la semana pasada no haber actualizado… ¡Que conste que yo iba a actualizar hasta lo de Mermista el miércoles!, pero como la mayoría eligió "Capítulo extenso para más placer y disfrutar el fin de semana"… Pues yo solo cumplí con el deseo de los amigos de Mara.

Como siempre, agradezco el apoyo que le dan recomendándolo, dando follow, fav, pero sobre todo por los lindos reviews, estos son los que principalmente motivan. ¡Y recuerden que no es necesario tener cuenta para dejarlos! Tipo Guest también quedan registrados.

También un agradecimiento a Arantidaez quien realizó un lindo Doodle de una escena del capítulo anterior.

Y un agradecimiento más por sus mensajes de apoyo por lo de mi Vainilla, en verdad fue lindo leer sus buenos deseos.

Han de decir "Esta mujer solo dice gracias esto, gracias lo otro… ¡Que jartera!"

Sorry but not sorry.

Me enseñaron que en la vida hay que ser agradecida, y no me cuesta nada escribirlo.

¿Quieren saber un dato interesante?

Según las estadísticas de tráfico de Fanfiction, la mayoría de los lectores y visitantes son de Mexico… ¡Así que saludos a todos los mexicanos! (Menos a mis ex novias… naa, también saludos a ellas si en algún momento de la irónica existencia llegan a este humilde fic de este lindo fandom). De allí en orden descendente (pero en cantidad igual destacable) están los lectores de Estados Unidos (¿Usan traductor o son Bilingües? ¡Saludos igual!), Brazil (La misma pregunta que con los de EEUU) y Chile. De allí obviamente sigue una larga lista de países compatriotas latinoamericanos y luego, mucho después, están las cantidades ínfimas y algo inverosímiles, como Lectores de Rusia, Suiza, Israel, Malasia e Iceland… ¡Yo asumo que llegaron por equivocación al fanfic! Pero no deja de causarme curiosidad que siempre hay algún view o visita de esos o de más países que no son de habla hispana.

¿Saben? Algo que me gusta de esta serie es la variabilidad de personalidades de los personajes. Por ello quise incluir a Frosta. Es un excelente personaje a mi parecer, profesional con su reino, tuvo que madurar rápido, pero a la vez sigue teniendo su lado inocente … Tiene su lado de niña, su lado de adulta y es un a pre adolescente/adolescente puesto que pasaron oficialmente (Y si bien recuerdo, disculpen si me equivoco) 3 años en las luchas de la rebelión, y cuando la conocíamos tenía como 11 y tres cuartos… ¡Todo un personaje que intenta balancear sus deberes con sus deseos como pasar con sus amigas, jugar y disfrutar!

Mermista es otro personaje que me agrada bastante, y como se reflejó aquí para mi es bisexual porque a veces veía que miraba a Adora de cierta manera particular… Y que esté con Sea Hawk no significa que no le pueda gustar de vista una guapa amazonas de como 3 metros jajaja

¿Qué sucederá con Catra?

¿Cómo se comportará?

Cada vez se conoce más, cada vez se atreve a más guiada por esas sensaciones corporales tan nuevas y especiales… pero está también la timidez de lo nuevo y lo desconocido…

¿Al final ganará la vergüenza?

¿Prevalecerá la inexperiencia?

¿O el deseo triunfará?

Las conjeturas se las dejo de tarea.

Me despido, hasta el siguiente fin de semana… puede que viernes, sábado, domingo… ¡O sabaradingo!… solo Raava lo sabrá)

Hablando de Raava, espacio publicitario:

A quien guste de LOK: Legend of Korra. Les invito a leer mi fanfic Korrasami Días de la semana.

Ya está completo, no es perfecto, pero lo hice con infinito amor a mi OTP.

Si se pasan por allí espero sus reviews.

Fin del espacio publicitario.

Ahora sí, cambio y fuera.

Saludos,

Le chat et l'abeille.